Shokei Shoujo no Virgin Road (LN)

Volumen 4

Capítulo 4: La Fuga Llega A Su Fin

Parte 2

Akari consideró la pregunta.

Si alguien hubiera destruido la diadema que Menou había decorado con una flor para ella… ¿permitiría que el culpable se librara con un simple “lo siento”?

El veredicto fue claro.

—…sí, no lo creo.

—Precisamente.

Sin soltar a Akari, Momo utilizó su otra mano para sacar de su manga una sierra de afrontamiento y arremetió a una velocidad sorprendente. Prácticamente rompió su marca personal.

Sin embargo, no dio en el blanco. La sierra sólo zumbó el aire y golpeó el suelo.

Momo      chasqueó      la      lengua.      Akari      había desaparecido al instante, utilizando su Pureza Conceptual del Tiempo para teletransportarse. Momo buscó su presencia, molesta por el hecho de que la joven se hubiera vuelto tan buena con sus poderes.

Detrás de ella, Momo se giró para ver a Akari sacando la lengua, fuera de su alcance.

—Como si fuera a dejar que me golpearas con esa cosa tan desagradable. ¡Nyehh, cascarrabias!

El rostro de Momo perdió toda emoción.

—Te voy a matar.

Apretó el puño con una expresión inusualmente tranquila. Sus ojos estaban llenos de intenciones asesinas y a la vez eran asombrosamente claros.

—Sabía que compadecerte no tendría sentido. Por supuesto, tampoco es que no haya sentido una pizca de empatía. Pero para que quede claro, lo diré de todos modos… sufre y muere.

—¡Caramba, eres rencorosa! Vamos, que tienes esos coleteros ahora, ¿no? Se podría decir que los obtuviste gracias a mí. En todo caso, ¿no deberías agradecerme?

—¡Me asombra que puedas soltar semejantes tonterías tan descaradamente! Mi senpai me habría dado estos de cualquier manera. ¡No lograste eso ni nada más! ¡Muérete!

—¡De todos modos no es justo que tengas un recuerdo del pasado! ¡Siempre me molesto cómo ibas por ahí alardeando de ellos en mi cara!

—¡Así que eso es lo que realmente sientes!

A Momo ya no le importaba el plan. Apretó los puños, decidida a matar a Akari cien veces aquí y ahora hasta convertirla en un Error Humano.

Así comenzó un juego de las traes que hubiera parecido ridículo para cualquier otra persona, pero que fue una lucha severa y mortal para las dos.

***

«Qué desgracia…».

Luego de que Manon y compañía la dejaran frustrada a su suerte, Menou se dirigió a la posada donde la esperaba Ashuna, pesarosa por una rabia que no podía reprimir del todo.

«¡¡ESTO ES  UNA  COMPLETA  Y ABSOLUTA DESGRACIA—!!».

Había fracasado estrepitosamente. En lo que respecta a su labor como Verdugo, este desafortunado encuentro la dejaba como una completa inútil.

Manon y Sahara.

En teoría, Menou las había ejecutado a ambas, pero parece que se las arreglaron para permanecer con vida y ahora contaban con nuevos cuerpos.

De por sí el hecho de que Manon viajara junto a Pandæmonium ya era bastante malo, pero con lo que acababa de presenciar, quedo claro que se estaba convirtiendo en una enemiga a tener en cuenta por derecho propio.

Asimismo, ni siquiera era la mayor de sus preocupaciones.

—Con que está interesada en la creación de encantamientos…

Menou sabia una que otra cosa sobre ese campo de investigación.La mayoría de lasactualizacionesse lograban implementando un “sistema tecnológico moderno”, usando como     base  encantamientos  ya  establecidos para desarrollar nuevas aplicaciones y ramificaciones.

Sin embargo, en raras ocasiones se daba con un encantamiento completamente original, inequívocamente diferente a cualquier técnica vista en el pasado. Por supuesto, no existían instalaciones destinadas a crear encantamientos nuevos en ningún asentamiento, ni siquiera en la Tierra Santa—

Pero cada pocas décadas se descubría uno nuevo… ¿cómo lo hacían?

Menou sólo conocía un ejemplo seguro de “nueva clase de encantamiento”, y ya tenía formada una idea general de cómo surgió;

Los llamados encantamientos basados en el Concepto del Pecado Original…

Producto de la desbocada imaginación de una niña, quien a su vez tuvo el infortunio de ser la portadora de la Pureza Conceptual del Mal, durante siglos sirvió como la “otra vía” que cobro la vida de los incontables usados como sacrificios a manos de herejes y desesperados. No obstante, no fue sino con el nacimiento de este ser grotesco apodado Pandæmonium—surgido como resultado de que aquella niña Errante se transformará en Error Humano—que se crearon estos Conjuros del Pecado Original.

Algo similar pasaba con la Sociedad Mecánica—el corazón de lossoldados sortílegos que operabande manera independiente por todo el mundo, y la fuente del Concepto de Colores Primarios, el cual sirvió como motor para crear un mundo entero. Cuando la Pureza Conceptual del Recipiente empezó a descontrolarse, el sistema de Colores Primarios se adhirió al mundo. Menou lo sabía muy bien gracias a su extensivo estudio de la materialogía, y las únicas sustancias que podían producir su propia Fuerza Guía sin un alma eran las Piedras de Colores Primarios.

Aun      sabiéndolo, la Verdugo  jamás  había reflexionado demasiado sobre esto. Al fin y al cabo, estaban relacionadas a los Cuatro Mayores Errores Humanos. Ambos se consideraban prácticas y material estrictamente tabú.

Y a pesar de ello, innegablemente eran “nuevos” encantamientos.

¿Qué clase de mundo existía en la Frontera Salvaje del Este? ¿Enqué estado se encuentraSahara? ¿Cómo pueden los Colores Primarios crear un mundo artificial y responder a los deseos de la gente? ¿Cómo fue que los Cuatro Mayores Errores     Humanos     nacieron     simultáneamente, dejando enormes cicatrices en el planeta—?

«¡No todo puede estar conectado!» Menou sacudió la cabeza, intentando rechazar cierta hipótesis.

Si  bien los Errantes  eran  víctimas  de las circunstancias, no quería pensar en Las Fausto como las autoras de todo lo malo en este mundo. Antes de conocer a esa niña, hasta dudaba de que realmente existiera una cosa así.

No obstante, si la teoría que formulaba en su cabeza era cierta…

«Lo único seguro es que la respuesta al porqué del sistema de Verdugos, y puede que también a la cuestión fundamental que siempre ha sido la naturaleza de los encantamientos, se halla en la existencia de las Purezas Conceptuales».

Sólo había una persona que Menou conocía que podría ser capaz de responder a sus preguntas.

—Una vez que regrese a la Tierra Santa, tengo que hablar seriamente con la Maestra…

Por mucho que lo pensara, no podía formarse una decisión sólida por sí misma. Aparte de que se estaba distrayendo demasiado; era hora de calmarse.

Respiró profundo. El aire llenó sus pulmones e hinchó su pecho; luego exhalo lentamente.

—…muy bien.

Había restablecido su estado de ánimo (o, al menos, había dadosu mejor intento de hacerlo). Yya mástranquila, se dispuso a volver a la posada—cuando escuchó voces discutiendo, provenientes de un callejón.

—¡¡FINAAAALMENTE TE ATRAPE!!

—¡BZZZT*! ¡No, no lo hiciste!

Las voces le resultaron muy familiares. Menou se congeló.

«No, eso es imposible». Sacudió la cabeza, segura de que sus oídos le estaban jugando una mala pasada.

Es cierto que había venido a esta ciudad con la intención de encontrar a Momo y Akari, pero de momento no les estaba siguiendo la pista. Encontrárselas de casualidad en un callejón sería demasiado improbable. Después de todo, eran fugitivas. Incluso ellas debían estar conscientes de que no deberían llamar demasiado la atención.

Menou se sentía segura de ello… pero para asegurarse, se dirigió a la calle lateral de donde provenían los gritos.

—Juro que voy a matarte. ¡No puedo creer que haya sentido un poco de lastima por ti…!

—Adelante, inténtalo, si crees que puedes. ¡Aunque pensé que no poder matarme era la razón de que estuviéramos aquí en primer lugar, idiota! ¡Corta de mente! ¡¡CORTA DE MENTE Y CUERPO, HE DICHO!!

—¡¡¿DISCULPA?!!

Ya no se podía negar. Lo estaba presenciando con sus propios ojos; Momo y Akari estaban peleando mientras gritaban a todo pulmón.

Espectando esta discusión un tanto increíble, Menou parpadeó una y otra vez.

«…es demasiado  conveniente para ser una casualidad. ¿Quizás estoy cansada?» Pellizcó con fuerza la punta de su nariz, cerró los ojos y volvió a mirar—

—Aunque no pueda matarte, existe un pequeño y maravilloso concepto llamado tortura que seguro te sentara muy bien. ¡Veamos qué pasa si recortamos estos anti-estéticos globos de grasa con una sierra!

—¡¡AHH!! ¡No desprecies así la pubertad, Momo! ¡Todo se acaba si renuncias a algo tan natural! ¡¿Qué harás si te quedas toda inmadura por el resto de tu vida?!

—¡¡NADIE HA DICHO ALGO SOBRE ESO, HORRIBLE IMBÉCIL–!!

«¡Señor, lo que estoy viendo es real!»

Y lo que es más triste; las dos estaban tan concentradas en su discusión que ni siquiera habían percatado de Menou. La Verdugo sintió como un cansancio indescriptible hincaba profundo en su alma…

A pesar de todo, que las encontró, las encontró.

—…Momo. Akari.

Las dos chicas se congelaron de golpe.

Entonces  giraron  sus cabezas,  tan  lenta y mecánicamente que casi se pudo escuchar un chirrido metálico, hasta dar con el origen de la interrupción.

—¿…qué demonios están haciendo?

Menou había localizado a sus blancos de búsqueda con una facilidad francamente decepcionante.

***

En un callejón alejado de la carretera principal, sin que las viera algún transeúnte, tres chicas estabanteniendo un encuentro fortuito muy inesperado.

Momo, Akari y Menou.

La traición en el oasis fue vista como un punto y seguido por todas y, aunque no lo admitieran en voz alta, el temor de como agravaría eso a su relación perturbo hasta a la inconsciente de ellas; ni siquiera la más avispada descarto la posibilidad de una persecución seria entre decenas de asentamientos con escaramuzas desalmadas de por medio, desarrollos intensos e incluso una conclusión épica que haría estremecer al continente hasta sus cimientos—o algo parecido.

¡Por supuesto que ninguna previo que acabarían topándose por casualidad en un callejón apartado de la mirada del Señor…!

Momo ahora rechinaba los dientes con furioso pesar.

La habían descubierto por montar una escena. No había excusa para su imprudencia, y ni siquiera se le paso por la cabeza que Menou pudiera estar ya en la ciudad a estas alturas del partido. Como mínimo, confiaba en que todavía le llevaba unos dos o tres días de distancia. Era demasiado pronto como para que hubiera recorrido tanto terreno.

Y, aun así, Menou ahora estaba de pie frente suyo.

—M-Momo…— la voz de Akari temblaba. ¿Y ahora qué?, parecía preguntar desesperada con la mirada.

Momo apretó los puños.

Francamente, su deseo de golpear a la estúpida que estaba a su lado no había disminuido en lo más mínimo. Quería abollar esa cara odiosa de un puñetazo; ¡deseaba con todas sus fuerzas hacerle llegar su rabia a la culpable que había quemado sus preciados listones!

Sin embargo, la asistente de Verdugo tenía sentido de las prioridades. Sería imposible ocuparse de Menou con Akari     estorbando.     Y  aunque poseyera una  Pureza Conceptual, la buena para nada no era rival para Menou.

La forma de proceder estaba clara.

Tragándose  su  rabia  asesina,  Momo miró rápidamente a su alrededor. En unos instantes, vislumbro una ruta de escape saltando por encima de los muros que encerraban este pequeño callejón.

Sin mediar palabra, su cuerpo se cubrió con la fosforescencia de la Luz Guía. Menou la miró con desconfianza y se dio cuenta del Incremento Guía.

No obstante, el poder de Momo no estaba dirigido a Menou. Agarró a Akari con las dos manos y le susurró al oído:

—Voy a quitarte de la vista de mi senpai por unos minutos–así que corre lo más que puedas.

—¿Eh?

Akari parpadeó desconcertada. Estaba claro que no tenía ni idea de lo que pretendía Momo.

Pero sin preocuparse por su confusión, la levantó. Con el Incremento Guía, el peso de una joven no suponía nada. Giro los brazos y gritó: —¡¡VUELA, IDIOTAAAAAAAA!!

—¡¿QUEEEEEE–?!

Mientras Momo la lanzaba por los aires, Akari sólo pudo gritar de sorpresa.

Se elevó escandalosamente con los ojos llenos de lágrimas, pasando de largo los duros muros de piedra que formaban el callejón y desapareciendo de la vista de ambas.

—Phew—. Momo lanzó un suspiro de satisfacción y se secó el sudor de la frente.

Logro una distancia impresionante. El impacto del aterrizaje hasta podría matar a Akari, pero eso no suponía un problema. Era inmortal, después de todo. Incluso si acababa traumatizada, el impacto no acabaría con su vida de forma permanente.

Por su parte, Menou se quedó boquiabierta ante la visión de una chica siendo arrojada al cielo como una bala humana antes de recuperar el sentido común con un sobresalto y volver la mirada hacia su asistente.

—Eh, bueno… no puedo decir que haya visto venir eso, ¿pero exactamente qué piensas hacer, Momo?

«Está enfadada».

Momo podía leer su mente por el tono de su voz, y lo que percibió allí le produjo un escalofrío.

Aun así, esbozó una sonrisa dulce. —Umm… ha pasado taaanto tiempo, seeeenpai. ¿Supongo que no podrías dejar ir a tu linda asistente sólo por esta veeeez?

—Desde luego que no.

—¡Piensaloooo!

Momo esperaba que Menou le siguiera el juego un poco más, pero en lugar de eso, esta se limitó a desenfundar su daga.

Por alguna razón, Menou se veía más belicosa que de costumbre. Momo se preparó para lo peor también.

Si quería evitar que persiguiera a Akari, tenía que ganar tiempo. Lo ideal hubiera sido hacerlo mediante una conversación, pero Menou no parecía dispuesta a hablar.

—Estoy un poco irritada en este momento, como podrás notar. Aunque seas mi querida asistente, si no paras ya con esto, vas a salir lastimada.

—¡Tranquilízate! ¡¡RESPIRA HONDO!! ¡Por lo menos no te pases conmigo, por favor!

En términos de habilidades generales como Verdugo, Menou mantenía una clara ventaja sobre Momo.

Pero en cuanto a habilidades de combate, Momo no creía que fuera inferior a Menou, ni mucho menos.

Sus posibilidades de ganar en un cuerpo a cuerpo eran altas. Incluso en el monasterio dirigido por la Maestra, mantenía el mayor porcentaje de victorias en los combates de entrenamiento. El único aspecto en el que no superaba a Menou era en su habilidad para manipular la Fuerza Guía.

Todavía con la esperanza de aligerar el ambiente, Menou levanto rápidamente un encantamiento.

Fuerza Guía: Conectar—Daga,Cresta—Conjurar [Hilo Conductor]

Aun sosteniendo la daga por debajo de su palma, un hilo hecho de Fuerza Guía producido por la empuñadura se adhirió a la mano de Menou. Por lo general, ella hacia esto cuando pensaba usar la daga como un arma arrojadiza;

«Sin embargo,» concluyo su asistente, «de llegar a arrojarla, su intención seguramente sería más la de realizar una finta para limitar mis movimientos que para apuñalarme».

Bajo esa línea de pensamiento, Momo saltó hacia delante.

Desde que Menou fue entrenada individualmente por la Maestra Flare, sus encantamientos pasaban de la construcción a la conjuración a una velocidad increíble.

Podía conjurar con su cresta en lo que le tomaba realizar una sola respiración, e incluso levantar y conjurar ataques elaborados con sus Escrituras en tan solo tres segundos.

Por el otro lado, Momo casi nunca utilizaba sus Escrituras en combate. Las consideraba innecesarias. Habiendo recibido el mismo entrenamiento que Menou, apenas consiguió aprobar. No es que no pudiera usarlas, sino que era más rápido dejar que su Incremento Guía y su fuerza natural hablaran por sí solas la mayoría de las veces.

Su habilidad en ese campo era cuanto menos mediocre, si no que peor a la de la sacerdotisa media. Sería el colmo de la insensatez que se enzarzara en un tiroteo de encantamientos contra Menou, que rivalizaba en velocidad con la Maestra.

Por eso se lanzó hacia adelante para mantener la ventaja de un combate cerrado, y, en el mejor de los casos, interceptarla antes de que pudiera intentar algo—cuando de repente;

Fuerza   Guía:  Conectar—Daga, Cresta—Conjurar [Vendaval]

…de la daga salió una ráfaga de aire comprimido que la golpeó de lleno.

—¡¿Bwuh?!

Estuvo a punto de caer de bruces, pero consiguió mantenerse en pie. Por supuesto que, aprovechado el momento en que perdió el equilibrio, Menou levanto su rodilla para conectar una patada.

Momo apenas logró bloquearla con ambos brazos.

Sin embargo, el impacto la hizo retroceder. Sus pies casi se despegaron del suelo y sintió una desagradable sensación, como si se le revolvieran las tripas. Claramente deposito mucha energía en esa parada.

—Oh, mier…

Aunque no recibió ningún daño, había sido golpeada. Pero si dejaba que eso la acobardara hasta la sumisión, el combate terminaría.

Así que Momo forzó una sonrisa intrépida, tratando de atraer el flujo de la batalla hacia su dirección.

—Increíble como siempre, senpaaaai. Tu querida Momo no es rival para tiiii. Ha sido un movimiento espectacular, pero… ¿has dicho que estás irritada? ¿Paso algoooo?

—Si supieras que sí. Mi asistente huyo y me dejo tirada sin un centavo en el Oasis de Balar; me vi obligada a hacer de sirvienta para llegar hasta aquí; todos me vieron la cara de idiota nada más llegar… ha sido una situación estresante tras otra. Tal cual, Momo…— Menou le dedicó una brillante sonrisa. Era tan encantadora que Momo casi olvidóque estaban en medio del combate ytuvo que resistir el impulso de detenerse a admirarla. —…me gustaría resolver la situación contigo y con Akari. Ríndete en este mismo instante y explica todo.