Ichiban Ushiro No Daimaou (NL)

Volumen 4

Prologo: Sai Akuto

Incluso a una edad temprana, Sai Akuto se había sentido algo fuera de sincronía con el mundo.

Él era un huérfano. Eso por sí solo tenía una buena oportunidad de darle una personalidad que no se adaptaba bien a su entorno, pero en el caso de Akuto, vino de un aspecto más fundamental de su personalidad.

Un caballero había visitado una vez el orfanato donde vivía. La apariencia del caballero era más que suficiente para saber que venía de una excelente familia y era financieramente rico, pero no mostró ningún indicio de ser orgulloso por ello. Su discurso dejó muy claro que tenía una personalidad desbordante de bondad y parecía que donar dinero para los huérfanos era algo natural para él.

Solo pasaba de casualidad cuando me enteré de que esto era un orfanato. Difícilmente pude ignorarlo. Si no es una molestia, me gustaría hacer una donación.

Akuto fue quien recibió al caballero que sonrió y se quitó el sombrero. Akuto era un niño precoz conocido por ser muy inteligente para su edad, por lo que los maestros lo dejaban recibir cualquier visita cuando ellos estaban ocupados.

Muchas gracias, señor. Realmente se lo agradecemos. Llamaré a alguien que pueda manejar eso por usted, así que por favor espere aquí un momento.

Akuto no estaba diciendo simplemente lo que le habían enseñado a decir. Sus palabras de agradecimiento fueron suyas. El caballero pareció increíblemente emocionado de ver a alguien tan joven como Akuto hablar tan bien.

Esto es una sorpresa. Qué niño tan bien educado. ¿Qué tal si te entrego la donación a ti? Entonces puedes dársela a quien esté a cargo.

El caballero debe haber preparado su donación antes de llamar a la puerta del orfanato ya que sacó un sobre blanco del bolsillo interior de su abrigo y se lo entregó a Akuto. El sobre era pesado, por lo que Akuto pudo saber que tenía una gran suma de dinero dentro. Cuando vio la mirada de sorpresa de Akuto, el caballero sonrió amablemente y asintió.

Muchas gracias. No podemos dar a nada a cambio, pero al menos dele a todos la oportunidad de agradecerle directamente. Si puede entrar y esperar, llamaré a todos. – dijo Akuto mientras se inclinaba profundamente.

No, eso no es necesario. Simplemente he hecho lo que es completamente natural para un seguidor del dios Ko Ro. No me agradezcan a mí, agradezcan a mi dios.

Con ese humilde comentario, el caballero se puso su sombrero y comenzó a retirarse.

Por favor espere. Me gustaría agradecerle a usted en lugar de a su dios. – dijo Akuto.

El caballero se detuvo y acarició el borde de su sombrero con una expresión amable.

No debes. No he hecho nada. Esta es la benevolencia de dios. Todo fue gracias a que mi dios me condujo a este lugar.

Esas palabras no eran un intento de ocultar su vergüenza. El tono de voz del caballero dejó en claro que estaban arraigadas en su profunda piedad.

Si hubiera estado hablando con un niño normal, esto habría terminado como solo un buen recuerdo para el orfanato.

Sin embargo, estaba hablando con Akuto.

Los dioses no son más que sistemas, por lo que agradecerles cambiaría su amabilidad en nada más que egoísmo. Es por eso que no puedo agradecerle a su dios. Deseo simplemente agradecer su amabilidad. – dijo Akuto.

Él realmente era muy inteligente para su edad.

Era cierto que los dioses de esta época no eran nada más que sistemas de control que registraban las acciones de la gente con el fin de proporcionar servicios sociales.

Sin embargo, ya que todos tenían sus acciones diarias registradas, se les requería actuar de acuerdo con lo que era definido como “correcto” para recibir una vida mejor. Esto había llevado a una situación donde incluso personas muy educadas caían en una fe ciega o celo religioso. Puede haber sido que esa piedad no podía ser controlada por la razón, pero Akuto no entendía eso completamente.

¡No seas tan grosero! ¡Dios te castigará por esto! ¡Los dioses existen y tienen voluntad propia, por lo que es natural agradecerles y temerles! Y eso crea solidaridad entre los creyentes. ¡Ahora pide perdón a dios!

El caballero se acercó a Akuto, lleno de emoción.

Akuto no podía ver cómo los pensamientos del caballero tenían algún sentido.

No puedo pedir disculpas a algo que no existe.

¡Qué niño tan horrible! ¡Temo lo que te sucederá en el futuro! ¿¡Cómo puedes pensar siquiera en oponerte a los dioses!? Por esto eres un huérfano.

El caballero miró a Akuto con una mirada de desprecio.

Akuto se sorprendió. No estaba tan sorprendido por el desprecio como lo estaba de que un hombre que pensaba que era una buena persona pudiera decir cosas tan discriminatorias.

¿Ha caído tanto en su creencia en un sistema creado por humanos que no tiene idea de las cosas horribles que está diciendo? – preguntó Akuto con voz temblorosa.

¡Ya déjalo! ¿¡Todos creen en ello, así que qué importa!? ¿¡Y realmente vas a oponerte a alguien que está dispuesto a darte dinero!?

En ese momento, los maestros notaron los gritos del caballero y se llevaron a Akuto. Se disculparon ante el caballero, de alguna manera lograron conseguir el donativo, e hicieron que los otros huérfanos le cantaran. Al final, el caballero se fue de buen humor.

Un maestro suspiró, volvió una sonrisa amarga en dirección de Akuto, y habló con un leve tono divertido.

Sabes, hay veces en que necesitas bajar la cabeza a modo de disculpa incluso cuando tienes la razón.

El maestro no esperaba que lo entendiera. Sin embargo, Akuto lo entendió completamente pero aún así negó con la cabeza.

Me aseguraré de nunca tener que hacer eso. Solo tengo que ser alguien importante, ¿no? Si puedo hacer lo que es correcto en un momento como este, nada podría ser más fácil.

Los ojos del maestro se abrieron mucho.

Entonces espero que te conviertas en alguien realmente importante. Pero no será tan fácil.

Las palabras del maestro parecieron alejarse en la distancia y Akuto finalmente se dio cuenta de que esto era un sueño. Había estado recordando algo del pasado.