Boku Wa Tomodachi (NL)

Volumen 3

Capitulo 4: Hechizo De Sellado, Liberar

Un día a finales de julio, todavía estábamos en medio de la gran ola de calor, y el aire acondicionado de nuestro salón se descompuso.

El calentador de agua se rompió el otro día también, pero supongo que ya era tiempo para que el aire acondicionado también se descompusiera.

Y así, hoy no fui al club, y en cambio fui a buscar un nuevo aire acondicionado.

En realidad, no sé lo que hace bueno o malo a un aire acondicionado, pero dudo que pueda escoger uno peor que el viejo pedazo de chatarra que teníamos.

Cuando fui a la tienda, hice que el vendedor me mostrara unas cuantas de las opciones que tenía, y entonces escogí en base principalmente a cuánta energía usaría y cuánto costaría.

Sin embargo, supongo que tomará 3 días en el mejor de los casos para que vengan y lo instalen por nosotros.

Tres días ¿eh?…

Bueno, tengo aire acondicionado en mi habitación, así que no es como que no pueda soportarlo, pero en el salón es en donde está la televisión.

Realmente no veo mucha televisión, pero mi hermanita Kobato ha pasado cada día de sus vacaciones de verano hasta ahora sentada en la sala viendo televisión o leyendo manga.

Cuando llegué a casa después de ir a la tienda de electrónica y comprar víveres en el camino de regreso, encontré a Kobato en la sala viendo televisión.

—Regresé.

— ¡A-An-chan!

Kobato se iluminó al ver mi regreso.

— ¡El acondicionador de aire! ¡¿Compraste uno nuevo?!

—Sí, compré uno, pero tomará 3 días en llegar aquí.

El rostro de Kobato se convirtió en piedra tras escuchar las noticias.

—T-Tres días… Kukuku… Malditos humanos inútiles… pero, esto es interesante… supongo que me entretendré con esta fiesta del purgatorio por un rato, kukuku… Soy Leylis Vi Felicity Sumeragi… incluso si mi cuerpo fuera puesto bajo 20 mil grados de calor, una Reina de la Exaltada Noche como yo no tendría problemas con eso…

Dijo sus exageradas frases de costumbre.

— ¿Por qué no té cambias a ropas más ligeras?

Una sugerencia que he hecho más veces de las que puedo contar.

La cual Kobato rechazó, como de costumbre.

—Kukuku… Esté vestido no es ropa normal, es la forma material de mi poder oscuro… no es algo que pueda ser fácilmente cambiado…

—Sí, sí.

Suspiré y caminé a la cocina, y puse los víveres que compré en el refrigerador.

Entonces saqué una taza de té de cebada frío y lo bebí.

Aah, esto es lo bueno.

—Kobato~ ¿quieres algo de té de cebada?

Me asomé a la sala sosteniendo el té de cebada y una taza en mis manos.

Había una chica en la televisión vistiendo un vestido rojo que parecía de alguna manera una versión simplificada del vestido de Kobato, y una chica en un traje blanco con vuelos que gritaba chica mágica (imagino que ella es la protagonista) que estaban luchando con magia en el cielo.

La serie tenía una atmósfera rápida con magia y explosiones por todas partes, lo cual la hacía interesante, incluso si no conocías la historia.

Kobato estaba en trance por su escena de lucha.

La lucha parecía que estaba en el clímax, y la chica de vestido rojo fue golpeada por la magia de la protagonista y cayó al suelo.

Parecía que era el fin, pero la chica del vestido rojo emergió desde una nube de humo.

Esta miró a la chica protagonista en el cielo, y le mostró una sonrisita llena de confianza.

[Kukuku… Nada mal de tu parte por hacerme pelear enserio. ¡Como muestra de mi respeto por tus valientes esfuerzos, te mostraré mi verdadera forma…!]

Una luz roja envolvió a la chica mientras gritaba,

[¡Hechizo de Sellado, liberar!]

El vestido rojo de la chica se quemó, y estaba desnuda mientras era rodeada por la luz roja.

[¡Poderes mágicos, libérense!]

Una nueva llama apareció desde el cuerpo desnudo de la chica y se trasformó en ropas.

Cuando la luz dejó de destellar sobre toda la pantalla, la chica apareció de nuevo vistiendo un atuendo completamente diferente al de antes.

Estaba con una malla de aspecto extraño con dos pequeñas aberturas en la espalda y en medio de su pecho, y una falda excesivamente corta. En resumen, era un conjunto de ropa muy revelador.

[Kukuku… ¡Esta es mi verdadera forma…!]

Proclamó la chica, mientras sonreía audaz.

Lo único que cambió fueron sus ropas, su rostro ni siquiera cambió nada, pero la chica mágica protagonista dijo, [Así que esta es… tu verdadera forma…] con una mirada de sorpresa en su rostro.

Después de esa línea, aparecieron los créditos finales.

Parece que dejarán la batalla con la verdadera forma para la próxima vez, supongo. Después de que el ending y la vista previa del próximo episodio terminaran, Kobato apagó el televisor.

Entonces, se paró de golpe y corrió a las escaleras.

—Ah, Kobato, té de cebada…

No está escuchando…

Podía escucha los pasos de Kobato mientras subía las escaleras e iba a su habitación.

…Como sea.

De cualquier modo, puse el té de regreso al refrigerador, y fui a la cocina para empezar a preparar la cena.

Pero escuché más pasos ruidosos y Kobato reapareció en el primer piso.

—¡An-chan!

Kobato tenía una falta y algunas otras ropas en sus manos por alguna razón.

No eran prendas como las de sus ropas de lolita gótica tampoco. Si recuerdo bien, esa era la camiseta sin mangas y la mini falda que solía usar cuando estaba en primaria.

Kobato llevó las ropas que sostenía a la cocina y las puso en una silla.

—…?

Mientras me preguntaba qué estaba intentando hacer, Kobato gritó:

—¡Hechizo de Se, Se… Hechizo de Se…llado, liberar!

Inmediatamente después de que terminó de decir eso, pasó a sacarse salvajemente sus ropas.

…?

Bueno, como sea, mejor preparare la ce-

— ¡A-An-chan! ¡Tienes que mirar!

Me dijo Kobato, ya que me había dado la vuelta.

Me volví hacia ella para calmarla, y entonces se quitó su diadema y su listón, como también su gran vestido y sus bragas.

Entonces pasó a quitarse sus calcetas, pero estaban sudadas y pegadas a sus piernas, lo que las hizo bastante difíciles de sacar.

— ¡Hyah!

Ah, se cayó.

Mientras estaba sentada sobre su trasero, Kobato continuó sacándose sus calcetas.

—Kobato, asegúrate de poner todo eso en la cesta de la ropa sucia.

—Ah, está bien.

La completamente desnuda Kobato recogió las ropas que acababa de sacarse, y las llevó al cuarto de lavandería.

Volvió con un nuevo par de bragas en las manos.

— ¡Poderes mágicos, libérense!

Gritó a todo pulmón, se puso las bragas que trajo consigo, y se puso la camiseta y la falda que dejó en la silla antes.

— ¡Ja!

Kobato terminó de cambiarse y dejó escapar un pequeño respiro.

Kobato, que ahora había cambiado su traje de lolita gótica por ropas más ligeras, me dijo lo siguiente junto a su sonrisa estándar:

—Kukuku… Esta es mi verdadera forma…

— ¿Plagio?

— ¡N-No estoy plagiando!

El rostro de Kobato se puso rojo tras escucharme señalar lo obvio.

Si tuviera que adivinar lo que estaba intentando hacer… Básicamente, probablemente pensó en una buena excusa para cambiarse de ropa sin cambiar su forma de ser tras ver ese anime.

—Kukuku… Pensar que liberaría mis verdaderos poderes así… Supongo que esta estación infernal no es para tomar a la ligera…

—Bueno, está bien por mí.

Ya que de esta forma no tengo que lavar mucha ropa.

Entonces noté.

—Oye, Kobato. Esas son tus ropas de primaria, ¿verdad? ¿O estoy equivocado…?

— ¿Fueh?…Sí.

Kobato asintió, y continué hablando cuidadosamente.

—Si todavía puedes vestir tus ropas de primaria, incluso ahora que estás en 8vo grado… ¿eso significa que has dejado de crecer?

— ¡¿Fuehh?!

Kobato dejó escapar un grito completamente atónito.

Entonces lentamente fui y toque su pecho, revisé la cintura de su falda, las mangas de su camiseta, y entonces ella me miró con una cara que parecía que estaba a punto de llorar.

— ¿Qué hago, An-chan?… ¿Ya no voy a crecer más?

—………

Desvié mis ojos en silencio.

Es demasiado doloroso mirarla…

Hay niños que crecen rápido y se ven bastante mayores cuando todavía están en primaria, pero supongo que Kobato es lo opuesto de ellos ¿eh?…

—Uu~…

El rostro de Kobato estaba petrificado por la conmoción que acaba de recibir, pero rápidamente volvió a ser Leysis y rio entre dientes, —Kukuku… —

—…Kukuku… Ahora que lo pienso, Soy una Noble de la Noche que posee vida eterna… Mi cuerpo nunca se desvanecerá en una cáscara dequépita… Es normal para mí estar de esta forma, sí…

—Y-Ya veo… es bueno escuchar que no te desvanecerás ni te volverás dequépita.

Por cierto, no es dequépita, es decrépita, Kobato.

—Sí… Yo también…

Kobato sonrió, todavía pareciendo estar al borde de las lágrimas…

El día de verano que nuestro aire acondicionado se descompuso.

Kobato cambió sus ropas de lolita gótica por ropas más ligeras, y empezó a beber leche en lugar de jugo de tomate.