Kuro no Shoukanshi (NL)

Volumen 4

Capitulo 3: Presente

Parte 1

 

 

Después de ganar el combate de exhibición, mi grupo y yo nos vimos rodeados de gente que quería entrevistas, apretones de manos y todo tipo de cosas.

Sylvia, que efectivamente también debutaba ese día, no parecía ir mejor a juzgar por la multitud que la rodeaba también.





Cuando terminé de lidiar con el gran número de personas que competían por mi atención, el sol ya se había puesto. Los festejos iban a continuar hasta bien entrada la noche, así que las calles seguían llenas de jolgorio y alegría.

—Buen espectáculo ahí fuera. Aquí tienes tu nueva tarjeta del gremio. Seguiremos contando contigo en el futuro.

— ¿Eso es… todo lo que tienes para mí?

Ahora estaba en la oficina de Rio para hacerle una visita y recoger mi nueva tarjeta de Rango S. Sin embargo, teniendo en cuenta los acontecimientos del día, su recepción parecía un poco fría.

Hoy he trabajado bastante, pensé mientras aceptaba el paquete en el que estaba envuelta la tarjeta.





—Ahaha, estoy bastante cansado ahora. Sólo puedo pensar en llegar a casa y meterme en la cama. Envejecer… no es algo que recomiende.

—Ya veo…

—Pero, bueno, en realidad no puedo hacer eso, ¿no?

Sonrió irónicamente mientras se limpiaba el monóculo. Por una vez, parecía realmente agotado. De camino a su despacho, había visto a algunos de los empleados del gremio que se habían desplomado en sus escritorios. Como hombre que supervisa todo, Rio estaba probablemente más agotado que todos ellos. Yo mismo tenía programada una cena con el Oráculo de Deramis, así que tampoco podía ir a casa a dormir.

— ¡Kel-nii, déjame ver! ¡Déjame ver tu nueva tarjeta!

—Yo también quiero verla, maestro.

— ¡Mi rey, date prisa, date prisa!

Sin poder esperar más, Rion y Efil me instaron a abrir el paquete. Por alguna razón, Gerard también se comportaba como un niño. Está bien, está bien, la saco ahora.

— ¡Disfruten de esta belleza!

— ¡OOHHHH!

Publicidad M-M2

— ¡OOHHHH!

— ¡OOHHHH!

Después de deshacer lenta y deliberadamente el envoltorio, saqué la tarjeta y la sostuve en alto. Mientras que en el rango A había sido de color dorado, ahora brillaba con una fantástica coloración de arco iris. El halo que rodeaba a la tarjeta era probablemente fruto de mi imaginación, pero aun así, la reacción de Rion y los demás fue extremadamente satisfactoria.

Incluso Sera parecía algo impresionada. —Así que su color cambia según el ángulo de la luz.

— ¡Es holográfico! —Exclamó Rion.

—Ejem— Rio se aclaró la garganta. —La tarjeta es realmente preciosa, así que no vayas a exhibirla por ahí, ¿de acuerdo? Oh, mira la hora. ¿Recuerdas lo que tienes planeado después de esto?

—Sí, cenar con Colette-sama. Um, ¿está ella… bien?

Yo, por mi parte, estaba más que dispuesto a olvidar la pesadilla de la tarde por el bien de su dignidad, pero no podía hablar por los miles de personas que habían escuchado lo mismo transmitido alto y claro por toda la ciudad. No había habido rastro de ella en ninguna parte desde el incidente, lo que sí parecía un poco preocupante.

—Probablemente no. Toda la delegación de deramis se ha encerrado en sus aposentos y ha estado rezando todo este tiempo, según he oído.

Eso dice Melfina.

(Sabía que me lo preguntarías. No te preocupes; la chica está bien. Ha pasado por tribulaciones mucho más duras que ésta. Bastantes veces, debo añadir).

Publicidad G-M3



Me imagino que todavía sería un golpe bastante grande para una adolescente. Yo soy un chico y sé que me hundiría en la depresión si me pasara a mí.

—Yo me encargaré de ella —añadió Rio, —así que tú sólo sigue las indicaciones de Ange-kun.

Creo que Goldiana y Sylvia también están en camino.

—De acuerdo, lo haré. Vamos, chicos, es hora de irnos.

Nos dirigimos al mostrador donde nos esperaba Ange. Cuando cerré la puerta del despacho, me pareció escuchar a Rio murmurando para sí mismo: —Vomitando… en público… qué se supone que le voy a decir…

***

 

 

Me volví a poner mi ropa formal, y luego seguí a Ange al restaurante de más categoría de Parth. Lo había visto desde fuera unas cuantas veces, pero nunca me había atrevido a entrar por lo rígido y formal que parecía. Y lo que es más importante, no sabía nada de la etiqueta de las comidas de este mundo. El ambiente estridente de las tabernas me gustaba más.

Pero esta es una buena oportunidad. Vamos a ver qué tipo de platos sirve un lugar tan elegante. Espera, no, ese no es mi objetivo principal hoy. El objetivo de esta cena es profundizar mi relación con Deramis y utilizarla para reunir información sobre el Imperio de Rizean.

—Este es el lugar de la cena. Parece que el grupo de Goldiana-san y Sylvia-san ya han llegado, así que pueden entrar directamente y tomar sus asientos.

—Entendido, gracias. ¿Qué vas a hacer ahora, Ange?

—Lamentablemente, aún me queda trabajo, así que tengo que volver al gremio. Pero las celebraciones terminan esta noche, así que es el último empujón.

—Veo que tú también lo estás pasando mal. Cuando todo se calme, vamos a comer algo.

— ¡¿De verdad?! Supongo que lo esperaré con ansias, entonces. Um, podemos hacerlo, como, sólo los dos…

— ¡Kelvin-chan, ahí estás! ¿Qué hacen ustedes, queridos, parados afuera? ¡Entrad, entrad! ¡He estado esperando una eternidad!

Durante mi conversación con Ange, Prettia había aparecido en la puerta. El hombre, increíblemente musculoso, seguía con el mismo vestido de la tarde. Sí, creo que necesito un poco más de tiempo para acostumbrarme a la vista…

—Lo siento, ya vamos. Nos vamos ahora, Ange.

—Ah, mm, bien. Buena suerte ahí dentro, Kelvin.

Por alguna razón, la cara de Ange estaba inexpresiva cuando nos separamos. Supongo que estará cansada, al igual que Rio. Busquemos un día para hacerle una visita y llevarle algo de comida o algo así.

***

 

 

El ambiente dentro del restaurante era, para mi sorpresa, bastante apagado, no tenía nada de la llamativa ostentación que yo asociaba con la nobleza. En cambio, el diseño interior era refinado y con clase, y lo mismo podía decirse de la vestimenta de los clientes. La forma de comer de todos tenía cierta gracia y elegancia.

—Uh, si ese nivel de etiqueta es un requisito aquí, estoy en graves problemas— murmuré con cierta alarma.

—Yo… tampoco creo que pueda hacerlo— coincidió Rion con un rostro igualmente pálido.

Sera se giró hacia nosotros, con cara de auténtica sorpresa. — ¿No conocen la etiqueta para una cena formal?

Los dos nos quedamos un poco sorprendidos por su reacción. Yo lo olvidaba de vez en cuando, pero Sera era de la realeza demoníaca. En otras palabras, era una princesa. Como tal, dominaba perfectamente cosas como los modales en la mesa y la etiqueta en general. Simplemente decidía no usarlos regularmente porque era demasiado perezosa.

El resto de nuestro grupo era, ahora que lo pienso, bastante sofisticado en ese aspecto también. Por ejemplo, Gerard. A pesar de haber nacido como plebeyo, se había abierto camino hasta convertirse en caballero (que era un rango de la nobleza) y, por tanto, conocía este tipo de etiqueta por dentro y por fuera. En su caso, que llevara una armadura completa era probablemente más problemático.

En cuanto a Efil, ¿qué se puede decir? Se trataba de una chica que se pasaba todos los días mejorando como sirvienta. No había forma de que ella eludiera algo como la etiqueta formal. Aprendió todo lo que pudo en cada oportunidad que tuvo, llegando incluso a pedir instrucciones y formación a las sirvienta del castillo de Toraj mientras estábamos en la ciudad. En resumen, no había motivos para preocuparse.

—K-Kel-nii, ¿de qué lado está el cuchillo y de cuál el tenedor?

Cálmate, hermana mía. Tu mano dominante es la del cuchillo. Espera… lo es, ¿verdad? Es esta, ¿no? Mierda, ahora estoy dudando de mí mismo. En primer lugar, ¿los modales en este mundo son los mismos que en Japón? Por lo que hacen los otros clientes, no parece tan diferente, pero… ugh, ¡¿cómo pueden ser el líder del grupo y su hermana los menos presentables?! Si sólo se trata de ser educado, podría arreglármelas de alguna manera, pero la etiqueta se basa en el conocimiento; no puedo saber lo que nunca aprendí.

—Oh, no te preocupes, querida. Estamos en la sala del fondo, así que no hay que preocuparse por los modales. Además, lo verdaderamente importante no es la etiqueta en sí, sino una actitud considerada hacia los demás. Al fin y al cabo, las comidas son para disfrutarlas.

—Si tú lo dices…— Respondí, no del todo tranquilo. Me volví hacia mis compañeros. —Aun así, nos vamos a reunir con el Oráculo, que representa a todo Deramis, así que al menos pongamos el mínimo esfuerzo en ser educados, por favor.

Prettia se tapó la boca con una mano. — ¡Vaya, qué caballero eres, Kelvin-chan!

— ¿De verdad que esto va a funcionar? —Murmuró Gerard.

No es perfecto, pero no podemos permitirnos el lujo de preocuparnos ahora. Tenemos que aprender de Colette todo lo que podamos sobre Rizea.

(Kel-nii, en caso de que realmente llegue el momento entonces…).

Veo que estás pensando lo mismo que yo.

Como medida de seguridad, Rion y yo resolvimos en secreto que Efil nos diera instrucciones a través de la Red durante la comida.

***

 

 

En el momento en que puse los ojos en nuestro grupo de comensales y registré el desajuste entre sus espléndidos trajes y la forma en que estaban comiendo, todas mis preocupaciones salieron volando por la ventana.

—Oh ‘ey, iz ‘elvin-zan.

— ¡Sylvia, no hables mientras masticas!

Ahí estaba Sylvia, metiéndose comida en la boca aunque sus mejillas ya estaban hinchadas como las de una ardilla, y Ema, amonestándola. Las dos parecían tener más o menos la misma edad según sus apariencias, pero sus intercambios recordaban a los de un padre y un hijo de vez en cuando.

—Joder, ¿también estaban invitados?

—Por supuesto que sí. Son los invitados principales esta noche.

Oh, hey, el gran y poderoso ‘Brutal Beast’ se ha recuperado lo suficiente como para estar en pie. Esa elfa, Ariel, debe ser una buena sanadora. El idiota está sentado junto a Kokudori, devorando con energía su comida a pesar de los vendajes que aún lleva. Agarrar un hueso con una mano y morder directamente la carne es una forma tan aventuresca de comer. No creí que fuera a sentir alivio al ver a este tipo de nuevo, pero sus modales en la mesa me tranquilizan.

— ¡Lamento mucho las repetidas faltas de respeto que nuestro estúpido perro le está causando!

Al vernos, la cabeza de Ariel giró para mirar a Nagua, luego se levantó en su asiento y nos hizo una hermosa reverencia de noventa grados en señal de disculpa.

—Oh, no, está bien. Me siento como si me hubieran quitado un peso de encima— respondí con una sonrisa de oreja a oreja.

—Nunca pensé que me sentiría tan tranquila como ahora— añadió Rion, con una sonrisa similar.

— ¿Qué? —Ariel parecía confundida, sorprendida por nuestras reacciones. —Eh… ¿Gracias por ser tan… comprensivos…?

Pensándolo ahora con calma, supongo que es una idea absurda esperar una buena etiqueta de la mayoría de los aventureros.

— ¿Ahora ves lo que quiero decir, querido?

—Tenías razón; parece que me estaba preocupando por nada después de todo— admití. Por el rabillo del ojo, vi a Sera haciendo callar a Nagua con una mirada de muerte en nombre de todo el grupo. Otra pregunta surgió abruptamente en mi mente. —Um, ¿se supone que estamos comiendo aunque el Oráculo no haya llegado todavía?

Sylvia, que por fin había terminado de tragar todo lo que tenía en la boca, respondió: —Acaba de llegar un mensajero de deramis. Nos ha dicho que nos adelantemos y empecemos a comer porque el Oráculo llegará tarde.

—Ya veo… bueno, supongo que ella tiene sus propias circunstancias…— No recordemos más el ambiente en la arena de ese momento.

Dirigí mis pensamientos a la Red. Melfina, ¿viene realmente Colette? ¿Se puede saber?

(Relájate, cariño. Acaba de llegar).

Me giré al oír las palabras de Melfina y escuché el sonido de varios pares de pasos al otro lado de la puerta, que se abrió un momento después con un suave clic.

—Siento mucho mi tardanza, todos. Soy Colette Deramilius, y les agradezco a todos su presencia esta noche.

Ante mis ojos se encontraba la Oráculo, con un rostro adornado con una sonrisa tan clara y hermosa que parecía que el incidente de la tarde nunca hubiera ocurrido.

Parece que se ha recuperado. ¿Qué clase de truco utilizó ese viejo astuto? Sin embargo, me molesta un poco cómo las sonrisas en las caras de los guardias de Colette son tan rígidas.

(Oh, no, estoy segura de que se recuperó por sí misma. Ella está bien acostumbrada a ser deshonrada a ese grado).

¿En serio? No lo habría adivinado por esa cara tan bonita que tiene. ¿Qué clase de desgracia está sufriendo regularmente para estar ‘acostumbrada’ a ello, de todos modos?

— ¡Oh, Dios, te estábamos esperando, Colette-chan! Muy bien, ahora que todos están reunidos, ¡brindemos!

***

 

 

Aproximadamente una hora después del primer brindis, el alcohol se había metido de lleno en nuestros sistemas (a excepción de Rion, que era menor de edad, y Sera, por razones obvias). Después de comer en las mesas durante un rato, habíamos pasado a un buffet de pie, en el que todo el mundo se arremolinaba mientras comía y bebía. La comida en sí estaba deliciosa, pero no pude evitar encontrarla un poco insatisfactoria. Tal vez me he dejado mimar por la cocina de Efil. Sinceramente, no sé cómo reaccionar ante la comida.

— ¡Suéltame! —Nagua aulló. — ¡Ese bastardo definitivamente está planeando hacerle algo a Sylvia!

Kokudori suspiró. —No, no lo hace. Los tres están en medio de una importante charla entre representantes. No les molestes.

—El hombre tiene razón. Entonces, ¿qué tal si bebemos juntos por ahí? —Gerard se rió, dándole una palmada en la espalda al beastkin y dirigiéndolo a cierta distancia.

—Joder, ¿por qué sólo hay viejos a mí alrededor?

—Oh, ¿querías unirte a la mesa de Sera y Goldiana? Deberías haberlo dicho antes. Kokudori-dono, ¿te importaría echarme una mano?

—Será un placer.

— ¡Noooo! ¡Esas dos no son chicas!

Parece que las cosas se están animando en su lado de la habitación. ¿Por qué no puedo ser parte de ese círculo?

—Kelvin-san, ¿me estás escuchando?

Publicidad G-M2



—Por supuesto que sí. Estabas hablando de Touya, ¿verdad?

Por el momento, me vi obligado a escuchar las quejas de Colette. Al principio me había acercado a ella con la esperanza de interrogarla sobre Rizea, pero rápidamente había perdido la iniciativa en la conversación. Y aunque Sylvia estaba sentada con nosotros, había estado todo el tiempo concentrada en comer. Como me había familiarizado con Touya durante mi estancia en Toraj, ahora era el único objetivo de Colette para desahogarse.

— ¡Eso es! Seguro que lo entiendes, ¡habiendo trabajado tú mismo con Touya! Donde quiera que vaya, se mete en problemas, y la mayoría de las veces están relacionados con una mujer. ¿Cuántas veces crees que me ha visto en ropa interior…?

—Jajaja, eso suena duro. Sin embargo, cuando estaba con él, no ocurría nada de eso.

— ¿Es eso cierto? Me cuesta creerlo.

Oh, wow, parece genuinamente sorprendida. Bueno, me mantuve en guardia todo el tiempo, para evitar que le pasara algo a Efil y a las demás, así que tal vez eso sirvió. Sin embargo, hacer eso me agotó.

—Um, hay algo que me ha estado molestando desde hace un tiempo. Por favor, discúlpenme.

—Uh… ¿qué estás haciendo?

Colette se había inclinado repentinamente y comenzó a olerme. Espera, ¡¿huelo a sudor?!

¡Pero si me he bañado después del combate!

La chica pareció desconectarse por un momento, y de repente se puso en marcha. — ¡No, no fue nada! Por favor, no te preocupes por mí.

—Ya… veo…— ¿Qué demonios fue eso?

Después de olerme, los ojos de Colette parecían estar vidriosos, su respiración se volvía agitada mientras sus mejillas se sonrojaban, y me lanzaba miradas una y otra vez. Era tan evidente que incluso Sylvia ladeó la cabeza, diciendo: — ¿Hm?

(Uh-oh…).

¿Qué pasa, Melfina? ¿Sabes lo que está pasando?

(Cariño, por favor, ten cuidado. Colette posee la habilidad Olfacción en el rango S. Existe la posibilidad de que haya detectado mi olor en ti. Esto podría ser una gran crisis).

Publicidad M-M4

Uh… ¿qué?

No había notado que los ojos de Colette habían tomado gradualmente el brillo de un fanático religioso.

***

 

 

— ¿Se trata del regalo, Sera-chan? ¿No se lo has dado todavía?

—Sí… todavía no…

En una esquina de la terraza exterior, bajo la luz de la luna, Sera consultaba a Goldiana.

—Siento que haya tardado tanto. Incluso hiciste tiempo para salir a buscarlo conmigo y todo…

—Oh, pshh, cariño, no te preocupes por eso.

La chica demonio estaba claramente de mal humor. El tema de su discusión era el regalo que Sera no le había dado a Kelvin la noche anterior. Le costaba encontrar el momento adecuado para volver a sacar el tema.

—Sera-chan, sé sincera conmigo. ¿Qué sientes realmente por Kelvin-chan?

—Me… gusta. Creo.

— ¿Como compañero de grupo y como amigo? ¿O como hombre?

Sera se quedó en silencio. Originalmente había preparado el objeto como un regalo de agradecimiento a Kelvin por cuidarla mientras había evolucionado, pero el significado del regalo parecía estar cambiando gradualmente, y ella se estaba dando cuenta de ello.

—No estoy segura. Es la primera vez que experimento sentimientos como estos…

—Eso es lo mismo que darme una respuesta. Ten más confianza en ti misma, querida.

—Pero…

— ¡Nada de peros! A este paso, quién sabe, ¡quizá hasta Sylvia- chan se enamore de él! ¡Mi intuición femenina me dice que Kelvin-chan definitivamente tiene problemas con las mujeres! Efil-chan parece que le va a hacer caso a todo lo que diga, así que hay que llevar las riendas bien.

La intuición de Goldiana era en realidad medio correcta, pero no había nadie presente en ese momento para decírselo.

—Muy bien, cariño, te enseñaré esta estrategia; seguro que funciona— continuó Goldiana tranquilizadora antes de susurrar algo al oído de Sera.

—Um… ¿entonces sólo tengo que decir esa frase?

— ¡Eso es! Llama a Kelvin-chan a tu habitación esta noche. Dale el regalo, y cuando esté de humor, dilo. No te preocupes, ¡a mí me ha funcionado muchas veces! Ah, y cuando lo digas, tu pose debe ser…

Las instrucciones de Goldiana continuaron durante un buen rato más.

***

 

 

—Tu cara parece enrojecida, Oráculo. ¿Deberíamos despedirnos pronto?

—No, estoy absolutamente bien. Retírate.

—Como usted diga…

El jefe de los guardias de deramis se había acercado con una mirada de preocupación, pero fue inmediatamente despedido. Colette estaba interactuando conmigo y con Sylvia de manera bastante amistosa, pero había una autoridad natural en su intercambio con su guardia. Esa aura de dignidad a pesar de tener unas cuantas copas encima… Supongo que no es el Oráculo de Deramis por nada.

Pero el guardia tenía razón en que Colette tenía un aspecto un poco extraño. En contraste con su rostro pálido de esta tarde, sus mejillas estaban ahora rojas como un tomate. Melfina me había advertido que tuviera cuidado, pero no podía fingir que no me había dado cuenta de su estado. Sylvia había vuelto a comer, dejándome a solas con el oráculo.

—Umm… Kelvin-san, creo que puedo estar un poco acalorada. ¿Te importaría acompañarme fuera para tomar un poco de aire fresco?

—En absoluto. Supongo que te tomaste unas cuantas copas; tomar un pequeño descanso me parece una buena idea. ¿Te unirás a nosotros, Sylvia?

—Ya es hora de que vuelva con Ema. Ha sido divertido. Por favor, invítame de nuevo.

¡Pero si estuvo comiendo todo el tiempo y no dijo nada! Bueno, mientras ella se divirtiera, ¿quién soy yo para comentar, no? Por lo menos, ahora nos hemos convertido, como dice el refrán japonés, en amigos lo suficientemente cercanos como para haber comido de la misma olla.

Colette y yo salimos a la terraza, dejando a Sylvia atrás.

(Cariño, te lo digo por tu bien: deberías volver mientras puedas).

Aunque haya detectado tu presencia por el olor, eso no es suficiente para servir de prueba. Y mira cómo parece estar fuera de sí; sólo la estoy ayudando a tomar aire.

(Eso no es lo que me preocupa. Lo he dicho antes, pero Colette está un poco enferma).

Si está enferma, es una razón más para ayudarla.

(De acuerdo, está bien. No me culpes por lo que suceda después…).

De camino a la terraza, me di cuenta de que Gerard y los otros dos chicos nos observaban. ¿Cuándo se han acercado tanto los tres? Incluso tienen sus brazos alrededor de los hombros del otro.

—Oho, qué sorpresa: parece que mi rey ha elegido a Colette-dono. Sólo puedo esperar que esto no se convierta en un incidente diplomático.

—Y yo que esperaba que fuera a por Sylvia en su lugar…

— ¡Se lo dije, chicos! ¡Les dije que Sylvia no haría algo tan obsceno como eso! Espera un segundo, ¡¿así que esperabas que hiciera un movimiento?! ¡¿Qué coño ha pasado con la mierda de ‘charla importante’?!

Parece que se están calentando por algo allí. ¿De qué podrían estar hablando?

***

 

 

Colette y yo nos encontramos con un cielo lleno de estrellas cuando salimos a la terraza conectada a nuestra habitación privada. El lugar era mucho más grande de lo que había esperado y estaba amueblado con varias mesas y asientos. Vi a Sera y a Prettia acurrucadas en el extremo más alejado, pero parecían estar manteniendo una conversación seria. Dirigí a Colette hacia la otra dirección para no molestarlas.

—Colette-san, ¿qué tal si tomamos asiento allí?

—Sí, por favor.

Le aparté la silla. Era una noche cómoda, con la cantidad justa de viento que soplaba. Si se queda aquí un rato, debería empezar a sentirse un poco… Espera, ¿soy yo o sus ojos parecen diferentes a los de antes?

— ¿Seguro que estás bien, Colette-san?

—No es necesario el ‘san’. ‘Colette’ está bien.

— ¿Perdón?

—Por favor, sólo llámame ‘Colette’.

—Seguro, de acuerdo. Entonces, ¿Colette?

En el instante en que dije su nombre, me agarró con ambos brazos y se estremeció un poco. Me miró, sus ojos teñidos de una emoción que no pude descifrar. En serio, ¿está bien aquí?

—Muchas gracias. Sé que es una petición audaz, pero… ¡permítame llamarle Kelvin-sama a su vez!

— ¡¿Qué?! Espera, Colette, ¿qué estás…?


Después de anunciar lo que sonó casi como una confesión de amor, Colette se lanzó hacia mí. Y no sólo eso; apretó su cara contra mi pecho y empezó a respirar profundamente. Incluso con Procesamiento Paralelo funcionando a pleno rendimiento, mi mente no podía asimilar lo que estaba sucediendo.

—Lo sabía… ¡esta fragancia aromática, noble y celestial es definitivamente de Melfina-sama! ¡Ohhhhh, si cierro los ojos, puedo ver esa figura divina de ella, iluminada por una luz blanca como la nieve de la santidad! Oh, ¡qué deslumbrante! ¡Oh, la magnificencia y el esplendor!

Olvídate de la capacidad total… mi cerebro había entrado en cortocircuito por completo.

— ¡Diez años habían pasado desde que acepté mi llamado divino para servir como Oráculo de Melfina-sama! Entrené mi sentido del olfato con la esperanza de al menos saborear su fragancia, ¡así que no hay posibilidad de que me equivoque en tan estrecha proximidad! A juzgar por la cantidad de aroma persistente, diría que has estado en contacto directo con Melfina-sama en los últimos días. La única conclusión que puedo sacar es… Kelvin- sama, ¿eres un emisario de los cielos? ¡¿Eres un emisario de la Diosa?!

¡¿Qué es esa conjetura tan acertada?! Y su cara está demasiado cerca. ¡Sus ojos también me asustan!

(Lo dije, ¿no? Que está ‘enferma’).

Lo expresaste a propósito de manera ambigua, ¿no es así? ¡Ella es la definición de libro de texto de un fanático religioso!

(Oh, bien, supongo que te ayudaré un poco. Cuando estoy así de cerca, puedo conceder una profecía incluso en mi forma actual).

Oh Dio-sa, gracias.

Colette, ¿puedes oírme? —Melfina preguntó, transmitiendo su voz directamente a nuestros cerebros.

— ¡Esa… es Melfina-sama!

Baja la voz. A diferencia de la Gran Catedral, este lugar no está insonorizado.

— ¡Lo siento mucho! Me emocioné demasiado…— Colette jadeó de una manera que de alguna manera hizo que incluso su disculpa pareciera incómodamente sensual.

Detección de peligro, ¿no podías haberme avisado antes? Probablemente debería clasificarte pronto.

Te lo digo sólo porque eres tú, Colette, pero Kelvin se está moviendo por asuntos ajenos a los de los Héroes. Cuando vuelvas a Deramis, finge no saber de su conexión conmigo. Para evitar que otras personas se enteren, te prohíbo estrictamente que te metas en sus asuntos. Sin embargo, bajo las condiciones anteriores, si puedes ayudarlo dentro de tu capacidad personal, te doy permiso para hacerlo.

¡Buen trabajo Melfina, incluyendo subrepticiamente* un pretexto para obligarla a darme información! [N.T: Ocultación de un hecho para obtener lo que de otro modo no se conseguiría].

— ¡Sí, mi Diosa! ¡Haré todo lo que me digas! Um… pero ¿puedo ser tan presuntuoso como para preguntar exactamente cuál es tu relación con Kelvin- sama?

¡Él es… mi marido!

¡Mierda! ¡Me has hecho atragantarme con mi saliva! ¡¿Y qué es esa voz tan alegre?! Estás haciendo esto a propósito, ¿no?

¿Por qué pareces tan sorprendido, cariño? Especialmente después de lo intensos que fuimos en la cama anoche…

¡Lo único intenso fue tu postura al dormir! ¡¿No puedes dar tantas vueltas en la cama?!

— ¡¿Cómo puede ser esto?! Yo… Kelvin-sama, ¡he sido tan irrespetuosa contigo! —Se lamentó Colette mientras se deslizaba de mí, cayendo al suelo.

No hay necesidad de disculparse, ¡porque no soy el marido de Melfina!

—Colette, no es eso. Mel es en realidad…

— ¿Eres tan cercano a Melfina-sama que te refieres a ella con un apodo? Ya no hay lugar para la duda. Kelvin-sama, por favor, ¡patéame con tu pie por mi irreverencia! ¡Expóngame el castigo que considere oportuno! ¡Haz con mi cuerpo lo que quieras! ¡Por favor, castígame! Te lo ruego, ¡por favor!

—Espera, tú… ¡¿Tienes una hemorragia nasal?! —De repente me encontré con la tarea de calmar al oráculo. Por suerte, Sera parecía totalmente ocupada en otra cosa y no se dio cuenta de lo que ocurría en mi lado de la terraza. Podía oírla hablar con Goldiana a cierta distancia.

Kuro no Shoukanshi Volumen 4 Capitulo 3 Parte 1 Novela Ligera

 

— ¿Así?

— ¡Es perfecto, Sera-chan! Eres tan linda, ¡incluso yo podría enamorarme de ti!

Mientras Kelvin y Colette se dirigían desde el comedor privado a la terraza, el trío de hombres también se acercó a la ventana, con cuidado de no llamar la atención. Observaron cómo Kelvin y el oráculo se sentaban en el extremo opuesto del balcón donde estaban Sera y Goldiana.

—Oho, parece que tienen un buen ambiente. Dos jóvenes abriendo sus corazones el uno al otro bajo el cielo estrellado. Mi rey sí que se mueve rápido.

—Los ojos del Oráculo… esos sí son los ojos de una doncella enamorada.

Publicidad M-M1

— ¡Ja! Lo sabía, ¡ese bastardo es un maldito playboy!

Cada hombre tenía algo diferente que decir, pero todos hacían lo mismo. A saber, estaban mirando fijamente.

— ¡Ohhh! ¡El Oráculo ha abrazado a mi rey! ¡Ella es mucho más proactiva de lo que parece!

—Incluso le está frotando la cara en el pecho. Eso lo decide. Se ha enamorado completamente de él.

— ¡Ja! ¿Es la segunda autoridad de Deramis? Qué mujer tan fácil.

—Si sólo fueras tan proactivo como ella, Nagua. Siempre se te ocurre la forma más indirecta de hacer las cosas; es que…

— ¡¿Qué?! ¡No lleves este asunto sobre mí!

Los tres seguían mirando fijamente mientras bromeaban.

— ¡Oh, cielos! ¡¿Están seguros de hacer algo así aquí mismo?! ¡Colette-dono está agarrando la parte inferior del cuerpo de mi rey!

—Ser joven seguro que es genial. A veces hacen las cosas más inesperadas.

— ¡¿Se dan cuenta de lo jodidamente enormes que son sus cuerpos?! Dejen de inclinarse hacia delante, ¡no puedo ver!

Estaban mirando muy fijamente. Y al mismo tiempo, otro grupo los observaba.

— ¿Qué están haciendo Nagua y los chicos?

—No te preocupes, Sylvia. Haz como si no los vieras. Efil- san, ¿por casualidad también sabes cómo hacer este plato?

—Mm, mi favorito.

—Sí, así es. ¿Quieres que te enseñe mañana, Ema-sama?

—Um, si le enseñas a ella, ¿te importaría enseñarme a mí también?

— ¡Buena suerte intentando que la persona que te interesa se fije en ti, Ariel!

— ¡Rion-san, shhhhh!

Las cosas estaban mucho más tranquilas en el lado donde estaban las chicas en la habitación.

***

 

 

—Me voy a despedir ahora, Kelvin-sama. Me duele hacerlo, pero debo regresar a Deramis mañana a primera hora.

—Te echaremos de menos. Algún día iremos a visitar Deramis. Encontrémonos entonces.

—Esperaré con muchas ganas nuestro próximo encuentro.

Una vez terminada la cena, nos reunimos todos fuera del restaurante para despedirnos. Por orden de Melfina, Colette se comportaba con normalidad para no levantar sospechas. Parece que está haciendo un buen trabajo.

—Me encantaría concederle permiso para utilizar la puerta de teletransportación de nuestra capital, pero me temo que eso es competencia del Papa, no mía. Sin embargo, ¡prometo convencerle de que te conceda el acceso para cuando nos reunamos la próxima vez! —Colette me agarró las manos y me miró intensamente con los ojos ligeramente llorosos.

—Yo… lo agradecería, muchas gracias. Pero no hay necesidad de forzar las cosas en mi nombre, de verdad— Ella… está haciendo un buen trabajo, ¿verdad? ¿Entiende completamente lo que le dijo Melfina? El grupo de chicos que susurra en la parte de atrás me molesta, pero no tengo tiempo para ocuparme de ellos ahora mismo. Incluso si Colette está dejando caer la fachada un poco aquí, tengo que mantener las apariencias. Puedo superar esto.

—Gracias por su consideración. Bueno, entonces, todos, vamos a encontrarnos de nuevo algún día.

—Oh, espere, Colette-san— llamó Sylvia justo cuando Colette estaba a punto de subir al carruaje que la esperaba.

— ¿Sí, Sylvia-san?

Publicidad M-M3

—Hay algo personal que quiero preguntarte.

— ¿Qué puede ser?

— ¿Podemos hablarlo en privado?

Colette hizo una breve pausa, luego dijo: “Muy bien” e hizo una señal para que sus guardias permanecieran en espera.

Sylvia lanzó una mirada al resto de nosotros. Claro, “en privado” significa que tampoco quiere que lo escuchemos. Vayamos primero.

—En ese caso, nos despediremos.

—Gracias, Kelvin. Hasta mañana— Sylvia movió la cabeza y me hizo un pequeño gesto.

Nagua se puso en marcha. —Espera, ¿qué coño quiere decir con “hasta mañana”?

—Mientras estabas ocupado siendo un travieso mirón, le hicimos una promesa a Efil-san— respondió Ariel. —Ella nos va a enseñar a cocinar en casa de Kelvin-san mañana. Así que seguro que lo veremos.

— ¡¿Qué?! ¡Es la primera vez que me entero de esto!

— ¡Cállate, Nagua! Efil-san, mañana estaremos a tu cuidado.

Le dimos la espalda a la animada discusión para dirigirnos a casa. Uf, fue un día muy, muy largo…

— ¡Hora de ir a casa, queridos!

—Eh… ¿por qué estás con nuestro grupo, Prettia? —Teniendo en cuenta la naturalidad con la que se unió a nosotros, casi no me dio cuenta.

— ¡Voy en la misma dirección que ustedes, queridos, durante una parte del camino! Y además, todavía estoy un poco preocupada.

— ¿Qué quieres decir? ¿Ha pasado algo, Sera?

— ¡¿Qué?! No, no, ¡no ha pasado nada! ¡Ha pasado! ¡No es nada!

De acuerdo, está claro que pasa algo dado lo exagerado de esa reacción. Pero creo que lo correcto aquí es dejarlo pasar.

—Maestro, como informé durante la cena, Sylvia-sama, Ema-sama y Ariel-sama visitarán la casa mañana por la tarde. Usaremos la cocina y el comedor.

—Ah, claro, para su clase de cocina. Parece que Sylvia y las demás no podrán quedarse en Parth mucho más tiempo, así que hazles pasar un buen rato.

— ¡Gracias, Maestro! Si estás libre, nos encantaría que te unieras a nosotros también.

Al parecer, Ema iba a aprender a cocinar por el bien de Sylvia, Ariel lo hacía para llamar la atención de un chico que le gustaba, y Sylvia sólo iba a sentarse a comer todo.

(Aun así, mi rey, siento que debo disculparme por haberte considerado una persona quedada. Resulta que realmente puedes lograrlo cuando te lo propones). Susurró Gerard a través de la Red, dándome unos cuantos golpes en las costillas con el codo.

¿Se refiere a cómo me las arreglé para obtener la información sobre Rizea de Colette? Parece que está bastante preocupado por ello. Utilicé la Red de seguidores para responder, a pesar de no entender muy bien por qué se comunicaba con tanto sigilo.

Bueno, sí, ya sabes, las cosas simplemente sucedieron así. Sin embargo, aprendí una información muy valiosa. Puede que tengamos que contar con la ayuda de Colette bastante en el futuro.

(Ya veo, así que por eso… pero aun así, hacer ese tipo de cosas con el Oráculo, ¡y ahí mismo, al aire libre! De vez en cuando, realmente me sorprendes, mi rey).

¿Sí? fue la única respuesta que se me ocurrió.

Es cierto que aprovecharse de la generosidad de Colette no es lo más correcto, pero la situación se habría descontrolado aún más si no la hubiéramos manejado adecuadamente. Me costó todo lo que tenía para detener a Colette mientras se aferraba a mis piernas y me rogaba que la pateara o la castigara o lo que fuera. Al final, tuve que recurrir a empujarla a la fuerza, pero me aseguré de hacerlo de forma que no le hiciera daño.

— ¡K-Kelvin!

Esta vez, era Sera quien se acercaba por telepatía. Como antes, sonaba nerviosa por alguna razón.

(Um, ¿puedes venir a mi habitación antes de acostarte esta noche? Tengo algo que darte).

Aunque la conversación se desarrollaba a través de la Red, pude percibir lo mucho que se esforzaba por hacer la petición. Con “algo que darte”, ¿se refería al regalo de ayer?

Por una corazonada, miré a Prettia, que caminaba a mi lado. Al notar mi mirada, se giró hacia mí y me devolvió un pesado y deliberado guiño. Sí, bien, definitivamente está involucrado de alguna manera.

Seguro que sí. Allí estaré. Espérame.

(¡Es una promesa!).

Esta vez, me giré hacia Sera, y ella me dedicó la sonrisa más deslumbrante de todas.

***

 

 

Volvimos a casa, y llegó el momento de cumplir mi promesa a Sera. Me paré frente a su puerta, sintiéndome ligeramente nervioso. Llamé ligeramente y grité: —Sera, soy yo. ¿Puedo entrar?

—S-Seguro.

Con su permiso, entré en la habitación. Ya había estado allí antes mientras la cuidaba. Pero todos los objetos que habían sido esparcidos la última vez habían sido cuidadosamente guardados. La propia Sera estaba sentada al borde de la cama, sin más ropa que una bata.

—Um… siéntate aquí…

—De acuerdo.

Sera me invitó a acercarme dándome una palmadita en el lugar que estaba a su lado, y yo accedí. Ninguno de los dos se atrevió a decir nada durante un rato, y reinó el silencio. Sabía que si preguntaba: “¿Y por qué querías que viniera?”, la cosa seguiría su curso. Pero teniendo en cuenta lo nerviosa que estaba, las acciones sugestivas de Prettia y el estado de ánimo de la habitación, hasta yo me daba cuenta de lo que ocurría a pesar de mi habitual olvido de este tipo de cosas. Estábamos tan cerca que podíamos tocarnos si nos acercábamos. Maldita sea, ahora yo también estoy nervioso…

—Um…

—Um…

Y, por supuesto, fuimos víctimas del cliché de “dos personas que empiezan a hablar al mismo tiempo”.

—Lo siento. Sigue tú, Sera.

—O-Okay. Aquí está el regalo que no pude darte ayer en la taberna. Es un regalo de mi parte.

Acepté la pequeña caja que me tendió con manos temblorosas. La cara de Sera estaba girada hacia el otro lado, pero a juzgar por el vapor que salía de su cabeza, se había puesto claramente roja.

—Gracias. ¿Puedo abrirlo?

—S-Seguro. Aunque no sé si te gustará o no…

Deshice con cuidado el bonito envoltorio y abrí la tapa para revelar un colgante de plata. El diseño era sencillo, pero los grabados de la forma cilíndrica eran absolutamente hermosos. Para mi sorpresa, Ojo Analizador me dijo que se trataba de un artículo de rango A. Si lo hubiera comprado, el precio habría sido enorme. Pero más que el precio, me impresionó que ella hubiera logrado encontrar algo así a la venta.

— ¿Tú… encontraste esto y lo compraste para mí?

—Es cierto a medias. Fue Goldiana quien lo encontró. Luego lo compré con mi parte del dinero de la recompensa de la misión de exploración de la nueva mazmorra.

—Ya veo. Me encanta. A partir de mañana, lo llevaré puesto todo el tiempo.

— ¡¿De verdad?! Qué alivio…

Si hubiera querido, podría haber utilizado el dinero para comprarse varios instrumentos de alto precio que le harían falta durante bastante tiempo. En cambio, los había dejado pasar para comprarme esto. Tengo que cuidarlo bien. Sinceramente, estoy encantado con este regalo.

—El colgante tiene un pequeño compartimento, ¿verdad? ¿Has puesto algo dentro? —Eché un vistazo más de cerca a la cerradura y la encontré sorprendentemente segura.

— ¡Mh-hm! Está lleno de mi sangre. ¡Usé mi habilidad para comprimirla y meter toda la que pude! No lo abras por accidente, ¿de acuerdo? Causaría un desastre.

—Ya… veo— N-No, todavía estoy muy feliz de recibir esto.

Sera volvía a ser la misma de siempre, aparentemente había perdido su nerviosismo tras conseguir entregar el regalo sin contratiempos. Hablamos, nos burlamos y nos reímos como siempre. La relación entre nosotros era… bueno, totalmente normal.

Sin embargo, era consciente de que ya no me satisfacía nuestra relación habitual. De hecho, me había enamorado de esta chica brillante y directa que siempre pensaba en mí y se preocupaba por mí. La quería tanto como a Efil, y eso ya no podía cambiar. Por la forma en que se sonrojaba cada vez que nuestras miradas se cruzaban, me di cuenta de que correspondía a mis sentimientos.

—Kelvin, yo… tengo algo que quiero contarte— dijo, completamente de improviso. De repente me di cuenta de que nuestras manos se habían superpuesto y nuestros dedos estaban entrelazados.

— ¿Puedo decirlo primero?

— ¿Qué?

Si dejara que Sera lo dijera primero, no sería un hombre.

—Sera, te quiero.

Publicidad M-AB

Con esa confesión, acerqué lentamente mi cara a la suya. Su sorpresa fue cediendo mientras cerraba los ojos. Poco a poco, sus deliciosos labios color rosados…

Thud.

Un sonido sordo rompió la cargada atmósfera. Es extraño. Por alguna razón, en lugar de una sensación de suavidad en los labios, me duele la frente. Me duele mucho.

— ¿Qué es…?

— ¡¿Qué?!

Mantente Enterado
Notificarme
guest
This site uses User Verification plugin to reduce spam. See how your comment data is processed.

INSTRUCCIONES PARA LA ZONA DE COMENTARIOS

1- No Puedo Comentar: Toca los botones que estan debajo del recuadro de comentarios, aquellos que le cambian el estilo a Negrita, Cursiva, etc. (B, I, U, S)

2- No Aparece Mi Comentario: Es por nuestro sistema de moderación, luego de revisar y aprobar tu comentario, este aparecera. NOTA: Usa un correo real o no se aprobara tu comentario.

3- ¿Como Escribo un Spoiler?: Toca [ + ] (es el botón spoiler) y aparecera una ventana, ahí debes poner el TITULO de tu spoiler (recomendamos poner simplemente SPOILER), luego en el codigo que aparecera en el recuadro del comentario debes escribir dentro de los simbolos ] [

[spoiler title="Titulo de tu spoiler"]Aqui va tu spoiler[/spoiler]

Nota: Todo el texto que coloques antes o despues del codigo del spoiler sera visible para todos.

0 Comentarios
Respuestas en el Interior del Texto
Ver todos los comentarios