Zero kara Hajimeru Mahō no Sho (NL)

Volumen 4

Capítulo 3: Víspera a la Fiesta

Parte 2

 

 

Ella desconfiaba de mí. En dos ocasiones anteriores, cuando me dijo que podía tomar un bocado de su comida, la devoré toda de un bocado.

En realidad no quería, pero sus palabras me hicieron querer probarla. Mientras miraba la melosa manzana, Zero, intuyendo mis intenciones, abrió la boca de par en par y se metió la manzana entera.

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“¡Vaya, más despacio! ¡¿Qué pasa si la gran Bruja de las Tinieblas muere ahogada por una manzana?! ¡Eso sería demasiado triste!”

Estaba saboreando la manzana mientras ponía cara de circunstancias. Bueno, mientras no se muera. La imagen de una mujer increíblemente hermosa con la boca llena de manzana era desconcertante.

Por alguna razón, Gouda me ofreció una manzana en un palo. Me quedé mirándola en silencio.

“Quieres un poco, ¿no?” Dijo en tono malhumorado. “Toma esta.” “No soy un niño, sabes.”

“¡No me digas! Es incómodo ver a un hombre adulto deprimirse porque no recibe un regalo.”

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“¡No estoy deprimido! Sólo estaba…”

“Deja de gritar. Eres demasiado ruidoso. Y apestas.”

De mala gana, acepté la comida. Era pequeña para mi boca, así que me metí la manzana entera. “Maldita sea, es bastante dulce.”

“A fin de cuentas es miel. Es un dulce que parece una joya y es un alimento tradicional de Nordis.”

“¿Qué es este huevo negro, Capitán?” Preguntó Zero.

“¿Estás seguro de que es seguro para comer?” Dije. “Parece que algún demonio podría salir de él o algo así.”

“Los demonios no ponen huevos, Mercenario.” Zero me miró con afecto.

“¡Estoy hablando de lo que parece! ¡Deja de mirarme como si fuera un niño tonto!”

“Es un huevo hervido en una fuente termal.” Dijo Gouda. “Se vuelven negros por alguna razón.”

“No creo que una fuente termal esté lo suficientemente caliente como para endurecer un huevo.” Dije.

“No, se endurece con el tiempo. Sólo que no completamente.”

Gouda tomó el huevo de Zero y abrió su parte superior. Entonces, un poco de la aún blanda clara blanca se desbordó, goteando al suelo.

“La clara es blanda, mientras que la yema es dura.” Dijo.

“Ya veo. La yema necesita una temperatura más baja para cambiar de estado.” Dijo Zero. “Así que cuando se hierve a baja temperatura, la clara no se endurece, sólo la yema.”

Zero a veces hablaba algún tipo de idioma extranjero. ¿Temperatura para cambiar de estado? ¿Qué demonios significa eso? Me quedé con una mirada que decía que estaba completamente perdido. Zero parecía que iba a empezar a explicarlo, así que cambié inmediatamente de tema.

“¿Cómo se come? ¿Simplemente lo engulles?” “Depende de ti. Algunos le ponen sal.”

“Me lo comeré tal cual.” Zero puso su boca en el huevo y lo sorbió por el agujero abierto.

Temblaba de placer mientras masticaba el alimento. Con el huevo aún en la boca, corrió hacia el puesto y tomó una cesta llena de huevos.

“Te enfermarás si comes tanto.” Dije.

“Me los comeré de uno en uno, guardando algunos para mañana.” “Siempre pueden hacer más mañana.” Dijo Gouda.

La cara de Zero se iluminó. “Entonces puedo comer todo esto hoy.”

Tomé un huevo pasado por agua de la cesta y lo abrí sobre mi amplia boca. La clara del huevo no estaba completamente cruda, ni tampoco dura. La yema, en cambio, estaba perfectamente endurecida y espesa. Al mezclarse en mi boca, se deslizaron por mi garganta, dejando un rico dulzor de huevo.

“Ah, yo también podría tomar algo de esto mañana.” Dije. “En realidad, hoy tendré más.” Rápidamente alcancé otro.

“Entiendo cómo te sientes.” Dijo Zero, rompiendo la cáscara de otro huevo.

“Me alegro de que te diviertas.” Dijo Gouda, sin ningún rastro de alegría en su rostro.

Luego pasamos un rato paseando por la ciudad subterránea, viendo los puestos y los espectáculos. La ciudad era mucho más grande de lo que había imaginado, con pasillos que se extendían en todas las direcciones desde la plaza central.

“¿Hasta dónde llegan estos túneles subterráneos?” Pregunté. “En realidad, ¿qué tan grande es este lugar?”

“Casi tan grande como la ciudad en la superficie. Hay un camino que lleva a la frontera con Altaria. Intentaron invadir los Nordis desde el subsuelo, pero desistieron cuando se encontraron con un enorme lago subterráneo.”

“¿Lago subterráneo? Tuvieron suerte de no tocar el fondo del lago. Un movimiento equivocado y todo este lugar habría quedado sumergido.”

Cavar túneles subterráneos era un trabajo peligroso. Si se daba con una vena de agua subterránea o un lago, el agua se precipitaba al interior del estrecho túnel. Incluso había oído que el aire tóxico mataba a la gente.

“Al principio dieron con una cueva de piedra caliza. Al atravesarla, encontraron un lago subterráneo. Una vez fui allí, fue magnífico, como si pudiera sentir la voluntad de Dios. El techo de la cueva era mucho más alto que el de una catedral, y el lago era tan grande como el salón de recepciones del castillo.”

Sentir la voluntad de Dios, ¿eh? Suena como algo que diría un seguidor de la Iglesia, sin duda. Por la forma en que pronunció las palabras subconscientemente, las enseñanzas de la Iglesia deben haber sido perforadas profundamente en él.

“¿Podemos verlo? Estoy interesada.” Dijo Zero.

“Podemos, pero tardaremos medio día en llegar. Será de noche cuando volvamos. Para entonces el festival habrá terminado.”

Zero perdió inmediatamente todo el interés por el lago subterráneo. Volvió a visitar varios puestos y aplaudió con alegría las obras y las habilidades que mostraban los animadores.

Lo que me sorprendió fue la cantidad de gente que utilizaba magia como si nada. Al ver que un artista utilizaba varias manchas de luz flotantes para dirigir su obra, Zero murmuró: “Eso es un hechizo básico del Capítulo de la Cosecha.” Como si hubiera visto algo increíble.

He visto a un cocinero utilizar magia para estrangular a varios pollos a la vez, y me ha sorprendido ver a un niño utilizar magia para encender una antorcha.

Habían pasado siete años desde que el Grimorio de Zero fue traído a este reino. Había niños que no sabían lo que era cuando no había magia.

Zero asintió repetidamente mientras se detenía a observar a cada uno de ellos, con una suave sonrisa en los labios que nunca antes había visto.

Pero la cara de Gouda era dura. “Los niños tienen prohibido usar magia.” Dijo. “¿Qué hacen sus padres?” Miró a su alrededor con una expresión aterradora.

“Si está prohibido, entonces dudo que les hayan enseñado.” Dije. “¿Cómo es que hay niños que pueden usar magia?”

“Lo aprenden por su cuenta observando a los adultos. Sólo con imitar las palabras y los gestos, un niño superdotado puede usar magia.”

Hmm, de acuerdo. En Wenias, nadie podía usar magia a menos que Albus le diera permiso específicamente, pero no era así como funcionaba fuera del reino.

“Eso suena terrible.” Dije. “Los niños que pueden usar magia podrían ser más fuertes que la mayoría de los adultos.”

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“Exactamente.” Afirmó Gouda. “Una pelea entre niños con magia podría llevar al desastre.”

“¿Ha muerto alguien?”

“No. Afortunadamente, en las primeras etapas del aprendizaje de la magia, los hechizos no parecen ser lo suficientemente poderosos como para matar a la gente. Un golpe directo de un Steim sólo resultaría en una pequeña quemadura, pero aun así sería peligroso.”

“Hablando de eso.” Dije, mirando a Zero. “Dijiste algo acerca de jugar con el grimorio para que alguien que no es bueno en magia no pueda producir un alto poder.”

“Los conjuros erróneos.” Respondió Zero, asintiendo. “Puedes usar magia si tienes la aptitud, pero a menos que tengas el entrenamiento, no puedes producir mucho poder. Creé la magia para el pueblo. Supuse que los niños también la aprenderían.”

“Magia para el pueblo. Bueno, están enseñando a otros, así que supongo que funcionó.”

Gouda dijo que el hechicero que residía en medio de los dos reinos transmitía la magia a la clase más baja de la gente, no a los poderosos. Hacía llover frente a los campesinos que necesitaban lluvia, y lanzaba flechas de luz frente a los cazadores que se habían quedado sin flechas. Luego les enseñó cuidadosamente la magia, diciéndoles que también podían utilizarla.

Las clases bajas no estaban familiarizadas con las enseñanzas de la Iglesia. Poner comida en la mesa era más importante para ellos que mantener su fe.

Cuando la cosecha y las capturas aumentaron rápidamente, el país se dio cuenta de que algo iba mal. Pero, ¿cómo negar una técnica que se había extendido al pueblo y era beneficiosa para el reino?

Además, la mayoría de los ciudadanos ya habían adquirido un poder desconocido que podía utilizarse como arma.

“La familia real empezó a aprender magia algo más tarde que el pueblo.” Dijo Gouda. “Sin embargo, no era tan fácil para los altos mandos gestionar una técnica que ya se había extendido. Se formó un Cuerpo Mágico, se desplegaron administradores de magia en las aldeas agrícolas vecinas y se creó una lista de personas que podían utilizar magia. Luego estalló una guerra y ahora estamos aquí. Pero todavía hay demasiados problemas. Las quejas de los que no pueden usar magia, la inevitable batalla contra la Iglesia, y ahora un dragón amenaza con destruir el reino. Todo es un enorme dolor de cabeza.” Gouda sacudió la cabeza.

“Parece que este reino está lleno de problemas.” Dijo Zero, dejando escapar un pequeño suspiro. “Pero…” Su voz adoptó un tono de dulzura, como si estuviera viendo a un niño caer y llorar. “Creo que todavía amo este lugar.” Zero me miró. “Mercenario, si dijera que mataría con gusto al dragón por este reino, ¿te reirías?”

Lo pensé por un momento y luego dije: “En realidad no.”

Los ciudadanos de este reino usaban la magia como ella quería. Podía entender su felicidad. No era para reírse.

“No me voy a reír, pero definitivamente Cestum está involucrado en todo esto. Estoy seguro de que no lo has olvidado.”

“No soy tan inexperta como para dejarme llevar por mis sentimientos personales y olvidar mi propósito. Si lo considero necesario, destruiré este reino por mucho que lo ame.”

“Me alegro de oírlo.”

“Bueno, yo no.” Intervino Gouda, frunciendo el ceño.

Los gritos de alegría estallaron de repente, resonando con fuerza en toda la ciudad subterránea. Bajé los oídos.

“¿Qué está pasando?”

“Viene de la plaza.” Dijo Zero. “¿Se está celebrando un espectáculo fascinante?”

Gouda se quedó pensativo un rato y luego levantó la cabeza. “Debe ser el torneo de magia.” Dijo.

“¿Un torneo de magia? ¡¿La gente se mata entre sí usando magia?!” Exclamé.

“No, es una especie de simulacro de batalla en el que sólo pueden participar los miembros del Cuerpo Mágico. La gente hace apuestas sobre quién gana. Fue idea de la princesa, para que la gente que no sabe usar la magia se familiarice con ella. El primer partido se supone que es al atardecer. Ya veo. Así que el sol ya se ha puesto.”

“¿No eres el capitán? ¿Por qué suenas como si no fuera de tu incumbencia?” “Porque no es asunto mío.” Gouda no parecía estar interesado en lo más mínimo.

Zero, por supuesto, no podía faltar. Salió disparada y se volvió hacia nosotros. “¿Qué hacen ustedes dos? Nos vamos a perder el espectáculo. Muéstrenos los mejores asientos, capitán.”

En el centro de la plaza había una arena con paredes de piedra de la altura de los hombros de un adulto. Cuando bajamos del castillo, era sencilla y apenas se notaba, pero mientras estábamos fuera visitando las termas y los puestos, había sido decorada con telas de colores brillantes, flores e incluso grandes joyas. Ahora tenía un aspecto deslumbrante.

En la arena, dos soldados estaban desatando su magia uno tras otro, como si respondieran a los vítores de la multitud. Los dos bandos tenían su propio color, uno rojo y el otro azul.

El tipo rojo lanzó Steim. Usando Steim también para anularlo, el lado azul creó entonces una ráfaga de viento e hizo caer a su oponente. Lo siguió con una luz deslumbrante para mantener a su oponente a raya.

Parecía que estaban luchando mientras protegían las banderas detrás de ellos.

“Capitán.” Dijo Zero. “¿Qué clase de competición es esta? Me parece que están tratando de no golpear a su oponente.”

“Es un simulacro de batalla. Si golpeas al lanzador con magia, estás fuera. Si hieres a alguien con una piedra que rebota o causas daños colaterales con la magia, también estás fuera. Tampoco puedes herir a los espectadores. Básicamente, tienen que destruir las tres banderas del lado del oponente mientras se aseguran de que nadie resulte herido.”

Tal y como pidió Zero, estábamos en el mejor sitio: los asientos especiales abiertos sólo para el personal. Estábamos muy cerca de la pared y podíamos ver todos los rincones del estadio.

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Había dos banderas rojas y una azul en pie. Si el del lado azul tenía su última bandera destruida, perdería inmediatamente.

Entonces, de la nada, la última bandera del bando azul fue golpeada por Steim. Los espectadores vitorearon y abuchearon. Se lanzaron telas azules por todas partes, cubriendo toda la zona de azul.

Si tuviera que adivinar, los paños se utilizaban probablemente para las apuestas. El apostador convertía su paño ganador en moneda. Los que tenían el paño perdedor tiraban el suyo como si fuera basura.

“Se ve interesante.” Dijo Zero. “Me gustaría probarlo.” “¡¿En serio?!” Exclamé. “¡No puedes unirte a ellos!” “¿Por qué no?”

“¡Porque vas a destruirlos! Un adulto no puede participar en un juego de niños.” “¿Un juego de niños? Eso sí que no puedo dejarlo pasar, Blanquito.”

Oí el repiqueteo de los cascos en el suelo y la voz familiar y arrogante de una mujer.

“Nuestro Cuerpo Mágico está compuesto por magos que entrenan todos los días. En términos de poder puro, no ganarían, pero esta es una competición de habilidad, no de poder. No se trata de destruir todo con magia poderosa.”

Sus palabras eran claramente un reto para Zero. Parecía estar un poco resentida con la bruja por haber volado todo con su magia antes del mediodía.

Zero aprovechó la oportunidad y aceptó el reto. “¿Estás diciendo que soy una tonta que sólo usa la fuerza, Princesa? No herí a nadie cuando lancé Kudra hoy.”

“No estoy diciendo eso en absoluto. Pero esta es una pequeña ciudad subterránea densamente poblada. El ambiente es un poco diferente al de la superficie. Seguramente ni siquiera tú puedes estar segura de tu victoria.”

Casi podía ver cómo saltaban chispas entre las dos damas. “Esto no suena bien.” Dije.

Raúl sonrió a mi lado. “Parece que Su Alteza se está divirtiendo.” Comentó.

Poco después, Zero y la princesa recibieron brazaletes de oro y plata. La decoración de la arena también cambió de rojo y azul a oro y plata, y los espectadores se aferraron a paños amarillos y blancos, para representar el oro y la plata, probablemente. Todo el lugar era un hervidero.

“He oído que la Princesa Amnil va a luchar.” “Se enfrenta a esa misteriosa dama bonita.” “Escuché que ella es la que creó la magia.”

Zero y la princesa se colocaron espalda con espalda en el centro de la arena. La bruja giró la cabeza y me saludó.

“Bueno, ¿no estás tranquilo?” Dije.

“Seguro que son cercanos.” Dijo Raúl. “Eso está bien.” “¿Eh?”

“He oído que las bestias caídas son rechazadas en el continente. Así que me alegro de que no estés solo.”

“¿Qué eres, mi madre?” “¿Me parezco a ella?” “¡Claro que no!”

“Me lo imagino.” Raúl se rió. Su mirada se dirigió al cuchillo que tenía en la mano. “Ese cuchillo es un recuerdo de un amigo cercano, ¿verdad?”

“Sí.”

“¿Puedo preguntar qué clase de persona era? Nunca he tenido una relación profunda con nadie más que con la princesa desde que nací.”

“¿Quieres que te cuente cómo murió mi amigo por mi culpa?” “Uh, lo siento si te he ofendido.”

“Está bien.”

Mientras levantaba el cuchillo delante de mis ojos, oí la voz de Theo resonar en mi cabeza.

“¿Qué estás mirando, abuelo? El partido está a punto de empezar.”

Di un respingo y miré a la arena. Sonó una enorme campana que indicaba el comienzo del combate. Zero y la princesa, enfrentadas a una distancia de diez pasos, desencadenaron su magia al mismo tiempo.

La princesa tomó inmediatamente la iniciativa. Sin dar tiempo a Zero a levantar los brazos, lanzó Steim, atravesando una de las banderas con facilidad.

Parpadeando, Zero se dio la vuelta. “No está mal.” Murmuró.

La princesa disparó otro Steim. Una flecha de luz se deslizó por delante de Zero y fue directa a la segunda bandera.

Zero finalmente hizo su movimiento. Se dio la vuelta y empujó su brazo hacia su bandera, luego lo levantó hacia el techo con gran intensidad.

“Capítulo de la Captura, Página Tres: Etrach. Concédeme poder, porque soy Zero.”

El suelo se levantó alrededor de la bandera de Zero hasta que quedó completamente cubierta por una pared de roca. Todo ocurrió en un instante. El muro de roca desvió el Steim de la princesa. La arena quedó en silencio.

“¿Qué…?” La princesa se quedó con la boca abierta. “¡¿Qué?! ¡¿Qué era esa magia de hace un momento?! ¡Eso no estaba en el Grimorio del Zero!”

“Oh, ¿no eras consciente?” Dijo Zero. “El Grimorio de Zero consta de cuatro capítulos. Los únicos capítulos que se han transmitido a este reino son los de Caza y Cosecha, pero también hay capítulos de Captura y Protección. El que acabo de lanzar es del capítulo de Captura. ¿Qué te parece? Tu Steim no puede destruirlo.” Zero esbozó una sonrisa de satisfacción. La suya era la cara de una bruja que atormenta a los débiles.

“¡Aaah! Yo también quiero aprender eso.”

Qué princesa tan optimista.

Zero apuntó con su dedo índice a la princesa y luego lo agitó. Se oyó un crujido, seguido de la bandera detrás de la princesa volando. El público se agitó. La expresión de Zero se volvió cada vez más malvada.

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“Y así es como se lanza un hechizo sin cantar.” Dijo Zero. “¿Y bien? ¿Aún crees que puedes derrotarme?”

“Ya veo…” Murmuró la princesa. Levantando el brazo, chasqueó el dedo al igual que Zero.

Parte de la pared de roca que rodeaba la bandera detrás de Zero se abrió de golpe. Otra de sus banderas cayó.

Con los ojos muy abiertos, Zero miró detrás de ella y luego a la princesa.

“¿Lanzamiento de hechizos sin conjuro, eh?” Dijo la princesa. “Nunca pensé que se pudiera lanzar magia sin el encantamiento. Gracias por enseñarme.”

Parecía que acababa de aprenderlo al momento. Ella aprendió lo que Zero hizo después de verlo sólo una vez.

“Tiene talento nato.” Dije.

“Así es.” Respondió Raúl. “Incluso sorprendió al hechicero que nos enseñó magia.”

“Vamos.” La princesa sonrió triunfalmente. Su llamativo monóculo brilló, presionando a la Bruja de las Tinieblas. “Ahora estamos dos contra uno. Voy a terminar con esto ahora.”

“No te dejes llevar, pequeña.”


La princesa desencadenó una hoja de viento. Era un hechizo que nunca había visto antes. Dado que la princesa lo lanzó, probablemente pertenecía al Capítulo de la Caza o de la Cosecha.

Zero lo anuló usando el mismo hechizo, y siguió con su siguiente hechizo mágico. “¡Oh, no, no lo harás!” La princesa, de la nada, abordó a Zero.

Zero cayó de espaldas, sorprendida. “¿Qué estás haciendo?” Dijo, frotándose el trasero. “¿Está permitido?” Pregunté.

“La regla dice que si dañas a alguien usando magia, estás descalificado, así que el contacto físico es válido. Un lanzador tiende a concentrarse en lanzar magia. Se vuelven vulnerables a los ataques físicos.”

Me recordó algo que Zero dijo antes. Cuando realizaban hechicería, las brujas eran vulnerables, por lo que dejaban que sus sirvientes vigilaran la guarida. Aunque la magia era más fácil de usar, sus defectos fundamentales seguían existiendo.

“Parece que se están divirtiendo.” Dije. “¿Verdad?”

Zero y la princesa se peleaban. La dignidad de una Bruja de las Tinieblas y el orgullo de una noble princesa no aparecían por ningún lado.

Pero aun así, se trataba de una batalla entre magos. Incluso cuando estaban luchando entre ellas, se disparaban hechizos, a veces intercambiando golpes. Entonces, finalmente, Zero lanzó tres Steim hacia el techo.

Seguí las flechas con la mirada.

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“La has cagado.” Dijo la princesa. “¿A dónde apuntas?” “Tus bandera, por supuesto.” Dijo Zero.

“¡¿Qué?!”

“¡Tan solo mira!”

Las flechas de luz que se dirigían directamente al techo cambiaron rápidamente de dirección y llovieron sobre las banderas de la princesa. Con la última bandera destruida, el partido había terminado.

Zero ganó. Una fuerte ovación surgió del público.

La princesa se desplomó en el suelo. “No tenía ni idea de que Steim pudiera cambiar de dirección…” Se echó a reír.

“Oye, Raúl.” Dije. “Creo que la frustración de perder acaba de romper tu princesa.” “No, no está frustrada. Se está divirtiendo.”

“¡Ha sido fascinante!” Dijo la princesa. “Nunca me había divertido tanto.”

Raúl tenía razón. A pesar de que la princesa perdió, ninguno de los espectadores arrojó sus paños blancos, sino que los agitaron mientras los vitoreaban.

“¡Esa es nuestra princesa! ¡Ese fue un partido infernal!”

“Su oponente es el que inventó la magia, ¿verdad? Estaban casi igualadas.”

“No hay duda. ¡La princesa definitivamente hará que el Festival del Dragón Sagrado sea un éxito!”

“A mí también me gustaría poder usar magia, para poder luchar contra el dragón con la princesa. ¿Por qué no tengo el don para ello?”

La visión de tantas telas blancas y amarillas agitadas era espectacular. No importaba quién saliera victoriosa.

“Perdona, pero mira allí.” Raúl levantó la mano y señaló hacia la bandera de Zero. La bandera de la bruja había caído.

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“¡Imposible!” Exclamó Zero. “¡¿Cómo?! ¿La princesa lanzó un hechizo sin que me diera cuenta?”

“¡Yo no he hecho nada!”

Trepé por el muro y me precipité hacia la bandera de Zero. Un examen minucioso sugirió que se había caído sola en lugar de derrumbarse con magia.

“Oh, debe haber ocurrido cuando usaste Etrach.” Le dije a Zero.

“S-Sí. Usé la tierra vegetal para crear un muro para bloquear el Steim de la princesa.” “Tu hechizo hizo que el suelo se aflojara. El poste no pudo mantenerse firme y cayó por

sí solo. También pudo ser que las ondas de choque de los hechizos de la princesa hicieron que se derrumbara.”

“¿Estás diciendo que fue mi culpa?” “Sí.”

Zero se hundió en el lugar. La bruja y la princesa se miraron y se echaron a reír.

Al cabo de un rato, la princesa se levantó con una brillante sonrisa. “Oh, casi me olvido de decirte algo importante.” Dijo. Ordenando su cabello desordenado con los dedos, miró a Zero con una expresión severa. “El hechicero quiere verte. Ya es tarde, así que iremos mañana. Tengo una habitación preparada para ti. Por favor, descansa bien esta noche.”

“Siento que tengas que compartir habitación conmigo.”

A Zero le dieron una habitación de invitados, mientras que yo tuve que quedarme en los establos donde vivía Raúl. Zero insistió en compartir habitación conmigo, pero la princesa no cedió, diciendo que no quería molestar al personal de la lavandería teniendo las sábanas cubiertas de pelos, o que era mejor que una bestia caída se quedara en los establos.

Parecía que sus idas y venidas iban a durar un rato, así que me tomé la libertad de pedirle a Raúl que me llevara a los establos. Si Zero quería, vendría a los establos.

Al parecer, los establos de Raúl estaban situados en la parte trasera del castillo. Volvimos a subir las grandes escaleras hasta la superficie, y luego caminamos hasta el patio trasero, donde divisé una casa hecha de troncos. A primera vista no parecía un establo.

“¿Es eso?” Pregunté. “Sí.” Respondió Raúl.

Tenía una puerta como la de una casa normal, con el pomo colocado lo suficientemente alto para Raúl. Cuando entré en la habitación, me quedé con la boca abierta.

“Es una casa de verdad.” Murmuré.

Raúl se rió. “Pues sí, es mi casa.” Sacó una olla del armario, la llenó de agua y la puso al fuego.

Su casa tenía un armario y una cocina. De las ventanas colgaban cortinas, e incluso había un armario.

Había una habitación separada que parecía un dormitorio, y cuando me asomé a ella, vi un montón de paja cubierto con una fina sábana de seda. Debía de ser la cama de Raúl. La armadura y la lanza estaban expuestas junto a ella.

“Te tratan muy bien.” Dije. “Definitivamente no como un animal.”

“En cuanto la princesa me recogió, le pidió a Su Majestad el Rey que me hiciera todo esto. Hasta entonces, dormía en los mismos establos que los demás caballos. La princesa dijo que, como era medio caballo y medio humano, necesitaba un lugar que fuera medio casa humana y medio establo. Gracias a ella, vivo cómodamente.”

Raúl puso una taza humeante sobre la mesa. Parecía que eran hierbas hervidas que añadían aroma al agua. Cuando tomé un sorbo, una fragancia refrescante llegó directamente a mi nariz.

“¿Eres lancero?” Pregunté. “¿Eh?”

“He visto una en tu habitación.”

“Oh.” Raúl sonrió. “Eso es sólo por la decoración. ¿Parece que puedo luchar?”

“¿Quién sabe? Nunca he visto una bestia caída como tú, así que no puedo asegurarlo. No tienes que preocuparte por caerte del caballo, y pareces rápido de piernas.”

“Por favor, siéntate. Tengo sillas aquí.”

Efectivamente, había una silla para invitados cerca de la mesa. Acepté su oferta y me senté. Me quité la capa que me había prestado y la puse sobre la silla.

“Has tenido un día difícil.” Dijo Raúl. “Te atacó un dragón y tu barco se hundió.” “Fui arrojado a la cárcel y encadenado por una princesa tirana.”

Pretendía ser una broma, pero la expresión de Raúl se nubló. “Por favor, no pienses mal de la princesa. Tiende a centrarse en lo que es correcto o eficiente, pero siempre hace lo mejor para alguien.”

“Eso ya lo sé. Me encadenó para que no asustara a la gente del pueblo.”

Y eso también me protegía. Una persona impulsada por el miedo podía ser extremadamente agresiva. Ignorando mis sentimientos, la mejor opción era encadenarme y tratarme como a un animal.


“Pero lo mejor significa elegir matar a una persona para salvar a cien. Seguro que habría gente en contra. Es lo mismo con este festival. El Festival del Dragón Sagrado, ¿verdad? He oído que habrá un sacrificio.”

“La princesa es el sacrificio.”

“¡¿Qué?!” Me incliné hacia adelante. “¿Ella es la única sucesora, no es así? ¡Ella dijo que el Festival del Dragón Sagrado era también para su coronación!”

“Dijo que reviviría un antiguo ritual, pero no mencionó que realmente se ofrecieran sacrificios. Por conveniencia, lo llamamos el ‘Festival del Dragón Sagrado’, pero el propósito de este festival no es ofrecer sacrificios al dragón para apaciguarlo.”

“Entonces, ¿para qué demonios sirve?”

“Utilizamos un sacrificio como cebo para atraer al dragón y matarlo. Es el Festival de la Matanza del Dragón. El rey de Altaria utilizó la magia para atacar al dragón. Ahora ataca a las personas con alto poder mágico. La princesa cree que la mejor opción es que ella sea el cebo y mate al dragón.”

“Eso es ridículo… ¡Como falle morirá! ¡Demonios, hay una gran posibilidad de que falle!”

“Por eso es ella la que tomó el papel. Si una persona tiene que morir para salvar a cien, la princesa siempre se elegirá a sí misma. ¿No es ella la que tiene el corazón blando?” Raúl ladeó la cabeza, como si pidiera un acuerdo. Había pena en sus ojos, no orgullo.

“Ella es la única heredera. Debe haber pensado en lo que pasaría después de su muerte.

No es estúpida.”

“Si la princesa muere, seguramente habrá caos durante un tiempo. Pero sólo será temporal. Ha habido muchos grandes gobernantes a lo largo de la historia. Viven y mueren, pero el reino sigue sobreviviendo. La princesa ha leído muchos libros sobre la historia de varias naciones desde que era una niña. Se dio cuenta de que había muchos que podían ocupar su lugar.”

Sabe lo insignificante que puede ser una persona. Eso es un genio para ti, supongo.

“Además, si no matamos al dragón, igual el reino caerá. Ella dijo que no tiene sentido salvarse. Justo después de que el rey falleciera, la princesa reunió a todos los ciudadanos y dijo: ‘Les daré mi vida, así que por favor denme la suya’.”

La princesa me parecía una mujer arrogante, despiadada y desagradable. Mi opinión sigue siendo la misma. Pero quizás esa arrogancia y actitud despiadada también se dirigía a ella misma.

“Ya veo. No suena tan mal, supongo.”

La expresión de Raúl se suavizó. Bebió el contenido de su taza. “Me alegro de que seas una buena persona.” Dijo.

“¡¿Qué has dicho?! ¡Eso es un insulto para nosotros los mercenarios!” “¡Oh, qué mal! ¿Entonces eres un buen tipo?”

“¡Las dos significan lo mismo! ¡No soy ni agradable ni bueno! ¡Soy un mercenario de sangre fría contratado con monedas para luchar en las guerras!”

“Uhm… ¿Es esta la parte en la que actúo con miedo?”

“No. No hace falta que te pongas raro. Y deja de mirarme como si lo sintieras. No tienes que decir nada más. Me voy a la cama.”

Genial. Una bestia herbívora y mediocre que era prácticamente un hombre afeminado de cintura para arriba me hizo sentir miserable a mí, una bestia caída carnívora.

“¡Espera!”

“¡¿Qué pasa ahora?!”

“Nunca me dijiste lo que le pasó al dueño del cuchillo.” Mis cejas se fruncieron. “¿Quieres oírlo ahora?” “Podríamos no estar vivos mañana.”

“¿Qué tal si no sonríes mientras dices algo tan perturbador?”

Dejando escapar un profundo suspiro, me acomodé de nuevo en mi silla.

“¿Por qué quieres saberlo?” “Porque es inspirador.” “¿Inspirador? ¿Qué? ¿Cómo?”

Sonriendo, Raúl se sentó en la tela colocada junto a la ventana. Apoyó el codo en el alféizar, que estaba a la altura adecuada.

“Llevo mucho tiempo al lado de la princesa bajo su protección. Quiero saber cómo es la vida ahí fuera para las bestias ciadas. Los humanos normales desprecian a los de nuestra especie, y sin embargo, de alguna manera hiciste un amigo. Quiero saber cómo. ¿Es eso extraño?”

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No sabía cómo responder a su pregunta. “¿Quieres huir de aquí?” Le pregunté.

“¡Claro que no!” Raúl negó con la cabeza. “Aquí me tratan muy bien. ¿Por qué iba a huir? Mi lugar está al lado de la princesa, y soy feliz con eso. Pero no es que no me interese el mundo exterior. Es sólo que… A veces me gustaría poder viajar algún día. Aunque sé que nunca se hará realidad.”

“¿Viajar con la princesa?” “Sí.”

“Ya veo.” Miré al techo. Mi expresión se aflojó, pero no de forma burlona.

Esa noche, le conté a Raúl la historia de mi viaje hasta que el cielo se volvió blanco.

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