Bokutachi No Remake! (NL)

Volumen 2

Capítulo 5: Lo Que Puedo Hacer

Parte 2

—Creo que se excedió un poco… oh bueno, parece que se está divirtiendo como nunca, así que eso es bueno.

La canción era de un anime que se había estado emitiendo hasta hace pocos días, así que muchos de los miembros del público se sintieron identificados con la introducción.

Festivales escolares, bandas sorpresa, disfraces que no tenían nada que ver con la actuación.

Por coincidencia, ya que resultaba que la situación era extremadamente cercana a la secuencia del concierto de ese anime, así que se arriesgó para la primera canción y salió con la misma canción de Aya Kurano.

La expectación fue en aumento con los vítores cada vez más fuertes.

…Y entonces.

La voz de Nanako mientras cantaba sonó a lo largo y ancho del escenario.

Estrictamente hablando, había muchas áreas en las que podría mejorar. Pero, aun así, no se trataba de si desafinaba o no, esto estaba a otro nivel. Ella era la diversión personificada con la voz con la que cantaba mientras rebotaba alegremente por el escenario.

Había cientos de desconocidos que la veían aquí por primera vez. Sin duda, estaban hipnotizados.

—¡Graciaaaaas! —Después de cantar la canción, Nanako agitó la mano para mostrar su gratitud al público.

Los vítores, como si fueran enviados por el cielo, la saludaron. La gente que había sido escéptica con ella al principio, se había convertido en sus fans en unos pocos minutos.

—¡A eso me refiero! Sí, has seguido correctamente lo que te he enseñado. —Sugimoto se enamoró del canto de Nanako mientras escuchaba con alegría desde el fondo de su corazón.

—¡Pero si eres bastante increíble…! —Tsurayuki la escuchó con alegría con una sonrisa de oreja a oreja.

***

Hace 2 meses.

El día después de hacer escuchar a Nanako la canción que arreglé, me puse a ello y la llevé con uno de nuestros superiores.

—Oh, ¿es la chica de la que he oído hablar? Kogure-san, ¡encantado de conocerte! Me llamo Sugimoto.

El hombre que pertenecía al Grupo de Investigación Artística y cantaba «Donguri Korokoro» que rodó por una pendiente durante la fiesta de bienvenida.

—Ah, soy Nanako… te ves bastante fornido.

—Jaja, ¡Es porque estoy apuntando a un trabajo donde me pagan por hablar fuerte! ¡Bueno, también está el hecho de que simplemente como demasiado! ¡Wajajaja!

—Nanako, Sugimoto-san aquí también es un profesor que va a las escuelas primarias y secundarias para enseñar a cantar.

—¿Así que es un profesor de verdad…? ¿Está bien que reciba clases de él?

—¡Déjamelo a mí! Hashiba-kun me dio vía libre para entrenarte, ¡así que quiero que me des lo mejor de ti a partir de ahora!

—…¿Si señor?

—Bien, entonces Sugimoto-san, dejaré a Nanako a tu cuidado.

—¡Entendido! ¡Empecemos entonces, Kogure-san!

—¡Espera un momento, Kyouya-kun! ¿¡Te vas!? ¡No te vayas!

—A partir de ahora, ¡vas a trabajar para adquirir un tono relativo!

—Sí-sí…

—Voy a tocar una nota en el piano, y tú vas a decir «Ahhh» en el mismo tono.

—¡Bien!

—Bien entonces, ¡esta es la nota!

—¡Ahhh…!

—Sí, ¡ahora lo entiendo!

—Eh, ¿qué has «entendido» de eso?

—Hay poder en tu voz, es bastante hermosa. Pero creo que requiere mucha práctica con una guía. ¡Una vez más, haré que te esfuerces hasta que se te caigan los pulmones!

—¿¡En serio!? Lo sientooooooo…

—jadeo, ha… ha… no puedo correr más…

—¡Vamos, vamos, que sólo faltan 3 vueltas al recinto!

—Eso es… jadeo… ¿Correr con sangre caliente… ha… realmente… me hará una mejor cantante…?

—¡Estoy seguro de que sí! ¡Si no aumentas tu resistencia, tu voz no saldrá!

—Al… al menos tengo algo de confianza en ese sentido.

—Laa~ La, la~ La, la, la~.

—¡Eeeek!

—¡Deberías decir que tienes confianza cuando eres capaz de emitir al menos eso! ¡Jajajaja!

—Uwaah. ¡Ayúdame, Kyouya~! ¡Este tipo es definitivamente un monstruo!

—Wajaja, ¡Bien! ¡Bien! ¡Sigue con ese tono, Kogure-san!

—¡¡Aaaaaaaaaaaaa~!! Aaaa~… tos, tos, uwuuuu~ ¿Esto está

bien?

—¡Si está bien o no dependerá de tus esfuerzos, Kogure-san!

¡Ahora bien, otra vez!

—Aaaaaaa~, Aaaaaa~ack! ¡Mi-mi voz ya no sale!

—¡Muy bien! Desde arriba intenta cantar «Aaa» otra vez.

—Te acabo de decir que es muy difícil decirlo en voz alta. ¿Acaso eres un demoniooo?

Al principio Nanako se quejaba un poco. Sin embargo, la práctica de lo básico, que consistía sólo en producir su voz y vocalizar los sonidos del piano, ayudó a corregir constantemente su canto.

***

—Nanako, parece que tienes permiso para cantar. Felicidades.

Después de confirmar su progreso por parte de Sugimoto, Nanako iba a recibir un nuevo método de práctica.

—Ya no siento que pueda cantar con letras reales… Mi cuerpo está ahora afinado para cantar sólo en «Aa~»…

Estando entrenada hasta los huesos, la Nanako que decía alegremente «¡Karaoke!» había desaparecido a otro lugar.

—No te preocupes, las cosas mejorarán gracias a mi Plan Secreto de Entrenamiento.

—¿Plan secreto…?

Una pequeña luz centelleó en los ojos de Nanako. Tenía un poco de expectación por algo especial.

Pero con un solo golpe, hice que perdiera su brillo.

—¡Subamos un vídeo tuyo cantando!

—… —La cara de Nanako se congeló. Entonces se dio la vuelta suavemente para intentar salir corriendo.

La agarré por el cuello e hice que se sentara inmediatamente.

—¿Por qué huyes? ¿No prometiste escucharme?

—¡Pero, eso es otra cosa! No pensé que… ¡no pensé que dirías algo tan escandaloso! —Nanako agitó los pies para ver si podía escapar—. ¡De ninguna manera, de ninguna manera! Si lo ve todo el mundo, ¡moriré~! ¡Sería humillante! ¿Quieres matarme, Kyouya?

—Sí, voy a matar a Nanako.

—¡Eee-Eeeeek! ¡Oficial! ¡Este hombre finalmente ha revelado sus verdaderos colores! ¡Sálvenme! ¡Voy a ser asesinada y comida! ¡No soy sabrosa! ¡Así que perdónameeeeee!

—Voy a matar a la vieja Nanako. —Hice que Nanako se sentara de nuevo y la miré directamente a los ojos—. Voy a matarla. A la cobarde e insincera Nanako que ha escondido un tesoro largamente esperado todo este tiempo. Y de su cadáver sacaré una nueva Nanako sincera. —Le di una palmadita en los hombros junto con una sonrisa tranquilizadora—. Y para ello, tenemos que tomar un camino diferente.

Nanako seguía indecisa. Pero, por sus reacciones, me di cuenta de que era definitivamente eficaz.

—¿Subir un vídeo… realmente me hará mejorar?

—Sí, tienes mi palabra.

—Di-Dime… si alguien hace un comentario terrible… ¿me reconfortarás entonces?

—Sí, te alabaré igual a 50.000 veces ese comentario. Nanako se ríe ante eso, y luego asiente. —De acuerdo, lo intentaré…

Nanako empezó entonces a subir vídeos de ella cantando. Por supuesto, esto fue antes de que apareciera la sección «¡Cantó!». Y, por supuesto, los comentarios negativos vinieron con el paquete. Sin embargo, también hubo muchos comentarios positivos, que los superaron con creces.

Sin parar seguimos haciendo 2… 3… y aún más videos.

—Nanako, ¿puedes reforzar esta parte vertiendo un poco más de emoción?

Seleccioné comentarios constructivos de entre todos los comentarios y reflexionamos sobre ello.

—Sí puedo. Lo intentaré.

—Y también aquí, mucha gente está pendiente del vibrato.

—Entonces vamos a darle un repaso rápido. Vamos a intentar cambiar la dinámica.

—¿Puedes seguir con ello?

—¡Sí!

Y con los comentarios como espejo de las subidas. Se formó una nueva reacción.

—Vaya, siguiendo este comentario poniendo un respiro aquí, puedo cantar el estribillo mucho más fácilmente…

Con el tiempo, las referencias técnicas en los comentarios también aumentaron. Ser visto por más gente viene con esos beneficios.

—Entonces, ¿por qué no lo incorporamos inmediatamente y lo subimos? Creo que a esa persona también le gustaría.

—¡Hagámoslo! Quiero que sea él el que más lo escuche.

Es la relación entre los que suben y los que lo ven. Es un sistema que promueve el crecimiento mutuo.

Es una época en la que el término «CO» aún no era efectivamente común.¹⁹

En ese sentido, Nanako se adelantó a los tiempos, utilizándolo como una forma de salir de su caparazón. Esa era la estrategia secreta que traía de mi yo futuro de 10 años.

• Contenido original.

***

Y esto fue lo que sucedió hoy.

Estaba frente a ella con mi portátil desplegado, mostrándole el sitio «YouTube».

—Creo que ahora es el momento de que veas esto.

Al no saber cómo reaccionaría Nanako, no le di la URL del sitio y, hasta ahora, sólo copié y pegué los comentarios para mostrárselos.

—El nuevo vídeo, ha conseguido más de 10.000 visitas. Es más, sólo lo subí ayer.

La cantidad de comentarios negativos era demasiado baja para ser contada.

«Ha sido maravilloso», «Me ha enganchado por completo», «¿Cuándo sale el próximo?».

Sin duda, eran personas que se convirtieron en sus fans.

—Me resulta más extraño que la Nanako que ha cantado para decenas de miles de personas tenga ahora miedo de cantar delante de cien.

Al leer los comentarios, la expresión de Nanako se tranquilizó. Leyó los comentarios, tanto los positivos como los negativos, con gran interés.

—Es realmente extraño. Mi voz ha cosechado reacciones de todas partes.

—Vamos. Estoy seguro de que todos los que están allí se convertirán en tus fans. —La llamé, extendiendo mis manos.

—…Vamos. —Las manos de Nanako ya no temblaban mientras se agarraba de nuevo.

Sin que nadie lo pidiera, las voces que pedían un bis surgieron de forma natural.

—Ahora la última… es una canción algo menos popular, pero es bastante buena. Así que, por favor, escúchenla.

Me sorprendió mucho la pieza que eligió.

Entre el nombre y la formación, no es que no se me pasara por la cabeza. Pero, aun así, se había formado en mí un bloqueo mental ante la improbable posibilidad de que hubiera otro encuentro casual en la misma línea que Shinoaki a mi alrededor.

Pero volvió a ocurrir tal y como pensaba… un milagro.

Nubes de polvo se elevaron al cielo, brillando a la luz, como estrellas.

Dentro de ella, Nanako saltaba cantando alegremente como las idols.

Con mi torrente de pensamientos encerrados, murmuré hacia el escenario

—Encantado de conocerte, N@Na.

Fue el momento del nacimiento, para la cantante que nunca dejé de admirar 10 años después.

***

—…Sabía que tenía que ser eso.

Kawasegawa Eiko estaba más atrás en las gradas, en la espesura de los árboles. Al principio no le interesaba mirar, y se limitó a comprobar el ambiente y a hacer una foto con su móvil para tenerla como material de referencia y dirigirse directamente a casa. En ese momento, una voz familiar llegó a sus oídos.

Sorprendida, miró involuntariamente hacia atrás y se quedó encantada con ella hasta el final.

—Bueno, era sólo una cuestión de costumbre, el potencial estaba ahí, sólo tenía que dar las notas adecuadas.

Mostró la misma sonrisa que le dedicó a Kyouya-kun durante la proyección del curso pasado.

—…No está mal, Nanako Kogure.

Se giró sobre sus talones y comenzó a caminar lentamente por la colina.

—Es muy bueno, ya eres más sincera.

***

—¡Gracias por su duro trabajo! —En el escenario, Nanako chocó los cinco con los miembros de la banda uno tras otro.

Mirando a lo lejos desde las gradas:

—Buen trabajo, Nanako.

En el lugar prometido, comprobé cada parte de su actuación.

—Nanako… estuviste genial. —Shinoaki estaba cautivada, se enamoró de la voz de Nanako

—Haciendo las delicias de tanta gente, por fin puedes estar tranquila.

Hasta ahora, no había tenido la confianza para hacerlo. Ella fue capaz de encontrar esa «Seriedad». —Vamos a dar las gracias a todos por su…

En el momento en que se levantó, Shinoaki estaba un poco aturdida.

—¿Estás bien, Shinoaki?

—…Sólo estoy un poco intoxicada con todos los sonidos y la gente.

—Bien entonces. Vamos a descansar un rato. Hm… —Decidí buscar un lugar para descansar antes de reunirme con Nanako.

***

—¡Kyouya! Lo hice… ¡conseguí cantar como es debido! — Nanako dijo alto entre bastidores—. Eh, ah, claro, está mirando desde las gradas… —Apenas recordaba sus propias palabras. Así de preocupada estaba.

—¡Kogure-san! ¡Qué buen trabajo el de ahí fuera! —Sugimoto saludó a Nanako con una sonrisa que ni siquiera había mostrado durante los entrenamientos—. Voy a ofrecerte oficialmente un papel en el festival escolar del año que viene.

—¡Muchas gracias, yo…! —Nanako se alegró al escuchar eso.

Todos la felicitaron, le agradecieron el esfuerzo realizado. Pero todavía no había conseguido comunicarse con la persona con la que quería hablar primero.

—Oye, Nanako, ¿a dónde vas?

Sin siquiera detenerse ante la pregunta de Tsurayuki…

—¡Voy a darle las gracias a Kyouya! ¡¡Vuelvo enseguida!! — Nanako ya estaba corriendo.

***

Al fondo de las gradas, había un banco bajo la sombra de un árbol.

—Vamos a descansar allí. ¿Puedes caminar?

Shinoaki asintió profundamente mientras la llevaba de la mano y luego retrocedía lentamente. La dejé sentarse por el momento y me senté a su lado después.

—Toma, bebe esto por ahora. —El vaso de Shinoaki está vacío, así que le entregué el mío.

—Gracias… —Del vaso que recibió, vertió lentamente su contenido en su garganta. La carbonatación del refresco de jengibre burbujea y luego se desvanece—. Uf… —Tomando aire, la expresión facial de Shinoaki se animó.

—Parece que ya te has calmado.

—Ya lo creo, ahora estoy bien. —Me devuelve el vaso.

Me bebí la pequeña cantidad de ginger ale que quedaba en él.

La gente comenzó a dispersarse lentamente del lugar.

—Ya es hora de limpiar.

Me acuerdo de las aulas convertidas en tiendas y del lugar del concierto del festival escolar.

—…Si. —Shinoaki se levantó del banco. Miró a su alrededor dando vueltas. Luego se detuvo después de mirar en mi dirección cara a cara—. El festival escolar también ha terminado ya. —dice con calma.

No pude adivinar el verdadero significado de esas palabras.

—¿Qué pasa, Shinoaki?

—No es nada, sólo estaba pensando en algo. —se ríe entonces—

. Cuando tú te sientas ahí, estamos más o menos a la misma altura.

Yo también me reí.

Hay luces rojas y blancas parpadeando frente a nosotros, el clamor de voces alegres se oye a poca distancia. El espacio en el que me encuentro me parece un mundo diferente.

—Eh. —De repente, mi visión frontal se oscurece. Entonces oí una voz. Un pelo suave me rozó. A continuación, sentí que mi frente se rozaba débilmente con otra. Y finalmente, los labios de Shinoaki tocaron suavemente los míos—. …¿Eh?

—Uhmm, ¿Oops?

—«Oops» es una forma de decirlo…

Nos miramos con caras de asombro.

No, teniendo en cuenta el intercambio que ocurrió antes en la sala del club, esto no es sorprendente en absoluto.

Esto debía ser una escena muy parecida a la de una telenovela, pero ¿cómo decirlo? Sucedió de forma bastante abrupta.

—Mi cabeza se quedó en blanco.

—¿En serio?

—El estado de ánimo festivo me afectó.

—Ah… ¿de verdad?

Shinoaki entonces se rio mientras sonreía.

Sintiendo que yo mismo me estaba volviendo loco, me reí con ella.

Como los niños, nuestras frentes chocaron accidentalmente.

Creo que la fiesta de clausura en el lugar del concierto comenzó basándose en el clamor relativamente fuerte y con él (me pregunto quién lo hizo sin permiso) resonó el sonido de los cohetes de fuegos artificiales que se dispararon.

Entre los sonidos que retumbaban en el cielo se mezclaban las voces bulliciosas de la gente. Ya nadie podía ser consciente de lo que había sucedido frente al banco

…Excepto una persona.

***

—…En serio.

Tenía comida en sus dos manos. Dos crepas, compradas en un puesto popular. Una era de su sabor favorito, chocolate y plátano. La otra era de melocotón y nata montada que él había dicho que le gustaba. Ella iba a entregarla junto con las palabras «Gracias». Incluso preparó las palabras que iba a decir a continuación.

Pero se dio la vuelta en silencio. Sin darle la crepa, ni esas palabras.

—Vaya…, Realmente resultó ser así, sí, he visto ese tipo de cosas pasar entre ellos muchas veces ya. —Se rio y miró hacia el cielo—. Soy una idiota. El ambiente del otro día estaba reaaalmente perfecto en el camino de vuelta a casa. Por qué lo hice pasar por una broma.

Por fin tenía algo que podía hacer con sus propias manos.

No, sería más apropiado decir que le instaron a aprovecharlo.

La persona que quería dar las gracias corrió 10 metros por delante.

La distancia entre él y ella se había vuelto un poco distante.

—Me pregunto qué voy a hacer con esto. Supongo que tendré que dejar que ese idiota que hizo esos trucos de magia se la coma.

Con las crepas en la mano, la chica volvió al escenario.

Si se quedaba allí, ellos acabarían volviendo allí.

Si lo hacía, todo volvería a ser como antes. Con «Todos».