Taimadou Gakuen 35 Shiken Shoutai (NL)

Volumen 5

Capitulo 5: Kusanagi Kiseki

Parte 3

“… otra Relic Eater. Discúlpame Orochi. Hay signos de que el objetivo está fuera de control. Para evitar prolongar el combate, sacaré a Lævateinn de nuevo.”

“¡Qué tanto griterío haces…! ¿¡Entiendes lo que acabas de hacer!?” Ouka puso un dedo en el gatillo.

La chica inclinó el cuello.

“Lo sé. Morirás. Y yo completaré la misión.” “… ¡prepárate Valhalla!”

El instinto asesino de Ouka explotó, la batalla estaba a punto de comenzar. En ese momento, los movimientos de la variante se paralizaron.

Kiseki de repente perdió la felicidad y levantó su cabeza impresionada. “¿O… Onii-chan? ¿Dónde? ¿Onii-chan?”

Temblando de frío y soledad, los dientes de Kiseki traqueteaban. “Murió… Onii-chan ha… dejado a Kiseki… y murió solo…”

Convencida de que su hermano había muerto, Kiseki sacudió su cabeza derramando lágrimas.

Al percibir el peligro, Ouka estaba a punto de hablar con Kiseki.

… pero. “Uuu…waaa…

¡uuuwaaaAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

AAAAAAAAAAAAAAA!”

No lo hizo a tiempo. Desde el interior de Kiseki… los demonios empezaron a salir.

El Gleipnir de repente hizo corto circuito, dejó salir humo y se fracturó.

El poder de Kusanagi Kiseki fue completamente liberado. La cristalización de los demonios inundó la carretera como un tsunami, expandiéndose sin detener.

“¡Llegué muy tarde…!”

“¡Eso es…!”

La chica en traje saltó y tomó distancia de Kiseki.

Ouka trató de detener a Kiseki de alguna manera, pero inmediatamente se dio cuenta que sus palabras no la alcanzarían.

La chica ya no estaba ahí. Mordiendo sus labios, Ouka también se apartó de Kiseki.

“¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO OOOOOOOOOO!”

Los gritos de Kiseki continuaron.

La variante se retorcía mientras gritaba, todas las bocas soltaron el mismo grito.

Un lamento interminable se esparció por toda la ciudad junto a los demonios.

La variante se tragaba la ciudad. Aquellos que corrían a los refugios fueron tragados por el tsunami rojo acercándose por atrás antes de que pudieran gritar.

Los miembros Spriggan y Dragoons se dirigieron a interceptarla, pero fue en vano.

El tsunami de la variante se acercaba sin misericordia y no había manera de oponerse.

Gente, edificios, suelo, todo era devorado.

La ciudad entera se estaba volviendo parte de Kiseki.

Ouka se movió lejos de Kiseki y con destreza brincó a los escombros donde Takeru estaba.

Pero, múltiples tentáculos se formaron, los cuales querían devorar a Ouka. “¡Kuhh!”

Trató de interceptarlos con Vlad.

La variante trató de apuñalarla tomando la forma de una aguja, Ouka se las arregló para esquivarla en el momento exacto.

“¡Kusanagi!”

Ella pudo ver la figura de Takeru. Estaba tirado y desmayado entre los escombros.

Por supuesto alrededor de él la variante también se había acumulado. “¡E-Esta cosa!”

Ouka se concentró y activó la magia intrínseca de Vlad a cambio de sangre.

Un círculo mágico carmesí apareció bajo sus pies y Ouka gritó el nombre de la magia.

“¡Tepes Rain!”

Apuntando al cielo con la pistola en su mano derecha y apuntando al suelo con la izquierda, y disparó.

Junto a un fuerte sonido, grandes pilares cayeron del cielo y crecieron vigorosamente del suelo. La variante alrededor de ella y Takeru huyó gritando.

Ouka usó la oportunidad y se dirigió a Takeru.

“¡Kusanagi! ¿¡Estás bien!?”

No hubo respuesta. En sus ojos medio abiertos, las pupilas no se veían.

Había sangre saliendo de su cabeza. Para ser dañado de esta manera incluso su forma Cazador de Brujas debió ser un potente ataque. Mistilteinn podrá realizar el tratamiento, pero la herida en su cabeza tomará tiempo. Incluso el daño cerebral, es posible que la Relic Eater pueda repararlo.

Ouka también estaba atónita por el ataque sorpresa y puso el brazo de Takeru sobre sus hombros.

Cuando decidió levantar el rostro… presenció la desesperación. “… eso…es…”

La ciudad… frente a sus ojos la ciudad se convertía en un pedazo de carne roja.

Parecía como si todos los edificios fueran hundidos en una carne retorciéndose, carros, teléfonos públicos, todo eventualmente era tragado y deformado.

Parece como si estuviera viendo una pesadilla.

Como si quisiera enfrentar a la amenaza, apretó los dientes y tomó a Vlad con una mano.

La variante rodó y brincó atacando a Ouka como una ola.

Ouka no se rindió. Trató de pelear hasta el final para proteger a Takeru. “¡Ootori…!”

Una voz la llamó desde atrás.

Un disparo y el feroz sonido del aire sonaron. Cinco balas se dispararon desde atrás y desplomó a la parte de la variante que quería devorarla, la salvó en un abrir y cerrar de ojos.

Después de frenar repentinamente, un carro se detuvo frente a Ouka.

En el interior del carro estaban Suginami y Mari, Usagi estaba disparando desde arriba y brincó.

Las tres rodearon a Ouka y a Takeru para protegerlos. “Ustedes… ¡a qué vienen si se les dijo que huyeran!” “Cállate, ¡estábamos aburridas!”

Usagi dijo eso para no tener una molesta discusión y le disparó a la variante con el rifle de antimateria.

“Decirnos que huyamos y los abandonemos es irrazonable ¿¡no!? ¡No actúes tan digna cuando estás en apuros!”

Mari puso ambas manos y activó la magia. “¡Escudo Aurora!”

Un círculo mágico apareció encerrando a sus compañeros como una barrera.

Ouka suspiró de irritación y acostó a Takeru en el suelo.

Y apuntando en la misma dirección que sus compañeras empezaron a disparar.

“… y pensar que Suginami también vino. Creí que eras más tranquila.” “No me juzgues por ti misma. Incluso yo no soy tan madura.”

“Pero aunque vengas, eres inútil ¿no?” “Yo manejé el carro.”

“¡Estamos acorraladas! ¡No podremos escapar así!”

“El camino de atrás ya ha sido devorado… no podemos escapar en el carro, es un gran aprieto.”

Aunque dijo eso indiferente, Ikaruga bajó su mirada hacia la variante.

“… así que este el poder de su hermana. Escuché de esto, pero no creí que fuera tan atroz.”

“Después de todo lo escuchaste de Kusanagi…” “Oh, ¿te pones celosa en esta situación? Relájate.”

“Deja de burlarte. Si hay algo útil por saber, dilo. De alguna manera necesitamos detener a esa chica…”

Mientras disparaba con Vlad, Ouka esperó la respuesta de Ikaruga.

Ikaruga miró en medio de la variante, a la figura lamentándose de Kiseki y sacudió su cabeza.

“… para suprimirla, sólo tenemos que continuar matando lo que sale de ella. Únicamente su cuerpo principal es inmortal, así que lo que libera puede ser asesinado.”

“… ¿continuar? ¿Cuánto?”

“No lo sé. Quizás unas horas, quizás unos cuantos días… o quizás esto continuará eternamente hasta que el mundo perezca.”

Sin mirar a Ouka que estaba sin palabras, Ikaruga cerró sus ojos. “La sustancia que libera tiene la misma reacción que la magia.

Aparentemente, las cosas que toca son corroídas y convertidas en la misma sustancia.”

“… en otras palabras…”

“Incrementa tanto como erosiona. Reducirlo es difícil. Si quieres temporalmente agotar el contenido, entonces necesitas matarlo antes de que se continúe corroyendo.”

Era una situación sin esperanza.

“Afortunadamente el material antimágico retrasa el proceso de corrosión, pero sólo es cuestión de tiempo. Qué tanto van a durar las paredes de la ciudad… en cuanto las sobrepase, se extenderá por todo el mundo.”

“……….”

“Matar a la persona es imposible… siempre y cuando no desee la muerte, el poder seguirá rechazando a la muerte. Cuando Ikaruga habló, Ouka movió su cuello y miró a Takeru.

Mistilteinn ya debió haber sanado sus heridas, solo tiene los ojos cerrados como si durmiera.

“… ngh. ¡Destruyamos todo lo que sea posible! ¡Si los refuerzos de EXE vienen será posible hacerlo!”

Abrió fuego rápidamente con Vlad hacia la variante.

Usagi también abrió fuego con su rifle. Mari se dedicó a defender. Todas son conscientes de que están atascadas en la situación actual.

La carretera era vista por alguien en la azotea de un edificio, muy muy lejos.

Un hombre con el cabello blanco brillante que ondeaba con el aire, Ootori Sougetsu había visto todo.

“Kirigaya-kun hizo algo muy interesante. A pesar de que muchas veces se le dijo que ella era peligrosa, siguió con la intención de matarla. Realmente tiene un corazón que busca la venganza indiscriminadamente. Bueno, no odio eso.”

Mientras ponía una mano en la barbilla, el hombre a quien se le puede llamar el líder, observaba la ciudad enterrada en carne roja.

Probablemente acompañándolo, una figura se acercó detrás de el con fuertes pasos.

Esa persona era una mujer alta vestida con una bata de laboratorio negra.

Su cabello gris se sacudía, en su rostro tenía una sonrisa que podría decirse portaba una pizca de curiosidad.

Al escuchar los pasos, Sougetsu suspiró y le hizo una seña para que fuera con él.

“… se ha llevado a cabo tal y como pediste. Directora representativa de los alquimistas, Suginami Suzaku-san.”

La mujer llamada Suzaku caminó a paso acelerado al lado de Sougetsu. Su estómago golpeó la barandilla fuertemente y se inclinó al frente.

Sus ojos brillaban como los de un niño, y Suzaku se regocijó con la escena de la ciudad siendo devorada por la carne roja.

“Ahha♪qué linda, ¡muy linda! ¿Qué es eso? Y pensar que tal ser vivo existiría. ¡Maravilloso!”

Sougetsu la miró como si estuviera viendo a una novata y sacudió su cabeza ante la devastación de la ciudad.

“Es imposible. Aunque sus genes sean recolectados y se haga una réplica, las características no residirán dentro de ella. Dado a que es una maldición lanzada por un Onmyouji ancestral, no puede ser replicado por la ciencia ni por la alquimia.”

“¿Así es como es? Quee peena, sería divertido si hubiera muchos de esos.”

“Estamos sufriendo una gran cantidad de daños en nuestro lado. Tú dijiste ‘Quiero ver el poder de Kusanagi Kiseki’, así que decidí satisfacer tu curiosidad. Concederte eso fue difícil.”

“Ara ara, ¿es una apuesta donde vas a tomar la responsabilidad si pierdes? Poner al chico verde como escolta del Hyakki Yakou… y que actuaran tan frenético… el que lo propuso fuiste tú.”

Ufu, Suzaku giró su cintura y lo encaró con una expresión como gato. Sougetsu no mostró interés y suspiró.

“Te concedí que tuvieras el control total de la investigación sobre Kiseki a cambio de que dejaras de proveerle tecnología a Valhalla, detuvieras inmediatamente el comercio y se volvieran una compañía que hace negocios exclusivamente con la Inquisición. Quiero que cumplas tu promesa.”

“Claro. Esta Suzaku creará y creará, y continuará creando por ti♪”

Puso una mano detrás de su cintura y saludo tiernamente, molesta por el inexpresivo Sougetsu continuó.

“Cooperaremos con la limpieza esta vez. Si usamos las últimas armas, seremos capaces de destruir la erosión si se limita solo a esta sección. Ya hemos terminado las preparaciones para hacerlo más fácil♪”

“… no, para la limpieza, es posible que la asistencia sea innecesaria.” “¿Qué significa eso?”

Una vez más, curiosa, Suzaku se inclinó y pegó su rostro a él. Sougetsu la empujó y levantó su cabello blanco.

“Veremos si esto se lleva a cabo bien… es mucho más rápido de lo esperado, pero no es malo considerando las circunstancias. El problema es hacia qué lado girarán las cosas.”

“¿De qué estás hablando?” “De nuestra arma final.”

Sougetsu sonrió y se dio la vuelta alrededor de Suzaku. “Presidenta, ¿qué tal si haces otra apuesta conmigo?” Esta vez fue él quien comenzó las negociaciones.

Suzaku dejó de actuar como si lo estuviera subestimando y exploró su expresión.

Ligeramente abrió los ojos y sonrió como el gato Cheshire. Suzaku sabe muy bien que Sougetsu es más terrible que nada cuando hace esa sonrisa.

Las comisuras de su boca se distorsionaron y se sobrepuso con la luna creciente detrás de él, al mismo tiempo la energía se cortó en la ciudad.

Usagi y Ouka estaban espalda con espalda y bañaban el exterior de la barrera con una lluvia de balas.

“¡No tengo más balas! ¡Ootori, por favor préstame una pistola!” “¡Mis manos están ocupadas! ¡Tómala de la funda!” “Entendido.”

Tal y como se le dijo, Usagi sacó las dos pistolas de la funda en la cintura de Ouka, miró atrás e inmediatamente empezó a disparar.

Aunque su concentración era perfecta, en vez de quedarse sin balas, el poder de Vlad estaba disminuyendo.

La respiración de Ouka se dificultó y su complexión se puso pálida. Usar la magia intrínseca era una considerable carga para ella.

Y encima de eso. “¡. kuhh!”

La barrera de Mari se hizo más estrecha.

Debido a que es limitada por el Gleipnir, su inhabilidad para liberar todo se estaba convirtiendo en una catástrofe. Aunque repetidamente reconstruyó el procedimiento operativo para mejorar la circulación del poder mágico, el procedimiento operativo era interrumpido cada vez que la variante atacaba la barrera. Esos no eran simples ataques, la variante tiene un efecto especial. Para ella es posible corroer la magia.

“No es bueno… no puedo mantener más la barrera… ¡Takeru………………………………………………………………………………….. por favor

despierta!”

Mari continuó llamando a Takeru.

Para correr o hacer algo, ellas necesitan el poder de Takeru. Aunque prometió no ser una carga para él, tener que confiar en Takeru hasta el final hace preocupar a Mari.

Si esto sigue así, todos caerán juntos.

“¡¡Vamos!! ¡Si no fuera por este collar podría proteger a todos. !”

Sintiendo como si llorara, gritó con desesperación.

La variante se estaba acercando. Ouka y Usagi no podían mantener el paso. Varias de las variantes se afilaban y endurecían, una vez y otra vez perforando la barrera.

Cada vez que la variante la tocaba, la barrera se desplomaba. “…maldita…sea…”

Trató de aguantar de alguna manera, pero era su límite.

El enemigo cortó a través de la barrera, pensando que ya había terminado todo, Mari usó magia de ataque para hacer un ataque suicida para proteger a sus compañeros.

Después de eso, Ikaruga quien terminó de tratar las heridas de Takeru, se había tragado algo que parecía oro blanco.

“Conversión de material de entrada, asumir forma de mutación, barrera. Proceso de escritura contundente… completo.”

Después de recitar esas palabras a alta velocidad, Ikaruga golpeó el suelo con la palma de su mano.

El asfalto de repente empezó a ondular, su color cambió de negro a blanco. Seguido de eso, cambió su forma para proteger a sus compañeras y prevenir que la variante las atacara.

Al no saber lo que pasaba, las otras tres personas aparte de Ikaruga estaban atónitas.

“¿Qué… es eso?”

“¿Cristal Weiss? ¿M-Magia? Pero una magia que cambie el asfalto a Cristal Weiss es…”

Usagi y Mari estaban impactadas ante la pared blanca frente a ellas. Ouka frunció el ceño y miró a Ikaruga.

“… dejemos las preguntas para después. Cuando estemos fuera de peligro, te contaré todo.”

Después de escucharla prometer eso, Ouka se abstuvo de hacer preguntas.

“Tal y como supusiste, es Cristal Weiss. Es el oro con el mayor efecto antimágico que hay… pero su fuerza es muy imperfecta. Como hay impurezas mezcladas, no pude manifestar el efecto antimágico de una piedra preciosa.”

“… ¿qué tanto durará?”

“Umm… quizás cinco minutos. Para entonces, debemos decidir qué hacer.” Cuando Ikaruga dijo eso, todas se quedaron en silencio.

Miraron abajo, y aunque consideraron una solución, no tenían balas restantes para pelear o huir.

Takeru estaba inconsciente. De acuerdo al diagnóstico de Ikaruga, Takeru recibió bastante daño y no se sabe cuándo despertará. Mistilteinn seguía siendo sostenida por Takeru, pero no había reacción alguna.

“……….”

Ouka miró al cielo y entrecerró sus ojos con amargura.

La situación era desesperada. A este ritmo serán devorados por Kiseki, los refuerzos de EXE no parecían legar.

Posiblemente pensaron que serían eliminados si la variante los tragaba.

En la angustia tan amplia y distante como el océano, Ouka observó la brecha que había y apretó los dientes.

Había solo una manera para salir de esta situación. Que Takeru… mate a Kiseki.

Que un hermano mate a su hermana menor. Esa es la única forma de salvarse.

“……… esa es la única manera………”

Con una voz ronca, Ouka murmuró a los cielos.

Lo que pasaba por su cabeza era el trauma de su pasado. A pesar de no querer matar, ella fue forzada a hacerlo… una desesperación que no quería recordar. El pensar en el momento en que mató a su hermana menor le hacía tener una fuerte sensación de vacío capaz de dificultarle la respiración.

La calidez de su hermana recorrió sus manos que estaban mojadas con la sangre de su hermana.

La vida que le confió su padre y madre se la robaron de sus propias manos dejándola sola.

El día en que su familia fue asesinada era un día pacífico más. Era la misma sala, y planearon salir de campo para el día siguiente. Por primera vez… irían como una familia.

En ese momento, al lado de los cadáveres de su familia, tuvo una ilusión de su familia reunida.

Quiero estar ahí, trató de alcanzar la ilusión, pero ésta desapareció como humo.

Solo la realidad quedaba frente a ella. La limpia sala fue convertida en una piscina de sangre y ahí estaban los cuerpos fríos de quien amaba.

Aunque llamó a su padre y su madre, ellos no pusieron sus usuales sonrisas. Aunque llamó a su pequeña hermana, no escuchó su voz llamándole ‘Onee- chan’ como respuesta.

Todo había terminado. La mañana llegó, pero no importaba lo mucho que esperaba, la pesadilla nunca terminó.

―¿Puedo dejar a Takeru sentir algo así?

―¿Puedo usar a mis compañeros y a los civiles como motivo para asesinar a su hermana?

―¿Puedo hacerle eso al benefactor que me salvó al borde de la desesperación?

“¡¡Esa es la única cosa… que no dejaré que suceda!!”

Ouka dobló sus rodillas y pateó el suelo, aterrizó en el borde de la pared construida por Ikaruga.

“¿¡Ootori!? ¿¡Qué estás haciendo!?” “¿¡Qué intentas hacer!?”

Mari y Usagi la cuestionaron, y Ouka respondió con su espalda hacia ellas.

“Contendré a la variante lo más que pueda hasta que lleguen los refuerzos. Si eso sucede, todo saldrá bien.”

Al escuchar a Ouka, Mari pensó en esas palabras como algo absurdo e intentó detenerla.

Sin embargo, con la fuerza que le quedaba, pensó en algo y dio un profundo suspiro.

“Nikaido Mari.”

Ella llamó a Mari.

“Te dejo a esas dos y a Kusanagi a ti.”

Ante esa petición, Mari abrió totalmente sus ojos y estaba tan molesta como para siquiera responder.

Ouka tranquilamente cruzó las pistolas frente a su pecho. “Vlad… ¿me escuchas?”

Llamó al producto mágico que poseía.

≪¿Qué pasa, mi maestra provisional?≫ Como siempre, una solemne voz respondió.

Era el intercambio que repetían tantas veces. Solo le hacía las mínimas preguntas a Vlad y sin aceptar solo le dejaba beber su sangre.

Y eso también terminó hoy. Ouka miró hacia arriba. “Contrata conmigo.”

Ella pudo escuchar a sus compañeras suspirar.

≪Oooh… ¿eso está bien?≫ “No me importa…”

≪Estás contratando por algo más que venganza ¿no? ¿No dijiste que no aceptarías nada más antes de conocer al preparador?≫

Como si la provocara, Vlad rio. Ouka cerró sus ojos en silencio.

“Ya todo está bien. Me di cuenta que este es el momento en que debería usar este poder.”

≪.……….≫

“No tengo intención de dejar de pelear con el fin de disipar el disgusto y la desesperación de mi familia.”

Los ojos azules de Ouka llevaban una flama dentro.

“Sin embargo… si ellos junto conmigo estamos en una crisis ¡apostaré todo y pelearé! ¡Estoy planeando aceptarte!”

Ouka estiró ambas manos.

Vlad escuchó las palabras de Ouka y en vez de reír respondió con una seria voz.

≪Si quieres cambiar la promesa de un tonto espectáculo como la venganza, pensé en tomar todo de ti hasta dejarte seca, pero… eso suena muy noble. Eso ha resonado dentro de mí también.≫

Vlad habló con un todo exagerado

≪Muy bien, ¡es un contrato! Te daré todo. Como compensación, entretenme bien.≫

Los cañones de Vlad empezaron a brillar y un círculo mágico carmesí apareció bajo los pies de Ouka.

Deseando con suprema vehemencia… “Summis desiderantes affectibus”

Las palabras que ha dicho innumerables hicieron retumbar el aire alrededor.

El martillo de las brujas… “¡Malleus Maleficarum!”

En ese momento, partículas de color rojo sangre envolvieron el cuerpo de Ouka.

Su cabello color ocaso se erizó. La sangre fluyó tejiendo su armadura. La existencia llamada Ootori Ouka fue completada y estaba ahí de pie.

『La Princesa Carmesí, Calamity』

Digna de ese nombre, el demonio carmesí de la dominación.

Vlad ya no tenía más la forma de una pistola. Estaba fusionado directamente en sus brazos, la parte superior de su brazo tenía grandes pilas creadas de magia creciendo de él. Encima de la armadura en la que estaba vestida, había una capa carmesí.

Su apariencia era similar al legendario rey de los vampiros. Sacudiendo la capa, Ouka cruzó los brazos.

“Los protegeré. ¡A mis compañeras, a Takeru, y a su hermana también…!” Las pilas en sus brazos se deslizaron a sus codos y liberaron vapor.

En medio de la chimenea de vapor, los ojos azules de Ouka miraban directamente a la variante.