Tate no Yuusha no Nariagari (NL)

Volumen 22

Capítulo 13: Transformación En Bestia De La Ira

 

 

Ese grito hizo surgir algo dentro de mi memoria.

“¡Fragarach Personalizada X!” gritó el Héroe de las Armas Arrojadizas, activando una habilidad con el mismo nombre que las armas mortales.





“¡Escudo de Ataque Aéreo! ¡Segundo Escudo! ¡Tercer Escudo! ¡Cambiar Escudo!” grité, liberando mis propias habilidades. “¡Todos, detrás de mí!” Desplegué muchos escudos junto a los flotantes y después los convertí todos en escudos de piedra de sakura del destino y preparé otra habilidad. Un momento después la espada lanzada golpeó la gema y se multiplicó en innumerables armas antes de llover sobre nosotros. Mis escudos comenzaron a absorber los impactos, crujiendo y rompiéndose mientras lo hacían. Estos escudos deberían haber sido increíblemente efectivos contra el arma de un héroe. Nuestros enemigos claramente sabían algo acerca de las técnicas de un pacificador. Su héroe de arma sagrada estaba cautivo. Ellos no iban a escuchar nada que nuestras pacificadoras fueran a decir—o ya se les había advertido no hacerlo.

Con un gruñido, di un paso al frente para recibir con mi propio cuerpo todas las espadas flotantes que pude. Quería evitar que Raphtalia y los demás recibieran dañado tanto como fuera posible. Mis defensas rápidamente fueron destruidas y comencé a recibir los cortes con mi cuerpo. De verdad dolía, y solo era cuestión de tiempo antes de que fuera despedazado. Ellos eran astutos por haber salido con un ataque como este. Recordé cómo Basura había usado una habilidad llamada Prisma Mágico como parte de una habilidad de combo, permitiéndole reflejar magia exactamente como deseaba y usarla para atacar. Parecía ser que su objetivo había sido yo todo el tiempo, debido a que las espadas flotantes solo se estaban concentrando en mí. ¡No iba a permitir que se salieran con la suya!

Usé la técnica Reunir de la fuerza vital lo mejor que pude, activando Reacción de Odio e incrementando su precisión.

“¡Naofumi-sama!” exclamó Raphtalia.

“¡Héroe del Escudo!” dijo Ruft.

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“¡Nii-chan!” gritó Kiel.

“¡No se preocupen por mí! ¡Vayan!” grité en respuesta.


“¡No puedo!” gritó Raphtalia.

“¡No te preocupes! ¡Ustedes concéntrense en atacar!¡Mientras ellos me golpean, ustedes deben golpearlos a ellos!” respondí mientras apretaba mis dientes. ¡No sabía cuánto tiempo iba a durar esta habilidad, pero yo no iba a durar mucho más si nuestros atacantes no hacían lo suyo!

“¡—entendido!” S’yne fue la primera en actuar, volando directamente hacia las fuerzas de Piensa, la Heroína del Bastón y el Héroe las Armas Arrojadizas.

“¡Alas Ópticas! ¡Denme más… más poder!” gritó S’yne. Sus alas brillaron aún más y ella golpeó con muchísima fuerza al Héroe de las Armas Arrojadizas en la vanguardia. Era fácil imaginar cómo lucharía el Héroe de las Armas Arrojadizas basándonos en lo que habíamos visto hacer a Rishia. No era un arma especialmente adecuada para el combate cercano.

“¡Raphtalia, despierta! ¡Este no es el momento para dudar!” gritó hacia atrás S’yne.

“¡Pero Naofumi-sama! ¡Esas espadas!” gritó Raphtalia.

“¡No te preocupes! ¡Solo termina esta batalla tan rápido como puedas!” le dijo Ruft.

“¡Azí ez! ¡Zi no derrotamos a eztos enemigos, el Héroe del Ezcudo caerá! ¡Ataquen con todo lo que tengan, ahora mizmo!” gritó la Sombra.

“¡Raph!” gritó la Sombra Raph. Los tres le estaban diciendo a Raphtalia que volviera a concentrarse en la batalla. Pero ella siguió mirando hacia mí, perpleja y sin saber qué hacer.

“Nii-chan… voy a hacerlo… ¡Lo he decidido! ¡Voy a volverme más fuerte para ayudarlos a todos ustedes!” Kiel recuperó la compostura, dio un rugido, y comenzó a flotar en el aire. El icono paraconfirmarel apoyo de transformación en bestia apareció en mi campo devisión. Instrucciones paraCambiar Escudo también aparecieron junto a eso. Yahabía visto antes este patrón, pero me tomó un momento darme cuenta de que… ¡esto era para Kiel! Parecía que otras magias podían incrementar las variedades disponibles de transformaciones. Me tomé un momento para considerar quién más podía colaborar en esto. Raphtalia y las Raph-chans podían ofrecer luz yoscuridad, lo cual podría ser interesante, pero no podía estar seguro dequeeso laharíamás fuerte. Ellas yapodían usar ilusiones, así queno necesitábamos eso. Lo mismo iba para la Sombra. S’yne… no estaba seguro. En cuanto a mi magia de sanación y apoyo… no estaba seguro de que fueran a ayudar. Yo simplemente no quería que Kiel se exigiera demasiado. Un solo error, y podría ser el fin.

“¡Cambiar Escudo!” Activé el apoyo de transformación en bestia junto con Cambiar Escudo al mismo tiempo. Los dos escudos flotantes cambiaron a los escudos negro y blanco, el Escudo de la Compasión y el Escudo del Odio. El cuerpo de Kiel comenzó a latir, se sacudió, y su pelaje se volvió rojo y negro. Ella dejó salir un rugido más fuerte mientras tomaba una forma de cuatro patas que estaba envuelta en fuego negro. Luego ella arremetió. A esa velocidad, ella podía igualar a S’yne y Raphtalia.

“¿¡Y ahora qué!?” exclamó el puma.

“¡Una transformación en bestia!” gritó la semi-humana zorro.

“¡No seguirán lastimando a Nii-chan!” rugió Kiel. Mientras corría hacia el frente, ella iba dejando imágenes residuales. Kiel se transformó en un cerbero dentro de un fuego negro y se lanzó a sí misma valientemente hacia los soldados de Piensa.

“¡No puedo permitir que Kiel haga todo el trabajo!” dijo Raphtalia. “¡Este poder es un marcador para las ilusiones! ¡Magia verdadera que devasta todo, ilusiones que confunden a nuestros enemigos! ¡La Emperatriz Celestial te lo ordena! ¡Hunde a mis enemigos en un océano de ilusiones! ¡Emperador Demonio, Capas Ilusorias!” Raphtalia rápidamente liberó su propia magia, hundiendo a todos nuestros enemigos en profundas y complejas ilusiones.

“¡Más problemas!” exclamó la semi-humana zorro. “Esta es una magia de ilusión poderosa… ¡Sé que son ilusiones, pero no me puedo deshacer de ellas! ¿¡Qué clase de monstruo es ella!?”

“Incluso el bastón de las armas vasallas no puede analizar este hechizo,” reportó la Heroína del Bastón. “¿Así de fuerte necesitas ser para derrotar a nuestro verdadero enemigo?”

“¡No podemos solo darnos por vencidos!” respondió el Héroe de las Armas Arrojadizas. “¡Si no sabemos dónde están, debemos atacar en todas las direcciones al mismo tiempo!”

“¡Bien!” estuvo de acuerdo la Heroína del Bastón. Ambos levantaron sus armas y comenzaron a disparar habilidades.

“¡Prisma de Habilidad V… Cañón de Estrella Fugaz!” gritó la Heroína del Bastón. Una gema reflectante se elevó en el aire y comenzó a disparar en todas direcciones, apuntando a todo excepto a los propios aliados de la Heroína del Bastón. Ellos estaban jugando a lo seguro después de descubrir que yo podía reflejar magia.

“¡Disparo de Estrella Fugaz X!” gritó el Héroe de las Armas Arrojadizas. Él arrojó lo que parecían ser innumerables granadas a través de las cercanías y después estrellas salieron de ellas en cada dirección. Yo estaba recibiendo mucho daño. Mi campo de visión lentamente se volvió rojo, pero todavía podía notar lo que eran—las habilidades de estrella fugaz del bastón y las armas arrojadizas.

“¡No me daré por vencida!” gritó S’yne, recibiendo daño, pero quedándose cerca del Héroe de las Armas Arrojadizas.

“¡Ella está dispuesta a dar su vida por esto!” exclamó el Héroe de las Armas Arrojadizas. “¡Por supuesto que sí! ¡Tengo que responder con toda mi fuerza!” Él todavía estaba bajo la influencia de las ilusiones, pero el Héroe de las Armas Arrojadizas al menos logró responder a los ataques de S’yne. Él estaba recibiendo muchos golpes, pero aún no había señales de que fuera a ser derrotado.

En ese momento la semi-humana zorro usó alguna clase de spray a través de toda el área.

“¡Gracias! ¡Ese es un objeto útil para remover ilusiones!” dijo el Héroe de las Armas Arrojadizas. “Lo siento, pero no voy a perder contigo,” gritó él hacia S’yne.

“¡Yo tampoco voy a perder contigo!” gritó en respuesta S’yne.

Con un rugido, Kiel mordió a una de las colas de la semi-humana zorro y comenzó a sacudirla dentro de sus mandíbulas.

“¡Eso quema!” se quejó con un grito ella. “¡Suéltame!” Kiel recibió los golpes de la semi-humana zorro, pero sus dientes permanecieron en su lugar. La semi-humana zorro estaba siendo quemada por su feroz mordida.

“¡No se olviden de mí!” dijo el teriántropo de águila, bajando en frente de S’yne para proteger al Héroe de las Armas Arrojadizas sin dudarlo. Estos dos puede que no sean los mejores amigos, pero ellos aún tenían que luchar juntos.

Con un grito, Raphtalia arremetió, golpeando todo con su katana mientras Ruft y las dos Sombras iban por detrás.

“¡No puedo permitirme contenerme!” gritó Raphtalia. “¡Por favor, déjennos derrotarlos!”Ella balanceó su katanahacia la Heroína del Bastón, pero el teriántropo depuma se interpuso entre ellas, atrapando la hoja en lo que parecía ser una pieza de tela. La katana de Raphtalia se deslizó hacia el costado y escuché un extraño sonido.

“Esto se siente como—” comenzó a decir Raphtalia. En ese momento su propia hoja apareció en el aire detrás suyo y la apuñaló en la espalda. ¡Eso de alguna forma estaba torciendo el espacio! Exactamente como los muros defensivos que le habíamos visto usar a aquellos que se hacen llamar Dioses y la fuerza a la que pertenecía la hermana de S’yne.

“¡Vaya! Esto es impresionante,” exclamó el puma. “No esperaba poder atrapar un ataque tan poderoso con algo tan delgado. ¡No importa lo fuerte que sean sus ataques! ¡Todavía podemos ganar!”

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“¡No, no pueden! ¡No de esa forma!” respondió Raphtalia. Ella apretó su katana para dar otro ataque, pero primero la cambió a la Katana 0. La tela fue cortada en pedazos de un solo ataque. El puma gruñó.

“¡Las ilusiones han terminado! ¡Puedes retirarte!” gritó la Heroína del Bastón, parándose valientemente en frente del puma yjunto al Héroe delas Armas Arrojadizas. “¡Esta es nuestra oportunidad! ¡Mientras el Héroe del Escudo no puede moverse!”

“¡Es hora de dejar caer el martillo! ¡Mjolnir X!” exclamó el Héroe de las Armas Arrojadizas.

“¡JormungandrX!”agrególa Heroínadel Bastón. Un enormemartillo rebosante derayos se unió al bastón que estaba brillando con una luz púrpura. Luego los dos estaban listos para ser lanzados hacia Raphtalia y S’yne.

Yo ya había escuchado antes el nombre de la habilidad del Héroe de las Armas Arrojadizas—la famosa arma del dios del trueno. Podía entender cómo se había convertido en una habilidad. En cuanto a la habilidad del bastón, Jormungandr era un contrapunto interesante a la Fuerza Fenrir, la cual yo mismo usé con el bastón. Jormungandr erael nombre de uno de los hermanos mayores del lobo devorador de dioses Fenrir. Esas eran la clase de habilidades que tenía el bastón.

Raphtalia imbuyó la katana en su mano con fuerza vital, instantáneamente expandiendo el círculo mágico en el suelo, y después cortó hacia abajo.

“¡Ya no seguirán lastimando a Naofumi-sama!” gritó Raphtalia. “¡Golpe Divino de las Cinco Prácticas!” Podía notar que ella se estaba esforzando, ya que salió sangre de sus hombros. Manchó su chaqueta, finalmente dándole la chaqueta roja que yo había contemplado para ella.

“La magia me está restringiendo… ¡No puedo moverme!” se quejó la Heroína del Bastón.

“¡Te ayudaré, Raphtalia!” gritó S’yne. Ella detuvo el martillo de rayos atacante con un montón de hilos mientras volvía a unir sus tijeras en un arma y cortaba hacia el Héroe de las Armas Arrojadizas. De los dos… en esta situación, la Heroína del Bastón era una amenaza mayor que el Héroe de las Armas Arrojadizas.

“Golpe Divino de las Cinco Prácticas, y luego…” dijo Raphtalia, cancelando el ataque en camino con sus propias técnicas especiales. Luego ella desenfundó una segunda katana de su cintura, activando su estado acelerado y liberando otra habilidad.

“¡Nii-chan! ¡Las cosas podrían calentarse, pero aguanta!” exclamó Kiel. Ella arrojó lejos a la semi-humana zorro, todavía usando solo su boca, y después la abrió completamente y expelió un torrente de fuego negro. Se veía realmente caliente, pero yo no sentía nada de calor. Tal vez porque la fuente de su actual poder estaba conectada a mi propia ira. El fuego que Kiel exhaló a todo mi alrededor mandó a volar a todas las espadas voladoras a mi alrededor. Sabía queregresarían rápidamente, pero necesitabausar este momento paraayudar a Raphtalia.

“Apoyo… de Ataque,” logré decir, lanzando algunos dardos hacia la Heroína del Bastón. Estos navegaron entre las innumerables armas mortales y le dieron de lleno a la Heroína del Bastón. Vi a Raphtalia mirar en mi dirección, solo por un momento. Había lágrimas en sus ojos. Yo probablemente sería regañado más tarde.

“¡Hoja Espiritual, Corte de Alma!” dijo Raphtalia, usando la abertura que yo había creado.

“¿Qué?” exclamó la Heroína del Bastón. Después ella gritó mientras la katana de Raphtalia daba en el blanco. Todo el SP de la Heroína del Bastón fue drenado mientras ella se tropezaba hacia el frente y se desmayaba.

“¿Estás bien? ¡Oye!” rugió el Héroe de las Armas Arrojadizas, corriendo hacia la desplomada Heroína del Bastón y levantándola. Pero ella no se estaba moviendo. En el momento siguiente, las innumerables espadas volando a mi alrededor desaparecieron para convertirse en niebla, dejando solo las cuatro originales dando vueltas y atacando.

“Escudo de Estrella Fugaz,” dije, creando otra barrera para mantenerlas a raya. Yo había sido cortado tanto que era difícil ubicar todas las heridas una por una.

“¡Por el Héroe del Escudo!” gritó Ruft, cortando hacia abajo con su hacha.

“¡Yo también estoy aquí!” agregó la Sombra, junto a la Sombra Raph, quien liberó una rápida serie de ataques de corte, haciendo retroceder a la semi-humana zorro y al teriántropo de puma.

“¡Yo también!” Kiel sacudió su cabeza, como si estuviera sacudiéndose un hechizo de aturdimiento. Después ella tomó una gran bocanada de aire y liberó un torrente de fuego hacia los enemigos. La semi-humana zorro apenas logró sacar lo que se veía como tres garras desde dentro de su ropa e interceptó el hacha de Ruft con ellas. Ella todavía fue mandada a volar. El teriántropo de puma fue cortado por las dos Sombras mientras también era quemado por el fuego negro.

“¡Mantengan la prezión! ¡Drenado de Sangre!” ordenó la Sombra.

“¡Raph!” dijo la Sombra Raph.

“Mi sangre… ¿está siendo succionada? ¿¡Ahora qué!?” exclamó el puma, rugiendo.

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“Veamoz zi disfrutas experimentar el dolor de heridaz que no pueden zer zanadas,” dijo la Sombra. Él estaba trabajando junto a la Sombra Raph para extraer sangre de las heridas del teriántropo de puma y después se dio la vuelta para atacar al águila con la que S’yne todavía estaba forcejeando. “¡Lluvia de Sangre!”

“¿Eh? Esto es… ¿sangre?” dijo el águila, y entonces comenzó a gritar.

“¡Esta es mi oportunidad!” S’yne no perdió el tiempo, cortando hacia el águila.

“¡No perderé contra ti!” respondió el ave. “¡Cualquier herida causada por esto nunca sanará! Es mejor que no—” Pero S’yne siguió atacando, recibiendo la estocada de su guadaña con su cuerpo. “Una determinación… tan noble…” logró decir el águila y luego cayó para estrellarse contra el suelo. S’yne aterrizó con la guadaña todavía incrustada en su cuerpo. Ella desactivó sus alas y se acercó a mí. Al mismo tiempo, Raphtalia tenía su katana en la garganta del Héroe de las Armas Arrojadizas. Si él movía un músculo, era hombre muerto.

“¡Este fuego tiene el efecto de retrasar la sanación!” presumió Kiel, haciendo una muy buena imitación de mí. “¿Cómo se siente recibir una probada de su propia asquerosa medicina?”

“Esto está… mal,” dijo la semi-humana zorro. Las cuatro espadas que ella y el puma lanzaron regresaron aellos por un momento. Ellos después volvieron adesplegar dos deellas, pero contra Raphtalia. Mientras ella lidiaba con las dos espadas, el Héroe de las Armas Arrojadizas aprovechó esa abertura para apartar del camino la Heroína del Bastón. “Tenemos que retirarnos. Su Héroe del Escudo de todas formas morirá a causa de esas heridas.”

“Sí,” estuvo de acuerdo el puma. “Es una lástima, viendo lo fuerte que era.”

“Son órdenes de nuestra nación… de la realeza de Piensa. Todo está permitido en el amor y la guerra. Su fuerza fue lo que causó que fueran un objetivo,” dijo el águila.

“No me disculparé por nada,” dijo el Héroe de las Armas Arrojadizas. “Hicimos esto para salvar nuestro mundo.” La Heroína del Bastón todavía estaba desmayada, pero supongo que ella también habría dicho algo. Cada uno de los enemigos asintió ante las órdenes de la semi-humana zorro, pero nos dejaron con un genial mensaje de despedida. Las dos espadas alrededor de Raphtalia también regresaron a las manos de sus dueños. La semi-humana zorro sacó lo que parecía ser un pedazo de tela y lo colocó sobre todos ellos. Para el momento que llegó al suelo, ellos habían desaparecido. Tampoco había señales de la tela.

“¿Ze han ocultado?” preguntó la Sombra.

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“No. No siento que sea así,” respondió Ruft.

“Ellos no están aquí,” confirmó Raphtalia. “Deben haber huido.” Tal vez era alguna forma de viajar entre dimensiones. Ellos habían elegido retirarse. Después de todo, sabían cómo funcionaban sus armas. Considerando la paliza que me habían dado, ellos probablemente no esperaban que yo durase mucho más. Pudieron haber tratado de aguantar un poco más, pero sabían cuando era mejor darse por vencidos. También sentí que el fin del ineludible Santuario de dragón. De seguro habían cubierto sus huellas.

“¡Naofumi-sama!” exclamó Raphtalia, corriendo hacia mí mientras yo respiraba con dificultad.

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“¡Nii-chan!” gritó Kiel y entonces gruñó mientras yo regresaba a la normalidad la transformación del Escudo del Odio. La transformación en bestia terminó y Kiel colapsó en el acto. El poder del Escudo del Odio de alguna forma había ayudado a reducir el daño causado por sus armas mortales, pero yo también estaba alcanzando mi límite.

“No puedo creer… que usar tu poder sea así de duro, Nii-chan,” logró decir Kiel.

“Nos salvaste, Kiel,” le dijo Raphtalia.

“Pero… no pude hacer ni la mitad de lo que me hubiese gustado. Necesito… volverme mucho más fuerte que esto,” dijo Kiel, logrando sentarse.

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“¡Héroe del Ezcudo! ¿Está bien?” preguntó la Sombra.

“¿Acaso me veo bien?” respondí. ¡Tenía cortes sangrando en todo mi cuerpo! Ya estaba mareado de la pérdida de sangre. Pero si colapsaba aquí, iba a morir, no había dudas de eso. La pura fuerza de voluntad era lo que me mantenía de pie.

“Raphtalia, asegúrate de que ellos no vayan a regresar. S’yne—” comencé a decir.

“Olvídate de—” me interrumpió S’yne.

“S’yne dice que primero debería preocuparse por usted mismo,” tradujo su familiar.

“Bien. Ayúdenme a mantenerme en pie,” dije. Saqué algo de agua mágica de mi escudo y después comencé a recitar algo de magia. No era fácil usar tal magia cuando había perdido tanta sangre. Esto definitivamente no era algo que pudiera usar durante una batalla.

“Sanación Cero Veloz,” dije sin energías, comenzando por remover las heridas incurables que habían sido causadas a mi propio cuerpo.

Territorio 0: 5%

Ese texto atravesó mi mente y después mi poder mágico cayó a cero y casi me desmayo.

“¡Naofumi-sama!” El grito de Raphtalia me trajo de vuelta a la realidad y me bebí el agua mágica. Después de eso, dependía de la Dragona Demonio.

“¡Es mimomento debrillar!”dijo esavoz. “¡Sanación Superior!”Mis heridas secerraron sin mucho esfuerzo, pero había perdido tanta sangre que todavía no estaba recuperado físicamente. Mi cabeza todavía daba vueltas… pero S’yne también necesitaba sanación.

“S’yne, sigues tú,” dije.

“Puedo soportarlo,” respondió ella.

“No, no puedes. Ruft, sostenla,” dije. Me pregunto de qué estaba hablando ella, diciendo que podía soportar un arma incrustada en su cuerpo. Ella trató de apartarse, pero Ruft la sostuvo—gentilmente, pero con fuerza—en su lugar, y yo recité la magia. Mi consciencia se nubló una vez más.

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Territorio 0: 7%

“A-ahora a sanarte,” tartamudeé.

“Naofumi-sama…” simpatizó Raphtalia, seguida por los demás. Sanar mis heridas no había reemplazado toda la pérdida de sangre. Me aplicaría algo de medicina más tarde para aumentar la producción desangre. Eraunamedicinapeligrosadeusar, incluso en este mundo.

“Todos, prepárense para seguir luchando,” les dije. “Si vinieron por nosotros, es seguro asumir que también han ido por Ren y los demás.” Revisé la herida roja en el traje de sacerdotisa de Raphtalia. Era bastante profunda. Era una situación bastante extraña literalmente apuñalarte a ti mismo en la espalda. “Sanación Superior Total,” recité. Lancé magia de sanación sobre todos los presentes, y después necesité otra botella de agua mágica… pero eso era una molestia. Saqué una fruta rucolu, la cual mantenía para emergencias, y me llené las mejillas con ella. Recuperé mi poder mágico y SP al mismo tiempo… pero no hizo nada con el letargo que sentía. Me pregunto si no había nada que pudiera hacer acerca de la cantidad de poder mágico que consumía esta nueva técnica. La propia composición mágica era extremadamente difícil. El nivel Superior era un paseo en el parque en comparación. No había forma de que algún día pudiera usar esta magia de sanación en batalla.

Raphtalia tenía las heridas más profundas. Suspiré del alivio después de sanar sus heridas. Mi armadurahabía sido cortada ytambién estabacubierta desangre… Iba anecesitar algunas reparaciones. Más mierda con la cual lidiar.

“Es mejor que regresemos con Ren y Fohl,” dije. “Destruyan esta jaula.”

“¡Bien!” dijo Raphtalia.

“¡Entendido!” agregó S’yne mientras asentía.

“¿Por qué no zolo abrirla?” preguntó la Sombra.

“Si puedes hacerlo, adelante,” le dije.

“He aprendido algunaz técnicas de eze eztilo,” respondió él. La Sombra caminó alrededor de la jaula, analizándola cuidadosamente. “Pero en ezte cazo, no estoy zeguro de cómo proceder. Romperla zerá máz rápido,” concluyó él.

“Ya escucharon a la Sombra” le dije a las chicas.

“¡Bien! ¡Podría tener alguna función de contraataque, así que retrocedan!” Raphtalia imbuyó fuerza vital y poder mágico en su katana y luego liberó una habilidad. “¡Hoja Instantánea, Bruma!” gritó ella. Chispas saltaron de la jaula. Rayos y llamas estallaron como el contraataque que Raphtalia había predicho, pero ella también los cortó. Raphtalia había logrado cortarla, pero no por completo.

“Esos contraataques serán una molestia si permitimos que alguien más lo intente,” reflexioné. “Es un objetivo demasiado pequeño como para darle con Apoyo de Ataque… pero no imposible.” Kiel todavía no se había recuperado de su transformación en bestia. Realmente la había exigido al máximo. La Dragona Demonio lo había logrado sin problemas, así que pensé que Kiel podría soportarlo… pero ella no estaba al mismo nivel. Ella había sido una gran ayuda, pero lo mejor era no depender de eso demasiado.

Los dardos de Apoyo de Ataque se estrellaron contra la jaula, y Raphtalia cortó hacia ella de nuevo para romper la prisión a nuestro alrededor. Si se recuperaba de eso, entonces tendríamos que pensar en otra forma de hacernos cargo, pero eso parecía haberlo logrado. Había un agujero lo suficientemente grande como para que personas pasaran seguramente a través de él.

“Activaré Escudo de Estrella Fugaz solo por si acaso… Ahora salgamos de aquí,” sugerí. Las secciones de la jaula restantes todavía estaban cargadas de electricidad, por lo que protegí a todos con Escudo de Estrella Fugaz mientras salíamos de ella.

“¡Genial! Vamos con Ren.” Me di la vuelta hacia Kiel. “Tú puedes—” Pero ella me interrumpió con una queja.

“Nii-chan, ¿por qué soy tan patética? Ni siquiera puedo seguir el ritmo de Ruft,” dijo Kiel. Ella tenía ambas manos cubriendo su rostro, tratando de esconder de mí sus lágrimas de impotencia.

“¡Claro que puedes mantener el ritmo! Nos salvaste a todos. Si todavía crees que no es suficiente, entonces solo vuélvete más fuerte. Eso es todo lo que tienes que hacer,” le dije.

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“Sí quiero ser más fuerte,” respondió ella. “De esa forma puedo ayudarlos a todos ustedes, Nii-chan,” sollozó ella, todavía tratando de contener sus lágrimas. “Raphtalia, ¿puedes enviarme a un lugar seguro? Solo les voy a estorbar en mi condición actual.”

“Pero, Kiel,” dijo compasivamente Raphtalia.

“Por favor… apenas puedo moverme. No quiero estorbarles,” dijo ella.

“Bien. Transcripción de Retorno,” dijo Raphtalia, usando una habilidad que enviaría a Kiel de regreso al reloj de arena del dragón en Siltran. Yo le agradecí en silencio a Kiel por todo lo que había hecho. Yo bromeaba mucho con ella, pero no iba a dejar que su poderosa determinación se desperdiciara.

Después de tratar nuestras heridas en el lugar, avanzamos en la dirección donde Ren y su grupo también estaban luchando contra monstruos.

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