Koujo Denka (NL)

Volumen 1

Capitulo 4: Ellie Se Abalanzó

Parte 6

“Su Excelencia merece el crédito. Lamento lo de tu campo de entrenamiento, y te contaré sobre ese hechizo final más tarde, pero primero… ¿puedo pedirte que continúes con la historia que dejaste incompleta el otro día?”

No estaba en la naturaleza del Duke estar celoso del progreso de su hija; de hecho, muy por el contrario, estaba rebosante de alegría sin adulterar. Entonces, ¿por qué se había opuesto con tanta vehemencia a que ella fuera a la capital real?

“Muy bien. Pero, por favor, no le digas ni una palabra de esto a nadie más, ni siquiera a Tina”

“Entiendo.”

“Mi esposa, Rosa, era una hechicera talentosa. Nos conocimos en la Royal Academy y nos atrajimos el uno al otro de inmediato. No pasó mucho tiempo después de que nos casamos y fuimos bendecidos con dos preciosas hijas. Pero un día, creo que mientras estaba embarazada de Tina, de repente perdió   toda   su   habilidad   mágica.   Reuní frenéticamente a médicos de renombre de todo el reino”.

El Duke tomó aire.

“Por supuesto, nunca descubrimos la causa”.

“Pero eso es…”

… Al igual que Tina.

“Fue un proceso lento, pero Rosa pronto comenzó a consumirse. Lloré cuando dio a luz a Tina sin peligro. Estuvo prácticamente postrada en cama durante un año después”.

Me tomó un momento procesar eso, y solo cuando me recuperé planteé la pregunta en mi mente.

“¿Estaba enferma…?”

“No. Sus médicos insistieron en que no le pasaba nada físicamente”.

“¿Qué quieres decir?”

Al principio, el Duke Walter no dijo nada. Estaba claro que algo lo estaba atormentando, pero finalmente, y con mucha desgana, comenzó a hablar.

“Creo que Rosa fue asesinada, muy probablemente con una maldición. Continúe mi investigación incluso hasta el día de hoy, pero todavía no tengo idea de quién lo hizo o por qué. Puede deberse a la investigación mágica que estaba realizando, aunque nada de lo que encontré entre sus efectos parecía por lo que valía la pena matar”

El Duke se quedó en silencio por un momento antes de continuar.

“No podía creer lo que veía cuando vi a Tina lanzar un hechizo; ella era la viva imagen de su madre. La forma en que sostenía su vara, la forma en que entretejía  sus  hechizos,  la  forma   en   que valientemente hizo todo lo posible y se negó a rendirse, ¡Eran idénticas en todos los sentidos! Después de escuchar tanto, estoy seguro de que te das cuenta de por qué quería mantenerla aquí conmigo. Estaba asustado. Tenía miedo de que el destino de Rosa pudiera caer también sobre nuestra hija. Pero también era muy consciente de que ese invernadero ya no era lo suficientemente grande para mi joven retoño en crecimiento. Siendo ese el caso, es mi deber como su padre enviarla a un mundo nuevo y cuidarla; estoy seguro de que eso es lo que Rosa también quiere”.

***

Estimada Lydia,

Te escribo como prometí. ¿Ves? Soy un hombre de palabra.

Estamos a punto de partir hacia la capital real. Me da un poco de soledad pensar que me despediré de esta tierra de hielo y nieve, aunque todavía no soporto bien el frío. Nunca admitiría esto ante nadie más que ante ti, pero creo que me sentía un poco desesperado hace tres meses. Convertirme en un hechicero de la corte había sido mi objetivo durante

años, y.… solo tenía un poco de fe en mi capacidad para lograrlo.

Aun así, tengo suerte de haber podido ser tutor de estas chicas. Enseñar es divertido y también requiere coraje, como cuando te enseñé. Estas chicas me ayudaron a recordar esos sentimientos y les estoy agradecida por ello.

El profesor (o para ser precisos, Anko, que está sentada en mi hombro mientras escribo esto) me dijo que obtuviste el primer lugar en el examen de hechicero de la corte y que te graduarás de la Universidad Real como el primero de nuestra clase. . ¡Felicidades!

Dicho esto, no puedo aprobar tu declaración de que vas a boicotear la ceremonia de graduación. Tampoco estoy seguro de qué hacer con los profesores sollozantes que me piden ayuda. No tenía idea de lo que estaba pasando cuando recibí cuatro cartas por Griffin Mail en un día.

Es natural que no vaya a asistir; reprobar el examen de hechicero de la corte a pesar de que se espera que me gradúe en la universidad como el segundo de nuestra clase es una desgracia sin precedentes, después de todo. Pero eres diferente. Debes asistir con la frente en alto. ¿No es así como debería actuar Su Excelencia, Lydia Leinster, “la Dama de la Espada”?

Además, sobre lo que escribí en mi última carta… He decidido cancelar mi viaje a casa por ahora. Por supuesto, tampoco tengo la intención de continuar como tutor privado de estas chicas; se merecen algo mejor que yo. Por el momento, mi plan es hablar con el profesor y ver si tiene algún trabajo disponible. No tienes que preocuparte por mí.

Permíteme reiterar: ve a la ceremonia de graduación de la Royal University. Todo el mundo podría empezar un motín si no lo haces. Pues bien, nos vemos en la capital.

Atentamente,

Allen

(Un estudiante de honor convertido en un tutor privado).

***

El paisaje urbano visible desde la plataforma de la estación todavía estaba cubierto de blanco, y el tren delante de mí también estaba manchado con nieve acumulada. Se suponía que pasaría otro mes o más antes de que llegara la primavera al norte e incluso más antes de que la gente guardara sus abrigos y ropa de invierno.

Tres meses antes había desembarcado solo en esta estación. Ahora, estaba solo otra vez, a pesar de Anko, que estaba sentada en mi hombro, mientras esperaba que el tren terminara sus preparativos para su viaje a la capital real. Habían pasado muchas cosas, pero pensé que mis días habían sido bien aprovechados. Por lo menos, la parte de mí que secretamente había estado un poco herida por reprobar el examen de hechicero de la corte se había ido. Estaba agradecido por ello. Una vez que regresara,  tendría  que explicarles   las  cosas adecuadamente a mis padres y a mi hermana menor, a quienes solo les había dado un breve resumen de—

“¡Sensei!”

“Allen-sama”

Tina y Ellie corrieron hacia mí, envueltas en cálidos abrigos y bufandas. Oh, Tina estaba usando mi bufanda;   Todavía   necesitaba  pedirle que  lo devolviera. La vista me dio una sensación de déjà vu, no podía contar cuántas veces lo había visto ahora.

“Gracias por esperar, sensei”

Tina fue la primera en llegar.

“E-Espero que no te hayamos tenido encerrado— ¡Eek!”

La siguió poco después Ellie, que perdió el equilibrio como de costumbre y se habría caído si no la hubiera cogido.

“Wow”, dije.

“Ten cuidado, el camino todavía está congelado en algunos lugares”.

“S-Sí señor. M-Muchas gracias…”

“Eres muy bienvenida”

Le di una palmadita en la cabeza a la sirvienta de aspecto feliz y sentí un repentino frío punzante en mi mejilla.

“¿Sensei, Ellie?” Tina sugirió un momento después.

“¿No crees que es hora de que se separen?”

“La escuchaste”, le dije a la criada.

“Yo-yo no quiero,” objetó Ellie.

“De hecho, ¿podrías, uhm… abrazarme más fuerte?”

“¡Ellie!” exclamó Tina.

“No es justo, Tina-Ojou”, respondió Ellie después de una pausa hosca.

“Te sentaste en el regazo de Allen-sama todo el viaje hasta aquí”.

“E-Eso fue solo porque el auto estaba abarrotado”, protestó Tina.

“No tuve más remedio que—”

“Había espacio en el asiento trasero”

Tina gimió, sin encontrar un contraargumento; Ellie había aprendido recientemente a decir lo que pensaba, incluso a su Excelencia. Ciertamente aprobé la tendencia. Dicho esto, no estaría bien que los dos se pelearan aquí, así que me alejé de la sirvienta.

“Ustedes dos, ¿los demás ya están aquí?” Yo pregunté.

Serán un poco… Oh, ahí están.

Me giré para ver al Duke Walter, con rastros de congelación aún visibles en sus mejillas; el señor Walker, que llevaba el equipaje; y la señora Walker, que dirigía a varias criadas. Incluso afuera, las mujeres todavía estaban en sus uniformes. ¿No tenían frío?

“Hola, Allen”, me saludó el Duke.

“Gracias por esperar”

“Por favor, no lo menciones. De lo contrario, no habría tenido tiempo de comprar recuerdos”.

“¿En serio? Me alegra oírlo. Odio preguntar, pero ¿cuidarías a Tina por mí? Vendré en un tren más tarde”

“Ellie, asegúrate de escuchar a Allen-sama”, instruyó el Señor Walker a su nieta.

“¿Te acordaste de empacar la medicina? Si te quedas sin dinero para gastar, simplemente…”

“Querido, iré con ellos”, reprendió la Señora Walker a su esposo.

Fue una ocurrencia rara, por decir lo menos.

Sí, ambas chicas habían pasado el examen final del Duke con gran éxito.

Lo que siguió había sido rápido. Parecía que los arreglos para el personal se habían hecho con mucha anticipación: la Señora Walker y varias doncellas estarían estacionadas permanentemente en la capital real durante y después de los exámenes de ingreso de las niñas. La hermana mayor de Tina aparentemente vivía en el dormitorio de la Royal Academy, pero eso era inusual para un miembro de una casa ducal; En cambio, Tina y Ellie viajarían desde la mansión Howard a la capital una vez que se inscribieran. Por supuesto, eso significaba                     que      necesitarían      personal      para administrarlo por ellos. El Duke Walter y el señor Walker querían ir a la capital real ellos mismos, o eso había oído, pero la destreza marcial de la señora Walker (ejem, argumentos persuasivos) los convenció de renunciar a la idea. Pensé que era una buena solución; después de todo, difícilmente podría convertirme en mayordomo.

Chilló un silbato de vapor.

“Bueno, entonces, te estaré esperando en la capital real”, dije, moviendo la cabeza hacia los dos hombres.

“Bien.”

“Por favor, cuide bien a mi nieta, Allen-san”

“Lo haré. Espere buenas noticias”

Mientras intercambiaba firmes apretones de manos con  Duke Walter y    el   Señor  Walker, dos pensamientos pasaron por mi mente: Me duelen las dos manos. Además, te estás acercando demasiado para tu comodidad…

“Allen”, dijo el Duke.

“Confío en ti, lo hago, pero si crees que puedes poner una mano sobre mi querida niña solo porque estoy en el norte, entonces…”

“Allen-san”, agregó el Señor Walker.

“Sé que nunca soñarías con tal cosa, pero… sí, por casualidad, te atreves a poner una mano sobre mi querida Ellie mientras no estoy cerca, entonces…”

Forcé una risa; eran tan sobreprotectores.

No tienes de qué preocuparte, te lo aseguro: Tina y Ellie siguen siendo niñas únicas. Una vez que estén en la Royal Academy, conocerán a muchos chicos buenos y guapos. Creo que sería mejor emplear su tiempo preocupándose por ellas.

Tan pronto como terminaron los apretones de manos, suaves manos pequeñas agarraron las mías.

“¿Tina? ¿Ellie? Yo pregunté.

“¿Qué pasa?”

“Estaba pensando que me gustaría ir de la mano hasta la capital real”

“Uhm, bueno… Yo también. ¿E-Eso está bien?”

“Por supuesto”

En un instante, pude sentir los ojos fríos e intimidantes de dos padres fijos en mí. Pero, ¿cómo podría quitarme de encima a las chicas cuando me miraban con tanta esperanza? En verdad, ¿qué iba a hacer…?

“Pero  el Duke  Walter  y  el Señor  Walker desaprueban, así que…”

Los ojos de los dos hombres se abrieron.

“Padre”

“Abuelo”

Ambos gimieron y bajaron la cabeza.

Simplemente     no    puedes     vencerlas,    ¿verdad? Conozco el sentimiento… pensé. Un momento después, el silbato de vapor sonó por segunda vez. Será mejor que subamos a bordo. Ah, hablando de eso…

Duke Walter.

“¿Sí?” El Duke se tomó un momento para responder.

“Se trata de ese diario”.

Hablé en voz deliberadamente baja; Difícilmente podía dejar que Tina o Ellie escucharan.

“¿Estás seguro de que no te importa dejarlo a mi cuidado? No tengo ninguna duda de que es un documento valioso. Además, ¿puedo mostrárselo a otras personas en las que pueda confiar?”

“No me importa,” susurró el Duke en respuesta.

“No soy un gran lector, y habrá aún menos amantes de los libros cuando Tina y Ellie se hayan ido, por lo que debería ir a alguien que lo necesite. Ah, y… Dime si aprendes algo sobre los grandes hechizos”

Eso me dio un motivo menos de preocupación, aunque el camino por delante no iba a ser fácil de ninguna manera.

“Muchísimas gracias. Y sí, me aseguraré de hacerlo”

“Estoy profundamente en deuda contigo. Ahora, deberías irte”

“Por supuesto. Tina, Ellie”

“Bueno, padre. Me voy”, le dijo Tina al Duke.

“Cuida mis plantas por mí”

“Lo sé”, respondió su padre.

“No te preocupes; Me reuniré contigo en la capital real pronto”.

“Ya me voy, abuelo”, le dijo Ellie al señor Walker.

“Cálmate”, la tranquilizó el mayordomo principal.

“Contácteme de inmediato si tiene algún problema”.

Encontré la escena agradable… y solo un poco inspiradora de envidia.

“Es hora, chicos”, nos instó la Señora Walker.

“Por favor, suban a bordo”.

Cielos.

Hice una leve reverencia, tomé las manos de las niñas y luego subí al tren. La Señora Walker y las criadas nos siguieron de cerca. Esta vez íbamos en un automóvil de lujo, uno que era aún más extravagante que la primera clase. Nunca imaginé que existieran vagones de tren tan lujosos.

El silbato de vapor sonó por tercera vez, y después del sonido de las puertas al cerrarse, el tren comenzó a moverse lentamente. Abrí la ventana junto a mi asiento y grité:

“¡Duke Walter, señor Walker, gracias!”

“¡Te estaré esperando en la capital, padre!” añadió Tina.

“¡Abuelo!” Ellie intervino.

“¡Regresaré a casa tanto como pueda durante las largas vacaciones!”

Ya no podía escuchar las voces de los hombres, pero siguieron observándonos y saludándonos hasta que desaparecieron de la vista.

***

“¿Está lo suficientemente caliente, sensei?” preguntó Tina desde el asiento a mi lado.

“Estoy bien gracias”

Ella se rio tímidamente.

“Todo esto es gracias a usted, sensei”

Ellie parecía frustrada, pero opté por fingir que no me daba cuenta.

Anko, no tienes que acurrucarte en mi regazo. Hay asientos  disponibles  para— Oh, ¿preferirías quedarte aquí? Muy bien.

Estábamos en medio de una pequeña revisión: controlar la temperatura dentro de nuestro vagón de tren. Después de su examen final, Tina había logrado aprender a lanzar hechizos elementales de elementos distintos al hielo. Sospeché que el hechizo final que había lanzado tenía algo que ver con eso. Nadie que haya experimentado su control de temperatura creería que no había podido lanzar un solo hechizo hace solo dos meses.

“Bien hecho, Ojou-sama”, elogió la Señora Walker a Tina.

“Eso fue increíble”, intervino Ellie,