Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 18

Capitulo 3: El Señor Del Bosque

Nuestra primera noche en el asentamiento de Sauti había llegado a su fin sin ningún problema.

Nos levantamos junto a la salida del sol, limpiamos la vajilla y los utensilios de cocina utilizados en la cena de anoche, juntamos leña y hojas de pico, y nos dispusimos a preparar todo para hacer negocios.

El grupo del clan Ruu partió temprano para regresar a su asentamiento. Dividirse así normalmente habría complicado el proceso, pero la ruta que íbamos a tener que tomar para llegar a la ciudad postal pasaba por el asentamiento de Ruu de todos modos, por lo que no había ningún problema con que se dirigieran allí primero. Nuestros dos grupos se separaron, planeando volver a unirse más tarde.

Mientras tanto, llegó el momento crucial para el grupo del clan Fa. Toor Deen, Yamiru Lea, Yun Sudra, Lem Dom y yo necesitábamos trabajar con las mujeres Sauti y Vela para preparar 140 envolturas de poitan, 120 giba manju y 30 sándwiches de chuleta giba. Como estábamos dejando la cocina de las posadas al clan Ruu, no podíamos pedirles ayuda con esto también.

La única parte que logramos completar ayer fue cortar la carne y preparar la salsa para las envolturas de poitan. Además, además de terminar eso, necesitábamos hornear suficiente poitan para varios días de una sola vez, y todo tenía que hacerse en solo dos horas.

“Bueno, entonces, como planeamos ayer, Toor Deen y Yun Sudra, ¿pueden preparar el giba manju, y Lem Dom, pueden hornear el poitan? Yo me encargaré de los sándwiches de chuleta de giba y te pediré que me ayudes, Yamiru Lea.”

Toor Deen y Lem Dom participaron en este trabajo todos los días, por lo que formaron pequeñas unidades con las mujeres Sauti y les dieron instrucciones. Yamiru Lea fue la única que lo hizo por primera vez, por eso le pedí que me ayudara y empezamos a freír las chuletas. Como solo era suficiente para treinta comidas, no era mucho trabajo.

Una vez terminado, nos unimos al grupo de Toor Deen para trabajar en el giba manju. Como solo podíamos confiar en las mujeres Sauti para picar la carne y cortar las verduras, eso dejó nuestras manos más hábiles para hacer la pasta y formar la masa fuwano.

Luego, una vez que parecía que las cosas habían progresado lo suficiente, tomé el poitan horneado de Lem Dom y completé los sándwiches de chuletas de giba. Eso significaba agregar la salsa a las chuletas una vez que goteara el aceite, agregar un poco de tino rallado y los dos pedazos de poitan horneado, luego ponerlos todos en una caja de madera para que no se deshicieran. Las envolturas de poitan se cocinaban en el lugar antes de venderse, por lo que estaban listas tan pronto como se horneaba el poitan. Cargamos todo en el vagón junto con las bolsas llenas de carne y los recipientes de salsa.

Terminamos haciendo que todos formaran el giba manju envolviendo fuwano alrededor de la pasta. Estábamos corriendo justo contra el límite de tiempo en ese momento.

Yamiru Lea suspiró mientras cargaba un poco de giba manju completo en una canasta humeante. “Tú horario normal te hacía cocinar para las posadas cada dos días además de todo lo que acabábamos de hacer, ¿cierto? Realmente es difícil incluso de imaginar”.

Por lo general, nos reuníamos con Yamiru Lea en el asentamiento de Ruu, por lo que esta fue la primera vez que la hicimos ayudar con el trabajo de preparación. Encontré su expresión exhausta con una brillante sonrisa.

“Los miembros del clan Fou, Ran y Sudra que suelen ayudar están acostumbrados al trabajo, por lo que no es demasiado difícil. Y puedes ver lo hábil que es Lem Dom ahora también”.

“Estoy seguro de que también hay una gran conmoción en el asentamiento de Ruu todos los días. Es una suerte que no me hayan reclutado”.

En cualquier caso, los platos estaban completos. Después de agradecer a Mil Fei Sauti por ayudarnos a guiar a todos, partimos rápidamente hacia el asentamiento de Ruu.

Las cosas parecían haber ido bien por su parte también. Sin embargo, dado que su principal fuerza de caza estaba ausente, ayer terminaron con menos de la mitad de su número habitual de giba. Si esto continuaba, el stock de entrañas terminaría agotándose en poco tiempo.

“Bueno, debería ser posible apoderarse de esas entrañas si le preguntamos a nuestros clanes subordinados. Pero aun así, rezaré para que mi padre y los demás puedan terminar el trabajo de manera segura lo antes posible”, dijo Reina Ruu cuando nos separamos.

Cuando llegamos a la ciudad de correos, el negocio parecía agradable y animado una vez más.

Afortunadamente, la cantidad de clientes que teníamos no estaba disminuyendo en absoluto. Efectivamente, la novedad no parecía haber desaparecido en los últimos dos días. Más bien, era posible que la reputación positiva que aún estábamos construyendo estuviera llamando aún más la atención.

Aun así, Ama Min Rutim y Yun Sudra estarían trabajando con nosotros desde el comienzo del día hasta el final, por lo que nos dio mucho margen de maniobra. Tal vez esta era la cantidad correcta de personal cuando el negocio en los puestos estaba en un punto alto. Me tomé un tiempo para considerar si sería inteligente seguir con esta alineación incluso después de que nuestro deber en el asentamiento de Sauti llegara a su fin.

Mientras todos esos pensamientos pasaban por mi cabeza, el propietario de El Gran Árbol del Sur, Naudis, se detuvo por primera vez en mucho tiempo.

“Hmm, esto ciertamente es delicioso. Parece que los despojos de giba son tan buenos como la carne ordinaria.”

Aparentemente, hubo una gran discusión sobre el restaurante al aire libre en su posada, por lo que vino a verlo personalmente. Pude alejarme un poco del trabajo, así que me tomé un momento para agradecerle en lugar de las ocupadas Sheera y Vina Ruu.

“Aun así, este plato proviene del clan Ruu, ¿no es así? ¿No planeas ofrecer un plato de sopa en tus puestos, Asuta?”

“Bueno, me gustaría expandir el menú eventualmente. Aunque en lugar de otro tipo de sopa, estaba pensando más en un plato que debe servirse en un plato”.

De esa manera, no habría ningún enfrentamiento con el clan Ruu. Además, si también optamos por un plato que pudiera venir en tamaño medio o completo, entonces podría pedirse junto con la sopa. Y eso ampliaría aún más la variedad de opciones en nuestro menú combinado.

“Hmm. En ese caso, hay algo que me gustaría pedirte.”

“¿Eh? ¿Qué es?”

“Si es posible, me gustaría que vendiera curry giba en sus puestos también”.

Esa fue sin duda una propuesta inesperada. Aunque quería ver qué tan bien se vendía el curry con mis propios ojos, ya se ofrecía en cuatro posadas, por lo que me preocupaba que si me excedía demasiado, había riesgo de que la gente se cansara del plato.

“El curry giba se está vendiendo bastante bien incluso en mi posada. Pero, como era de esperar, no faltan clientes del sur que lo ven como un plato Sym y lo evitan”.

“Cierto. Entonces, ¿solo lo piden sus clientes del oeste?”

“La mitad de ellos son occidentales, la otra mitad orientales y luego solo unos pocos sureños, diría yo”.

“Ah bien. Ha tenido algunos orientales visitando El Gran Árbol del Sur para la cocina giba, ¿no es así? ¿Sus números aún no han disminuido incluso con tantas posadas que ofrecen carne de giba ahora?”

“Bueno, no es por presumir, pero de todos los lugares que sirven carne giba, el mío tiene la variedad más amplia. El Sledgehammer en particular es una posada realmente pequeña, por lo que mi lugar tiene bastantes orientales que no pueden llegar allí.”

Sledgehammer también parecía estar floreciendo a su manera. Y eso fue algo que estaba muy agradecido de escuchar.

“Personalmente, aunque tengo sangre de Jagar, sigo siendo un ciudadano del oeste que ha dedicado su alma a Selva, por lo que no tengo intención de discriminar a ninguno de mis clientes, incluso a los nacidos en el este. Pero aun así, quiero que mi posada sea un lugar de relajación y refrigerio para mis clientes del sur… Esos son los clientes que más quiero complacer con los platos que sirvo”.

“Sí, entiendo cómo te sientes”.

“Sin embargo, el curry giba simplemente no se vende tan bien como los otros platos giba. Después de todo, la mayoría de mis clientes de Jagar piensan que es un plato Sym. Pero en realidad es un plato de tu país de origen que solo usa muchas hierbas de Sym, ¿correcto?”

“Así es. Creo que los clientes nacidos en Sym también lo encuentran bastante inusual”.

“Creo que sería bueno si se supiera mejor por aquí que el plato vino de ti, una persona del borde del bosque y un visitante del extranjero”, dijo Naudis con entusiasmo mientras sorbía el estofado de giba. “Este plato utiliza aceite de tau y azúcar de Jagar. Pero en lugar de ser un plato de Jagar, proviene del borde del bosque. Su gente está usando ingredientes tanto de Jagar como de Sym, tratándolos por igual. Si todo esto se convierte en un conocimiento más común, entonces también debería cambiar la forma en que la gente ve el curry giba, como un plato del borde del bosque en lugar de Sym”.

“Ya veo. Es una forma de cambiar la forma de pensar de las personas sin decir nada directamente, ¿verdad?”

Naudis asintió en respuesta a mi sonrisa.

Consideré su propuesta. “En ese caso, veré qué piensan los otros dueños de la posada y decidiré qué hacer a partir de ahí. Pero el clan Ruu acaba de abrir este restaurante, así que me imagino que al menos esperaremos hasta que las cosas se calmen primero”.

“Bueno, no es como si hubiera alguna necesidad de que abras otro lugar de inmediato. Sin embargo, no falta mucho para el festival de renacimiento del dios sol. Y esa no es una oportunidad que cualquiera que se gana la vida con las ventas pueda pasar por alto, ¿verdad? Naudis declaró solemnemente. “Este asunto relacionado con el curry giba es, en última instancia, solo mi deseo personal, por lo que dejo la decisión en tus manos. Pero incluso si eso no es lo que quieres, sigo creyendo que deberías expandir tu negocio. Después de todo, simplemente no habrá una mejor oportunidad para que el mundo en general sepa lo deliciosa que es realmente la giba”.

“Eh. ¿Qué mucha gente visita Genos para el festival de la renovación?”

“Sí, así es. Incluso con una estimación baja, diría que el número de clientes en los puestos y posadas debería más del doble. De hecho, mi lugar será contratar gente y tener un puesto solo para el evento”.

“Más del doble, ¿eh?”

Eso fue increíble. Después de todo, nuestros puestos del borde del bosque estaban viendo actualmente entre trescientos y cuatrocientos clientes diariamente. Y aunque acabábamos de expandir el restaurante al aire libre, si tuviéramos tantos clientes abarrotando el lugar, terminaríamos excediendo la capacidad nuevamente. Con eso en mente, necesitábamos expandir la cantidad de asientos que teníamos durante al menos la duración del festival. Y eso también podría significar que el clan Fa podría preparar un nuevo plato a su vez.

“Entiendo. Esa es información valiosa. Gracias. Lo tendré en cuenta mientras trato de encontrar el mejor camino a seguir”.

“Ah, en absoluto. Después de todo, nos conocemos desde hace varios meses y me gustaría que esta relación continúe, y que ambos encontremos el éxito juntos”.

Naudis era probablemente mi socio comercial de mayor confianza. Por supuesto, tenía mis lazos emocionales con él y los demás, pero incluso más allá de eso, sentí que él y yo podíamos confiar y respetarnos más cuando se trataba de negocios, incluso en comparación con Milano Mas, Nail o Yumi. No es que estuviera insatisfecho con eso de ninguna manera. Más bien, estaba orgulloso de tener esa relación con un hombre de negocios experimentado como Naudis.

Naudis partió después de eso, y el negocio continuó pacíficamente, aunque a un ritmo bastante rápido, hasta que terminó el día.

***

Una vez terminados los negocios del día, regresamos al asentamiento de Sauti.

En cuanto a las mujeres Ruu, Reina y Lala Ruu se intercambiaron por Sheera y Vina Ruu. Para dar inicio a nuestra próxima ronda de trabajo del día, seguimos adelante y comenzamos a preparar la comida para los clanes bajo el Sauti.

“Lo siento, pero ¿podría pedirte que hagas el trabajo de preparación de la sopa, Reina Ruu? Toor Deen debería tener una idea de la cantidad necesaria”.

“Comprendido. ¿Te diriges a alguna parte, Asuta?”

“Tengo que pedir prestada la estufa al aire libre para preparar la base de curry que se venderá”.

Actualmente, vendíamos la base de curry a cuatro posadas. En total, solo sumó alrededor de cien comidas, pero aun así rindió bastante cada día.

Moler y tostar las especias era algo en lo que generalmente ayudaba a las mujeres de los clanes cercanos, preparando una gran cantidad a la vez. Lo que tenía que hacer hoy era tomar esos y hacer la base de curry final con ellos.

Con Yamiru Lea como mi asistente de cocina, comenzamos cortando el aria. Luego los sofreímos en grasa de leche junto con las especias, y por último añadimos un poco de fuwano. El proceso en sí no fue complicado, pero aun así tomó un poco de esfuerzo hacer suficiente para varios días a la vez.

Mientras calentaba todas esas especias en una olla de hierro, las mujeres y los niños de los clanes Sauti y Vela comenzaron a reunirse por todas partes. Era natural que la gente sintiera curiosidad, considerando el poderoso aroma que estábamos esparciendo por el aire. Quería hacerles saber que no había necesidad de preocuparse, pero dado que solo miraban desde la distancia, no estaban lo suficientemente cerca como para que mi voz los alcanzara.

“Asuta, ¿de qué se trata toda esta conmoción?” finalmente gritó el anciano Moga Sauti.

Mientras añadía el fuwano a las especias y lo agitaba bruscamente con una cuchara de madera, respondí: “Ah, esto es parte de los preparativos para nuestro negocio. Lo siento por ser una molestia con el olor.”

“No diría que es especialmente desagradable… pero sí es un aroma potente, sin duda. Me imagino que mantendría al señor del bosque alejado del asentamiento sin siquiera la necesidad de fruta de protección giba”, dijo Moga Sauti con una sonrisa, y respiré aliviado.

“Si no te importa, ¿qué tal si también servimos este plato para la cena en algún momento? Ya lo revelamos en una celebración del clan Rutim y pareció ser bastante bien recibido”.

“Hmm, qué interesante. ¿Son quizás hierbas de Sym?” “Sí. Fueron comprados en la ciudad del castillo.”

“Ya veo… De alguna manera, mi cuerpo parece desear ese aroma”, respondió Moga Sauti, comenzando a mirar a lo lejos. “Sabes, también he tenido la idea de que los Sauti debimos vivir juntos con los totos en los viejos tiempos. Después de todo, se sienten extrañamente familiares, y todos los hombres pueden montarlos sin ninguna dificultad. Quizás eso se deba a la sangre de Sym durmiendo dentro de nosotros”.

“Ah, ¿estás hablando de cómo se dice que la gente del borde del bosque podría tener sangre tanto de Sym como de Jagar corriendo por sus venas? Escuché que aparentemente la gente de Sym es especialmente hábil en el manejo de totos, sí”.

“Por cierto. Y parece que una cierta cantidad de palabras y costumbres Sym permanecen aquí en el borde del bosque. El hecho de que esas costumbres existieran a pesar de que nuestro hogar había sido el bosque negro de Jagar bien podría ser una prueba de que tenemos sangre Sym”, dijo Moga Sauti, con una sonrisa cada vez más clara. De alguna manera, esa expresión me recordó a la abuela Jiba. “Aunque he vivido durante setenta años, no sé nada de nuestro tiempo en el bosque negro. Se quemó diez años antes de que yo naciera, después de todo… Nuestros ancestros nacieron de sangre mezclada de Sym y Jagar en el bosque negro, y ahora cazamos giba en la tierra Selva. El destino puede ser algo verdaderamente extraño, cuando lo piensas”.

“Ahora que lo mencionas, es como si todos unieran a Sym, Jagar y Selva. Ese es mi punto de vista honesto, aunque me siento mal porque Mahyudra se quedó fuera”, respondí, recordando mi conversación con Naudis de más temprano en el día.

Mientras me devolvía la mirada, Moga Sauti sonrió una vez más. “Hasta hace solo unos meses, no teníamos vínculos con los ciudadanos de ninguno de los reinos. Tanto nosotros como esas otras personas nos evitábamos unos a otros, engendrando nada más que mala sangre. Pero ayudaste a forjar adecuadamente esos lazos, Asuta”.

“Cierto. Y no fue solo gracias a mí, sino también a Donda Ruu, Gazraan Rutim, Ai Fa y muchos otros”.

“Pero tú fuiste el primero en comenzar a atarlos a todos, Asuta”. Moga Sauti hizo señas a los niños que observaban desde la distancia y colocó sus manos arrugadas sobre sus pequeñas cabezas. “Y ahora, también estás metiendo a nuestro clan Sauti en ese círculo. Estoy verdaderamente agradecido, desde el fondo de mi corazón”.

“Eso es porque Dari Sauti decidió depender de clanes como los Ruu y los Fa con los que no tenía lazos de sangre”, le respondí a Moga Sauti con una sonrisa mientras transfería la base de curry completa a un plato grande especialmente hecho. “Pero me alegraría si logramos convertirnos en amigos de los Sauti… Tengo que trabajar en la cena después de esto, así que espero que lo esperen con ansias, ¿okay?”

Eso último estaba dirigido a los niños pequeños. Y en respuesta, todos sonrieron y asintieron. “¡Sí!”

Habían pasado alrededor de dos horas desde que los cazadores regresaron del bosque. Aunque el sol estaba bastante al oeste en este punto, todavía quedaba casi una hora hasta la puesta del sol.

Los cazadores habían sido recibidos con sorpresa y gritos de admiración. Aunque no habían derribado al señor del bosque, en su lugar habían regresado triunfantes con un número anormalmente grande de giba.

“Agotamos nuestras fuerzas cazando a todos estos, así que regresamos antes de encontrarnos con el señor. Tendremos que desollarlos ahora también”, me había dicho Ai Fa mientras sostenía una giba que parecía un poco más pesada que ella. Entre los once cazadores, llevaban seis giba en total. Eso significaba que todos los demás los cargaban en pares, atados a postes.

Aun así, según su relato, estos eran solo los giba que habían desangrado con éxito sin que la piel se arruinara, mientras que a los demás simplemente les cortaron los cuernos y los colmillos y desecharon el resto.

“Luego está la parte que va a las sucursales de Sauti y también a los clanes subordinados. Me pareció una tontería seguir contando en algún momento, así que realmente no podría decir cuántos giba derribamos en total”.

“¡Los conté! ¡Trajimos dieciocho giba y arrojamos a un lado otros trece!” Dan Rutim intervino en voz alta. Como la lesión en su tobillo aún no se había curado por completo, naturalmente tenía las manos vacías. “¡Ugh, por qué tuve que lesionarme en un momento como este! ¡Quiero balancear mi espada junto a mis camaradas!”

“¿De verdad estás diciendo que solo ustedes once lograron cazar a treinta y un giba por su cuenta?” Mil Fei Sauti murmuró asombrado, habiendo salido también a saludar a los cazadores.

Mientras la miraba, Donda Ruu respondió con voz disgustada: “Todo lo que hicimos fue acabar con el giba que los cazadores Sauti dirigieron hacia nosotros. Entre los dieciséis cazadores Sauti y nuestro grupo de once, éramos veintisiete fuertes, así que no veo nada por lo que actuar tan sorprendido.”

“Pero menos de diez de ustedes cazadores estaban blandiendo sus espadas, ¿correcto?”

“Aun así, este es el resultado de la unión de la fuerza de todos. Es precisamente por eso que dividimos los cuernos, los colmillos, las pieles y la carne por igual”, respondió Donda Ruu, sonando algo molesta. “Además, no importa cuánta vitalidad tengamos, nunca sería suficiente para nosotros seguir cazando con estos métodos. Si el señor del bosque no aparece en unos días, nuestras fuerzas se agotarán. Esto no es nada por lo que celebrar”.

Como un extraño mirando hacia adentro, pensé que todos parecían estar rebosantes de fuerza, pero la carga sobre ellos tenía que ser bastante severa. No importa cuán eficiente haya sido su método de caza, veintisiete cazadores derribando a treinta y un giba fue un botín extraordinario.

Además de eso, Ai Fa y Mida habían estado esperando en lo profundo de los terrenos de caza llenos de trampas, y terminaron teniendo que empuñar sus espadas contra una horda de giba que venía cargando desde una dirección inesperada. Aunque la caza de sacrificio era peligrosa, ya que hacía que los giba perdieran el sentido, Mida era mala persiguiendo, pero buena manejando a las bestias de frente, por lo que pudieron derribar varias sin ningún riesgo significativo.

“Esta es la primera vez que he cazado tantos giba…”, dijo Mida, su gruesa mandíbula inferior temblaba felizmente. Ai Fa también parecía aliviada de que la caza sacrificial que había elegido usar no hubiera provocado ninguna desgracia. En cuanto a mí, no pude evitar sentirme asombrado ante la idea de que Ai Fa y Mida trabajaran juntas para interceptar un enjambre de giba.

Mientras me imaginaba eso, Ai Fa se acercó a mí, solo para que alguien más viniera corriendo.

“¿Estás bien, Ai Fa? ¡Hay tanta sangre en ti!”

Cuando escuché eso, me giré para buscar la voz y encontré a Yun Sudra aferrado a la cabeza de mi clan. Con un dudoso fruncimiento de ceño, Ai Fa miró el rostro pálido de la niña más pequeña.

“No es nada de qué preocuparse. Esta no es mi sangre, es la sangre de los giba”.

“Ah, ya veo. Mis disculpas. Supongo que perdí la compostura allí”. Yun Sudra colocó una mano sobre su propio pecho y dio un gran suspiro. Cuando vio eso, el ceño de Ai Fa se frunció aún más.

“¿Por qué estabas tan conmocionado, Yun Sudra? No parecías tan perturbado cuando los miembros del clan Ruu resultaron heridos ayer”.

“¿Eh? Bueno, los Ruu y sus clanes subordinados son todos compañeros del borde del bosque, pero Fa y Sudra son amigos, así que no pude evitar sentirme conmocionado”, respondió Yun Sudra, con las mejillas notablemente rojas. “La idea de que te lastimen me hace sentir lo mismo que me sentiría si un miembro de Sudra resultara herido, Ai Fa. Y rezaré para que puedan continuar llevando a cabo su trabajo de manera segura en los días venideros”.

“Ya veo… Eres una persona amable, Yun Sudra”, respondió Ai Fa en voz baja.

“Oh, en absoluto”, respondió Yun Sudra con una sonrisa tímida.

Mientras miraba por el rabillo del ojo, Donda Ruu declaró: “Es hora de ordenar estos giba”.

***

Para la cena de esa noche los platos principales fueron simplemente bistecs y hamburguesas, luego de plato de sopa comimos una sopa giba preparada con tarapa, y las guarniciones consistieron en un salteado con cuatro variedades de vegetales y hongos, más una ensalada hecha con el sheema tipo daikon.

Los platos principales y de sopa se eligieron para mejorar aún más las habilidades de las mujeres Sauti que ya habían aprendido técnicas de cocina de los Rutim, mientras que el plato de verduras se eligió para enfatizar la novedad y la nutrición

Para el salteado de verduras, además del aria, usé ingredientes comprados en la ciudad del castillo, específicamente el chan parecido al calabacín, el ro’hyoi parecido a la rúcula y el ma pula parecido al pimentón. También fui extravagante con los champiñones, usando los que eran equivalentes a shiitake y champiñones de oreja de nube. Para dar sabor usé aceite de tau, azúcar, almidón de chatchi y varias hierbas para darle al plato un sabor distintivo.

La ensalada de sheema se acompañó con un aderezo hecho de kiki seco, que era similar a una ciruela agria, lo que lo convirtió en un plato refrescante.

Y finalmente, tuvimos suficiente sopa giba para servir a todos, y se entregó un poco a los cuatro clanes, además de Sauti y Vela. Era un plato simple con una base de tarapa y myamuu, pero también empleé un poco de cada uno de los familiares aria, chatchi y nenon, así como las tres verduras más inusuales del salteado. Pensé que con suerte eso sería suficiente para prestarles a todos al menos un poco de fuerza.

“Todo está delicioso. Incluso más que tus platos que probé en la ciudad del castillo, diría yo”, dijo Dari Sauti. Su fiebre finalmente había bajado por completo, por lo que una vez más pudo comer normalmente.

En cuanto al resto de los heridos, los dos que sufrieron heridas especialmente graves todavía solo podían sorber sopa con carne picada, pero los otros cuatro se habían recuperado lo suficiente como para comer al menos media ración de comida normal.

“Tú cocina ha brindado un gran consuelo a Sauti y Vela, Asuta del clan Fa”, me susurró Mil Fei Sauti después de la cena, durante el descanso después de limpiar. “Y estoy seguro de que los miembros de Fei, Don y todos los demás sienten lo mismo. Tenía algunas dudas sobre cuánto uso sería convocar no solo a los cazadores sino también a los chefs, pero parece que fue un error de juicio vergonzoso de mi parte.”

La expresión de su rostro permaneció tan tensa y estricta como siempre, pero las palabras de Mil Fei Sauti me ayudaron seriamente a sentirme a gusto.

Como no hubo una nueva discusión para el día durante la cena, todos terminaron apresurándose a regresar a sus propias casas… pero justo cuando estaba a punto de entrar a la sucursal de Vela donde me hospedaba junto a Ai Fa, Bartha y Jeeda, una voz me llamó desde atrás.

“Asuta, ¿podría tener un poco de tu tiempo?”

Era Yun Sudra.

Sin pensar, me volví hacia Ai Fa, sin saber cómo responder. El jefe de mi clan simplemente respondió: “No salgas demasiado tarde”, con los ojos medio cerrados, antes de desaparecer rápidamente más allá de la puerta.

“¿Qué es? ¿Es algo relacionado con el negocio?” Pregunté, esperando que así fuera, mientras me enfrentaba a Yun Sudra parado allí bajo la luz de la luna.

“No, eso no es todo. Solo quería expresarte mi gratitud”.

“¿Tu gratitud?”

“Así es. Al trabajar junto a ti, he podido ver todo tipo de cosas. Y pude aprender cómo incluso alguien como yo podría prestar mi fuerza a mis camaradas. Si me hubiera quedado en la casa Sudra todo este tiempo, seguramente nunca habría comenzado a pensar como lo hago ahora”, dijo Yun Sudra con las manos juntas mientras me miraba con pasión. “Aquellos miembros de Sauti que perdieron sus fuerzas han estado comiendo con alegría nuestra comida y mejorando constantemente. No puedo imaginar qué me haría sentir más orgullosa que eso”.

“Sí, estoy muy contento de verlo también”.

“Muchas gracias. Eres todo lo que aspiro a ser. Y quiero seguir sirviendo a tus órdenes mientras viva”.

“Ah, Yun Sudra…” comencé a responder.

Sin embargo, ella me interrumpió diciendo: “No, eso no es lo que quise decir. Simplemente quise decir como chef. Alguien como yo no sería una esposa adecuada para ti, Asuta”.

Yun Sudra finalmente se fue y dijo la palabra “esposa”.

Mientras sentía el sudor correr por mi espalda, miré su rostro sonriente.

“Pero acabo de cumplir quince años. La gente no comenzará a molestarme para que me case hasta que cumpla dieciséis o diecisiete años. Deseo seguir puliéndome hasta entonces, para poder convertirme en alguien digno de casarme contigo”.

“Yun Sudra…” llamé.

Sin embargo, una vez más me interrumpió diciendo: “No, entiendo. Tal como están las cosas, no hay lugar para mí en tu corazón. Pero aun así, tengo la intención de seguir aferrado a esa débil esperanza hasta que tomes a otra mujer como tu esposa.”

“Yun Sudra… ¿Hablaste con Raielfam Sudra?”

“No. No he discutido este asunto con el jefe de mi clan en absoluto. Pero puedo decir cómo te sientes incluso sin escucharlo decir. Después de todo, nadie por ahí está tratando de ganarse tu corazón con tanta fuerza como yo… aparte de una persona, eso es”, respondió Yun Sudra, y luego estalló en una sonrisa. “No tengo posibilidades de ganar contra una mujer tan maravillosa. Sin embargo, eso no significa que pueda dejar de pensar en ti, Asuta”.

“Yun Sudra…” repetí, sonando como un idiota.

“Sin embargo, definitivamente no perderé ante ninguna mujer aparte de ella. Me volveré lo suficientemente fuerte para eso, al menos. Así que, por favor, permíteme seguir estando a tu lado de aquí en adelante… Te amo, Asuta”. Sin dejar de sonreír, Yun Sudra se alejó de mí. “Si llega el momento en que te unes a alguien a quien quieres, entonces te desearé la mayor felicidad imaginable, desde el fondo de mi corazón. Estoy segura de que lloraré hasta quedarme dormida esa noche, pero luego comenzaré a buscar un marido por el bien de mi clan. Y el Fa y Sudra seguirán siendo amigos para siempre, incluso después”.

Con eso, Yun Sudra desapareció en la oscuridad.

Mientras miraba hacia la luna pálida, me obligué a reprimir las emociones que se arremolinaban en mi pecho y llamé a la puerta de la casa de Vela.

Al igual que ayer, una mujer Vela que sostenía un candelabro me guio a la misma habitación que antes, donde encontré a Ai Fa ya encima de la ropa de cama, acostada de espaldas a mí.

Esta vez, la cabeza de mi clan estaba contra la pared. En silencio, me acosté a su lado. Como había realizado una caza de sacrificio por primera vez en mucho tiempo, había un aroma dulce casi seductor que se adhería a su cuerpo.

“¿Así que has vuelto, Asuta?”

Parecía que no estaba dormida después de todo.

Mientras miraba las vigas a lo largo del techo, respondí: “Sí”.

“¿Tienes algo que decirme?”

“Sí, creo que solo hay una cosa de la que debo informarte”.

“Muy bien. Adelante, dilo”.

“Yun Sudra lo sabe todo. Y ella dijo que quería respetar mis sentimientos”.

“Ya veo…” murmuró Ai Fa, aun mirando hacia la pared. “Esa chica realmente es algo…”

“Si eso es verdad.”

“Quien se case con ella seguramente será increíblemente feliz”.

“Sí, yo también lo creo”. Cuando sentí el aroma y la calidez de Ai Fa justo a mi lado, cerré los ojos suavemente. “Cuando Yun Sudra se case, también me gustaría desearle lo mejor”.

Como era de esperar, Ai Fa solo dijo “Ya veo” en respuesta.

Y así transcurrió tranquilamente nuestra segunda noche en el asentamiento de Sauti.

***

El señor del bosque tampoco apareció al día siguiente.

Tal vez debido a la gran cantidad de giba del día anterior, el bosque supuestamente estaba muy tranquilo. Pero aun así, lograron cazar casi veinte giba en total.

“Con tantos giba despejados, el señor del bosque debería volver muy animado. Después de todo, las bendiciones del bosque son abundantes en esta área ahora”, dijo Donda Ruu.

Los cazadores habían regresado un poco temprano hoy otra vez, y en cuanto a nosotros los chefs, gracias a que las mujeres Sauti se acostumbraron al trabajo, pudimos terminar la cena con tiempo de sobra.

Una vez que terminamos todo nuestro trabajo, tomamos un descanso mientras esperábamos el atardecer, durante el cual finalmente tuve la oportunidad de hablar con Gazraan Rutim. Hacía tiempo que no nos veíamos, e incluso hasta ese momento no habíamos tenido la oportunidad de ponernos al día como amigos.

“¿Qué es? Parece como si algo te preocupara, Asuta.”

Supuse que tal vez las emociones del incidente con Yun Sudra anoche se reflejaban en mi rostro, pero aun así negué con la cabeza. “No estoy bien. En realidad, estoy seguro de que debería preocuparme más por eso”.

“Si hay algo que pueda hacer para ayudar, por favor, no dudes en preguntar”, dijo Gazraan Rutim con una cálida sonrisa.

Estábamos parados al costado de la plaza ubicada en el centro del asentamiento. Había un tenue velo púrpura sobre el mundo que nos rodeaba, y podía escuchar el canto de los pájaros salvajes. Probablemente era solo alrededor de media hora antes de la cena en este momento.

“¿Estás bien, Gazraan Rutim? Incluso si no estás lesionado, has estado trabajando mucho más duro de lo habitual en los últimos días, ¿verdad?”

“Eso es cierto. Pero soy un cazador, así que me siento mucho más satisfecho con este trabajo que cuando tengo que tratar con los nobles de Genos. Aunque estoy seguro de que tendré que volver a preocuparme por eso también, eventualmente.”

“¿Quieres decir si algún noble está tramando otro complot como Cyclaeus?”

“No. Solo estar involucrado con los nobles y la gente del pueblo es una prueba en sí misma para la gente del borde del bosque. Dado que nos evitamos durante ochenta años completos, es un asunto difícil de solucionar”, dijo Gazraan Rutim, una vez más sonriendo. “Aun así, eso no significa que todo será doloroso. Y lo mismo ocurre con esta cacería del señor del bosque. Cuando lo piensas, el simple hecho de vivir es una prueba en sí misma, pero diría que la alegría y la satisfacción también son parte de eso”.

Gazraan Rutim de alguna manera parecía como si se hubiera vuelto aún más tranquilo y sereno después de convertirse en el jefe del clan Rutim. Para empezar, me había recordado a un gran árbol con raíces que se hundían profundamente en el suelo, pero ahora era como el bosque o la montaña misma.

“Parece que el negocio del clan Ruu también se está ganando una gran reputación. Eso seguramente unirá a la gente del borde del bosque y a la gente del pueblo aún más fuerte que antes. Y todo es gracias a tu fuerza, Asuta.”

“Eso no es cierto en absoluto. Ustedes, la gente del borde del bosque, aceptaron a alguien como yo, así que estoy seguro de que todos podrán llevarse bien con la gente del pueblo y los nobles”.

Fue entonces cuando se acercaron dos figuras, ambas delgadas para cazadores: Ludo Ruu y Rau Lea.

“¿De qué están hablando ustedes dos, luciendo tan relajados? Si es algo interesante, déjame unirme también”. Aunque Rau Lea se lesionó el primer día, al siguiente ya había recuperado las fuerzas. Sin embargo, tenía un vendaje gris envuelto alrededor de su cabeza rubia. Era una laceración lo suficientemente profunda que necesitaba puntos.

“No sé si lo encontrarías interesante o no”, le dije. “Estábamos discutiendo el futuro del borde del bosque. ¿Qué piensa usted al respecto?”

“¿El futuro del borde del bosque? Nosotros, los cazadores, solo tenemos que derribar a giba, mientras ustedes, los chefs, nos preparan comidas deliciosas. ¿A quién le importa el resto?”

“Sí, eso suena bien para ti, Rau Lea”.

“¡Oye! ¡No vayas hablando alto y poderoso cuando tenemos la misma edad!” Rau Lea respondió mientras me hacía una llave de cabeza con enojo.

Mientras nos miraba ir, Ludo Ruu intervino: “Vamos… Rimee y Sheera Ruu estaban de servicio hoy, ¿verdad? ¿A dónde llegó ese enano?”

“Si estás buscando a Rimee Ruu, ella estaba en la cocina hablando con Ai Fa. Esos dos normalmente no tienen tantas oportunidades de hablar, después de todo.”

“Entiendo. Bueno, exactamente no ves a alguien con tanta frecuencia si no vives en el mismo asentamiento”, dijo Ludo Ruu mientras cruzaba los brazos detrás de la cabeza. “La abuela Jiba ha querido verte a ti y a Ai Fa también. Pasas por el asentamiento de Ruu todos los días, así que al menos deberías pasar y saludar.”

“Ah, pensé que si iba solo no sería justo para Ai Fa”.

“Realmente no. Y de todos modos, Ai Fa debería visitar más el asentamiento de Ruu también. A la abuela Jiba y a esa enana de Rimee les encantaría hablar con ella más a menudo”.

Había tal sensación de paz en el aire que era difícil imaginar que todos estuvieran en medio de la seria tarea de tratar de acabar con el señor del bosque.

Después de finalmente soltar mi cabeza, Rau Lea resopló, “¡Hmph! Ahora que lo pienso, es bastante raro ver a personas que ni siquiera son miembros del mismo clan todos los días. Ha sido un poco divertido, como si cada día fuera un banquete”.

“Ah, y podemos comer incluso mejores cenas de lo habitual también.

Honestamente, lo he estado disfrutando, solo un poco”, agregó Ludo Ruu.

“Sí, ¡y ha sido genial cazar junto con gente de los clanes Ruu, Rutim y Sauti todos juntos por primera vez también!” dijo Rau Lea, luego se giró en mi dirección. “¡Y Ai Fa! ¡Ella es en serio una cazadora increíble! Ella debería estar en más peligro que nosotros porque está usando la fruta de invocación de giba, ¡pero no ha resultado herida en absoluto!”

Ludo Ruu asintió. “Ella no podría cazar a giba sola todos los días si no fuera tan hábil. Ella es una gran cazadora.”

“¡Sí! ¡Definitivamente tendré que vencerla en el concurso de fuerza en el próximo festival de la caza! Ustedes estarán allí, ¿verdad, Asuta?”

“¿Eh? Ah, todavía no he escuchado nada, así que aún no está decidido”.

“¡De ninguna manera! ¡Ella no puede simplemente renunciar mientras está adelante!”

Encontrando divertido lo alterada que se estaba poniendo Rau Lea, comencé a sonreír. “En ese caso, adelante y hazle una propuesta a Donda Ruu. Ver el concurso de fuerza sería duro para mis nervios, pero me encantaría participar en el festival”.

“¡Entonces eso es justo lo que haré! ¡¿Dónde está Donda Ruu?!”

Gazraan Rutim ofreció una respuesta. “Donda Ruu estaba discutiendo algo con mi padre Dan y Dari Sauti. ¿Puedes esperar hasta después de la cena para hablar con él?”

“Ya veo. Tendré que asegurarme de recordar decirle… ¿Hmm? ¿Qué está haciendo ella sola?” cuestionó Rau Lea, mirando hacia el crepúsculo. Cuando me giré para mirar también, encontré a Tsuvai caminando lentamente por el centro de la plaza.

Gazraan Rutim asintió y comenzó a caminar en esa dirección, y lo seguimos. “¿Está todo bien, Tsuvai?”

Cuando se le preguntó eso, la joven se giró y le lanzó a Gazraan Rutim una mirada dura. “¿Qué? No veo ninguna razón para que alguien como tú se preocupe por mí.”

“¿Es así como deberías estar hablando con el jefe de tu clan?” cuestionó Rau Lea, levantando las cejas.

“Está bien”, intervino Gazraan Rutim, manteniéndolo bajo control. “Esta tarea seguramente terminará mañana o pasado mañana. Por favor, sigue dándolo todo hasta entonces, Tsuvai”.

“¿Cómo puedes decir eso…? Nadie sabe cuándo volverá a aparecer ese gran señor del bosque, ¿verdad?”

“Darles una respuesta completa requeriría una explicación detallada sobre los patrones de comportamiento de giba, pero de todos modos, creo que aparecerá en los próximos días. Y cuando llegue ese momento, pondremos todo lo que tenemos para derribarlo”.

“Hmph…” murmuró Tsuvai, mirando al suelo. Aunque tenía la misma expresión agria de siempre, no pude evitar sentir que se veía de alguna manera abatida.

“Tsuvai está preocupado por Oura, que se quedó en casa”, explicó Gazraan Rutim cuando me miró a los ojos. “Aunque Tsuvai y Oura están al cuidado de la casa principal de Rutim, en este momento todos, excepto Oura, están fuera, por lo que actualmente se está quedando en una sucursal”.

“Ah, ya veo.”

Gazraan, Dan y Raa Rutim llegaron al asentamiento de Sauti como cazadores, mientras que Tsuvai y Ama Min Rutim hicieron lo mismo como chefs. Y la hija menor, Morun Rutim, todavía estaba en el asentamiento del norte, por lo que todos, excepto Oura, estaban realmente lejos de la casa principal, por supuesto.

“Oura ha sido plenamente reconocida como miembro del clan Rutim, ¿verdad? Así que no hay nada de qué preocuparse”. Sin embargo, Rau Lea agregó sin piedad: “Además, su vínculo como madre e hija se ha roto, ¿verdad? Si sigues preocupándote así por Oura, nunca te darán el nombre de Rutim”.

“¡Cierra el pico! ¡No quiero saber nada de ti, cuando fuiste y regalaste el nombre de tu clan el mismo día que le diste la bienvenida a alguien!”

“Eso fue porque Yamiru es una mujer fuerte. Probablemente tenga los mismos sentimientos profundos que tú y piensa en su antigua familia todo el tiempo, pero hace un trabajo increíble al actuar con determinación y no dejar que se note. Deberías aprender de su ejemplo y volverte fuerte también”.

Tsuvai permaneció en silencio mientras continuaba bajando la cabeza.

Mientras la miraba, Gazraan Rutim sonrió relajadamente. “Tsuvai, no te estamos diciendo que dejes de lado tus sentimientos por Oura. Simplemente queremos que sientas con la misma fuerza que aquellos de nosotros en el clan Rutim también somos familia. Cuando llegue ese momento, como líder del clan, te otorgaré el nombre de Rutim”.

Tsuvai no dijo nada en respuesta.

“Todavía eres joven, por lo que puede ser difícil para ti pensar de esa manera. Pero creo que algún día lo harás. Y quiero mostrarte a ti y a Oura tanto afecto como a Morun y Ama Min también”.

Ante eso, Tsuvai resopló una vez más “Hmph…” y se fue. Mientras la observaba irse, Rau Lea inclinó la cabeza.

“Parece ser especialmente terca, incluso para ser un ex miembro de la casa principal Suun. En lugar de tratar de enseñarle con palabras, ¿no sería más rápido darle una palmada en el trasero?”

“No estoy muy seguro. Pero quiero guiar al miembro de mi clan usando mis propios métodos”.

“¡Cierto, ya que eres el jefe del clan Rutim! Así que adelante y haz lo que quieras”.

Mientras tenían ese intercambio, Sheera Ruu y Ama Min Rutim se acercaron desde la casa principal de Sauti.

“Asuta, estaba pensando que era hora de volver a calentar la sopa. ¿Qué dices?”

“Ah sí. Bueno, los veré a todos más tarde”.

Después de despedirnos de esos tres cazadores confiables, nos dirigimos a la cocina.

“¿Han estado ustedes dos en la cocina todo este tiempo?”

Ama Min Rutim asintió. “Sí. Estaba hablando con Mil Fei Sauti. Estabas en la casa principal, ¿verdad, Sheera Ruu?”

“Ah, no, estaba teniendo una conversación a un lado de la casa”, respondió Sheera Ruu, mirando tímidamente hacia abajo. Ni Ama Min Rutim ni yo tuvimos la mala educación de preguntar con quién estaba hablando exactamente. Parecía que todos estaban pasando este descanso de diferentes maneras.

De camino a la cocina, pasamos junto a Moga Sauti y Raa Rutim conversando en voz baja, y Yamiru Lea también estaba hablando con Mida. Luego estaban Ai Fa y Rimee Ruu, Toor Deen y Lem Dom, y Yun Sudra y las mujeres Sauti, todas profundizando sus relaciones.

Podría haber sido cierto que la vida era, en última instancia, una serie de pruebas. Pero si los momentos intermedios pudieran pasarse cerca de las personas más queridas, seguramente podría enfrentar cualquier desafío de este tipo. Y eso parecía especialmente cierto para la gente del borde del bosque.

Incluso el clan Sauti, profundamente debilitado, seguramente algún día podría recuperar su fuerza, lo cual fue un pensamiento que me trajo una gran alegría.

Y con eso en mente, una vez más me sentí increíblemente orgulloso de que la gente del borde del bosque me hubiera aceptado como uno de los suyos.

***

Para la cena de esa noche, optamos por un estofado de teriyaki y crema de costilla de cerdo, salteado de tocino y grasa de leche nanaar, un intento de hacer algo similar a una ensalada César, y una pasta con salsa de tarapa, que estaba haciendo su debut.

“¡Whoa, está todo ondulado!” los niños pequeños de la casa principal de Sauti declararon emocionados al probar los espaguetis de forma inusual por primera vez. Rimee Ruu, que había venido al asentamiento por primera vez, fue quien les enseñó la forma correcta de comer este plato. Como no tenía muchos parientes cercanos a su edad en su propio asentamiento, parecía estar realmente divirtiéndose.

“Este plato de pasta ciertamente es extraño. Todavía no puedo creer que esté hecho de poitan”, dijo Dari Sauti, sonando impresionado a pesar de que ya había comido este plato en la ciudad del castillo. Verlo con sus vendajes seguía siendo un espectáculo doloroso, pero su rostro se veía menos demacrado ahora y su vello facial ahora estaba completamente afeitado. Su gran cuerpo parecía estar tan lleno de vitalidad como antes también.

“Para ser precisos, es una mezcla de poitan y fuwano. Y también usé huevo de kimyuus”.

“Ahora que lo mencionas, obtuviste un fuwano negro de ese noble que vino de Banarm, ¿no? No usaste eso en este plato, ¿verdad?”

Esa pregunta había venido del inesperadamente bien informado Ludo Ruu.

Debe haber oído hablar de eso de Reina Ruu o algo así.

“No lo hice, pero creo que podría hacer algo bastante interesante mezclando esas cosas con poitan también. De todos modos, Welhide debería quedarse en Genos por un tiempo, así que me tomaré mi tiempo para abordarlo”.

“Hemos estado confiando en ti e interfiriendo con tu trabajo…”, dijo Dari Sauti con una mirada de disculpa.

“No”, respondí. “Creo que trabajar para estar a la altura de las expectativas de los nobles también es importante, pero no es nada comparado con prestar ayuda a los camaradas que lo necesitan. Creo que he colocado todo en un orden de prioridad adecuado y estoy ocupándome de mis tareas una por una”.

“Sí, así es, deberías concentrarte en darnos comida deliciosa en lugar de molestarte con esos nobles y gente del pueblo”, opinó Ludo Ruu.

A medida que pasaban los días, la sensación en el aire alrededor de la cena en el asentamiento de Sauti parecía volverse más y más armoniosa.

De todos los reunidos aquí, solo Donda Ruu todavía tenía una mirada seria en su rostro. Para empezar, era difícil llamarlo una persona gentil, pero parecía haber un resplandor aún más intenso en sus ojos de lo habitual. Si Ludo y Rimee Ruu no estuvieran allí, es posible que hubiera asustado a los niños pequeños con su ceño fruncido.

No pude evitar sentirme preocupado por eso, así que terminé visitándolo junto con Ai Fa después de la cena.

“¿Qué, estás tratando de ofrecer aliento para aquellos de nosotros que estamos luchando en la línea del frente o algo así?” A Donda Ruu se le asignó una habitación en la casa principal de Sauti, que compartía con Darmu Ruu.

Frente a esta pareja de padre e hijo que se veían tan diferentes y sin embargo se sentían extrañamente similares, asentí y dije: “Sí. Parece que te estás fortaleciendo muy bien… pero estoy seguro de que debes estar enfrentando una presión increíble al tener que liderar a todos, Donda Ruu”.

“Puedes abstenerte de cualquier comentario desfavorable. No he caído tan bajo como para necesitar que alguien como tú se preocupe por mí.”

“No estoy preocupado. Quiero decir, no puedo imaginarte cayendo ante ningún giba, Donda Ruu”, respondí, pensando que al menos dejaría pasar esas palabras triviales. Pero, sinceramente, estaba realmente preocupada. Tal como estaba ahora, estaba seguro de que la comunidad del borde del bosque necesitaba un jefe de clan líder como Donda Ruu. Realmente esperaba que pudiera regresar sano y salvo sin sufrir lesiones graves.

“Confío en tu fuerza, Donda Ruu. Solo espero que puedas usar esa gran fuerza para guiar a todos y superar esta prueba”.

“No necesitas decirme eso. Y deberías mantener esas palabras engreídas en tu cabeza en lugar de decirlas en voz alta”.

“Lo sé, pero soy el tipo de persona que no se siente bien si no salgo y lo digo. Lo lamento.”

“Hmph”, resopló Donda Ruu y tomó un trago de vino de frutas. “Este trabajo estará terminado en uno o dos días. Si no, el señor del bosque se mudará a otro lugar. Así que sigue adelante y reza al bosque para que no pisotee su camino hacia los campos de Genos mañana o cuando sea.”

“Correcto, lo tengo”.

“El final de este juicio está justo frente a nuestros ojos. Así que tampoco te resbales, Ai Fa.”

“Por supuesto que no lo haré. Pondré mi vida en peligro para llevar a cabo este trabajo”.

Ante eso, Donda Ruu dejó escapar un “Aah… Parece que tengo que darte un consejo más. Ser cazador significa vivir todo lo que puedas, para seguir cazando aunque sea una giba más. Si mueres joven en el bosque, se hablará de ti para siempre como un fracaso como cazadora.” Instantáneamente, la boca de Ai Fa comenzó a temblar. Probablemente estaba haciendo todo lo posible para evitar que sus labios formaran un puchero adorable. “Eres veinte años demasiado joven para estar hablando de poner tu vida en peligro. En su lugar, ponga su orgullo como cazador en juego y complete el trabajo sin perder la vida. Solo ten en cuenta que seguir viviendo es una parte importante del trabajo para alguien tan joven como tú”.

“Entendido”, respondió Ai Fa con firmeza. Mientras tanto, Darmu Ruu solo escuchaba en silencio su intercambio.

Después de tomar un trago más de vino de frutas, Donda Ruu miró por la ventana hacia la luna y esbozó una sonrisa atrevida. “Me pregunto, ¿a qué sabe el señor del bosque?”

Y así llegó a su fin nuestro tercer día en el asentamiento de Sauti.