Kawaikereba Hentai demo Suki (NL)

Volumen 5

Capítulo 4: El Gato, Las Panties Y El Festival Deportivo.

Parte 3

Mientras miraba por la venta por mera coincidencia, pudo ver a su linda hermanita en el mismo patio donde Airi se había accidentado. Ahora estaba usando el mismo atuendo de gimnasia que las demás chicas, justo ahora ella estaba parada bajo la sombra de un árbol mientras miraba hacia las ramas. En ese momento Keiki sospecho de ese comportamiento, por lo que decidió ir rápidamente a ver.

“Mizuha ¿Qué haces?”

“Ah Nii-san, mira aquí…”

Mizuha miro nuevamente al árbol y señalo algo.

“Mira, un gato está atrapado en el árbol creo”

“Ah…”

Él estaba en la parte superior del árbol, aun con las panties en su boca, mientras los miraba fijamente a ambos.

“Y pensar que te iba a encontrar aquí…”

Sin duda la suerte de Keiki había aumentado ya que gracias a esto encontró al gato en un callejón sin salida.

“¿Por qué será que los gatos suben a lugares tan altos?”

“Es porque están acostumbrados a eso creo, por cierto, ¿Crees que lo puedas alcanzar si te subo en mis hombros Mizuha?”

“Hm… no, no creo que pueda”.

“Ya veo, si está bastante alto, entonces creo que tendré que subir”

El camino hacia arriba parecía muy complicado, pero aun así debía subir para salvar al gato y recuperar las panties de Airi, por lo que después de reunir valor, Keiki puso ambas manos en el tronco del árbol y comenzó a subir lentamente.

“…Oh, si sigo así creo que podre” “Nii-san, ten mucho cuidado ¿Está bien?” “Claro, Tu Nii-san se va a esforzar mucho aquí”

Mientras su hermanita lo animaba, el subía cada vez más en el árbol, pero como había la posibilidad de que con un movimiento brusco el asustara al gato, subir al árbol le costó un poco más de tiempo, pero aun así, llego hasta la parte de arriba del árbol. Después de mirar de arriba hacia abajo, en realidad no parecía ser muy alto, afortunadamente, la rama en la que estaba ahora era lo suficientemente gruesa como para soportar su peso.

“Ahora, Quédate calmado, ¿Está bien?”

De manera lenta y con sumo cuidado, el comenzó a extender sus manos hacia el gato para levantarlo… hasta que pudo hacerlo

“¡Bien, lo capture!”

“¡Eres increíble Nii-san!”

Mientras lo miraba desde la seguridad del suelo, Mizuha estaba aplaudiendo. A pesar de que ahora Keiki se sentía como un héroe, no tenía tiempo para relajarse.

“¡Ouch!, ¡Oye para!, ¡No me aruñes así!”.

Habiéndose asustado por lo que había sucedido, el gato saco sus garras. Justo cuando la desagradecida bestia se abalanzo encima de su salvador, las panties cayeron de su boca y comenzaron a caer lentamente.

“¡Esto no es bueno!”.

Una suave brisa empezó a soplar sobre las panties. Ahora existía la posibilidad de que salieran volando hacia un lugar diferente, y dejar que el gato alcanza las panties tampoco era una opción, así como dejar que cayeran, ya que cualquier chico las podría encontrar, lo que desencadenaría en la peor situación posible para Airi, ya que esto no ayudaría para nada a superar el trauma que tuvo.

“¡¡AAAAAAAAHHHHHHH!!”

En solo un instante el tomo la decisión de proteger la hermosa sonrisa de su Kouhai, por lo que rápidamente estiro su cuello y…

*Ñom*

Como si fuera un perro que atrapa el frisbee que su amo le ha lanzado, el mordió las panties para que no salieran volando. Y ahora por fin había cumplido con su misión,

¡Recuperar la ropa interior de mi Kouhai!: ¡¡Misión cumplida!!

Para no soltar las panties que tenía en su boca, Keiki dio por cumplida la misión en su mente.

“… ¿Onii-san?”

Ah

Él había olvidado por completo que su hermana lo había estado mirando desde el principio, por lo que, además de pervertido, ¿De qué otra manera se le podría llamar a un chico que tiene un gato, que al parecer es de género femenino y unas panties en su boca?

“….”

Sin decir ni una sola palabra, el envolvió el gato con su jersey, puso las panties en su bolsillo y bajo del árbol, una vez lo hizo, libero al gato, solo para que se fuera corriendo rápidamente. Y después de un silencio bastante incomodo, Mizuha fue la primera en hablar.

“…No sabía que Nii-san era un ladrón de panties…” “¡Lo estás diciendo sin conocer la verdad!”.

“Si quieres tanto tener unas panties, pudiste haberme dicho, Yo te hubiera dado todas las que quieras… incluso te podría dar las que llevo puestas ahora mismo”.

“Oh querida hermanita… ni se te ocurra hacer eso”.

Después de detener a su hermana exhibicionista, quien ya tenía en sus manos su pantaloneta. E incluso después de explicarle lo sucedido, a ella le tomo más o menos 10 minutos creerle todo.

A pesar de que en su misión se había encontrado con muchas dificultades, el objetivo principal se había cumplido, por lo que Keiki regreso a la enfermería.

“Volví~”

“Bienvenido… espera Kiryuu-senpai, ¡¿Pero qué te paso?!, ¡Tu ropa está muy sucia!”.

“Bueno, estaba trepando un árbol hace rato”

“¿Y porque hiciste eso…?”

Después de ignorar la pregunta de Airi, Keiki puso una mano en su bolsillo y saco la ropa interior de ella.

“Toma, te traje tus panties”

“G-gracias…”

De manera bastante tímida y linda, Airi acepto la ropa interior y le echo un vistazo en sus manos, hasta que volvió a mirar a Keiki.

“…No las oliste ¿Verdad?”

“Creí que ibas a preguntar eso, y no, no lo hice”

La verdad era que Keiki no tenía ninguna clase de pensamiento en esas cosas.

“Cuando las vi por primera vez pensé que eran gotas de agua, pero en realidad son peces, lo más seguro es que el gato se las haya robado por eso”

“Entonces mis panties en realidad era un festín para el gato…”

“Pero aun así, creo que es un diseño bastante lindo…”

“¿Acaso estas diciendo que son infantiles?”.

“Jamás dije eso”

“U-usualmente me pongo panties que me hagan ver mayor ¿está bien?”

“¿En serio era necesario que dijeras eso?”

Keiki decidió no mencionar el hecho de que en realidad si le parecían un poco infantiles, hizo esto para preservar el poco orgullo de su Kouhai.

Justo cuando Keiki pensaba que ya todo había finalizado, Airi grito una vez ella había guardado sus panties en su bolsillo.

“¡Kiryuu-senpai!, ¡Tu mano!”.

“¿Mi mano?… ah… eso… si, el gato me aruño cuando lo atrape”

“¡Aun sale sangre de tu herida, tenemos que desinfectarte rápido!”.

“No te preocupes, algo así no es la gran cosa”.

“¡Claro que lo es!, ¡Si no quieres que te corten tu mano lo mejor será que te sientes ya mismo!”

Como él no quería perder su mano por algo tan absurdo como este corte, el obedeció la orden de Airi. Ella rápidamente preparo el desinfectante y la gasa, después de eso se sentó en una silla al lado de la cama.

“Bien, dame tu mano”

“Por favor, no permitas que me duela, ¿Está bien?”

“No digas algo tan absurdo, es obvio que te va a doler”.

Como siempre, fuertes palabras comenzaron a salir de su boca, pero en cambio, sus los movimientos que hacia al vendar la mano de Keiki eran suaves y tranquilos.

“Estoy feliz que me ayudes de esta forma, ¿Pero tu estas bien Nagase-san?, dijiste que le tenías miedo a los chicos”

“…Estaba intentando no recordar eso, Entonces, ¿Por qué demonios me lo tuviste que recordar?”

“Porque no quiero que te fuerces a hacer algo que no quieres”

“No me estoy forzando. Mi fobia hacia los hombres no ha llegado tan lejos”.

“Bueno”

“Pero, es verdad que estoy un poco nerviosa ahora, así que, ¿Qué te parece si hablamos del pasado?”

“¿Del pasado?”

“Te diré una historia que no es nada importante”

Mientras ella estaba desinfectado la herida abierta con la gasa, Airi inicio su historia”.

“Cuando estaba en la primaria, había un compañero de clase que se llamaba Matsushita-kun, él era una persona muy seria y muy buena en sus estudios, era excelente en los deportes y muy amable con todos, detalles que lo hicieron muy popular”.

“Con esto queda claro que en cada clase hay un súper hombre” “Así es, pero todas las chicas fueron engañadas por el” “¿Hmm?”

“Esto sucedió en el verano de mi cuarto año. Después de clases, y cuando estaba a punto de irme a casa, me di cuenta que algo se me había quedado en el salón, por lo que me devolví, después de eso…”

“¿D-después de eso…?”

“En el salón vacío, vi a Matsushita-kun lamiendo la boquilla de mi flauta”.

“….”

Sin duda, este brusco giro en la situación, fue peor de lo que Keiki pudo haber imaginado.

“Obviamente se lo conté a los maestros y lo regañaron por eso, además, las chicas se alejaron de el por mucho tiempo”.

“Es entendible porque”.

“Ah, antes de que preguntes, tire esa boquilla y me compre una nueva”

“Entonces la tiraste…”

“…Pero aun así, desde que vi eso, se convirtió en un trauma, por eso es que me mantengo lo más alejada posible de los chicos”

Así que ese era el trauma con el que ella estaba sufriendo. Lo más probable es que ella hubiera sido la victima de esto por era muy linda, o incluso cabía la posibilidad de que aquel chico tuviera sentimientos románticos por ella no pudo contenerse. Bueno, cualquier que fuera el caso, hablar sobre esto no ayudaría a Airi ahora.

“Y desde entonces ha sido así. Por eso pienso que los chicos dan miedo, son muy altos, fuertes y jamás se sabe que es lo que piensan… incluso empecé a creer que eran de una especie diferente, casi como si fueran extraterrestres”.

“Así que tu distancia con los chicos, es como la distancia que hay entre las galaxias…” “Además traen libros vulgares al salón como si no fuera nada… realmente no entiendo”. “Bueno… creo que eso no se le puede aplicar a todos los hombres”.

La verdad era que los chicos eran muy diferentes a las chicas, cosa que era intolerable para Airi.

“…Pero… si es Kiryuu-senpai… tal vez… sea incluso un poquito… diferente…” “… ¿Eh?”.

Después de escuchar eso, el levanto lentamente su cabeza, solo para ver que las mejillas de Airi estaban ligeramente sonrojadas después de que ella evitara su mirada. De un momento para otro, la atmosfera se había vuelto un poco incomoda, por lo que Airi continuo en silencio la curación.

“…Bien, debería bastar con esto, ya no tenemos que cortar la mano”.

“No me preocupe por eso en primer lugar, pero… Gracias”.

“Debería ser yo quien te agradezca. En serio, muchas gracias por traerme mis panties”.

Ella estaba sosteniendo suavemente la mano de Keiki, mientras le mostraba una hermosa sonrisa. Sin duda, esta sonrisa tan honesta era la mejor recompensa para Keiki, por lo que él decidió grabarla en su memoria.

“..Ah, ¿Eh?, ¿ya son las dos y media?, ¡Debo ir a preparar la ceremonia de clausura!”.

En ese momento Airi comenzó a entrar en pánico cuando vio el reloj de la enfermería, sin embargo, ella se había olvidado de la molestia en su tobillo, por lo que cuando intento ponerse de pie, perdió el equilibrio.

“¡¿Kyaa?!”.

“¡Cuidado!”.

Cuando Keiki vio que ella estaba a punto de caer, agarro rápidamente la mano de ella e intento sostenerla con su propio cuerpo, pero en cambio, los dos terminaron cayéndose.

“…la cama sin duda nos ayudó, ¿Verdad?”

Justo ahora, estaban en una posición en la que parecía como si Keiki estuviera empujando a su Kouhai en la cama.

“Nagase-san, ¿Estas bien…? ¿Eh?”

Vaya, pero que desgracia, resulta que la mano de Kiryuu-kun, aterrizo por accidente en la mitad de los pechos de Nagase-san… ohohoho

A pesar de que acababa de agradecerle por recuperar sus panties, venia la diferencia entre el antes y el después.

“Ah…ah…”

Pero sorpresivamente, en vez de actuar agresivamente, ella comenzó a soltar unos suaves gemidos que llegaron lentamente a los oídos de Keiki, a continuación, pequeñas lágrimas comenzaron a aparecer en sus ojos.

¿Acaso eres consciente de lo difícil que es lograr la confianza de alguien? Y ahora gracias a esto, todo pudo haber sido en vano.

En ese momento, tanto el agresor como la victima gritaron de una manera… un poco femenina.

“¡¡¡NOOOOOOOO!!!”

“¡¡¡UGYAAAAAAA!!!”

Ahora, ¿Por qué el agresor también grito?, te estarás preguntando, fue porque en el momento en que cayeron en la cama, la rodilla de Airi le dio un golpe limpio a la entrepierna de Keiki. Para cada hombre que pueda leer esto, sabrás el inmenso dolor que este pobre muchacho debe estar experimentando. Y como el típico protagonista de comedia romántica, este tuvo que sufrir una situación bastante dolorosa, pero en poco tiempo, Keiki podrá volver a moverse.

Al día siguiente, después de clases, Keiki iba caminando por uno de los pasillos de la escuela.

“Ahh… maldición, justo cuando pude hacer las paces con Nagase-san”.

Todo había salido a la perfección hasta cuando le había devuelto la ropa interior, su mirada ahora era más encantadora y su forma de hablar era mucho más amable, y aunque aún no eran amigos, podían tener una conversación normal entre una Kouhai y su senpai.

“Bueno, creo que eso fue más bien un milagro… que duro muy poco”.

Justo después de lograr un gran progreso, todo le fue arrebatado por la diosa de la fortuna, que en este caso resulto ser la diosa de la desgracia. Después de que Keiki recibiera semejante golpe tan crítico, Airi salió furiosa de la enfermería sin dejarle una oportunidad para disculparse, después de saber sobre su miedo a los hombres, toda esperanza de reparar su relación ahora era imposible.

“Haah…”

“¿Y ahora que te paso como para que suspires así?”

“¿Eh?… ¿Uh?, ¿Nagase-san?”

“Sí, soy yo”

Una vez se dio media vuelta para encontrar a la fuente de la voz, pudo ver a Airi, quien ahora estaba vestida con el uniforme de siempre. Al no esperar esta inesperada intervención de ella, Keiki se sorprendió al verla.

“¿Sabes que cada vez que suspiras de esa manera pierdes cierta cantidad de felicidad?”

“Si… ¿No estas enojada por lo que paso ayer?”

“Sé que fue un accidente y que te lastime… um… ¿Aun te duele por ella?”

“Si, duele como el demonio”.

“Bueno, de todas maneras ya no estoy enojada, aunque si me dio mucha vergüenza, sin embargo, dividimos el dolor de manera uniforme, yo recibí daño en mi mente y tú en tu cuerpo”.

“Creo que es justo”.

La verdad, Keiki le quería decir que su daño había sido mucho mayor, pero hacer esto de seguro le generaría otro golpe, así que mejor se cayó.

“Y además… hay una cosa de la que quería hablar contigo…”

“Claro, ¿Qué es?”.

“…¡¡Kiryuu-senpai, por favor dame la dirección de tu correo electrónico!”.

“Claro, con gusto… espera, ¿Mi dirección de correo?, ¿Para qué?”

“¡N-no pienses cosas extrañas! ¿Está bien?, ¡No me quiero acercar a ti ni mucho menos!; ¡Solo te voy a mandar los detalles de tu penalización!, ¡Es todo!”.

“No voy a malentender eso… oye ¡Como así que penalización!”.

“Bueno, la verdad es que quiero que me ayudes con el trabajo del consejo estudiantil, ese es tu castigo por jugar con el corazón de una joven”.

“¡No está jugando con eso!, además, ¿No dijiste que el dolor era compartido de manera uniforme?”

“Eh, eso es diferente, antes quisiste acariciar mi cabeza en contra de mi voluntad, ¿recuerdas?”

“Si, recuerdo eso…”

Antes de que ocurriera el festival deportivo, él le había acariciado la cabeza a Airi sin su permiso, aunque Keiki ya se había olvidado de eso.

“En aquel entonces te dije que te iba a dar un castigo ¿no?, soy la clase de persona que es fiel a lo que dice, así que prepárate para trabajar muy duro”.

“Está bien, si es solo eso no importa”.

Después de esa breve charla, los dos intercambiaron direcciones de correo. Sin embargo, Keiki estaba preguntándose si la sonrisa que vio en la cara de Airi cuando intercambiaban direcciones era un malentendido o no.

***

El lunes de la semana siguiente, Keiki estaba sentado en el escritorio de su salón cuando de repente Shouma apareció detrás de él.

“¡Buenos días Keiki!, ¡Mira esto!, ¡Es de mi cita con Koharu el día de ayer!”.

“Tan temprano y alardeando”.

En la pantalla del Smartphone de Shouma estaba una foto de el con Koharu, ambos estaban comiéndose un helado.

“Koharu-chan es tan linda y pequeña”.

“Sip, dudo que encuentras una chica de su tamaño en secundaria”.

Obviamente, Keiki estuvo de acuerdo con el hecho de que Koharu era muy linda, pero no lo expresaba de manera tan alegre como el lolicon a su lado.

“Oye, ¡No te pegues de esa manera!, si haces eso Nanjou comenzara nuevamente con sus fantasías”.

“Ahora que la mencionas a ella, Mao-chan va a llegar tarde, ya casi suena la campana”.

“¿Ah?, es verdad, ella siempre llega cinco minutos antes que suene la campana”.

Aunque ella parecería una Gyaru para quien no la conozca, la verdad es que Mao era bastante responsable con su llegada a clase, ya que a esta hora ya debería estar sentada al lado de Keiki.

¿Qué le habrá pasado…?

Y de esa manera sonó el timbre anunciando el inicio de clases, pero con la peculiaridad que su compañera de cabello rojizo no había venido a la escuela ese día. Al principio Keiki creyó que se había resfriado, pero ella no fue a la escuela al día siguiente, y tampoco al día siguiente a ese.