Tensei Shitara Slime Datta Ken (NL)

Volumen 13

Capitulo 2: Comienza El Asalto

Parte 5

 

 

Davis, Balt y Gordon eran tres héroes sin nombre que una vez derrotaron a un poderoso demonio. El incidente se conoció como Bloody Shore, cuando Blanc—el temido progenitor Blanco que gobernaba a los demonios del Este—se acercó peligrosamente a encarnarse en este mundo. Desde entonces, la vigilancia del Imperio contra los demonios ha cambiado drásticamente. Ahora cada ciudad tenía su propia oficina de control de demonios, y su convocatoria estaba prohibida por ley.

Si un Archidemonio alguna vez se encarnara físicamente, requeriría movilizar al ejército para lidiar con él de cualquier manera. Si no se maneja con propiedad, sería un desastre potencialmente devastador para la ciudad. Además, este era un Progenitor, una existencia muy especial entre los Archidemonios; su fuerza ni siquiera podía medirse en términos de meras magículas.


Desde ese incidente, Davis creyó que fue pura buena fortuna lo que les permitió derrotar a Blanc. Pero al mismo tiempo, estaba seguro de que no importaba cuántas veces organizaran esa pelea nuevamente, nunca perdería. ¿Por qué? Porque estaba en el puesto 11. Incluso los campeones más fuertes del mundo exterior no eran rival para los verdaderamente poderosos, aquellos que habían vivido durante más de mil años en el inframundo. Estamos hablando del demonio Razen, guardián de Falmuth, y el heroico rey Gazel de la Nación Armada de Dwargon.

Los de otro mundo como Yuuki Kagurazaka y Hinata Sakaguchi no eran rivales. Tampoco el cuerpo de magos de Sarion o los cruzados de Ruberios. No importa su fuerza, siempre serían un mero borrón ante los Guardianes Imperiales. E incluso entre este grupo todopoderoso, los Dígitos Individuales ocupaban una posición especial. Davis, ocupando el puesto undécimo, se desempeñaba como su asistente.

Su Majestad nos ha dado este, el equipo más poderoso. ¡¡Con nuestros poderes combinados, no hay forma de que un simple demonio pueda derrotarnos!!

Davis rebosaba confianza. Una vez que instó a Gaster a retirarse, se giró hacia sus compañeros. “¡Ustedes dos, ábranlo! Parece que Blanc se ha encarnado a sí misma, pero aún no podría haber

acumulado tantas magículas. ¡La golpearemos con todo lo que tenemos!”

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“¡Cierto!”

“¡En eso!”

Gordon asintió; Balt sonrió desafiante. Cuando lo reconocieron, los accesorios que colgaban de sus tres cuellos comenzaron a brillar. La luz pronto se convirtió en un torrente, envolviendo sus cuerpos—y lo que emergió de ellos fueron tres guerreros que vestían cotas de malla doradas. Esta era una armadura de clase Leyenda, solo otorgada a los elegidos. Los Guardianes Imperiales generalmente preferían su elección de arma, pero su armadura era generalmente la misma. Esta era una calidad impecable, transmitida desde la antigüedad; ninguna persona común podría siquiera echarles un vistazo. Y ahora que la tenían puesta, Davis y sus compañeros podían luchar con todas sus fuerzas.

“¡Mala suerte para ti, Blanc! Tal vez hayas ganado un cuerpo físico, pero ahí es donde termina.

Encontrarnos aquí fue el final de tu buena fortuna—¡¿Ngh?!”

Para darle una mejor oportunidad de acabar con Testarossa, Davis había puesto más fuerza en su agarre de cadena. Entonces notó que no había respuesta de él. Testarossa, a quien había sellado dentro de la cadena, se la había quitado como una mota de su hombro.

“Mira, ¿crees que te voy a dejar hacer eso?”

Davis se giró hacia la escalofriante voz. Allí vio a Testarossa, cuya mano estaba en el cuello de Gaster. Con un chasquido sordo, el teniente general se derrumbó. Estaba muerto, asesinado por el demonio sin oponer la menor resistencia.

“¡¿Cómo…?!” Davis gritó instintivamente. Gaster podría haber sido más que un poco egocéntrico, pero no era un debilucho. Era un teniente general y tenía la capacidad de igualar—de hecho, tenía todo el derecho de unirse a las filas de los Guardianes Imperiales. Probablemente solo un número lejano, sí… pero aun así, él no era el tipo de hombre que caería tan fácilmente.

Eso… y Davis se estremeció al mirarse las manos. La cadena de plata sagrada, pelo de monstruo enhebrado a través de ella; esta pieza de equipo de clase Leyenda había sido despedazada. Una frustración confusa brilló en su rostro, como sucedió con Balt y Gordon. No tenían idea de cuándo se había movido Testarossa, y mucho menos que había roto la cadena.

Y las dificultades no terminaron ahí.

“Oh, ¿me estabas esperando? Si es así, lo siento. Este hombre estaba tratando de escapar, así que tuve que darle un pequeño castigo. Si no lo hiciera, ya sabes, sería desobedecer las órdenes de Rimuru-sama. No podemos hacer eso, ¿verdad?”

Testarossa les lanzó a los hombres una brillante sonrisa mientras los evaluaba. Entonces se le ocurrió otra cosa.

“Ah bien. Me he estado preguntando—¿les importaría a los tres no llamarme Blanc, o progenitor Blanco o lo que sea?”

“¿Qué…?”

“Quiero decir, ya saben, tengo un nombre ahora—es Testarossa. Realmente me molesta que no lo usen, ¿ven?”

La declaración fue un repique de desesperación para Davis y su equipo. “Espera… ¿Un nombre? ¿Un nombre?”

“Testarossa… ¡¿Algún tonto le dio un nombre a un Progenitor?!” “Primero una encarnación, luego un nombre…”

Esto no tenía precedentes. De repente, su posición no se veía tan bien después de todo. “Debemos retirarnos. Esta crisis debe llamar la atención de Su Majestad de inmediato”. “Sí, te escucho. La detendré”.

“Y configuraré un Portal—”

El trabajo en equipo del trío era irreprochable. Rápidamente dividiendo el trabajo entre ellos, entraron en acción, Gordon ya estaba lanzando el hechizo Portal. Una vez que lo hicieron, Testarossa dejó escapar una risa malvada—hermosa, pero con un toque verdaderamente siniestro.

“¡¿Que es tan gracioso?!” gritó Balt, tomando su lanza y cargando contra ella. Pero Testarossa ya había desaparecido. Balt no tenía ninguna posibilidad de seguirle el ritmo.

“Maldita sea, ¿a dónde diablos fuiste?” “Aquí”.

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Un aliento caliente sopló en el oído de Balt, llenando sus fosas nasales con un aroma dulce y fragante.

No había necesidad de dar la vuelta; era Testarossa.

Entonces sintió una mano femenina fría y delicada en su cuello, casi helando su alma.

¡¿Ah—aaahhhhh?!

La imagen del Gaster ahora inerte cruzó por su mente.

Tensei Shitara Volumen 13 Capitulo 2 Parte 5 - NOVA

 

“Odio cuando la gente no se da cuenta de los límites de sus habilidades”. Pero era cuestionable si la voz de Testarossa incluso llegó a Balt.

Crack…

Balt se derrumbó, con una mirada aleccionadora de terror en su rostro, y ese fue el final del trigésimo octavo miembro de los Guardianes Imperiales.

Davis, al ver todo esto, experimentó una sensación de pánico e inseguridad que perturbó sus pensamientos por primera vez en varios cientos de años.

“¡Gordon, date prisa! Ha matado a Balt. ¡Ella es demasiado peligrosa!”

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Su voz estaba teñida de miedo, independientemente de sus intenciones. Gordon asintió en silencio, como si entendiera. Con su magia de teletransportación ahora completa, el círculo de magia que flota sobre el suelo comenzó a brillar.

“¡Está bien, retírate!”

Davis corrió hacia el círculo mientras daba la orden… pero el hechizo no se activó. “¿Q-Qué? ¡¿Por qué?!”

Testarossa se lo explicó amablemente a Gordon, como si lo ridiculizara por estar tan molesto: “No estoy segura de qué tiene eso de extraño. No estoy usando mal el cancelador mágico, ¿verdad?”

Davis y Gordon no tenían idea de lo que estaba hablando. “¿Qué? ¿El cancelador mágico…?”

“Espera, ¿lo recreaste con magia…?”

Ella los miró y dejó escapar un suspiro de exasperación.

Testarossa había estado compartiendo información con Ultima y Carrera a través de Comunicación de Pensamiento. Entre la información que obtuvo de esa manera, estaban los datos sobre los canceladores mágicos instalados en las aeronaves. Para Testarossa, recrear y usar la tecnología a partir de los datos que obtuvo era un juego de niños. Pero tal acto estaba mucho más allá del alcance del sentido común humano, y sería absurdo esperar que Davis y Gordon lo entendieran.

Todo lo que sabían era:

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“¿Qué…? ¡¿Qué hiciste qué?! ¡¡Ya seas un Progenitor o no, no hay forma de que un Archidemonio pueda tener tanto poder!!”

Davis estaba gritando ahora, tratando de disimular sus propios miedos.

“¡S-Sí! ¡No eras tan abrumadora la última vez que peleamos! ¿Qué diablos hiciste para mejorar tanto…? ¿Evolucionar?”

Davis y Gordon se miraron. Al escuchar sus propios gritos, Gordon ahora entendió exactamente lo que estaba pasando con Testarossa—sin importar cuánto quisiera no hacerlo. Lo mismo pasó con Davis. Encarnada, nombrada—y gracias a eso, ¿en qué clase de ser se había convertido el Progenitor Blanco?

Testarossa les dio una mirada desconcertada, eliminando tranquilamente toda duda.

“¡Oh, qué inteligente de tu parte! Así es. Ahora que tengo un nombre, estoy en un nivel más alto que incluso un Archidemonio. ¿Alguna vez has escuchado el término Duque Demonio? Es algo completamente diferente a un Archidemonio. Es una pena que tenga que explicárselo a la gente antes de que lo entiendan,

¿no?”

Solo los sumió a los dos más profundamente en la desesperación. “Duque Demonio…”

“La segunda venida de Guy Crimson…”

Solo entonces Davis y Gordon se dieron cuenta de la gravedad de la situación. Blanc no se había manifestado solo para pasar el rato—tenía una voluntad firme, y la usó para echar raíces por completo aquí.

“¿Pero no perdiste interés en este mundo cuando perdiste el cuerpo de la princesa…?”

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“No exactamente. Para cuando llegaste en ese entonces, mi contrato con la chica ya se había cumplido.

Por eso me fui, aunque ciertamente no sin mis arrepentimientos”. “No puede ser…”

“¡Oh lo siento! ¿Estaban trabajando bajo la suposición de que podrían vencerme? Bueno, tonto, creo que ves que eso no va a suceder”.

No puede ser…

Davis podía sentir que su propia confianza se hacía añicos.

“Todavía no te he perdonado por interrumpir mi comida en ese entonces, ¿sabes?” “…”

“O-Oye… Davis…”

Ni Davis ni Gordon pudieron moverse. Los ojos carmesí de Testarossa se clavaron en el suelo, como una serpiente mirando fijamente a una rana.

“… ¿Tu comida?” repitió Davis.

Todo lo que podía hacer era seguir hablando para ganar más tiempo. Con ese precioso tiempo, trató desesperadamente de averiguar qué le estaba pasando a su cuerpo. Cualquier cosa para poder tener una oportunidad con Testarossa, orgullosa y confiada en su victoria.

“Así es. Ese hermoso lago estaba bañado en suficiente sangre para volverse rojo carmesí, pero eso no me llenó, ¿sabes?

“… Casi diez mil personas inocentes murieron”.

“Bueno, así es como funcionaba nuestro contrato. Además, me interrumpiste antes de que pudiera disfrutar del plato principal, la parte más importante. Ahora que estamos todos juntos y todo, ¿por qué no aprovechamos esta oportunidad para que expíes tus pecados?”

“¡Tú…!”

Testarossa era la misma detrás de la tragedia de Bloody Shore—pero para ella, ese lamentable desastre fue solo una comida.

¿Y todavía no es suficiente…?

El corazón de Davis hervía de rabia. Las llamas de la justicia ardían a través de la chispa de su miedo.

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Este mal, pensó, nunca podría dejarse sin control. “Un mal como tú—”

Levantando la espada reluciente en su mano, Davis luchó por escapar del hechizo vinculante de Testarossa. Los resultados iniciales fueron prometedores; podía sentir que su cuerpo recuperaba su fuerza… pero la desesperación de Davis apenas había comenzado.

“¿No vas a matarlos todavía, Testa? … No pretendo interrumpir, pero creo que es hora de terminar con esto”.

Una linda voz, nada apropiada para un campo de batalla, se escuchó desde arriba. Pertenecía a una chica con el cabello púrpura azulado en una cola de caballo lateral—Ultima.

Incluso Davis, que ocupaba el undécimo puesto en la jerarquía de su nación, podía sentir que había algo inusual en ella.

“Oh, ¿eres tú, Ulti?” dijo Testarossa. “¿Te hice esperar mucho?”

“Mm, me he estado tomando mi tiempo con la tropa de Gabiru, así que no soy quién para hablar… pero Rimuru-sama nos pidió que demos todo, así que, si no terminamos rápido, tal vez se enoje, ¿sabes?”


“Seguro que no quiero eso”. “¿Ves?”

“Acabo de encontrarme con algunos viejos conocidos míos, así que terminamos charlando un poco… Pero tienes razón. Terminemos con esto antes de que Rimuru-sama se enoje”.

Davis no podía entender la conversación que se desarrollaba frente a él. O realmente, no es que no pudiera—simplemente no quería.

¡¡No, no, no, nooo!!

Testarossa y Ultima estaban sin duda al mismo nivel.

Dos duquesas demonio…

Enfrentarse a una sola de ellas ya era bastante difícil. Tener respaldo sería suficiente. Las llamas de rectitud de Davis, ardiendo dentro de él, se habían pintado de negro antes de que él lo supiera. Negro de miedo. La gloria de ser el undécimo Guardián Imperial no tenía sentido frente a este dúo.

Si fuera solo un Archidemonio, Davis podría haberlo solucionado él mismo—pero la realidad de dos Duquesas Demonio casi le rompe el corazón. No se le podía culpar por eso; de hecho, Gordon ya estaba agachado y sollozando. Una vez un hombre tranquilo y confiable, ahora se estaba comportando como un niño pequeño. De repente, Davis sintió celos de Balt, muriendo antes que él y todo. Había fallecido sin siquiera darse cuenta de la verdadera identidad de aquello a lo que se había enfrentado. Qué suerte para él…

“¡Buena idea!”

“Bueno, lamento despedirme, pero tengo que irme. Lo sé—ya que somos viejos amigos y todo eso,

¿por qué no te muestro la magia que querías ver?”

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Testarossa sonaba tan alegre como siempre, hablando con el atónito Davis. No sabía lo que significaba, pero sí sabía que el final estaba cerca.

Desde la oscuridad más profunda, se invocó una llama negra.

La llama, condensada al tamaño de un puño, brilló en la palma de la mano de Testarossa. Era un núcleo del abismo, un tipo de fuego infernal notoriamente difícil de controlar, pero Testarossa lo aplastó en su mano con facilidad.

Riendo para sí misma, Testarossa susurró con voz jovial:

“… Death Streak”.

Los ojos de Davis se agrandaron. No sabía qué era esta magia. No podía comprenderlo. No tenía idea.

Pero una cosa era segura—era increíblemente malvada.

“Y tú por allá; conoces a Guy Crimson, ¿eh? En ese caso, sabes lo que es esta magia, ¿no? El mismo Guy la usó cuando se convirtió en un rey demonio…”

Lamentablemente, la conciencia de Davis se cortó en este punto—sumergiéndose en un abismo de desesperación aún más profundo, deseando no haber sabido nunca nada en absoluto.

………

……

El núcleo del abismo aplastado en la mano de Testarossa se convirtió en una luz negra que brilló en los alrededores. Tenía la propiedad de penetrar a través de casi todos los tipos de materia—una luz oscura que nunca se producía de forma natural. Cuando pasaba a través de un ser vivo, afectaba directamente sus secuencias genéticas, reescribiendo a la fuerza sus genes para matar casi cualquier cosa que encontrara.

Era magia mortal, el epítome de la maldad pura—pero según la tradición, existía para un propósito diferente. Los únicos que podían resistir esta magia eran las formas de vida espiritual o aquellos cuyas almas tenían habilidades de retención de memoria. Los seres vivos que podían reconstruir por completo sus cuerpos después de que fueran completamente destruidos podían escapar de esta magia—y nadie más.

Las partículas espirituales, la diminuta materia que formaba las magículas, emitían un tipo especial de onda. Este era el brillo de la oscuridad misma, difícil de contrarrestar con magia e imposible de contrarrestar por medios físicos. La única forma de resistirlo era con otras partículas espirituales y, por lo tanto, la única forma de resistir la luz oscura era con más luz oscura. No era posible otro tipo de protección.

La exposición a esta luz producía una tasa de mortalidad del 99,999 %. Pero ni siquiera eso era del 100 %—y, por lo tanto, en muy raras ocasiones, había sobrevivientes. Uno en un millón reaccionaría convirtiendo su cuerpo en un monstruo y ganando nueva vida. En otras palabras, esta magia también seleccionaba a los más adecuados para la transformación en monstruos, otorgando a las víctimas su bendición.

Era el peor tipo de hechizo, el más tabú, este Death Streak de nivel nuclear. En lugar de destruir físicamente como la Desintegración, solo perforaba con precisión las partículas que creaban la memoria de la vida. Era la magia prohibida definitiva, una que podía destruir las almas mismas de las personas.

………

……

Y así Davis, clasificado undécimo en el Imperio—y Gordon, clasificado en el puesto 64—se convirtieron en las primeras víctimas del Death Streak de Testarossa. No terminó ahí.

Poco después, un feroz alboroto de muerte azotó la tierra, afectando todo dentro de un radio de 500 metros. No distinguía entre amigos o enemigos, matando a todos los seres vivos dentro de ese rango, y es por eso que Testarossa usó percepción mágica para asegurarse de que no hubiera aliados cerca antes de lanzarlo. Y esta era su forma de contenerse. Si hubiera lanzado Death Streak con todos los limitadores eliminados, todo dentro de varios kilómetros habría respirado por última vez.

Death Streak era tan efectivo contra las formas de vida espirituales como lo era contra cualquier otra cosa, pero Testarossa había tenido cuidado de activarlo de una manera que no afectara sus almas, por lo que era inofensivo para ella y Ultima.

Las dos casualmente examinaron los resultados.

“No parece que haya nada vivo en toda esta área. Por cierto, hiciste un muy buen trabajo con estos, Testa”.

“¿Vaya? ¿Qué quieres decir?”

Me refiero a estos juguetes a los que llaman tanques. Todos se ven en perfecto estado, por lo que podemos recuperarlos intactos y examinarlos”.

“Bueno, por supuesto. Es por eso que eliminé solo a los humanos de aquí”.

“Mmm. Ya sabes, tal vez debería haber lanzado Death Streak también, en lugar de tomar atajos allí.

Entonces tal vez no hubiera roto todos esos juguetes en el cielo”.

“Es cierto, Ulti, podrías decir que fuiste demasiado llamativa allí. Pero si podemos recuperar esa primera muestra que se estrelló, eso debería ser suficiente como referencia”.

“… Por supuesto. Aunque seguro que les causé mucho más daño de lo que pensaba. ¡Esos juguetes son muy frágiles! Solo tenía la intención de destruir uno, pero terminé rompiendo un montón de ellos”.

“Bueno, que así sea. Ahora que Rimuru-sama nos dio nombres, ambas somos más fuertes que nunca.

Tendremos que tener más cuidado de ahora en adelante, Ultima”.

“Sí. Yo también me siento mal por eso. Pero ya sabes, lo que realmente me preocupa es Carrera. No estoy seguro de si ella sabe lo que significa la palabra moderación, y sabes cuánto ama la magia llamativa…”

“Es por eso que ella está en espera en nuestra sede. Rimuru tuvo la previsión de asignarla a eso, lo cual ciertamente me alegró ver”.

“¡Oh! Bueno, ¡eso es un alivio!”

Así que charlaron alegremente. Es posible que hayan estado malinterpretando a Rimuru de algunas maneras, pero no había nadie cerca para señalarlo.

“Y Benimaru se preocupa demasiado, ¿eh? Hablando de cómo cree que hay personas en el Imperio que pueden dañar a Rimuru-sama y todo eso. ¡Incluso pidiéndonos que nos tranquilicemos para que podamos averiguar quién es!” dijo Ultima.

“Eso es un poco problemático, sí. Si todo lo que queríamos era ganar, deberían habernos enviado solas desde el principio. Entonces Rimuru-sama no tendría que preocuparse por nada en absoluto”.

“Bueno, fue idea de Rimuru-sama, ¿no? Incluso nos dijo que no peleáramos. Creo que quería darles a Gobta, Gabiru y sus fuerzas la oportunidad de crecer un poco. Sería fácil para él simplemente evolucionarlos, pero la única forma de obtener experiencia es hacerlo por sí mismos, después de todo. Un idiota con mucho poder y nada más es solo un estorbo para nosotros”.

“Esa es una gran idea, creo. Lo entiendo y todo, pero… bueno, ya sabes”. “Al menos pudimos actuar al final. Qué lindo”.

Testarossa y Ultima se estaban divirtiendo bastante, pero mientras hablaban, también estaban reuniendo cuidadosamente las almas de todos los muertos a su alrededor.

El hechizo prohibido Death Streak tenía un secreto—no se conocían casos exitosos de alguien convertido en un monstruo por él. La única forma en que funcionaría sería si te quedara un alma para ser transformada. Pero si todas esas almas estaban siendo cosechadas, como sucedió en ese momento, la posibilidad de supervivencia pasaba de una en un millón a exactamente cero. Se decía que el diablo nunca te daba un trato justo, y este era quizás otro ejemplo de eso. Sin embargo, es una excelente manera de ocultar las probabilidades reales. Testarossa y Ultima estaban conscientes de eso, naturalmente, y por eso, una vez que estuvieron seguras de que no había sobrevivientes en el campo, declararon que la batalla había terminado.

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Ser testigo del destino de aquellos que se metieron con ella nunca conmovió el corazón de Testarossa. No había emoción real; ella los trataba igual que cualquier otra persona. En primer lugar, nunca habían estado en la mente de Testarossa, por lo que esto era natural.

Y con eso, la batalla terminó.

Dos departamentos de la División Blindada que participaron en esta operación—la Fuerza de Tanques Mágicos y el Cuerpo de Combate Aéreo—sufrieron una derrota total. Con la muerte del teniente general Gaster, el Imperio había perdido su base de operaciones local, dejando a los soldados en los confines más aislados y luchando por huir. Ahora la única pregunta en esta batalla de aniquilación era cuánto duraría.

La Fuerza de Tanques Mágicos de Gaster contaba con 200.000 soldados, mientras que el Cuerpo de Combate Aéreo del Mayor General Farraga tenía 40.000. Sin un comandante, no había forma de que el ejército imperial solicitara un alto el fuego… Y así, todas las fuerzas imperiales en tierra y en el aire perdieron la vida en el campo de batalla.

En ese momento, el lado Tempest se confirmó como vencedor. Pero esto no significó el final de la guerra. Eso fue porque el General Calgurio, comandante de la División Blindada, aún no tenía idea de esta derrota. Y en ese mismo momento, el Cuerpo Blindado Reestructurado—el corazón y el alma de toda la División Blindada—estaba a punto de emprender el camino hacia Rimuru, capital de Tempest.

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