Taimadou Gakuen 35 Shiken Shoutai (NL)

Volumen 5

Capitulo 4: Kusanagi Takeru

Parte 2

『¡Maldición…!』

Mientras maldecía, una vez más puso fuerza en la espada quebrada. Pero al mismo tiempo, alguien agarró sus hombros fuertemente.

Al darse vuelta estaba su padre ahí.

Su padre mostraba desesperación, furia y tristeza.

Golpeó la mejilla de Takeru y lo arrastró hasta llevarlo a casa. La historia que su padre le dijo parecía un cuento de hadas.

De hecho era un cuento de hadas. No se le ha dicho a nadie que no sea de la casa Kusanagi. Después de escuchar esa loca historia, nadie la creería.

El hecho de que Kiseki era la hermana menor de Takeru, que el Estilo de Luz Pura Kusanagi que se originó del Estilo de Filo Doble Kusanagi es usado para pelear contra organismos mágicos.

Y que la casa Kusanagi ha heredado una maldición desde tiempos remotos. Todo eso era desconocido para Takeru.

『Para el linaje Kusanagi, las chicas siempre han nacido como herejes.』Su padre le dijo algo grave a Takeru.

En Japón, alguna vez hubo criaturas mágicas llamadas demonios.

Los demonios son raros y tienen malas características. Ellos residen en los humanos por la reencarnación. Después de ser derrotado, el demonio volverá a nacer de otro vientre humano. Generación tras generación, los Kusanagi han continuado subyugando demonios. Se dice que mataron a un dragón de ocho cabezas que vino de un mundo mítico y robaron las técnicas divinas. Como eran demasiado peligrosas para que los humanos la manejaran, los Kusanagi mantuvieron esas técnicas sin importar su propia destrucción o ruina, continuaron asesinando demonios junto a los onmyouji[8].

Pero incluso si aniquilaban a todos los demonios, las almas de los demonios concebirían a alguien y un nuevo demonio nacería. Con el fin de prevenir la reencarnación de los demonios, los Kusanagi sellaron s los demonios dentro de ellos.

Con el fin de que otros humanos no dieran a nacer demonios, con el fin de que no se esparcieran.

Los Kusanagi… han cargado con esa maldición.

De generación en generación los Kusanagi han pasado la cristalización del demonio.

Hyakki Yakou.

Así es como los Kusanagi le llaman a la cristalización del demonio. Por muchas generaciones los Kusanagi han dado a nacer demonios y los matan inmediatamente.

『Quienes nacen como Hyakki Yakou son las mujeres. Desde tiempos remotos, las mujeres de los Kusanagi son asesinadas al nacer.』

Sin embargo… su padre miró abajo.

『El poder del demonio incrementa año con año, con mi habilidad… no soy capaz de asesinarla. Aunque corte su cabeza o perfore su corazón… Hyakki Yakou… Kiseki no morirá.』

Desde que nació, Kiseki ha tenido una inimaginable cantidad de poder.

Aunque su padre le corte la cabeza, le crecería una nueva. Tan pronto como Kiseki nació, asesinó a todos los del clan dejando solo a su padre y madre.

^[8] Eran especialistas en magia y adivinación. Sus responsabilidades abarcaban desde preparar calendarios hasta tareas místicas como la adivinación y la protección contra fantasmas malévolos.

『Eso es raro. Si Kiseki es un demonio, entonces padre y madre debieron asesinarla. Yo hubiera hecho eso. Por eso no hay manera de que ella sea un demonio.』

Takeru dijo.

『Kiseki es gentil.』

El creía que ella definitivamente era humana y no habría manera de que creyera en que era un demonio.

Su padre no dijo nada. Takeru pensó que le seguía ocultando algo, pero como era una historia ridícula, no se molestó más.

『No te acerques a Kiseki……. no es gentil como crees.』

『¿Por qué? No entiendo. Quiero verla. Cuando estoy con ella mi corazón no está lleno de ruido. No sé si la amo o la odio. Pero ella es necesaria para mí』

『Tú también… comenzaste a decir cosas humanas.』

La mitad de la expresión de su padre demostraba alegría, la otra tenía una sonrisa triste.

『Sin embargo no puedo permitir que veas a Kiseki. No quiero que lleves esta carga. Debes entender………………………… 』

Aunque le dijo que entendiera, no estaba convencido.

Dentro de Takeru, la existencia de Kiseki había crecido mucho. Si es un demonio o no, eso no importa.

Solo de saber que Kiseki es su hermana menor le hace feliz.

『¿Kiseki sabe… que es mi hermana menor?』

『……….』

『Padre, estoy feliz. Estoy feliz de que ella sea mi hermana. Gracias a ella, soy capaz de entender un poco los sentimientos humanos. Siento que puedo convertirme en el humano decente que padre me dijo que fuera. Por favor no digas que no puedo verla.』

Al escuchar sus palabras, su padre se levantó

『… olvida… a tu poco poderoso padre』

Lo que esas palabras significaban, Takeru no lo sabía.

Varios meses después de eso, Takeru tenía prohibido ver a Kiseki. Se le forzó a practicar en otro dojo y fue llevado lejos de casa.

Y una cierta noche bajo la luna nueva, una tragedia ocurrió.

Cuando Takeru regresaba a casa, en medio del dojo se encontró a su padre y madre caídos y sangrando.

『Ta…keru…』

『¿Qué pasó?』

『…………… Kiseki dejó la caja… no pude hacerlo……… 』

『Hacer… ¿hacer qué. ?』

『No pude… controlarla más tiempo. Desde el principio……… fui odiado por

Kiseki. Mi inhabilidad para matarla……. fue decidida desde el principio.』

Su padre apretó los dientes.

Entendió la historia al ver la espada empuñada de su padre.

Con furia, su padre presionó el mango de la espada hacia el pecho de Takeru.

『Tú…. eliges. 』

『¿Qué… estás diciendo?』

『Ahora solo tú puedes hacerlo. Te has involucrado demasiado con ella.』

『……….』

『De ser posible… quisiera que fueras el único que no cargara con esto.』

Escupiendo sangre, tomó el hombro de Takeru.

『Si eres un Kusanagi… necesitas elegir…tal y como yo lo hice……………………………………………………………………………………. 』

『……….』

『… matar o… proteger….. tú decides.』

Por qué trataba de confiárselo a él, Takeru no sabía de lo que hablaba su padre.

Al ver las lágrimas de su padre, no pudo hablar.

『Esa chica es humana… nacida con corazón y alma humana, pero con el cuerpo de un demonio』

『……… ¿a qué te refieres con eso?』

『Y… tú eres…』

Takeru abrió por completo sus ojos y esperó las siguientes palabras. Pero no importó cuanto esperó, su padre nunca las dijo.

Antes de que se diera cuenta, Takeru caminó por la montaña con una espada en su mano.

Sus pasos eran inciertos, no tenía la fuerza suficiente para cortar los viñedos y cayó varias veces.

『Kiseki…』

Sólo era capaz de decir su nombre.

Era muy joven para cargar su propio destino. Si fuera el Takeru de antes, simplemente habría hecho lo que su padre le dijo. Para Takeru, Kiseki era más valiosa que nadie, era a quien necesitaba más.

『Kiseki… dónde estás…』

Takeru vagaba como si buscara ayuda.

Quería tocar a esa chica tan pronto fuera posible.

Quería hacer algo con ese sentimiento de ‘estrecho’. Hasta el momento, Kiseki era quien posiblemente podría entenderlo. Los dos estaban solos en este mundo. Seguramente, el mundo se olvidaría de su existencia.

Quiero verla. Quiero ver a Kiseki. Buscándola, caminó por el bosque. Su padre le dijo que la matara o la protegiera.

Por eso Takeru eligió protegerla.

Es obvio, Kiseki era su hermana. No había duda, él la protegerá con su vida.

Protestará contra el mundo que no reconoce su existencia con toda su fuerza.

La velocidad a la que caminaba se incrementó y comenzó a correr.

Corrió, corrió y corrió… y finalmente llegó al lugar en que su hermana estaba.

『……….』

Todos sus pensamientos de antes, sus palabras, todo eso se esfumó. Él vio a la ciudad desde el acantilado.

Bajo el siniestro cielo con solo una estrella brillando estaba un demonio. Vestida de blanco, un demonio que lucía como Kiseki.

Sin embargo, lo único hermoso era la parte del centro. Sus alrededores… se estaban retorciendo. Parecía una masa de demonios arremolinándose en una olla. Había bocas por doquier, había ojos por doquier, había cuernos por doquier.

Era como un castillo construido en las ruinas. Era como una amenaza que seguía creciendo. Era como un florecimiento insano.

El suelo alrededor de ella estaba cubierto de carne, piedras, césped y árboles que fueron tomados como parte de su carne.

Era apropiado llamarla ‘caos’. Los trozos de carne con un color fresco se retorcían y las bocas susurraban. Llamándolo a él.

―Takeru

―Takeru-kun… ¿dónde…?

Llamaba a Takeru con amor, con soledad, con ansiedad. Desde el acantilado, podía oírse el eco por las montañas. El demonio diciendo su nombre cesó abruptamente.

Las numerosas pupilas clavadas en la carne retorciéndose se movieron y vieron a Takeru.

『『『『『『『『『『『『『『『”Takeru- kun?”』』』』』』』』』』』』』』』

『Ohh finalmente nos encontramos.』

Derramando lágrimas como si fueran de sangre, el demonio volteó a ver a Takeru.

Lo que el sintió no fue miedo, era tristeza. Sus alrededores eran desproporcionales e irregulares.

Quiero protegerla. Ese sentimiento no cambió.

¿Pero qué es todo este espectáculo? ¿Es Kiseki?

En medio de la carne retorciéndose, Kiseki le estaba sonriendo a Takeru. Y dijo su único deseo.

『『『『『『『『『『『『『『『Mátame』』』』』』』』』』』』』

』』

『Mata a Kiseki, Takeru-kun.』

Como si respondiera a su petición, Takeru empezó a caminar.

A pesar de no tener fuerza para sostener la espada, la sostuvo para que no cayera al suelo.

Finalmente fue capaz de entender lo que su padre le dijo.

Seguramente, nadie podría matar a Kiseki. Non había nadie capaz de matarla.

Sin embargo, si ella desea la muerte, si es por las manos de quien es querido para ella, por las manos de Takeru ella lo aceptará.

Él lo entendió, el destino de la familia Kusanagi. De seguro su padre, su abuelo, su bisabuelo y muchos de sus antecesores han cargado con ello y lo han cumplido.

Takeru no podía hacer nada, así era el estilo Kusanagi.

No podría protegerla. Por eso, como un Kusanagi tendría que matarla.

Comenzó a caminar hacia Kiseki. En su frente, había un cuerno cristalino rojo. Era extrañamente irregular.

Kiseki se acercó y abrazó la espalda de Takeru.

『Siempre quise estar así.』

『……….』

『Por favor, detén a Kiseki.』

『……….』

『No puedo hacerlo yo misma. El cuerpo de Kiseki cumple sus deseos a su propia voluntad. A este paso, Kiseki terminará matando a toda la gente del mundo… 』

『……………. ngh.』

『Me lo prometiste…. ¿verdad? Que salvarías a Kiseki.』

『……….』

『Por eso… mátame, Takeru-kun.』

『………. Kuh… uu.』

『No quiero que sea papá o mamá… sólo Takeru-kun…….. en el mundo de

Kiseki solo existe Takeru-kun.』

Takeru posicionó la espada en el cuello de Kiseki. Hizo una expresión llena de paz como si aceptara todo. Si la corta ahora, todo llegará a su fin. Sólo un miembro de los Kusanagi moriría, y Kiseki alcanzaría la paz mediante su muerte. No había necesidad de dudar. Después se todo, el estilo Kusanagi existe para matar demonios. Después de todo ese era el deseo de Kiseki.

―Pero ¿por qué es así?

―Por qué Kiseki es tan cálida.

―Por qué con tan sólo con tocar a Kiseki se siente cómodo por dentro.

『…esto es… impo…sible. 』

Las lágrimas cayeron por las mejillas de Takeru. Desde que nació esta fue la primera vez que ha llorado.

『No jodas conmigo… maldita…sea. 』

Los días que pasó con Kiseki, cada día que pasaron juntos separados por la caja estaban muy presentes en su mente.

Eran tontos pero irremplazables.

『Eso… es demasiado. ¿Por qué es así? Cuando finalmente éramos felices juntos, cuando la persona que me hace ser humano apareció, ¿por qué tengo que matarla?』

『……….』

『Es imposible para mí… por qué te quiero, ¡nunca te he temido!』

『……….』

『No puedo matar a mi hermana menor…』

Takeru dejó caer su espada y tambaleando se apartó.

Sin duda alguna, estaba aterrado. Al ver a Kiseki, Takeru estaba asustado.

Kiseki estaba atónita. En medio de los trozos de carne, inclinó su cuello mientras veía a Takeru.

『¿Onii-chan…?』

Ahí fue cuando Kiseki supo que Takeru era su hermano.

La fuerza se le fue de las piernas y Takeru cayó sobre su trasero.

Kiseki estaba confundida… y trató de estirar su mano hacia su hermano.

『¡Hiii…! 』

Su miedo fue liberado.

En vez de estar aterrado de Kiseki, tenía miedo de matarla. Tenía miedo de que la persona importante para él tuviera instinto asesino.

Sin embargo, su rechazo fue fatal para la mente de Kiseki.

Al ver el miedo de Takeru, las lágrimas de Kiseki empezaron a fluir.

『¡Aa…uuu…UuUuuuu…!』

La soledad llegó.

Amplió, era muy solitario con esta amplitud. Para un demonio como recipiente, un alma humana es muy pequeña. Para un alma humana el recipiente es muy amplio. Abre, el cuerpo gritó. Expande tu mente, aletea tus alas, su cuerpo demandaba eso.

『”Abre.”』 『”Abre.”』 『”Abre..”』 『”Abre.”』 『”Abre.”』 『”Abre.”』

『”Abre.”』 『”Abre.”』 『”Abre.”』 『”Abre.”』 『”Abre.”』

Los labios en los trozos de carne empezaron a cantar un coro.

Los demonios actúan como demonios, abren el espíritu y rompen el alma. El miedo de Takeru desapareció y se volvió desesperación.

La única existencia que era su salvación, la única existencia, que era su hermano no fue capaz de darle la salvación

Por eso quiso destruir todo.

『¡Aa, aaaaaaa…….. !』

Un grito que parecía como si fuera a desgarrar su pecho resonó.

Mientras Kiseki jadeaba con dolor, los pedazos de carne empezaron a caminar hacia el acantilado.

『Alto… no te abras… ¡Kiseki no piensa en eso! ¡No quiero! Mátame…

sálvame… Takeru-kun…. 』

Mientras sus lágrimas seguían fluyendo, le rogó a Takeru.

『… Kiseki. 』

Takeru trató de alcanzar a Kiseki con sus manos que estaba en medio de la carne que cantaba ese coro.

Pero fue muy tarde. El alma de Kusanagi Kiseki había florecido tal y como el demonio quería.

El castillo de ruinas estaba encantado.

Entre los elogios y ruidos de la variante, Kiseki miró a Takeru al final.

『………… mentiroso.』

Fue la última palabra que dijo.

Ahí fue cuando Takeru se dio cuenta de que rompió su promesa.

Con su espalda hacia el borde del acantilado, el cuerpo de Kiseki cayó. Después de un momento de silencio, el bosque se movió.

Donde Kiseki cayó… los demonios fluyeron.

Hyakki Yakou se dispersó bajo la luna nueva. Como una inundación, se tragó el bosque, devoró a las personas.

Los gritos actuaron como música de festival.

El festín del demonio nunca termina. No terminará hasta que se trague al mundo entero.

Las flamas y olor de la carne quemada atacaron a Takeru.

―Es tu culpa, todo esto es tu culpa.

Bajo la noche negro azabache, los gritos resonaban. Takeru tembló de desesperación por primera vez.

Sentía un montón de emociones que no conocía. Sentía un montón de emociones gentiles que no entendían. Finalmente las entendió, las obtuvo debido a que la chica con el cuerpo de un demonio estaba ahí.

Kusanagi Takeru pudo nacer como persona debido a que la existencia llamada Kusanagi Kiseki estaba ahí.

Ese día Takeru La perdió. Perdió toda la tranquilidad que tenía

“…… Kiseki.”

***

Cuando abrió sus ojos vio un techo oscuro.

Takeru estaba en una fría caja de concreto. Levantó su cuerpo de una cama de metal y recargó su espalda en la fría pared.

Lo que estaba dentro de la habitación era una cama y un retrete sucio. Además una entrada con barrotes de hierro.

Estaba en la prisión de la Inquisición. Dos días han pasado desde que fueron atrapados por la Inquisición después de asistir en la fuga.

“……….”

Fue la primera vez en años que tuvo un sueño del pasado. Desde ese entonces… no he cambiado en nada.

Una vez más, dejó ir la mano de su hermana.

Las circunstancias fueron diferentes. Hay un prospecto de poder controlar el poder de Kiseki. Todo irá bien si acata obediente sus palabras.

Sin embargo, si confía o no en Sougetsu es otro problema.

En cualquier caso, el hecho es que se le prohibió a Takeru verla. Así… no podré protegerla.

Si no puede verla, entonces ya no hay nada. Takeru podría hacerlo por ella. Solo podría esperar y posiblemente obtener un permiso para visitarla obedeciendo a Sougetsu. Después de pensar en ello, se dio cuenta que desde el inicio ella había sido tomada como rehén y su existencia fue usada así.

Takeru sostuvo sus rodillas y se acurrucó. “Kusanagi… ¿despertaste?”

Inesperadamente una voz le llamó desde atrás se quedó viendo a la pared y preguntó con miedo.

“¿Ootori?”

“Sí, me alegro. Parece que tenías una pesadilla y me preocupé.” “Tú… por qué…”

Puso una mano en la pared y preguntó.

“Soy la principal culpable. No puedo permitir que toda la culpa caiga en ti Kusanagi. Por eso me rendí.”

“… no te habrás dejado atrapar a propósito ¿o sí?”

“Desde el momento en que decidí conseguir tiempo para ustedes dos ya estaba preparada para esto. Además si no hago esto no estaré satisfecha.”

” ……….”

“Un crimen es un crimen. Es natural ser castigada por ello.”

Dejando salir un suspiro por el tono de voz digno de Ouka, Takeru una vez más puso su espalda contra la pared.

Misteriosamente, podía decir que Ouka también puso su espalda contra la pared en el mismo lugar al lado opuesto dentro de la habitación de al lado.

Separados por la pared, los dos se sentaron en las camas espalda con espalda.

“Lo siento Kusanagi. Por mi culpa esto se volvió así.” “¿De qué hablas…? No hay manera de que sea tu culpa.”

“Pero, he escuchado que se te prohibió visitarla. Al ver ese resultado, les robé ese tiempo valioso para ustedes dos…”

Su desanimada voz y su suspiro estaban envueltos con la decepción que sentía hacia ella misma.

“Yo… no soy bueno. No he crecido en nada. Estoy corriendo en círculos de nuevo.”

“Fui capaz de pasar tiempo afuera con mi hermana gracias a Ootori. Es algo de lo que me siento agradecido, no hay razón para culparte.”

“Aunque fuera un poco, quería aligerar tu carga…”

Al escuchar las palabras de Ouka llenas de arrepentimiento, Takeru pensó que estaba misteriosa.

“¿Por qué fuiste tan lejos por alguien como yo…?”

“Espera un segundo…… ¿¡tú eres quien me está preguntando eso!?”

En ese momento en que parecía que Ouka se despegó de la pared, reacción excesivamente.

“¿No fue así? Tú, alguien que no permite los crímenes, ayudaste a dos hermanos… ¿no es eso raro?”

Cuando Takeru dijo eso, Ouka se quedó en silencio.

Era incapaz de ver su expresión facial pero escuchó un gran suspiro. Takeru fue capaz de imaginar su expresión de sorpresa.

“… también tenía una hermana menor. Quería estar con ella pero nunca pude, entiendo bien tus sentimientos. Por eso quería que ustedes dos pasar algo de tiempo alegre, aunque fuese temporal.”

Quería estar con ella pero nunca pude. Esas eran palabras fuertes.

Aunque no podía verla siempre que quisiera, ver a Kiseki y hablar con ella no era imposible para Takeru. Pero las pudo nunca tener una oportunidad así.

“Estoy… agradecida contigo.” “… ¿agradecida?”

“Gracias a Kusanagi puedo mantener la calma frente a los criminales viciosos

.. realmente me siento mejor ahora.” “Imposible. Eso es solo tu…”

“Porque encontré compañeros.”

Al escucharla decir ‘compañeros’ Takeru se tragó las palabras que iba a decir.

“Soy mala expresando mis emociones. Honestamente no sé qué decir… pero en los últimos meses, el 35to pelotón me ha hecho sentir cómoda. Las actividades de pelotón son pacíficas, y podrás pensar que me he vuelto cobarde… pero esa es la verdad.”

“……….”

“Para mí, quien solo vivía por venganza, esta inactividad es placentera. Pude agarrar algo que pensé jamás volvería a agarrar. Ya no solo veo hacia el frente, pero siento que aprendí la importancia de ver hacia atrás.”

” ……….”

“Todo eso me lo has dado tú, Kusanagi. Tú fuiste quien me cambió.” Ouka dijo eso.

El hecho de que me mueva en una buena dirección es gracias a Kusanagi, es a lo que se refería. Ouka continuó hablando.

“Además está eso… no olvides que llevas la mitad de mi carga sobre ti. Por eso déjame llevar algo de la tuya.”

“… eh.”

“P-Para caminar lado a lado… es lo que dijiste ¿no? ¿No lo… recuerdas?” Bajó un poco la voz.

Aún sin que lo preguntara fue algo que él dijo. Lo recuerda.

No hay mentira en esas palabras. Cuando Ouka caminaba sola en la oscuridad él quiso hacer algo para ayudarla. Ella solo buscaba venganza, cuando sus hombros temblaban de ira, la espalda de Ouka se veía solitaria.

Ouka pensó quien si era él, él sería capaz de caminar a su lado.

“… para las personas que caminan juntas, cuando una se apoya sobre la otra, ésta le ayuda, eso pienso. Pero si solo uno continúa apoyándose sobre el otro… no es bueno.”

“… ¿por qué?”

“P-Por qué, preguntas… ¡c-c-c-caminar juntos es así! Siempre estas llevando las cargas de tus compañeras ¿no? Pienso que eso es grandioso como capitán, ¡pero eventualmente colapsarás! Por eso…”

Desesperadamente, Ouka balbuceó.

“Por eso… ummm… también… déjame llevar la mitad.” “…          ”

“Déjame… caminar a tu lado.”

A pesar de titubear, Ouka le confió sus sentimientos a Takeru.

Al decirle eso, no hay manera de que no esté feliz. Al mismo tiempo empezó a sentirse incómodo. Fue la primera vez que le dijeron que llevarían la mitad de su carga.

Takeru miró hacia abajo y puso una sonrisa burlona.

“… hey Ootori. ¿Recuerdas el combate a muerte entre clases de hace dos

años?”

“¿Qué te pasa tan de repente? Recuerdo un poco….. en ese momento eras

completamente diferente a ahora y tenías una mirada rebelde en a diferencia de ahora. Eras como yo.”