Choppiri Toshiue demo Kanojo ni Shitekuremasu ka? (NL)

Volumen 3

Epilogo: Esa Noche

Esa noche, cuando terminé de cenar con mi hermana y estaba lavando platos en la cocina, mi padre regresó de su taller en Sendai.

“Bienvenido a casa, papá.”

“Hola.” Manteniendo su saludo breve, mi padre abrió la nevera, sacó una cerveza y algunas guarniciones que mi hermana había preparado para la cena y se sentó a la mesa.

Después de limpiarme las manos, me senté frente a mi papá. Tomé la lata de cerveza, abrí la anilla y le insté a sostener un vaso. Mi padre me miró sorprendido.

“¿Qué pasa? Esto es muy inusual.”

“Está bien de vez en cuando.”

“¿Necesitas dinero o algo?”

“No, no es eso.” Me tendió el vaso y vertí la cerveza. Lo hice con mucho cuidado para evitar que se formara demasiada espuma. Mi padre parecía estar disfrutando mientras tomaba un sorbo de la cerveza que su hijo le había servido. “¿Recuerdas a Orihara-san, la persona que traje a la clínica el otro día?” dije.

“Oh, ¿la hermana mayor de tu amigo?”

“Sí. Ella… solía asistir a las clases de cocina de mamá.” Los ojos de mi papá se ensancharon. “¿En serio?”

“Sí. Eso parece. Ella tampoco sabía que éramos familia. Ella ofreció un poco de incienso al altar hoy.”

“…Ya veo. Qué coincidencia.”

Es verdad. Qué increíble coincidencia. Como si fuera el destino.

“Escuché de ella… que mamá dijo que te amaba mucho.”

“Gak… Cough, cough.” Mi padre se atragantó con la cerveza y comenzó a toser. Luego, con un rostro avergonzado, dijo, “…Me pregunto si Kozue diría algo así. ¿Quizás Orihara-san solo dijo eso para ser amable?”

“Quién sabe. No lo sé. Pero… eso es lo que dijo Orihara-san.”

No sé nada. No sé nada de mamá. Pero la persona que amo sí sabe de ella.

“Hmm… Me amaba mucho, ¿eh? Kozue apenas me dijo eso en la cara porque ella era mayor que yo y yo no estaba a su altura. Siempre la estaba haciendo enojar y seguía causándole problemas por lo poco confiable que era.”

Mi padre tenía una mirada frágil en sus ojos mientras continuaba. “Cuando quedó embarazada de Kaede, yo todavía era un mocoso que no podía ganar dinero por mi cuenta. Realmente le causé problemas a Kozue. Recibí mucho de ella, pero yo no pude darle nada a cambio…”

“Ella dijo que era feliz”, le dije. “Aparentemente, mamá dijo que era feliz. Ella le dijo a Orihara-san que era realmente feliz porque te tenía a ti, a Nee-chan y a mí.”

“…Ya veo.” Mi padre asintió mientras consideraba esas palabras y tomó un sorbo de su cerveza. “Hmm. De alguna manera, es un poco extraño. No puedo creer que esté hablando de tu madre contigo. ¿Recuerdas cuando tuviste una gran pelea con Kaede por eso hace mucho tiempo?”

“Lo recuerdo.” Una vez más tomé la lata de cerveza y vertí el contenido en la taza de mi padre. “Bueno, he madurado desde entonces.”

A veces soy un adulto y a veces soy un niño. A veces mordía desesperadamente más de lo que podía masticar y actuaba como un adulto solo para darme cuenta de que todavía soy solo un niño. A veces volvía a darme cuenta de que soy un niño que nació para ser amado.

Al final del día, lo que soy es un chico de quince años que vive con una identidad vaga y poco clara y que todavía se encuentra en medio de un proceso de crecimiento que ni siquiera yo mismo entiendo.

Cuando terminé de verter el contenido y la lata quedó vacía, me levanté de mi asiento. Estaba empezando a sentirme avergonzado. De alguna manera, no me hallaba haciendo este tipo de cosas de “padre e hijo”.

“Kaoru.” Mientras intentaba salir de la cocina, mi padre me llamó. “Asegúrate de sentarte cuando vayas a hacer el número uno.”

“…¿A qué viene eso de repente?” No entendí lo que quería decir y ladeé la cabeza. “No necesito que me lo digas. Me lo has estado diciendo desde que era un niño.”

“Oh, cierto. Ya veo.”

Cuando asentí, mi padre entrecerró los ojos y sonrió en silencio.

***

Unos días más tarde, fui a pasar el rato en el apartamento de Orihara-san como siempre lo hacía.

“Por cierto, ¿cómo ha estado Kaede-san desde entonces?” preguntó Orihara-san, sentada a mi lado.

“Bueno… Normal. No ha cambiado nada.”

“Hmm. Ya veo.”

“Aunque bueno… ella no ha estado haciendo más que tamagoyaki con la receta de mamá que le enseñaste. Saben bien, pero ya ha me estoy empezando a cansar de comerlos.”

“Jajaja.” Orihara-san se rió alegremente.

Después de una breve y vacilante pausa, dijo, “O-Oye, Momota-kun”, con voz nerviosa. “¿Puedes darte la vuelta por un segundo?”

“¿Darme la vuelta?”

“Quiero que te sientes de espaldas a mí.”

“¿Hmm? Bueno, de acuerdo.” Seguí sus instrucciones y giré mi cuerpo, dándole la espalda a Orihara-san. Cuando lo hice…

“¡Yay!” Orihara-san me abrazó, envolviendo sus brazos alrededor de mí por detrás. “¿Eh?”

“N-No te muevas. Quédate quieto.” Ella me contuvo con sus palabras, me enrolló con sus brazos y me abrazó fuertemente.

Olía bien. Era el aroma de Orihara-san y no olí ni un poco del hedor de las compresas. Probablemente no se puso ninguna hoy. Y más que nada… la sensación de sus pechos era increíble. Sentí fuertemente esas dos presencias abrumadoras en mi espalda. Fue un sentimiento tan maravilloso que tontamente me pregunté si de alguna manera podría hacer crecer otra mano de mi espalda en ese momento.

“…¿Qué estás haciendo de repente?”

“Bueno, verás… hice una promesa con Uryuu-sensei, tu madre”, dijo Orihara-san en mi oído. “Le prometí que sostendría a su bebé cuando naciera.”

“……”

“Han pasado quince años, así que realmente no puedo sostenerlo, pero pensé que al menos intentaría darle un abrazo.”

“Orihara-san…” Un sentimiento indescriptible brotó del fondo de mi corazón. Fue un sentimiento cálido, dulce y misterioso que transmitió felicidad a cada célula de mi cuerpo. “De alguna manera, no puedo creer que conocieras a mi mamá mientras estaba embarazada de mí.”

“…Bueno, eso no sucede a menudo. Que una chica acaricie el estómago de la madre de su novio cuando él todavía tiene la forma de un embrión. Jajaja.” Orihara-san se rió secamente ante este extraño suceso que solo podía suceder con una pareja que tuviera una diferencia de edad considerable.

“Si mi mamá estuviera viva… me pregunto qué diría de nosotros.” “¿Si supiera que estás saliendo con una mujer doce años mayor?” “Bueno, algo así. ¿Qué crees, Orihara-san?”

“Eh… N-No lo sé”, dijo Orihara-san con voz perpleja y luego continuó. “Pero si es Uryuu-sensei… tengo la sensación de que de alguna manera nos habría aprobado.”

“……”

“Habría dicho con una sonrisa, ‘Si se aman, no se puede hacer nada. Jajaja’.”

“¿D-De verdad?”

“B-Bueno, no lo sé con certeza. Pero es lo que me gustaría pensar…”

“No… yo también lo creo.” Me imaginé a mi madre, a quien solo conocía por fotografías. En este momento, encima de la mesa de mi habitación estaba el portarretratos con la foto de mi madre que me hizo mi hermana. Decidí no ocultarlo más ni apartar la vista de él. Mientras me imaginaba su rostro sonriente, le hablé dentro de mi corazón.

Mamá, gracias por darme a luz. Estuviste conmigo menos de dos años, pero seguro que me cuidaste mucho, me amamantaste, me alimentaste y me cambiaste los pañales. Seguro que me diste mucho amor. Sin embargo, me temo que no recuerdo nada de eso.

Ese sentimiento fue la razón por la que rechacé un poco a mi madre. Tenía miedo de aceptarla. Sentí que, si simplemente decía que la amaba, sería deshonesto. Me haría sentir culpable con mi hermana y mi padre, quienes realmente amaban a mi madre.

Sin embargo, por alguna razón, ahora estoy extrañamente aceptando a mi madre. Tal vez sea porque ahora también tengo a alguien a quien amo. Tal vez sea porque, por primera vez, realmente amo a alguien. Ahora que sé lo que es amar a alguien, me he vuelto capaz de imaginar cómo fue para mi madre amar a mi padre, a mi hermana y a mí. Ahora que puedo imaginarlo, deseo responder a ese amor. Nunca la conocí ni hablé con ella, pero quiero decirle a mi madre: “Yo también te amo”.

“Me pregunto si es el destino”, dije.

“¿Eh…?”

“No, es solo que… ¿no es una gran coincidencia? Nos conocimos por casualidad, pero de hecho, ya estábamos conectados hace quince años… Incluso antes de que yo naciera. Solo puedo pensar en esto como el destino.”

“Hmm… me pregunto. Si realmente fuéramos una pareja destinada a estar junta por la voluntad del cielo… entonces yo debería haber nacido doce años después…”

“Eso puede ser cierto, pero…”

“Ah, l-lo siento, ¡no quise matar el estado de ánimo!” dijo Orihara-san, poniéndose nerviosa.

Bueno, podría haber sido un poco exagerado decir que es el destino. Puede parecer un milagro que estuviéramos conectados desde antes de que naciera, pero al final es solo la historia de un pequeño mundo dentro de la misma prefectura. Aparte de Orihara-san, había docenas de personas en esta prefectura que habían asistido a las clases de cocina de mi madre. Si alguna de esas personas y yo nos hubiéramos enamorado, probablemente también habría pensado que es el destino.

Además, está nuestra diferencia de edad de doce años. Esta brecha de edad que preocupa a Orihara-san es un problema con el que tendremos que lidiar para siempre y es una especie de obstáculo. El hecho de que tengamos ese obstáculo probablemente significa que no somos una pareja bendecida por los cielos.

Sin embargo, eso está bien. Incluso si fue una coincidencia, si creo que es el destino, entonces eso es lo que es. Al igual que no sabemos si Momotaro o Urikohime es la verdadera historia y lo importante es cuál crees tú que es real, creo que lo más importante es cómo me siento.

“Tú eres mi destino, Orihara-san”, dije y apreté sus manos que estaban envueltas a mi alrededor. “Incluso si no eres con quien estoy destinado a estar, si siento que quiero estar contigo, ¿no te convierte eso en la persona con la que estoy destinada a estar?”

“……”

Por un momento, los ojos de Orihara-san se abrieron con sorpresa. Sin embargo, pronto volvieron a la normalidad y ella me dio una sonrisa muy feliz.

“Sí, tienes razón.” Ella asintió en silencio y una vez más me abrazó con fuerza.

Era vergonzoso que solo yo estuviera siendo abrazado, así que me escabullí de sus brazos, me di la vuelta y abracé a Orihara-san también. Ella me devolvió el abrazo y lo único que nos llenó fue la felicidad.

Deseaba que el tiempo se detuviera. Pero al mismo tiempo, sentí que quería que siguiéramos caminando juntos en el flujo del tiempo. Pensé que estos sentimientos contradictorios son lo que llamamos “amor”.

-FINAL DEL VOLUMEN 3-