Tate no Yuusha no Nariagari (NL)

Volumen 22

Capítulo 7: El Origen De La Emperatriz Celestial Del Pasado

Regresamos al castillo de Siltran y les hicimos saber a Melty y los demás que Natalia había sido seleccionada como la Heroína del Martillo de las armas vasallas.

“¡Ha nacido un nuevo Valiente Oscuro! ¡Blande ese poder de la oscuridad con desenfreno, oh pacificadora caída!” gritó Filoria desde el costado. Natalia levantó su martillo y dio un paso al frente, pero después se detuvo.

“¡Oye, Filoria! ¡No la molestes demasiado!” intervino Mamoru para advertirle.

“Parece tener sentido… pero no será fácil,” dijo Ren, mirando hacia Natalia con simpatía.

“¿Por qué el poder siempre elige a aquellos que no lo desean?” se preguntó Raphtalia, también con una mirada de simpatía en su rostro.

“¡Oh! ¡Me gusta esa frase!” respondió Filoria. Yo también creía que era buena.

“¿Por qué estoy siendo contada dentro… de estos individuos tan singulares?” se quejó Natalia. No me agradaba su tono. Ella claramente estaba usando singulares como un término despectivo. Y si todos los héroes eran singulares, eso me incluía a mí. No me agradaba eso en lo absoluto.

“Eso es bastante grosero hacia los espíritus de las armas sagradas y vasallas,” comenté. Yo tenía mis propias preguntas acerca de cómo los espíritus escogían a sus héroes, pero no me sentía igual que la pacificadora. Ella probablemente odiaba todo el mundo en este momento. Le daría algo de tiempo para acostumbrarse. “En cualquier caso, esto le da ventaja a Siltran. La amenaza de una invasión de Piensa ha sido totalmente aplastada.” Piensa solo tenía al Héroe del Arco. No parecía que ellos tuvieran al Héroe del Carruaje.

“Es cierto,” dijo Mamoru. “No esperaba que las cosas avanzaran así de rápido.” Estaba de acuerdo con ese sentimiento. Ahora seríamos capaces de tomarnos nuestro tiempo y buscar una forma de regresar al futuro. “Deberíamos seguir reuniendo las armas y fortalecerlas, ¿no creen?”

“Suena bien,” dije. “Reunirlas no es suficiente—también tienen que ser poderosas.”

“Ella ya se ve bastante poderosa,” reflexionó Mamoru. “Probablemente no necesitamos preocuparnos tanto.” Mientras charlábamos, Natalia repentinamente volvió en sí misma y miró hacia arriba.

“Esperen un momento. Ahora que he sido escogida como la portadora del martillo de las armas vasallas, ¿qué hay del martillo que se me entregó el otro día?” preguntó Natalia.

“Hay restricciones. No serás capaz de usarlo,” dije.

“Así funciona esto,” estuvo de acuerdo Mamoru. Después de que alguien era escogido como héroe por un arma sagrada o vasalla, solo podía usar esa arma en combate. Eso quería decir que Natalia ya no podía usar el martillo que Holn le había dado. Holn asintió al escuchar esto.

“Honestamente hablando, preferiría que tú lo uses en combate, pero eso ya no es una opción,” dio Holn.

“Ah, si ella no puede usarlo, tal vez yo pueda,” sugirió Ruft.

“¡Tienes que estar bromeando! ¡No le entregaré ese martillo a nadie!” respondió inmediatamente Natalia. Ella realmente no quería que nadie escuchara lo que decía.

“Incluso si ella no puede usarlo como un arma, de seguro podría solo mantenerlo en su espalda. Pero suena como un gran desperdicio,” admití.

“El arma todavía obtendrá la información que necesito,” respondió Holn. “Debería aprender sus técnicas.” Si Holn lo decía, entonces tenía que ser cierto.

“¡No voy a dejar que nadie toque este martillo!” gritó Natalia, todavía furiosa. “¡Y algún día voy a matar a esa malvada alquimista!” Parecía que ella estaba tratando de calmarse concentrando todo su odio en Holn.

“Espero que ella no permita que su enojo la supere, Naofumi-sama,” dijo Raphtalia. Lo que quiso agregar Raphtalia ahí fue un como usted. Comencé a pensar en eso. Dependía de si Natalia odiaba a Holn tanto como yo a Perra. Ellas parecían ayudarse mutuamente, así que su relación no podía ser tan mala.

“¡Dafu, dafu, dafu!” rugió Dafu-chan, aparentemente contagiándose de la ira de Natalia. Pero su estallido solo la hizo ver más linda a mis ojos.

“Solo escucharás todos esos malhumorados cometarios al principio. Una vez que esté terminado, debería ser un excelente martillo,” comentó Holn.

“Espero que tengas razón,” dijo afiladamente Natalia. Y así, le dimos la bienvenida a Natalia como la Heroína del Martillo. Tenía la impresión que ella preferiría desaparecer, pero su nuevo deber no se lo permitiría. Ser un héroe era de lo peor. Se sentía como si algunos de estos espíritus—solo algunos de ellos—se estuvieran esforzando mucho por divertirse con nuestras vidas.

***

La noche después de que Natalia fue seleccionada como un héroe, yo estaba solo en mi habitación, dibujando algunos bosquejos de accesorios y elaborando algo de medicina.

“¡Rafu!” dijo Raph-chan, entrando repentinamente.

“¡Dafu!” dijo Dafu-chan, acompañándola. Raphtalia estaba fuera de nuevo ayudando a Kiel y los demás con el tratamiento de sus traumas. No habíamos dormido en la misma habitación ya por un tiempo.

“Hola. ¿Ustedes dos quieren dormir en mi habitación esta noche?” le pregunté a mis dos visitantes. Raph-chan y Dafu-chan dormían en toda clase de lugares diferentes. Ellas habían estado ayudando a Raphtalia recientemente, así que con frecuencia dormían con ella.

“Dafu,” dijo Dafu-chan. Ella dio un paso al frente, se paró en dos patas, y después saltó hacia el aire. Con una nube de humo exagerada, ella tomó la forma de Emperatriz Celestial del Pasado.

“¿Mm? ¿Qué sucede?” pregunté, confundido por el cambio. Probablemente significaba que ella quería discutir algo conmigo. “No tomas esta forma con frecuencia. ¿Alguna razón en especial el día de hoy?”

“Toma una gran cantidad de tiempo cargar la energía para esta transformación, eh,” explicó la Emperatriz Celestial del Pasado. “Debí haber mantenido más para este propósito.” Eso lo explicaba. Técnicamente hablando, ella eramás fuerteque Sadina. Yo habríapreferido que ella luchara en las líneas frontales; la razón por la que ella no cambiaba a su forma humana con frecuencia era a causa del poder que consumía. Ese era un gran inconveniente.

“Parece que hay algo que quieres decir—y no tienes suficiente tiempo para decirlo,” bromeé.

“Tienes razón,” estuvo de acuerdo la Emperatriz Celestial del Pasado.

“¿Debemos hacer que Holn realice algunas modificaciones? ¿Incrementar tu tiempo de transformación?” continué.

“Sé que te gusta bromear,” dijo la Emperatriz Celestial del Pasado, frunciendo el ceño inmediatamente, “pero detente. Yo ya me veo como un extraño oso de peluche, eh. No quiero que las cosas empeoren.”

“Como digas,” la apacigüé. Yo ya había estado bastante seguro de esto, pero parecía que a la Emperatriz Celestial del Pasado no le caía muy bien Holn.

“Bueno, el tiempo de carga está mejorando—pero eso solo quiere decir que me estoy acostumbrando más a este cuerpo, eh,” se quejó la Emperatriz Celestial del Pasado. Parecía que ella podría ser capaz de transformarse con más frecuencia en el futuro. “Voy a ser breve incluso aunque tengo mucho que decirte.”

“Adelante,” dije. Me pregunto si ella había escogido a propósito un momento cuando Raphtalia no estaba aquí y qué podría significar eso.

“Primero, necesito explicar exactamente lo que soy,” comenzó ella.

“El ancestro de Raphtalia, ¿cierto? Y estoy suponiendo que Natalia,” intervine. “Pero ese martillo tuyo se parece mucho al que tenía Holn.” Todavía no teníamos idea de quién era en realidad esta Emperatriz Celestial del Pasado. Estaban Raphtalia, Natalia, y ella. Esa era toda la información que teníamos. “En la línea temporal original, ¿eso apareció después, y lo usaron para el experimento?” pregunté.

“No. La forma en que el martillo nació, eh, y su manufactura sin lugar a dudas es la misma,” dijo confiadamente la Emperatriz Celestial del Pasado.

“Lo cual significa que… ¿eres recuerdos residuales de Natalia?” supuse.

“Cerca, eh, pero no tanto,” respondió la Emperatriz Celestial del Pasado. “La respuesta es que yo fui formada a partir de ese martillo, pero más adelante en el futuro, cuando la transcripción de personalidad fue completada.” Esto quería decir que la Emperatriz Celestial del Pasado, también conocida como Raph-chan II, no era la propia Natalia, sino que había sido formada de un martillo que contenía una copia de su personalidad. “Puede ser debido a este inesperado viaje al pasado, y tal vez porque me estoy acostumbrando a ese cuerpo, pero mis recuerdos están comenzando a regresar. No se siente exactamente como si los estuviera recordando. Esto es… algo más,” explicó la Emperatriz Celestial del Pasado.

“Entiendo,” dije. Había estado esperando algunas pistas del futuro inmediato de la época en la que estábamos ahora, pero eso no sonaba prometedor.

“Puedo recordar un poco de lo que le pasó al martillo después de esto. Siempre fue sacado de Q’ten Lo como el armadel pacificador. Un oráculo usaríasus poderes parapermitir que el martillo tome su cuerpo y después castigar a héroes descontrolados o monstruos,” explicó la Emperatriz Celestial del Pasado. Eso sonaba como el truco que Shildina había usado cuando la conocimos. Así que la Emperatriz Celestial del Pasado fue la persona enviada de Q’ten Lo a solucionar las cosas. Entonces ella estaba destinada a luchar mucho. “Una vez que terminé mi vida como un arma sintiente, no hubo nada hasta que Shildina me despertó.”

“Entonces dime. ¿Crees que las olas han terminado en el futuro?” le pregunté. Ella miró hacia un lado mientras respondía.

“Puedo decírtelo… Puedo recordar luchar contra muchos nuevos enemigos a lo largo de los años de mi vida. Siempre había algunos como Makina dentro de ellos, pero no puedo estar segura de que siempre fueran los aliados de nuestro verdadero enemigo,” admitió ella.

“Ya veo.” Me acaricié el mentón mientras pensaba. Este viaje de regreso al pasado definitivamente era una irregularidad. Más y más cosas estaban apuntando a eso ahora mismo. Aún no teníamos ninguna respuesta concreta, pero aún se mantenía el problema principal—teníamos que regresar a nuestra época tan rápido como fuera posible. “Tampoco parece molestarte hablarle al Dragón de Agua. ¿Eso por qué?”

“Nunca me agradó. Él habla demasiado y contarle todo esto no va a cambiar las cosas,” dijo la Emperatriz Celestial del Pasado. Parecía que ella no lo soportaba. Él de todas formas no parecía saber mucho que pudiera ayudarnos. “Si les muestro esta forma, me preocupa afectar más a la Emperatriz Celestial de esta época… a la yo original, eh,” continuó ella. También entendía eso. Natalia no reaccionaba muy bien cuando era afectada. Ella todavía tenía que crecer mucho mentalmente. Natalia no seríacapaz de soportar el shock de descubrir que básicamente había un clon de sí misma dentro de las personas provenientes del futuro.

“Entonces resumiéndolo todo, eres un martillo con una copia de la personalidad de Natalia que proviene de más adelante en el futuro,” dije.

“Esa personalidad fue extraída del martillo y almacenada en un recipiente diferente, eh,” me corrigió ella.

“¿Y por qué dices eh todo el tiempo?” pregunté.

“No lo sé, eh,” respondió ella.

“Tal vez eres una mezcla de las personalidades de Natalia y Holn,” me aventuré. Holn tendía a decir aburrida cuando hablaba.

“Espero que ese no sea el caso, eh,” dijo la Emperatriz Celestial del Pasado. “Muy probablemente es solo porque estoy envejeciendo. Recuerdo que mis patrones verbales eran extraños antes de mi destrucción final, eh.”

“Entiendo. ¿Qué más necesitas decir?” pregunté, haciendo avanzar la conversación. Ahora sabía que esta era la Natalia del futuro, pero la versión humana de la Emperatriz Celestial del Pasado se veía tan parecida a una versión ligeramente mayor de Raphtalia que tenía problemas para lidiar con ella. “¿Vas a dar un discurso acerca de preservar la línea temporal? Tú eres quien mató a esa mujer zorro, así que no tienes derecho de regañarnos acerca de eso. Eso tuvo que haber sido un gran golpe a la continuidad espacio-tiempo,” dije.

“¿Eh? ¿Esa mujer zorro? No,” dijo monótonamente la Emperatriz Celestial del Pasado. Me habría gustado algo más de compromiso en eso. Una cola dorada desconcertante apareció en mi mente. “Si está ocurriendo algún cambio, yo soy quien quiere observarlos. No voy a ser tan dura contigo.”

“Genial. Entonces iré inmediatamente donde Holn para que reemplace a los filoriales con la especie Raph y—” comencé a decir.

“Eso ciertamente no está permitido,” dijo rápidamente la Emperatriz Celestial del Pasado. “Entiende tu lugar.” Había esperado que ella no tomara esa postura. “Yo simplemente no puedo soportar cómo se hace llamar a sí misma una alquimista malvada, eh.” Ella definitivamente odiaba a Holn.

“¿Estás gastando todo este poder cargado solo para quejarte?” pregunté.

“No, por supuesto que no. Hay algo que todavía es vago en mi mente, eh, pero podría ser una pista de utilidad,” dijo la Emperatriz Celestial del Pasado.

“¿De qué se trata?” pregunté intencionalmente.

“¿Recuerdas ese dispositivo que vimos en el santuario filorial, antes de venir a esta época?” preguntó la Emperatriz Celestial del Pasado.

“¿Te refieres a las cosas que activó Motoyasu?” pregunté. Se había visto como un gran reloj.

“Creo que eso… era una instalación para el control del tiempo,” reveló la Emperatriz Celestial del Pasado.

“Aunque no hay filoriales en esta época, así que todavía no tienen un santuario,” dije. “¿Acaso ese templo existía antes que ellos?” Mamoru había mencionado un santuario, pero deduje que debían estar hablando de esas ruinas—en nuestra época—que habíamos visitado durante la debacle de la Iglesia de los Tres Héroes. Melty podría saber dónde estaba, y qué clase de instalaciones tenían, pero parecía poco probable que hubiera algo ahí. Esto era antes de la fusión de mundos. El terreno era muydiferente. Eso dificultaba ubicar cosas. Como con Melromarc y Siltvelt, había un lugar llamado el Desierto de la Confusión de camino a Faubrey—una vez más, en nuestra época—pero no existía tal lugar aquí.

“Si ese templo es originario de los mundos de la espada o la lanza, eso va a ser una verdadera molestia para nosotros,” murmuré.

“Lo preocupante es lo probable que suena eso, eh,” agregó la Emperatriz Celestial del Pasado.

“No es divertido,” dije, preguntándome cómo demonios llegaríamos ahí si ese era el caso.

“Pero hay esperanza. Hay posibilidades de llegar ahí si podemos obtener el carruaje de las armas vasallas,” reveló la Emperatriz Celestial del Pasado.

“¿Por qué un carruaje ofrecería esperanza?” pregunté.

“El carruaje es un arma vasalla basada en el movimiento, eh. Como el barco del mundo de Kizuna. Puede rastrear la respuesta de la espada y cruzar entre mundos incluso fuera de una ola,” reveló la Emperatriz Celestial del Pasado. ¿Eso era posible? Ethnobalt había usado el barco de las armas vasallas para enviarnos de regreso a nuestro mundo a través de ese accesorio ancla. Lo mismo podía ser posible usando armas diferentes.

¡Aun así, incluso si eso nos daba algo de esperanza, estaba muy molesto de descubrir que nuestra esperanza de regresar a casa ni siquiera estaba en este mundo!

“Incluso la katana de las armas vasallas no podría teletransportarnos al mundo de Kizuna. ¿Estás segura de que el carruaje sería capaz de hacer algo así?” pregunté.

“Como dije, por el momento es solo una esperanza,” repitió la Emperatriz Celestial del Pasado.

“Entiendo.” El siguiente problema era poner nuestras manos sobre el carruaje de las armas vasallas. Mamoru lo hizo sonar como si el arma vasalla fuera bastante quisquillosa a la hora de elegir a un usuario, y ni siquiera sabíamos dónde estaba. Estaba bastante seguro de que Fitoria era la portadora del carruaje en el futuro; tal vez podríamos llevar a la Fitoria del pasado con nosotros para buscarlo. “Entiendo a lo que te refieres, pero ¿cómo buscamos algo que no tenemos idea de dónde está?”

“En esta época… recuerdo que está en un lugar que los héroes llaman santuario,” dijo la Emperatriz Celestial del Pasado.

“Así que sí sabes,” respondí de forma sarcástica.

“Lo recordé, eh,” respondió ella. Esta sí que era una Emperatriz Celestial poco confiable. Natalia probablemente se sentiría devastada de saber que se convertiría en esto en el futuro. Yo además no estaba tan seguro de que fuéramos a encontrar algo útil en este santuario. Mamoru lo hizo sonar como si no hubiera mucho allí.

“Ah… me quedé sin tiempo, eh,” dijo la Emperatriz Celestial del Pasado, y entonces regresó a su forma de Dafu-chan con otra nube de humo. “Dafu,” dijo Dafu-chan mientras suspiraba. Me pregunto qué no le gustaba de esta personificación de la lindura. Tal vez así se vería Raphtalia si ella fuera parte de la especie Raph. Ahora sabía que ella era Natalia como parte de la especie Raph, así que me estiré para acariciarla. Sin embargo, mientras extendía mi mano, Dafu-chan se alejó de un salto—tal vez sintiendo peligro. Ella incluso dejó salir un gruñido amenazante. Parece que ella sabía muy bien lo que yo había estado planeando hacer. Tal vez para la próxima.

“Gracias por toda la información. Hablaré con Mamoru mañana y haré que nos lleve a este santuario,” dije.

“¡Dafu!” dijo Dafu-chan. Gracias a la información de la Emperatriz Celestial del Pasado, decidí a dirigirme hacia el santuario.