Koujo Denka (NL)

Volumen 1

Capitulo 3: Vamos A Empezar

Parte 2

Me alegró la oportunidad de leer tantas y tan variadas obras durante mi estancia en la casa ducal. Había pasado algún tiempo desde la última vez que tuve tanta suerte, considerando que había reducido mi tiempo de lectura para prepararme para el examen de hechicero de la corte. No pude evitar mi bibliofilia, incluso si el albatros me hubiera llamado “la definición misma de aburrido” por eso. Podía ser cruel, especialmente teniendo en cuenta que ella misma era una ávida lectora.

El libro que estaba tratando de leer en ese momento era un volumen delgado y antiguo. Como ocurre con la mayoría de mi material de lectura reciente, es anterior a la Guerra del Señor Oscuro. Tina había adquirido la habilidad de lanzar hechizos, pero existía la posibilidad de que la perdiera nuevamente en cualquier momento. Quería tener preparadas las contramedidas, si era posible, pero la identidad de lo que la había estado impidiendo seguía siendo desconocida.

Antes, cuando había perdido el control de su maná, sospeché que había perdido el gran hechizo Frigid Crane. Sin embargo, al recordarlo con la cabeza más fría, no pude evitar preguntarme si solo había estado soñando despierto. ¿Había sido esa cosa un hechizo? Se había sentido más como si me estuviera enfrentando a una criatura viviente. Le pregunté a Tina al respecto, pero ella me dijo que no había escuchado una voz y que no había visto al ser que había intentado manifestarse porque tenía los ojos cerrados.

Luego estaba la única palabra que había podido descifrar: La “Clave”. ¿Se refería a eso Tina? Si no y se refería a mí en su lugar, estaba perdido; tales cosas estaban más allá de un humilde plebeyo como yo.

En cualquier caso, no tenía nada de malo aumentar mi reserva de conocimiento, y había pocas colecciones de libros antiguos y raros sobre el tema de la magia que igualaran a esta, incluso en la capital real. El archivo de los Leinster también me había impresionado, pero sospechaba que contenía más libros de cuentas antiguos y registros estadísticos, relativamente hablando. La Casa Leinster  se  logró  tanto  económica  como militarmente.

Un golpe reservado interrumpió mis cavilaciones.

“Adelante”, le dije a mi difunto visitante.

“No está cerrado”

La puerta se abrió lentamente y entraron dos chicas en camisón. Llevaban chaquetas, pero los contornos de sus cuerpos aún eran evidentes. Tina todavía se parecía mucho a una niña; solo tenía trece años, así que supuse que tenía mucho que crecer. Ellie, que la seguía, por otro lado… Ahora que la veía en camisón, su feminidad era difícil de ignorar por completo. Solo era un año mayor que Tina, pero la diferencia era… Ejem.

“Buenas noches. ¿Qué pasa?” Yo pregunté.

“Bueno”, comenzó Tina vacilante,

“Ellie dice que no puede conciliar el sueño”

“¡T-Tina-sama, eso no es justo! Acabas de decirme que ese libro que leímos juntas te asustó tanto que no puedes dormir, así que viniste a mi habitación y… ¡Eek!”

Ellie estaba tan nerviosa que pisó el dobladillo de su camisón y parecía estar en peligro de volverse a caer.

“Wow”, dije mientras me apresuraba a atraparla.

“Eso estuvo cerca”

Esta chica realmente es propensa a tropezar. Esperar. Oh no. Dejé caer ese viejo libro que estaba estudiando. Recomiendo no tocarlo, Anko; Sospecho que es bastante peligroso.

Sentí algo suave contra mi brazo y pude decir exactamente qué era, especialmente porque Ellie vestía ropa más delgada que de costumbre.

Rápidamente traté de soltarla, pero ella se aferraba activamente a mí.

Mmm…

“Allen-sensei. S-Sabes, uhm, yo…”

“¡Muy bien, eso es suficiente!” Tina intervino, forzando su camino entre nosotros.

Empujó a Ellie a un lado y ella misma me agarró del brazo.

“Ellie, tropezaste a propósito, ¿no?”

Qué extraño… ¿Por qué esto no se siente tan suave? ¡Espera no! Tengo la premonición de que terminaré      congelado si   sigo    esa    línea  de pensamiento, y nadie sabe mejor que yo cómo confiar en mi intuición en momentos como este. No lo pienses. De esa manera se encuentra el desastre.

Las dos chicas continuaron jugando, sin darse cuenta de los pensamientos menos que corteses que pasaban por mi mente.

“E-Eso es…”

Ellie tartamudeó por un momento antes de encontrar sus palabras.

“Eso no es cierto. N-Nunca pensaría en algo tan presuntuoso como querer que Allen-san me abrace, o… ¡Ah!”

“¡Eres una mentirosa! ¡Tú eres igual de malo, Sensei! Esa mirada en tu cara era… indecente. Y no reaccionaste en absoluto cuando te agarré del brazo. Solicito, no, exijo, ¡una repetición! ¡En este instante!”

Cielos. Me han arrastrado a eso.

“Chicas,” respondí con exasperación fingida,

“Es tarde, y ambas deberían estar en la cama. Nunca crecerán más alto si no duermen bien. Pueden quedarse aquí si Tina está realmente asustada, pero solo por un rato. Calentaré un poco de leche para ustedes dos, así que por favor suéltenme”

“L-Lo entiendes todo mal. No tengo ni un poco de miedo”

Tina comenzó a protestar, pero de repente se volvió avergonzada.

“Bueno, solo un poco. ¡Y no puedo evitar sentir que reaccionaste de manera diferente con Ellie!”

“Es sólo tu imaginación,” insistí.

“Ahora, toma asiento en esa silla”

“Oh, es tan malo, Sensei. Mentiroso”

Escuché a Tina insultarme mientras recogía el viejo libro que se me había caído al suelo. Fue entonces cuando un pensamiento me golpeó.

Estaba equivocado. Este no es un libro de hechizos.

Era demasiado delgado. ¿Podría ser un diario personal? Pero entonces, ¿por qué estaba sellado con una maldición tan increíblemente poderosa, una que tal vez estaba a la par de una barrera militar? Si el dueño del diario hubiera llegado a tales extremos… debe   haber   sido  una  persona asombrosa. Reflexioné sobre el dueño anterior del diario mientras me levantaba y lo dejaba sobre el escritorio.

Saqué una botella de vidrio de leche de la nevera de mi habitación, llené dos tazas de madera y, después de pensarlo un poco, les agregué un poco de miel.

¿Hmm? ¿Qué pasa, Anko? ¿Te gustaría un poco también? Supongo que tendré que complacerte. Pondré un poco en un plato y… ¿Qué? ¿Es demasiado frío para ti? Pensé que los gatos odiaban la comida caliente.

A pesar de mi exasperación, calenté un poco el plato de leche. Anko luego comenzó a lamerlo con gusto. Al igual que su amo, el familiar era demasiado particular en sus gustos.

Me di la vuelta para descubrir que, por alguna razón, las chicas habían optado por sentarse en mi cama en lugar de las sillas disponibles. Tina todavía estaba visiblemente haciendo pucheros.

“Tomen”

Les ofrecí las copas con una sonrisa irónica.

“Gracias, Sensei”, concedió Tina después de un último momento de petulante silencio.

“Oh. ¿Ya está caliente?”

“Muchas gracias, Allen-sensei. ¿Usaste un hechizo para calentar nuestras bebidas?”

“Sí, aunque es un poco diferente del control de temperatura ordinario, por lo que debe tener habilidad para usarlo. Es un pequeño truco para cuando quieres una bebida caliente con prisa. Sin embargo, lo admito, no estoy seguro de por qué, pero las bebidas saben mucho mejor cuando se calientan en una olla. Les sugiero que se tomen ese poco de tiempo y esfuerzo extra si alguna vez hacen algo para sus futuros esposos”

“¿Esposos, Sensei?”

“Ah…”

Tina y Ellie me lanzaron repetidas miradas, con las mejillas notablemente sonrojadas. Tal vez ese había sido un pensamiento demasiado emocionante para las jóvenes de su edad. Reflexioné sobre esto mientras caminaba hacia una de las sillas libres, pero tan pronto como me senté, Tina comenzó a acariciar la cama con una mano. Ellie también me miraba, aunque no sabría decir por qué.

“¿Por qué no se une a nosotros, Sensei?”

Tina preguntó, aunque pareció más como una demanda.

“Su estudiante adorable está aquí”

“¡E-Eso es correcto! Y…Uhm…Su adorable doncella también…”

Ellie parecía tener cada vez menos confianza en sus palabras hasta que, muy pronto, su voz se desvaneció por completo. Luego dejó escapar un pequeño grito de vergüenza.

“No”, respondí rotundamente.

“Ambas  están  creciendo,  Señoritas,  así  que realmente no deberían estar visitando la habitación de un hombre a esta hora de la noche. Los hombres son lobos, después de todo”

“Parecías terriblemente feliz de abrazar a Ellie hace un momento”, señaló Tina acusadoramente.

“¿Es usted un lobo también, Sensei?”

Los ojos de Ellie se abrieron ante la idea.

“Eso es un secreto”, le respondí a Tina después de una pausa.

“Ellie, ¿te pasa algo?”

La criada se había derrumbado en la cama y gemía con la cara presionada contra las mantas.

¿Qué tenemos aquí? Bueno, no parece enferma, así que creo que la dejaré sola.

“Es tarde y tienes un día completo de lecciones mañana, así que por favor vayan a la cama una vez que hayan terminado su leche. Si simplemente tienen demasiado miedo, entonces pueden quedarse un poco más; después de todo, me levantaré temprano. Pero solo si están calladas. Estaré en problemas si el Señor y la Señora Walker se enteran”

“Te lo dije, no tengo tanto miedo de…”

Tina dejó que sus palabras se apagaran y luego cambió de tema.

“¿Siempre ha leído tanto, Sensei? ¿Incluso antes de que llegaras aquí?”

“Siempre me ha gustado leer; es casi mi único pasatiempo que es realmente útil. Como saben, no tengo mucho maná. Los hechizos supremos obviamente están más allá de mí, y aunque podría formular hechizos avanzados, no soy capaz de activarlos”

No pude convertirme en el mejor en el manejo de la espada, la magia o el mundo académico, no es que me quejara, pero pensé que al menos podía leer tanto como otra persona.

En esa nota, disipé parte del sello del diario que estaba tratando de mirar. Sin embargo, cuando lo abrí con cautela, descubrí que sus páginas estaban completamente negras.

Bueno, ahora… ¿Es legible ya?

El autor ciertamente había sido minucioso, y no pude evitar sentir una ligera sensación de parentesco con ellos. Arranqué otra pequeña parte del hechizo para revelar una cadena incomprensible de letras.

¿Un cifrado…? Quien haya escrito esto realmente no quería que nadie más lo leyera.

Dos hechizos de sellado y ahora este código. Iba a ser difícil de descifrar de inmediato. Sabía que muchos libros antiguos estaban imbuidos de hechizos, pero ¿qué podía justificar este nivel de seguridad?

Cerré el diario y lo puse encima de la pila de documentos que estaba guardando para más tarde; cualquier cosa que tomaría tiempo para leer podía esperar. Decidí que le endosaría el diario al profesor o al director en una fecha posterior, suponiendo que pudiera convencer al Duke para que me lo prestara.

Lo siguiente fue… No, sabía que esto no funcionaría. Me puse de pie, me rasqué la cabeza y luego levanté a Tina, que había estado mirándome feliz todo el tiempo. Todavía era ligera como una pluma.

“¿Eh? Uhm, ¿S-Sensei?”

“Toma”

La arrojé suavemente a la cama, la cubrí con las sábanas y luego moví mi silla al lado de la cama.

“Por favor ve a dormir; No puedo concentrarme con tus ojos en mí. Pero no te preocupes, no iré a ninguna parte. Tú también, Ellie. Siéntete libre de dormir aquí esta noche. No me importa”

“¡¿Lo dice en serio, Sensei?!” exclamó Tina.

Ellie se rio y dijo:

“Disculpe, Tina-sama”

Antes de esconderse debajo de las sábanas a su lado con una sonrisa alegre. Podía escucharlas a ambas riéndose entre ellas.

Cielos…

Recogí el siguiente libro de mi pila y comencé a leer.

Bien ahora. Un libro de texto de magia escrito hace aproximadamente dos siglos. Comparado con ese diario, fue una lectura rápida y fácil. ¿Uhm? un marcador ¿Qué es esto? Activación de hechizos de hielo desde el subsuelo. Entonces, así es como lo usaron…

No pasó mucho tiempo antes de que escuché la

respiración de las chicas caer en un ritmo pacífico. Dormían profundamente, tomadas de la mano. Quiero ayudarlas a asistir juntas a la Royal Academy, pensé desde el fondo de mi corazón mientras acariciaba a Anko, que se había subido a mi regazo.

Cuando llegué al final del libro de texto, me encontré con un ex libris personal que había visto en la página final de muchos trabajos en los últimos dos meses. Nadie coleccionaría tantos libros para su propia lectura personal, particularmente no tantos libros de texto. Estos deben haber sido…

En cualquier caso, necesitaría hablar con el Duke mientras hago los preparativos. No me importaba quién era él; Le haría cumplir su promesa.

***

Pasé varios días esperando pacientemente mientras instruía a las niñas. Confiaba en que el Duke vendría

a hablarme; después de todo, faltaba menos de un mes para el examen de ingreso a la Royal Academy, lo que significaba que no quedaba mucho tiempo para presentar la solicitud o hacer arreglos para viajar a la capital real.

Y entonces, llegó el momento.

Estaba enseñando a Tina y Ellie en el invernadero ese día cuando la Señora Walker entró nerviosa.

“Allen-san, al Amo le gustaría verte en su oficina”, dijo.

“Tina-Ojou, Ellie, tengo dulces para ustedes. Por favor síganme”

“Muy bien. Tina, Ellie, tomen un breve descanso”.

“Sí,  Sensei”,  respondieron  ambas  chicas alegremente.

No podía dejar que nada oscureciera sus rostros sonrientes. Yo era su tutor, después de todo.

No se preocupe, Señora Walker. Por favor, cuídalas bien.

“He pensado mucho en el asunto”

Anunció el Duke con gravedad, inclinándose profundamente en su silla, “Y decidí no enviar las solicitudes de Tina y Ellie a la Royal Academy”

Eso era justo lo que esperaba escuchar. Walker-san, que esperaba con deferencia a un lado, entrecerró ligeramente los ojos.

“¿Pero por qué?” Pregunté con una leve mirada de confusión.

“En su nivel actual, Su Excelencia y Ellie seguramente obtendrán no solo sus admisiones a la Royal Academy, sino incluso altos rangos en el examen. Por favor, dígame, ¿por qué darse por vencido en esta etapa? ¿Seguramente no exiges que queden en primer y segundo lugar en su clase?”

“Nada de eso”, dijo el Duke después de un momento de silencio.

“No puedo agradecerte lo suficiente por lo que has logrado. Nunca imaginé que no solo Ellie, sino también Tina obtendrían un dominio de la magia. Puedo ver que el profesor estaba diciendo la verdad cuando dijo que ‘Allen y Lydia sin esfuerzo hacen posible lo imposible’“.

Hizo una nueva pausa y luego agregó:

“En lo que respecta a Ellie, estoy perfectamente dispuesto a cumplir con Graham. y la decisión de Shelley”

“En ese caso, Su Excelencia también debería poder…”

“No. No puedo permitirlo. Creo que mi niña ha aprendido a lanzar hechizos, pero tiene muy poca experiencia con la magia. Sería una locura que una niña como ella intentara el examen práctico de la Royal Academy. Sabes cuánto maná tiene. Ella puede tener poder, pero ¿puede controlarlo? Recibo informes de que ha estado destruyendo el techo del invernadero casi a diario, incluso después del intento que presencié. Incluso si logra aprobar el examen de ingreso, no será más que una molestia para los demás estudiantes. Además de lo cual…”

El Duke dudó por tercera vez antes de negar con la cabeza.

“No, eso no es asunto tuyo”

“Entonces, ¿por qué me contrataste?” —pregunté al Duke con el ceño fruncido.

“No tiene sentido”

Permaneció en silencio, así que respondí mi propia pregunta.