Seiken Gakuin No Maken Tsukai (NL)

Volumen 6

Capitulo 8: Setsura

 

 

(¡Es rápida…!)

*¡Skrrrrrrrrrrrrrrrr!*

Publicidad M-AR-1

El primer tajo que bloqueó Sakuya lo hizo evidente. La chica a la que se enfrentaba era mucho más fuerte que ella. En términos de pura habilidad con la espada, incluso los alumnos de último curso no eran rivales para Sakuya, pero esta chica enmascarada…

(… ¡Me tiene contra las cuerdas!)

Sus espadas chocaron, escupiendo chispas. Sakuya exhaló con fuerza y dio una patada en el suelo para saltar y distanciarse de su oponente. La chica enmascarada no la persiguió y se limitó a bajar su katana con indiferencia. A pesar del encuentro con Raikirimaru, el arma de la chica enmascarada no sufrió ni una sola mella. Eso no debería haber sido posible para un arma ordinaria.

(… Un Espadachín Sagrado…)

Todavía no estaba claro qué poder tenía este enemigo, pero Sakuya no podía sentir el aura ominosa de una Espada Demoníaca a su alrededor.

Publicidad M-M2

“¿Estás con la Reunión Kenki?” Preguntó Sakuya, apretando su agarre sobre Raikirimaru.

“…”

La chica enmascarada no confirmó ni negó nada. Sólo levantó de nuevo su Espada Sagrada. Un tenso silencio cayó sobre las dos. Los sonidos de su pelea no habían llamado la atención de nadie, ni tampoco venían a ayudar.

Eso le pareció extraño a Sakuya. En efecto, el santuario estaba cerrado, pero seguramente Eika y los demás guardias ya habrían oído su enfrentamiento y habrían acudido. Cuando Sakuya miró a su alrededor, se dio cuenta de que el entorno no era el mismo.

Entrecerró los ojos. Al mirar más de cerca, el aire sobre los árboles se agitaba como una neblina caliente.

(… Una barrera de algún tipo. Debe ser la habilidad de su Espada Sagrada).

Debía impedir que todo el sonido del interior se filtrara.

“Está claro que has venido preparada. ¡¿Qué es lo que buscas?!”

Incluso si esta chica era miembro de la Reunión Kenki, no parecía estar trabajando con el mismo objetivo que los demás. La Reunión Kenki buscaba liberar al dios de la Orquídea Sakura sellado en el Horno de Mana, y utilizarlo para invocar al Void Lord que querían muerto. Matar a la sacerdotisa, Sakuya, estaba totalmente en desacuerdo con eso.

(La Reunión Kenki mencionó que tenían una princesa sacerdotisa propia… ¿Es ella?)

La chica enmascarada dio medio paso al frente.

(¡Aquí viene!)

Sakuya activó el poder de aceleración de Raikirimaru. El plasma blanco crepitó mientras Sakuya se desvanecía.

“Esgrima Estilo-Mikagami… ¡Corte Relámpago Atronador!”

Varias cuchilladas brillaron en la oscuridad de la noche. Esta era una técnica de espada destinada a contrarrestar grandes Void. Una lluvia de cortes, tan escurridizos como el humo, llovió sobre la chica enmascarada.

… Sin embargo, Sakuya no sintió el impacto de ninguno de ellos. La imagen de su oponente se desvaneció como la niebla.

“… ¡¿?!”

Por instinto, Sakuya giró y levantó su Espada Sagrada electrificada.

*¡Skriiiiiiiiiiiiii!*

Se produjo un ruido estridente y disonante. Había logrado desviar el ataque

de su oponente, pero…

“… ¡Viento Demoníaco!”

Una oleada invisible de aire surgió de la espada de su oponente, golpeando el cuerpo de Sakuya. Su espalda impactó fuertemente contra el suelo, forzando la respiración de sus pulmones.

“¡Ngah…!”

La chica enmascarada bajó su Espada Sagrada, y la arena del suelo a su alrededor se dispersó… Apenas un momento después, algo invisible y afilado mordió el hombro del traje de sacerdotisa de Sakuya.

“… ¡Esa Espada Sagrada… utiliza el poder del viento!” Sakuya dijo apretando los dientes mientras sostenía su hombro sangrante.

Tanto la imagen posterior que quedó cuando la chica enmascarada esquivó el ataque de Sakuya como el corte invisible en su hombro, habían sido poderes basados en el aire de la Espada Sagrada. Lo mismo era probablemente cierto para la barrera.

(¡No es bueno…!)

Aunque se resista a admitirlo, Sakuya comprendió, tras el breve combate, que su enemiga era más fuerte que ella.

“… No eres un oponente contra el que pueda permitirme  contenerme”.

Sakuya murmuró, girando la hoja de Raikirimaru.

El miasma del vacío empezó a brotar de su brazo derecho.

“Espada Demoníaca… Yamichidori”.

Una niebla negra envolvió su Espada Sagrada, y comenzó a brillar con un resplandor oscuro, de otro mundo. Un rayo negro crepitó, carbonizando el suelo.

“… ¿Oh?” La chica enmascarada habló por primera vez. Su voz sonaba más joven de lo que Sakuya había imaginado. “¿Por qué tienes una Espada Demoníaca?”

Publicidad G-M1



Ignorando sus palabras, Sakuya se lanzó hacia adelante y blandió a Yamichidori hacia abajo. La hoja de viento se encontró con la espada oscura, soltando una violenta ráfaga de aire.

“¡Ahhhhhhhhhhhhhhh!”

Esta vez, sin embargo, Sakuya no se dejó dominar. Empujó más fuerte, y

entonces…

*¡Crack…!*

Una fisura recorrió la máscara de la chica.

“… ¡¿?!”

La máscara blanca se hizo añicos, cayendo con un sonido como de cerámica rota. Largos mechones azules ondearon en las ráfagas que emanaban de la katana de la chica. El rostro del enemigo de Sakuya era inconfundible.

“Nee… -sama…”

Los ojos de Sakuya se abrieron de par en par.

Seiken Gakuin no Maken Tsukai Volumen 6 Capitulo 8 Novela Ligera

 

Al principio, Leonis pensó que eran sólo los sonidos de los fuegos artificiales. Pero un momento después, un pilar de fuego inmenso brotó con un ruido atronador.

“… ¡¿Qué?!” Lyseria gritó bruscamente mientras se colocaba a modo de escudo para proteger a Leonis y Tessera.

*¡Boom, boom, booooooooom!*

Una serie de explosiones intermitentes sacudió el aire. Los edificios de Old Town comenzaron a derrumbarse uno tras otro, y la multitud gritaba aterrorizada.

(… ¡¿Qué está pasando?!) Se preguntó Leonis, sobresaltado.

“¡Seria ojou-sama, mire!” Dijo Regina, señalando al epicentro de una de las explosiones.

Unas espeluznantes figuras se movían con lentitud entre las llamas ardientes.

Desde la distancia, parecían grandes humanoides de cinco metros de altura.

“… ¡No puede ser! ¡¿Void?!”

“Pero no había señales de un brote del vacío…” Dijo Regina, mordiéndose los labios.

Normalmente, cuando los Void aparecían, surgían de las grietas que se formaban en el aire. La Academia Excalibur había construido un sistema que podía detectar las sutiles distorsiones en el espacio causadas por esas fisuras y activar una alarma.

Sin embargo, esta vez no había tales fracturas en la realidad.

<<… ria… Seria, ¿puedes oírme…?>> Una voz salió del terminal de Lyseria.

“¡Ah, Fine-sepai!”

<<Han aparecido Void alrededor de Old Town… ¿Me lo confirmas…?>> La voz de Elfine era audiblemente estresada. Sólo algunos fragmentos de su mensaje llegaron debido a la interferencia del mana de los Void.

“¿Es una Estampida…?”

<<No, no lo es>> Afirmó Elfine. <<Esto es sólo una pequeña colonia. No puedo detectar a ningún Void Lord>>

“¿Sabemos cuán grande es el grupo y qué clase y rango tienen los Void?”

<<Hay entre treinta y cuarenta de ellos, lo que significa que son una colonia del tamaño de un escuadrón. El rango estimado de cada Void es…

desconocido. No coinciden con ningún tipo registrado en los datos de la academia>>

“Entendido. Dado lo destructivos que son, tengo que pensar que son al menos de rango B”. Respondió Lyseria, observando la columna de humo negro en el cielo. “Nos desplazaremos para guiar a los ciudadanos a un lugar seguro. Por favor, facilítanos todas las actualizaciones que puedas”.

<<Contamos con ustedes. Tengo mis orbes volando en los alrededores, así que establezcan un enlace de datos con ellos>>

“Entendido”.

La transmisión se cortó y Lyseria se volvió hacia Regina y Leonis.

“Ya la han oído. Cumplamos con nuestro deber como Espadachines Sagrados”.

“¡Sí, Seria ojou-sama!”

Leonis asintió. “De acuerdo”.

“Proteger y guiar a los ciudadanos a la seguridad es nuestra máxima prioridad hasta que lleguen los refuerzos de la Academia Excalibur”. Lyseria dio instrucciones. “Regina, toma posición en un terreno elevado y dispara fuego de cobertura en todas las direcciones”.


“¡Entendido!” Regina salió de inmediato. “¡Espada Sagrada, Drag Striker! ¡Activate!”

Con su Espada Sagrada en su configuración de rifle de caza, se dirigió hacia un edificio cercano.

“Por el momento, custodiaré a esta gente y abriré paso al refugio. Tessera, ven conmigo”. Dijo Lyseria.

Con una mirada valiente, Tessera respondió: “¡E-Esta bien!”

Sabía perfectamente que no debía llorar ni hacer un berrinche ahora. Sin duda, confiaba en Lyseria y Leonis de todo corazón.

(Aun así, ella es algo. Tanta valentía en una niña de nueve años…) Pensó Leonis, bastante impresionado.

“Leo-kun, tú también vienes conmigo…” Lyseria se interrumpió, y su expresión se tensó de repente. “Un momento. No puedo ponerme en contacto con Sakuya. ¿Es por la interrupción del Vacío? O tal vez sea la barrera del santuario…”

Como comandante en la escena, Lyseria seguramente quería que Sakuya, un as de la matanza del Vacío luchara en el frente. Si bien Sakuya no era de las que se quedaban de brazos cruzados mientras el enemigo estaba en su puerta, su conocimiento de la situación sería limitado si no se unía al resto del Décimo Octavo Pelotón.

“… Iré a buscarla”. Declaró Leonis.

“Leo-kun…”

“Encontraré a Sakuya-san y me encargaré de los Void al otro lado del puente”.

“De acuerdo. Cuento contigo”. Lyseria aceptó. Luego dirigió su atención a los aterrorizados ciudadanos y habló con voz fuerte y digna. “¡Soy Lyseria Christaria, Espadachín Sagrado de la Academia Excalibur! Los guiaré al refugio, así que, por favor, ¡mantengan la calma y síganme!”

“… Debería darme prisa”. Murmuró Leonis mientras se dirigía al bosque que rodeaba el santuario.

(Supongo que esos renegados de la Orquídea Sakura deben haber hecho algo…)

Había una posibilidad de que fueran tras Sakuya.

“… Tienes una idea de la situación, ¿verdad, Shirley?” Preguntó Leonis.

(Sí, Leonis-sama). La respuesta de Shirley llegó a su mente.

“Este es mi reino. No toleraré la pérdida de uno solo de mis súbditos”.

(Entendido, Leonis-sama).

Leonis invocó a los Tres Campeones de Rognas desde su sombra.

“Amilas, Dorug y Nefisgal, deben dispersarse y concentrarse en la vigilancia de los refugios subterráneos”.

“… ¡Por su voluntad!” Los antiguos guerreros se arrodillaron ante Leonis y hablaron como uno solo.

“Sin embargo, asegúrense de no destacar demasiado. Si hay algún cambio importante en la situación… hagan lo que les ordene Lyseria Christaria”.

“¡Entendido!”

“¡Por su voluntad!”

“¡Me redimiré tras mi reciente fracaso!”

“Bien. Confío en ustedes para manejar esto”. Afirmó Leonis.

Los campeones no muertos se alejaron silenciosamente y comenzaron a saltar por los tejados.

“Blackas, ¿estás ahí?”

“… Lo estoy, Magnus-sama”.

Leonis miró en dirección de la respuesta y vio al lobo negro de pie sobre un tejado cercano. Leonis se apresuró hacia su amigo y se subió a su espalda.

“Debemos llegar hasta Sakuya en el santuario. Date prisa”.

“Por supuesto”. Dijo Blackas, preparándose para salir a toda velocidad.

“Espera”. Leonis sacó una máscara de su sombra. “Las cosas podrían ponerse problemáticas si la gente me reconoce”.

Se puso la máscara, y la oscuridad envolvió su yukata, transformando su rostro en el de un Rey Demonio.

“… ¿Es hora de que el elusivo Rey Demonio suba al escenario?” Le preguntó Blackas.

“Efectivamente. Ahora todos sabrán de qué son capaces los Reyes Demonio”.

Publicidad G-M2



“N-No puede… No puede ser…” Sakuya susurró. Su voz temblaba, y su rostro se había vuelto pálido.

Esto no podía ser real. Tenía que ser un truco.

“Vi morir a Nee-sama… La mataron… ante mis ojos…”

Sakuya sintió que la fuerza abandonaba su cuerpo. Sólo sus instintos de guerrera le impidieron dejar caer a Yamichidori. El rostro de su enemiga era idéntico al suyo, salvo el color de los ojos, que eran de un rojo malévolo, como esa terrible estrella. Mientras sus mechones azules ondeaban al viento, atacó.

Incluso cuando luchaba contra su hermana menor, la expresión de Setsura no revelaba ningún indicio de emoción. Avanzó hacia Sakuya, sin ni siquiera tener sed de sangre.

“¿Tienes algún problema con mi rostro?” Preguntó.

“… ¡¿?!”

Cuando Sakuya escuchó esas palabras, la determinación comenzó a crecer en su corazón.

(Esta no es Nee-sama).

Sólo era un monstruo que llevaba su cara.

“¡Ahhhhhhhhhhh!”

El miasma del vacío brotó del cuerpo de Sakuya. La hierba se marchitó, y los árboles se secaron y desnudaron a su contacto. Sakuya se dio cuenta de que había perdido el control, pero no había forma de evitarlo.

Tenía que cortar esa cosa. Tenía que hacerlo.

(… ¡Siento que me voy a volver loca!)

Plantando un pie con fuerza en el suelo, saltó hacia adelante.

“¡Ráfaga de truenos!”

Yamichidori descendió a toda velocidad con la fuerza del dolor de Sakuya detrás. Un rayo negro crepitó y surgió.

Publicidad G-M3



*¡Screeeeeeeeeeech!*

El viento demoníaco gritó, y la cosa que llevaba el rostro de su hermana bloqueó el ataque con facilidad.

“¡¿Quién eres tú?! Nee-sama está…” Sakuya dio otro paso y volvió a atacar con todas sus fuerzas. Una vez más, su rayo fue desviado, esparciendo plasma por todas partes.

“Fascinante. Ya te ha consumido mucho, así que ¿por qué no has sucumbido al vacío…?”

“¡Cállate! ¿Cómo te atreves a hablarme con su rostro… con su voz? Esgrima Estilo-Mikagami… ¡Ventisca de Pétalos Sakura!”

El acero brilló innumerables veces en la oscuridad. Cada golpe iba dirigido a la impostora, pero Sakuya no sentía que ninguno conectara.

Sólo había conseguido golpear una imagen residual formada por la Espada Demoníaca que controlaba el viento. Al detectar a alguien detrás de ella, Sakuya se giró para atacar.


Yamichidori no tenía vaina, pero al liberar el poder magnético que contenía el arma, podía reproducir un ataque de estilo rápido.

“¡Cazador de Rayos!”

La punta de su espada apenas rozó la frente de la chica.

Publicidad M-M3

(No puede ser… ¡¿Cómo ha esquivado mi Cazador de Rayos?!)

[Cazador de Rayos] era un movimiento final. Uno que se ejecutaba más rápido de lo que la percepción humana podía seguir. Sin embargo, dejó a Sakuya muy abierta después de ejecutarlo.

“Esgrima Estilo-Mikagami… Corte del Vendaval Demoníaco”.

Mientras Sakuya permanecía allí, aturdida y fuera de posición, la chica se abalanzó sobre ella. Una katana envuelta en un viento siniestro atravesó a la joven innumerables veces, desgarrándola.

“¡El refugio está por aquí! ¡Rápido!” Lyseria conducía a los civiles hacia la zona segura abierta. Al notar la preocupación de Tessera, tranquilizó a la chica: “¡No te preocupes! ¡Mantendremos este lugar seguro!”

“¡D-De acuerdo! ¡Ten cuidado!” Tessera asintió y se quedó atrás mientras Lyseria se apresuraba a salir.

“… ¡∞∞∞∞∞∞∞∞∞!”

Los Void aullaron mientras brotaban brazos grotescos de todo su cuerpo.

“Espada Sagrada, Bloody Sword… ¡Activate!” Gritó Lyseria.

En respuesta, partículas de luz salieron de sus manos, formando una hermosa espada. Acercó la brillante punta carmesí de la hoja a su brazo, pinchándolo suavemente y dejando que su sangre goteara al suelo. El charco carmesí que la rodeaba formó múltiples espadas. Silbando mientras se movían, las espadas líquidas desgarraron su vestimenta. Los puños y las mangas de su yukata salieron volando y cayeron al suelo hechos jirones.

“Esto debería facilitar el movimiento…” Dijo Lyseria, con sus ojos brillando por el mana mientras se soltaba el cabello.

(… ¡Aquí vienen!)

Un corpulento Void de aspecto humanoide se acercó. Su apariencia sugería que podría ser una subespecie de la Clase-Ogro. No sabía qué rango tenía, pero dada la rapidez con la que había destrozado los edificios, sin duda contaba con impresionantes habilidades de combate.

Hace seis meses, Lyseria no habría sido capaz de enfrentarse a este monstruo.

Sin embargo, ahora no sentía miedo.

(¡Todo gracias a que Leo-kun entrena conmigo todos los días!)

El Void de seis brazos aulló mientras cargaba hacia ella. Usando la punta de su espada, Lyseria dibujó un círculo mágico a sus pies.

“Adelante, cazador de sombras, siervo de la reina…” Entonó un antiguo encantamiento.

Era el hechizo de nigromancia de Segundo-Orden… [Grava Rajian], Invocación del Lobo de las Sombras.

Tres bestias sombrías emergieron del círculo luminoso

“¡Frenen sus patas!” Lyseria bajó su espada y los lobos se abalanzaron sobre el Void.

Apenas lo hicieron, la propia Reina Vampiro corrió hacia adelante.

“Kuh… Aaah…”

El dolor casi la dejó inconsciente. Su traje de sacerdotisa estaba manchado de sangre y no podía levantar los brazos. Sus dedos rígidos se negaban a moverse, y su ojo izquierdo había quedado cegado.

El dolor ardiente era una tortuosa agonía.

“… Aaagh… Guh, aaah…” Sakuya se atragantó.


“Así que usaste tu Espada Demoníaca para bloquear el movimiento asesino.

Impresionante”. Comentó una voz.

Los pasos eran cada vez más fuertes.

(… Tengo que… levantarme…)

Reuniendo toda la fuerza de voluntad que le quedaba, Sakuya pidió a su cuerpo que se levantara. Pero sus miembros se negaron. Permaneció agachada en un charco de sangre, mirándose a sí misma con su único ojo funcional. Profundas laceraciones recorrían su piel. Si Sakuya no se hubiera puesto en guardia con Yamichidori, habría muerto al instante. Sin embargo, las heridas que había sufrido estaban cerca de ser letales.

“¡¿P-Por qué…?!” Sakuya respiró, con sus labios temblando y escurriendo sangre.

[Corte del Vendaval Demoníaco] era una técnica transmitida en la Casa Real Mikagami. ¿Cómo podía conocerla esta chica?

La respuesta era evidente, pero Sakuya se negaba a admitirla.

(No puede ser ella. ¡No puede ser Nee-sama!)

Entonces la chica se arrodilló ante la indefensa Sakuya y levantó una mano. Acarició la mejilla de Sakuya con un dedo, le limpió la sangre y se la llevó a la boca.

“… ¡¿Qué estás… haciendo?!”

“… Extrayendo la sangre de una sacerdotisa”. La chica respondió mientras se ponía de pie y se acercaba al altar de piedra. Después, cogió la preciada espada, se hizo un corte en la muñeca con su filo y salpicó de carmesí el altar.

“… Alma del dios sellado, obedece el antiguo pacto y despierta aquí”.

Una luz azul brilló desde la roca. El cegador resplandor barrió la noche con tanta claridad como el sol del mediodía.

“D-Detente… Detente… ¡Nee-sama!” Gritó Sakuya.

Ella sabía lo que significaba, pues lo había visto suceder hace nueve años. Dos sacerdotisas estaban despertando a los Dioses Gemelos de la Orquídea Sakura.

Al poco tiempo, la luz se apagó y la oscuridad se instaló de nuevo. La chica con el mismo rostro que su hermana se volvió hacia Sakuya.

“El héroe de la nada seguramente vendrá ahora en busca del otro dios…”

¿Estaba Sakuya a punto de morir a manos de su hermana? Incluso si Setsura no terminaba el trabajo, Sakuya podía sentir que su tiempo se acortaba. No le quedaban fuerzas en su cuerpo, y la Espada Demoníaca que tenía en su mano se disolvió en niebla negra y desapareció.

Unos dedos helados se cerraron alrededor del cuello de Sakuya. Un rostro casi idéntico al de Sakuya miró fijamente a los ojos de la joven.

“… Nee… -sama…” Sakuya musitó.

“No te mataré. Eres una valiosa portadora de Espada Demoníaca. Sería mucho mejor si te convirtieras en un sirviente de mi maestro”.

“¿Sir… viente…?”

¿Qué estaba diciendo? En este momento, no importaba. Esa duda se estaba

desvaneciendo junto con todo lo demás…

“… ¡Gerz Zok!”

Una lluvia de cuchillas oscuras cayó desde algún lugar invisible.

“… ¡¿?!”

Setsura soltó a su hermana y se alejó de un salto.

Aunque las palabras no eran familiares, Sakuya reconoció la voz.

(… ¡No puede ser!)

A través del ojo que le quedaba, lo vio, de pie, con los brazos cruzados.

“… Tienes valor para poner las manos sobre lo que es mío sin mi permiso”.

Era el Rey Demonio Zol Vadis.

“Rey… Demonio…” Los labios secos de Sakuya pronunciaron las palabras, incluso mientras su conciencia flaqueaba.

(¡¿Por qué está aquí…?!)

Zol Vadis aterrizó en el suelo y se dirigió a Setsura. “¿Fuiste tú quien atrajo

Los Void hasta aquí?” “…”

Se mantuvo en silencio. Setsura encaró al Rey Demonio mientras mantenía una prudente distancia de él.

“¿Te niegas a responder a la pregunta de un Rey Demonio, tonta insolente?”

Zol Vadis produjo seis bolas de fuego en su mano, proyectando luz a su alrededor.

“¡¿Qué…?!” Exclamó al vislumbrar el rostro del enemigo. “¡¿Sakuya…?! No, tú eres…”

Aprovechando la confusión del Rey Demonio, Setsura atacó con un corte horizontal de su Espada Sagrada. El viento demoníaco se dirigió hacia Zol Vadis.

Sin embargo, él no era el verdadero objetivo. En realidad, el objetivo de Setsura era Sakuya, que yacía junto al Rey Demonio.

“Tsk… ¡Li Ralute!”

Con un movimiento de su manto, el Rey Demonio conjuró una barrera que detuvo el mortal vendaval.

*¡Whoooooooooosh!*

El viento arreció, derribando los árboles cercanos y levantando una nube de polvo.

“Ha huido…” El Rey Demonio murmuró.

Setsura no aparecía por ninguna parte.

Zol Vadis dirigió su atención a la joven a sus pies. “Sakuya Sieglinde, ¿quién era esa? ¿Por qué tiene el mismo rostro que el tuyo?”

“… Eso es lo que quiero saber”. Sakuya apenas logró responder. “Tal vez un fantasma…”

“Los fantasmas son no muertos de bajo rango. A mí no me pareció tan débil”.

El Rey Demonio susurró algo que Sakuya no entendió del todo.

“¿Por qué me salvaste? Yo… rechacé tu trato…”

“Sólo vine a castigar a esa tonta por poner las manos sobre lo que es mío”.

“No recuerdo… haber aceptado ser tuya…” Sakuya respondió débilmente, esbozando una sonrisa irónica.

“Con el tiempo, todo este reino me pertenecerá…” Afirmó el Rey Demonio, y luego se arrodilló en el charco. “A este paso, morirás”.

“… Sí… Lo sé…”

“Lamentablemente, no soy capaz de utilizar hechicería curativa…” Zol Vadis negó con la cabeza. “Sin embargo, princesa de la Orquídea Sakura, en honor al valor que demostraste en mi castillo, te daré una oportunidad más para negociar conmigo”.

“… ¿Q-Qué?” El ojo funcional de Sakuya se abrió de par en par.

“… Te ordeno que abras, la cerradura del Reino de las Sombras”. El Rey Demonio cantó, levantando su mano derecha.

En su palma aparecieron innumerables joyas brillantes.

(No… no son gemas). Sakuya se dio cuenta. Las pequeñas esferas que

brillaban con luces de colores eran…

“Son ojos místicos”.

“¿Ojos…?”

“Una colección de ojos místicos es el símbolo de un poderoso Rey Demonio. Los ofrecemos como recompensa a los subordinados que han conseguido logros notables en el campo de batalla”.

Sakuya tuvo la sensación de que Zol Vadis sonreía bajo su máscara.

“Provienen de muchas fuentes. Demonios, bestias divinas, héroes semidioses, demonios, semidioses e incluso dragones. Los ojos místicos de las bestias. Los ojos místicos de la petrificación. Los ojos místicos de la ruina. Los ojos místicos del halcón, de lo divino, del tiempo. Ojos místicos para romper la magia, para mirar la verdad, para leer las almas…”

Los pequeños orbes brillaron en el aire como una réplica del cielo estrellado.

“… ¿Qué estás… tratando de hacer?” Preguntó Sakuya.

“Voy a implantar uno de estos en lugar de tu ojo izquierdo perdido. Una vez que el ojo místico se vincule con tus nervios, reparará el daño hecho a tu cuerpo”.

“… Eso es… bastante generoso de tu parte”.

“No, en absoluto”. El Rey Demonio admitió. “Tomar un ojo místico significa que descartarás tu humanidad. Dependiendo de lo que elijas, te convertirás en mitad demonio, mitad dragón, o en algo totalmente distinto”.

“…”

“Haz tu elección, princesa de la Orquídea Sakura. ¿Aceptarás valientemente tu muerte, o tomarás el poder que te ofrezco y servirás al Rey Demonio Zol Vadis?”

“… Esa es una pregunta estúpida… Rey Demonio”. Sakuya sonrió. “No necesito pensarlo dos veces”.

“… ¿Oh?”

Los rostros de sus compañeros del Decimoctavo Pelotón aparecieron en la mente de Sakuya. Lyseria, Regina, Elfine y Leonis… sus compañeros Espadachines Sagrados, que habían jurado luchar contra los Void junto a ella. Y luego… su hermana.

(… No puedo permitirme morir aquí).

Recurriendo a todo el poder que le quedaba, Sakuya extendió una mano.

“Rey Demonio Zol Vadis. Acepto tu oferta”.

“… Ya veo”. El Rey Demonio asintió. “¿Qué poder deseas a cambio?”

“Velocidad”. Sakuya respondió sin inmutarse. “Quiero una velocidad que ella nunca podrá alcanzar… Moverme más rápido que un rayo es lo que deseo”.

“… Muy bien. Entonces te legaré este ojo místico”. El Rey Demonio cogió uno de los ojos que flotaban en el aire y se lo entregó. “El ojo místico del tiempo el cual robé del Diablo Temporal…”

Sakuya apretó el ojo místico contra el suyo, que estaba arruinado, y entonces…

“… Aaah… Ugh, ¡ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh!”

Quemaba. Dolía. Ardía. Abrasaba. Palpitaba. Picaba. Todo tipo de agonía la recorría. Entonces hubo una luz. Algo extraño invadió su cuerpo. Era tortuoso. Como si algo se hubiera aferrado a su alma y la estuviera agitando.

“Lo siento, Sakuya-san. Aguanta… Sólo un poco más”.

Desde algún lugar lejano, la voz familiar de un chico la llamó, pero…

“¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!”

La conciencia de Sakuya se cortó justo en ese momento.

“Parece que su cuerpo no rechazó el ojo”. Comentó Leonis mientras colocaba suavemente a la inconsciente Sakuya en el suelo.

Sus heridas empezaban a curarse. Lyseria había muerto al instante, por lo que no tuvo más remedio que convertirla en un sirviente no muerto. Afortunadamente, Sakuya había evitado las heridas mortales. Sin embargo, si la hubiera dejado como estaba, habría perecido en poco tiempo.

(… Y convertirla en un no muerto habría sido un riesgo demasiado grande).

La hechicería de muerte de Leonis funcionaba de acuerdo con la compatibilidad del alma del objetivo. Que Lyseria se convirtiera en una Reina Vampiro era prácticamente un milagro.

“Aun así, ¿quién era esa otra Sakuya…?”

Leonis escaneó la zona y entonces descubrió algo en el suelo. Una máscara blanca se había partido en dos.

(¿No es esto…?) Pensó Leonis mientras recuperaba los trozos.

“¿Qué ocurre, Magnus-sama?” Preguntó Blackas, saliendo de las sombras danzantes que proyectaba la hoguera.

Había permanecido escondido para ocultarle a Sakuya su alianza con el Rey Demonio.

“Esta máscara. Pertenece al asesino que se deshizo de Zemein en Necrozoa”. “… Hm. ¿Estás seguro?”

“Sí. Creo que el asesino llevaba algún tipo de vestimenta blanca, aunque no lo recuerdo bien. Tendré que confirmarlo con Shirley más tarde”. Leonis guardó la máscara en su sombra. “La que silenció a Zemein, ¿eh…?”

Entre esto y los Void que aparecieron en Old Town, cada vez parecía más que los antiguos tenientes de los Ejércitos de los Reyes Demonio estaban detrás del incidente con los mercenarios de la Orquídea Sakura.

“… Son como moscas molestas”. Espetó Leonis con amargura.

Blackas asintió. “Estoy de acuerdo”.

El suelo bajo ellos retumbó de repente.

“… ¿Un megaflotador de este tamaño, temblando?” Leonis se giró y vio que una luz brillante y cegadora había aparecido sobre el Séptimo Assault Garden. “Es eso… ¿Acaso el dios de la Orquídea Sakura ha despertado?”


El dios de la Orquídea Sakura estaba fusionado con el Horno de Mana del Séptimo Assault Garden, y la luz se concentraba sobre Central Garden.

Leonis miró el altar de piedra, que ahora estaba manchado de sangre. Parecía que la chica que compartía el rostro de Sakuya había realizado el ritual para liberar al dios.

“Incluso si Sakuya despertara, no creo que sea capaz de volver a sellarlo fácilmente”.

Según ella, ese grupo de la Orquídea Sakura estaba tramando algo que provocaría la destrucción de la ciudad. Leonis no sabía cuál era su próximo movimiento, pero…

“Dios o no, no puedo dejar que nadie se descontrole en mi reino…” Leonis suspiró y sacó de su sombra el Báculo de los Pecados Sellados.

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

0 Comentarios
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios