Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 18

Capitulo 2: El Sufrimiento Del Clan Sauti

Parte 2

con los Ruu y el asentamiento del norte igualmente poderoso, los Sauti vivían bastante modestamente.

Dado que clanes como Sudra y Fou ahora vendían carne giba a través del clan Fa, les estaba yendo bastante bien. De lo contrario, nunca podrían comprar ingredientes como el aceite de tau y el azúcar. Además, recientemente habíamos comenzado a intentar comprar periódicamente carne de clanes que estaban un poco más alejados, como Gaaz y Rattsu. Gracias a eso, los pequeños clanes que apoyaban el negocio del clan Fa estaban ganando más dinero que los sauti neutrales en la actualidad.

Por lo que escuché, solo había dos o tres tipos de verduras además de aria y poitan en la despensa de Sauti. Sería difícil hacer el tipo de cocina que Moga Sauti pidió solo con eso, y teniendo en cuenta que se enfrentarían a una pobreza aún mayor durante un tiempo debido a la cantidad de cazadores heridos, realmente no quería pedir monedas. por la compra de ingredientes.

Por supuesto, era posible cocinar deliciosos platos incluso con una pizca de sal. Pero todos los del clan Sauti habían sido tan golpeados que era natural querer darles algo un poco más lujoso.

“En cualquier caso, todo esto fue un acuerdo hecho con Dari y Moga Sauti, así que si tienes algún problema, creo que deberías mencionarlo con esos dos”.

“Muy bien…” Mil Fei Sauti respondió con los labios fruncidos. Dari Sauti era un hombre muy tranquilo y gentil, mientras que su esposa daba una impresión bastante dura en comparación.

“Bueno, entonces, todavía nos queda algo de tiempo hasta que la carne termine de hervir, entonces, ¿qué tal si nos ponemos a trabajar en los otros platos? Ya reduciste el poitan, ¿verdad?”

“Sí. Hacemos el valor de tres días de una sola vez aquí en el asentamiento… aunque como usaremos tantos hoy, tendremos que hacerlo de nuevo mañana.”

“Entonces ustedes deberían seguir manejando el poitan. Después de todo, llevaría mucho tiempo reducirlos después de regresar del trabajo”.

Después de eso, trabajamos durante un tiempo en el plato de sopa normal y en las guarniciones.

Para la sopa, elegimos una sopa giba simple con aceite de tau. Alrededor de cuando eso estaba casi terminado, teníamos un buen stock firme para los cazadores heridos. Después de pasar la carne giba completamente hervida a la otra sopa, llegó el momento de trabajar en los preparativos finales. “Ahora bien,” dije. “Agregaremos leche descremada y fuwano, luego un poco de aceite de tau y azúcar como ingredientes especiales, además de un poco de carne de giba picada frita”.

“¿Leche desnatada?”

“Es leche sin grasa. Hay muchos nutrientes en la leche”.

“Cierto. Eso es natural, considerando que la leche está destinada a criar niños”.

Cuando debilité la llama de la estufa, agregué la leche descremada y luego me volví hacia Mil Fei Sauti.

“Por cierto, ¿la casa principal Sauti tiene un heredero?” “Sí, aunque todavía tiene solo diez años”. “¡¿Eh?! ¡¿Diez años de edad?!”

“Sí. Me casé con Dari a la edad de quince años y di a luz a los dieciséis.

Mis hijos menores tienen siete y cuatro”.

Eso significaría que Mil Fei Sauti solo tenía veintiséis años. Eso fue una mujer del borde del bosque para ti, teniendo tres hijos ya a esa edad. Ciertamente explicaba el aura de dignidad que la rodeaba.

“Está bien, esto debería estar completamente hecho ahora. ¿Te importaría darle una prueba de sabor?”

En cualquier caso, el plato estaba hecho. Era una sopa de leche karon con harina de fuwano agregada para espesar.

El aria, el nenon y el chatchi se hirvieron para que estuvieran lo suficientemente tiernos como para no necesitar masticarlos. Como obtuvimos el caldo de la carne giba y también agregamos carne picada fragante, esperaba que su sabor fuera abundante. Usamos fuwano en lugar de poitan para espesar porque le daría una sensación más suave en la boca.

Además, entre la carne, las verduras, los carbohidratos y la leche de karon, seguramente le proporcionaría muchos nutrientes. Como mínimo, probablemente sería más fácil que si hubiera usado muchas hierbas de Sym a las que no estaban acostumbrados. Y si aun así resultaba ser demasiado pesado, estaba preparado para improvisar una sopa diferente que fuera fácil con mis armas secretas: algas y pescado ahumado.

Después de tomar solo una cucharada pequeña, Mil Fei Sauti dejó escapar un suspiro melancólico. “Esto ciertamente es delicioso… Y puedo sentir mucha fuerza de giba en él”.

“Cierto. Los Sauti aprendieron a hacer carne picada de los Rutim, ¿no? Agregarlo a la sopa puede hacer que sea más fácil comer para las personas enfermas o lesionadas”, respondí, sintiéndome aliviado por la reacción de Mil Fei Sauti. “En mi país de origen, la costumbre era abstenerse de dar carne a las personas que estaban debilitadas. Pero para la gente del borde del bosque, comer giba parece darte más fuerza en cuerpo y espíritu, así que elegí este plato”.

Ese era un pensamiento al que había llegado a través de mi experiencia cocinando para la Abuela Jiba en el pasado. Y cuando hablábamos de cazadores, probablemente tendrían un deseo aún más fuerte por la carne de giba.

Mil Fei Sauti me miró fijamente a la cara durante un rato y luego llamó a las mujeres que tenían las manos libres para llevar la olla. Parecía que había reconocido que el plato era adecuado para los cazadores heridos.

“Por cierto, ¿Lem Dom ha estado con los cazadores heridos todo este tiempo?”

“Sí. Tiene una apariencia bastante aterradora, pero ha sido admirablemente diligente en el cuidado de los hombres”.

“Ya veo. Me alegra oírlo. Ahora bien, finalmente es la hora del plato principal, así que…” comencé a decir, solo para ser interrumpido repentinamente por mujeres que gritaban afuera.

Después de congelarnos por un momento, salimos corriendo de la cocina.

Las mujeres que llevaban la olla estaban congeladas en el lugar. Ante ellos estaba el motivo de sus gritos de sorpresa: los cazadores de élite con los que estaba tan increíblemente familiarizado.

“¿Estás bien, Ai Fa?”

“¿Por qué estás haciendo un escándalo? Ni siquiera estoy herida”, dijo Ai Fa, sus ojos de cazador brillando intensamente. Aun así, se veía tan horrible que me recordó el día que conocí a Lem Dom. Todo su cuerpo estaba cubierto de suciedad y su hermoso cabello estaba despeinado.

Más de la mitad del grupo estaba tan sucio como Ai Fa. Y además, dos de ellos resultaron heridos: Darmu Ruu y Rau Lea.

“¿Qué? Mis heridas no son nada grave”, declaró Darmu Ruu, con una mirada aún más violenta en su rostro de lo habitual. Había un paño gris envuelto alrededor de su brazo izquierdo, y su chaleco estaba ensangrentado alrededor del pecho.

“¡Los míos tampoco! ¡Esto es solo para estar en el lado seguro!” Rau Lea se quejó mientras Mida lo sostenía en un acarreo nupcial. Había un paño envuelto alrededor de su cabeza, y su largo cabello rubio goteaba sangre.

“¡El señor del bosque nos atacó mientras montábamos trampas! ¡Realmente fue tan masivo como dijeron! Dan Rutim intervino mientras se apoyaba en su bastón, sus ojos también brillaban intensamente. “Mi padre Raa y yo lo notamos lo suficientemente rápido como para prepararnos completamente para enfrentarlo, ¡y aun así terminamos así! ¡Si no fuera por Darmu Ruu y Rau Lea esforzándose tanto, habríamos tenido varias personas más heridas tan gravemente que nunca se recuperarían!”

“¿Están bien los hombres de Sauti y Vela?” Mil Fei Sauti preguntó, su voz ahora carecía de la calma de antes mientras daba un paso adelante.

“Sí”, respondió Donda Ruu. Podía sentir su espíritu de cazador irradiando de todo su cuerpo. La razón por la que las mujeres gritaron antes podría haber sido porque se enfrentaron a la extraordinaria intensidad de estos cazadores del borde del bosque. “Por lo menos, nadie de su lado resultó más herido que estos dos. Todos deberían regresar a casa en breve.”

“Ya veo… No puedo agradecerles lo suficiente por prestarle su fuerza a nuestro clan Sauti”, dijo Mil Fei Sauti, juntando las manos y haciendo una profunda reverencia. De pie a su lado, me sequé el sudor de la frente.

Los únicos que no estaban sucios eran Dan Rutim, Raa Rutim, Jeeda y Bartha. Dado que Dan y Raa Rutim estaban a cargo de la búsqueda mientras Jeeda y Bartha manejaban los arcos, no deben haberse enfrentado directamente al señor del bosque. Pero todos los demás estaban absolutamente cubiertos de suciedad, Donda Ruu sobre todo entre ellos. Aunque no pude espiar ninguna herida en los demás, probablemente estaban cubiertos de rasguños y magulladuras debajo de sus capas.

Incluso cuando la bestia se enfrentó a tales cazadores de élite, este seguía siendo el resultado final. Aunque Ai Fa lo había negado, ese enorme giba realmente era un monstruo.

“¡Asuta, date prisa y prepara la cena para nosotros! ¡Tengo que atiborrarme para compensar toda la sangre que perdí!” Rau Lea gimió desde los brazos de Mida. “¡Y mañana, derribaremos a ese señor maldito sin falta! ¡No dejaré que termine así, maldita sea!”

El sol estaba a medio poner cuando terminamos de preparar la cena que Rau Lea había pedido.

Algunos de los demás y yo habíamos sido invitados a la casa principal de Sauti. Sumando a todos los cazadores y chefs invitados, nuestro grupo totalizó diecinueve, aproximadamente la mitad de ellos se quedaron aquí y la otra mitad se separó y se dirigió a la casa del hermano menor de Dari Sauti.

Había seis miembros de la casa principal de Sauti: el jefe, Dari Sauti; su esposa, Mil Fei Sauti; el hermano menor de su abuelo y mayor del clan, Moga Sauti; y tres hijos.

En cuanto a los invitados, los cazadores incluían a Donda Ruu, Darmu Ruu, Ludo Ruu, Mida y Ai Fa, y los chefs eran Sheera Ruu, Vina Ruu y Toor Deen, yo.

“Estoy realmente agradecido por sus esfuerzos. Si no fuera por todos ustedes, nuestro clan Sauti seguramente habría perdido muchos más cazadores”, dijo Dari Sauti desde el líder del grupo antes de la cena. Aunque no parecía tan nervioso como ayer, parecía estar en un estado aún peor físicamente. Tenía una laceración en la cabeza y un brazo izquierdo fracturado, y aparentemente todavía dependía de las hierbas para adormecer el dolor y reducir la fiebre. “Tampoco puedo evitar estar impresionado de nuevo por lo intrépidos que son ustedes, los cazadores de Ruu. Fue realmente sorprendente cómo pudiste enfrentarte al señor del bosque de frente y no sufrir heridas graves”.

“Sí, eso fue un gran giba. Absolutamente loco No importaba cuánto lo rajáramos, no parecía importarle en absoluto y seguía cargándonos. Incluso se encogió de hombros ante un golpe en la cabeza del garrote de Mida”, intervino Ludo Ruu mientras se movía inquieto. “Realmente hay todo tipo de cosas que me gustaría discutir, pero ¿podríamos dejarlo para después de comer? ¡Todos nos morimos de hambre aquí!”

“Por supuesto. Mis disculpas. Entonces, recuperemos nuestras fuerzas a través de la comida que todos los chefs trabajaron tan duro para preparar”.

Con eso, Dari Sauti dio el canto previo a la comida, que todos repitieron.

Una vez hecho esto, Ludo Ruu recogió un plato y dijo: “¡Ahora, es hora de cavar! ¡Es increíble que hayas hecho chuletas de giba para nosotros esta noche, Asuta!”

“Uh-huh. En mi país de origen, teníamos la costumbre de comer chuletas cuando nos enfrentábamos a una competencia seria porque su nombre es el mismo que nuestra palabra para ganar”.

“¡Suena como una gran costumbre para mí!”

Y así, el plato principal de esta noche había terminado siendo chuletas giba. Dado que el plan había sido que su cacería real comenzara mañana, había elegido este plato con esa superstición en mente.

También hicimos una sopa de giba con aceite de tau, y fuimos con una ensalada de tino, aria y pula desmenuzada con aderezo. Para los lados, también había un poco de nanaar hervido similar a la espinaca, y un plato tipo ensalada de papa hecho con chatchi.

“Pero ya comiste la sopa que se preparó con anticipación, ¿no? ¿Realmente puedes comer una comida tan pesada?” Mil Fei Sauti preguntó, lanzando a su marido una mirada firme.

“Por supuesto”, respondió Dari Sauti, sonriendo por primera vez en mucho tiempo. “Desde que comí ese estilo extraño de chuletas giba en la ciudad del castillo, he querido probar el tipo normal tan pronto como pueda encontrar la oportunidad. Si dejo pasar esta oportunidad, el arrepentimiento retrasará mi proceso de curación, seguro”.

“Oh”, respondió Mil Fei Sauti mientras fruncía el ceño, pero no terminó de decir nada más.

En cuanto a los otros cazadores, todos estaban masticando en silencio. Mientras mantenía mi boca abierta, miré a los miembros del clan Sauti y vi que los ojos de los niños pequeños se abrían de par en par mientras comían chuletas de giba por primera vez. Se susurraron unos a otros mientras pasaban a la sopa y picoteaban los aperitivos, sus pequeños rostros llenos de alegría. Mientras tanto, los ojos de Moga Sauti se entrecerraron mientras los observaba.

“¡¿Qué está pasando aquí?! ¡Esta ensalada de chatchi es totalmente diferente a lo que comí antes!” Ludo Ruu gritó en voz alta, lo que me hizo mirar hacia atrás.

“Ah, cambié el vinagre de mamaria en la mayonesa por las cosas de Banarm. Se ve un poco diferente de antes también, ¿no?”

“¡Sí, es un poco más rojo que antes! ¡Y muy, muy bien!”. Ludo Ruu parecía amar el chatchi, a juzgar por la forma en que se llenaba las mejillas con ensalada de chatchi. Le lanzó una sonrisa a los niños pequeños sentados frente a él. “¿No van a tomar un poco todos ustedes también? Si esperas demasiado, me lo comeré todo antes de que tengas la oportunidad.”

“¿Eh? S-Sí…”

“Asuta y los demás hacen una comida realmente deliciosa, ya sabes. Todos deberían comer todo lo que quieran y crecer para ser grandes cazadores como Dari Sauti”.

Los niños pequeños se veían tímidos, pero sin embargo dieron sonrisas tímidas. Aunque muchos de los cazadores reunidos aquí eran del tipo silencioso, gracias a Ludo Ruu la atmósfera no se estaba volviendo incómoda.

Mientras pensaba en eso, escuché un “Oye…” preocupado de Vina Ruu a mi izquierda. “Sé que tienes hambre, pero ¿no deberías comer un poco más lento?”

Aparentemente esas palabras habían sido dirigidas a Mida, quien estaba justo enfrente de ella.

Mientras el gran joven tragaba las chuletas de giba que se había estado metiendo en la boca, respondió: “Hmm… Pero estoy tan feliz. No he comido la comida de Asuta en mucho tiempo…”

“Oh, Dios mío, ¿entonces la comida preparada por nosotras las mujeres del clan Ruu no es suficiente para satisfacerte después de todo? Qué triste…”

“Eso no es lo que quise decir…”

“¿Oh? En ese caso, ¿qué quisiste decir?”

Dado que ambos tenían una tendencia a hablar lentamente, su conversación transcurrió a un ritmo bastante pausado. Me reí un poco y Vina Ruu me lanzó una mirada por el rabillo del ojo.

“¿Qué…? ¿Hay algo pegado a mi cara, tal vez…?” ella preguntó.

“No. Estaba notando cómo puedes hablar con Mida normalmente ahora”, susurré para que Mida no escuchara. En el pasado, solo encontrarse cara a cara con él era suficiente para hacer que se sintiera débil. Por supuesto, se habían estado viendo mucho más desde que Mida se había convertido en miembro del clan Ruu, por lo que esa reacción exagerada debe haberse suavizado naturalmente. Sin embargo, no había tenido la oportunidad antes de verla actuar tan amistosamente con él.

Vina Ruu se encogió de hombros seductoramente y luego me susurró al oído con un cálido aliento: “Hemos vivido juntos durante meses, así que, por supuesto, me he acostumbrado a él… Y además, Mida ha perdido un poco de exceso de peso, ¿no?”

“Eso es cierto”, respondí, pero cuando le eché un vistazo a Mida, todavía pensé que se veía anormalmente grande. Parecía un poco deprimido hasta el comienzo de la cena por el hecho de que Yamiru Lea y Tsuvai estaban comiendo en otro lugar, pero ahora se veía francamente feliz.

Incluso si Mida todavía era solo un cazador en entrenamiento, aparentemente fue elegido para la unidad de élite debido a su monstruosa fuerza. Y por lo que pude ver, él también parecía estar muy feliz por eso.

“Por cierto, Dari Sauti, en realidad tengo una propuesta”, seguí adelante y grité, pensando que parecía un momento adecuado para hacerlo.

Dari Sauti había repartido una pequeña cantidad de chuletas de giba para saborearlas realmente, pero me miró con calma y respondió: “¿Qué es?”

“Esto puede ir un poco en contra de las costumbres del borde del bosque, así que creo que deberías consultar con Donda Ruu, pero… ¿podríamos entregar comida a los otros clanes debajo de ti también, a partir de mañana?”

“¿Los otros clanes? ¿Te refieres a aquellos que no están heridos?”

“Sí. Sé que las costumbres establecen que los chefs y los miembros de una casa deben cenar juntos en el mismo lugar. Pero hoy preparamos comida para todos los miembros de los clanes Sauti y Vela y los hicimos comer en sus propias casas, así que pensé que tal vez también estaría bien entregar comida a los otros clanes”.

“Pero además de los Vela, nosotros Sauti también tenemos a los Don, Fei, Dada y Tamur bajo nuestro mando, con un total de treinta y cinco personas entre esos cuatro clanes. ¿Puedes realmente preparar comida para todos ellos?”

“Si solo estamos hablando de sopa, entonces no sería difícil en absoluto. Podemos hacer que cada casa cocine su propia carne y poitan, luego solo proporcionaríamos un plato de sopa lleno de alimento. ¿Qué opinas?”

Dari Sauti frunció el ceño, luciendo algo dolido.

“Pero los Sauti ya no tenemos la fuerza necesaria para pagar jamás semejante deuda…”

“No hay necesidad de pagar nada. Solo que, si otro clan se mete en problemas en el futuro, me encantaría que les echaras una mano”, dije, mirando a Dari Sauti y Donda Ruu. “¿No dijo Gazraan Rutim que la gente del borde del bosque no solo debería valorar los lazos de sangre, sino mostrar un mayor cuidado y afecto por todos sus camaradas? Si la gente del Don, el Fei y todos los demás están heridos y sufriendo como todos los de los clanes Sauti y Vela, entonces me gustaría darles al menos un poco de fuerza. Y esa no es solo mi opinión. Los ocho chefs que vinimos aquí pensamos de la misma manera…”

“Aunque aceptamos la propuesta que se te ocurrió…” Vina Ruu intervino con otro seductor encogimiento de hombros.

Mientras miraba por el rabillo del ojo, Donda Ruu resopló, “Hmph”.

“Los chefs deben confiar su vida a quienes comen su comida, y viceversa…

La costumbre de comer en el mismo lugar está destinada a mostrar esa determinación. Mientras nadie se burle de eso, no debería ganarse la ira del bosque sin importar dónde uno coma”, afirmó Moga Sauti, volviendo su mirada tranquila hacia Dari Sauti.

Dari Sauti cerró firmemente los ojos y luego colocó su puño derecho en el suelo. “Nuestro clan Sauti no duda lo más mínimo de las intenciones de Fa o Ruu. Como cabeza de mi clan, pongo la vida de mi pueblo en manos de vuestros chefs.”

***

La cena en el asentamiento de Sauti llegó a su fin sin problemas, y las mujeres visitantes retiraron toda la vajilla y las ollas. Los tres niños pequeños regresaron a sus respectivas habitaciones, dejando solo a Dari y Moga Sauti en el salón principal junto con nosotros los invitados.

“Ahora bien, me gustaría escuchar más detalles sobre la cacería de hoy. ¿Qué piensan todos ustedes después de enfrentarse realmente con el señor?” preguntó Dari Sauti.

Ludo Ruu saltó primero. “Hombre, ese giba era irreal. Es la primera vez que veo uno que mi padre, Darmu, y yo no pudimos derribar, ¡ni siquiera trabajando juntos! Jeeda y Bartha le dispararon una tonelada de flechas, y Ai Fa y Gazraan Rutim también le cortaron el cuello y la espalda, entonces, ¿cómo es que esa cosa sigue viva?”

“Porque su piel, grasa y carne son tan gruesas que las flechas y las hojas no pueden alcanzar sus puntos vitales. Era como intentar clavar una hoja en un suelo duro”, respondió Ai Fa después de haber permanecido en silencio durante toda la cena.

Después de escuchar eso, Donda Ruu habló. “Ludo, a partir de mañana, te unirás al grupo de Bartha”.

“¿Eh? ¡¿Pero por qué?! Tenerlos a los dos en arcos debería ser suficiente, ¿verdad? Y los arcos hicieron incluso menos que las espadas, ¿no es así?”

“Eso es porque estábamos apuntando al lugar equivocado. A partir de mañana, solo concéntrate en su ojo derecho”.

“¿Es su ojo derecho?”

“Así es. Ya perdió su ojo izquierdo, así que si podemos sacarle el ojo derecho también, eso debería ayudar mucho a restringir su movimiento”.

“¿En serio? Pero cuando lo enfrentamos, creo que tenía ambos ojos”, intervino Dari Sauti.

“Sí”, asintió Donda Ruu. “Era una herida reciente, y de una cuchilla además. Probablemente fue infligido por tus cazadores ayer. Así que ese logro les pertenece a todos ustedes”.

“Si ese es el caso, supongo que nuestros esfuerzos fueron al menos algo recompensados…”

“Como tal, comenzaremos atacando esa debilidad. Si podemos robarle su visión, eso debería hacer que nuestro uso de la fruta de invocación y protección de giba sea aún más efectivo”.

“¡Tch! Quería estar en el grupo entrando con espadas. Sé que Dan Rutim dijo que también quería intentarlo mañana”.

“No seas tonto. No derribaremos esa cosa a menos que todos lleven a cabo sus tareas. Una nariz para olfatear a giba y un arco para sacarle los ojos son más importantes ahora que una sola espada”, replicó Donda Ruu, tomando un trago de vino de frutas. “Además, una espada balanceada con esos delgados brazos tuyos no sería capaz de quitarle la vida de todos modos. Entonces, si entiendes eso, entonces quédate quieto y prepara tu arco.”

“Oye, los brazos de Ai Fa son incluso más delgados que los míos, entonces, ¿por qué no hacer que ella maneje el arco?”

“Ai Fa se encargará de la fruta de invocación de giba mañana. Ella no puede hacer eso mientras se esconde y dispara flechas, ¿verdad?”

Cuando escuchó eso, hubo un brillo en los ojos azules de Ai Fa. “Donda Ruu, tengo una propuesta en ese frente”.

“Tengo la sensación de que tú también estás a punto de decir tonterías”.

“Bien puedes verlo de esa manera, Donda Ruu… Estaba pensando que después de colocar la fruta de invocación de giba en el lugar decidido para las trampas, también debería cubrirme con el aroma. ¿Qué dices?”

Me sentí a punto de gritar reflexivamente algo en estado de shock.

Sin embargo, Donda Ruu solo le lanzó a Ai Fa una mirada tranquila y ardiente. “¿Realizarías una caza de sacrificio cuando hay tantos cazadores alrededor?”

“Eso es correcto. Normalmente, este no sería un lugar para hacerlo, ya que un giba que huele la fruta de invocación de giba pierde toda razón y se vuelve aún más vicioso. Y es posible que los enfurezca aún más cuando ese aroma se mezcle con el olor de un humano”.

“Entonces, ¿por qué hacer tal cosa?”

“Por favor, permítame terminar. Piense en lo que dijeron Dan y Raa Rutim antes de la cena, sobre cómo el señor olía a furia desde el principio. Cargó contra nosotros, aunque estaba solo, sin temer ni siquiera a un número tan grande de personas. Ya se había vuelto loco antes de haber olido una fruta de invocación de giba… Con eso en mente, realizar una caza sacrificial no debería aumentar el peligro que presenta.”

Donda Ruu estaba mirando en silencio a la cabeza de mi clan mientras explicaba.

“Además, no importa cuán cuidadosamente coloquemos nuestras trampas, aún podría terminar cargando en línea recta como lo hizo hoy. Pero si me cubriera con el aroma de la fruta de invocación de giba, sería fácil predecir los movimientos del señor”.

“Pero entonces seguiría persiguiéndote, ¿no es así? Eso sería peligroso, ¿verdad?” Ludo Ruu intervino.

Sin embargo, Ai Fa negó con la cabeza y respondió: “No. Si dedico mis esfuerzos únicamente a huir, no seré atrapado por un giba tan fácilmente. Más aún si ha perdido la visión. Y si siento algún peligro, puedo trepar rápidamente a un árbol donde sus cuernos no pueden alcanzar”.

“Tengo la sensación de que esa cosa puede derribar cualquier árbol que le plazca”.

“Si eso sucede, entonces simplemente saltaré a otro árbol. Es cierto que tengo la menor fuerza para blandir una espada de cualquiera en este grupo, así que creo que así es como puedo ser de mayor utilidad”.

Donda Ruu permaneció en silencio por un tiempo más. Todos los demás cazadores tampoco dijeron una palabra, simplemente esperando su decisión. Pero al final, fue el otro hijo de Donda Ruu quien rompió el silencio.

“¿Cuál es el daño? Ella siempre está tratando su propia vida a la ligera de todos modos”, declaró Darmu Ruu. Los ojos de lobo del segundo hijo de Ruu permanecieron penetrantemente fijos en Ai Fa. “Sin embargo, nosotros, los cazadores de Ruu, nunca trataríamos una vida tan frívolamente, así que solo tenemos que acabar con el señor antes de que sus colmillos se claven en ella”.

“Hmm, no es del todo convincente escuchar eso de ti, Darmu. Quiero decir, siempre te estás preocupando por otras personas, ¿no es así? Y salir lastimado protegiéndolos…”, bromeó Ludo Ruu, pero la mirada de Darmu Ruu no se apartó de Ai Fa.

Mientras miraba con calma, la cabeza de mi clan abrió la boca.

“No tengo intención de tratar mi vida a la ligera. Simplemente estoy tratando de elegir lo que creo que es el mejor camino a seguir… Y creo que con toda la fuerza de los cazadores de Ruu, no hay un giba vivo que no pueda ser derribado”.

“¿Estás realmente seguro de que puedes escapar incluso con el señor persiguiéndote?” Donda Ruu se quejó.

“Por supuesto”, respondió Ai Fa con un firme asentimiento.

“Entonces incluiremos eso en nuestros planes. Es un trabajo que solo tú puedes llevar a cabo”, dijo Donda Ruu, incluso con más fuerza detrás de su voz de lo habitual. “Dari Sauti, tu clan tiene técnicas para guiar a un giba usando la fruta protectora de giba, ¿verdad?”

“Sí. Es esencialmente similar a la caza de sacrificio. Cubres tu cuerpo con el aroma de la fruta de protección de giba y conduces al giba hacia donde quieras”.

“En ese caso, todos los cazadores Sauti restantes deberían impregnarse de ese olor y conducir a los giba a los cotos de caza. Dan y Raa Rutim ayudarán con eso”, dijo Donda Ruu, y luego miró a Ludo Ruu. “Primero deberías encargarte de cualquier giba conducido allí con tus arcos. Aparte del señor, necesitamos eliminar tantos giba en el área como sea posible en ese momento y lugar para que no se metan con las trampas”.

“Sí, seguramente habrá muchos otros giba además del señor extraído. Eso realmente suena como que podría ser un trabajo bastante divertido”.

“Me encargaré de lo que quede, junto con Darmu, Gazraan Rutim y Rau Lea. Ustedes dos deberían actuar como si no tuvieran ningún trabajo hasta que aparezca el señor”, dijo Donda Ruu, dirigiendo ese último fragmento hacia Ai Fa y Mida. “Cuando aparezca, apuntaremos a sus piernas en lugar de a su torso. Si ralentizamos sus movimientos aunque sea un poco de esa manera, las trampas que coloquemos deberían ser más efectivas. Pero si logra atravesar las trampas, entonces será tu turno…”

“Entendido”, reconoció Ai Fa.

“Sí…”, dijo Mida.

“Eres el único que no salió volando cuando lo enfrentó de frente, Mida. Agregaremos algunas púas de metal a tu garrote para mañana, lo que debería permitirte romper el cráneo del señor si apuntas a su cabeza”.

“Está bien… haré mi mejor esfuerzo…”

“Aun así, no se sabe cuánto tendremos que herir al señor para detenerlo. Es posible que siga arrasando incluso si tiene las piernas rotas y el cráneo agrietado. Si eso sucede, contaremos con tu determinación”, dijo Donda Ruu, con los ojos fijos en Ai Fa. “Si el señor sobrevive a esta formación que hemos establecido, entonces la guiarás de nuevo hacia nosotros. Entonces nuestras espadas darán en el blanco y le quitarán la vida.

“Muy bien”, respondió Ai Fa, luciendo notablemente tranquila y serena.

Mientras la miraba fijamente, Donda Ruu tomó otro trago de vino de frutas y dijo: “Si cada uno de nosotros pone toda su fuerza en la tarea, no hay duda de que podremos derrotar al señor del bosque. Y lo haremos sin que ninguno de nosotros pierda la vida. Nuestro honor como cazadores del borde del bosque se basa en esto.”

“Parece como si quisieras decir algo, Asuta”, gritó Ai Fa, apoyándose contra la pared como siempre en la pequeña habitación, que tenía solo unos ocho metros cuadrados más o menos.

La habitación estaba ubicada en una sucursal de Vela. Al otro lado de la pared, Bartha y Jeeda ya debían estar dormidos.

Sentándome directamente frente a la cabeza de mi clan, asentí con apatía, “Sí…”

“¿Qué es? Si tienes algo que decir, entonces dilo. No te lo guardes para ti. ¿No es esa la promesa que hicimos?”

“Ah, en lugar de querer decir algo, es más como si estuviera pensando en lo difícil que es mi posición”.

“Realmente no sé a qué te refieres. ¿Por qué estás tan preocupado?”

“El hecho de que no importa el peligro al que te enfrentes, todo lo que puedo hacer es confiar en ti y esperar”.

Ai Fa inclinó un poco la cabeza, luciendo confundida. Parecía que ella realmente no entendía lo que estaba pensando en absoluto.

“Se trata de la caza sacrificial. Tú eres quien lo mencionó, así que sé que estás seguro de ti mismo. Y sé mejor que nadie que no eres de los que tratan su vida a la ligera.”

“Cierto.”

“Así que preocuparme demasiado sería como una prueba de que no confío en ti, ¿verdad? Pero confío en ti y aun así no puedo evitarlo.”

“No puedo decir que entiendo. Es natural preocuparse por un miembro de tu casa”, dijo Ai Fa encogiéndose de hombros mientras soltaba su largo cabello. “Está bien preocuparse mientras confías en mí. Ese es el papel de aquellos que esperan que regresen los cazadores de su casa”.

“Seguro que haces que suene fácil”, respondí con un profundo suspiro, solo para que Ai Fa estallara en una sonrisa mientras me miraba fijamente.

“Aun así, de hecho estás confiando en mí y también te preocupas por mí. Estoy más que feliz con eso, Asuta.”

“Claro, entendido. Entonces valió la pena dejar de decir: ‘No hagas la caza de sacrificio’, sin importar cuánto quisiera”.

“Sí, deberías tragarte esas palabras que intentan escapar”, dijo Ai Fa con una sonrisa, cepillando elegantemente su cabello dorado que colgaba hacia abajo. “Hoy, una vez más me revitalizó tu cocina. La próxima vez que nos encontremos con el señor del bosque, seguramente lo derribaremos. Con la fuerza de Donda Ruu y todos los demás de nuestro lado, no hay razón para temer”.

“Sí. Pensándolo de esa manera, es realmente increíble, todos ustedes saliendo juntos a cazar”.

“Por cierto. En el transcurso de la cacería de hoy, obtuve una idea completa de cuán fuertes son los cazadores Ruu”, dijo Ai Fa, dejando escapar un suspiro de satisfacción. “Gazraan Rutim, Ludo Ruu, Darmu Ruu y Rau Lea son cazadores increíblemente capaces. Y de todos ellos, sin duda, Donda Ruu… Es tan gran cazador como lo fue mi padre. Me siento orgulloso de saber que un hombre tan notable es uno de los líderes de nuestro clan”.

“Hmm. Escucharte decir eso y pensar en lo fuerte que debe haber sido tu padre para alguien de un clan pequeño, es realmente impresionante”.

“Por supuesto que lo era. Después de todo, mi padre Gil era el mejor cazador en todo el borde del bosque”, replicó Ai Fa infantilmente, lo que no pude evitar encontrar increíblemente adorable.

En cualquier caso, Ai Fa no parecía sentir miedo ni vacilación alguna. Aunque estaba bastante seguro de que Donda Ruu odiaba la peligrosa técnica de la caza sacrificial, él no trató de rechazar su propuesta. Eso solo mostraba cuánto confiaba en su fuerza, así como hasta dónde tendrían que llegar para derrotar al señor del bosque.

Con eso en mente, no tuve más remedio que confiar en Ai Fa, Donda Ruu y todos los demás, incluso cuando me preocupaba por ellos. En última instancia, todo lo que pude hacer fue tener una deliciosa cena esperándolos para mostrarles mi agradecimiento por sus esfuerzos.

“Bueno, entonces, ¿nos vamos a dormir para prepararnos para mañana?” “Claro”, asentí de vuelta.

Pero en ese momento hubo una gran conmoción que ciertamente no esperarías a esta hora de la noche desde afuera de la ventana.

En realidad, eso podría haber sido venderlo en exceso. Parecía ser más como un hombre y una mujer tratando de mantener la voz baja mientras discutían. Después de compartir una breve mirada, Ai Fa y yo nos acercamos suavemente a la ventana.

Bajo la pálida luz de la luna, un hombre alto y una mujer esbelta estaban parados en el espacio entre nuestra casa y la vecina. Con mi vista, lo más que pude distinguir fueron sus siluetas. Pero por sus voces, pude decir que aparentemente eran Darmu y Sheera Ruu.

“Entonces, ¿qué es exactamente lo que estás tratando de decir? Si tienes algún tipo de problema, dilo claramente”, dijo Darmu Ruu, sonando descaradamente molesto.

Cuando ella le respondió, la voz de Sheera Ruu obviamente estaba adolorida y triste. “No tengo ningún problema. Solo quiero que estés a salvo, Darmu Ruu”.

“No es así como me sonó. Prácticamente me estabas diciendo que regresara al asentamiento de Ruu, ¿no?”

“Eso no es cierto… Simplemente dije que quería que te cuidaras a ti mismo y no solo a los demás”.

“Entonces, ¿estás diciendo que soy tan inexperto que ni siquiera sé cómo protegerme?”

“No eso no es. Pero no hace mucho te lesionaste protegiendo a Shin también…”

“¿Qué, eso de nuevo? ¿Cuánto tiempo piensas seguir sacando a relucir esa vieja historia?” Darmu Ruu cuestionó, sonando aún más irritado. Pero a medida que se acercaba a Sheera Ruu, pareció repensar las cosas y se detuvo. “Sheera Ruu, no está en tu naturaleza ir a quejarte con un miembro de la casa principal. Al menos entiendo mucho.”

“Cierto…”

“Pero a veces dices cosas que simplemente no entiendo. Cosas que me irritan. Y no tengo ni idea de por qué es eso”.

Sheera Ruu no dijo nada en respuesta.

“Estoy seguro de que estás disfrazando tus palabras porque eres muy tímido. Pero no hay necesidad de preocuparse por quién está en la casa principal y en las sucursales, así que si tiene algo que decir, dígalo claramente”. Aunque la voz de Darmu Ruu sonaba tan irritada como siempre, también había algo en ella que normalmente no percibía. Era como si hubiera algo que lo molestara, o se sintiera preocupado…

Luego, en el momento siguiente, sonaba totalmente asombrado. “¿Por qué diablos estás llorando?”

Con mi vista, no pude captar la expresión de Sheera Ruu. Por lo que pude ver, parecía estar mirando la cara de Darmu Ruu.

“Lo siento. Solo… me sentí un poco feliz, eso es todo.” “¿Feliz? ¿De qué tienes que sentirte feliz?”

“Es solo que… escuchaste tan seriamente lo que tenía que decir, y te esforzaste tanto por entender lo que quería decir… Lo siento, parece que no puedo ponerlo en palabras correctamente”.

“No lo entiendo en absoluto. De todos modos, deja de llorar ya.”

“Cierto”, Sheera Ruu asintió en respuesta, y luego pareció que se secó las lágrimas.

Mientras tanto, Darmu Ruu se rascaba la cabeza.

“En cualquier caso, no tengo intención de tratar mi vida a la ligera. Rau Lea y yo solo salimos heridos porque estábamos posicionados para recibir la peor parte del golpe del señor del bosque. Si Ludo o Gazraan Rutim hubieran estado en nuestro lugar, habrían terminado lesionados en su lugar”.

“De acuerdo. Elegiré creer tus palabras allí… Y rezaré con todo mi corazón para que regreses a salvo mañana”.

“Eso es natural para una mujer del borde del bosque”, respondió malhumorada Darmu Ruu, dando un profundo suspiro. Sospeché que esa era probablemente la primera vez que lo había visto suspirar así. “Terminaste de llorar, ¿verdad? Así que date prisa en volver a tu habitación. Probablemente Vina esté empezando a sospechar ahora.”

“Sí. Por favor, descanse lo suficiente para mañana.”

Y con eso, las dos figuras desaparecieron de nuestro campo de visión.

Cuando me alejé de la ventana enrejada, una vez más intercambié una mirada con Ai Fa.

“Umm… incluso si no fue intencional, ¿acabamos de cometer el crimen de espiar?”

“No es como si ocultáramos nuestra presencia, por lo que no es un delito. Tuvieron la culpa de no darse cuenta”, dijo Ai Fa con el ceño fruncido. “Ese segundo hijo de Ruu realmente necesita entrenar más su corazón y su mente. Es imperdonable hacer que una mujer como Sheera Ruu derrame lágrimas”.

“Oh, cierto, te gustó, ¿no?”

“Por supuesto. Si yo fuera un hombre, preferiría una mujer modesta como…” Ai Fa comenzó a decir, solo para que su boca se cerrara repentinamente mientras me lanzaba una mirada.

“¿Qué? No dije nada.”

“Silencio, tú”, se quejó, dejándose caer en el lugar y luego acostándose de lado. “Me voy a dormir. Deberías descansar un poco también. Puedes usar la ropa de cama allí.”

“¿Eh? Ah, no, has tenido un día mucho más duro, por lo que deberías usar la ropa de cama para tener el sueño más reparador que puedas”.

Aunque la habitación estaba cómoda, todavía había un solo juego de ropa de cama preparado. Fue una situación que me recordó nuestro tiempo en la casa Rutim, pero realmente no pudimos compartirlo esta vez. Me sentí aliviado de que Ai Fa estuviera de acuerdo en ese frente, pero tampoco tenía ganas de dejarla allí y usarla para mí.

“No te preocupes por mí. Usaste más de tu fuerza de lo habitual hoy, ¿no es así?”

“Eso no es nada comparado con el trabajo de un cazador, así que te lo dejo a ti”.

“Tan persistente…”, declaró Ai Fa mientras me lanzaba una mirada por el rabillo del ojo mientras aún miraba hacia la pared. “¿No escucharás las órdenes del jefe de tu clan? Usa la ropa de cama.”

“Tú eres el que está siendo terco. Sé que serías más feliz usándolo”.

“En serio…”

“Sí es cierto.”

“Ya veo. Quizá me equivoqué.”

Ai Fa se levantó de repente y se volvió, mirándome mientras estaba allí. Luego, abruptamente me agarró del cuello, cruzó la habitación y se sentó encima de la ropa de cama. Naturalmente, dado que todavía me tenía agarrado, terminé sentado allí también.

“¿A-Ai Fa?”

“En la casa de Rutim, dormíamos juntos en la misma cama. Si vamos a actuar como lo hemos hecho hasta ahora, entonces deberíamos hacer lo mismo esta noche”.

“¡No, no hay manera! ¡No hay necesidad de forzarnos a hacer eso!”

“¿Por qué se trata de forzar algo? No ha habido ningún cambio en el vínculo que compartimos. Así que no está bien tratar de distanciarnos”, respondió Ai Fa mientras se acostaba sobre la ropa de cama.

Mientras miraba el suave contorno de su espalda, no pude evitar que mi corazón latiera con fuerza. Dado que había una pared detrás de mí, la única forma de escapar de este predicamento sería pasar por encima de ella… y mi jefe de clan obstinado seguramente nunca lo permitiría.

“Asuta.”

“¡¿Sí?!”

“Vete a dormir ya. Necesitamos nuestro descanso.”

“Cierto…” respondí con resignación, finalmente acostándome. Si me acurrucaba contra la pared, apenas podía evitar tocar a Ai Fa.

Me quedé allí con el cuerpo perfectamente recto, mirando las vigas del techo. Mientras tanto, podía sentir vagamente el calor del cuerpo de Ai Fa a poca distancia. Y ese leve calor fue suficiente para que no pudiera relajarme en lo más mínimo.

“Esto no servirá…”

“¿Eh?”

Podía sentir a Ai Fa dándose la vuelta para mirar en mi dirección. La miré por el rabillo del ojo mientras seguía mirando hacia arriba.

Con su cabello rubio cayendo sobre su mejilla, me miraba fijamente mientras se mordía el labio infantilmente.

“No me siento cómoda estando de espaldas el uno al otro. Es como si estuviera durmiendo con una serpiente gigante de madarama”.

“¿Qué, entonces soy un madarama ahora?”

“Necesito mantener mis ojos en ti así para asegurarme de que ese no sea el caso”.

“No puedes dormir con los ojos abiertos, ¿verdad?”

“Mientras me sienta a gusto, puedo dormir. Pero no debes preocuparte por eso. Descansa un poco ya.”

“¡Como si pudiera dormir contigo mirándome así! ¿No deberíamos simplemente hacer lo que sea mejor para que ambos podamos dormir profundamente? Cada uno de nosotros tiene un trabajo importante que hacer mañana, después de todo.”

Mis globos oculares se sentían cansados, así que giré toda mi cabeza hacia Ai Fa. Como estaba a solo veinte centímetros de distancia, su elegante rostro se reflejó aún más claramente en mis ojos.

“No.…  así   es  como   deberíamos  ser”,   respondió   Ai  Fa,  de  repente

estallando en una sonrisa. De alguna manera, parecía como si toda la tensión se hubiera drenado de sus hombros. “Me da alegría poder sentirte tan cerca. Ese sentimiento no ha cambiado en lo más mínimo”.

“Cierto…”

“Puedo sentir un poco de opresión y presión en mi pecho, pero es solo una parte de lo preciosa que eres para mí”.

Una opresión en el pecho, ¿eh?

¿El corazón de Ai Fa latía cada vez más rápido como el mío?

Imaginar eso me hizo sentir más que una opresión, casi una dificultad para respirar… y así dejé de preocuparme por eso.

No podía tocarla descuidadamente. Y, sin embargo, quería estar lo más cerca posible de ella. Supongo que habíamos manipulado nuestros sentimientos el uno por el otro en un enredo complicado y precario, de una manera que probablemente parecería incomprensible desde afuera mirando hacia adentro.

De todos modos, traté de relajarme y liberar tanta tensión como pude de todo mi cuerpo y le di una sonrisa a Ai Fa.

“Bueno, intentemos lo más que podamos para descansar un poco sin preocupaciones. ¿Qué tal si hacemos una competencia, para ver quién puede quedarse dormido primero?”

“¿Qué diablos estás diciendo?” Ai Fa dijo con una pequeña risa, medio cerrando los ojos.

Seguí adelante y giré todo mi cuerpo en su dirección, dejando caer mis párpados de manera similar.

Aunque no esperaba que me fuera a dormir por un tiempo todavía, este momento que estábamos compartiendo estaba lleno de felicidad más allá de lo que normalmente sentíamos el uno con el otro.