Infinite Dendrogram (NL)

Volumen 12: Las Formas De Amor

Capitulo 3: El Inicio Del Festival

Parte 3

Prism Rider, Ray Starling

“Oye, esto es sobre el matrimonio de Elizabeth otra vez… ¿por qué Huang He?” Yo pregunté. “Geográficamente hablando, Legendaria, Caldina y Granvaloa son las mejores opciones, ¿no es así?” Todos estaban más cerca de Altar que Huang He. Sin países en el medio, incluso podría esperar algunos refuerzos del acuerdo. Y por lo que sabía, Altar ya estaba aliado con Legendaria y tenía un tratado comercial con Caldina.

“Legendaria y Caldina en realidad dieron propuestas similares, pero yo elegí la peor opción”, dijo Azurite.

“¿Menos peor? Y… ¿y Granvaloa?”

“Formar una alianza con ellos a través del matrimonio es imposible. Simplemente no sería suficiente para darle el respaldo de las cuatro grandes flotas”.

Según Azurite, el gran capitán (como se llamaba al rey de Granvaloa) fue seleccionado entre los candidatos presentados por las grandes casas de cada una de sus cuatro flotas: la flota mercante, la flota militar, la flota pirata y la flota aventurera.

Debido a este sistema, la adición de sangre real de Altarian en cualquiera de las cuatro casas destruiría el equilibrio y tal vez incluso desencadenaría una guerra civil. No llegó ninguna oferta de alianza matrimonial de Granvaloa porque ninguna de las casas quería que eso sucediera.

También había otro detalle que dificultaba forjar una alianza, incluso sin el matrimonio de por medio.

El gran capitán actual era anciano y se pensó que sería reemplazado pronto, por lo que fue difícil para el país tomar decisiones políticas importantes. Aparentemente, las casas no estaban unificadas sobre si debían ponerse del lado de Altar o Dryfe.

Esto estaba solo ligeramente relacionado, pero la casa a cargo de la flota pirata era “Grandria”, y era de donde era Sir Langley, el padre de Liliana y Milianne. Entonces, si las cosas fueran de otra manera, la propia Liliana podría haber sido candidata a gran capitana.

Sin embargo, no era como si esos “y si” significaran nada ahora. “¿Y qué hay de Legendaria?” Yo pregunté. “Ese país está pasando por disturbios políticos”.

“¿Es?”

“Sí. Es una monarquía limitada con dos personas en la cima: la reina de las hadas Titania, que es básicamente una figura decorativa, y el primer ministro, que es el verdadero líder político”.

Oh, había oído hablar de Titania antes. Y… ¿una monarquía limitada? Entonces, Legendaria era básicamente como Japón o el Reino Unido, ¿eh?

“Durante muchos años, su primer ministro fue el patriarca de los elfos nobles, pero murió algún tiempo antes de la guerra aquí en Altar”. Un gran elfo. Así que este mundo también tenía las clásicas carreras de fantasía…

“Y aparentemente… fue un asesinato”. … Ahora eso definitivamente parecía algo que causaría un disturbio.

“Escuché que su muerte también fue realmente extraña. Se transformó en un mono… del cuello para abajo”.

“Eso es extraño… Hm…” Sentí que había oído hablar de algo así antes…

Oh, cierto… Marie me había dicho una vez que Legendaria tenía un Superior con un Embrión que hacía algo similar.

“Entonces, ehh…”

“Sí”, dijo Azurite, entendiendo a lo que me refería. “Legendaria tiene un Maestro que puede hacer exactamente eso. Sin embargo, no está siendo investigado por el crimen y aún no se ha encontrado al culpable”.

Eso fue raro. Todo saldría bien si él fuera inocente, y con el Discernimiento de la Verdad sabrías si era culpable de inmediato, así que ¿por qué no investigarlo?

“Yo mismo investigué un poco esto”, continuó Azurite. “Aparentemente, los parientes cercanos del primer ministro intentaron investigarlo, pero algunas otras personas influyentes interfirieron”.

“Así que básicamente…”

“Sí. Tienen un conflicto interno. Los ciudadanos del país están divididos en facciones y, en su conjunto, ahora es un crisol de asesinatos y traiciones. No hay un conflicto sangriento total, pero muchas personas ni siquiera están seguras de quiénes son sus enemigos. Todo está turbio y confuso. Siempre nos dicen que esa es la razón por la que no pueden enviarnos refuerzos”.

Eso es un desastre, pensé. Incluso Tenchi parece una mejor opción, y la guerra allí es como una rutina diaria.

De todos modos, ahora sabía por qué Azurite no tenía ganas de enviar a su hermana allí.

“Los únicos lugares en Legendaria que son tan pacíficos como parecen son el lugar donde vive Titania y sus arenas. Muchos de los Maestros allí parecen ser completamente indiferentes acerca de lo que está sucediendo”, dijo Azurite.

“Para un lugar llamado ‘Fairyland’, realmente no parece tan agradable. Entonces, el último… ¿por qué no Caldina?” Le pregunté, esperando que ella dijera rápidamente algo negativo al respecto.

Sin embargo, su respuesta fue… silencio.

“¿Azurita?”

“… No hay problemas obvios con ese país”, dijo mientras hacía una mueca que parecía implicar lo contrario. “Ray, ¿qué piensas de Caldina?”

Su   pregunta  fue   formulada  con  una   voz   densa  por   la   inquietud.

Básicamente sonaba como si viera a Caldina como un enemigo.

“… No sé casi nada al respecto. ‘No sé’ es todo lo que puedo decir”.

Si tuviera que nombrar algo, sería su participación indirecta en las acciones de la banda Gouz-Maise, lo que definitivamente no me dio una buena impresión.

“¿Hay algo sobre Caldina?” Yo pregunté.

“… Nada que pueda decir con certeza. Y a diferencia del Granvaloa, no hay problemas que se me ocurran de inmediato”.

Eso solo lo hacía parecer un buen aliado potencial, pero tenía que haber algo más en esto.

“Después de que perdimos la guerra, se ofrecieron a enviarnos Maestros, incluidos cuatro Superiores”.

“¿Cuatro?” Caldina tenía un total de nueve, y eso era casi la mitad de ellos. Eso literalmente duplicaría la cantidad de Superiores que Altar tenía disponible, y los que no eran Superiores harían un buen trabajo llenando los vacíos que todavía tuvieran.

“Y fue una oferta de alianza que ni siquiera involucró matrimonio. Simplemente nos uniríamos para vengarnos de Dryfe. La única condición era que Caldina tuviera la tierra y la tecnología de Dryfe, mientras que Altar recuperaría el territorio que Dryfe le había quitado al reino”.

Altar podría usar toda la mano de obra de Caldina para recuperar lo que había perdido. Parecía un trato realmente bueno, pero… “… ¿Qué pasa con la paga de los Superiores y otros Maestros?”

“No solo cubrirían todo eso, sino que también nos darían dinero para contratar a los Maestros de nuestro reino”.

Así Altar recuperaría todo con poco esfuerzo de su parte. En realidad, fue

un buen negocio que hizo que un ligero escalofrío recorriera mi espalda…

“… ¿Aunque no aceptaste? ¿Por qué?”

“Porque si todo saliera de acuerdo con su plan, Caldina simplemente ganaría demasiado…” En primer lugar, recibirían la tecnología avanzada de Dryfe y la tierra de Dryfe. Lo primero era obviamente lo más importante, pero para un país desértico como Caldina, incluso la tierra de Dryfe sería bastante útil. El imperio también estaba lleno de ruinas como las de Quartierlatin, con una gran cantidad de tesoros esperando ser desenterrados.

En segundo lugar, tendrían Maestros de Dryfe. Incluso si el imperio desapareciera, sus Maestros seguirían existiendo. Muchos de ellos cambiarían de alianza, y muchos de ellos elegirían a Caldina simplemente porque ahora estaría controlando el territorio de Dryfe. Caldina también era lo suficientemente rica como para igualar las locas recompensas monetarias que Dryfe pagó a sus Maestros, como lo demuestran los cuatro Superiores y muchos Maestros normales que se ofrecieron a enviar en ayuda de Altar.

Si había algo en este trato que podría ser una dificultad para Caldina, era el dinero que tendrían que pagar a sus Maestros, pero incluso eso era una gota en el balde en comparación con la inmensa riqueza del país. Hugo me había dicho una vez que las recompensas de Dryfe a Masters habían hecho una gran mella en las arcas del imperio, pero para Caldina, ese tipo de dinero era cambio de bolsillo.

En tercer lugar, Caldina se liberaría de su cerco geopolítico. Actualmente, Caldina estaba rodeada por los tres países occidentales, Huang He al este y Granvaloa al sur. Si derrotaban a Dryfe y forjaban una alianza con Altar, perderían dos de sus cinco enemigos. Una vez que eso sucediera, podrían usar sus nueve Superiores, y todos los demás Superiores y Maestros que obtendrían gracias a la fusión con Dryfe, para invadir Huang He o Legendaria.

Básicamente, si la alianza se concretara, Caldina lo tendría todo sin arriesgar nada.

Incluso podrían usar el impulso de sus victorias para poner a todo el continente bajo su bandera. Honestamente, era natural que Azurite desconfiara de su oferta.

“Sin embargo, casi aceptamos su oferta”, dijo Azurite. Un hombre que se ahoga se agarrará a una pajita, como decían. La desesperación podría haber llevado fácilmente a Altar a aceptar el trato.

“Pero… el reino todavía tiene otras opciones. No estamos rotos todavía”, continuó antes de mirarme a los ojos, por alguna razón. Se sentía como si me estuviera usando para recordar algo que había visto en el pasado.

“¿Azurita?” Rompí el silencio.

“… Debería volver al trabajo”.

Entonces supongo que debería irme, pensé.

“… Gracias por venir hoy”, dijo Azurite. “Hablaré con Elizabeth de nuevo y realmente me abriré con ella, tal como me dijiste”.

“Eso es bueno escuchar.”

“Gracias a ti, evitaré cometer al menos un error”.

“No lo menciones. Simplemente hice lo que pensé que no me dejaría un mal sabor de boca”.

Con eso, salí de la habitación de Azurite.

***

La Casa de Huéspedes

Altimia vio como Ray se iba y cerraba la puerta, luego exhaló un suspiro y dijo: “Tú eres la razón por la que el reino no se rompió, Ray”.

Pensó que sólo porque les diste esperanza a los Altarianos no se hizo añicos el país.

Su batalla se había transmitido tanto a Gedeón como a Altea, y había sido presenciada por muchos Altarianos, nobles y campesinos por igual.

Había evitado que los nobles finalmente perdieran toda la confianza en los Maestros junto con su esperanza en el futuro del reino.

Por eso el reino no había optado por la opción más fácil pero más sospechosa.

Si la suposición de Altimia era correcta, aceptar la oferta de Caldina conduciría a un futuro en el que Caldina gobernó todo el continente, y Altar terminaría como su estado vasallo o sería destruido por completo. Sería lo mismo que perder ante Dryfe, si no peor. La única diferencia sería que sucedería más tarde.

Aun así, a pesar de que ese caso no tenía esperanzas para el futuro, podría haber elegido esa opción para salvar el presente. Muchos en la nobleza de Altarian veían a Caldina favorablemente. Muchos de ellos pensaron que aceptar la oferta de Caldina era el camino más seguro hacia la victoria contra Dryfe, pero Altimia creía que un número decente de ellos estaba en connivencia con Caldina. Incluso había algunos documentos en la mansión del marqués Borozel, recientemente sentenciado, que se referían a tratos turbios con los comerciantes de Caldinan.

El país estaba tratando de extender sus tentáculos por toda la nobleza Altariana, utilizando a los comerciantes como puntos de contacto.

“Dryfe es el enemigo que luchará contra nosotros directamente, mientras que Caldina es el que nos apuñalará por la espalda… esa podría ser la mejor manera de verlo”, se dijo Altimia.

Esto fue respaldado por el hecho de que Caldina había comenzado a actuar de manera extraña una vez que Altimia rechazó su oferta de alianza. Por un lado, solicitaron un cambio en el tratado comercial y cambiaron levemente sus exportaciones e importaciones. Eso no parecía ser mucho de qué preocuparse, pero Altimia pensó que no era descabellado que la asesinaran para infundir una sensación de peligro y luego apoyar a los nobles amigos de Caldina para poner a Elizabeth o Theresia en el trono y forjar su alianza entonces.

“Esa bruja… el Presidente La Place Phantasma es definitivamente capaz de llegar tan lejos”. Además, Altimia no le había dicho esto a Ray porque no estaba segura de ello, pero era posible que Caldina también estuviera detrás de la invasión de Altar por parte del imperio.

Antes del cambio en el liderazgo de Dryfe, Caldina había comenzado a frenar sus exportaciones de alimentos. Oficialmente, era “parte de una reestructuración relacionada con el reciente aumento de Maestros”, pero eso no le parecía cierto a Altimia.

También se enteró recientemente de que Dryfe estaba pasando por una hambruna severa.

Por extraño que fuera, los agentes tian que había enviado allí antes no habían informado que sucediera nada de eso, y la situación solo se había aclarado una vez que Altimia comenzó a dar solicitudes similares a los Maestros.

Independientemente de las razones, la política de exportación de alimentos de Caldina y la hambruna se habían sumado, poniendo a Dryfe en una situación desesperada. Altimia creía que era posible que Caldina hubiera detenido sus exportaciones porque había una hambruna en Dryfe, todo para que pudieran llevarlos a invadir las fértiles tierras de Altar.

La producción de alimentos del imperio simplemente no podía satisfacer la demanda.

Fuera de sus vecinos, Granvaloa se encontraba en una situación similar. Solo podían producir productos marinos y tenían que depender de las exportaciones extranjeras para llenar los vacíos. El otro vecino, Altar, había terminado la alianza entre los países poco después de que el nuevo imperator tomara el trono. Legendaria estaba más allá de Altar, mientras que Huang He y Tenchi estaban más allá de los vastos desiertos de Caldina.

Con todo eso en mente, Altimia pudo ver que Dryfe no tenía más remedio que invadir Altar para solucionar su escasez de alimentos.

Sin embargo, todo el asunto no le sentó bien. Ella cuestionó las acciones de los invasores, así como de los invadidos, su propio país.

Altimia encontró extraño que Altar hubiera puesto fin a la alianza en primer lugar.

No podía entender por qué su padre, el difunto rey, y el Arch Sage, un importante asesor político, habrían hecho algo así.

Por supuesto, Altimia estaba al tanto de los rumores de que el actual imperator había subido al trono después de matar a toda la familia imperial además de su hermana menor, y era comprensible desconfiar de él.

Sin embargo, no pudo evitar sentir que había algunas razones más profundas detrás de poner fin a la alianza.

“…Qué problemático.” Las acciones de Caldina, los agentes dudosos de Altimia y Altar poniendo fin a la alianza… Parecía como si múltiples motivos se hubieran entrelazado para provocar la guerra entre Dryfe y Altar.

Actualmente, sospechaba que una de las personas involucradas era el presidente de Caldina, quien era conocido por ser una bruja y una persona verdaderamente anómala.

“… Incluso el parásito es mejor que esa bruja”. A pesar de que el “parásito”, Tsukuyo Fuso, a menudo empujaba a Altar a tomar decisiones difíciles para promover la agenda de su culto, sin duda podría ser útil en ocasiones. En cierto modo, era como un parásito que a veces se volvía mutualista.

No se puede decir lo mismo de la bruja de Caldina.

De hecho, Altimia la había conocido una vez durante cierto evento diplomático. A sus ojos, la bruja era un monstruo que te atraía con un trato dulce y te tentaba a hacer lo que ella quería antes de estrujarte todo lo que tenías.

“Si no presto suficiente atención a las acciones de Caldina, la situación podría volverse peor de lo que hubiera esperado… Cuán profundamente preocupante”.

Ya tengo mis manos ocupadas con Dryfe, pensó Altimia con un suspiro.

El imperio no había actuado ni una vez desde Quartierlatin. Incluso habían enviado a un Superior para eso, pero desde entonces habían estado completamente inactivos en el reino.

¿Hubo algún problema en Dryfe o fue una señal de que estaban planeando algo importante?

Altimia se perdió en sus pensamientos. Incluso si tenían algo bajo la manga, el reino y el imperio ya habían luchado de frente, causando mucho derramamiento de sangre y dañando su relación sin remedio. Por doloroso que fuera para ella, Altimia no tuvo más remedio que admitir que esto no terminaría pacíficamente.

“Claudiah… ¿Qué está planeando tu hermano esta vez?” Altimia suspiró, al recordar a su buena amiga de sus días como estudiante de transferencia en Dryfe.