Koujo Denka (NL)

Volumen 1

Capitulo 2: ¡S-sí Sensei!

Parte 5

“Estaba pensando que no había visto a Anko últimamente. Entonces, ha estado en tu habitación. Mis disculpas por el inconveniente.”

“N-No es ningún problema en absoluto”. La criada se rio.

“Quiero decir, es tan, bueno, esponjoso, por un lado”.

Le estaba yendo bien, lo suficientemente bien como para pensar que podría ser el momento de comenzar a enseñarle en el combate simulado. El problema era la chica con un vestido azul que estaba parada frente a una sola vela. Ella dejó escapar un gemido; Pude  ver la  frustración, la irritación y   la desesperación claramente en su rostro.

“¿Por qué? ¿Por qué no funcionará…?”

“Está bien, Tina. Todavía tenemos tiempo. Pudiste detectar pequeños trozos de hielo, ¿no?”

“Puedo reconocerlos ahora. Pero Ellie ya es tan…” Ella gimió de nuevo.

Apoyé una mano en su cabeza.

“Estarás bien. Probemos una fórmula de hechizo diferente, ¿de acuerdo?”

“Sí, Sensei…” ella respondió vacilante.

Por lo que pude ver, estaba al borde de las lágrimas.

Uhm…    ¿Por    qué  está pasando  esto?  Me preguntaba. No puedo resolverlo. Debería estar avergonzado de mí mismo por dejar que esta chica se vea tan miserable.

Su Excelencia había hecho solo un pequeño progreso: sus hechizos de hielo apenas produjeron una respuesta, mientras que los hechizos de cualquier otro elemento desaparecieron sin importar los cambios que hice en sus fórmulas. Por lo tanto, había decidido concentrarme exclusivamente en el hielo y, en este sentido, mi primera orden del día había   sido    ayudarla  a  sentir  las astillas infinitesimales de hielo que había logrado detectar. Había dudado al principio, pero hace una semana finalmente lo había logrado. La primera vez que Su Excelencia  vio  las  astillas  la había  dejado estupefacta; entonces se había echado a llorar.

“Esta es la primera vez en mi vida…” había sollozado.

“La primera vez que he podido ver mi propia magia…”

Sus lágrimas habían venido como un duro recordatorio de que estaba más preocupada de lo que me había dado cuenta. Me lo había reprochado a mí mismo ese día, seguro de que debía haber algo más que pudiera hacer por ella.

Desde entonces, había puesto todo de mi parte en mi trabajo: desde la mañana hasta la noche me concentraba en enseñar mis lecciones, mientras que desde la cena hasta la medianoche estudiaba minuciosamente documentos y diseñaba nuevas fórmulas de hechizos. Pero incluso entonces, no había hecho ningún progreso notable. Estaba parado.

Ellie estaba mejorando a un ritmo asombroso, como acababa de demostrar. A su ritmo actual, parecía que incluso podría dominar los ocho elementos. Ella absorbió las fórmulas de mis hechizos como la tierra reseca absorbe el agua, y las circunstancias parecían sugerir que incluso había comenzado a recibir entrenamiento de combate cuerpo a cuerpo del Sensei y la Señorita Walker.

Era dolorosamente consciente del hecho de que ver el progreso continuo de Ellie solo estaba haciendo las cosas más difíciles para la chica con problemas que tenía delante; después de todo, Ellie era su mejor amiga, así como una figura de hermana mayor y menor para ella. El problema había permanecido fuera de la vista y fuera de la mente hasta ahora, ya que ninguno de ellos había podido lograr mucho con la magia, pero ahora que la diferencia en sus habilidades era tan evidente…

Plantea hipótesis, experimenta y repite. No creía que hubiera nada malo con ese enfoque, y dado que todavía  no   sabía  qué estaba causando   el impedimento de Su Excelencia, mis experiencias pasadas me decían que había poco más que pudiera hacer. Pero cuando la vi en una angustia tan obvia… Debo admitir que mis convicciones vacilaron.

Lydia sin duda estaría molesta conmigo, incluso podría poner fin a nuestra amistad, pero no podía dejar que eso dictara mi decisión. Si surgiera la necesidad, vincularía el maná de Su Excelencia con—

“¿Sensei?”

—“¿Allen-sama?”

Ambas  chicas me  miraban   con  aparente preocupación.

“Oh, perdóname. Estaba un poco perdido en mis pensamientos. Ese es nuestro tiempo, ¿no? Dejémoslo aquí por hoy. Tina, por favor, no dejes que esto te deprima tanto, siempre hay una próxima vez. Ellie, bien hecho. Hagamos otro buen día de trabajo mañana”.

Después de la cena, llamé al Duke en su oficina para ponerlo al día sobre la situación.

“En otras palabras”, comenzó Duke Walter, su voz teñida de decepción y resignación, “Enseñar a Tina a lanzar hechizos está más allá incluso de tus habilidades. Ayudarla a sentir esos fragmentos de hielo fue una hazaña impresionante, pero tal como están las cosas…”

Estaba seguro de que había recibido el mismo informe muchas veces antes, y que la noticia lo había golpeado en cada ocasión. Sin embargo, había continuado su búsqueda de un tutor que pudiera conceder el deseo de su amada hija. No podía culparlo por estar en este estado después de gastar tanto tiempo y esfuerzo, pero teniendo tan poco que mostrar.

“¿Y las mismas lecciones están ayudando a que florezca el talento de Ellie?” El Duke hizo una pausa por un momento y luego agregó:

“Qué amarga ironía”.

“Su Excelencia tiene un vasto suministro de maná, y la construcción de sus hechizos es irreprochable”

“Y, sin embargo, como me has dicho, sus hechizos no se activan. ¿Sigue siendo cierto incluso con las nuevas fórmulas que has ideado?”

“Lo es. Están dando mejores resultados de los que podría haber esperado con Ellie, pero…”

Aproximadamente había pasado un mes desde que comencé las lecciones prácticas de magia con mis dos estudiantes y, como se predijo, la que demostró un notable crecimiento en ese tiempo… había sido Ellie. Le enseñé los hechizos simplificados que había formulado, basados en hechizos existentes diseñados para forzar la activación de un solo elemento, pero con una mayor cantidad de “espacio en blanco” para dejar a los elementales más espacio para hacer lo que quisieran, y ella estaba ahora cerca de dominarlos.

Ya no tenía ninguna preocupación sobre el desempeño de Ellie en la práctica; ahora era simplemente una cuestión de qué tan alto lograría colocarse. Posiblemente incluso era hora de comenzar a enseñarle magia con miras a sus estudios en la academia, estaba muy motivada.

Su Excelencia, por otro lado… aún no había producido ningún resultado favorable. Nunca había sido capaz de lanzar hechizos existentes, y no le fue mejor con mis fórmulas de hechizos. Había considerado que un exceso de maná podría ser el culpable y rediseñé los hechizos para reducir el suministro, pero como era de esperar, no se activaron. Luego intenté aumentar el suministro de maná para forzar la activación de los hechizos, pero con el mismo resultado. Entonces, ¿el problema residía en su propio maná? No, era completamente

ordinario. Y no había posibilidad de una maldición, sin importar cuántas veces la buscara.

No pude evitar admirar la perfecta construcción de los hechizos de Su Excelencia, superaba incluso a los de Ellie y ahora era aún más refinado como resultado de la práctica diaria. Pero… no le hizo ningún bien. Estaba seguro de que aprender a reconocer esos trozos de hielo había sido un gran paso adelante para ella, pero simplemente no podía avanzar más. Había llegado a un punto muerto.

Todavía teníamos tiempo, pero empezaba a perder la paciencia. ¿Qué había detrás de su incapacidad para usar magia?

“¿Cuál es su opinión sobre nuestra situación?” el Duke me presionó.

“Solo quedan dos meses hasta el examen de ingreso”.

“¿Soy libre de decir lo que pienso?”

“Por supuesto.”

“Su Excelencia aprenderá a usar magia, no tengo ninguna duda al respecto. Simplemente no puedo estar seguro de que suceda antes del examen de ingreso”.

Reflexionó sobre mis palabras.

“Entonces, ¿trabajarás para convencerla de que se rinda, como te pedí?”

“No lo haré. Si desea inscribirse en la Royal Academy, creo que debería hacerlo, incluso sin la capacidad de lanzar hechizos”

El Duke cerró los ojos y suspiró profundamente.

“¿Quieres decir que harían una excepción con ella?”

“Su Excelencia está más que suficientemente calificada. Cuestionaría la cordura de la Royal Academy si se negaran a dejarla asistir”

“…Bajo cualquier otra circunstancia, me encantaría saber que la consideras tan bien”.

“Estoy siendo sincero cuando te digo que el talento de Su Excelencia rivaliza con el de Lydia. ¿Ayudarla a perfeccionar sus habilidades no sería también una gran ayuda para la Casa Ducal Howard?”

“Lo     entiendo,  ¡Lo  sé!  Pero  debes  haber experimentado de primera mano lo problemática que puede ser la nobleza. Sería un camino difícil de recorrer para mi niña”.

El rostro del Duke Walter estaba lleno de angustia. Estaba seguro de que no hablaba como un Duke, sino como un padre preocupado por su hija. La segunda hija de uno de los Cuatro Grandes Ducados siendo incapaz de usar magia y admitida solo por una excepción especial obviamente llamaría la atención, y en ningún lugar faltaba su parte de personas ansiosas por decir tonterías.

“En cualquier caso, quiero que hagas tu mejor esfuerzo”

El Duke anunció su conclusión con los ojos cerrados y las manos cruzadas sobre el escritorio.

“Pero si no ha habido cambios después de otro mes, entonces haz lo que te pido”.

“¡Pero Sensei!”

“Lo siento, pero… Por favor. Ya ves cómo es”

“…Entiendo. Puede que no lo parezca, pero he logrado lo irrazonable antes. Encontrare una manera”

Todavía no había esperanza a la vista, pero estaba decidido a hacer algo. El maná de Su Excelencia era perfectamente normal y no había nada de malo en la forma  en que  construía  sus   hechizos:  su discapacidad tenía que tener una causa.

Mi única pista son esos fragmentos momentáneos de hielo. Tendré que empezar por ahí.

***

Reprimí un bostezo a la mañana siguiente mientras me dirigía a la habitación en el invernadero; una vez más, ninguno de los documentos que había terminado de leer la noche anterior había sido de ayuda. Me había quedado despierto hasta casi el amanecer durante varios días seguidos y el agotamiento me estaba alcanzando. Ni siquiera había sido capaz de despertarme a tiempo para el desayuno.

Esto es un problema. A este ritmo, terminaré preocupando a las chicas.

“Buenos días”

Abrí la puerta y entré para encontrar a Su Excelencia aparentemente durmiendo con la cabeza apoyada en la mesa. Debía estar cansada, recientemente se había dado a la práctica de la magia frenéticamente desde después de la cena hasta altas horas de la noche. Decidí dejarla dormir hasta que llegara Ellie.

Tuve cuidado de no despertarla cuando me acerqué, me senté en una silla cercana y luego abrí el viejo libro sobre ciencia mágica que había traído conmigo. Se refería a la magia anterior a la Guerra del Señor Oscuro. Ya había confirmado que no se habían informado síntomas que coincidieran con los de Su Excelencia en los últimos dos siglos, como mínimo, y por esa razón había vuelto mi mirada a datos aún más antiguos. Afortunadamente, el archivo de la casa ducal estaba repleto de obras antiguas.

El tiempo pasó en silencio. Parecía que Ellie se estaba retrasando un poco.

El libro resultó ser la biografía de un espadachín, fascinante, pero desafortunadamente no era lo que necesitaba actualmente. Me moví para tomar el siguiente libro de mi bolso, y fue entonces cuando mis ojos se encontraron con los de Su Excelencia.

“Sensei”

“¿Te desperté? Lo lamento muchísimo”

“No te preocupes. Es un libro muy antiguo, ¿no?”

“Creo que es anterior a la Guerra del Señor Oscuro”.

“¿Me lo estás leyendo?”

Su Excelencia preguntó después de una pausa. Su tono era serio, claramente estaba nerviosa.

Ella es un poco estudiosa, pensé mientras le daba una palmada en la cabeza.

“Para nada. Esto es algo así como un pasatiempo mío, y…”

“¡Está mintiendo, sensei! Sé que te has estado quedando despierto leyendo hasta altas horas de la noche. Tampoco te vi en el desayuno esta mañana”

Ella me dio una mirada mordaz antes de continuar con una pregunta.

“¿Cuántos cientos de libros has leído este último mes? Buscas en el archivo todas las noches, ¿no? Y también formulas nuevos hechizos para mí día tras día… Incluso estás obligado a ayudar con nuestra práctica nocturna”

“Todo eso es cierto, pero por favor, no dejes que te moleste, me encanta leer y disfruto mejorando las fórmulas de los hechizos. Siento lo de esta mañana. No suelo dormir hasta tarde, así que es bastante vergonzoso…”

“…Tate”

Su Excelencia murmuró algo que no pude escuchar. Le lancé una mirada inquisitiva, momento en el que ella se levantó de un salto, temblando violentamente, y espetó:

“¡Moléstate! ¡Cúlpame más! No puedo lanzar hechizos porque… porque no tengo ningún talento para eso…”

Había lágrimas en sus ojos; parecía que estaba siendo aún más dura consigo misma de lo que había sospechado. Ver a Ellie progresar tanto a su lado debe haber jugado un papel importante en eso.

“Lo lamento.”

Incliné mi cabeza hacia ella.

“No estoy en condiciones de ser un tutor si te he hecho decir esas cosas”

“He… he tenido suficiente… Lo respeto y me gusta mucho, sensei… Y también amo a Ellie, pero… cada vez que la alaba, cada vez que la veo mejorando día a día, malos sentimientos brotan dentro de mí… ¡Así que…!”

Al instante siguiente, un torrente furioso de maná azul inundó toda la habitación. El área alrededor de Su Excelencia se volvió blanca y luego comenzó a congelarse.

“¡¿Es esto… la magia de hielo de la Casa de Howard?!”

Durante el último mes, habíamos probado hechizos de todos los elementos. Había sentido algún potencial con la magia de hielo, pero simplemente se había negado a activarse para ella. Entonces, ¿por qué ahora?

La investigación de la causa puede esperar. Su Excelencia nunca ha lanzado un hechizo antes, dudo mucho que pueda manejar tanto maná.

Estaba fuera de control, como una tubería de agua completamente abierta. No importa cuán inmenso sea su suministro de maná, pronto se agotará si este flujo continúa. En el peor de los casos… moriría.

“¡Tina!”

Su Excelencia gritó algo en respuesta, pero no pude oírla. Traté de acercarme, pero la ventisca se había convertido en una barrera entre nosotros, una que sería difícil de romper. Era todo lo que podía hacer para frenar la propagación de la magia del hielo. Había estado tratando de desplegar hechizos de fuego  durante  algún  tiempo, pero sorprendentemente no respondían.

¿Qué era este sentimiento? Era como si algo estuviera apretando mi corazón en su agarre. Había algo allí. Algo desconocido. Algo que sabía que no debía enfrentar. Era el mismo sentimiento que tuve cuando Lydia y yo peleamos contra ese dragón negro, excepto que esta vez, estaba sin ese albatros imparable alrededor de mi cuello. ¡¿Qué podría ser peor?!

Estaba luchando por comprender la situación. Ni siquiera podía escuchar a Su Excelencia, la feroz ventisca acalló sus gritos por completo.

Estoy acorralado… A este ritmo, mi maná se agotará antes que el de Su Excelencia. ¿Ahora qué? ¿Qué tengo que hacer? Piensa. Piensa. ¡Piensa!

De repente, la puerta se abrió de golpe.

“A-Allen-sama— ¡Eek!”

“Allen-san, ¡¿qué diablos está pasando aquí?!”

“¡Ellie, quédate atrás! Walker-san, ¡aísle este edificio con una barrera resistente al hielo! ¡Esta ventisca engullirá todo si no se controla! ¡Déjame Su Excelencia a mí!”

“¡Allen-sama…!”

“Como desee, Sensei. Por favor, cuide bien de su Excelencia”

Walker-san comenzó a retirarse con la inquieta Ellie a cuestas. Ese era el mayordomo principal de una