Baka to Test to Shoukanjuu (NL)

Volumen 12.5

Capitulo 2: Almas Gemelas, Voltear Faldas y Yo

Parte 2

— ¿No es esto extraño? ¿Por qué estas chicas no están avergonzadas en absoluto?

Entramos a un aula vacía para nuestra planificación de estrategia, y Yuuji se puso nervioso.

Este es realmente un problema extraño.

— ¿Estamos equivocados en cómo estamos haciendo esto…?

— No, en absoluto, supongo.

— Sí.

Si vamos a preguntar a algunos transeúntes, la mayoría estará de acuerdo con lo que estamos haciendo.

— Solo una idea, supongo.

— ¿Hm?

— ¿Esas chicas realmente no entienden cómo están siendo tratadas?

— ¿En otras palabras?

— Existe la posibilidad de que olviden que su ropa interior no debe mostrarse frente a los demás, sin importar lo vergonzoso que sea.

— Ya veo…

Es imposible sugerir que son chicas normales. No puedo entender, pero esas dos pueden ser así. Después de todo, no dudaron en desnudarse durante ese juego de desnudez.

— En el caso de Himeji, supongo que ella nunca pensó en una posibilidad de que le levantaras la falda. En otras palabras…

— Ya veo. Sé qué hacer.

— Entendiste rápido.

— Pues claro.

Ambos mostramos sonrisas en nuestras caras cuando salimos del aula.

***

—… Mizuki.

— Shouko-chan. ¿Aún no has regresado a casa?

—… Sí. ¿Has visto a Yuuji?

— ¿Sakamoto-kun? No lo vi, pero tal vez esté con Akihisa-kun.

—… ¿Es eso así?

Nuestros objetivos están hablando entre ellas en el corredor que une el nuevo edificio escolar y el antiguo edificio escolar.

— ¿Ambas están ahí? Qué conveniente.

— Sí. Vamos a empezar.

Una vez que asentimos para confirmar, procedemos a pararnos frente a ellas.

— Ah. De lo que estamos hablando.

—… Yuuji. ¿Qué fue eso?

Los dos caminan hacia nosotros en grandes pasos, deteniéndose en una distancia donde podemos voltear sus faldas.

— Escucha, Shouko.

—… ¿Qué?

— Escucha, Himeji-san.

— ¿Sí?

Respiramos hondo.

— Mira, Shouko. La ropa interior en sí misma debe mantenerse oculta y no mostrarse a nadie del sexo opuesto con tanta indiferencia. En cuanto a por qué, eso es porque existe la posibilidad de que ayude a que algo del sexo opuesto termine emocionado y también hará a que eso mismo crezca de alguna manera.

— Mira, Himeji-san, soy un chico. Incluso si eres mi compañera de clase, me interesan las cosas eróticas tanto como a cualquier chico, no, me gustan el doble que cualquier persona. Cuando veo a una chica con falda, tengo la necesidad de levantarla, y el diablo dentro de mí arruinará mi sentido común. Es erróneo pensar que cualquiera que normalmente no haga nada seguirá siendo el mismo.

—… ¿Qué estás diciendo?

— No entiendo lo que quieres decir…

— — Lo que estamos diciendo…

Yuuji y yo alcanzamos la falda de las chicas con determinación y gritamos al unísono.

— — ¡¡Estamos diciendo que vamos a levantarles las faldas (ahora)!!

— —…

Ambos nos miran preocupados. ¡No, no, no! Nuestras mentes no son raras de ninguna manera.

Me preocupa que les falten sus sentidos de peligro. ¡Hay una necesidad de agregar combustible al fuego!

— ¡M-Mira esto, Himeji-san! ¡Tú falda está a punto de ser levantada! ¡Es muy vergonzoso que te hagan esto! ¿¡Estás preocupada, verdad!?

— ¡S-Sí, Shouko! ¡Te estoy viendo con ojos lascivos! ¿De qué color es hoy? ¡Wahahaha!

— Ah, sí, me molestaría que mi falda sea levantada…

—… No me importa, pero lo más importante.

— —… Tienen un profesor detrás de ustedes.

— ¡YOSHII! ¡SAKAMOTO! ¡¡¡USTEDES SI QUE TIENEN AGALLAS!!!

— — ¡¡Tiempo de huir!!

Con nuestros reflejos y juicios refinados, nos alejamos del maestro de apoyo que está justo detrás de nosotros.

— ¡Estos idiotas realmente pueden correr! ¡Les educaré sobre los valores de la moral a punta de puños de hierro hasta que mueran!

— ¿¡No está siendo exagerando con lo de los golpes!?

— ¡No puedo imaginar que sea una frase de un maestro!

— ¡Ya basta, obedezcan!

— — ¡NOOO!

— ¿Qué fue eso, Akihisa-kun y Sakamoto-kun?

— Probablemente una especie de juego de castigo, o algo así.

Nuestro gran escape continúa por otros 30 minutos.

***

— Haa, haa, haa… ¿qué… hicimos mal…?

Correteamos alrededor, y ahora mismo, escapamos a los archivos de la biblioteca. Probablemente, Tetsujin nunca pensó que consideraríamos usar los archivos, así que supongo que por ahora lo despistamos.

Nos derrumbamos en el suelo, ajustamos nuestra respiración y llevamos a cabo nuestra tercera reunión de estrategia.

— Lo que acabamos de hacer parece tener algún efecto en Himeji-san.

— Tengo los mismos pensamientos.

Himeji-san acaba de decir ‘Me molestaría que mi falda fuera levantada’. Si no fuera por la interferencia de Tetsujin, habría tenido una alta probabilidad de tener éxito.

— El problema es Shouko.

— Sí.

Por otro lado, no puedo ver ninguna vergüenza de Kirishima-san. Ella solo dijo ‘… No me importa’, y eso no es algo de lo que estar feliz, sino preocupado. Con eso, nuestro objetivo original no se puede cumplir.

— Pensémoslo de otra manera, Yuuji.

— ¿Qué quieres decir?

— Kirishima-san no se sentirá avergonzada incluso si le quitas la falda, así que solo tenemos que hacer algo que la avergüence.

— Hm. Sin embargo, lógicamente…

— ¿Lógicamente?

— No puedo pensar en ningún método práctico.

Kirishima-san normalmente solo muestra una cara de póquer, y ella es buena en todo, así que nadie la ha visto fallar debido a la vergüenza.

Pero…

— Está bien Yuuji, tengo un plan.

— ¿En serio?

— Por supuesto. Vi a Kirishima-san luciendo avergonzada. Si hay un incidente real, puedo garantizarlo con orgullo.

— Realmente no puedo confiar en lo que estás diciendo… pero no tenemos otra opción. Sólo pretenderé que estoy engañado y probaré esto.

— Está bien, está decidido.

Y así, comenzamos a hacer nuestros preparativos en las sombras de los archivos.

***

— Espera, Akihisa, puedo asegurarte que esto está completamente mal.

— No, eso definitivamente puede funcionar. ¿No viste que es mejor dejar esas cosas a un tercero?

— ¡Pero…!

— Está bien, ¡ya vete!

— ¡Guah!

Le doy una patada a Yuuji en el corredor, justo enfrente de Kirishima-san que está caminando sola.

—… ¿Yuuji?

Kirishima-san se detiene una vez que ve que Yuuji casi se tropieza. ¡Bien, esto es todo!

— ¡¡Toma esto!!

—… (Poof)

— ¡Mira, Yuuji! ¡Está funcionando!

— ¿¡En serio!?

El momento en que vi a Kirishima-san avergonzada fue cuando jugamos ese juego de dudas, el momento en que Yuuji se desnudó.

En otras palabras…

— ¡Kirishima-san se avergonzara cuando te desnudes, Yuuji!

— ¡No pensé que funcionaría…!

—… (Tragar)

— Pero Akihisa, Shouko solo me está mirando con alegría en este momento.

— ¡Es porque no te estás desnudando lo suficiente! ¡No te detengas ahora y quítate los pantalones!

— ¡Espera, Akihisa! ¿¡No es esto muy raro!?

— ¡¡Lo raro son sus cabezas!!

— — ¡Retirada!

Probablemente es porque es la segunda vez que aparece Tetsujin que esta escapada fue inesperadamente suave.

***

— ¡Maldición! ¡Soy un idiota por creer en tus sugerencias!

— ¡El idiota eres tú!

— Te mataré.

Volvemos a la biblioteca. Parece que definitivamente hay algo mal con la operación. Estaba pensando que era una buena idea.

— Y además, ¿por qué tengo que desnudarme para avergonzarla?

— ¿Tienes razón?

— ¿¡Qué quieres decir con eso!?

Supongo que debo admitir que estamos un poco lejos de nuestro objetivo principal.

— Bueno, al menos todavía estamos en una sola pieza.

— Aunque me las arreglé para avergonzarme.

A pesar de que Yuuji se quejó por ahí, eso es porque aceptó mi idea y la hizo, así que no tiene nada de qué quejarse.

En cambio, está murmurando para sí mismo.

— Pero por qué es… no se me ocurre ninguna buena idea.

— Pensé que era una buena idea el levantar sus faldas…

Incluso si pretendemos que nunca sucedió, seremos los que perderemos nuestra confianza si continuamos fallando.

— Oye, Yuuji, ¿estamos equivocados en algo?

— ¿Equivocado? ¿Qué quieres decir?

— Bueno, para decirlo… ¿es que voltear la falda de una chica si es algo que las avergüenza?

— ¿De qué tonterías estás hablando?

— ¿Estás seguro?

—…

Yuuji no puede responder. Incluso si él quiere negarlo, no tiene la evidencia.

— Himeji-san no puede entender, Kirishima-san no se avergüenza en absoluto, y a Nee-san no parece importarle eso.

— Kudou incluso la levantara para mostrar a otros, y Hideyoshi probablemente no se sentirá avergonzado por eso…

El sentido común en nuestras mentes está empezando a romperse y separarse. ¿Así que las chicas son así?

— Yuuji, ¿estamos realmente equivocados?

— ¡Espera, Akihisa! ¡Es muy temprano para llegar a una conclusión!

— Pero…

— ¡Tenemos que tener confianza en nosotros mismos! Entre nosotros y ellas, ¿quiénes son los que tienen sentido común?

— ¡Ahora que lo pones de esta manera…!

Olvidé que todos los que nos rodean son un bicho raro. ¡Sí…! No puedo dejarme arrastrar con todos. ¡Incluso entre nosotros, soy el único aquí con sentido común…!

— No, lo siento. Es demasiado pedir sentido común. Estoy siendo demasiado duro.

— ¿¡Por qué me agregaste a esa lista!?

Mientras digo esto.

— ¿Eh? ¿Aki, Sakamoto? ¿Qué están haciendo aquí?

Minami, que probablemente estaba revisando cosas en la biblioteca, nos ve.

Hm…

— Lo siento Minami. ¿Estoy revisando si hay sentido común en mi cabeza?

— ¿El sentido común de Aki? Estoy bien con eso, pero no parece haber algo ahí…

— No hay sentimientos duros allí (voltear)

— ¿¡Kyahh!?

Minami grita mientras presiona apresuradamente la falda que levante. ¡Correcto! ¡Eso es todo! ¡Esta es la reacción que queremos!

— ¿Qué estás haciendo, Aki…?

Minami está tan avergonzada que su cara está toda roja. ¡Supongo que tenía los pensamientos correctos!

— ¿Ves, Yuuji? ¡Soy el que tiene sentido común!

— Hm… Supongo que no tengo otra opción. Solo puedo estar de acuerdo contigo.

— ¡Si tienes sentido común, al menos aleja la mano de mi falda!

— Ah, sí.

Bueno, el hecho de que tengo sentido común está comprobado, así que sigo lo que ella dijo y lo dejo ir.

— Lo siento Minami.

—…

Minami se ajusta la falda, y no parece que haya notado mis disculpas mientras aplana las arrugas.

Pero es realmente gracias a Minami.

— Gracias, Minami. Estoy empezando a tener confianza en mis propios pensamientos.

—…

Minami se queda en silencio.

— Nos preocupa que nuestro sentido común se rompa o algo, así que realmente has sido de gran ayuda.

—…

Minami sigue guardando silencio.

— También, por favor permíteme decir esto.

—… ¿Qué?

— No te levante la falda por intenciones lascivas.