Infinite Dendrogram (NL)

Volumen 8: La Esperanza Que Ellos Dejaron Atras

Capítulo 8: Libertad

Prism Rider, Ray Starling

El Dr. Mario respondió a mi pregunta con otra. “¿Cómo sabes eso?”

No fingió que estaba equivocado ni trató de silenciarme, solo me miró con sus ojos azules, curioso por saber qué lo había delatado.

“He tenido una corazonada desde nuestra charla de ayer”, dije.

“¿Ayer?”

“Sabías sobre Jade, ¿no es así? Encontraron ese Prism Steed en Dryfe. Conozco a alguien que sabe mucho sobre ese tipo de cosas. Ayer mismo, me contó sobre los Prism Steeds de los que había oído hablar, y Jade no estaba entre ellos. Alguien que lo supo antes que ella debe tener fuertes vínculos con el lugar donde fue encontrado”.

“Hay más que eso, seguramente”, dijo.

“Sí”, asentí. “En estos días, los únicos países que están investigando la civilización pre-antigua son Dryfe y Granvaloa, ¿verdad? Bueno, dijiste que tu investigación implica trabajo de escritorio oficial, por lo que es muy probable que seas de cualquiera de esos lugares”.

Eso fue dos razones fuera del camino, y también tuve una tercera.

“También dijiste que tienes sangre noble Altariana. Altar y Dryfe podrían estar en guerra ahora mismo, pero escuché que solían ser grandes aliados. Considere eso, y no es tan extraño que un Dryfean tenga nobleza Altariana en su ascendencia”.

También tenía otra razón por la que no tenía ganas de decir en voz alta. Azurite desconfiaba mucho de él, un simple erudito. Y ella era una operativa que trabajaba para alguien en el escalón superior del reino.

Como tal, podría estar actuando con la suposición de que Dryfe también había enviado a alguien a investigar las ruinas.

“A +”, dijo. “Tu conjetura es correcta”.

No puedo decir que esperaba que me calificaran, pero está bien.

“Ciertamente soy de Dryfe”, continuó. “Vine aquí para investigar las ruinas. Todo lo que se esconde en el interior podría tener un gran impacto en nuestro país”.

“¿Y…? ¿Cuál es la conclusión? ”

“El Imperio seguramente considerará innecesarios a los Prism Soldiers”.

No mostró ninguna intención de intentar ocultarme los planes de Dryfe.

“¿Por qué?” Arqueé una ceja.

“Porque ya tenemos algo parecido. Sé que conoce bien al Sr. Franklin y su Triángulo de la Sabiduría. Seguro que has oído hablar de sus Marshal II”.

“Ah.”

“Por supuesto, los Prism Soldiers tienen el sistema de piloto automático. Esa es una gran ventaja, pero en el clima actual, solo nos provocará más enemigos. Adquirir el sistema llevaría mucho tiempo, sin mencionar que también tendríamos que modificarlo. Los programas de la civilización pre-antigua son bastante diferentes a los nuestros. No fabricaremos cantidades decentes de las máquinas a menos que las llevemos, por lo que es mejor confiar únicamente en las Marshal II que ya tenemos”.

Entonces, no verían ninguna necesidad de los Prism Soldiers porque se parecían mucho a las máquinas de guerra actuales de Dryfe.

“¿Y si el reino los consigue?” Yo pregunté. “¿No sería malo para usted si arreglamos el sistema de piloto automático?”

“El reino no sabe nada de tecnología. ¿Cuántos años les llevaría eso? ”

“…Buen punto.”

Así que Dryfe asumió que la guerra terminaría y que el reino sería anexado antes de que pudiera lograrlo. Luego, una vez que las cosas se calmaran, se harían cargo del proyecto y se tomarían su tiempo para reprogramar el sistema ellos mismos.

“Para Dryfe, estas ruinas solo importarían si hubiera tecnología de la que no supiéramos nada o si contuvieran un arma terminada que no pudiéramos permitirnos dejar caer en manos del reino. Especialmente no antes de la guerra. Este lugar no tiene ningún significado para nosotros de otra manera. ¿Entiendes, jovencita?” Se apartó de mí y miró hacia la oscuridad a cierta distancia más adelante.

“Truth Discernment me dice que dices la verdad”, respondieron las sombras con una voz familiar.

“Azurite…” dije, sorprendido. No tenía idea de que hubiera regresado de la mansión, y mucho menos de que estaba aquí.

“Truth Discernment hace que esto sea realmente simple, jovencita”, dijo el Dr. Mario, asintiendo. “¿O debería decir ‘Señorita Espía de Altarian’? O tal vez, ‘el reino…’ ”

“¿Y tú qué?” Azurite interrumpió sus palabras. “No eres un erudito, ¿verdad?”

En una fracción de segundo, Azurite se acercó a él y blandió su espada tan rápido que no pude seguirla.

“¡Gh…!” Apreté los dientes mientras me imaginaba al Dr. Mario partido por la mitad.

Sin embargo, mi imaginación estaba completamente fuera de lugar: saltó hacia atrás y lo evadió.

De pie a una distancia segura, nos miró directamente. Sus ojos azules contenían una mirada poderosa. Se sentía tan amenazador como Shu o Figaro cuando hablaban en serio.

“Eso fue muy violento de tu parte. Molto violento”, dijo.

“Quizás,” estuvo de acuerdo Azurite. “Ahora, si puedo preguntar… ¿cómo pudo un simple erudito esquivar mi golpe?”

Oh, así que fue un ataque preventivo para probar la identidad del Dr. Mario y… ¡ESPERA, NO, ESPERA!

“¡Vaya, vaya, vaya! ¡¿Lo pensaste bien?! ¡¿Y si hubiera sido el verdadero negocio?!” Grité. ¡Lo hubieran dividido por la mitad!

“No hay necesidad de preocuparse”, dijo. “Esta hoja mía no puede cortar ahora. A menos que apunte a su cabeza, solo habría terminado con algunos huesos aplastados”.

“¡Maldita sea, eres un idiota!”

¡Sin embargo, no es tan malo como Figaro! ¡Ese tipo probablemente solo le metería una cadena en la cara y le convertiría la cabeza en papilla!

“¿Eres uno de los soldados especiales de Dryfe, supongo?” Azurite preguntó al Dr. Mario.

“¿Soldados especiales?” Lo repetí. No estaba seguro de entender a qué se refería.

“El Grupo de Trabajo de Misión Especial de Dryfe, a menudo llamado simplemente ‘soldados especiales’”, explicó. “Es un grupo compuesto en su totalidad por trabajos de batalla totalmente entrenados o trabajos superiores, todos especializados en guerra individual… o infiltración, como lo que tenemos aquí”.

¿Un grupo de altos rangos y trabajos superiores al máximo? Supongo que son como la versión de Dryfe de la Guardia Real antes de su declive de posguerra.

El Dr. Mario asintió. “Si. Eso es correcto.”

“¿‘Mario’ no es tu nombre real, supongo?” Yo pregunté. “Además, si me preguntas, esa forma de hablar se destaca demasiado para una infiltración. ¿Hay algo más que estás ocultando que lo haga parte de tu camuflaje?”

“No te equivocas…” El Dr. Mario asintió lentamente. “Excepto por una cosa: realmente soy un erudito con un doctorado en arqueología. Puede que Mario no sea mi nombre real, pero es mi nombre como académico”.

Así que aunque no fuera su nombre real, seguía siendo el Dr. Mario.

“De todos modos, me han descubierto, así que supongo que esto es todo…

Oh, antes de que me olvide…”

Sacó algo y me lo tira.

Cuando lo atrapé, hizo un fuerte tintineo.

“¿Qué es esto?” Yo pregunté.

“El pago de mi estadía aquí. ¿Podrías dárselo a la anfitriona? Ah, y por favor dígale que la comida estaba deliciosa y las aguas termales se sentían increíbles. Podía sentir mi agotamiento simplemente… desvanecerse”.

“…Okay.”

Era uno de los soldados especiales de Dryfe y se había infiltrado en Altar, pero… realmente no parecía un tipo malo.

“¿Y si hubiera sido una bomba? Volverías a tener un brazo”, comentó Azurite.

“Ah.” Ni siquiera lo había considerado.

“Eres fácil de engañar, ¿no?”

“No, no lo soy. Claro, tenía un asesino de jugadores secreto en mi grupo, no sabía que mi hermano era el KoD hasta la cosa en Gideon, y bebí la mezcla de droga y limo que me dio Franklin, pero eso es todo, de verdad”.

“… Déjame reformular. Eres absurdamente fácil de engañar. Un hombre tan sencillo”. Me miró con expresión indefinible.

El Dr. Mario observó nuestro intercambio con una sonrisa amistosa y luego dijo: “Es una pena, pero debo despedirme ahora”.

“¿De verdad crees que puedes escapar?” Azurite le apuntó con su espada.

“Mi querida. Ya lo hice”, respondió, y una fracción de segundo después desapareció, dejando solo un pequeño pájaro.

“¿Qué…?” Exclamó Azurite.

Jadeé. “Eso es…”

Reconocí a la criatura. El pájaro era un monstruo creado por Franklin. Fue diseñado para Castling, una habilidad que cambia la posición del usuario y el monstruo objetivo. Los Maestros de Gideon a menudo lo llamaban “Ala de Quimera”.

“Bueno, es un soldado Dryfean”, murmuré. “No es de extrañar que tenga acceso a las cosas de Franklin”.

El enroque no podría haberlo llevado demasiado lejos, pero el hombre se había movido lo suficientemente rápido como para esquivar la espada de Azurite. Ponerse al día con él sería un desafío, por decirlo a la ligera.

“Bien podría suponer que lo perdimos”, suspiró Azurite. “Es un soldado especial. Podría habernos preparado algo en las ruinas o sus alrededores. Deberíamos contratar urgentemente a alguien para que investigue”.

“¿Crees que él… o Dryfe, más bien… hará algo allí?”

“Sí. De hecho, vine aquí exactamente porque asumí que Dryfe haría un movimiento”.

“¿Eh?”

Realmente no entendí eso. Pensé que ella sabía que Dryfe haría un movimiento, pero no pensé que estuviera aquí por eso. ¿Qué significaba eso?

“Aparte de eso”, suspiró de nuevo, “¿no crees que le mostraste demasiado? Es un soldado especial Dryfean. El retrato de las ruinas es una cosa, pero podría haberte atacado solo por tu Prism Steed”.

“Bueno, me dijeron que todos los propietarios originales estaban en riesgo de ser atacados por ellos”.

Incluso B3 me habría atacado si hubiera sido una PK activa y si yo no hubiera sido su amiga.

“Me encontraré con personas que buscan a Silver, tarde o temprano”, dije.

Además, analizó Silver por mí. Mi gratitud por eso supera los riesgos”.

“¿Así es como funciona?”

“En mi mente, de todos modos. Además, sé que es de Dryfe y todo eso, pero realmente no parece un mal tipo”.

No había dudado en enseñarme, un Maestro enemigo, sobre la civilización pre-antigua. Fácilmente podría haber mentido, pero Azurite había confirmado que no lo había hecho.

Soldado enemigo o no, el hombre parecía cordial y honesto, cualidades que rara vez se encuentran en las personas malas.

“Realmente eres simple,” Azurite sonrió con ironía. “Pero también tengo amigos en el Imperio, así que no puedo negar esas palabras”.

“¿Tienes amigos en Dryfe?” Yo pregunté.

“Si. Nuestros países solían ser aliados, después de todo. Yo era un estudiante de transferencia allí, y…” Ella ganó una mirada nostálgica y guardó silencio. “Oh, este no es momento para hablar sobre el pasado”.

Es cierto que nos fuimos por la tangente.

“Volviendo al asunto que nos ocupa…”, dijo. “Según Truth Discernment, no dijo una sola mentira, pero aun así debemos ser cautelosos”.

“Hablando de eso, ¿cuánto tiempo estuvimos escuchándonos?” Yo pregunté. “Haces que parezca que estuviste allí desde el principio”.

“Eso es porque lo estaba. Traté de llamarte, pero empezaste a hablar con él antes de que yo pudiera”.

¡No tenía idea de que ella estaba allí! Pensé algo sorprendido.

“Una vez más, no mintió… pero su forma de hablar estaba fuera de lugar en algo más que extravagancia. Era técnico, diseñado para ocultar la verdad sin decir una mentira. La mayoría de los militares saben hablar así. Soldados especiales doblemente”.

“Si. También siento que no estaba mintiendo, pero parecía que estaba ocultando algo”.

Tenía que estar relacionado con el retrato, algo no se sentía bien en la forma en que estaba hablando de él.

“En cuanto a lo que es…” dije, reflexionando.

Había afirmado, sin mentir, que Dryfe no necesitaba Prism Soldiers. Sin embargo, esa era solo la opinión del propio Dr. Mario. No podíamos descartar la posibilidad de que Dryfe viniera a buscarlos de todos modos.

Además, incluso si eso no sucedió…

“Estas ruinas pueden contener algo más que los Prism Soldiers”, dije.

***

Quartierlatin, montaña

“Así que no tenía sentido tratar de engañarlos, ¿eh?” murmuró el hombre llamado Dr. Mario. Gracias a Castling y a sus propios pies, ahora estaba a una distancia considerable de los jóvenes con los que acababa de hablar. Ya no usaba sus peculiaridades del habla: este era su modo natural de hablar. “Conociéndolos, probablemente hayan descubierto lo que estaba escondiendo”.

Hablaba de lo que había visto en las fotos de Ray.

Había una parte del texto que no había leído en voz alta:

“Aquí, dentro de esta instalación, completaremos la súper alma anti-encarnación, Acra-Vesta, y la producción en masa de los Prism Soldiers, y un día venceremos a las innumerables Incarnations of Beasts”.

La parte que había mantenido en secreto hablaba de un arma que haría palidecer a los Prism Soldiers.

Sin embargo, no fue una novedad para él. Ya había llegado a la conclusión de que las ruinas contenían un arma suprema basada únicamente en los objetos que los otros exploradores le habían traído.

“Una súper arma de civilización pre-antigua…” murmuró. “Podríamos estar lidiando con algo tan poderoso como el Imperstand… o tal vez con algo más grande”.

Lanzó un profundo suspiro, tanto porque tenía que lidiar con algo como esto como porque ignorarlo no era una opción.

“No puedo dejar que termine en manos del reino… el Imperio sufriría si lo hiciera”.

El soldado especial miró la montaña que ocultaba las ruinas. Sus ojos eran de un azul brillante, pero su mirada no hizo nada para complementar la viveza.

Ray podría haber sentido que parecía cansado, pero eso era un eufemismo: los ojos estaban completamente desprovistos de la chispa de la vida.

Buscó en su inventario, sacó un elemento mágico de comunicaciones y se conectó a un cierto número. “Logan”, dijo. “¿Estás cerca?”

“Si. Estoy en las montañas cercanas. ¿Tú?”

Era el Hell General, Logan Goddhart. Fue su colaborador en esta operación. El único, de hecho. Pero eso importaba poco, porque él era el único, pero muchos.

“Me descubrieron”, dijo el Dr. Mario.

“¡Ahora, escucha aquí…!”

“Tranquilo. Solo se dieron cuenta de que soy un soldado especial. Todavía no saben quién soy realmente”.

¡Deben saber que eres el único soldado especial que respaldó al emperador actual y sobrevivió a la guerra civil por el trono! Por otra parte, los idiotas de Altar no saben una mierda sobre los asuntos internos de Dryfe”.

“La operación comienza por la mañana, tal como estaba previsto. Nuestro objetivo es capturar o destruir la súper arma en las ruinas, Acra-Vesta”.

“Entendido. Pero, ¿por qué no hacemos un asalto nocturno? Mis demonios pueden ver en la oscuridad”.

“Ni siquiera el reino sabe dónde está almacenado Acra-Vesta todavía… y necesito algo de tiempo para prepararme”.

“… Oh, sí, eso”.

“Mm-hm, necesito más marionetas de Edelvalsa. Traje algunos conmigo, pero estos números no sirven. Si uso la creación de pelotones de marionetas en este momento, debería tener mil por la mañana. Ese es el máximo que puedo controlar al mismo tiempo. Sigue adelante y crea tus demonios de clase Demi-Dragón, al menos dos mil de ellos”.

“Eso es más de lo que planeamos originalmente…”

“Bueno, los planes han cambiado. No sabíamos de los Prism Soldiers en las ruinas, o que El Lynx y el Unbreakable de Altar también estaban aquí. Es necesario ser un poco excesivo”.

El Hell General guardó silencio. Yo solo ya soy un poco excesivo, para ser honesto, pensó. ¿El segundo en la clasificación de duelo de Altar? ¿Algún novato prometedor? ¿Un montón de máquinas? No son nada para mí.

“De todos modos, convoque más de lo planeado. Además de eso, el plan es el mismo. Iré a proteger la tecnología mientras mantienes ocupadas las fuerzas de Altar”.

“Muy bien.” Logan no dijo lo que pensaba y simplemente estuvo de acuerdo. “Respetaré tu decisión y aceptaré esta misión, Mariscal de campo Dotado Barbaros”.

***

Prism Rider, Ray Starling

Puede que los Prism Soldiers no sean el único tipo de arma en las ruinas.

Incluso si las construcciones no eran de utilidad para Dryfe, los espías de Dryfe estaban obligados a hacer un movimiento si estaban interesados en lo otro.

Nos apresuramos a usar magia de comunicaciones y advertir a la condesa y al gremio que el Imperio podría hacer algo. Menos mal que Azurite se había llevado un elemento de comunicaciones del gremio la última vez que fuimos allí.

“Hay algo bueno en la participación de Dryfe en esto”, dijo Azurite. “Si atacan, confirmará que la segunda arma realmente existe. Ciertamente no pasaremos por alto el peligro mucho mayor que encierran estas ruinas”.

Me encogí de hombros. Esa es una forma de verlo.

“Pero hombre, esto se intensificó rápidamente”, murmuré.

Al principio, solo había sido la fábrica Prism Soldier, y ahora también teníamos otras armas y Dryfe. Tenía la sensación de que todo esto podría resultar incluso más problemático que el Juego de Franklin.

Aun así… no importa lo que ocurra, lo enfrentaré de frente.

“Dr. Mario sabe que mañana vamos a detener las ruinas”, dije. “Suponiendo que Dryfe ataque, ¿cuándo crees que sucederá?”

¿Vendrían a tomar el arma antes o después de que todos los Prism Soldiers fueran cerrados? ¿O esperarían la guerra real?

Todos los casos parecían probables.

“No he escuchado de ningún movimiento del ejército de Dryfe”, dijo Azurite. “Si atacan en algún momento alrededor de la desactivación, seguramente será una guerra relámpago con unos pocos elegidos”.

“Una fuerza pequeña y cuidadosamente seleccionada, ¿eh?”

“Si. Soldados especiales como esa persona de ‘Mario’, o Maestros que sobresalen en la batalla”.

Eso me recordó lo que Franklin y Hugo habían hecho en Gideon, pero esto no sería nada parecido. En ese entonces, habían usado The Clash of the Superiors y la compatibilidad de Cyco con los Maestros de Gideon para declarar las fuerzas del reino.

Esta vez, no tenían forma de hacer algo así, por lo que probablemente usarían poder puro.

“Sin embargo, los números serían bajos”, agregó Azurite. “Estas ruinas fueron descubiertas hace apenas tres días. No han tenido tiempo de prepararse como lo hicieron en Gideon”.

“Incluso los Maestros que podrían lograr algo así son pocos y distantes entre sí, sí”, dije.

Por supuesto, lo mismo podría decirse de nosotros. Los únicos Maestros aquí eran los pocos que habían venido a explorar las ruinas y los que tenían a Quartierlatin como su principal refugio.

Si Dryfe hacía lo que había hecho en Gideon y traía un Superior, el único que tendría una oportunidad sería Tom, nuestro anterior campeón de duelo.

O tal vez…

“Independientemente, debemos estar alerta”, dijo Azurite.

“Si. ¿Cuántos Maestros tenemos? ”

“Bueno, están los que tomaron la búsqueda para detener las ruinas, pero…” Azurite se quedó en silencio a mitad de la frase.

Sabía exactamente lo que no quería decir.

Ayer, ella había dicho que estaba en contra de usar Masters en la guerra. Ella toleraría nuestra ayuda para explorar las ruinas y detener la fábrica, pero no quería forzarnos a un enfrentamiento directo con Dryfe.

Esto fue como una escaramuza antes de la guerra. Probablemente pensó que no teníamos cabida en él.

“Los otros luchadores tian y yo defenderemos”, proclamó. “Únete a los otros Maestros y detén las ruinas”.

La gravedad de la situación chocó con su línea de pensamiento, provocando una angustia que casi se podía escuchar en su tono.

Aun así, no pude estar de acuerdo.

“No yo dije. “Me quedaré en la superficie y lucharé contra los Maestros de Dryfe”.

“¡Ray!” exclamó con juicio.

No me rendí. “¿No te dije que los Maestros vendría a ayudar a Altar cuando los necesitara?”

“…Lo hiciste.”

“Y también dije que yo sería uno de ellos. Así que sí, mañana pelearé contra los Maestros de Dryfe, y eso es la final”.

Decidí pelear, tal como dije que haría.

“¡Pero ese es mi papel! ¡Les agradezco su ayuda con la investigación, pero los Maestros no deben participar en…! ”

“Habla alto.”

“… ¿Eh?”

Sabía que tenía que luchar, pero no sabía por qué Azurite estaba tan en contra. Necesitaba averiguar sus razones antes de que comenzara la batalla.

“¿Por qué estás en contra de que los Maestros nos unamos al esfuerzo de guerra? Dame una razón. Dime tus sentimientos”.

“¿M-Mis sentimientos?”

“¿Por qué no nos quieres en la guerra?”

No podría tomar una decisión que respetara sus sentimientos si ni siquiera supiera cuáles eran.

Azurite guardó silencio, pero no parecía ser porque no quería hablar de eso. Ella solo estaba en conflicto… contemplando algo.

Muy pronto, abrió la boca, “Muy bien… tengo dos razones, en realidad. La primera es que simplemente no confío en los Maestros”.

Ya lo había adivinado. Gracias a la guerra, muchos Altarian tians ya no confiaban en los Maestros, y Azurite estaba entre ellos. Masters había matado a su mentor, Langley Grandria, y a su maestro, el Arch Sage, y por lo que yo sabía, podría haber habido muchos más. Realmente no podría culparla por no confiar en nosotros.

“Pero la razón por la que rechazo su ayuda es diferente”, continuó. “No tengo ninguna desconfianza hacia ti”.

Eso era tan bueno como decir que confiaba en mí. Y, sin embargo, todavía me rechazaba.

“Mi segunda razón… son las palabras de mi difunto padre”.

“¿De tu papá?”

“Sí…” dijo Azurite. “Él era una de las personas en el centro del gobierno de Altar, y pensó mucho en el marcado aumento de Maestros que comenzó hace cuatro o cinco años”.

Eso fue más o menos cuando salió Infinite Dendrogram. Shu y los otros jugadores de la primera ola se habían conectado y comenzaron a estropear las cosas o resolverlas.

“Solía pensar mucho en lo que sucedería si estos seres poderosos e inmortales siguieran creciendo en poder y número”.

“¿Pensó que somos un peligro o algo así?”

“No… al revés, de hecho. Padre consideraba a los Maestros como agentes inhumanos de la revolución que conducirían a la humanidad y al mundo hacia un futuro mejor. A sus ojos, eras parecido a los mensajeros divinos de los que he leído en las leyendas”.

“¿Mensajeros divinos?” Arqueé una ceja.

Bueno, esa es una… forma interesante de mirarnos.

Me hizo pensar en la Extra-Continental Vessel, el dios y los sirvientes, pero eso probablemente no estaba relacionado.

“Por eso mi padre se negó a contratar a Masters para la guerra”, dijo. “Él creía que no había futuro para un mundo en el que los Maestros eran vistos como nada más que mercenarios para la guerra. Eres mucho más que eso. Sois salvadores de otro mundo”.

Yo estaba en silencio. Vaya, seguro que nos puso en un pedestal.

Esa línea de pensamiento ni siquiera se alineaba con la gran mayoría de Maestros. Después de todo, todos habíamos comenzado con la intención de jugar.

Incluso si hubiera personas como yo, que valoraran las vidas de aquellos que llamaban a este mundo su hogar, ninguno de nosotros vino aquí para hacer de este mundo un lugar mejor.

Estaba bastante seguro de que ni siquiera Miss Aberration era una excepción, y ella era una maldita secta.

Si el padre de Azurite realmente era un gran nombre en el gobierno de Altar, esta idea errónea podría haber sido una de las razones por las que el país estaba en un estado tan terrible. Después de todo… nosotros los Maestros no éramos salvadores ni mensajeros divinos.

“No estás de acuerdo con él en eso, ¿verdad?” Yo pregunté.

“Yo no. Aun así, seguiré sus palabras hasta el final. Ellos… Fueron nuestros últimos…”

Ella guardó silencio de nuevo.

Por lo que pude decir, su padre debe haber muerto en la guerra.

No había pasado ni un año desde entonces. El recuerdo tenía que ser lo suficientemente fresco como para que el simple hecho de hablar de él abriera la herida de nuevo, haciéndole difícil hablar.

Reflexioné en silencio. Era fácil decir que ella era solo una esclava de la memoria de su padre, pero si estaba cerca y era querida por su corazón, ¿quién era yo para arruinarlo por ella?

No podía tomar ese ángulo, así que…

“Antes de venir aquí, alguien me dijo esto”, comencé.

“¿Eh?”

Empecé a citar. “Puedes convertirte en un héroe o en el rey demonio, en un rey o en un esclavo, en una buena o en una mala persona. Puedes hacer algo o no puedes hacer nada. Puedes permanecer en Infinite Dendrogram o dejarlo. Todo depende de usted. Si es posible, puedes hacer lo que quieras”.

Hablaba de mí mismo… o, mejor dicho, de nosotros los Maestros. Eso fue lo que Cheshire me había dicho cuando le pregunté sobre el objetivo de Infinite Dendrogram.

“¿Quien dijo que?” preguntó Azurite.

“Esas fueron las palabras que me dijeron antes de venir a este mundo como Maestro”, respondí. “Hasta donde yo sé, a la mayoría de los Maestros se les dice algo similar”.

Según Figaro, su IA de control lo había despedido con: “Bendiciones sobre tus días y la libertad que traen”.

Lo más probable es que eso fuera lo que las IA de control, los desarrolladores, encontraron más importante.

Básicamente… se trataba de libertad.

“Los Maestros son gratis”, dije. “Todo lo que hagamos depende de nosotros. No somos una sola masa que cambia o destruye el mundo”.

Ella guardó silencio.

“Todos los Maestros siguen su propia voluntad y eligen cómo van a ser”, continué.

Los maestros eran libres, siempre teníamos una opción. Éramos libres de elegir lo que quisiéramos, incluso si venía con mucha responsabilidad o si venía a expensas de otra persona.

Muchos Maestros, incluido yo mismo, habían tomado muchas decisiones durante su tiempo aquí. Y era hora de que volviera a elegir.

“Como maestro, elijo protegerte a ti y a Quartierlatin”.

Mi elección probablemente fue en contra de los deseos de Azurite y su padre, pero me quedaría con ella hasta el final.

Ella jadeó suavemente.

“Este no es un consenso supremo de los Maestros”, dije. “Los ideales de tu padre, o los tuyos, tampoco tienen nada que ver. Todo esto soy yo, mi libertad y mi egoísmo”.

Elegiría proteger a Azurite incluso si ella estuviera en contra, que probablemente era la expresión más pura de la libertad de un Maestro.

“¿Por qué eres tan considerado conmigo?” exigió.

Era una pregunta muy válida.

“Yo… yo tampoco estoy realmente seguro, si soy honesto”.

La conocí apenas ayer. ¿Por qué tenía que preocuparme tanto por ella?

“… ¿Porque me viste desnuda?”

“¡NO, MALDITA SEA! La razón por la que quiero protegerte es… ”

Yo no sabía por qué, pero estaba bastante seguro de que ella estaba equivocada con esa suposición. Unos segundos más tarde, finalmente descubrí la verdadera respuesta.

“… es porque no podía ignorarte”.

“¿Qué quieres decir?” Preguntó Azurite.

“Eres la persona más tensa que he conocido. Se siente como si estuvieras completamente nerviosa, incluso cuando solo estamos hablando así”.

Esta impresión había alcanzado su punto máximo en la habitación con el retrato… y ahora también, en realidad. Parecía a punto de romperse o estallar, pero todavía lo estaba dando todo para cumplir con sus deberes.

Me hizo querer apoyarla y protegerla. Sentarme y verla consumirse así me dejaría un mal sabor de boca, sin duda.

“En el fondo de mi corazón, solo quiero apoyarte y protegerte”, dije. “No hay nada más”.

“… Entiendo”, dijo lentamente.

“Así que sí, mañana estaré con la defensa. No te diré que abandones tu perspectiva o vayas en contra de la voluntad de tu padre; estaré a tu lado solo porque soy egoísta”.

“Ni siquiera puedo decir si tu lógica es defectuosa o perfecta… simplemente no puedo…” Azurite habló con voz llorosa. Sin embargo, los bordes de sus labios estaban ligeramente doblados. “Aun así… gracias.”

Ella estaba sonriendo y llorando al mismo tiempo.

***

Unos minutos después, los dos abandonaron la escena para prepararse para mañana.

Necesitaban cerrar la fábrica, prepararse para el asalto de Dryfe… no había escasez de cosas por hacer.

Sin embargo, ninguno de los dos se dio cuenta de que no habían sido los únicos allí.

En silencio, la tercera persona se mostró. Fue The Lynx, Tom Cat. “Libertad, ¿eh…?”

Al igual que Azurite antes, se había escondido cerca y había escuchado a escondidas su conversación, había escuchado todo, desde que Ray llamaba a Mario.

“Parece que esas palabras llegan a la gente”. Por razones desconocidas, sonrió increíblemente ampliamente. “Primero Sechs, luego Benetnasch, y ahora Ray… son tres Maestros que han tomado las palabras correctamente. Sí… sabía que era un buen chico”.

Las menciones del King of Crimes y del King of Tartarus llamarían la atención de muchos, si lo escucharan, pero pocos serían capaces de entender lo que realmente significaban sus palabras.

Unos segundos más tarde, se alejó, dejando finalmente la escena completamente vacía.