Tate no Yuusha no Nariagari (NL)

Volumen 22

Capítulo 8: Territorio 0

Era el día siguiente.

“¡Oye, Naofumi! ¡Despierta!” exclamó en pánico Melty. Ella estaba golpeando con fuerza la puerta de mi habitación.

“¿Por qué todo ese alboroto?” dije.

“¡Estamos en problemas! ¡Despierta y escucha esto!” gritó Melty.

“Bien, bien. ¿Qué sucede? ¿Otro ataque de Piensa?” pregunté.

“¡Uno indirecto, pero sí!” exclamó Melty. Yo sacudí mi cabeza. Ellos no se iban a dar por vencidos tan fácilmente. Había creído que proclamar al cielo que teníamos a la Heroína del Martillo los haría callar, pero no parecía haber funcionado. Podría ser la hora de aplastarlos de una vez por todas. Ese parecía ser un movimiento más rápido que esperar a que Mamoru se encargue de las cosas. Les daríamos una probada de lo que era ser invadido.

“Enviamos emisarios para formar nuestra propia alianza con otras naciones. ¡Ellos han estado atacando todas esas naciones!” dijo Melty.

“Finalmente están mostrando sus verdaderos colores,” murmuré. Los teníamos contra las cuerdas, pero eso también los hacía peligrosos. Pero debíamos tener cuidado o ellos podrían hacer caer el martillo de la justicia sobre nosotros en esta situación.

“No sé lo que quieren. Pero no se están conteniendo en lo absoluto. La Sombra apenas logró regresar,” dijo Melty.

“Azí es, dijo la Sombra, llegando momentos después. Él era un desastre y básicamente estaba siendo mantenido en pie por Raphtalia. Estaba gravemente herido. Había vendajes ensangrentados alrededor de su cabeza. El monstruo de la especie Raph que había estado con él también estaba gravemente herido. Él básicamente se estaba aferrando al hombro de la Sombra. Las cosas eran malas si ellos habían descubierto a la Sombra y le causaron tanto daño.

“Naofumi-sama, la situación es grave,” dijo Raphtalia.

“Puedo ver eso, pero primero necesitamos darle prioridad a sanarlos,” respondí.

“Eso sería de mucha ayuda,” dijo la Sombra, “pero no estoy zeguro de que incluso usted pueda sanar eztas heridas, Héroe del Ezcudo.” El monstruo de la especie Raph también respondió.

“Creo que puedo manejarlo,” dije. No se veían tan fatales como las de Atla. De hecho, parecía que un poco de magia o medicina las sanaría de inmediato sin muchos problemas. Pero todavía nadie lo había hecho, lo cual sugería que algo más estaba ocurriendo. Había una sola forma de averiguarlo—recité algo de magia de sanación hacia la Sombra y su monstruo de la especie Raph disfrazado de ninja.

“¡Es mi momento de brillar!” dijo la Dragona Demonio dentro de mi cabeza.

“Sanación Superior Total,” dije. Mi magia de sanación instantáneamente fue activada. Por un momento pensé que estaba funcionando, pero en el instante siguiente las heridas volvieron a abrirse. “¿Cuál es el problema?” exclamé.

“Las fuerzas de Piensa han introducido algunaz misteriosas armas nuevaz que causan heridaz incurables. Los soldadoz de las naciones con las que tratamos de formar una alianza fueron atacados de la mizma forma. La batalla fue completamente unilateral,” explicó la Sombra. Este era un nuevo dolor de cabeza que no necesitaba. Parecía ser alguna clase de maldición. Tal vez era similar a cuando yo era gravemente herido por el Sacrificio de Sangre. Combinéel poder demiescudo yla DragonaDemonio paraanalizar las heridas dela Sombra. Esperaba que algo de magia ceremonial o agua bendita pudiera sanarlas. De no ser así, ellos eventualmente iban a morir. Podía notar que el sangrado constante los estaba debilitando.

“Raphtalia, debemos llevarlos al centro de tratamiento de la aldea,” dije.

“Por supuesto,” respondió Raphtalia.

“Naofumi. Ellos estarán bien, ¿cierto?” preguntó Melty.

“Los sanaremos, no te preocupes,” le aseguré. “¿Puedes por favor ir a buscar a Rat y Holn?”

“Claro,” respondió Melty. Llevamos a la Sombra y el monstruo de la especie Raph al centro de tratamiento de la aldea y comenzamos su tratamiento. Rat y Holn llegaron rápidamente y se unieron a mí en el análisis de las heridas de la Sombra.

“No estoy viendo muchas señales de una aburrida maldición,” admitió Holn.

“En efecto,” estuvo de acuerdo Rat. “Es más como si las heridas estuvieran configuradas para permanecer abiertas. Creo que su condición podría ser incluso peor si no fuera por las propiedades de la magia de sanación del Archiduque.” Los análisis de Holn y Rat revelaron que el tratamiento incorrecto tendría el efecto contrario, y por lo tanto debía ser evitado. La razón por la que mi magia no había empeorado las cosas era porque yo no podía atacar. Sin embargo, viendo que yo era incapaz de atacar, la magia de sanación en cambio solo fue suprimida. No estaba seguro si debía estar feliz o muy deprimido ante este nuevo giro en mi fisiología. Al menos había evitado que la Sombra y el monstruo de la especie Raph empeorasen.

“Toda esta configuración es bastante molesta,” murmuró Holn. “No creo que Piensa tenga acceso a tecnología como esta.”

“En el futuro hay una maldición que impide la sanación… pero nada parecido a esto,” admitió Rat.

“El diagnóstico es una cosa. Pero ¿hay alguna forma de solucionarlo?” pregunté.

“Tal vez de una forma limitada,” dijo Holn. “Podrían sanar si las heridas fueran llenadas completamente.”

“Cazos como ese fueron viztos en la información que reuní… Las heridaz simplemente se hacían más profundaz,” reportó la Sombra. Él había estado recolectando información de nuestros enemigos, y parecía que eso había incluido información de las demás víctimas. No pude hacer más que maldecir. Cada tratamiento que había pensado probablemente tendría el efecto opuesto.

“Podríamos tratar de usar fluidos sanadores como los de un tanque de cultivo,” sugirió Rat. “Veamos si eso ayuda.” Ella sacó un tubo de ensayo desde el tanque de cultivo y colocó un poco sobre una de las heridas de la Sombra. Salió humo con un sonido de evaporación, algo de sangre, y la herida se hizo más profunda. “Eso está teniendo el efecto opuesto,” dijo ella, rápidamente deteniéndose.

“Me rehúso a creer que algo es imposible de sanar. Eso suena como algo irreal,” dijo firmemente Holn. Ciertamente a mí también me sonaba irreal—como un arma de un antiguo mito en la Tierra que causaba heridas que nunca sanarían. “Podríamos ser capaces de sobrescribirlo con un trasplante de células. Aunque esto es bastante complejo, así que no estaría sorprendida de que eso también sea bloqueado,” continuó ella. Era casi como si la hermana de S’yne y su organización estuvieran aquí trabajando en Piensa. Estábamos en el pasado, así que en realidad podrían estarlo…

“¿Tienes alguna otra idea?” pregunté. Si las heridas en sí no podían ser sanadas, tal vez podíamos tratar el área a su alrededor. Pero incluso poner un trasplante de piel encima probablemente no iba a funcionar.

Entonces recordé cómo Kizuna había salvado a la modificada Tsugumi y acabado con el poder de uno de los renacidos.

“Raphtalia,” dije. Ren y S’yne también estaban aquí, mirando con preocupación, pero creía que lo más rápido era pedírselo a Raphtalia.

“¿Si?” preguntó ella.

“Trata de cortar sus heridas con la Katana 0,” le dije.

“¿Está seguro?” preguntó ella después de una pausa.

“Las armas 0 no tienen poder de ataque. También son lo único en lo que puedo pensar que podría funcionar contra un estado alterado tan repugnante como este,” dije. Esto parecía ser tan injusto o irregular como cualquier cosa que habíamos visto hasta ahora. Las armas 0 parecían existir para combatir esa clase de injusticia.

“Lo intentaré,”dijo Raphtalia. Ella desenfundó su katana, cambió ala Katana0, ydeslizó la hoja sobre las heridas de la Sombra. Él gruñó, tratando de soportar el dolor. Algo parecía estar funcionando. Tal vez eso era todo lo que necesitábamos hacer.

“Sanación Veloz,” dije, aplicando algo de magia de sanación a las áreas que Raphtalia había tratado. Pero no parecía haber ningún cambio importante, y la sangre comenzó a brotar de nuevo.

“No puedo creerlo,” dijo Raphtalia.

“Incluso las armas 0 no pueden ayudarnos,” murmuré. Tal vez esto no era una irregularidad.

“Esto es extremo,” estuvo de acuerdo Rat.

“Debo admitir que incluso mi impresionante cerebro no parece llegar a un tratamiento,” dijo Holn. “¿Tal vez podría crear unos homúnculos y transferir sus almas?”

“¿Y puedes hacer eso a tiempo?” pregunté.

“Yo todavía tengo… un poco de tiempo. Todavía no eztoy… muriendo,” dijo débilmente la Sombra. Probablemente no en los próximos minutos, pero con todo ese sangrado, me sorprendería si duraba dos días. Tal vez deberíamos usar ese tiempo para invadir Piensa y encontrar al responsable de esto.

“Holn, ¿tu idea funcionará a tiempo?” pregunté una vez más.

“Una petición compleja. Incluso si cultivo las células a un ritmo abrumador… no podemos estar seguros de que ellos no hayan previsto esto,” admitió ella. Holn normalmente se mostraba muy confiada, así que la vacilación en sus respuestas me sorprendía mucho. Eso me decía lo complicado que era esto. El único que podía remover esto era quien lo había causado, pero ¿quién sabe qué pediría a cambio?

“Naofumi…” Meltymiró hacia mí. Sus dos manos estaban presionadas juntas como para una plegaria. Si permitíamos que Piensa invadiera, podríamos ser capaces de salvar a la Sombra y el monstruo de la especie Raph. Nos retrasaría la búsqueda de una forma de volver al futuro—en efecto, podía prevenirlo completamente. Pero esa no era razón suficiente para descartarlo.

“Héroe del Ezcudo. Usted no debe aceptar el mal de Pienza… por mi bien,” dijo la Sombra. El monstruo de la especie Raph también chilló, ambos sacudiendo sus cabezas.

“Todavía hay tiempo. Ahora entiendo cómo se zentía la reina… lo entiendo dolorosamente. Al menoz tengo algo de tiempo antez de dar mis palabras finalez.”

“Raph,” logró decir el monstruo de la especie Raph.

Pero tomé una decisión después de perder a Atla, y esa era salvarlos a todos, y poder darle la cara a Atla. Pase lo que pase, tomé la decisión de no perder a nadie más. Sea cual sea el costo, yo quería protegerlos a todos. Apreté mis puños con fuerza, suprimiendo la necesidad de gritar. En ese momento escuché una voz.

“¿Estás seguro?”

No era una voz que hubiera escuchado antes, pero al mismo tiempo se sentía vagamente familiar. Era un poco parecida a la mía, pero al mismo tiempo no la misma. No tenía idea de quién era. Podría estar viniendo del escudo, o simplemente podría estar dentro de mi cabeza.

La pregunta que la voz me hizo era más importante que quién estaba hablando.

Por supuesto, yo estaba seguro. Habíamos tenido menos contacto con la Sombra desde la resolución del problema con la Iglesia de los Tres Héroes, pero él aun así había hecho mucho en nuestra ayuda. Aquí en el pasado, él había reunido información de Piensa y ayudado a Melty con su trabajo. Además, estaba seguro de que él había hecho mucho más a favor de nuestra causa. No quería perder a alguien que había ayudado tanto.

“Este podría ser un camino cubierto de espinas. Podría no haber vuelta atrás. ¿Aun así no lo lamentarás?”

Yo estabainmutable. Ya había tomado midecisión. No había vuelta atrás. Si podía salvar la vida de mis aliados, haría lo que fuera necesario.

“Entonces debo responder a tu resolución.”

Por un momento se sintió que la voz se había hecho más fuerte.

“… olvidado por… hacia el Territorio 0.”

¡Origen de 0 ha cambiado! ¡Se convierte en Territorio 0: Nivel Superior!

Ataque -1.

Fortalecimiento de la velocidad de la magia.

Muro Defensivo Dimensional Reverso (débil) aprendido.

Todo eso apareció en mi ventana de estado. Al mismo tiempo, una forma de sanar estas heridas… una fórmula mágica también apareció en mi mente.

“¡Negro translucido, vomitando hacia adelante para crear la nada! ¡Permíteme guiar ese poder y pedir una realización!” recité.

“¿Naofumi-sama?” preguntó Raphtalia, perpleja.

“¿Ha ocurrido algo?” le preguntó Holn.

“No estoy segura. Sentí algo proveniente de Naofumi-sama,” respondió Raphtalia. Yo estaba maldiciendo en mi interior. Este encantamiento era increíblemente difícil. No era del estilo rompecabezas normal, y la Dragona Demonio tampoco estaba ayudando. Era como sacar peces de un estanque que había sido agregado al estilo normal de rompecabezas; las piezas eran los peces, pero yo no tenía más que una simple membrana para recolectarlos todos.

“Yo, el Héroe del Escudo, le ordeno a los cielos y la tierra corregir todo el orden y regresar el pus a la nada…” intenté una vez más, pero eso tampoco funcionó. No parecía importar cuántas veces fallara, pero cada una de ellas estaba incrementando el tiempo hasta que la magia fuera activada. ¡La dificultad de esto era demasiado alta! Pero eso no iba a detenerme.

“¡Le ordeno a la fuente de todo el poder! ¡Erradica esta maldita plaga de estas víctimas de la irregularidad! ¡Sanación Veloz Cero Total!” Finalmente lo conseguí. Con un sonido de crujido, se sentía como si todo el poder mágico estuviera siendo drenado de mis dedos.

“¿Alguna clase de encantamiento? ¿Acaba de decir Cero?” murmuró Raphtalia. Incluso mientras ella lo hacía, lo que se veía como una distorsión del propio espacio apareció desde mi mano y voló hacia las heridas de la Sobra y el monstruo de la especie Raph. La magia que yo había liberado los atravesó, viajó alrededor de sus heridas, y después desapareció en el aire momentos después. Después de terminar el encantamiento, colapsé en el acto, tal vez incluso perdí la consciencia por un momento.

“¿¡Naofumi-sama!?” exclamó Raphtalia. Ella rápidamente se movió para apoyarme, evitando que yo golpeara el suelo. Yo gruñí. “¿¡Está bien!?”

“Sí, estoy bien,” logré decir. “Solo perdí el conocimiento por un momento. Falta de poder mágico.”

“Nunca antes había visto que le sucediera eso, Naofumi-sama,” dijo con preocupación Raphtalia.

“¿Qué clase de magia acabas de usar?” preguntó Holn.

“Yo también me pregunto lo mismo,” respondí. “Una magia que básicamente solo apareció dentro de mi cabeza.” Yo estaba más preocupado por la extraña nueva habilidad que había aparecido: Territorio 0: Nivel Superior. También había un valor a su lado: 3%. “¿Qué hay de la Sombra?” pregunté.

“No estoy viendo ningún cambio real,” reportó Rat. Tomé algo de agua mágica para tratar de recuperar mi poder mágico. Todavía estaba lejos de estar completamente sanado, pero al menos había desaparecido el letargo. ¡Realmente esperaba que hubiera sido más que solo un desperdicio de poder mágico! Traté de usar algo de magia de sanación sobre la Sombra una vez más. Esta vez las heridas se cerraron de inmediato.

“¡Oh, vaya!” dijo Rat.

“¿Qué fue lo que hiciste?” preguntó Holn. “Yo ni siquiera estaba cerca de descubrir la forma de sanarlos.”

“Yo tampoco lo sé,” respondí. “Holn, esa hoja que me diste y la cual absorbí con mi escudo me proporcionó una cierta habilidad. Bueno, esa habilidad acaba de evolucionar para permitirme usar esa magia.” Yo no entendía por qué, pero por ahora simplemente podíamos celebrar el éxito en el tratamiento de estas heridas incurables. “Sanaré el resto de ellas.”

“Héroe del Ezcudo… muchas gracias,” dijo la Sombra. El monstruo de la especie Raph también me agradeció.

“No necesito más agradecimientos. Sanen esas heridas y recuperen su fuerza,” les dije.

“Entendido,” respondió la Sombra.

“Creo que también necesitamos entrenarte. Ayudarte a mantenerte en la batalla,” le dije. Él era bastante fuerte, pero no habíamos aplicado cosas como el método de incremento de poder del látigo exhaustivamente. Necesitaba asegurarme de estar recompensando acordemente a aquellosqueme estaban ayudando. Nuestros enemigos no tenían piedad. Ellos usarían cualquier medio que tuvieran a su disposición para herirnos y matarnos. Quería asegurarme de que él fuera capaz de sobrevivir a la próxima situación como esta.

“Por favor no me exija demaziado,” dijo la Sombra. “¡Puedo recompensarlo transformándome en Raphtalia y diziendo cozas que ella normalmente no le diría!”

“¡Acabas de ser salvado de una muerte segura! ¡No vuelvas a golpear las puertas de la muerte tan pronto!” dije. Me pregunto de dónde venían estos chistes suyos. Tal vez él solo estaba tratando de disminuir la tensión. “En fin, parece que tenemos que lidiar con problemas nuevos.” Internamente, ya estaba molesto por todo esto. Apliqué magia de sanación a la Sombra y el monstruo de la especie Raph una vez más y después decidí qué hacer a continuación. Tendríamos una reunión con Mamoru y sus aliados. Esto iba a retrasar nuestro viaje al santuario.

***

Mamoru y sus aliados habían escuchado del ataque y vinieron a discutirlo. Yo estaba explicando todo en el comedor de la aldea. Escuchar acerca de esta nueva amenaza de su enemigo Piensa había creado una atmosfera sombría en la habitación.

“Ataques que solo Naofumi puede sanar,” murmuró Mamoru, cruzándose de brazos.

“Al menos tenemos una forma de sanarlos,” comentó Melty.

“No es algo que pueda usar repetidamente. Requiere demasiado poder mágico,” dije. No íbamos a llegar muy lejos si yo colapsaba cada vez que tenía que usarla. Y además tomaba mucho tiempo activarla.

“Me pregunto cómo lo están haciendo… ¿tal vez un efecto imbuido o algo especial en los materiales?” Ren comenzó a analizar las cosas desde la perspectiva de un herrero. Nosotros no habíamos visto nada parecido en el futuro. Era un ataque tan poderoso que incluso Holn no pudo idear una forma de sanarlo inmediatamente.

“Si pudiéramos obtener una de las armas que lo causan, o traer a alguna de las víctimas aquí y realizar algunos aburridos experimentos, yo podría ser capaz de descubrir cómo lidiar con ello,” dijo Holn. “El único problema es que no puedo garantizar las vidas de esos sujetos de prueba.” La medicina había sido construida con una base de incontables experimentos y sacrificios. Holn nos estaba haciendo saber que incluso ella podría no ser capaz de lidiar con algo tan malvado sin tales sacrificios.

“No ser capaz de sanarlas las hacen parecer como alguna clase de armas míticas,” reflexionó Mamoru. Yo había estado pensando lo mismo. Había muchas armas como esa en la mitología.

“Así es. Hay muchas armas con leyendas como esta en nuestro mundo,” estuve de acuerdo con él. Algunos ejemplos famosos que recordaba de la mitología celta era la Fragarach y Gae Bolg. Después estaba la Harpe en la mitología griega. Este era un mundo con muchos elementos como los de un juego. No sería extraño que tuviera armas con propiedades míticas o legendarias. Tal vez la razón por la que la Serie 0 no había logrado anular los efectos era porque en realidad no eran extrañas para este mundo.

Una cosa que era fácil de entender acerca de esta maldición que prevenía la magia de sanación era que la única forma de lograr algo tan malvado era a través de una manufactura cuidadosa. Había una forma de arreglar el daño, pero era muy difícil de hacerlo.

“También existe la posibilidad de que ellos encontraran el arma en algunas ruinas o algo así,” dije. A pesar de que nosotros no las habíamos encontrado en nuestro mundo, aparentemente había poderosas armas en este mundo que podían rivalizar con las armas sagradas o vasallas. Eso me recordó la que Ren había encontrado en el santuario filorial. Recuerdo que se llamaba Ascalon. Si aquí había una famosa espada mata dragones, todo era posible. Incluso podría haber cosas a las cuales los héroes le habían creado réplicas. “Sin embargo, el momento parece un poco sospechoso.” Si ellos tuvieron esto bajo la manga todo el tiempo, parecía extraño que hubieran esperado hasta ahora para usarlo. Era más que solo usarlo debido a que estaban contra las cuerdas.

“Melty, ¿la Sombra dijo algo más?” pregunté.

“No. Solo que ellos repentinamente desplegaron esta clase de arma,” reportó Melty.

“Parece que hay alguien detrás de escena entregándole todo esto a Piensa,” reflexioné.

“Eso suena probable. ¿Entonces qué hacemos? ¿Realizar un ataque?” preguntó Melty. Miré hacia Natalia, a quien debíamos considerar por su papel de pacificadora.

“Admito que esto es extraño. Pero es demasiado pronto para atacar a Piensa. Si no están usando armas de héroe, entonces no puedo cooperar con desplegar héroes para destruirlos,” dijo firmemente Natalia. Ella estaba respondiendo estrictamente como pacificadora. Su postura de que el poder de los héroes no debía ser usado para los conflictos seguía igual. “Si aquellos aparte de los héroes quieren luchar, ya sean de Piensa o Siltran, entonces son libres de hacerlo.”

“Y la excepción sería si alguien más está detrás de todo esto, y si el Héroe del Arco de Piensa de alguna forma estuviera involucrado,” confirmé. Natalia asintió en respuesta. Así que, si la tecnología había avanzado hasta el punto de que ellos podían atacar sin usar el poder delos héroes, Natalia no podríainvolucrarse. Eso deverdad me hacía enojar. “Nosotros matamos a uno de los causantes de las olas,” dije, apretando mis dientes. “¿Qué están pensando al atacarnos de esta forma? ¿Acaso no quieren la paz mundial?”

“Para Piensa, nosotros somos quienes estamos en el camino para lograrla—su propia visión de lo que es la paz mundial,” dijo Natalia. Ellos creían que Piensa era el centro del mundo y un ambiente en el cual todos les obedecían era la verdadera paz. Eso les había funcionado hasta ahora. Ellos parecían tener la justicia de su lado y por lo tanto la usaban para su conveniencia. Nuestra aparición y subsecuente intervención había arruinado sus planes. Pero yo aún no entendía por qué ellos dejarían su justicia de lado para lanzar un ataque frontal usando este nuevo tipo de arma.

“Así es. Ellos han estado atacando otras naciones, diciendo que Siltran es la causa de todos estos problemas al acaparar para sí mismo la fuerza para derrotar a las olas,” agregó Melty. “Ellos están apostando todo en derrotarnos—después de eso pueden tergiversar las cosas como les plazca.” Ellos realmente eran como Melromarc en el futuro. Tal vez solo era la naturaleza humana priorizar la propia autoridad sobre cosas como las olas. La época no importaba; siempre había países así. Yo estaba feliz de saber que Piensa sería aniquilada en el futuro—se restauraría el orden natural. Pero considerando que las raíces de esa misma nación se convertirían en Melromarc también me ponía triste. Los propios ancestros de Melty podrían estar en Piensa ahora mismo. “Diré lo que todos aquí están pensando,” continuó Melty, mirando hacia Natalia y yo. “Aquellos que se hacen llamar Dioses están detrás de esto. ¿Cierto?”

“Eso parece muy probable,” estuvo de acuerdo Natalia. “Pero no podemos hacer mucho sin una prueba contundente.”

“En efecto, y sería difícil obtener tal prueba,” se lamentó el Dragón de Agua. El dragón miró hacia mí y asintió, agregando, “Tú estás lleno de violencia. Contrólate.” Me pregunto si yo realmente estaba tan enojado. Yo no sentía estar exudando violencia. Ni siquiera sentía estar de mal humor.

Volvamos al problema entre manos. Estábamos lidiando con la clase de escoria que usaría en cualquier momento un enfoque indirecto. La aparición de estas nuevas armas mortales en el momento perfecto parecía ser la prueba que necesitábamos. Pero si los acusábamos ahora mismo, ellos negarían todo. Incluso si borrábamos del mapa a Piensa, aquellos detrás de todo esto simplemente harían lo mismo con otro país. Lo importante aquí era… mantener a Piensa bailando a su ritmo mientras atraíamos a aquellos jalando de los hilos y acabábamos con ellos. Era fácil decirlo, pero no teníamos ideas para lograr un plan que lo vuelva realidad. Este iba a ser un problema difícil de resolver.

“Todavía hay formas de lidiar con Piensa,” dijo Melty. “Puede que tengan nuevas armas poderosas, pero ellos todavía necesitan herirnos con ellas. Podemos enviar a nuestros combatientes más poderosos que no son héroes en una incursión, obtener algunas de las armas, e idear un plan de tratamiento.”

“Ese parece ser el mejor enfoque,” estuve de acuerdo. “Tomar sus armas y usarlas en su contra. No sabemos lo que harán a continuación aquellos detrás de todo esto, pero puedes apostar que actuarán en algún momento,” dije. Todo esto era una verdadera molestia. Estaba comenzando a sentir los mismos niveles de irritación que con Perra. “¿Podemos ir hacia Piensa solo para hacer un reconocimiento? No vamos a pelear una guerra ahí, así que estaría bien, ¿no?” le pregunté a Natalia. Ella no dijo sí o no, solo cerró sus ojos. Parecía habernos dado luz verde. Ella simplemente no quería ser demasiado abierta al respecto.

“¿Quéhaydela justificación quedio originalmentePiensaacercadeocupar el santuario? No seremos capaces de hacer ningún movimiento mientras estemos en reconocimiento,” dijo Mamoru, preguntándole a su aliado teriántropo de cabra y Melty.

“Ellos siguen con esa postura,” dijo Melty. “Domésticamente, están diciendo que, si pueden ocupar el santuario, los héroes tendrán que obedecerlos, yque con eso podrán superar las olas.” La oveja agregó su propio beee de afirmación. Era interesante que Piensa siguiera tan obsesionado con este santuario. Me pregunto qué razón especial pueden tener para eso— una razón que hacía más importante para ellos obtener el santuario que incluso al vecino Siltran.

“La información obtenida por la Sombra sugiere que ellos han enviado una pequeña fuerza de élite hacia el santuario,” reportó Melty.

“Bien. ¿Y cuánto tiempo le tomará a Piensa llegar hasta Siltran?” pregunté.

“Tendremos algo de tiempo mientras ellos tratan de llegar a las otras naciones. No creemos que vayan a atacar de inmediato,” supuso Melty.

“El campo de batalla será peligroso, pero tal vez aquellos que no son héroes deberían ir,” reflexioné.

“Luchar es una cosa, Naofumi, pero ¿qué pasa si las personas salen heridas?” preguntó Melty. Yo era el único que podía sanar esas heridas. Me congelé al pensar en la idea de alguien de la aldea siendo herido o muriendo en batalla. Si dábamos el primer paso, podríamos aplicar la mano de la justicia sobre ellos.

“Si soy totalmente honesto al respecto, me gustaría aplastarlos y seguir adelante. No necesitamos una gran yprolongada guerra,” dije. En ese momento Mamoru levantó su mano.

“A mí me gustaría hablar con el Héroe del Arco de Piensa,” dijo Mamoru. “Preguntarle si él realmente está bien con usar estos inmorales planes suyos y si realmente deberían o no estar usando métodos como estos, incluso en tiempos de guerra.”

“Si esta solo fuera una guerra de tecnología, probablemente tendríamos las de perder, pero en cuanto a la sincronización, esto es demasiado sospechoso,” dije. “Si todos los héroes abandonan Piensa, eso cambiaría la dirección en la que sopla el viento.” Enviar héroes a la guerrano estabapermitido. Elloseran, desde cierta perspectiva, armas dedestrucción masiva. Los conflictos en esta época se trataban de usar estas cartas del triunfo sin en realidad usarlas de inmediato. Pero ¿qué tal si nuestro enemigo no tenía ninguna carta de héroe en su baraja, solo algunas nuevas armas poderosas? Sin la justicia de su lado, Piensa caería al nivel de un enemigo sediento de poder que necesitaba ser derrotado.

Esa estrategia dependía de ser capaces de traer a nuestro lado al Héroe del Arco. No iba a funcionar si él era como Itsuki solía ser. Pero durante la invasión previa, él se había abstenido de la batalla. Había una buena probabilidad de que pudiéramos convencerlo.

“Necesitamos que una fuerza de ataque se dirija a Piensa y que una fuerza de defensa proteja el santuario,” resumí.

“Eso es correcto,” confirmó Melty.

“Déjame la infiltración a mí,” dijo Mamoru. “Pero si tienes a alguien que pueda ayudar, definitivamente nos vendría de ayuda.” ¿Alguien bueno para la infiltración? La Sombra ya tenía una misión.

“Naofumi-sama,” me dijo Raphtalia. “Creo que yo sería adecuada para la infiltración.” Ella era de una raza hábil en el uso de ilusiones y magia de ocultamiento. Desde una perspectiva de habilidades, Raphtalia era la mejor para la tarea.

“No estoy seguro…” dije. La verdad no quería enviarla a territorio enemigo cuando esos enemigos tenían armas tan mortíferas.

“No voy sola. La especie Raph me estará ayudando,” me tranquilizó Raphtalia.

“Eso no es todo,” dijo Rat. “Incluso si no podemos lidiar con las heridas, podemos pensar en formas de evitar esos ataques. Podría ser capaz de fabricar algunas bioarmaduras de un solo uso, basándome en el cuerpo de Mikey que Holn modificó.”

“Eso suena prometedor,” estuvo de acuerdo Holn. “Haré que se vea como una túnica o algo así. Cuando sea atacada puede hincharse y prevenir que el ataque cause daño.”

“Suena conveniente,” dije. “¿Esa cosa tiene múltiples cuerpos?”

“Tiene rasgos de limo, lo cual quiere decir que se replica mediante una fusión corrosiva,” explicó Holn. Me pregunto si yo supuestamente debía entender eso. Por un momento imaginé a un poderoso limo, absorbiendo a su presa, consumiéndola, e incrementando su masa como resultado. Parte de ese limo entonces podía ser convertido en una túnica. Probablemente sobreviviría un ataque.

“Mikey también puede usar ilusiones y ocultamiento, debido a su herencia de la especie Raph,” continuó Rat. “Él debería ser bastante adecuado para la infiltración.”

“Yo también iré,” dijo Natalia, levantando su mano. Natalia era tanto una pacificadora como un héroe y podía hacer básicamente las mismas cosas que Raphtalia, así que debería estar bien. “Necesito comprobar con mis propios ojos si el Héroe del Arco se ha salido del camino. Su prioridad tiene que ser proteger este mundo de las olas, así que necesito asegurarme de que él no está involucrado en esta estúpida guerra de Piensa.”

“¡Dafu!” dijo Dafu-chan. Parecía ser que la Emperatriz Celestial del Pasado (la futura Natalia) la estaba alabando. Este era un momento de gran tensión, pero Dafu-chan parecía estar ignorando eso completamente.

“¿Heridas infligidas por una maldición y que no pueden ser curadas?” dijo Filoria con una sonrisa. “¡Qué desarrollo tan interesante! ¡Voy a enviar a las profundidades del infierno a todos aquellos que usen medios tan retorcidos!” Ella de nuevo estaba en su propio mundo. “¡Mamoru! ¡Un verdadero héroe no puede restarse de esto! ¡Los héroes deben dar el ejemplo!”

“Filoria… tienes razón. Comencemos haciendo contacto con el Héroe del Arco,” respondió Mamoru. Este parecía ser el momento para compartir la información que me había dado la Emperatriz Celestial del Pasado anoche y proponer una exploración completa del santuario.

“Bien. Dejaremos que Mamoru se haga cargo de la infiltración de Piensa, y todos los demás irán a este santuario que ellos tanto quieren y pondremos la justicia de nuestro lado,” dije. La suposición de Piensa era que los héroes se reunirían en el lado que tuviera el santuario. Si Siltran tomaba el santuario, entonces Piensa probablemente diría que no contaba porque Siltran era un país malvado.

“Esa no es la clase de lugar para ser usado en estos juegos,” dijo Mamoru. “pero supongo que vale la pena que des un vistazo, Naofumi.”

“¡Bien, Mamoru! ¡Deja Piensa a Filoria y su grupo de Valientes Oscuros! ¡Y tú lleva a Naofumi ysus aliados a conocer a las personas del santuario!”dijo en voz alta Filoria. Natalia frunció el ceño inmediatamente; tal vez sería mejor no incluirla en los Valientes Oscuros.

“¿Las personas del santuario?” pregunté.

“Así es. Los ancestros de aquellos que actuaron como aliados para los héroes originales todavía viven en las cercanías del santuario para proteger el lugar. Hombres lagarto, uhnte jimna, y razas como esas,” explicó Mamoru.

“Ren.” Eclair escogió este momento para hablarle al Héroe de la Espada.

“¿Qué?” respondió él.

“Me estoy interesando en este santuario. ¿Puedo ir contigo?” preguntó ella.

“Naofumi, ¿qué opinas?” me preguntó Ren.

“No necesitabas preguntarle a él. Solo pregúntame a mí,” dije. Fue un desperdicio de tiempo. Supongo que desde la perspectiva de Eclair, Ren era el más abordable de nosotros dos. “¿Tienes algo en mente?” pregunté.

“Tal vez algo personal. Como la Reina Melty o la anterior reina,” dijo Eclair. Esperé un momento. “El guerrero que era la mano derecha de mi padre… me contaron que él era el último descendiente directo de los hombres lagarto quienes eran aliados del Héroe del Escudo. Desafortunadamente, él cayó junto a mi padre, protegiendo a las personas durante la primera de las olas.”

“¿Él era alguien importante para ti?” pregunté.

“Sí, alguien a quien respetaba como un guerrero y un maestro. Él con frecuencia me cuidaba cuando mi padre estaba ocupado y es la razón de que yo tenga tal compasión por los semi-humanos. Mi padre lo ayudó a formar su propia familia. Solo puedo presumir que… ellos también murieron…” dejó de hablar Eclair. Hubo un momento de silencio. Esa de seguro era una historia triste. Podía entender por qué ella podría querer conocer a otros de su raza. Yo había sido llenado de malicia hacia Ruft cuando él envió a sus lacayos a atacar Lurolona, pero después aprendí queél solo erauna decoración—básicamenteun prisionero— y había comenzado a querer salvarlo.

“Hay un portal ubicado cerca del santuario,” dijo Holn.

“Entonces no hay tiempo que perder. Bien. Eclair, Ren, ustedes vienen conmigo,” dije.

“Se lo agradezco,” dijo Eclair.

“Entonces iré contigo a revisar el santuario, Naofumi…” dijo Ren.

“¡Dejen la defensa de este país en mis manos!” dijo Fohl, levantando sus puños. Esta era la tierra que eventualmente se convertiría en Siltvelt, así que podía entender las ganas de Fohl de protegerla.

“No corras grandes riesgos, ¿bien? ¡Todos los demás de la aldea, eso también va para ustedes! ¡Si ven cualquier arma sospechosa que podría ser de un tipo nuevo, no dejen que les dé! ¿Entienden?” grité. Hubo gritos de afirmación en respuesta.

“¡Puedes apostarlo, Nii-chan!” respondió felizmente Kiel. Yo todavía no estaba seguro de que ella hubiera superado su trauma, pero Kiel y los demás tendrían un papel importante a la hora de repeler el ataque de Piensa. No teníamos justificación suficiente para que los héroes pudieran luchar. Eso era una molestia, pero solo seríamos capaces de actuar si ellos jugaban primero su carta del héroe.

Melty se puso de pie y también habló. “Yo también estoy interesada en el santuario. Ruft, ¿qué hay de ti?” preguntó ella.

“Yo también voy. Quiero estar listo para luchar, sin importar dónde estalle la batalla,” dijo él.

“Bien. Naofumi, es hora de irnos,” dijo Melty.

“En marcha,” estuve de acuerdo con ella. Finalizamos nuestra reunión y tomamos caminos separados para prepararnos para el conflicto por delante.