Infinite Dendrogram (NL)

Volumen 8: La Esperanza Que Ellos Dejaron Atras

Capitulo Extra 2: El Oso Devorador De Oro

Ciudad de los Duelos Gideon, oficinas de caballeros, celdas de prisión “Increibleeeeeeeeee…”

Por extraño que pudiera parecer, una de las celdas de las oficinas de los caballeros de Gideon contenía un oso.

A primera vista, parecía un animal de zoológico enjaulado, pero al mirar más de cerca, te darías cuenta de que era solo un disfraz.

El nombre del usuario era Shu Starling, el único King of Destruction, y era uno de los pocos Superiores que prestaban servicio en el Altar.

Lo habían encerrado después de derrotar al asesino en serie Superior conocido como “Gerbera”. Excéntrico como era, se había precipitado hacia ella mientras destruía docenas de edificios en el camino.

Obviamente, ese fue un crimen grave, pero como el héroe que había terminado con la juerga de Gerbera, no cumpliría ninguna condena. Lo dejarían ir tan pronto como pagara por los daños.

Por supuesto, primero había que calcular la cantidad. Los funcionarios trabajaron rápido, pero aún tardarían unos días y él tendría que esperar tras las rejas durante todo este tiempo. Aunque su nueva celda era mejor que en la que había estado cuando era sospechoso, una jaula seguía siendo una jaula, así que…

“Hombre, estoy tan aburrido…”

Podría haber estado matando el tiempo fuera de línea, pero por razones desconocidas, estaba eligiendo quedarse en la aburrida jaula.

Al darse cuenta del hastío del héroe, el carcelero se sentó junto a su celda y sacó algo de su inventario. “¿Qué le dirías a una partida de ajedrez?” dijo mientras le presentaba a Shu un tablero de ajedrez.

Fue la base de uno de los muchos juegos de mesa popularizados hace siglos por el famoso inventor del juego conocido como “Boardgame Cat”, un nombre que hizo que varios Maestros levantaran las cejas. El carcelero lo vio como una buena forma de entretener a Shu.

Shu pensó lo mismo. “Ajedrez, ¿eh? Ha pasado un tiempo desde que lo jugué”, dijo mientras se ponía cómodo. Jugar a través de los compases podría haber sido extraño, pero aun así fue una buena imagen. “Ah. ¿Qué tal si apostamos un poco de dinero? Haría que el juego fuera un poco más complicado, ¿no crees?”

Los nacidos y criados en la ciudad de los duelos tenían poca o ninguna aversión al juego, por lo que el carcelero no dudó en aceptar.

Sin embargo, pronto llegaría a saber que fue un grave error… Ven al día siguiente, las cosas habían cambiado por completo. “¡Mi turno!”

“¡Wow! ¡Es Anthony! ¡El campeón de ajedrez de la Orden de los Caballeros de Gideon!”

“¡Acabalo! ¡Vénganos, Anthony! Se había formado una multitud ante la celda.

“¡Dale! ¡Lo soportaré todo!” Shu dijo con orgullo, pieza de ajedrez en mano y una gran pila de monedas de 10,000 liras junto a él. Ese era el dinero que había ganado jugando al ajedrez.

Al principio, todas las apuestas habían sido solo 100 liras, pero después de que Shu ganara más y más juegos, aparecieron más y más retadores de todas las oficinas de los caballeros, lo que aumentó la tasa de apuestas cien veces.

Además, a diferencia de la Tierra, las partidas de ajedrez en Dendro eran en su mayoría rondas rápidas.

Esto significaba que las bonificaciones de velocidad mental y de movimiento de AGI eran un factor importante, lo que hacía que el juego se duplicara como una forma de perfeccionar tus tácticas de batalla… lo que probablemente no fue algo que pretendió el inventor.

Debido a esa velocidad, Shu ya había obtenido más de 200 victorias en solo un día.

“¡GHAAAAAHH!” “¡ANTHONYYYYY!”

“¡Hyahaah! ¡Lo tendré, muchas gracias!” Shu vitoreó, victorioso una vez más.

Así nació la leyenda del oso devorador de oro.

El Fin