Monogatari (NL)

Volumen 3

Capitulo 1: Vampiro Koyomi

Parte 3

 

 

No, uh.

No será un espectáculo agradable, pero permíteme defenderme.

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No podía quitarme de la cabeza la imagen de la ropa interior de Hanekawa que había visto esa tarde.

… ¿Estoy cavando mi propia tumba?

Sin embargo, esa es la verdad.

Aunque dije que probablemente nunca olvidaría la imagen, en realidad no esperaba que se grabara en mi memoria de forma tan vívida.

Incluso después de que me separé de Hanekawa esa tarde, sus bragas se quedaron conmigo, sin abandonar mi mente. En ese momento pensé que si mis retinas fuesen trasplantadas a otra persona, esa persona sufriría alucinaciones de las bragas de Hanekawa. Más de diez horas después, mi hipótesis sigue siendo válida.

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Maldición.

Estaba seguro de que habíamos hablado de muchas cosas después de eso, así que, ¿qué podía decir del hecho de que sus bragas habían dejado la impresión más fuerte? Mientras que mis recuerdos de esas bragas se negaban a retroceder, yo había olvidado casi todo lo demás.

¿Cómo podía pasarme esto?

Ella es genial.

¡Hanekawa era una persona genial!

Ese hecho sólo agregó una culpa que no tenía por qué soportar.

Me arrugó el corazón.

Hanekawa era tan genial, pero los sentimientos que albergaba hacia ella rayaban en la lujuria…

Pero de nuevo, me preguntaba.

¿Cuánto tiempo había pasado desde la última vez que vi unas bragas de esa forma? Aunque la Escuela Secundaria Naoetsu puede ser una escuela preparatoria, la mitad de sus estudiantes siguen siendo chicas de secundaria. Algunas de ellas llevan faldas cortas por razones de moda. Mientras que había oportunidades donde podría echar un vistazo, probablemente no había visto bragas que se adecuaran tanto a una chica de una forma tan perfecta y descarada… incluso en la escuela media.

Si pienso en mi época de escuela primaria… Bueno, no tiene sentido recordarlo.

Ah, entonces fue la primera vez en mi vida…

Quiero decir, se había sentido como un manga shojo de los años 80 o algo así. Y de una manera que ni siquiera había imaginado, como en un simulador de citas, una bandera había sido levantada sobre Hanekawa Tsubasa, una chica que había asumido que estaba más allá de mi esfera de conexiones.

Maldición.

¿Eso no cuenta como juego sucio? Ya que, bueno, dudo que una chica que viera la ropa interior de un chico empezara a sentirse de la forma en que yo me sentía.

No es justo.

Por supuesto, aunque lo comparé con haber levantado una bandera sobre Hanekawa, al considerar más a fondo todo lo que había sucedido fue que simplemente terminamos encontrándonos.

Ni siquiera nos habíamos llegado a conocer de verdad.

Seguro que Hanekawa ni siquiera recordaba haber hablado conmigo un poco después del mediodía. Así que realmente no había necesidad de que me sintiera culpable, pero… esa es otra forma de demostrar que soy un tipo mezquino.

Pero de todos modos… Cuando terminé de cenar, empecé a pensar que no podía dejar las cosas como estaban. Cuando me di cuenta de que podría vivir con una conciencia culpable por mucho tiempo, quizás por el resto de mi vida, me estremecí.

Ella es una buena persona, también es genial.

En cualquier caso, ella es una “amiga”.

¿Ves? Pensé, por eso odio tenerlos… mi fuerza como humano había caído considerablemente.

¿Tenía que preocuparme por esto?

Y es por eso que una vez que estaba completamente oscuro fuera de mi ventana, puse el cartel de “estudiando” en la puerta de mi cuarto y me escabullí de casa.

Para comprar una revista erótica en el único lugar de la ciudad que se puede llamar librería.

Habiendo comprado dos completé mi misión y empecé a volver a casa.

Naturalmente, nunca trato de hacer algo tan poco masculino (?) como comprar una revista erótica junto con un libro regular para no quedar tan mal frente al empleado de la librería. Antes de hacer algo así prefiero comprar dos revistas. Ese es el tipo de hombre que soy. Si Hanekawa es la representante de clase entre los representantes de clases, yo soy un hombre entre los hombres.

Aunque al menos me asegure de que no hubiese nadie que conociese en la tienda.

De todos modos.

Mi plan era leer las revistas eróticas tan minuciosamente que las imágenes en mi cabeza se sobrescribieran. Era mi propia opinión sobre la idea que Hanekawa debía tener cuando vino a perseguirme. Aunque terminé pensando que la artimaña de Hanekawa nunca tuvo la oportunidad de funcionar (aunque ahora me doy cuenta de que probablemente no era su intención), sobrescribir un pensamiento sucio con otro era ciertamente un plan.

Borrar una memoria puede ser imposible, pero sobrescribirla puede que no.

La cuestión era que ese es el único recuerdo. Si era uno entre muchos, entonces, como resultado, su presencia se desvanecería. Tenía que haber una gran diferencia entre la carne desnuda y las fotos, pero la cantidad podía compensar eso.

Teniendo en cuenta la naturaleza de la situación anterior, las dos revistas que compré se centraban principalmente en las chicas de secundaria y su ropa interior. Como ya había comprado varias revistas de ese tipo a principios de marzo, para ser honesto, gastar en más era una carga para mi billetera, pero tiempos desesperados exigen medidas desesperadas.

Mejor un dolor de billetera que uno de cabeza. No tuve elección en este asunto. No podía permitirme seguir teniendo pensamientos tan indecentes sobre Hanekawa.

La culpa me mataría.

La gente habla de morir de aburrimiento, pero la culpa también puede terminar por matarte.

Hombre.

Ojalá me hubiera dado una bofetada en ese momento…

“¿Aun así, amigos?” Murmuré, sosteniendo la bolsa de papel con las dos revistas en una mano y mi teléfono en la otra, viendo su nombre en la lista de contactos. “No es que… los necesite ni nada.”

Aun así.

Que me dijeran ese tipo de cosas me hizo pensar: ¿cuándo termine así?

Quiero decir, durante la escuela media interactúe de forma correcta con mis compañeros de clase… por no hablar de la escuela primaria. En ese caso, ¿fue después de que entré a la escuela secundaria que me convertí en un holgazán?

La explicación es sencilla.

Elegí una escuela secundaria demasiado exigente, entré por error, me quedé atrás y… no veía las cosas de la manera en que lo hacían los que me rodeaban.

Porque había fracasado.

No, ¿en verdad eso fue todo?

Incluso entonces, debo haber tenido la oportunidad de arreglar las cosas. Mis notas pueden haber sido malas, pero no era como si me estuvieran discriminando y no me despreciaban. Debería haber tenido oportunidades más que suficientes para hacer amigos.


Quien rechazaba esas oportunidades no era otro que yo.

“Hmm.”

A veces no me entiendo.

No quiero amigos, ¿pero soy yo inventando excusas para no tener amigos?

Amigos.

No es que no pueda vivir sin ellos.

Las personas sin amigos pueden pasar el tiempo con otras personas sin amigos. Realmente, no es como si estuviera solo… para dar un ejemplo extremo, estaba aquel tipo que estuvo en mi clase en mi primer y segundo año de escuela media, por lo que puedo recordar él rara vez hablaba con nadie en lo más mínimo.

Así que está bien. Esa es una forma de vivir tu vida.

Pero…

“No siento que quiero hacer amigos, y ciertamente no siento que quiera una novia, pero, ¿por qué no puedo dejar de tener pensamientos sucios?”

Qué misterio.

Un solo par de bragas me había sacudido tan profundamente que finalmente me sentí conmovido de contribuir a la circulación del dinero.

¿No sabía que era básicamente un trozo de tela?

Antes, me había preguntado: “¿Por qué las chicas se esfuerzan tanto por ponerse esas cosas y se ponen de mal humor cuando otros las ven? ¿Qué son, pervertidas?”

Pero lo había captado al revés.

No es que no puedas comprarlas.

… No, ¡espera!

¡Comprar un par usado sería un crimen!

Incluso si no es técnicamente un crimen, ¡es un verdadero crimen!

Vaya, ojalá pudiera convertirme en una planta.

Entonces no tendría nada que ver con estos deseos.

Pero, ¿convertirse en piedra o hierro? Nunca lo he deseado, ni podría.

¿Es sólo otra forma de ser pequeño… como persona?

“Ack, ya es tarde.”

Aunque había saltado intencionadamente a la librería justo antes de la hora de cerrar, después de todo lo que había hecho era bastante tarde…. de hecho, la fecha en el calendario había cambiado.

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Ya era 26 de marzo.

Oficialmente habían comenzado las vacaciones de primavera.

Me metí el teléfono en el bolsillo y empecé a volver a casa a toda prisa. La librería a la que había ido estaba más lejos de mi casa de lo que normalmente consideraría una distancia a pie. De hecho, el lugar, no estaba muy lejos de la escuela. Había caminado más o menos una distancia que normalmente recorría en bicicleta.

Por supuesto que llevó tiempo. Pero me había tomado demasiado tiempo.

No tenía ninguna razón para llegar a casa temprano, pero aun así, no podía llegar demasiado tarde… Siempre había la posibilidad de que mis hermanas pequeñas irrumpieran en mi habitación sin pedir permiso.

Conociendo a esas dos, eran propensas a poner todo junto si veían que yo no estaba en casa pero si mi bicicleta… Cuando se trata de ese tipo de cosas son bastante perceptivas.

Hablando de eso, supongo que ya he visto la ropa interior de mis hermanas pequeñas.

Después de todo, caminan en ellas después de bañarse. Pero supongo que eso no cuenta.

Dejando eso a un lado…

Tanto si corría el riesgo de ser descubierto como si no, era lo suficientemente tarde como para estar más oscuro que cuando me fui de casa. Sería una idiotez si me atropellara un carro.

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Creo que todos los chicos comparten esta ansiedad; nunca somos tan cuidadosos como en el camino a casa luego de comprar una revista erótica.

Quiero decir, ¿qué pasaría si tuvieras un accidente y tus pertenencias fueran inspeccionadas?

Un enfoque principal en chicas de secundaria y su ropa interior.

Si Hanekawa se las arreglará para averiguarlo… por supuesto que lo malinterpretaría.

¡Pero no es eso! Si acaso, esta es una manera de salvaguardar tu castidad de mí… ¡No, esa no es mi intención, lo juro!

Bueno, para ser honesto, este tipo de suspense sin sentido es más divertido que cualquier otra cosa.

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No podía negar que, tan oscuro como estaba, era peligroso estar fuera, pero vivíamos en un pueblo adormecido. Para empezar había pocos coches en la carretera, y eran fáciles de ver por sus faros delanteros. Así que mi miedo era irracional… pero.

Dicho esto, ¿no está un poco demasiado oscuro?

Miré hacia el cielo y me di cuenta de por qué.

No había luz proveniente de las farolas.

Las farolas que estaban instalas cada cinco metros apenas emitían luz… en realidad, menos que “apenas”. Sólo una estaba encendida.

¿Están rotas?

Pero era imposible que tantas de ellas se dañasen al mismo tiempo… ¿Era un corte de energía? Pero en ese caso, no tenía sentido que sólo una siguiera en pie.

Y mientras pensaba eso…

Seguí caminando, con la vaga idea de que estas cosas sucedían… no tiene sentido pensar demasiado en ello.

Antes dije que no tenía por qué apresurarme a volver a casa, pero ahora que lo pienso, mi misión requería que volviera lo antes posible para examinar las revistas que había comprado.

Esta misión tiene prioridad por sobre todo lo demás.

“¡Vos!”

Y es por eso que.

“Hey… Vos, el de por allá. Vos.”

Y por eso, aunque alguien me llamara así, lo ignoraría y mantendría mi caminata… ¿Vos?

¿Quién en estos tiempos llama así a otras personas?

A pesar de mis intenciones, reaccioné.

Miré en la dirección de la voz… y fue cuando lo hice que me quedé realmente sin habla.

Iluminada, bajo la única farola que funcionaba… estaba ‘ella’.

“Tendrás… el privilegio de ayudarme.”

Su cabello rubio parecía completamente incongruente para nuestra ciudad provinciana.

Su cara bien definida, sus ojos fríos.

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Llevaba un vestido chic, el cual también parecía incongruente.

No, en el caso del vestido, lo digo de otra manera.

Muy seguramente alguna vez fue elegante y refinado, ahora era todo menos eso.

Estaba despedazado.

Desgarrado en pedazos.

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Parecía un trozo de tela hecho jirones, en tan mal estado que incluso un paño de limpieza podría parecer más apropiado… aunque si lo vemos de otra manera, el hecho de que el vestido todavía exudaba una sensación de su extravagancia original hablaba por sí solo.

“¿Vos, no podéis oírme? Os digo que tendréis el privilegio de ayudarme.”

Ella… me está mirando.

Sentí como si mi cuerpo pudiera congelarse en su mirada fría y aguda… pero quizás no había necesidad de tener tanto miedo.

Después de todo, parecía estar muerta de cansancio.

Apoyándose en la lámpara, yacía sentada sobre el asfalto pavimentado.

No, “yacía sentada” tampoco estaba bien. Sería mejor decir que se había dejado caer. Ella sólo era capaz de mirarme a los ojos.

O más bien…

Incluso si no hubiera estado exhausta, ni se hubiera dejado caer… Probablemente no pudo haberme mantenido en mi lugar con algo más que una mirada.

Para empezar, ella no tenía manos con las que sostenerme.

Su brazo derecho, alrededor del codo.

Su brazo izquierdo, desde la articulación de su hombro.

Cada uno había sido… cortado.

“… ¡Gh!”

Y eso no fue todo.

Por debajo de su torso su cuerpo estaba en un estado similar.

Su pierna derecha, alrededor de la rodilla.

Su pierna izquierda, desde la base de su muslo.

Cada una había sido… cortada.

Bueno, sólo la pierna derecha mostró un corte excepcionalmente agudo…. Podía ver un claro

corte transversal. No se parecía en nada al estado asqueroso y desgarrado de las otras heridas en su brazo derecho, brazo izquierdo y pierna izquierda.

Pero el estado exacto de las secciones transversales era trivial. En pocas palabras, había perdido cada uno de sus cuatro miembros.

Y fue en este estado que ella se había derrumbado bajo la lámpara de la calle.

Olvídate del cansancio.

Lo que ella estaba, era muriéndose.

“H-Hey, ¿estás bien?”

Hablan de tu corazón sonando como una campana de alarma. Siempre había pensado que era una forma de hablar, pero en este momento era exactamente lo que sentía.

Mi corazón sonaba tan fuerte que me dolía.

Mi corazón… se estaba desbocando. Como si tratara de alertarme de una crisis inminente.

Como una campana de alarma.

“A-Ahora mismo llamaré a una ambulancia…”

No sangraba tanto como debería hacerlo alguien cuyos miembros habían sido cortados.

Pero en ese momento, mi mente no podía procesar ni siquiera ese hecho. Saqué el teléfono que acababa de guardar en mi bolsillo… pero estaba demasiado nervioso para pulsar los botones correctos.

Espera, ¿cuál era el número que se usa para llamar una ambulancia?

¿117?

¿115?

Maldita sea, si esto iba a pasar debería haberlo puesto en mis contactos…

“Una ambulancia… No tengo necesidad de eso.”

Ella… aunque cada uno de sus miembros había sido cortado, todavía estaba consciente, se dirigió a mí de una manera contundente y anticuada.

“En vez de eso…. dadme vuestra sangre.”

“………”

Mis dedos se congelaron en el teclado.

Y luego…

Recordé mi conversación con Hanekawa a primera hora de la tarde.

Un rumor que sólo se propagaba entre chicas.

¿De qué se trataba?

¿De qué hablamos en ese rato?

Noche.

Algo sobre la noche, y no caminar sin compañía, y…

“… Cabello rubio.”

Cabello rubio.

A la luz de la farola, ese cabello rubio parecía deslumbrantemente brillante… además…

Ella no tiene sombra.

Con ninguna de las otras farolas de la zona funcionando, y bajo la única encendida, parecía estar disfrutando de los focos en lo alto de un escenario… cabello rubio realmente deslumbrante… mire bien para confírmalo.

No tenía sombra.

Decir que “no tenía sombra” no captaba la totalidad de su condición. En serio, no poseía sombra alguna.

Y Ella dijo…

“Mi nombre es Kiss-Shot Acerola-Orion Heart-Under-Blade… La vampiresa de sangre de hierro, de sangre caliente, de sangre fría.”

Sus ropas rotas, su cuerpo sin miembros, pero su tono dominante.

Más allá de sus labios separados había dos colmillos afilados.

Terminaban en puntas. Colmillos.

“Consumiré vuestra sangre para volverla parte de mi propia carne. Así que… dadme vuestra sangre.”

“… Los vampiros.” Dije, tragando. “¿No supone que son… inmortales?”

“He perdido demasiada sangre. En este estado ni la regeneración ni la transformación me son posibles. A menos que se haga algo… Moriré.”

“………”

“Un humano inútil como vos debería sentirse honrado de convertirse en mi carne y mi sangre.”

Mis piernas no paraban de temblar.

¿Qué demonios estaba pasando?

¿A qué estoy siendo arrastrando?

¿Por qué de repente un vampiro apareció frente a mí… estando con un pie en la tumba? Lo que se supone que no debe existir, un vampiro, existe.

Lo que se supone que no debe morir, un vampiro, está muriendo.

¿Qué clase de realidad era ésta?

“H-Hey…”

Mientras me quedaba temblando y sin palabras, ella pareció fruncir el ceño.

O tal vez fue un ceño fruncido de agonía.

Después de todo, había perdido todos sus miembros.

“¿Cuál es el problema? Tenéis el privilegio de rescatarme. ¿Hay algún honor mayor? No necesitáis hacer nada… dadme vuestro cuello y yo haré el resto.”

“¿S-Sangre? ¿No puedes conformarte con una transfusión o algo así?” Ni siquiera desde mi punto de vista esa era una pregunta muy meditada. ¿Qué estaba tratando de decir?

¿Estaba bromeando?

Ella… Kiss-Shot Acerola-Orion Heart-Under-Blade, debe haber pensado lo mismo, y no respondió.

No.

Puede que le faltara energía para responder.

“¿Cuánto necesitas?”

Ella respondió a esta pregunta, posiblemente porque era específica.

“Por el momento, basta con la cantidad que contiene vuestro cuerpo.” “Oh, sólo la que contiene mi cuerpo… ¡Espera!” ¡Pero eso me mataría!

Casi le di la típica replica de un dúo de comedia… pero me tragué mis palabras.

Sus ojos me habían hecho hacer una pausa. Ojos fríos. Ojos mirando comida.

Ella no estaba siendo la parte cómica del dúo, era bastante seria.

Un humano inútil.

Estaba al borde de la muerte. Y estaba tratando de sobrevivir… comiéndome.

Ella no estaba buscando mi ayuda. Sólo quería aprovecharse de mí.

Para solo sobrevivir ella, ¿no te parece increíble?

“…………”

Cierto.

¿Qué estaba pensando… y haciendo? ¿Por qué mi proceso de pensamiento está basando en ayudarla?

Qué absurdo.

Estamos hablando de un vampiro, ¿de acuerdo?

En otras palabras, un monstruo.

Quién sabía cómo había perdido sus miembros y terminó casi muerta, pero no pudo ser por ninguna razón respetable. ¿De qué serviría meterme en esto?

La discreción es uno de los valores más respetados en la sociedad, ¿no?

¿Por qué aventurarse cuando no hay nada que ganar?

Ella no era humana, y existía aparte de la humanidad.

Una existencia superior a la de los humanos. Así es como los describió Hanekawa.

“¿Cuál es el problema? Vuestra sangre. Dadme vuestra sangre. Deprisa… Deprisa. ¿Por qué perdéis el tiempo?”

“………”

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Frente a este vampiro, que hablaba como si fuera a obligarme a hacerlo, sin soñar con hacer otra cosa, mis pies dieron un paso.

Un paso atrás.

Estaría bien. Si corriera… probablemente podría escaparme. No importaba si era un vampiro,

un monstruo.  Le habían arrancado  los  brazos  y las  piernas,  y yo  lograría  escaparme…

probablemente ni siquiera podía perseguirme.

Sólo necesitaba correr.

Lo mismo que siempre he hecho es todo lo que necesitaba hacer para rechazar esta realidad.

Y cuando moví mi otro pie hacia atrás…

“V-Vos estáis….”

Sus ojos se volvieron débiles y frágiles. Como si la frialdad que habían retenido hasta hace unos momentos nunca hubiera estado allí.

“Vos, ¿no me ayudareis?”

“………”

Un monstruo, con un vestido hecho jirones, miembros cruelmente destrozados, sin sombra, incluso está bajo una farola…

Pero pensé que ella, con su cabello rubio, era hermosa.

Tan bonita.

Me sentí atraído por ella. Desde el fondo de mi corazón.

No podía dejar de mirarla.

Y no podía dar un paso más.

No porque me acobardara de miedo, o porque mi cuerpo no dejara de temblar.

No podía moverme.

“I-Imposibleeee.”

Su arrogante dicción se desmoronó, y de sus ojos… del mismo color que su cabello, dorados… se desbordaron grandes lágrimas.

Como una niña, empezó a sollozar.

“Imposible, imposible, imposibleeee… ¡No quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morir, no quiero morirrrrrr! ¡Ayudadme, ayudadme, ayudadme! ¡Por favor, por favorrrrrr, si me ayudáis, si me ayudáis haré todo lo que digáissssssssssssss!”

Como si yo no estuviera allí ella gritó, dolorosamente, sin vergüenza.

Lloró y gritó de forma incontrolable.

Ella chillaba.

“¡No puedo morir, no puedo morir, no quiero desaparecer, no quiero desvanecerme! ¡Nooo! Alguien, alguien, alguien, alguien, alguiennnnnnn…”

¿Quién?

Nadie ayudaría a un vampiro.


No importaba cuánto llorase o gritase, no podía dejar que me conmoviera.

Quiero decir, me moriría.

¿La cantidad de sangre que contiene mi cuerpo?

Siempre había estado demasiado asustado para donar una parte.

Simplemente es sólo esa clase de cosas que odiaba, ¿sí?