Koujo Denka (NL)

Volumen 1

Capitulo 2: ¡S-sí Sensei!

Parte 3

Poco a poco levanté mi hechizo de levitación y suavemente deposité a ambas chicas en el suelo. Todavía estaban rígidas como tablas, aunque ni siquiera podía comenzar a imaginar por qué. Agité una mano frente a sus rostros.

“¿Estás bien?”

“Sensei.”

“Allen…Sensei…”

Ambas chicas comenzaron a hablar después de un momento y luego exigieron al unísono:

“¿Qué fue eso justo ahora?”

Cerraron la distancia entre nosotros en un instante.

Por favor, déjame un espacio personal.

“¡Explíquese!” Su Excelencia ordenó.

“¿¡Por qué te esforzaste por bloquear el ataque de Graham!? ¡Si tuviste tiempo para lanzarnos un hechizo de levitación, deberías haberte preocupado por ti mismo! ¡¿Y cómo pudiste bloquear el ataque de Graham, de todos modos?!”

“¡E-Eso es correcto!” La Señorita Walker estuvo de acuerdo.

“¡El abuelo es increíblemente fuerte! ¡Es un tutor de las artes marciales! ¿Cuál era tu plan si te lastimabas? ¡Eso también va para ti, abuelo!”

“S-Sí, bueno…” tartamudeó Walker-san.

“Sabes, Ellie…”

“¡No hay excusas!” ambas chicas gritaron al unísono.

Walker-san estaba en apuros por una respuesta. ¿Podría ser esta una escena preciosa? Anko, ¿adónde has ido? Oh, estás al lado de las chicas.

Un solo maullido los silenció a ambos.

“¿Escuchas eso?” Les pregunte.

“Incluso Anko te está diciendo que te detengas. No me lastimé en absoluto, así que por favor regresen a sus habitaciones. Hay más truenos en camino, ¿saben?”

Tan pronto como di la advertencia, hubo un tercer destello y un fuerte estruendo. Ambos brazos fueron agarrados de nuevo, momento en el que Walker-san dejó escapar un gemido apenas audible.

“Señoritas…” les pedí después de un momento.

“”¡Vamos a tomar nuestra lección así!””

Estaban en perfecta sincronía.

Me alegra que sean tan buenas amigas, pero traten de no parecerse a ella. Hablando de eso… creo que mi carta ya debería haberle llegado.

***

Estimado fugitivo,

Recibí tu carta con la noticia, pero demasiado tarde. Lo enviaste por correo nacional a propósito, ¿no?

Hay muchas cosas que quiero decirte, pero permíteme comenzar con esto: ¡¿por qué los Howard?! ¡Odias el frío! Hace calor en la casa de mi familia en el sur, además de que has estado aquí muchas veces antes, así que conoces el camino. ¿Qué razón podrías haber tenido para ir todo el camino hacia el norte?

¡Lo más importante es que podrías haber enseñado a mi hermana pequeña! ¡Dios!

Conocí a Tina un par de veces en cenas en la capital. Hasta donde yo sé, ella debería ser un hueso duro de roer, incluso para ti. Por supuesto, hay una cosa que podrías intentar que estoy seguro que funcionaría… pero confío en que sabes que eso está prohibido. Deja de usarlo con alguien que no sea yo. Sé que no puedes asumir la responsabilidad por ello. Si terminas diciendo algo como “Mwa hah. Tengo la vida de una niña de trece años en la palma de mi mano”, entonces voy a rebanarte e incinerarte de verdad la próxima vez que te vea.

Entonces, aparte de eso… ¿qué pasó en el sitio de prueba? Parecías como siempre después de tu examen. Sinceramente, no puedo creer que hayas fallado en algo tan simple como el examen de hechicero de la corte. ¿Vamos a tener fuertes nevadas en el sur mañana? ¿O tal vez una lluvia de lanzas?

Escribiste que tu práctica era el problema. ¿Se supone que eso es gracioso? ¿Esperas que crea que alguien te ganó en un espacio confinado como el campo de entrenamiento? Ni siquiera el profesor con su enfermiza obsesión por molestarnos o el director de la Royal Academy con su retorcida personalidad podrían hacer eso.

Sé que me estás ocultando un gran secreto. Te sugiero que te apresures y lo escupas ya si sabes lo que es bueno para ti; Voy a hacer que me digas a pesar de todo. No puedo evitar preguntarme: ¿desde cuándo has estado en posición de ocultarle secretos a tu ama?

Oh bien. Entiendo que no regresarás a la capital real por algún tiempo. En ese caso, disfrutaré de mi propio descanso aquí. Encontrémonos antes del examen de ingreso a la Royal Academy. Si corres, te perseguiré hasta los confines de la tierra, te cortaré y luego te incineraré. Planifique esto en consecuencia.

Atentamente,

Tu amante y (pronto) tu perseguidora

Lydia

PD: No te pediré una carta todos los días, ¡pero asegúrate de escribirme todas las semanas! ¡Y envía tus cartas por Griffin Mail!

***

Durante un descanso de las lecciones, leí la carta del albatros que había llegado esa mañana y luego la doblé cuidadosamente con un suspiro.

Estoy en problemas… Está furiosa.

Tendría que estar preparado para la próxima vez que nos encontráramos o mi vida estaría en peligro; después de todo, ella había sido casi inigualable en el reino cuando todo lo que conocía era el manejo de la espada, y ahora había agregado magia a su arsenal. Incluso podía disparar rápidamente el hechizo de fuego supremo Firebird sin sudar. ¿Qué iba a hacer? Pensé que sabía por qué había reprobado el examen, pero nunca pude explicárselo.

“¿Sucede algo, senpai? N-No me digas…” Su Excelencia vaciló.

“¿Vas a regresar a la capital?”

“¡A-Allen-san! T-Tú, uhm…”

La Señorita Walker luchó por encontrar sus palabras.

“¡N-No debes!”

Ambas chicas me miraban fijamente con miradas serias, clara preocupación en sus rostros.

Esto no servirá; Olvidé que no estaba solo. No puedo quedarme sentada suspirando o comenzarán a preocuparse. Esto es algo en lo que tendré que trabajar.

“Oh, lo siento mucho”. Les respondí con una sonrisa irónica.

“Todo está bien. Lydia solo está molesta conmigo”

“¿Está enfadada? ¡¿Ella te envió una carta por Griffin solo por eso?!”

“¿N-no cuesta una fortuna el Griffin Mail…?”

“Sí, lo hace, aunque la velocidad vale la pena el gasto. Le envié una carta por el servicio postal ordinario poco después de llegar aquí, pero podría haber tardado hasta una semana en llegar a la propiedad Leinster en el sur. A juzgar por esta carta, en realidad podría haber tomado casi diez días. Estoy seguro de que el mal tiempo influyó en eso.

Pero alguien sin mucho dinero para gastar, como yo, normalmente no puede permitirse el lujo de enviar cosas por grifo o wyvern” Hice una pausa por un segundo y luego agregué:

“No es que haya oído hablar de muchas personas que usan cualquiera de las dos para una simple carta”

El servicio postal nacional formaba parte de la vida cotidiana del reino, pero era lento; incluso la entrega urgente no era mucho más rápida. Como resultado, hubo una competencia feroz entre los servicios de entrega privados que hicieron de la velocidad su punto de venta. Tanto la malla de grifo como la de wyvern eran la crème de la crème, y no eran baratas… Sin embargo, esa joven adinerada las usó sin pestañear y quería que yo hiciera lo mismo.

Ella siempre hace demandas tan irrazonables. ¿De dónde espera que saque el dinero?… ¿Uhm?

Revisé el sobre marcado con el escudo de la familia Leinster en el que había llegado la carta. Dentro había una pila de cheques hechos por el costo exacto del Griffin Mail hacia el sur; incluso se había tomado el tiempo para asegurarse de que hubiera uno para cada semana. Descansando junto a ellos había una hoja de papel con las siguientes palabras en una letra con la que me había familiarizado demasiado durante los últimos cuatro años:

“¿Alguna otra objeción?”

Oh, es cierto… Ella siempre ha sido así…

Mis hombros se hundieron. Supuse que esta era su idea de vengarse de mí. Era bastante descuidada la mayor parte del tiempo, pero nunca dejaba nada al azar cuando me preocupaba.

“Wow” Su Excelencia se sorprendió por un momento.

“Veo que Lydia-Ojou no ha cambiado. Estoy segura de que se siente sola al ser separada de ti, sensei. ¡Pero aun así, eres nuestro tutor en este momento!”

“E-Ella siente mucho por usted, Allen-sama…”

Por alguna razón, las dos chicas dieron reacciones que eran completamente diferentes a las mías. No pensé que fuera algo tan dulce como lo hicieron parecer, pero…

Volví a meter la carta y los cheques en el sobre y cambié de marcha. ¡Por el momento, estas chicas eran mi prioridad! Les había estado enseñando durante más de veinte días, y se estaba logrando un progreso constante… principalmente por parte de la Señorita Walker.

En cuanto a la preparación para el examen escrito, Su Excelencia siempre había estado en buena forma. Recientemente había conseguido que la Señorita Walker resolviera la selección de preguntas del examen simulado que había hecho, por lo que también estaba obligada a obtener una calificación aprobatoria. Debería haber esperado tanto de la heredera de la familia Walker, partidarios de la Casa de Howard desde hace mucho tiempo: le habían inculcado los conceptos básicos y su educación no era nada de lo que burlarse.

Le había estado informando a Duke Walter y a Walker-san los puntajes de ambas niñas en cada examen de prueba, quienes estaban encantados con su progreso. Deben haber amado mucho a las chicas, pero desafortunadamente fueron incapaces de demostrarlo. Supuse que esa era una de las dificultades de ser familia, aunque no estaba en condiciones de criticar: aún no les había informado a mis padres ni a mi hermana menor que había reprobado el examen de hechicero de la corte. Tendría que escribirles una vez que hubiera hecho planes más claros.

En cualquier caso, la prueba escrita no sería un problema, ¿y la entrevista? Se necesitaría una seria falla de carácter para reprobar eso. Incluso Lydia lo había superado, después de todo. El problema era la práctica.

“Está bien”, dije.

“Reanudemos su lección”

“¡Sí Sensei!”

Las dos chicas respondieron alegremente; en realidad, Su Excelencia sonaba un poco vacilante. Todavía no había logrado quitarse de encima las dudas sobre su habilidad mágica, aunque estaba seguro de que, si lo conseguía una sola vez, el resto sería fácil.

Fue entonces cuando recordé una línea de la carta de Lydia: “Por supuesto, hay una cosa que podrías intentar que estoy segura que funcionaría”.

¿Debería intentarlo…? ¡N-No, estaba fuera de discusión! Estaba prohibido, y no solo porque Lydia lo hubiera escrito. Era un milagro que hubiera funcionado; solo había aprendido a usar la magia gracias a su propio potencial asombroso. No podría intentar  repetir ese  éxito.  Era     simplemente demasiado peligroso. Y ciertamente no podría moldear el destino de una niña de trece años por—

“¿Sensei? ¿Pasa algo?”

“S-Si no te sientes bien…Uhm, ¡podría ser tu enfermera!”

“Ellie”

Comenzó Su Excelencia después de una pausa, “¿No te has apresurado mucho a acercarte a nuestro tutor últimamente? Desde ese asunto del trueno”

“¡E-En absoluto! E-En todo caso, Tina-Ojou, se ha asegurado de tomar asiento junto a él en el desayuno, el almuerzo y la cena estos últimos días, aunque hay días en los que no puedo unirme a usted debido al trabajo…”

“¡E-Ellie!”

Su  Excelencia se tomó un momento para recomponerse.

“L-Lo entiendes todo mal. Eso es solo una coincidencia, una simple casualidad. Simplemente me sentí mal por nuestro tutor porque no tiene con quién cenar”

“¿En serio?” Yo pregunté.

“Estaba tan contento de que te sentaras a mi lado, Tina…”

“¿Eh?”

Su     Excelencia   se  congeló,  aparentemente sorprendida por mi respuesta.

“Nadie se sentará a mi lado cuando el Duke Walter esté ausente excepto ustedes dos… No puedo evitar sentir que todos me están evitando. Incluso ha habido días en los que Anko es mi única compañía.

Pero veo cómo están las cosas ahora. No podría molestar a Su Excelencia, así que solo hay una cosa: Ellie, ¿serías tan amable de sentarte a mi lado de ahora en adelante, cuando no estés trabajando?”

“¡S-Sí Sensei! Sera un placer”

“¡Eres tan malo, sensei!” Su Excelencia hizo un puchero.

“¡Y tú también, Ellie!”

Me reí.

“Era solo una broma, por supuesto. Ahora, ¿empezamos? Prueba las fórmulas de hechizos que te di ayer, una por una”

***

“Este tampoco”

El viejo libro que acababa de examinar a la tenue luz de la lámpara no era lo que estaba buscando. Desafortunadamente, ya conocía hechizos para curar la resaca. Había perdido la cuenta de cuántas veces los había necesitado desde que el albatros había desarrollado el gusto por el vino: la mayoría de edad en el reino era dieciséis años.

Estaba en el archivo de la familia Howard, donde había estado buscando documentos como este todas las noches desde que recibí el permiso del Duke Walter.

Su Excelencia no había podido activar sus hechizos una vez más durante la práctica de ese día, a pesar de que la Señorita Walker continuaba mejorando con cada lección. La Señorita Walker ya había logrado hacer florecer tres flores: fuego, tierra y viento, y aunque los elementos restantes le causaban algunos problemas, era solo cuestión de tiempo. Incluso la oscuridad, el elemento más difícil de visualizar, debería ser manejable con la ayuda de Anko.

Me alegré de que Anko continuara prolongando su estadía: pocas personas en todo el reino hicieron uso de familiares basados en magia oscura. Tal vez el profesor había pensado con tanta anticipación cuando él… No, no pudo haberlo hecho. Llamó a Anko su familiar, pero incluso eso era sospechoso, dada la libertad que le permitía.

La Señorita Walker incluso parecía haber ganado confianza en sí misma, hasta el punto de que había comenzado a volverse más asertiva. Me pregunté si el Sensei y la Señorita Walker le habrían dicho algo; También la encontré mucho más alegre que cuando llegué. Me gustaba mucho más que sonriera que bajara la cabeza.

El problema era Su Excelencia. Lo había intentado y había fallado con el fuego, el agua, la tierra, el viento, los relámpagos, la luz y la oscuridad. Pude vislumbrar el despliegue de sus fórmulas de hechizos  por  un   instante  al principio,  pero últimamente se estaban desvaneciendo antes de llegar a ese punto. Era casi como… Rechazo. Le fue un poco mejor con el hielo, la especialidad de la Casa de Howard: sus fórmulas se desplegarían durante varios segundos, pero finalmente se negaron a activarse de todos modos. Estos intentos no dejaron nada más que astillas infinitesimales de hielo en el aire, tan pequeñas que dudé que Su Excelencia las notara. Nunca había tenido éxito con los hechizos existentes en sus libros de texto, y no lo hizo mejor con mis fórmulas de hechizos. Incluso una fórmula de hechizo para producir una pequeña llama, en la que había incorporado otros elementos de la forma más simplificada posible,

Y, sin embargo, la Señorita Walker estaba mejorando a un ritmo más rápido usando mis fórmulas. No había duda de que algo estaba impidiendo la magia de Su Excelencia. Pero no era una maldición, entonces, ¿qué podría ser?

Teníamos un poco menos de ochenta días antes del examen de ingreso a la Royal Academy, teniendo en cuenta el tiempo de viaje y varios preparativos, y ese número  estaba disminuyendo  lenta  pero constantemente. La situación era difícil, pero no del todo desesperada: Su Excelencia estaba a un paso de la activación, al menos en lo que respecta a los hechizos de hielo.

Solo necesito identificar esos fragmentos de hielo, demasiado pequeños para ser vistos a simple vista, pensé mientras cerraba la puerta del archivo con varios libros viejos en la mano, entonces estoy seguro de que podría hacer un gran avance. Ahora para volver a mi habitación y leer estos. Espero que alguno de ellos sea lo que busco.

—¿Allen-san?

Una voz familiar vino detrás de mí, interrumpiendo mis pensamientos sobre mis próximos pasos. Me giré para ver a una joven criada rubia que llevaba una lámpara.

“Buenas noches, Señorita Walker. ¿Estás haciendo tus rondas?”

“¡S-sí Sensei! Acabo de terminarlas, y estaba de regreso a mi habitación cuando lo vi, Sensei. ¿Qué estás haciendo en…? Oh, casi lo olvido”

Esperé a que la Señorita Walker continuara, preguntándome qué diría.

“Uhm… Sé que realmente no debería, pero ¿podría tener un momento de tu tiempo?”

***

Ciertamente me alegré de que la Señorita Walker se hubiera vuelto más asertiva. También me alegró verla más alegre. Dicho esto…

“Gracias por esperar. He traído té caliente. ¿Pasa algo?”

“Muchas gracias, Señorita Walker. Por favor, tome asiento aquí”

“Sí Sensei”

La joven doncella parecía desconcertada, pero se sentó a pesar de todo. Al verla así, me di cuenta de que era tan hermosa como Su Excelencia. Y su pecho era, bueno… grande para su edad. Dudaba que a ninguno de los dos les faltaran pretendientes en unos años.

“Señorita Walker”

Le advertí a la chica sentada frente a mí, cuidando de mantener una expresión seria,

“Debe darse cuenta de que es una joven muy encantadora y…”

“Espere por favor.”