Kuro no Shoukanshi (NL)

Volumen 4

Capitulo 4: Declaración De Guerra

 

 

Tras varios días de fiesta, la Ciudad de la Paz empezaba a calmarse. Una vez concluidas las festividades oficiales, la mayoría de las personalidades visitantes ya habían partido hacia sus países de origen, y el número de los que se habían quedado un rato más para hacer turismo disminuía día a día.

Sin que casi todo el mundo lo supiera, había una sala secreta debajo del lugar donde se había celebrado la ceremonia de ascenso de Kelvin. Allí se estaba celebrando una conferencia clandestina.


—Entonces, ¿estás de acuerdo con ellos, Tsubaki-dono?

—Efectivamente. También ha habido escaramuzas en nuestra propia frontera, a pesar de nuestra larga relación como socios comerciales activos. Sin embargo, me da curiosidad…

teniendo en cuenta lo dura e implacable que es su tierra, ¿cómo ha conseguido Trycen reunir suficientes reservas para alimentarse sin comercio?

Las voces pertenecían al rey Leonhart Gaun de Gaun y a la reina Tsubaki Fujiwara de Toraj. Los cristales que se habían utilizado para proyectar sus voces durante la ceremonia de ascenso de Kelvin estaban ahora colocados encima de una mesa, lo que les permitía comunicarse en privado.

—Es difícil imaginar que la reciente aparición de monstruos anormalmente poderosos y los preocupantes movimientos de Trycen sean una mera coincidencia. Es lógico deducir que el Señor Demonio ha nacido allí.


—El Gremio de Aventureros también piensa que esto es extremadamente probable. Las distintas ramas dentro de Trycen han informado de importantes interferencias y presiones por parte del país, lo que está inhibiendo en gran medida los movimientos de sus miembros.

Estas otras dos voces eran las de la Oráculo de Deramis, Colette Deramilius, y la de Rio, el maestro del gremio de Parth, que representaba a todo el Gremio de Aventureros. Por lo que el público sabía, Colette ya había regresado a casa utilizando la puerta de teletransportación. Sin embargo, la verdad es que se había dirigido a esta cámara subterránea, representando a su país en una conferencia extraoficial entre las principales potencias del continente oriental.

Como tradición que había permanecido intacta desde la firma del tratado después de la Gran Guerra, a esta conferencia normalmente asistía también un representante de Trycen. Sin embargo, ese asiento estaba actualmente vacío.

— ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que Zel-dono hizo su última aparición en estas reuniones?

—Preguntó Tsubaki con un pequeño gruñido. —Siempre ha sido un hombre con el que hay que mantener la guardia alta, pero le había considerado más sabio como para hacer tontería.

Por mucho que haya ampliado su ejército, intentar enfrentarse a todo el continente es una imprudencia y un error.

—Según los registros, los que se convierten en Señores Demonios han sido corrompidos por la malicia— respondió Colette. —Lo mismo ocurre con los monstruos inteligentes, como también con los humanos piadosos. Con toda probabilidad, el Rey de Trycen es…

—Lo sé, sólo quería quejarme un poco. Mis exploradores ya me han dicho algo en ese sentido. Leonhart-dono, parece que se dirigieron a ti de forma bastante llamativa, ¿no es así?

—Podría decir lo mismo de ti. El incidente de “Black Wind” no fue hace tanto tiempo, ¿verdad? Pero aparte de la invasión a gran escala de la Aldea de los Elfos, las escaramuzas habituales que tenemos con los Trycenianos también han aumentado considerablemente. Para ser breve, comparto las sospechas que albergan los tres. Los movimientos de Trycen últimamente han sido realmente irregulares. Desde que Kelvin protegió a los elfos, he hecho que mis hijos patrullen nuestras fronteras. Han logrado capturar e interrogar a varios oficiales Trycenianos hasta la fecha, y la información obtenida ha sido bastante inquietante y preocupante. Si no nos movemos pronto, el daño que sufriremos sólo seguirá creciendo. Aunque Trycen es un compañero firmante del tratado, ya es hora de que actuemos. No tenemos el tiempo de reunir pruebas indiscutibles de que Zel es el Señor Demonio antes de proceder.

Se hizo el silencio durante un tiempo. Nadie habló para apoyar o rechazar las palabras de Leonhart. Todos sabían la verdad, aunque no quisieran admitirla. Podían sentir que el tiempo del diálogo había pasado, y que se acercaba el momento en que la guerra era el único recurso que quedaba.

Finalmente, Tsubaki rompió el silencio. —Si vamos a elaborar una estrategia basada en la suposición de que Zel-dono se ha convertido en el Señor Demonio, necesitaremos el poder de los Héroes de Deramis. Colette-dono, ¿dónde están ahora?

El Oráculo respondió en voz baja. —Según la profecía otorgada por Melfina-sama, están…

actualmente en el Continente Occidental.

— ¿El continente occidental? —Leonhart se hizo eco con cierta alarma. — ¡Va a llevar bastante tiempo llamarlos de vuelta!

—Deramis no los llamará de vuelta. Para nosotros, las profecías de la Diosa son absolutas. Hasta que los Héroes descubran el significado detrás de la petición de Melfina-sama de que viajen al Continente Occidental, no iniciaremos ninguna acción de nuestra parte.

—Pero Oráculo…

—Espera un momento— cortó Tsubaki, interrumpiendo la protesta de Leonhart. —Me acaba de llegar una misiva de Trycen.

— ¿Y su contenido?

El sonido del papel arrugado se escuchó a través del cristal de comunicación, seguido de un fuerte suspiro. Con un tono sombrío, respondió: —Por fin ha llegado. Leonhart-dono, Colette-dono, creo que recibirán lo mismo en breve.

— ¿Estás diciendo…?

—Trycen nos ha declarado la guerra a todos.

***

 

 

La capital de Trycen (una ciudad en expansión que rodea el Castillo Trycen) estaba actualmente repleta de ciudadanos del país. Estaban allí en respuesta a la repentina convocatoria que el rey había enviado a través de los soldados poco antes. Los caballeros dragón rodeaban el cielo en un despliegue de vigilancia, y las personas se reunían en gran número con especulaciones sobre la irregular situación.

— ¡Silencio! ¡El glorioso Rey de Trycen hablará en estos momentos! ¡Silencio! —Gritó un oficial muy condecorado.

Al sonar su voz, las masas reunidas se callaron rápidamente, y adoptaron el saludo Tryceniano en perfecta sincronía. Naturalmente, esto incluía a las mujeres, los niños y los ancianos. Como resultado de la educación nacional que se les había inculcado en sus cuerpos y mentes desde una edad temprana, no había vacilación alguna en los movimientos del pueblo de la nación.

Los generales y tenientes generales presentes asintieron satisfechos ante el espectáculo. Después de que un oficial confirmara que todos los ciudadanos se habían reunido, se volvió para señalar el castillo. El rey de Trycen no tardó en aparecer en el balcón superior. Junto a él estaba su hija y general de las ‘Black Ops’, Shutola Trycen. Alguien tragó lo suficientemente fuerte como para ser escuchado en el silencio. Aquí, la familia real era una autoridad absoluta. La más mínima falta de respeto se castigaba con la muerte.

—Mis queridos súbditos, hoy les traigo un asunto de gran urgencia.

Cada palabra pronunciada por el rey Zel resonaba en los corazones del pueblo. No estaba gritando ni estaba usando un objeto mágico que amplificara su voz. A pesar de ello, toda la ciudad podía escuchar claramente lo que decía desde donde se encontraba, cerca de la cima de su castillo. Era casi como si les hablara directamente a sus mentes.

—El otro día, el general Clive Teraaze, de nuestra orgullosa Orden de los Caballeros Mágicos, cayó en una emboscada de las fuerzas de Gaun y fue asesinado en acto de servicio. Nada menos que a manos de los despiadados demihumanos, en medio de una patrulla para preservar la paz de los ciudadanos que tanto amaba. Se ha confirmado que el cobarde asalto se produjo en la oscuridad de la noche, cuando todo el campamento estaba profundamente dormido por el cansancio después de un día completo de someter a los monstruos.

Las masas jadearon ante la impactante noticia. El discurso del rey Zel, por supuesto, se había tomado importantes libertades con la verdad, pero los que escuchaban no se enteraron, no teniendo motivos para dudar de la veracidad de las palabras de su gobernante.

— ¿Clive-sama se ha ido? ¡No puede ser!

— ¡Qué horror!

Naturalmente, ninguno de los presentes conocía la verdadera naturaleza del difunto general. Para el público, era un joven encantador dotado tanto de inteligencia como de apariencia que había tenido un ascenso meteórico hasta el puesto de general.

—Comprendo su enfado. De hecho, me siento como si estuviera a punto de perderme en una furia justa. Hemos exigido a Gaun que entregue a los responsables para que se haga justicia, intentando repetidamente encontrar una forma de resolver esto de forma pacífica. Sin embargo, el Rey Bestia ha rechazado todos nuestros intentos. No sólo se negó a tratar con nosotros de igual a igual, sino que tuvo el descaro de cortar a nuestros nobles mensajeros. Esto es tan imperdonable como el comportamiento de Toraj y Deramis, que mantienen a nuestro campeón, Christoph, tras las rejas, tachándolo de bandido. Mis queridos ciudadanos, ¿qué piensan de esto?

— ¡Muerte a los cobardes demihumanos!

— ¡No tengas piedad de las bestias de Gaun!

— ¡Deramis y Toraj son igual de culpables!

— ¡No se puede confiar en ningún país que acepte a los demihumanos!

Una vez que un hombre pronunció su ira, los que estaban a su alrededor estallaron con sentimientos similares. Zel levantó una mano para silenciar a la multitud, continuando su discurso.

—Tienen razón. Puede que seamos un pueblo paciente y comprensivo, pero eso no significa que permitamos que otros países nos pisoteen. Hace mucho tiempo, después de la Gran Guerra, firmamos un tratado con la esperanza de la paz y la reconciliación. Sin embargo, esta paz resultó ser imperfecta. Este es el momento en que debemos emprender el camino que lleva a la verdadera paz. Nosotros, el país de Trycen, declaramos la guerra a todos nuestros vecinos y debemos comenzar la unificación de todo el continente.

***

 

 

Mientras un aire extraño envolvía el país de Trycen, y su capital se estremecía bajo los rugidos del pueblo y los vítores de los soldados, Shutola se retiró al castillo y se marchó sola, con el discurso del rey aun retumbando tras ella. Aunque sabía a ciencia cierta que sus palabras eran invenciones, el poder de su voz se filtraba incluso en su mente, haciéndola dudar de sí misma, intentando torcer su propia comprensión de la realidad. No podía soportar estar ahí fuera ni un momento más.

Kuro no Shoukanshi Volumen 4 Capitulo 4 Novela Ligera

 

¿Ha conseguido el general Dan contactar con Lunoir?

Shutola había encargado a Dan, la persona en la que más confiaba, que entregara una carta a la chica que había cambiado su nombre por el de Sylvia. El contenido de ese mensaje había sido una advertencia para que abandonara el continente oriental lo antes posible. O, para ser precisos, la carta había contenido cualquier pensamiento que Shutola pudiera idear para convencer a su vieja amiga de que se dirigiera al continente occidental sin alertarla realmente de la guerra que se avecinaba. No sólo lo había hecho por Lunoir, sino que también había estado moviendo los hilos en cada uno de sus países vecinos.

Una vez que la guerra comience, incluso el Gremio de Aventureros se convertirá en nuestro enemigo. Y por extensión, Lunoir también…

Era cierto que Shutola no quería cruzar espadas con Lunoir y Ashley debido a su pasada amistad. Sin embargo, también había un motivo de cálculo, ya que era su deber eliminar todo lo que pudiera perjudicar los futuros esfuerzos de Trycen, y no se sabía cuánto daño podían infligir un aventurero de Rango S y otro de fuerza similar.

Mírame, viendo a mis amigos como meros peones en el campo de batalla. En qué terrible persona me he convertido.

Mientras la princesa seguía caminando, encontró a un hombre que se interponía en su camino.

—Estimado hermano Tabura, este lugar está prohibido para aquellos que no tengan permiso expreso para estar aquí.

— ¡Hmph! Eres tan arrogante como siempre, Shutola.

El hombre que actuaba con tanta prepotencia hacia ella era el único de sus hermanos mayores con el que compartía padre y madre. Se trataba del mismo príncipe que una vez había causado una conmoción en Parth y había sido derribado por ello por Kelvin.

—Será sobre tu propia cabeza que caerá la responsabilidad si padre te encuentra aquí. Fingiré que no te he visto. Ahora sería un buen momento para despedirse.

— ¿Estás seguro de hablarme así? ¿A pesar de que traigo información que sería valiosa para ti y para las ‘Black Ops’?

—Información, dices.

— ¡Escucha y asómbrate! ¡Tengo información sobre Kelvin, el hombre que recientemente fue ascendido al rango S en Parth! Basado en lo que Padre está diciendo por ahí, Trycen está declarando la guerra a las otras naciones, ¿verdad? En ese caso, el Gremio de Aventureros está obligado a moverse también. Dado que este Kelvin acaba de alcanzar el rango S, dudo que tengas mucha información sobre él. Pero puedes estar tranquilo con mi ayuda. Después de todo, le he echado el ojo desde hace tiempo…

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—Tu preocupación es innecesaria. He recopilado toda la información disponible sobre él desde que Christoph fue detenido, así que dudo que necesite algo que tú puedas aportar.

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—Así es, y precisamente por eso deberías estarme agradecida y escuch… espera, ¿qué has dicho?

—Ya sé todo lo que hay que saber sobre él desde el gremio, su presencia en Parth y su presencia en Toraj. Cada detalle sobre él es ciertamente notable. Sin embargo, con su estatus bajo constante ocultación, hay mucho que parece requerir más confirmación, pero… en cualquier caso, creo que ya poseo cualquier detalle que hayas podido reunir.

—En ese caso, ¿qué tal información sobre otros aventureros de Rango S? Tengo una gran reserva basada en las investigaciones que he realizado sobre esta gente desde hace tiempo. El otro día conseguí colar a uno de mis hombres en las gradas para ver el combate de exhibición. Podemos empezar con Goldiana y la otra aventurera de rango S que acaba de aparecer en público por primera vez, Sylvia…

Shutola suspiró con fuerza. —Estimado hermano, aparte de Kelvin, los aventureros de rango S presentes… no importa. Satella.

—Presente.

— ¡¿Qué?!

A la orden de Shutola, Satella, una mujer vestida de negro que servía como teniente general de las ‘Black Ops’, pareció aparecer de la nada.

—Mi hermano desea volver a su habitación. Acompáñalo amablemente.

***

 

 

Ayer, Deramis, Gaun y Toraj anunciaron la declaración de guerra de Trycen. Con ello, la paz obtenida al final de la Gran Guerra se hizo añicos, y el continente oriental volvió a sumirse en un torbellino de conflictos.

Parth no fue una excepción; la misma misiva había llegado a la Ciudad de la Paz. Pronto se desató un importante caos entre los residentes de la ciudad, pero se calmó en poco tiempo gracias a las explicaciones claras y fáciles de entender de cada país sobre las contramedidas que se planeaban. Aun así, varios residentes y aventureros hicieron las maletas para trasladarse a Deramis, el lugar más alejado de su nuevo enemigo.

Hoy, los aventureros de mayor rango que residían en Parth habían sido convocados al Gremio de Aventureros para elaborar los detalles de nuestra respuesta colectiva a la inminente amenaza. Naturalmente, yo, que había sido ascendido al rango S, estaba presente, al igual que el resto de mi grupo.

También asistieron Prettia, que se había quedado en la ciudad tras las recientes festividades; Uld-san y su grupo de veteranos, que había alcanzado el rango B poco antes; y Sabato, un aventurero de rango A que encabezaba su propio grupo de seis miembros. Todos ellos eran beastkin, y su especialidad era el combate cuerpo a cuerpo utilizando su impresionante agilidad y velocidad. Fiel a su rango, Sabato era tan fuerte como lo había sido Touya en Toraj, por lo que pude comprobar.

— ¡Oh, hombre, tú eres realmente Kelvin! ¡He visto tu combate! Si estás aquí, ¡significa que la seguridad de Parth está garantizada!

—Que me digan eso directamente en la cara es un poco embarazoso. Uhh, no nos hemos conocido, ¿verdad?

—Ack, mírame, olvidando presentarme. Soy Sabato. Puede que no lo parezca, pero soy un aventurero de rango A. Mi grupo y yo estábamos recorriendo la nueva mazmorra descubierta por esa bonita compañera tuya de allí (ahora se llama Santuario de las Marionetas, por si no lo sabías) cuando nos vimos envueltos en todo este lío. Qué día tan terrible, ¿verdad? ¡Ja! ¡Ja! ¡Ja!

Ah, el nuevo lugar que se ramifica desde los Pasajes Clayworm. He estado pensando en visitarlo yo mismo, pero parece que se me han adelantado. Y espera, ¿Sera se considera la persona que lo descubrió?

Mi compañera demoníaca levantó la vista. — ¿Qué? ¿Yo?

Incluso ella parece sorprendida por eso.

—Hombre, realmente estás rodeado de bellezas por todos lados. Pensé que sólo eran escoltas que habías contratado cuando las vi contigo en la ceremonia de promoción.

—Soy consciente de que soy bastante privilegiado en ese sentido.

—No sabes lo celoso que estoy, hombre. Mi grupo sólo tiene a esta mujer goril… anpffftt.

Sabato salió volando de un puñetazo de la mujer beastkin a la que señalaba. Sin embargo, parece muy linda, con orejas de animales y todo. Aunque está claro que tiene la fuerza de un gorila.

—Huff, huff, huff… ugh… ¿ves lo que quiero decir? Maldita sea, Goma.

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Sigues pareciendo bastante enérgico para alguien que acaba de estrellarse de cabeza contra una pared. Supongo que eso es lo que se espera de un aventurero de rango A.

—Incluso yo puedo decir que eso fue tu culpa— dije. —Entonces, ¿no son aventureros de Gaun? ¿Seguro que no necesitan volver a casa? También están bajo ataque, ¿no?

— ¿Van a seguir adelante así como así? Uh, Gaun tiene al Rey Bestia, así que estará bien. Él es tan monstruo como tú, después de todo. Parth es el lugar con menos fuerza de combate, ¡así que por eso nos quedamos a ayudar aquí!

Hablando de una personalidad más grande que la vida. ¿Son todos los beastkin así? Por otro lado, aparte de nuestro grupo, todo el mundo aquí son casi puros hombres… no importa, tacha eso.

Al ver que todos los convocados estaban presentes, Rio comenzó su discurso. —Todos, gracias por reunirse con tan poca antelación. Siento lo improvisto de la convocatoria, pero estoy seguro de que entienden la urgencia de la situación.

—Oh, psh, a ninguno de nosotros nos importa, Rio-chan— respondió Prettia de forma tranquilizadora. —Trycen se está peleando con todos nosotros, ¿verdad? Imagino que los demás países se están revolviendo de la misma manera.

—Entonces, ¿qué es lo que quiere que hagamos los aventureros? ¿Y cuál es la situación exacta? —Pregunté.

—Como estoy seguro de que ya has oído, incluso Parth ha recibido una declaración de guerra, a pesar de que el tratado lo prohíbe expresamente. Sin embargo, lo que creo que no sabes es que Trycen ha enviado sus fuerzas militares al mismo tiempo que las cartas. Desde luego, no se andan con pequeñeces.

— ¡¿Ya?! — Al hablar del ejército de Trycen, me viene a la mente la Orden de los Monstruos Mixtos que encontramos en la Aldea de los Elfos. Ah, sí, y luego está Clive, el general de la Orden de los Caballeros Mágicos al que dejé escapar. Creo que ya hemos hecho un gran trabajo con esas dos órdenes, ¿no?

—El ataque de Trycen tiene tres vertientes. Primero, tienen su Orden de Caballeros de Acero dirigiéndose hacia Gaun. Luego está su Orden de Caballeros Mágicos, que está marchando hacia Toraj. La que están enviando a Parth es su Orden de Caballeros del Dragón.

Entonces, ¿la Orden de Caballeros Mágicos ya está de vuelta y funcionando? Clive sí que es un cliente difícil.

Uld se acarició la barbilla. —La Orden de los Caballeros Dragón es la que dirige el príncipe heredero de Trycen, Azgrad, según recuerdo. Es la más rápida entre las tres órdenes que están enviando. También he oído que el propio Azgrad es todo un belicista. ¿Piensan acabar con nosotros lo antes posible para levantar la moral de sus tropas en los otros dos frentes?

Sabato se cruzó de brazos. —Entonces, ¿lucharemos en las afueras de la ciudad?

—Según los informes, nos alcanzarán en una semana.

¿Caballeros dragón? Trycen sí que tiene tropas que suenan interesantes. La única experiencia que tengo en la lucha contra dragones sería la del malvado en Toraj y la del cachorro, Mun-chan, del grupo de Touya. Aunque se dice que forman parte del trío de “razas más poderosas” de este mundo (junto con los ángeles y los demonios), hasta ahora no he tenido muchos problemas para enfrentarme a ellos. El que matamos era técnicamente de rango S, pero supongo que no era un dragón propiamente dicho en el pleno sentido de la palabra.

(Cariño, ¿quieres que te explique los diferentes tipos de dragones?).

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¡Sí, por favor, Melfina-sensei!

(Ejem. Los dragones se clasifican en función de su nivel de madurez y de los elementos que mejor dominan. También hay sub dragones, razas que tienen un parecido pero son mucho más débiles que los verdaderos dragones. Aquí, los enumeraré según su fuerza).

Una nota apareció en la Red: Sub dragones (Rango C e inferior) ≦ Dragones jóvenes (también llamados cachorros) (Rango C ~ Rango B) < Dragones (Rango A) < Dragones antiguos (Rango S) < Reyes dragón (Rango S).

(A partir de ahí, las razas se desglosan aún más según sus afinidades elementales. La bestia que derrotaste en Toraj era un subdragón. Aunque sus estadísticas eran más altas de lo normal, su inteligencia estaba severamente dañada).

Cierto, fue una batalla bastante fácil porque básicamente se basaba en la fuerza bruta. Entonces, ¿cuál es la diferencia entre los dragones antiguos y los reyes dragón? Los has catalogado a ambos como de rango S.

(Los reyes dragón son los dragones antiguos más poderosos, los que están en la cima de sus razas. Hay un rey dragón por cada elemento, lo que significa que hay ocho de ellos en este mundo).

¿Hay ocho dragones “superiores”? Parece que van a ser un dolor de cabeza.

(En caso de que haya alguna confusión, permíteme reformularlo: hay un rey por cada raza elemental. Además, mientras que hay algunos como el Rey Dragón de las Llamas, que infligen terror y devastación, también los hay como el Rey Dragón del Agua, que es adorado como guardián por Toraj. No todos ellos son necesariamente hostiles hacia los humanos).

Bien, ya veo. Tenemos una cuenta personal que saldar con el Rey Dragón de las Llamas, así que definitivamente le daremos una paliza en cuanto lo veamos, pero supongo que eso significa que no tendríamos que luchar contra los dragones que son amistosos con nosotros. Nosotros… no tendríamos que luchar contra ellos… cierto…

(Suenas decepcionado).

Un poco, tal vez. Pero de todos modos, volvamos a la reunión. Esta cosa de la comunicación instantánea de alta velocidad es genial y todo, pero probablemente debería concentrarme.

Rio seguía hablando. —Desafortunadamente, casi no tenemos ejército permanente aquí en Parth. Lo único que tenemos son los que vigilan las murallas y patrullan las calles. Por lo tanto, los aventureros tendrán que formar la columna vertebral de nuestras fuerzas. Gaun y Toraj apuntalarán sus propias defensas con sus respectivos ejércitos, pero Deramis nos enviará tropas para reforzar nuestro frente. Eso sí, las posibilidades de que lleguen antes que la Orden de los Caballeros Dragón son casi nulas. Nuestra misión, por lo tanto, es ganar tiempo utilizando las fuerzas que actualmente tenemos disponibles.

—Así que, básicamente, ser pacíficos ha venido a mordernos el trasero— murmuré.

Me vino a la mente la puerta de teletransportación, pero enseguida descarté la idea, recordando su ridículo coste en MP. Era muy poco adecuado para mover ejércitos enteros. Si Deramis va a utilizar la puerta, sólo podrá enviarnos un pequeño grupo de sus mejores hombres. Pero enviar demasiadas fuerzas a otro país no es algo inteligente en este momento. Aunque los dos están técnicamente en un alto el fuego, Deramis también tiene a Rizea acechando constantemente a su espalda.

— ¿Ganar tiempo? No puedo decir que me guste la idea. Tenemos dos aventureros de rango S de nuestro lado. ¿Por qué no llevamos la lucha a ellos en su lugar? —Oh, hey, parece que Sabato y yo podríamos llevarnos bien.

— ¡Oh, sí que sabes qué decir para hacerme feliz! Pero puede que no sea tan fuerte como te imaginas, querido.

—Tienes razón, Sabato-kun— respondió Río. —También creo que tenemos suficiente fuerza de combate para enfrentarnos al asunto. Sin embargo, lo que no tenemos son los números, y esta es una batalla defensiva. El mejor compromiso sería que un pequeño grupo de élites se lanzara a combatir a la Orden de los Caballeros Dragón a cierta distancia de la ciudad. Viste el combate de exhibición de Kelvin-kun en persona, ¿verdad? ¿Te imaginas lo que pasaría si se desataran ataques de ese nivel cerca de Parth? ¿Sin la protección de la barrera del Oráculo?

—Ahhh… vale, eso sería una mierda.

¿Por qué nos miras así a Prettia y a mí, Sabato? Si quieres alcanzar el Rango S tú mismo, tienes que dejar de admirarnos y tratar de ser más como nosotros, ¿sabes?

—Entonces, estoy pensando en separaros a todos en un grupo de defensa y otro de interceptación. El grupo de defensa sería, como su nombre indica, el que permanezca en Parth para servir de última línea de defensa. Los aventureros de rango C e inferior se ubicarán aquí. El trabajo del grupo de interceptación es golpear a los Trycenianos con ataques de guerrilla y retrasarlos tanto como sea posible. No hace falta decir que es el papel más peligroso con diferencia.

Rio, ¿puedes no mirarme fijamente mientras explicas el papel del grupo de interceptación? Puedo apostar a que ya has tomado una decisión sobre a quién quieres asignar dónde.

Prettia habló primero. —Me encantaría quedarme con Gerard-sama, pero por desgracia mis habilidades son mucho más adecuadas para defender que para atacar. Parece que me ofreceré para la defensa.

—Habiendo sido promovidos al Rango B recientemente, lidiar con los sub dragones es lo máximo que podemos hacer— dijo Uld. —Si nos uniéramos al equipo de intercepción, sólo estorbaríamos. Por lo tanto, nuestro lugar está también en el grupo de defensa. Si se da el caso, podemos ayudar a guiar a los residentes en caso de evacuación y vigilarlos por el camino.


Supongo que no tendremos que preocuparnos por la ciudad si se quedan atrás.

—Hemos superado nuestra buena cuota de batallas, pero hay que reconocer que no podemos estar a la altura de lo que vimos durante el combate del otro día— confesó Sabato antes de girar hacia mí. —Pero aun así, esta es una oportunidad impagable e insustituible de ver a un aventurero de rango S luchando de cerca. Kelvin, ¡siéntete libre de utilizarnos para trabajos esporádicos o lo que necesites! Por favor, ¡permítenos ir contigo!

Espera, ¿entonces es un hecho que estaremos en el grupo de intercepción? Quiero decir, pensaba ofrecerme como voluntario para ello de todas formas, así que supongo que no hay problema.

—Si te apetece, incluso puedes llevarte a Goma a la cam… oh, espera, ¡¿no la necesitarías…?!

Maldita sea, ¿justo por la ventana? Una buena demostración del efecto Doppler, sin embargo.

***

 

 

Al final, el grupo de intercepción terminó siendo mi equipo y el grupo de Sabato. Según nuestras estimaciones, la Orden de los Caballeros Dragón iba a tardar una semana en llegar a Parth, lo que significaba que aún teníamos un poco de tiempo. Así que, tras separarnos del grupo de Sabato, volvimos a casa para una reunión de estrategia.

Puede que Sera esté revolcándose en el sofá, y que Melfina esté devorando bocadillos horneados, pero esto sigue siendo una reunión de estrategia.

— ¿Se dirigirá a la batalla, entonces, Maestro?

—Maestro, ¿está usted bien?

Ellie y Ruka parecían bastante preocupadas cuando terminé de ponerlas al día.

—Si nuestros enemigos están al nivel de la Orden de Monstruos Mixtos que combatimos la última vez, no hay motivo de preocupación. Pero, sinceramente, ni siquiera yo puedo decir cómo van a ir las cosas aquí. Los exploradores informaron haber visto varias figuras que podrían ser dragones antiguos.

En definitiva, parecía que la orden disponía de una gran variedad de criaturas, entre las que se encontraban un gran dragón negro y un dragón de roca que corría por el suelo. La mayoría de las tropas, sin embargo, montaban sub dragones como wyverns, así que no era como si todos estuvieran emparejados con ‘verdaderos’ dragones.

De cualquier manera, es difícil decir algo definitivo antes de echar un vistazo por nosotros mismos.

—Oh, cierto. Debería agregarlos a ustedes dos a nuestro grupo. Me imagino que les ayudará a ganar unos cuantos niveles— ofrecí, enviando el comando de invitación al grupo tanto a la madre y a la hija.

—Estaríamos muy agradecidas por la oportunidad de ganar niveles sin hacer nada, pero ¿está seguro de ello, Maestro?

—No se preocupen. Después de todo, sus estados no son adecuados para la batalla. Adquirir puntos de habilidad indirectamente a través del sistema de grupos es bastante común, ¿no?

La única forma de ganar más puntos de habilidad era subir de nivel. Sin embargo, la mayoría de la gente vivía una vida normal detrás de los muros de la ciudad o del pueblo y no tenía ninguna experiencia en la lucha contra los monstruos. Así que, ¿cómo iban a subir de nivel? Era muy sencillo: tenían que contratar a un grupo de aventureros que les dejara entrar temporalmente y luego fueran a matar monstruos por ellos. Era una práctica tan comúnmente aceptada que la gente de este mundo incluso había lo convertido en un evento anual para festejar que los niños acababan de alcanzar la mayoría de edad.

Normalmente, la persona que asestaba el golpe final a un monstruo recibía la mayor cantidad de puntos de habilidad, tras lo cual el resto se distribuía entre los demás miembros del grupo según sus contribuciones individuales. Los miembros del grupo que no hacían nada recibían sólo una minúscula parte de los puntos, pero seguía siendo una cantidad significativa para los niveles más bajos.

Era posible llegar hasta el nivel 5 con este método, que se denominaba comúnmente en los juegos como “leeching*”. Sin embargo, la cantidad de puntos de habilidad necesaria para el nivel 6 aumentaba considerablemente, lo que hacía inviable seguir subiendo de nivel, ya que la cantidad de puntos que se obtenía era la mínima, independientemente del nivel del monstruo que se matara. En consecuencia, en general se entendía que si uno quería alcanzar el nivel 6 o superior, tendría que participar directamente en los combates de alguna manera. [N.T: Leeching: es una descripción de un hombre/niño que no tiene éxito en la vida real , por lo que juega juegos de computadora día y noche].

—Sin embargo, cuando lo hace, maestro, tiende a pasarse de la raya.

En nuestro caso, básicamente tenemos todos los beneficios de ese método sin los aspectos negativos, gracias a la habilidad Compartir Experiencia.

—Bueno, si quieres, ¿qué tal si os damos un poco de entrenamiento de combate alguna vez? Para la autoprotección.

— ¡Mi rey, puedo enseñarles técnicas de espada!

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— ¡Espada! ¡¿Me enseñarás, abuelo Gerard?!

Tanto Ruka como el caballero parecían muy entusiasmados con la idea. ¿Por qué siento que no se limitaría a la autoprotección? Lo cual no sería realmente un problema, supongo. Oh, bueno.

— ¡En ese caso, yo también echaré una mano! —Rion se ofreció. — ¡Aprendamos juntas a disparar a Agito!

— ¡Sí! ¡Agitoooo! —Ruka empezó a hacer golpes de práctica en una impresionante imitación de Gerard. Quizá no esté tan lejos un futuro en el que nuestras sirvientas sean capaces de enviar cortes de aire por todas partes.

—Esto es para después de que protejamos con éxito a Parth, sin embargo. Mientras estamos fuera, siéntete libre de usar los gólems de la casa como creas conveniente, Ellie. No creo que se llegue a eso, pero puede haber tropas que logren pasar la línea defensiva. Sera, deja de dormitar. Mel, deja de mirar ese plato vacío; ya te has comido todo lo que había. Ya es hora de que empecemos esta reunión de estrategia de verdad.

Hice una señal a Efil para que extendiera el mapa que habíamos tomado prestado de Rio, que mostraba el área alrededor de la frontera de Parth, y luego nos pusimos a discutir seriamente nuestro plan de juego para la próxima batalla.

***

 

 

—Sabato-sama, ¿realmente nos van a llevar?

Después de que Kelvin les dijera: —Una vez que tengamos algunas cosas en orden, nos pondremos en contacto contigo— y se separaran en el gremio, Sabato y su grupo habían vuelto a su posada para matar un poco el tiempo.

—No tenemos más remedio que creer en Kelvin por ahora, ¿no? En lugar de devanarnos los sesos, sería mucho más eficiente esperar a que su grupo piense y seguir su pista.

Goma suspiró. —Nunca llegarás a ser el próximo Rey Bestia si sigues diciendo cosas así, Sabato.

Incluso ahora, nuestros hermanos están en la frontera, luchando contra Trycen.

—Oh, déjame en paz de una vez. Dijimos que nos íbamos de viaje para hacernos más fuertes; no podemos presentarnos en casa sin haber conseguido nada. Y es cierto que Parth está en una crisis ahora mismo. ¿Qué clase de candidato a Rey Bestia abandonaría a la gente en problemas?

—Actualmente, somos nosotros los que estamos causando problemas a Kelvin-san, ¿no es así?

— ¡Goma-sama ha dado en el clavo! —Se carcajeó un hombre beastkin que, con cicatrices por todo el cuerpo y sin media oreja, tenía todo el aspecto de un guerrero veterano.

—Maldita sea, no puedo vencerla con palabras.

—Tampoco puedes vencerla en combate físico, Sabato-sama. ¡Ay!

Una clara bofetada resonó cuando el beastkin que acababa de hablar presionó la parte superior de su cabeza, con una expresión de herida en su rostro ligeramente doliente.

En ese momento, la campana de la puerta de la posada sonó con fuerza, indicando la entrada de alguien. Los seis beastkin se volvieron para mirar, esperando que fuera Kelvin quien llegara a recogerlos.

—Disculpe, ¿es Sabato-sama un huésped de esta posada?

En lugar de eso, era una bonita dama vestida con un traje de sirvienta. Lo primero que hizo fue dirigirse al posadero y preguntar por Sabato por su nombre.

Goma entrecerró los ojos. — ¿No es el mismo traje que llevaba la sirvienta en el grupo de Kelvin-san?

— ¡Ohhh, lo es, lo es! ¡No hay duda! ¡La recuerdo porque era súper bonita!

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—Guin, estoy de acuerdo contigo en eso, pero creo que lo que Goma-sama quiso decir es que esta sirvienta fue muy posiblemente enviada aquí por órdenes de Kelvin-dono.

— ¡Ahhh! ¡Tanto Goma-sama como Akgas-san son tan malditamente inteligentes!

—Sólo eres lento en la toma de decisiones. Así que, Sabato-sama, ¿qué…?

— ¡SABATO! —Sabato gritó y saltó antes de que Akgas pudiera terminar su frase. Su comportamiento recordaba al de un perro al que por fin le han dicho que se coma una golosina después de haberle hecho sentarse y esperar primero.

—Supongo que es cierto que los idiotas son siempre los primeros en moverse— murmuró Goma, suspirando una vez más.

Tanto el posadero como la sirvienta se estremecieron ante el grito de Sabato. Había logrado sorprenderlos sin motivo alguno.

—Ya veo. Mis disculpas por no haberte reconocido. Soy Ellie, una sirvienta al servicio de Kelvin-sama— La mujer se inclinó, tratando de recuperar la compostura.

— ¡Está bien; está totalmente bien! Entonces, ¿qué es Kel-vuunpeh?

Guin siguió sorbiendo sus fideos mientras veía a Sabato volar por los aires. — ¡Vaya, es la tercera vez hoy, Sabato-sama! ¡Estás en racha!

—No estoy seguro de que ‘en racha’ sea la frase adecuada en este caso— respondió Akgas en voz baja.

—Lo siento— continuó Goma con una brillante sonrisa. —Entonces, ¿cuál es su negocio aquí?

En ese momento, la sirvienta estaba tan pálida como una sábana. Con los dedos temblorosos, le tendió un sobre. —He venido a entregar una carta de Kelvin-sama. Aquí tiene.

— ¿Una carta?

— ¿Qué dice?

—Gulp. Delicioso. Hey, ¡yo también quiero ver!

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—Huff, huff… yo… también…

Para Sabato:

Resulta que no tenemos tanto tiempo como pensábamos, así que nos adelantamos al punto de interceptación primero. Cuando termines de hacer tus propios preparativos, ven a reunirte con nosotros. Estaremos en el Gran Cañón Escarlata en la frontera de Parth con Trycen. ¡Vamos a darlo todo! ¡Nos vemos entonces!

Todo el grupo se congeló mientras el mismo pensamiento pasaba por la mente de cada uno de ellos.

¿Nos han dejado atrás? Gritaron para sus adentros, incrédulos.

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