Choppiri Toshiue demo Kanojo ni Shitekuremasu ka? (NL)

Volumen 4

Capitulo 1: La Princesa Se Pone El Uniforme Por Ultima Vez

Un día libre en agosto.

La infernal lucha corporativa después de las vacaciones de Obon terminó y pude descansar cómodamente por primera vez en mucho tiempo…

Estaba en mi habitación vestida como una colegiala.

…No era un error. Bueno, como ser humano, podría serlo, pero como palabra para explicar la situación actual no lo era.

Repito.

Estaba en mi habitación vestida como una colegiala.

Aunque no había nadie aquí.

Estaba haciendo cosplay de colegiala sola y voluntariamente.

“……”

Lo que apareció en el reflejo del espejo fue una chica con el uniforme de la preparatoria Tourin a la que solía asistir.

Un bléiser de punto y una falda plisada.

El atuendo de una estudiante de preparatoria.

Solía tener un complejo de inferioridad por mi cara aniñada y usaba gafas en la oficina para parecer más madura… Pero ahora siento que una cara aniñada funciona como un plus.

Me parecía a una.

Me veía como una estudiante de preparatoria… creo. ¿Qué es esto? ¿No se ve sorprendentemente bien en mí? Si salgo a caminar por la ciudad así, nadie se dará cuenta— “…¡No, no, no, no! ¡Imposible, imposible, imposible, imposible!” Y.

Antes de que esos pensamientos peligrosos se apoderaran de mí, volví a mis sentidos.

Eso estuvo cerca. Un poco más y casi cruzo la línea.

Aunque no había ninguna razón, ¡estuve a punto de salir a la ciudad llevando un disfraz de colegiala voluntariamente!

“U~waa~, cielos, qué peligroso. ¿Qué estoy haciendo…?” Me retorcí, agarrándome la cabeza.

“No, no… Espera. Hay una razón. ¡Puedo explicarlo!”

No había nadie más en la habitación, pero comencé a justificarme.

De lo contrario, mi ego no lo soportaría.

El origen de esto… no era nada del otro mundo.

Quería devolverle el uniforme a su propietaria, Yuki-chan.

Han pasado tres meses…

Desde que conocí a Momota-kun en un tren lleno de gente.

En ese momento, estaba vestida como colegiala por razones inevitables.

Para ser específicos… Me emborraché en la casa de mi amiga Yuki-chan el día anterior y como resultado de la emoción:

―Hime, tienes una cara muy aniñada.

―Incluso ahora podrías hacerte pasar por una chica de preparatoria.

Me dejé llevar y acabé poniéndome su uniforme escolar.

A la mañana siguiente, cuando desperté, salí corriendo de su casa y me subí al tren sin siquiera notar mi apariencia.

Y de todas las cosas, me vi atrapada en una situación desesperada en la que un pervertido comenzó a molestarme… Y entonces Momota-kun, que viajaba conmigo en el mismo tren, vino en mi ayuda.

Fue a partir de este encuentro inesperado que comenzó nuestra relación.

Si…

Si no hubiera estado disfrazada como colegiala en ese momento.

Si hubiera llevado un traje como de costumbre.

Quizás nosotros… hubiéramos terminado como extraños.

Me inclinaría ante el chico de preparatoria que me salvó del pervertido y le agradecería, y la historia hubiera terminado allí.

Si Momota-kun hubiera sabido que yo era una adulta trabajadora de 27 años desde el principio… Si hubiera sabido que yo era casi 12 años mayor que él, probablemente no me habría considerado como un interés romántico.

Porque la primera vez que me dijo “me gustas”, fue a mi yo que consideraba como una colegiala de quince años.

Nuestro encuentro… Nuestro romance comenzó con este cosplay.

Se puede decir que este uniforme es el elemento clave que nos conectó.

…Un elemento clave desagradable.

Bueno, así es como sucedió.

Este uniforme era un artículo importante y tenía algunos sentimientos especiales por él, pero… ahora que lo pienso con calma, le pertenecía a Yuki-chan.

Era el uniforme que ella usaba en la preparatoria.

Como ella no me lo pidió, se me olvidó devolvérselo, pero como adulta… No, como persona, tenía que devolverle lo que me prestó.

“Ya no lo necesito.”

Eso fue lo que me respondió cuando le dije que quería devolvérselo, pero aun así decidí devolvérselo después de lavarlo adecuadamente.

Sí.

Hasta aquí, todo estaba bien. Todo era normal.

¿Cómo sucedió esto entonces?

Como había decidido devolverlo… se me ocurrió la idea de volver a usarlo una última vez antes de enviarlo a la tintorería.

“…¿No es esa una excusa terrible?” Hice un auto-tsukkomi, de pie en uniforme.

Se me ocurrió una razón, pero era inesperadamente superficial.

“Ahh… Lo he vuelto a hacer.”

Qué desgracia.

Cuando pensé que era la última vez, terminé usándolo de nuevo.

Había estado usando el uniforme por un motivo u otro durante los últimos meses…

pero al final, empecé a usarlo voluntariamente. Sin ninguna razón en particular, me puse el uniforme.

Una oficinista de 27 años vestida como una colegiala sin ninguna razón… Cómo decirlo, siento que he cruzado una línea.

“Uwaaaa… Esto es terrible… Como pensé, esto es un error… ¡Algo está totalmente mal con mi vida…!”

Aunque la habitación tenía aire acondicionado, un sudor extraño brotó de todo mi cuerpo. La inquietud y la ansiedad causaron que la temperatura de mi cuerpo se elevara.

Y bueno…

¿Por qué estoy tan preocupada?

La respuesta era simple.

Yo… invité a Momota-kun.

Se supone que llegará pronto.

“¡……!”

Como resultado de sucumbir a mis emociones y tomar una acción precipitada, sentí un intenso arrepentimiento.

¿Q-Qué hago?

¿Estoy metiendo la pata después de todo?

Pensé en ponerme el uniforme y darle una sorpresa… ¡Pero es repugnante, ¿no?! ¡¿Y si de repente piensa algo como “A esta mujer finalmente se le soltó un tornillo, poniéndose eso voluntariamente…”?!

“U~wa~, no debería habérmelo puesto, ¡esto definitivamente es un error…!”

No había ninguna razón especial.

Se me ocurrió como una broma.

Sin duda me estaba dejando llevar… Pero era por el bien de hacer buenos recuerdos. Quería sumergirme en los recuerdos de cuando nos conocimos y crear nuevos

recuerdos juntos.

Quería que mi novio me viera en este uniforme que nunca más me pondría de nuevo, el último cosplay de colegiala de mi vida…

“¿C-Cómo reaccionaría Momota-kun… si me viera en la entrada vestida así?”

Si se riera… sería incluso mejor. “¿Qué estás haciendo, Orihara-san?”, me diría con una sonrisa, y yo le respondería, “Jejeje, quise ponérmelo por un rato. Cuántos recuerdos, ¿verdad?”.

Pero si se aleja y me ve como diciendo, “¿Eh…?”, podría romperme a llorar en el acto. Y si me mira como diciendo, “¿Qué estás haciendo a tu edad?”, puede que nunca me recupere de eso.

O al contrario… ¡También existe la posibilidad de que se sienta muy complacido! También existe la posibilidad de que Momota-kun tenga inclinaciones especiales como

“Jajaja… ¡No puedo resistirme cuando una mujer madura hace cosplay de colegiala!”…. No,

probablemente no tenga nada de eso.

Y así.

En medio de toda esa ansiedad y delirios, el tiempo pasó.

Pin-pon, sonó el timbre.

Parece que Momota-kun ha llegado. Debe ser él. Mi corazón se aceleró y de repente me sentí tensa… “…¡Vamos!”

Me golpeé las mejillas con ambas manos y me armé de valor.

Tengo que hacerlo.

Habiendo llegado a este punto, no me queda más remedio que hacerlo.

No tengo tiempo para cambiarme de ropa, así que no puedo retroceder ahora.

En ese caso… solo tengo que seguir adelante.

En primer lugar, es más vergonzoso no terminar lo que empezaste.

Lo he visto muchas veces en las fiestas de fin de año de la compañía… Cómo los recién llegados realizan una rutina cómica avergonzados y solo sientes pena al verlos.

Pero es aún más vergonzoso cuando se detienen a la mitad.

En ese caso… ¡Solo hay que darlo todo!

Una vez decidida, me dirigí a la entrada… Y el pomo de la puerta giró antes de que pudiera abrirla.

Cuando se abrió la puerta, di todo de mí.

“¡Tarán! ¡Soy Hime Orihara! ¡Una colegiala de quince años!”

Lo hice.

Lo logré.

Abandoné la vergüenza, la indecisión y el orgullo cuando lo hice.

Hime Orihara, 27 años.

Todo esto es una broma.

Bueno… ¿C-Cómo estuvo?

¿Fue divertido, grotesco, agradable…? ¡Por favor, simplemente no cierres la puerta y te vayas~~!

Solo era una broma.

Estaba rezando desesperadamente en mi mente… Pero luego me di cuenta.

Durante un tiempo, mi cerebro recalentado por la carga de la broma no pudo reconocer las imágenes de la retina.

Y después de unos segundos… reconocí claramente a quien estaba allí.

“¿H-Hime… chan?”

“…Eh, ah… ¿H-Hermana?”

Quien abrió la puerta fue… mi hermana.

Kisaki Orihara, 34 años.

Divorciada y vive en la casa de nuestros padres.

Ahora trabaja irregularmente en un bar local.

A veces viene a visitarme sin previo aviso, y cada vez que lo hace le digo que me contacte de antemano, pero nunca me hace caso…

Esta vez también vino sin avisarme.

Además, en el peor momento posible…

“Hime… chan, ¿q-qué estás…?”

La cara de mi hermana se puso completamente pálida.

Para mi hermana mayor, fue un terrible shock encontrar a su hermana menor, que cumplía 28 este año, vestida como una estudiante de preparatoria.

Y así.

Mi familia me vio haciendo cosplay de colegiala… y experimenté una humillación infernal.

¿Qué es esto?

¿Qué es esta situación?

Yo… ¿Qué hice en mi vida anterior para merecer esto?

Desearía que alguien me matara ahora mismo.

“……”

“¡¿Ahh?! ¡E-Espera un momento, hermana! ¡No cierres! ¡No te vayas sin decir nada! ¡Es un malentendido! Esto es, ya sabes…”

“…¿Eh? ¿Kisaki-san?”

Intenté detener desesperadamente a mi hermana, que estaba a punto de irse, cuando apareció Momota-kun.

Miró a mi hermana sorprendido… y luego me miró a mí, notando mi uniforme, y una mirada turbia se extendió por su rostro. Tenía una cara de estupor y desesperación, como si dijera “Una vez más, esta mujer hizo algo extraño en un momento extraño y creó una situación extraña…”.

Me puse el uniforme por diversión para crear un último recuerdo… pero parece que solo creé otra página sombría en mi historia.

Ahora mismo, estaba sentada de rodillas.

En medio de la sala.

Aunque nadie nos ordenó hacer esto, Momota-kun y yo nos sentamos lado a lado de rodillas por iniciativa propia, aplastados por el aire incómodo.

Frente a nosotros, mi hermana tenía una expresión muy confundida en su rostro. Se masajeó las sienes, como si sufriera un dolor de cabeza.

Y después de un pesado silencio:

“…No estoy enojada”, dijo mi hermana. “Hime-chan, ya eres una adulta, no voy a entrometerme en cada uno de tus asuntos. Porque creo que eres una excelente adulta que puede vivir bajo su propia responsabilidad y juicio.”

Pero, continuó.

En un tono suave de amonestación.

“No creo que sea buena idea hacer ese tipo de juegos… a plena luz del día.” “¡……!”

Ahh, lo está malentendiendo después de todo.

Ella piensa que estaba haciendo cosplay con fines sexuales.

Bueno… no es de extrañar.

¡Mirando la situación, no se puede pensar en nada más!

“Y esa vez… ya sabes, estabas usando bloomers, ¿verdad? Bueno, cómo decirlo… No quiero decir que sea malo. Es solo que ustedes son la primera pareja del otro… Así que creo que sería mejor si hicieran cosas más normales. ¿No sería mejor ir en esa dirección después de dar un poco más de pasos primero?”

“……”

Qué duro.

Estoy siendo seriamente sermoneada por mi familia sobre mis preferencias sexuales. Y no lo hizo gritando, sino que lo explicó calmadamente… Eso lo hace aún más duro.

Quería objetar, pero no se me ocurrió nada.

Para mi hermana, que no sabía de nuestro encuentro, lo único que tenía claro era que su hermana menor estaba esperando a su novio en casa haciendo cosplay de colegiala.

Para aclarar el malentendido, tenía que decir toda la verdad… Pero por supuesto, no podía hacer eso.

Para mi hermana, Momota-kun era un adulto trabajador de 25 años.

No pude decir nada y me quedé en silencio con la cabeza agachada.

“…No culpes a Orihara-san”, dijo Momota-kun sentado a mi lado. “Todo es… culpa mía.”

Por un momento dudó, pero aun así lo dijo.

Con una mirada determinada.

“Yo se lo pedí. Le pedí a Orihara-san… que se vistiera como una colegiala.” “¡¿……?!”

No puede ser…

Momota-kun… ¿Me estás cubriendo?

¿Estás intentando protegerme en una situación en la que todo es culpa mía?

¿Te estás haciendo pasar por un pervertido para encubrir a tu estúpida novia?

¡Q-Q-Qué varonil…!

¿Qué hago? ¡Mi novio es demasiado varonil!

“Ya veo, así que tú fuiste el que lo sugirió, Momota-kun.” “…Sí.”

“En ese caso… no puedo hacer nada aquí. Parece que hay muchos hombres a los que les gusta ese tipo de cosas.”

Mi hermana lo aceptó sin ninguna duda. Era una mujer muy tolerante, pero sentía que su tolerancia se movía por la dirección equivocada.

“Momota-kun, ¿a ti también te gustan los uniformes?”

“Sí… Cómo decirlo… Me hace sentir como si hubiera recuperado mi juventud perdida. Cuando veo los uniformes sagrados que solo las adolescentes pueden usar, siento como que he vuelto a mi adolescencia y me lleno de vitalidad… Algo así…”

Se esforzó en imaginar los sentimientos de un amante de los uniformes escolares.

No, él no podría entenderlo.

Porque Momota-kun todavía es un adolescente después de todo. No ha perdido su juventud, está en medio de ella.

Y todos los días ve chicas en uniforme.

“…Ya veo. Después de todo, para los hombres, las colegialas son… existencias especiales.”

Por alguna razón, mi hermana mostró mucha comprensión.

Su mirada… estaba en algún lugar en la distancia.

“Yo también… Me pregunto si debería haberme vestido como colegiala al menos una vez.”

“¿Eh?”

“Pensé que era una broma y ni siquiera me molesté en hablar con él… Pero ahora que lo pienso, tal vez fue entonces cuando comenzó a romperse nuestra relación. Si me hubiera puesto un uniforme en ese momento, tal vez ahora tendría un futuro diferente—”

“Este, ¿Kisaki-san…?”

“…¡¿Ah?! ¡Mm! ¡N-No es nada! ¡E-En cualquier caso, aunque te guste, no creo que sea bueno dejarse llevar!”

Por un momento, mi hermana regresó al pasado y ahora gritó para ocultar su vergüenza.

Y luego ella suspiró profundamente.

“Ahh… De momento, ¿por qué no te cambias de ropa, Hime-chan?”

“S-Sí… E-Escucha, hermana. Momota-kun no tiene la culpa de nada, en realidad fui yo—”

“Solo ve a cambiarte de ropa ya. No me dan ganas de hablar contigo si estás vestida así.” Quería justificar a mi novio, pero mi hermana no me quiso hacer caso y fui a cambiarme

de ropa sin poder dar ninguna explicación.

***

Orihara-san fue a cambiarse de ropa, dejándonos a Kisaki-san y a mí solos en la sala.

Y la atmósfera… seguía siendo incómoda.

¿Cómo reaccionará ante la idea de que el novio de su hermana menor es un pervertido que le exige vestirse como colegiala? ¿Con enojo, desprecio, o podría pedirme que rompa con su hermana ahora mismo…?

Estaba lleno de temor, pero…

“No estés tan tenso, Momota-kun”, Kisaki-san sonrió suavemente. “De todos modos, fue algo que Hime-chan hizo por su cuenta, ¿verdad?”

“¿Eh…?”

“No sabías nada. Pero mentiste para protegerla. ¿Verdad?” “…¿Te diste cuenta?”

“Pude notarlo al ver sus reacciones”, sonrió con asombro.

Parece que ella sabía desde el principio que estaba mintiendo.

“En serio… Esa Hime-chan y sus cosas raras. Me pregunto si quería complacerte poniéndose su uniforme de la preparatoria.”

“…Jajaja.”

Me reí vagamente de su malentendido… Pero de alguna manera sabía por qué Orihara-san llevaba puesto el uniforme.

Ese uniforme escolar es el elemento clave que nos conectó.

…Por supuesto, es un elemento clave desagradable, pero sin ese uniforme, nuestra relación nunca hubiera comenzado.

Supongo que ella estaba tratando de darme una sorpresa hoy al querer recibirme con ese uniforme. Estoy seguro de que ella quería complacerme y crear nuevos recuerdos.

Y si era así… tenía que protegerla.

Y bueno, la razón principal… es que ella fue vista por su familia haciendo cosplay y era demasiado doloroso para mí ver eso.

“Ella es básicamente tranquila y reservada, y actúa leyendo el aire, pero una vez que se activa su interruptor, a veces pierde de vista su entorno.”

“Eso es…”

Hmm. No puedo negarlo.

Aunque bueno, creo que eso es muy lindo también.

“Estaba un poco preocupada de que ella actuara imprudentemente porque es la primera vez que tiene un novio en su vida… Pero con un novio tan maravilloso como tú, Hime-chan estará bien. Lo siento, aunque ella es mayor, es poco confiable.”

“…No”, bajé la cabeza y la sacudí.

No era digno de tanta confianza.

“Yo… no soy un novio tan grandioso como para que me alabes, Kisaki-san.” Esto… no era modestia.

Es lo que realmente pensaba desde el fondo de mi corazón.

La razón por la que Kisaki-san dijo que soy un “novio maravilloso”… es porque cree que soy un adulto trabajador de 25 años.

Pero en realidad soy un estudiante de 15 años.

Un estudiante de preparatoria ordinario que vive del dinero de su padre.

No estoy a la altura de Orihara-san, que trabaja muy duro todos los días. No soy el tipo de novio que su familia aprobaría.

“…Por el nombre.”

Mientras me hundía en mis sombríos pensamientos, Kisaki-san me habló de repente.

“¿Eh?”

“No, es solo que… todavía llamas a Hime-chan por su apellido. Y a mí por mi nombre.” “…Eso, bueno… Hay varias razones.”

La razón por la que llamo a Kisaki-san por su nombre es simple.

Si la llamo por su apellido, comenzaré a confundirme.

Por supuesto, estaba mal llamar a una mujer que es veinte años mayor por su nombre, pero no tenía idea de cómo llamarla.

Y seguía llamando a Orihara-san por su apellido porque…

“La he estado llamando con ‘san’ desde que la conocí, y de alguna manera perdí la oportunidad de cambiar las cosas. Y ella tampoco quiere que la llame mucho por su nombre afuera.”

“Oh, ya veo. A Hime-chan realmente no le gusta su nombre”, Kisaki-san asintió en acuerdo. “Pensé que estaban haciendo algo romántico como llamarse por sus nombres cuando están a solas, pero supongo que me equivoqué.”

“…Sí.”

Para ser honesto, pensé varias veces en llamarla por su nombre, pero nunca pude hacerlo.

No sé por qué.

Quizás porque me gusta cómo suena “Orihara-san”. Pero algún día me gustaría llamarla por su nombre…

“Bueno, fui yo quien lo preguntó, pero no tienes que preocuparte por cómo llamas a tu pareja, porque es diferente para cada persona. Tengo amigos que incluso después de casarse, se siguen llamando por su apellido.”

Debí parecer tan aquejado que Kisaki-san decidió apoyarme.

En ese momento, Orihara-san regresó después de cambiarse de ropa.

“…Entonces hermana, ¿para qué has venido aquí en primer lugar?” preguntó con recelo, mirando el gran maletín que su hermana había traído. “¿No me digas que… piensas quedarte otra vez por un tiempo?”

“Sí. Pensé en molestarte por un rato.” “¿Eh~~? Pero si estuviste aquí hace un mes…”

“No seas tan fría. Pagaré por mi estadía. Y no te preocupes, no voy a interrumpir su coqueteo.” Kisaki-san miró a Orihara-san aviesamente y le susurró al oído, “Cuando Momota-kun venga a pasar la noche, me iré a otro lugar, así que no te preocupes.”

“¡¿P-Pasar la noche?! ¡N-No lo decía por eso!”

La cara de Orihara-san se puso roja y Kisaki-san sonrió. “Cielos… ¿Has venido para ver a tus amigas otra vez?” “No exactamente…”

“¿Hm? ¿Entonces para qué? Te quedas conmigo principalmente cuando vienes a ver a tus amigas.”

“Eso es… ¡B-Bueno, no te preocupes por eso!” Sus ojos vagaron de un lado a otro y forzó la conversación a un final. Luego cambió de tema, “¡Bueno, es hora de preparar la cena! ¡Momota-kun, tú también, quédate a cenar!”

“…Yo soy la que va a cocinar, sin embargo.”

“Sí. Cuento contigo, Hime-chan”, dijo Kisaki-san naturalmente y una expresión de disgusto apareció en la cara de Orihara-san, pero ella no dijo nada y solo dejó escapar un pequeño suspiro.

“Ahh… Entonces iré de compras. No tengo suficientes ingredientes para tres personas.” “Ah. Iré contigo.”

Orihara-san tomó la bolsa y las llaves del coche y luego los dos salimos del apartamento.

Y al bajar las escaleras:

“…Lo siento, Momota-kun”, dijo Orihara-san apologéticamente. “Por mi culpa… mi hermana pensó que eras un pervertido que ama los uniformes escolares.”

“Está bien. Parece que Kisaki-san lo sabía todo.”

“Eh… ¡¿E-En serio?!”

“Sí.”

“Entonces mi hermana… ¡¿Ella cree que he comenzado a hacer cosas raras de nuevo y por eso estaba tan sorprendida?!”

“…Sí.”

“Uwaa, uwaaaa… E-Es un malentendido. Tenía una razón…” Después de una profunda depresión, Orihara-san me miró fijamente.

“¡E-Escucha, Momota-kun! ¡No es como si hubiera despertado el hobby de usar uniformes escolares! ¡Tenía una buena razón! Finalmente decidí devolverle el uniforme a Yuki-chan, así que pensé en ponérmelo una vez más antes de llevarlo a la tintorería… Ah, no, no es así, ¡así suena como si al final fuera una pervertida que le gusta ponérselo voluntariamente! Lo que quiero decir—”

“E-Está bien, no tienes que explicar nada”, le dije a la alarmada Orihara-san. “Entiendo exactamente porque lo hiciste. Querías mostrarme la forma en la que estabas cuando nos conocimos, ¿verdad?”

“…S-Sí.”

“Muchas gracias. Me hizo muy feliz verte vestida como colegiala después de mucho tiempo.”

“¿Eh…?”

“…Ah, no, ¡no lo decía en ningún sentido extraño! ¡Me refería a que me trae muchos recuerdos!”

“¡C-Claro! ¡L-Lo sé!” Ella asintió apresuradamente y luego sonrió. “Pero es increíble, Momota-kun. Me entiendes perfectamente.”

“…Soy tu novio”, le respondí. Y Orihara-san dijo con una sonrisa, “Fufu. Es verdad.” Después de bajar las escaleras, nos dirigimos al estacionamiento detrás de los

apartamentos.

Y cuando estábamos a punto de subir al Nissan Cube, el querido coche de Orihara-san:

“Ah. Lo siento. Olvidé mi cartera. No la puse en este bolso, sino en el que normalmente

uso para el trabajo”, dijo Orihara-san.

“Entonces iré a buscarla.”

“Lo siento. Voy a sacar el coche por el momento.” Me di la vuelta y volví por donde vine.

Subí las escaleras de nuevo hasta el apartamento de Orihara-san. Abrí la puerta, me quité los zapatos y caminé por el pasillo hasta la sala—

“…¿E-Eh? Qué extraño. No debería pasar esto…” Escuché la voz de Kisaki-san.

“¡Tiene que ser mentira…! No hay forma de que Hime-chan pueda y yo no… ¡Fuh, fuh, fuhh~~…!”

Ella sonaba muy seria.

Abrí la puerta pensando que ella estaba haciendo entrenamiento muscular.

“Lo siento, olvidamos algo—”

Y… quedé en shock.

Estaba tan sorprendido que casi me desmayo.

En la sala, Kisaki-san… llevaba puesto un uniforme escolar.

El que Orihara-san se quitó antes.

No.

Estrictamente hablando, no podía ponérselo.

Parece que no podía cerrar la cremallera de la falda, así que Kisaki-san estaba esforzándose para meter su estómago mientras jalaba la cremallera.

Y su enorme pecho estaba estirando la camisa y los botones estaban listos para salir volando en cualquier momento.

Cómo decirlo… Todo le quedaba demasiado apretado.

Tenía 34 años.

Divorciada.

Y ahora estaba tratando de vestirse como una colegiala. Orihara-san tiene una cara muy aniñada y en uniforme se ve realmente como una estudiante de preparatoria… Pero desafortunadamente, Kisaki-san no tiene una cara tan aniñada.

Por supuesto, ella es bella y hermosa y parece más joven que su edad… Pero no parece una adolescente.

Entonces, ¿qué tenía delante de mí ahora mismo?

No importa cómo se mire, era una mujer de 34 años que estaba tratando de ponerse un uniforme escolar a la fuerza hasta el punto de ser lamentablemente cruel.

“Eh… Ah, ¡kyaaa! ¡¿M-Momota-kun…?!”

“……”

“¡Ahh! ¡E-Espera! ¡T-Te equivocas! Esto es solo un producto de tu imaginación… ¡Ahh, espera! ¡Por favor no te vayas sin decir nada!”

No dije nada, no mostré ninguna reacción, simplemente tomé el bolso de Orihara-san y salí corriendo de la sala.

No había nada más que pudiera hacer.

Sí.

Fingiré que no vi nada.

La cena nos esperaba más tarde, pero actuaré como si nada hubiera pasado. No la vi, no la vi. Yo no vi nada. Huff, qué calor hace este verano.

Bueno.

De esta manera, en un día de agosto.

Kisaki-san llegó.