Choppiri Toshiue demo Kanojo ni Shitekuremasu ka? (NL)

Volumen 4

Prologo: Esto Es Simplemente Inaceptable

“…¡Esto es simplemente inaceptable!” grité, golpeando la larga mesa con mis manos. En el edificio con vistas a la carretera nacional… En la sala de reuniones en el cuarto

piso.

Ahora, en la sala de reuniones raramente utilizada, la gerencia estaba reunida.

El director de la sucursal, el subdirector, los jefes de sección… Todos estaban en una posición mucho más alta que yo en nuestra compañía.

Harumi Life.

Una compañía que cotiza en bolsa cuyo principal negocio es el desarrollo y venta de cosméticos y productos relacionados. En los últimos años, la compañía ha empezado a centrarse en el desarrollo de productos deportivos y está ganando apoyo no solo de las mujeres sino también de los hombres.

He estado trabajando en esta sucursal local desde que me gradué.

Estaba orgullosa de decir que había sido capaz de llevar a cabo todas las tareas que me habían encomendado, y aunque no había logrado nada significativo, tampoco había causado grandes problemas… Pero por primera vez en mi vida, estaba en desacuerdo con la compañía.

Comencé a discutir cara a cara con la gerencia.

“¡¿Y qué si ella es una empleada por contrato?! ¡Komatsu-san es una empleada de esta compañía, una colega y mi querida kohai! ¡No pueden robarle su increíble proyecto solo porque son los directivos!”

“Orihara… ¿Entiendes lo que estás diciendo?”

El jefe de sección Ebishima distorsionó su cara redondeada y me miró con el ceño fruncido. Era un hombre robusto de mediana edad que había cumplido los 40 este año.

Mi jefe inmediato… Pero para ser honesta, no me agradaba mucho.

Era el tipo de persona que ridiculizaba a nuestra generación, diciendo, “Por eso no se puede confiar en los de la generación relajada”.

“¡Este proyecto ha recibido excelentes críticas de la oficina central! ¡Va a ser un gran proyecto para toda la compañía! ¡Si tenemos éxito, la reputación de nuestra sucursal aumentará de inmediato! Y un proyecto tan importante… ¡No podemos dárselo a una empleada recién graduada!”

Todo comenzó con un concurso de proyectos interno.

La historia es bastante complicada y hubo una disputa interna entre colegas, pero trataré de explicar brevemente lo que ocurrió.

El jefe trató de hacer suyo un proyecto propuesto por un empleado.

Es una historia común.

El proyecto presentado por mi kohai, Komatsu-san, le pertenecía solo a ella, pero ahora estaba a punto de pertenecerle a mi jefe.

Como su jefa y gerente intermedio, me involucré en el asunto… Y le expresé mi descontento a mis superiores.

“¡Este tipo de cosas son muy comunes en las compañías! ¡Cuando era joven, mi jefe se atribuyó muchas veces el crédito por lo que yo hice! ¡Sufrí muchas injusticias! Pero me aguanté desesperadamente. Por el bien de la compañía, me tragué las lágrimas. En cambio, ¿qué pasa con los jóvenes de hoy? ¡No tienen suficiente paciencia! ¡¿Tienen que ir en contra de sus jefes en todo?! Esto es exactamente por lo que los de la ‘generación relajada’ son tan…”

“…Jefe Ebishima, realmente respeto todo lo que has logrado. Sin embargo, no importa cuán duro trabajaste en el pasado, no importa cuántas injusticias aguantaste… ¡Está mal hacer que los jóvenes pasen por lo mismo, solo porque tú pasaste por ello!”

“……”

“Los tiempos están cambiando, jefe Ebishima. Y la ‘generación relajada’ de la que tanto te burlas… ¡Ya es lo suficientemente vieja como para ser una treintañera!”

…Intenté decir una frase llamativa, pero de alguna manera, terminé haciéndome daño también.

He sido ridiculizada por ser de la ‘generación relajada’, pero ahora soy una gerente intermedio de casi treinta años…

“Tú… ¿Estás segura que vale la pena?” Frunciendo el ceño, el jefe Ebishima me amenazó.

Y entonces, Komatsu-san, que estaba sentada a mi lado, tiró del dobladillo de mi traje.

Sus ojos estaban rojos e hinchados, y tenía lágrimas corriendo por su rostro.

“Jefa Orihara… E-Es suficiente… No me importa que me quiten el proyecto… Me basta con que hayas luchado tanto por mí…”

“No puedo hacer eso, Komatsu-san. Porque este proyecto es importante para ti, ¿no es así?”

“S-Sí, pero…”

“Tú misma lo dijiste, ¿no? Que usaste nuestros productos para enseñarle a tu abuela recluida en casa a maquillarse, y ella se puso más alegre y comenzó a salir. Y que querías que las abuelas del mundo pudieran relacionarse más con sus nietas a través del maquillaje. ¿Te parece bien que alguien más tome el proyecto en el que pusiste esos sentimientos?”

“…Pero a este paso, tú también…”

“Está bien. No te preocupes por mí. Recibo un salario más alto que tú para mantenerme firme en momentos como este.”

“¡Jefa Orihara…!” Komatsu-san volvió a derramar lágrimas. Después de entregarle un pañuelo, levanté la vista y miré por toda la sala.

Confronté a la gerencia directamente.

“¡Colegas! No estoy luchando por un sentido de justicia y humanidad. Para mí, el éxito de la compañía y de esta sucursal es lo primero… ¡Y por eso, Komatsu-san debe ser la responsable de este proyecto!”

Mi voz parecía que se rompería en cualquier momento y me temblaban las rodillas. Los ojos de todos estaban centrados en mí… Las miradas de estas personas que habían luchado más tiempo en la sociedad parecían tratar de aplastarme.

Pero… no me rendiré. No puedo rendirme.

“‘Cosméticos para adultas mayores con el concepto de conectar con la familia’… Este proyecto nació gracias a los sentimientos de Komatsu-san por su abuela. Sin ella, este proyecto nunca tendrá éxito.”

Voy a luchar. Tengo que hacerlo.

Para proteger a mi kohai.

Para no convertirme en una adulta que aplasta a los más jóvenes con costumbres de generaciones pasadas.

“Por supuesto, Komatsu-san es joven e inmadura, y todavía carece de experiencia. Así que nuestro equipo hará todo lo posible para apoyarla. Así que, por favor, devuélvanle el proyecto. Sobre todo, ¡por el bien de esta compañía!” Me incliné profundamente, como suplicando y rezando a la vez. Komatsu-san también se levantó y se inclinó rápidamente.

“¡T-Tonterías! ¡Son puras palabras vacías! ¡Prepárense! Ustedes dos recibirán un castigo apropia—”

“—Hohoho. ¿Por qué no se detienen ahí?”

Kachak.

La puerta de la sala se abrió de repente.

Lo que apareció fue un abuelo canoso con ropa de trabajo andrajosa. Tenía una barba blanca alrededor de su boca y una suave sonrisa en su rostro. El abuelo emanaba una atmosfera simpática y daba la impresión de un gato calentándose al sol.

“¡¿G-Gen-san?!” grité confundida.

De repente apareció un abuelo conserje… Gen-san, a quien conocía bien.

Lo conocí cuando recién me gradué y estaba buscando trabajo.

De camino a la entrevista final de la compañía, me topé con él en una acera cuando se torció la pierna. Lo llevé al hospital, así que llegué tarde a la entrevista. No hubiera sido una sorpresa si me hubieran cerrado las puertas, pero como si alguna magia extraña hubiera actuado, me permitieron hacer una entrevista especial.

Después de unirme a la compañía, me enteré de que Gen-san trabajaba como conserje aquí, y a veces nos veíamos y conversábamos. Cuando hablaba con Gen-san, recordaba a mi difunto abuelo, así que me gustaba hablar con él…

“Gen-san, ¿por qué estás aquí…?”

“Hohoho. Cuánto tiempo sin verte, Orihara-chan.”

“¿Qué quieres, anciano?” El jefe Ebishima miró enojado a Gen-san y rápidamente se acercó a él. Tomó su mano y trató de sacarlo.

“Este no es un lugar para un conserje. Vete de aquí—” “¡I-I-I-Idiota! ¡Ebishima!” gritó de repente enojado el director de la sucursal, Tanekawa. Era la persona más importante aquí… Pero ahora estaba pálido y miraba a Gen-san

como si estuviera mirando a un demonio o yokai.

“T-Tú… ¡¿Acaso no sabes quién es esta persona?! Es nuestro exdirector y el actual presidente de la compañía… ¡Genzaburo Harumi-sama!”

“…¿Ah? ¿Eh…? ¿E-Este viejo sucio…?”

“Hohoho. Lamento ser un viejo sucio.”

“¡H-Hiii!”

Gen-san miró al jefe Ebishima con una sonrisa amable, pero con ojos penetrantes. El jefe de sección se encogió asustado y cayó sobre sus nalgas.

Entonces Gen-san me miró con una sonrisa familiar.

“Hohoho. Escuché todo, Orihara-chan. Parece que por fin ha llegado el momento de agradecerte por aquella vez.”

“Gen-san… No puede ser…”

Estaba asombrada.

Y no pude evitar gritar.

“No puedo creer… que el abuelo que llevé al hospital cuando tenía mi entrevista… y normalmente trabaja aquí como conserje, ¡es en realidad el presidente de nuestra compañía!”

Y así.

Muchas cosas pasaron aquí y allá… Y en resumen, gracias a la influencia del presidente, todo salió bien.

El proyecto de Komatsu-san fue encargado a nuestro equipo, como ella quería. Y también parece que será ascendida a empleada a tiempo completo.

Pero bueno.

Qué sorpresa.

Nunca pensé que Gen-san fuera nuestro presidente. Ya no puedo llamarlo Gen-san. Aunque bueno, él mismo dijo: “Me alegraría que continuaras llamándome Gen-san. Hohoho”…

En cualquier caso.

La batalla de la gerente intermedio, Hime Orihara, por fin había terminado. Hubo un inesperado giro al final, pero de alguna manera, todo terminó como yo quería.

Estoy feliz. Estoy muy feliz.

Pero más que eso…

“Ahh… Qué cansada estoy.”

De camino a casa desde el trabajo, suspiré profundamente mientras caminaba sola por una calle oscura.

Después de la reunión, tuve que tratar varios asuntos, como Gen-san, que bromeó diciendo, “Hohoho. Orihara-chan, ¿no te gustaría trasladarte a la oficina principal?”, y Komatsu-san, que se echó a llorar diciendo, “¡Te seguiré el resto de mi vida, jefa Orihara!”, por lo que salí bastante tarde.

En primer lugar, he estado trabajando en este problema sin dormir ni descansar durante una semana después de las vacaciones de Obon.

Fue un gran alivio que el asunto se hubiera resuelto, pero toda la tensión hizo que una fatiga terrible se extendiera por todo mi cuerpo de treintañera.

“Estoy cansada, tengo hambre, tengo sueño, qué día más agotador…”

Caminé como un zombi hasta llegar a mi apartamento. Saqué las llaves de mi bolso y sentí mi espíritu desvanecerse cada vez más.

Ahhh…

A volver nuevamente a mi apartamento vacío y oscuro.

Un castillo triste y solitario, donde nadie me diría “Bienvenida a casa” aún después de un día exhausto del trabajo…

Con un humor sombrío, inserté la llave en el ojo de la cerradura, pero por alguna razón la puerta estaba abierta.

Y adentro… las luces estaban encendidas.

“¿Eh? ¿Q-Qué…?”

“…Ah. Bienvenida a casa, Orihara-san.”

Entré en el apartamento confundida y cuando cerré la puerta, oí una voz familiar dentro. Una voz que he escuchado casi todos los días en los últimos meses. Y cuando no podíamos hablar personalmente, nos mensajeábamos.

“¿M-Momota-kun?”

El hombre que vino a la puerta principal era… Kaoru Momota-kun.

Mi novio y un estudiante de preparatoria.

La diferencia de edad… es de 11 años y 10 meses.

A diferencia de mí, que tengo que ir a trabajar, él actualmente está disfrutando de sus vacaciones de verano.

“¿Q-Qué pasa, Momota-kun? ¿Por qué estás en mi apartamento?”

“¿Que por qué…? Acordamos cenar en tu apartamento esta noche, ¿no?” respondió Momota-kun desconcertado.

“¿Eh…? ¿Q-Qué…? Pero acordamos cenar el miércoles…”

“Hoy es miércoles.”

“…¡¿Ehhhh?!”

Me quedé estupefacta cuando me lo señaló con una mirada avergonzada.

Oh no, metí la pata otra vez.

Estaba tan concentrada en el trabajo que se me confundieron los días. “…¡Uwaa~~! L-Lo siento, lo siento mucho… He estado tan ocupada con el trabajo

últimamente que se me confundieron los días…”

“E-Está bien, no te preocupes. Sé que has estado muy ocupada en el trabajo últimamente.” Momota-kun me habló amablemente cuando me disculpé. “Más importante… lamento haber entrado sin permiso. Intenté contactarte, pero…”

“Eh… Ah. L-Lo siento. Tenía el teléfono apagado…”

Estaba tan ocupada que olvidé encenderlo después de haberlo apagado durante la reunión. Justo ahora lo encendí y vi el montón de llamadas perdidas de Momota-kun.

Uwaa… Esto es de lo peor.

No importa cuán ocupada estuviera en el trabajo, no puedo creer que haya olvidado mi promesa con mi novio.

“Ah… Lo siento… ¡Haré algo ahora mismo! Ah… Pero el refrigerador está vacío… Ah~, uh~… I-Iré a comprar algo rápidamente…”

“¡E-Espera!”

Estaba a punto de salir por la puerta cuando Momota-kun me agarró del brazo.

“En realidad, yo… ya hice la cena”, dijo, y finalmente me di cuenta.

Momota-kun apareció en la entrada vistiendo un delantal y con un cucharón en la mano.

La cena ya estaba lista en la mesa.

Había dos tazones llenos de arroz.

En un plato grande en el centro había cerdo frito con repollo.

Cómo decirlo… Se sentía como la cocina de un hombre.

Un trabajo rudo y salvaje.

“Justo ahora acabo de terminar de preparar la sopa de miso. Orihara-san, regresaste en un buen momento.”

Momota-kun trajo una charola con sopa de miso y la puso sobre la mesa. Me quedé mirando la vista con asombro.

“Este… Lo siento. Usé tu cocina sin permiso.”

“No. Está bien… Pero no sabía que podías cocinar.”

“No puedo decir exactamente que sé cocinar. Solo puedo hacer lo mínimo. Para el cerdo frito solo hay que cocinar los ingredientes y aun así me llevó bastante tiempo por mis pobres habilidades. No soy tan bueno comparado contigo”, dijo con modestia y se rascó la mejilla tímidamente. “Parece que has estado trabajando muy duro últimamente… No puedo ayudarte con tu trabajo, pero quería hacer algo por ti… así que intenté cocinarte un poco.”

“Momota-kun…”

“Lo siento. Solo pude pensar en esto.”

“N-No te disculpes. Gracias, Momota-kun. Estoy muy contenta… ¡Estoy tan contenta que estoy a punto de llorar…!”

¿Qué es esto?

¿Qué es esta situación tan feliz?

¿Estoy en el paraíso?

No, ¿en Momotalandia?

Cuando llegué a casa agotada del trabajo, mi amado novio me estaba esperando y también me había preparado la cena.

Esto es… un poco peligroso.

Contra un treintañera que vive sola desde hace mucho, ¡este ataque es demasiado sucio!

“¿A punto de llorar? Estás exagerando—Whoa.” Estaba abrazándolo cuando me di cuenta.

Salté a su pecho y envolví mis brazos alrededor de su cuerpo. Y lo abracé fuertemente. Impulsada por el amor que brotaba de mi pecho, disfruté de este capricho con todo mi

corazón.

“¿Orihara-san…?”

“¡Gracias, Momota-kun! ¡Estoy muy contenta! ¡Muy, muy contenta!” “M-Me alegra que te haya gustado.”

Mi extremada alegría parecía haberlo confundido un poco. Él mismo no parecía tener idea de cuán feliz me había hecho.

Amo tanto a Momota-kun que estoy a punto de derretirme… “En cualquier caso, hiciste un gran trabajo, Orihara-san.” “…Sí, gracias, Momota-kun.”

Me abrazó y acarició suavemente mi cabeza. Puede que fueran palabras muy simples, pero toda mi fatiga por el trabajo desapareció.

Hime Orihara… 27 años.

Tengo una vida muy satisfactoria tanto en el trabajo como en el amor.