Infinite Dendrogram (NL)

Volumen 11: El Seleccionador de Gloria

Interludio 1: En El Castillo Real

Capital Real, Altea

Habían pasado tres días desde la destrucción de Claymill.

Se había extendido la noticia por todo el continente de que los aprendices del Arch Sage, los hombres santos de la iglesia de Altar, el segundo batallón blindado del imperio y el Grupo de Batalla de Babilonia habían sufrido una derrota asombrosa contra Gloria.

Con Claymill, la Ciudad Fortaleza desaparecida, nada se interponía en el camino de Gloria.

La evacuación de los habitantes de la capital se había acelerado, el precio de la comida y la ropa se disparó, el conflicto aumentó, las instalaciones médicas sufrieron escasez de curanderos por falta de hombres santos…

equivalía a una guerra a gran escala. La propia Gloria estaba lejos de ser la única cosa con la que los caballeros de la capital tenían que lidiar.

Todo este caos exigía el liderazgo de los caballeros, pero su comandante, el Caballero Celestial, Langley Grandria, simplemente flotaba sobre el castillo real.

Estaba sentado en Gold Thunder, el tesoro nacional que le prestaron, y no miraba a la ciudad debajo del castillo, sino hacia el noroeste… la dirección desde la que se acercaba Gloria.

La propia Gloria todavía no estaba a la vista.

Tres días después de la destrucción de Claymill significaba que ahora era una semana después de la aparición inicial de Gloria en Lightning Dragon Mountain.

Ya debería haber llegado a la capital.

La única razón por la que no fue así fue todo el daño infligido por el Grupo de Batalla de Babilonia, los otros Maestros en la escena y el King of Swords, Foltesla.

Aunque Gloria no murió y aún podía luchar igual de bien, todo el daño que sufrió, especialmente el corazón perdido, la obligó a pasar un día entero reparando sus heridas. También había perdido sus alas, que no se regeneraban, por lo que ahora tenía un día de retraso.

Aun así, Gloria llegaría mañana a la capital y la engulliría en su Campo Fatal.

“… Debo afrontarlo”, murmuró Langley. Desde entonces se había revelado que Fatal Field no era fatal para todos. Aquellos de nivel 500 y superiores podrían sobrevivir y luchar contra el dragón.

También se sabía que Gloria no podía ser lastimada por nadie fuera del campo. Esa fue la información que los miembros del Grupo de Batalla de Babilonia difundieron fervientemente por todo el Infinite Dendrogram e incluso fuera de él. Ahora se conocían las condiciones para luchar contra él y, para bien o para mal, Langley las cumplía. Tenía el poder de luchar y proteger su reino.

“Vamos a movernos, Thunder”.

Reforzó su determinación y se preparó para montar Gold Thunder hacia el noroeste, hacia el Cañón Nowest, donde se podía encontrar a Gloria, pero se detuvo cuando alguien lo agarró del hombro y dijo: “Espere, Sir Grandria. No hay necesidad de precipitarse.”

Esto lo sorprendió bastante, al ver que estaba muy alto en el aire, y rápidamente se volvió para ver a un hombre parado en el aire usando su absurdamente preciso control de la magia del viento. Solo había una persona capaz de eso: uno de los trabajos superiores de Altar, que Langley nombró con sus siguientes palabras. “Señor. Arch Sage…”

Había servido al reino durante más de un siglo, pero nadie sabía su nombre. Solo se llamaba “Arch Sage”, y así lo llamaba la gente. Los orígenes del anciano eran un misterio, pero había sido un mago de la corte de Altar durante generaciones, y siempre utilizó la sabiduría que había reunido para asesorar y enseñar a sus líderes, lo que lo había convertido en una figura de gran confianza aquí.

“Hay algunas cosas que me gustaría decir, pero ante todo, no resolverá el problema si va solo. Solo desperdiciaría nuestro potencial de batalla demasiado pronto, y no podría hacer mucho más que ganar un poco de tiempo. Si yo fuera el que saliera, sería exactamente lo mismo”.

“¿Ni siquiera tú puedes superarlo?”

“Oh sí. Y si convoco un meteoro dentro del campo, también me pondría en peligro”.

De manera espontánea, el Arch Sage mencionó su hechizo más poderoso: una invocación de meteorito. Sin embargo, inmediatamente cambió su tono.

“Sería diferente si todavía tuviera mis aprendices… Qué pérdida tan grave”.

“Señor Arch Sage… ”Todos sus aprendices habían muerto en la batalla de Claymill. La expresión del Arch Sage era la de un maestro que había perdido a todos sus alumnos, y Langley sintió simpatía por él.

Sin embargo, sus sentimientos estaban un poco fuera de lugar.

El Arch Sage sintió que sus muertes fueron una pérdida… pero no se arrepintió ni por un momento.

“Esa criatura Gloria, sin embargo…” dijo el anciano. “Gracias a los sacrificios que se hicieron, ahora sabemos cómo funciona, y de hecho es un monstruo temible… Me pregunto cómo las fuerzas restantes del reino pueden siquiera combatirlo”.

El reino ya se había desplegado y perdido casi todo lo que podía permitirse dar.

Todavía quedaban los caballeros, pero los únicos que podían sobrevivir al Campo Fatal de Gloria eran Langley y el vicecomandante de la Guardia Real. Incluso con el Arch Sage uniéndose a ellos, no sería suficiente.

Además de ellos, el reino tenía otro tian que podría ser una adición inmensamente poderosa al grupo, pero lamentablemente, ese tian aún no estaba en el nivel 500.

“Es inútil. Por lo menos, los tians por sí solos no pueden ganar esto”, dijo el Arch Sage.

“¿Así que ni siquiera tú sabes cómo derrotarlo?” Preguntó Langley. La pregunta hizo que el Arch Sage se quedara en silencio.

Al encontrar eso extraño, Langley lo llamó: “¿Señor Arch Sage?”

“… Oh, mis disculpas. Simplemente estaba devanándome el cerebro para recordar algo, pero no se me ocurrió nada. Que embarazoso. Y aquí estoy, supuestamente esta gran fuente de sabiduría”, dijo mientras regresaba de su viaje a través de sus propios pensamientos con una sonrisa irónica, luego sacó un reloj de bolsillo. “Más importante aún… Sir Grandria, es casi la hora de las negociaciones. Sabiendo con quién estamos tratando, humildemente creo que es mejor si usted también participa”.

En menos de una hora, el rey estaría negociando con cierta persona. Langley no había planeado asistir, pero el Arch Sage tenía razón sobre la otra fiesta. Debería estar listo para proteger a Eldor, pensó, antes de decir: “Muy bien. Iré a vigilarlo. ¿Qué hay de ti?”

“Me quedaré aquí en el abrazo del viento y me perderé en mis pensamientos. Quizás encuentre una solución. Oh, pero no se preocupe. Estaré allí para las negociaciones”.

Después de despedirse de Langley, el Arch Sage volvió a mirar hacia el noroeste.

Su línea de pensamiento fue la siguiente…

La Súper arma No. 3… ¿Acra-Vasta podría manejarla? No… Aún no debería estar completo. Sin embargo, las funciones básicas deberían estar listas para funcionar. ¿Quizás Acra sobreviviría…? No. No, no lo haría. El monstruo respira luz. La distancia creada por la Dilución Espacial no significa nada en contra de eso, y la Reparación Mutua de Vasta se agotaría rápidamente. Y dado que los ataques desde fuera del rango establecido no hacen nada, sus bombas de energía cinética también serían inútiles.

Estaba pensando en la pregunta de Langley: los medios para derrotar a Gloria. Sin embargo, hubo un gran problema con eso.

Era el mismo nombre “Acra-Vasta”

Acra-Vasta era una súper arma que se construía en secreto dentro de algunas ruinas de civilizaciones pre-antiguas descubiertas. Incluso el Arch Sage no debería haber podido descubrir nada al respecto.

No. 5… Beldrion habría tenido una mejor oportunidad contra él, pero fue destruido por el King of Kings y The Lynx hace más de seiscientos años. Usar el número 1 no es una opción, mientras que los números 2 y 4… ya no están bajo mi control.

El hombre que se hacía llamar Arch Sage suspiró y luego miró al cielo.

No importa. Gloria es solo otro peón de las encarnaciones… Entre esto y el reciente aumento de Maestros… encarnaciones inferiores… parece que ahora, después de dos milenios, se están acercando a su final.

Ese pensamiento le hizo cambiar de expresión.

Esta nueva expresión era fea y parecía contener tanto odio puro hacia un enemigo jurado como la pura alegría de eventualmente derribarlo.

De lo peor llega a lo peor, este cuerpo mío podría marchitarse; Simplemente me concentraré en recopilar más datos. No tiene ninguna importancia. Todavía tenemos un repuesto… El “nosotros” de la próxima generación… ya existe.

Pensando en eso, el hombre que había ocultado su nombre al mundo y pasó solo por su trabajo regresó al castillo en el que había estado anidando durante más de un siglo.

***

Capital Real, Altea, Sala Real de Audiencia

A medida que se acercaba la llegada de Gloria, algunas negociaciones llegaban a su fin. Las partes involucradas eran el rey, Eldor Zeo Altar y… “Okie-dokie. Mis queridos y yo también lucharemos contra Gloria”.

… el líder de la Sociedad Lunar, High Priestess, Fuso Tsukuyo.

“¿Entonces la Sociedad Lunar ayudará en la lucha contra Gloria? Qué reconfortante”, dijo el rey.

“Sí, de hecho,” asintió Tsukuyo. “Tenemos muchas personas que pueden sobrevivir en el campo de Gloria, por lo que puede estar seguro de que seremos útiles”.

Su respuesta calmó los nervios de Eldor.

Hasta ahora, las negociaciones con La Sociedad Lunar no habían ido bien, principalmente porque no pudo contactar a Tsukuyo. Ahora que finalmente lo había hecho, parecía ir bien.

Con Gloria a solo un día de distancia, no podrían arreglárselas sin la ayuda de la Sociedad Lunar, el clan más grande y más fuerte del reino.

“Gracias”, dijo el rey. “Estoy en—”

“Pero solo si todas las regalías firman este Contrato”. Sin embargo, tendría un precio.

“¿Esto es…? ¡Ah…!” Tsukuyo le presentó un contrato de la más alta calidad, del tipo que instantáneamente otorga la muerte a cualquiera que lo viole. Sabiendo eso muy bien, todavía había exigido que toda la familia real lo firmara. Eldor pasó a leer las condiciones del contrato y…

“¿Una prohibición sobre todo uso de la autoridad del reino para reprimir las acciones de La Sociedad Lunar?”, Leyó en voz alta.

“Es básicamente una garantía por escrito, un acuerdo para nunca reprimir o dañar a La Sociedad Lunar, sin importar cuán grandes seamos”.

Esencialmente, ella quería que él les concediera total libertad como grupo religioso. La Sociedad Lunar estaba creciendo actualmente a un ritmo asombroso. Estaba muy por encima de mil personas, y eso incluía tanto a los creyentes de la realidad como a los tians.

La velocidad de su crecimiento sería amenazadora para cualquier político.

Incluso si todo parecía estar bien ahora, existía la posibilidad de que se convirtiera en un cáncer terrible en el reino. Las posibilidades de que el reino desmantelara el clan eran bajas, pero era muy posible que hubieran comenzado a limitarlo, y Tsukuyo sacó este Contrato para evitar eso.

“Oh, también dice que el Contrato sería nulo y sin efecto si La Sociedad Lunar cometiera actos de terror o se involucrara en una actividad criminal. De lo contrario, podríamos hacer lo que quisiéramos. Aunque, a cambio de eso, también se nos dará la libertad de aceptar o rechazar cualquier otra solicitud del país”.

“Pero eso significa que…”… Sería imposible para el reino atar a esta entidad peligrosamente poderosa de alguna manera. Firmar esto básicamente significaba cambiar la eliminación de una amenaza actual por un futuro peligroso.

“No interferiría con nuestras actividades religiosas y no nos obligaría a hacer algo que no queremos mientras no participemos en actividades delictivas. Eso es todo. Nada grande, ¿verdad?”

Tsukuyo Fuso, astuto zorro que era, exigió esto a pesar de saberlo todo muy bien.

El rey no tendría que dar nada. Mientras el contrato no se rompiera, nadie resultaría perjudicado. No tuvo un costo inmediato, pero les permitiría hacer frente a la amenaza inminente.

Las condiciones parecían realmente justas, pero hicieron que el rey se sintiera como si su cabeza estuviera atrapada entre las fauces de un zorro.

“¿Y si intentamos obligarlo a actuar antes de firmar este contrato?” preguntó el Arch Sage.

“Responderemos con terrorismo”, Tsukuyo respondió instantáneamente.

Las palabras inquietaron a la audiencia, y algunos de ellos comenzaron a reprenderla.

“Antes de que se firme el contrato, podemos seguir adelante y participar en el terrorismo religioso si queremos… Y estamos bien preparados para eso”.

Esas palabras hicieron que todos se quedaran en silencio.

“¿Q-Qué estás diciendo?” preguntó el rey.

“En este momento, tengo las fuerzas especiales de Kage escondidas dentro de cada ciudad importante en Altar”. Fuerzas especiales lideradas por el King of Assassins, Eishiro Tsukikage.

Sus especializaciones y objetivos eran obvios.

“Además de eso, podría cubrir la capital en mi noche, luego hacer que Kage lo siga con Erlkönig… Sabes lo que pasaría, ¿no?” Todos los presentes conocían los poderes de Tsukuyo Fuso y su ayudante de mayor confianza.

Tsukikage era un especialista en exterminio a gran escala limitado, mientras que Tsukuyo era un tipo de supresión a gran escala que expandió enormemente esos límites. Era fácil ver que la capital caería si desataban su poder combinado sobre ella.

“¡Por favor no…!” suplicó el rey.

“No tienes que preguntar. Solo los haría actuar si el reino intentara obligarnos a cooperar. Por eso tienes tres opciones”, dijo Tsukuyo mientras levantaba tres dedos. “O firmas el Contrato y obtienes nuestra cooperación, no firmas el Contrato y tratas de resolverlo de otra manera, o tratas de obligarnos a hacer lo que quieres y enfrentarnos a la destrucción total”.

Después de nombrar las tres cosas, Tsukuyo sonrió con orgullo y esperó una respuesta.

“… Eres un monstruo”, dijo uno de los nobles en la audiencia. “¡Contrólate a ti misma!” dijo otro.

Sin embargo, nada de esto había estropeado el estado de ánimo de Tsukuyo en absoluto. De hecho, su sonrisa se ensanchó hasta un grado inhumano; ella inclinó la cabeza ligeramente y dijo: “¿Me estás pidiendo ayuda exactamente porque soy tan peligrosa como un monstruo, no? De todos modos, ¿qué dices, majestad? ¿Lo firmarás? ¿O no?”

Eldor vaciló un buen momento antes de decidirse a firmarlo.

Así, las negociaciones pacíficas terminaron y se decidió que el clan más grande del reino participaría en la lucha contra Gloria.