Isekai Ryouridou (NL)

Volumen 18

Capitulo 2: El Sufrimiento Del Clan Sauti

Parte 1

Ahora, aunque el día ya había sido bastante impactante y agitado con la apertura del restaurante al aire libre y la discusión sobre la carne de karon con Polarth, algo aún más impactante nos esperaba a nuestro regreso al asentamiento de Ruu. Y esta vez, la sorpresa fue completamente negativa.

“¿Hmm? ¿Qué sucede?”

Cuando metimos la carreta en el asentamiento, pude sentir una perturbación. Normalmente, la gente estaría trabajando cortando leña, secando hojas de pico y tejiendo pasto a esta hora del día, pero en cambio todos estaban reunidos frente a la casa principal. Había una clara sensación de inquietud que se arremolinaba en el aire, y pude ver el largo cuello de un toto sobresaliendo más allá de la multitud.

“¿Podría ser que alguien del clan Dom vino a presentar una queja sobre Lem Dom?” Toor Deen preguntó mientras se inclinaba hacia adelante en el carro, sonando obviamente preocupado.

Últimamente, Lem Dom había estado ingresando al bosque por la mañana junto con Bartha y Jeeda para aprender a ocultar su presencia y manejar un arco. Como estaba cazando pájaros salvajes en lugar de giba, apenas evitaba ir en contra de las costumbres del borde del bosque, pero aun así era un hecho que estaba aprendiendo a ser cazadora. No sería extraño en absoluto que eso ganara la ira de Deek Dom.

“No, estoy bastante seguro de que los totos del asentamiento del norte son más negros. Ese realmente amarillo definitivamente es del clan Sauti”, respondí mientras detenía el carro antes de llegar a la multitud.

El sol todavía estaba alto en el cielo, por lo que solo había mujeres y niños reunidos allí. Cuando se dieron cuenta de nosotros, rápidamente se abrieron para dejar paso mientras continuaba la conmoción… y fue entonces cuando vimos algo realmente inesperado.

“¡Dari Sauti! ¡¿Qué te ha pasado?!”

“Ah, Asuta, me alegra ver que te ves bien”.

Era la primera vez que veía a Dari Sauti desde el banquete de bienvenida a Welhide. Sin embargo, con la forma en que se veía ahora el joven líder del clan, no pude evitar preocuparme.

Tenía vendajes grises envueltos alrededor de su cabeza, manchados con sangre roja. Su brazo izquierdo estaba suspendido en un cabestrillo, como lo había estado alguna vez el de Ai Fa. Sin embargo, lo que más había cambiado era su rostro. Su amable rostro cuadrado estaba cubierto de barba y se había vuelto tan demacrado que parecía una persona diferente, mientras que sus ojos brillaban con una ira y un arrepentimiento inusuales.

“Es el momento perfecto, ya que también quería que lo supieras… Aun así, supongo que el jefe del clan Fa, Ai Fa, está persiguiendo a giba en este momento”.

“S-Sí, creo que sí, pero más importante, ¿qué te pasó, Dari Sauti?”

“Permíteme explicarte en detalle”, gritó una voz ronca detrás de la enorme figura de Dari Sauti. Apareció un anciano flaco con una barba tan blanca como la nieve.

“Tú eres… Moga Sauti, ¿no?”

“Ah, ¿así que recuerdas el nombre de una vieja bolsa de huesos como yo? Me alegra saber eso, Asuta del clan Fa”.

Dado que, para empezar, no había muchas personas mayores en el borde del bosque, no había posibilidad de que lo confundiera con nadie más. Solo nos habíamos visto una vez, en la reunión principal del clan, pero recordé que él era el mayor del clan Sauti, Moga Sauti. Y tal como lo recordaba antes, nuevamente lucía una sonrisa tranquila y gentil.

“Vinimos a buscar la ayuda del clan Ruu… Un señor del bosque apareció por primera vez en varias décadas”.

“¿U-Un señor del bosque?”

“Por cierto. Es un giba increíblemente enorme. Por lo que escuché, es incluso más grande que el señor que vi en mi juventud, y ha infligido terribles heridas a los cazadores del clan Sauti”.

“Siete de nuestros cazadores han sufrido heridas graves, incluido yo mismo. De ellos, dos ahora se encuentran en la línea entre la vida y la muerte, e incluso si se salvan sus vidas, nunca más podrán cazar”, afirmó Dari Sauti, reuniendo todas sus fuerzas para continuar. “Como jefe del clan Sauti, no puedo imaginar nada más devastador. Y el señor sigue merodeando por los alrededores de nuestro asentamiento, sin haber perdido ninguna fuerza en absoluto. A este ritmo, la destrucción del clan Sauti es solo cuestión de tiempo”.

“Es por eso que vinimos a buscar la ayuda de los Ruu… y también del clan Fa”, agregó Moga Sauti, mirándome con una mirada terriblemente tranquila. “Por favor, préstanos tu fuerza. Requerimos la ayuda de cada uno de ustedes, Asuta del clan Fa”.

***

Aparentemente, un enorme giba conocido como el señor del bosque había aparecido cerca del clan Sauti hace cinco días.

Al principio, era solo un cazador que lo había visto a distancia, por lo que se descartó como una especie de error de su parte. Después de todo, la bestia era así de anormalmente masiva.

Pero al día siguiente, varios cazadores se encontraron con la enorme giba.

Y cuando lo hicieron, tres de ellos sufrieron heridas graves.

No había forma de medir con precisión qué tan grande era, pero era tan alto como un humano, y su largo y ancho eran proporcionales a eso. Una giba más grande que un karon. A pesar de su enorme tamaño, aún podía moverse tan ágilmente como cualquier otro giba, y era incluso más feroz que la mayoría.

Al día siguiente, colocaron cuidadosamente trampas y planearon usar todo el poder de los Sauti y todos sus clanes subordinados para derribarlo. Sin embargo, el señor rompió fácilmente sus trampas e incapacitó a otros cuatro cazadores.

“Estoy seguro de que mi espada lo golpeó en el cuello. Sin embargo, la hoja se partió y terminé recibiendo la peor parte de la carga del señor, por lo que terminé así”, recordó Dari Sauti, con la voz llena de arrepentimiento. Al parecer, se había roto un hueso del antebrazo izquierdo, el que ahora cuelga en un cabestrillo. “No importa cuánto clavamos nuestras espadas en él y lo rociamos con flechas, el señor no mostró signos de debilitamiento. Incluso el nombre de “señor del bosque” se siente insuficiente para ello. Esa cosa… Es un dios de la calamidad.”

“Señores como este aparecen en el borde del bosque solo una vez cada varias décadas. Tal vez se ha estado escondiendo en lo profundo del bosque hasta ahora, o tal vez simplemente nació grande para empezar… En cualquier caso, es varias veces más grande que un giba ordinario y también excepcionalmente agresivo.” Moga Sauti continuó la explicación.

“En poco tiempo, se comerá fácilmente las bendiciones del bosque que rodea nuestro asentamiento. Si simplemente se dirige hacia el este de regreso al bosque después de eso, entonces no sería un problema, pero si se mueve hacia el norte, entonces los clanes más pequeños que nosotros Sauti se verán obligados a lidiar con ese monstruo. Y si se dirige al oeste o al sur… saldrá del bosque e irá tras los campos de Genos.”

“Si ni siquiera podemos detener al señor, la gente del pueblo ciertamente estará indefensa contra eso. Y si las cosas van mal, la amenaza podría ir más allá de los campos e incluso llegar a la ciudad propiamente dicha”.

“Debemos tomar ese monstruo aquí abajo en el borde del bosque”. Y así Dari Sauti había pisoteado toda su vergüenza y arrepentimiento para venir a pedir la ayuda del clan Ruu, que no tenía relación con el suyo.

Entre los Sauti y sus cinco clanes subordinados, tenían veintitrés cazadores en total. De ese número, siete habían resultado gravemente heridos, y la mitad de los restantes también estaban heridos. En este punto, el Sauti ya no poseía la fuerza necesaria para acabar con el señor del bosque. Dari Sauti suplicaba la ayuda del clan Ruu para salvar a todas las personas del borde del bosque y a los ciudadanos de Genos.

***

“Ya veo… Creo que entiendo la esencia de lo que está pasando”, respondió Ai Fa con calma después de escuchar todo eso.

El sol se había puesto y ya era hora de cenar. Había invitado a Moga Sauti a la casa del Fa y estaba cenando junto a nosotros. Mientras tanto, Dari Sauti y el otro cazador que lo había acompañado se encontraban cara a cara con Donda Ruu en el asentamiento de Ruu.

“Puedo entender tu solicitud de ayuda del clan Ruu, pero ¿por qué demonios estás buscando la ayuda del clan Fa?”

“Jefe del clan Fa, Ai Fa, he oído decir que eres hábil en el uso de la fruta de invocación giba. Nos gustaría que nos prestaras tus habilidades en ese sentido”, respondió Moga Sauti con una voz tan tranquila como la de Ai Fa. “Gracias a los peligros asociados con el uso de la fruta de invocación giba, esas técnicas se han perdido con el paso del tiempo. En este punto, solo unos pocos cazadores del borde del bosque todavía saben cómo usarlos… Pero si usamos tu experiencia junto con las técnicas para manejar la fruta de protección de giba conocida por los Sauti, deberíamos poder dirigir mejor a los giba. sendero.”

“Ah… Entonces es por eso”.

“Y por lo que escuché, también eres un cazador lo suficientemente hábil como para haber llegado a los ocho finalistas en el festival de la caza del clan Ruu. Te pido que uses esa fuerza para traer paz al borde del bosque y a Genos”.

“Como alguien que se gana la vida como cazador, es un verdadero honor recibir tal solicitud…”, respondió Ai Fa, pero había una mirada penetrante en sus ojos azules. “Sin embargo, ¿qué es eso de que deseas darme la bienvenida no solo a mí sino a Asuta al asentamiento de Sauti? La ayuda de un chef no debería ser necesaria para acabar con el señor del bosque, ¿verdad?”

“Hay tres razones para eso. El primero es traer alivio a los cazadores heridos. En segundo lugar, devolver la vida a los miembros del clan Sauti al borde de la desesperación. Y finalmente, otorgar a los cazadores que se enfrentarán al señor del bosque la mayor fuerza posible. Seguramente tomará una cantidad considerable de tiempo derrotar a la bestia”, dijo Moga Sauti, y luego estalló en una sonrisa amable. “Nos dijiste que la deliciosa cocina traerá una gran fuerza a la gente del borde del bosque, ¿no es así? Y ahora es precisamente el momento en que necesitamos tal fuerza, Ai Fa y Asuta del clan Fa”.

La cabeza de mi clan simplemente miraba en silencio mientras escuchaba.

“Donda Ruu ha accedido a prestarnos la ayuda no solo de sus cazadores sino también de sus chefs. Las mujeres que hacen negocios en el pueblo de correos vendrán y se quedarán en el asentamiento de Sauti. Durante el día, llevarán a cabo su trabajo en la ciudad de correos, y luego prepararán la cena en nuestro asentamiento… Deseamos agregar la fuerza de Asuta a la de ellos, pero ¿es eso quizás demasiado pedir?”

“Bueno… no puedo decir que me guste la idea de dejar solo al miembro de mi clan mientras estoy en el asentamiento de Sauti… Aun así, ¿no estaría en peligro?”

“Por supuesto que no lo haría. Incluso el señor del bosque no cargaría en el asentamiento. Y solo para estar seguros, estamos usando la fruta de protección giba para proteger el asentamiento también”, dijo Moga Sauti mientras dejaba el plato que había estado sosteniendo. “Después de aprender técnicas de sangría y cocina, nuestro clan se ha vuelto capaz de hacer comida deliciosa, pero la fuerza que proporciona tu cocina está en un nivel completamente diferente, Asuta. Si lo comen, es posible que las mujeres y los niños de los Sauti comiencen a sonreír una vez más… Eso es lo que dijo nuestro jefe de clan, Dari Sauti. Y aquí esta noche, he visto personalmente que esas palabras son absoluta e indudablemente ciertas. Así que por favor, nos gustaría que ustedes dos nos presten su ayuda.”

Ante eso, Ai Fa miró en mi dirección y le devolví un gran asentimiento.

Luego, después de cerrar los ojos por un momento, respondió: “Muy bien. Si es por la paz del borde del bosque y Genos, entonces no podemos hacer menos. Prometo que Asuta y yo te prestaremos toda la ayuda que podamos para evitar el desastre que se avecina sobre los Sauti.”

“Tienes mi agradecimiento. Nunca olvidaré mi gratitud hacia ustedes, Ai Fa y Asuta del clan Fa”, dijo Moga Sauti, colocando ambos puños en el suelo e inclinando profundamente la cabeza.

Ai Fa frunció el ceño mientras miraba al anciano, luego su mirada se volvió hacia la puerta principal. Tan pronto como lo hizo, hubo un golpe.

“Mis disculpas por molestarlos tan tarde, pero soy un miembro del clan Sauti enviado por los líderes del clan Dari Sauti y Donda Ruu. Hay un asunto del que debo informar al clan Fa y a nuestro anciano, Moga Sauti”.

Fui a ponerme de pie, solo para que Ai Fa me detuviera y fuera a saludarlo ella misma. Después de que ella tomó la espada del joven cazador y lo condujo a la habitación, se sentó junto a Moga Sauti.

“Los cazadores del clan Ruu se dirigirán al asentamiento de Sauti mañana antes de que el sol alcance su punto máximo y nos prestarán su ayuda. Si va a acompañarnos, líder del clan del Fa, le pedimos que se dirija al asentamiento de Ruu a la sexta hora superior”.

“Comprendido. Por cierto, ¿cuántos cazadores enviará el clan Ruu?”

“Diez en total de Ruu, Rutim y Lea. Decidieron ese número porque no tendría ningún sentido traer cazadores que carezcan de la fuerza suficiente y, además, si sus pequeños clanes subordinados enviaran a sus hábiles cazadores, pondría a esos clanes en peligro. Si desea saber sus nombres, también puedo decírselo.”

“En ese caso, por favor hazlo”.

“Muy bien. El clan Ruu envía a Donda Ruu, Darmu Ruu, Ludo Ruu, Mida y sus invitados Bartha y Jeeda. Luego están Gazraan, Dan y Raa Rutim del clan Rutim, así como Rau Lea del clan Lea, lo que eleva el total a diez”.

La lista incluía seis de los nombres que habían llegado a los ocho primeros en el concurso de fuerza del clan Ruu. Fue toda una alineación.

Sin embargo, hubo algunos nombres mezclados allí que definitivamente despertaron mi curiosidad. Ai Fa debe haberse sentido de la misma manera, ya que frunció el ceño con duda y comentó: “Ciertamente, todos son hábiles cazadores. Pero es bastante inesperado escuchar a los invitados Bartha y Jeeda incluidos en el conteo. Y Raa Rutim es el anciano Rutim, ¿no es así?”

“Aparentemente, se pidió a Bartha y Jeeda que participaran por sus excelentes habilidades con el arco. Y Raa Rutim trabajará junto a Dan Rutim para olfatear a giba. Después de todo, Dan Rutim todavía carece de la fuerza necesaria para correr por el bosque”.

Esa explicación fue suficiente para satisfacerme. Y Jiza Ruu debe haber sido el único de los ocho primeros que quedó fuera porque, según la costumbre, en tiempos de emergencia, el jefe del clan o su heredero debían permanecer en casa. Pero dado que Dan Rutim ya había renunciado como líder del clan, tanto él como Gazraan Rutim pudieron salir juntos.

Aun así, fue una sorpresa escuchar que los jefes de las casas principales pertenecientes a los clanes más fuertes bajo Ruu, en otras palabras, los mismos Ruu, Rutim y Lea, participarían. Realmente fue una selección de las mejores selecciones de sus clanes.

Donda Ruu aparentemente se estaba preparando para enfrentar al señor del bosque con la alineación más fuerte posible. Ese pensamiento fue suficiente para enviar un hormigueo por la columna incluso a alguien como yo, que ni siquiera era un cazador.

“¿Sería posible que yo también te acompañe?” la voz de una mujer intervino repentinamente de la nada, haciendo que todos menos Ai Fa miraran a su alrededor.

Había ojos negruzcos brillando más allá de la celosía de la ventana. El cazador Sauti se puso de pie a pesar de haberle entregado su espada, pero Ai Fa le indicó que se detuviera y le dijo: “Espera. Esa es simplemente la mujer tonta que fue expulsada del clan Dom, Lem Dom. Lem Dom, va en contra de las costumbres del borde del bosque escuchar a escondidas la conversación de alguien desde afuera de la ventana…”

“¿Oh? Pero te diste cuenta de que estaba allí desde el principio, así que no diría que realmente cuenta como escuchar a escondidas. Estuve esperando todo este tiempo a que me invitaras a entrar.”

“No había ninguna razón para invitarte a entrar. Ya recibiste tu cena. Date prisa en volver a casa y vete a dormir.”

“Antes de eso, me gustaría escuchar la respuesta a mi pregunta de antes. ¿Sería posible que te acompañe al asentamiento de Sauti?”

Estaba oscuro, así que no pude ver su expresión, pero su voz sonaba muy seria.

Cuando Ai Fa lanzó una mirada furiosa por el rabillo del ojo, respondió sin emociones: “Bartha y Jeeda pueden dirigirse al asentamiento de Sauti, pero no habrá tiempo para que se ocupen de ti. Solo compórtate y espera a que regresen.”

“Incluso yo sé perfectamente que no debería molestarlos a los dos en un momento como este. Quiero dirigirme al asentamiento de Sauti, independientemente de mi entrenamiento como cazador.”

“¿Con qué propósito?” Ai Fa preguntó con dureza.

A eso, Lem Dom casi susurró en respuesta: “Tienen muchos cazadores gravemente heridos allí, ¿no es así? Quiero ayudar a tratarlos. Para llevar a mi corazón lo peligroso y digno de orgullo que es ser un cazador…”

Ai Fa siguió mirando en silencio los ojos más allá de la ventana.

Y ante esa mirada, Lem Dom dejó escapar una pequeña risita. “Además, no tengo otra forma de conseguir la cena que ayudar a Asuta con su trabajo. Pude ganar un poco de comida ayudando a Sudra y Fou mientras estabas en Dabagg, pero esta vez ni siquiera sabes cuántos días estarás fuera, ¿verdad? Así que me gustaría venir para ayudar con el trabajo de Asuta también”.

“No tengo derecho a decidir eso…”, declaró Ai Fa, volviéndose tranquilamente hacia Moga Sauti.

Mientras se acariciaba la barba blanca y pura, el anciano sauti le devolvió la sonrisa amablemente. “Escuché hablar de ti de la gente del clan Ruu, Lem Dom del clan Dom… Dudo en pedir ayuda a los clanes Dom o Zaza, pero no estaría mal que ayudaras a los hombres heridos. Discutiré el asunto con el jefe de nuestro clan, Dari Sauti”.

“Gracias. Tienes mi aprecio, sauti anciano Moga Sauti.”

Así de simple, parecía que se había decidido que Lem Dom también nos acompañaría.

“Ahora bien,” dijo Moga Sauti, ajustando su postura sentada, “Todo lo que queda son las mujeres Deen y Sudra. Creo que iré a hablar con los jefes de sus clanes después de esto para ver si se les permitirá o no entrar al cuidado del asentamiento Sauti junto a ti, Asuta. Estoy verdaderamente, verdaderamente en deuda con ustedes, Ai Fa y Asuta del clan Fa…”

Después de que todos nuestros invitados partieron, Ai Fa y yo nos quedamos solos por la noche.

Habiendo soltado su cabello rubio, Ai Fa dijo: “Asuta”.

“Si lo sé. No haré nada peligroso en el asentamiento de Sauti. Pero esta vez, tiene más sentido estar preocupado por ti, ¿verdad…?”

“Simplemente llevaré a cabo mi trabajo, como siempre. No importa cuán grande sea la giba, eso no ha cambiado en lo más mínimo”.

“Pero esta giba es tan grande que ni siquiera veinte cazadores del clan Sauti pudieron derribarla. La cosa es prácticamente un kaiju, ¿no?”

“¿Kaiju?”

“Ah, significa un gran monstruo”.

“No importa cuán grande y voraz sea, sigue siendo un giba. No es un monstruo, solo otro niño del bosque. Y depende del bosque decidir cuál de sus hijos sobrevive…”

Como cazadora, Ai Fa no estaba dispuesta a repensar su vida ahora. Después de todo, tenía que desarrollar una firme resolución de mirar a la muerte a la cara todos los días que pusiera un pie en el bosque. Eso era lo que significaba ser un cazador del borde del bosque.

“Aun así, déjame decir solo una cosa, Ai Fa”, dije, deslizando mis rodillas un poco más cerca de la cabeza de mi clan mientras ella se apoyaba contra la pared. “Te estaré esperando, confiando todo el tiempo en que volverás a salvo”.

“Esas palabras me darán más fuerza que cualquier otra cosa podría…” respondió Ai Fa, entrecerrando los ojos mientras me regalaba una sonrisa muy amable. “Volveré a ti. Así que, como ayer y hoy, ten una comida deliciosa esperándome allí. Eso es todo lo que quiero.

***

El día siguiente terminó siendo aún más agitado que el anterior.

Primero, como no sabíamos cuántos días dejaríamos la casa vacía, necesitábamos trasladar todos los ingredientes de nuestra despensa. Aunque dicho esto, no teníamos muchas verduras en exceso ya que me dirigía a la ciudad casi todos los días, y las hierbas y los condimentos no eran tan voluminosos. La verdadera molestia vino de la carne de giba.

Para evitar que se pudra, la carne de giba se encurtió en hojas de pico. De esa manera duraría medio mes, pero había que remover las hojas de pico una vez al día porque absorbían la humedad con el tiempo, por lo que no se podían dejar reposar.

Incluso mover toda la carne al punto medio de la despensa de la casa Ruu tomó un poco de esfuerzo, ya que estábamos hablando de cientos de kilos. Terminamos llenando de hojas de pico todas las bolsas de cuero, cajas de madera y bultos de tela que teníamos en la casa del Fa y cargándolos en el vagón. Eso solo implicaba algo serio.

Además de eso, a pesar de que era el día del clan Ruu para preparar comida para las posadas, aún necesitábamos usar este tiempo para cocinar para los puestos. Y como teníamos que preparar aún más giba manju y envolturas de poitan de lo habitual para hoy, no había tiempo ni para un solo momento de descanso.

Las mujeres que vivían en el área, Toor Deen y Lem Dom principalmente entre ellas, nos ayudaron con esa parte del trabajo. Y a partir de mañana, estaría pidiendo a las mujeres sauti que ayuden. Moga Sauti ya había dado su permiso en ese frente, pero no sabía qué tan hábiles serían esas mujeres para cocinar, por lo que seguía siendo algo por lo que tenía que preocuparme.

Mientras estábamos ocupados con eso, Ai Fa se dirigió al bosque. Como la casa estaría vacía, no había necesidad de recoger leña. En cambio, ella estaba caminando profundamente en el bosque para recolectar una gran cantidad de fruta de invocación de giba.

De una forma u otra nos las arreglamos para hacer todo eso, y luego cargamos nuestra ropa de repuesto, las necesidades diarias y los utensilios de cocina en el vagón, luego salimos de la casa del Fa incluso antes de lo habitual. Hoy, no solo Toor Deen, sino también Ai Fa y Lem Dom estuvieron presentes en el viaje al asentamiento de Ruu.

Después de dejar nuestra carne giba y el exceso de equipaje, nos unimos al grupo de Reina Ruu y finalmente nos dirigimos a la ciudad postal. Una vez que llegáramos allí, íbamos a tener algo extra que hacer hoy: expandir el restaurante al aire libre.

El grupo de Reina Ruu entregó las comidas y la carne fresca para las cuatro posadas, mientras nosotros fuimos a recoger los bienes pedidos a la carpintería y artesanos. Eso significaba dos mesas, veintidós sillas de madera, la estructura de un dosel, una lona de cuero y veinte juegos de platos y cucharas de madera.

Como habíamos pedido tantas sillas, me preocupaba si realmente sería posible terminarlas en un solo día, pero el dueño del taller de carpintería se puso manos a la obra y terminó el trabajo. Las sillas solas alcanzaban para llenar el vagón, así que tuvimos que hacer dos viajes para cargar todo.

Después de eso, recogimos los puestos de La Cola de Kimyuus y una vez más nos dirigimos a nuestros espacios asignados.

El restaurante al aire libre rodeado por la cuerda nos estaba esperando, luciendo igual que ayer. Sin embargo, hoy no había tiempo para emocionarnos, así que seguimos adelante y nos preparamos. Dispusimos los nuevos asientos en el espacio recién alquilado, pusimos el dosel y nos pusimos a trabajar preparando la comida. Para cuando terminamos todo eso, teníamos aún más clientes reunidos frente al lugar que ayer.

En poco tiempo, sería la sexta hora superior. Eso fue cuando Ai Fa, Donda Ruu y todos los demás se dirigían al asentamiento de Sauti, y también fue cuando abrimos el negocio.

Para hoy, los Ruu habían preparado una vez y media la cantidad de estofado de giba que ayer, o 120 comidas. Para los otros platos, agregamos veinte comidas más por el momento, elevando el giba manju a 120 y las envolturas de poitan a 140. Sin embargo, mantuvimos el myamuu giba del clan Ruu en ochenta y nuestro plato especial, el sándwich de chuleta giba, a los treinta, ya que cuestan un poco más.

Aparte de estos dos últimos, la mayoría de nuestros platos a menudo se pedían junto con otro, lo que dificultaba determinar cuánto más deberíamos preparar. Y eso fue aún más para el guiso de olla caliente giba, ya que muchos de los clientes pidieron la porción de la mitad del tamaño.

Aun así, no fue difícil medir el cambio en las ventas generales. Si todo se vendiera hoy, las ganancias del clan Fa pasarían de 480 monedas rojas a 550, y las del clan Ruu aumentarían de 480 a 600.

Con los dos clanes juntos, eso significaría pasar de 960 monedas a 1150… Y para una estimación aproximada con el precio unitario fijado en tres monedas rojas, eso significaría pasar de 320 clientes a 383.

Eso significaría un aumento de aproximadamente el veinte por ciento en la cantidad de clientes que estábamos atrayendo. Teniendo en cuenta que estábamos hablando de un crecimiento en el transcurso de solo dos días, ese fue realmente un aumento bastante dramático. El impacto del restaurante al aire libre había sido tremendo.

“A este ritmo, en realidad podríamos vender las comidas. Nunca antes había visto tantos clientes amontonados”, dijo Toor Deen mientras cocinaba la carne para los wraps de poitan. Había tenido una expresión sombría en su rostro más temprano en la mañana debido a la preocupación por el clan Sauti, pero ahora que estaba trabajando se veía tan animada como siempre. Y dado que los clanes Deen y Sudra habían dado su permiso, todos los chefs que trabajaban aquí en la ciudad postal hoy también se quedarían en el asentamiento de Sauti. “El clan Ruu tampoco parece tener ningún problema. De hecho, pude ver que incluso ciento veinte porciones del estofado de olla caliente seguían siendo muy poco”.

Independientemente, su negocio parecía estar funcionando sin problemas.

Tenían cincuenta juegos de vajilla para acompañar a los cuarenta y dos asientos. Eso les daría cierto margen de maniobra en el proceso de recolección y lavado, y ahora siempre había solo dos o tres clientes en fila frente al puesto.

Aunque los asientos estaban apretados ayer, ahora también había algo de libertad en ese frente, después de expandirse a cinco espacios y siete mesas. Incluso después de aumentar el número de asientos por mesa de cuatro a seis, el espacio aún parecía mucho más abierto. Y aunque era la primera vez que Reina y Rimee Ruu hacían todo esto, seguían realizando su trabajo a un ritmo acelerado.

“¿Qué está pasando aquí? Pagamos la misma cantidad, pero él recibió mucho más, ¿no?” uno de los clientes se quejó.

Cuando miré a mi alrededor con sorpresa, vi a dos hombres occidentales con rostros malvados parados frente al puesto de estofado de olla caliente giba. Eran el tipo de rufianes que eran un espectáculo familiar en la ciudad postal de Genos.

Rimee Ruu estaba de pie detrás del puesto y se ocupaba de ellos. La joven tenía un tronco para pararse para compensar la diferencia de altura, y sonreía mientras sostenía un cucharón de metal.

“Eso no puede ser verdad. ¡Simplemente parece menos porque las formas de las placas son diferentes! ¡Pero ambos tienen la misma cantidad, así que no te preocupes por nada de eso!”

“¿En serio? No importa cómo lo mire, tengo menos”.

“Te lo digo, no hay necesidad de preocuparse. Pedimos esos platos en varias tiendas, por lo que todos tienen formas diferentes. Pero aquí usamos dos cucharadas de este cucharón para una comida, y una cucharada para la mitad del tamaño, por lo que realmente no hay ninguna diferencia en la cantidad que obtienes”, dijo Rimee Ruu, tendiéndoles el cucharón a los hombres. “¡Reina compró este cucharón de metal para medir las cantidades exactamente mientras cocinamos! Después de todo, con un cucharón de madera, la forma puede cambiar un poco a medida que se humedece o se seca, ¡así que no puedes medir con precisión con uno de esos!”

“Oh, ¿enserio?”

“¡Sí! ¡Así que definitivamente está bien! Pero si estás tan preocupado, ¿debería cambiarlo por otro plato?”

“No, está bien. Este tipo aquí solo está siendo vergonzoso, ya sabes”, dijo el otro hombre que había permanecido en silencio todo el tiempo, golpeando el hombro robusto de su amigo. “Si tienes un problema con eso, puedes comerciar conmigo. Pero no vayas a molestar a una dama tan hermosa.”

“Oh, cállate”, respondió el primer hombre con el ceño fruncido, y luego se rascó la cabeza y dijo: “Lo siento”, a Rimee Ruu.

“No te preocupes, y gracias por la compra. Vuelve otra vez en algún momento, ¿de acuerdo?”

Cuando Rimee Ruu los despidió con una sonrisa fija en su rostro todo el tiempo, los dos hombres desaparecieron bajo el dosel.

Toor Deen se había inclinado hacia delante y miraba a mi lado, y dijo con admiración: “Eso fue increíble… Soy tan tímida que si alguien se quejara de esa manera, probablemente no sería capaz de explicarle las cosas correctamente.”

“¿Lo crees? Bueno, supongo que tu personalidad es delicada en lo que respecta a las mujeres del borde del bosque”, respondí, recordando cómo en La Gota de Ramam en Dabagg, Toor Deen había estado temblando junto a Myme después de que Ai Fa derrotara a esos bandidos. Mientras me devolvía la mirada ahora, tenía un poco de tristeza en sus ojos.

“Casi nunca vine a la ciudad de correos antes de comenzar a ayudar con su trabajo… Después de todo, no era necesario que volviéramos al asentamiento de Suun…”

“Ah”, respondí, de repente sin saber cómo responder.

Aunque los miembros de la casa principal habían comprado vino de frutas y cualquier otra cosa que quisieran, tal lujo no estaba permitido para las casas secundarias, que solo tenían que llenar sus estómagos con las frutas del bosque y la giba ocasional que capturaban. Realmente no habría habido muchas razones para que vinieran a la ciudad.

Mientras pensaba en eso, Yamiru Lea se acercó desde el puesto vecino y le dio a Toor Deen un pequeño golpe en la cabeza.

“Toor Deen, si sigues haciendo esa expresión lamentable, arrastrarás mi estado de ánimo contigo”.

“¡Ah, lo siento!”

“No estaba buscando una disculpa, sino más bien decirte que dejes de preocuparte por crímenes que ya han sido perdonados”, reprendió Yamiru Lea, luego se volvió hacia el cliente que acababa de llegar.

Cuando Toor Deen se encogió de hombros con desánimo, le lancé una sonrisa.

“Es justo como dijo Yamiru Lea. El camino que todos deben tomar es vivir adecuadamente como gente del borde del bosque, ¿verdad? Y estás trabajando muy duro día tras día ahora, así que no veo ninguna necesidad de preocuparte por el pasado”.

“Correcto…” Toor Deen asintió en respuesta, agregando un poco de carne fresca a la bandeja.

El tiempo siguió pasando así, y finalmente aparecieron Yun Sudra y Ama Min Rutim. Había terminado mi rotación en ese momento, así que tenía un poco de tiempo libre. Seguí adelante y caminé hacia el restaurante al aire libre.

“¿Cómo se ven las cosas aquí, Reina Ruu?”

“Ah, Asuta. Las cosas parecen ir incluso mejor de lo esperado. Tenemos muchos asientos y platos, por lo que parece que no hemos estado luchando tanto como todos ayer”, respondió la segunda hija de Ruu con una sonrisa verdaderamente satisfecha. Como había más del doble de asientos que el día anterior, las cosas estaban aún más animadas. Aun así, no parecía que íbamos a enfrentarnos a ninguna conmoción repentina.

“Y realmente estoy teniendo una profunda sensación de satisfacción al hacer esto. A pesar de que esta gente del pueblo no son nuestros hermanos, verlos tan felices comiendo nuestros platos me hace querer esforzarme aún más para brindarles una mayor alegría… Dudo que alguna vez pueda sentirme de otra manera al respecto”.

“Ya veo. Entonces realmente valió la pena abrir este lugar”.

“Sí”, dijo Reina Ruu con una sonrisa.

Pero entonces, de repente, sus ojos azules adquirieron una mirada dudosa. Al mismo tiempo, sentí a alguien y me di la vuelta para ver quién era, solo para encontrar a un joven con una capa de cuero sosteniendo un plato de madera con una mirada malhumorada en su rostro.

Era el joven chef Roy de la ciudad del castillo, vestido como un viajero para evitar ser visto por los rufianes.

“Este plato no fue hecho por Asuta, solo ustedes, mujeres del borde del bosque, ¿verdad?” Roy dijo antes que nada, sin ni siquiera un saludo. “Déjame ver cuánta habilidad poseen todos ustedes”.

Reina Ruu no dijo una palabra y solo señaló cortésmente hacia los asientos. Mientras observaba a Roy caminar hacia allí, me susurró al oído: “¿Cómo se llamaba ese chef, Asuta? Lo he olvidado de nuevo.”

“¿Eh? Soy Roy. Creo que es la tercera vez que te presentan ahora…”

“Eso es cierto. Lo siento por molestarte.”

Mientras pensaba en lo triste que era eso, volví la mirada para mirar a Roy

Había pedido una porción completa y no había recibido ningún otro plato para acompañar, por lo que su plato estaba lleno de estofado de giba caliente. Dado que la capucha de su capa estaba levantada, era difícil rastrear sus expresiones mientras sorbía la sopa. Pero su cuchara nunca dejó de moverse mientras comía constantemente el plato.

Supongo que no tiene sentido que lo mire.

Podría preguntarle a Reina Ruu cuáles fueron sus impresiones más tarde. Con ese pensamiento en mente, fui a regresar a mi propio puesto. Sin embargo, antes de que pudiera irme, Roy se volvió hacia mí.

“Oye… ¿realmente no tuviste nada que ver con la preparación de este plato?” él me preguntó.

“No, no lo hice”, respondí con un movimiento de cabeza.

Ante eso, Roy se mordió el labio y miró fijamente el plato, que todavía estaba lleno en un ochenta por ciento.

“Y ustedes mujeres tampoco recibieron instrucciones de Mikel, ¿verdad?”

“No lo hicimos. Todo lo que aprendimos de él fue cómo ahumar carne y hacer leche en polvo”.

La mano de Roy que agarraba su cuchara comenzó a temblar.

Cuando Reina Ruu lo miró, inclinó un poco la cabeza. “¿Qué es eso en lo que has estado tan obsesionado? Mi camarada Sheera Ruu y yo desarrollamos este plato, pero Asuta fue quien nos enseñó cómo usar correctamente el aceite de tau y el azúcar en primer lugar. Y él a su vez aprendió esas técnicas de su padre, por lo que me cuentan. Creo que es bastante difícil para las personas lograr algo con nada más que su propia fuerza”.

“Lo entiendo. Así es…”

“Entonces, ¿por qué no le pides a Mikel que te enseñe? ¿El hecho de que seas un chef en la ciudad del castillo mientras que él ya no es un chef está causando que tu orgullo se interponga en el camino por alguna razón?”

“Eso no es todo. Yo solo…” Roy empezó a decir algo, pero luego se mordió la lengua.

Reina Ruu cruzó los brazos frente a su pecho de una manera poco característica, luego suspiró y dijo: “Simplemente no te entiendo. Si algo te está molestando, ¿no deberías hacer todo lo posible para resolverlo?”

Roy no respondió a eso, sino que comenzó a tragar el resto de su comida a una velocidad increíble. Me preocupaba que la sopa pudiera haber estado demasiado caliente ya que todavía estaba despidiendo vapor, pero en menos de un minuto la había terminado y se levantó de su asiento.

“Parece que la chica Myme planea abrir un puesto en el mes violeta”, gritó Reina Ruu, pero Roy también se fue sin responder a eso. Con otro suspiro, comenzó a lavar el plato vacío con agua del barril.

“Cuando lo vi actuar tan inseguro de sí mismo de esa manera, no pude evitar intentar ofrecerle algunos consejos, incluso si no tenían sentido”, dijo Reina Ruu antes de que pudiera hablar. “¿Soy realmente tan entrometida? Si lo estoy, no puedo decir que me guste eso de mí…”

“No, no creo que tenga nada que ver con ser un entrometido”, respondí. Dicho esto, tampoco sabía qué la había hecho hablar. Tal vez se había visto a sí misma en cómo Roy se preocupaba por cocinar. Mientras rezaba para que Roy saliera de su depresión lo antes posible, seguí adelante y volví a mi propio trabajo.

Terminamos los negocios del día sin ningún otro incidente a destacar.

Aunque, por lo menos, diría que el éxito rotundo que tuvimos fue ciertamente digno de mención. Una vez más, el guiso de olla caliente de giba se había agotado antes de lo previsto, y los otros platos, incluido el myamuu giba, se habían acabado antes de la hora de cierre.

“Aun así, diría que la novedad definitivamente jugó un papel. Al menos nadie se quejó de que nos vendiéramos tan rápido, pero también me gustaría mantener el mismo número de comidas para mañana”, dijo Reina Ruu.

No tuve ninguna objeción, pero alguien más tuvo un comentario: Tsuvai de todas las personas.

“¿Pero no deberíamos estar mirando nuestro menú mientras tenemos el margen de maniobra para hacerlo? Puede que estemos bien por ahora, pero creo que deberíamos considerar vender otro plato de sopa”.

“¿Otro plato de sopa?”

“Sí es cierto. Estamos preparando 120 de este plato, pero la mayoría de los clientes piden la mitad, ¿no? Así que más de doscientas personas lo están comiendo”, dijo Tsuvai con una mirada inusualmente seria en sus ojos. “Si tantas personas comen exactamente el mismo plato día tras día, se cansarán antes que los otros platos, ¿verdad? Más aún una vez que la novedad desaparece”.

Me sentí seriamente impresionado, ya que estaba pensando exactamente lo mismo. Si tuviera que dar mi evaluación, diría que el estofado de guiso de giba se estaba tratando actualmente como un plato de acompañamiento, por lo que incluso si los clientes cambiaran el plato con el que lo estaban acompañando, eso todavía significaría comer el mismo guiso de giba. estofado todos los días.

“Cierto. Pensándolo bien, tal vez hemos estado evitando que la gente se canse de los platos que se ofrecen en las posadas porque los hemos estado alternando. Y nos ha beneficiado que haya diferentes grupos de sureños y orientales viniendo cada pocos días o semanas”. Al ver que aún no parecía haber hecho clic para Reina Ruu y los demás, amplié un poco mi explicación. “Pero en los puestos tenemos muchos occidentales que viven aquí en Genos. Probablemente no quieran seguir comiendo exactamente lo mismo durante uno o dos meses seguidos. Entonces, con eso en mente, podrían terminar cansándose incluso más rápido que las hamburguesas giba o myamuu giba”.

“Entonces, ¿deberíamos hacer lo que dijo Tsuvai y preparar otro plato de sopa para alternarlo todos los días?”

“Sí. Si se te ocurre algo tan bueno como el estofado de giba, no creo que escuchemos quejas de ningún cliente. Por lo menos, no debería haber ningún daño en hacer las cosas de esa manera”.

A pesar de que Tsuvai fue quien se opuso a instalar el restaurante al aire libre ayer, solo un día después ya había encontrado una nueva forma de ganar monedas. Ciertamente fue tranquilizador verlo.

“Correcto… Y a este ritmo, eventualmente será difícil preparar suficientes entrañas, por lo que puede ser bueno crear nuevos platos de sopa con carne ordinaria a continuación”.

Mientras continuábamos nuestra conversación productiva, terminamos de limpiar y regresamos al borde del bosque.

Luego vino la preparación para dirigirse al asentamiento de Sauti.

Habíamos determinado que cada día nuestro camino debería llevarnos a través del asentamiento de Ruu en el camino. Había una serie de razones para eso, pero la más importante era el hecho de que el clan Sauti hacía uso de esa ruta cada vez que necesitaban comprar algo en la ciudad a pesar de todo. En otras palabras, era el camino más corto entre el asentamiento de Sauti y el pueblo de correos.

En cuanto a tratar de dirigirse directamente desde el asentamiento de Sauti a la ciudad postal, aparentemente eso requeriría salir del borde del bosque hacia el sur y luego ir más lejos hacia la carretera de piedra para poder seguirla hacia el norte. La ruta tomaría cuatro horas a pie, u ochenta minutos en carreta totos. Pero al permanecer dentro del borde del bosque y dirigirse primero al norte hacia el clan Ruu, eso se convirtió en dos horas y cuarenta minutos a pie, o un poco más de cincuenta minutos en carreta.

Antes de tener totos o carretas, el clan Sauti casi nunca se aventuraba en la ciudad de correos, sino que compraba lo que necesitaba en el pueblo agrícola al sur del borde del bosque. Pero después de conseguir un totos, buscaron la ruta más corta a la ciudad postal y terminaron decidiéndose por la que estábamos usando ahora.

Con ese largo prefacio fuera del camino, regresamos de la ciudad de correos al asentamiento del clan Ruu, cargamos el equipaje que necesitábamos, y algunas personas del lado del negocio del clan Ruu se intercambiaron, después de lo cual nos dirigimos al Sauti. asentamiento.

Dado que Sheera y Vina Ruu serían las siguientes en el puesto, intercambiaron lugares con Reina y Rimee Ruu, saltando al vagón. El principal trabajo de preparación para los negocios de mañana estaría a cargo del grupo que permaneciera en el asentamiento de Ruu, por lo que ninguna de las partes tenía una carga más pesada o más liviana.

Hasta que se resolviera toda esta conmoción, el clan Ruu continuaría preparando la comida para las posadas todos los días. Después de todo, habría sido demasiado para el clan Fa sin la ayuda de los clanes Fou o Ran.

Después de unos cuarenta minutos de viaje en carreta desde el poblado de Ruu, llegamos al poblado de Sauti. Como solo había un camino entre ellos, no había ninguna preocupación de perderse. Y debido a que el asentamiento de Sauti estaba todo el camino hacia el sur, tampoco podía confundirse con ningún otro lugar. Si seguías yendo hacia el sur por el camino a través del borde del bosque, eventualmente llegarías allí al final.

“Gracias  por venir, compañeros  camaradas del borde del  bosque…

Bienvenidos al asentamiento de Sauti”, nos saludó el anciano Moga Sauti.

Después de saltar del asiento del conductor, le hice una reverencia.

“Estaremos a su cuidado por el momento. ¿Los cazadores se dirigieron al bosque a tiempo?”

“Por supuesto. Idearon un plan detallado y actualmente están colocando trampas. Mientras no sean atacados a la mitad, esperan comenzar a enfrentarse seriamente al señor del bosque a partir de mañana”.

Un extraño silencio se cernía sobre el asentamiento de Sauti. Era un lugar grande y espacioso, en todos los sentidos a la altura de los asentamientos de Ruu y Suun.

“Este asentamiento fue construido no solo por los Sauti, sino también por el clan Vela que nos ha seguido durante mucho tiempo. Hay diecinueve miembros de Sauti y catorce de Vela, haciendo treinta y tres de nuestra gente viviendo aquí en total.

“Ya veo. Y hay alrededor de sesenta personas bajo los Sauti en total, por lo que me han dicho.”

“Por supuesto. En estos últimos meses, varios niños han llegado a la edad de cinco años, lo que eleva nuestro total a sesenta y ocho en la actualidad”. Como recordé, la costumbre era no incluir a los niños menores de cinco años en tales cuentas. “Hay veintitrés cazadores entre ellos, pero como resultado de este incidente, dos de ellos ahora carecen de la fuerza necesaria para continuar con esa tarea. Y tal como van las cosas, los Sauti no hemos terminado de sufrir pérdidas”.

“Entonces, de ahora en adelante, tendrás veintiún cazadores que necesitarán cazar suficientes giba para alimentar a sesenta y ocho, ¿verdad?”

Esa parecía ser una proporción mucho más baja de cazadores por bocas que alimentar en comparación con el clan Ruu. El Sauti debió tener muchas mujeres, o quizás niños y viejos.

“Entre Sauti y Vela tenemos catorce mujeres. Nos gustaría que la mitad de ellos ayudaran a preparar la cena. ¿Será eso suficiente?”

“Eso no debería ser ningún problema. Estaba pensando que comenzaríamos con nuestros preparativos para el negocio de mañana y luego nos pondremos a trabajar en la cena después.”

“Pues bien, déjame llevarte a la cocina de Sauti.”

Mientras Moga Sauti nos conducía a la casa principal de Sauti, hice algunos cálculos en mi cabeza. El Sauti y Vela juntos tenían treinta y tres personas. Luego había once cazadores que habían venido a ayudar, y nosotros ocho chefs. Eso significaría que tendríamos que preparar suficiente cena para cincuenta y dos en total. Ese número no era un problema para nosotros ocho solos, por lo que no sería difícil hacer nuestro trabajo y al mismo tiempo instruir a las mujeres sauti. Después de pensar en todo eso, me volví hacia Sheera Ruu mientras conducía a Ruuruu por las riendas.

“Por cierto, ¿cuánto ha estado comiendo Mida últimamente? Creo que escuché que pasó de ser suficiente para diez personas a solo cinco”.

“Sí, creo que ahora come lo suficiente para cinco. Después de todo, él es bastante grande.”

En ese caso, agregaría suficiente para cuatro personas más, lo que nos llevaría a cincuenta y seis en total. Y teniendo en cuenta los abundantes apetitos del clan Ruu, probablemente sería bueno seguir adelante y subirlo a sesenta.

En ese momento, le pregunté a Moga Sauti: “Um, ¿cuántos niños menores de cinco años tienes que comen comidas normales? ¿Y cuántos en los clanes Sauti y Vela están lo suficientemente heridos como para tener problemas para comer normalmente?”

“Hay cuatro niños pequeños a los que se les quitó la leche y tres hombres que están lo suficientemente heridos como para solo poder beber sopa”.

Luego, poniendo a los niños en la mitad de una porción normal, eso daría para dos más, y las personas lesionadas necesitarían una comida diferente, quitando tres. Decidí establecer mis planes en aproximadamente lo suficiente para sesenta personas.

Comida para animar a todos en el Sauti… y comida para dar fuerzas a los cazadores, ¿eh?

Dicho esto, realmente no había necesidad de obsesionarse con hacer algo tan especial. Los clanes Fa y Ruu hicieron uso de los ingredientes que fluían de la ciudad del castillo, y eso solo fue suficiente para sentirse especial aquí en el borde del bosque. Tendría que comprobar el estado de los heridos más tarde, pero aparte de eso, simplemente teníamos que trabajar diligentemente en la cocina, como siempre.

Esta es la primera vez que cocino para otro clan además de Ruu o Rutim, fuera de los banquetes.

Definitivamente, estas circunstancias no eran nada para celebrar, pero aun así me pareció positivo que tuviéramos la oportunidad de ayudar a los Sauti, con quienes no habíamos podido formar lazos profundos hasta el momento.

Y así, finalmente comenzaron nuestros varios días de estadía en el asentamiento de Sauti.

***

Terminamos los preparativos para el negocio del día siguiente increíblemente rápido.

El clan Ruu había dejado la mayor parte de ese trabajo al grupo que se quedó atrás, y por mi parte, todo lo que tenía que hacer era cortar la carne, por lo que no necesitábamos tanto tiempo. Aunque pasamos más de una hora cargando todo en el asentamiento de Ruu y viniendo aquí, todo salió bien ya que este era el tiempo que solíamos asignar para nuestras sesiones de estudio. En consecuencia, todavía quedaban tres horas hasta el atardecer.

Luego, cuando finalmente llegó el momento de preparar la cena, una de las mujeres convocadas por Moga Sauti, que parecía joven pero también digna, dio un paso adelante e inclinó la cabeza.

“Estoy realmente agradecido con todos ustedes por compartir su fuerza con los Sauti. Estoy a cargo de las mujeres en el asentamiento y soy la esposa de Dari Sauti, Mil Fei Sauti”.

“Soy Asuta del clan Fa. Estaré ayudando a manejar la estufa por un tiempo a partir de hoy.”

Al igual que Dari Sauti, parecía estar en algún lugar de sus veinticinco años. Su cabello castaño oscuro no era especialmente largo y estaba recogido en un moño. Parecía una mujer de voluntad bastante fuerte.

Detrás de ella se encontraban seis mujeres de los clanes Sauti y Vela. Eran una mezcla de todas las edades, y el único punto en común entre ellos era la expresión sombría que tenían. Incluso las mujeres especialmente valientes del borde del bosque podrían perder su fuerza al enfrentarse a una tragedia como esta. Era la primera vez desde la reunión de jefes de clan que veía a la gente del borde del bosque tan apática.

Fuera del grupo, solo Mil Fei Sauti tenía una expresión impertérrita.

“Entonces, ¿qué debemos hacer? Si es posible, me gustaría alimentar primero a los hombres que están heridos”.

“Cierto. Será difícil para ellos tragar la comida dura, ¿no?”

“Sí. Especialmente para los dos que están gravemente heridos, ni siquiera tienen la fuerza necesaria para masticar poitan horneado y solo pueden beber caldo… Nuestros cazadores heridos están todos reunidos actualmente en una de las casas de Vela, así que me gustaría preparar comida para todos a la vez.”

“Hay siete cazadores heridos, ¿verdad? Entiendo. Luego comenzaremos hirviendo la carne de giba. Sheera Ruu, ¿podrías seguir adelante y hacer lo que te pedí antes?”

“Si, entendido.”

Con eso, Sheera Ruu comenzó a cortar la carne giba y agregarla a una olla hirviendo. Mientras ayudaba con esa tarea, Mil Fei Sauti gritó: “Disculpe, pero… esto es comida para los hombres heridos, ¿no es así? No importa qué tan suave lo hiervas, no creo que puedan tragar la carne de giba”.

“Cierto. Esto es solo para hacer una acción. Pasaremos la carne hervida a nuestras porciones más tarde. El plan es hacerlo un poco más fácil de comer y también lleno de nutrición, así que por favor no se preocupen en ese frente”.

“Ya veo. Mis disculpas por el comentario impertinente”.

Mientras la carne estaba hirviendo, cortamos un poco de aria, chatchi y nenon en trozos de aproximadamente un centímetro de ancho. Cuando los agregué a la olla, Mil Fei Sauti nuevamente intervino: “Um, ¿trajiste esos vegetales contigo? No creo que tuviéramos ningún chatchi o nenon aquí”.

“Sí, los compramos en el camino de regreso hoy”.

“Entonces tenemos que pagarte por ellos…”

“No, los necesitaba para mi trabajo, así que no te preocupes por eso”. Mil Fei Sauti dudosamente frunció el ceño, pero solo le dirigí una sonrisa. “Moga Sauti me pidió que consolara y devolviera la vida a los Sauti a través de mi cocina, y acepté esa tarea. Además, he oído que los sauti no están tan bien como los Ruu, así que no puedes comprar demasiados ingredientes diferentes.”

“Sí, eso es ciertamente cierto”.

“Entonces, ¿no es natural para mí proporcionar ingredientes personalmente para cumplir mi acuerdo con Moga Sauti? No creo que pueda llevar a cabo mi tarea solo con lo que tienes en la despensa de Sauti, así que esto es simplemente lo que hay que hacer”.

Mil Fei Sauti entrecerró los ojos a medias y me lanzó una mirada gélida. “Eso me suena a argucia. Al final, ¿no te estás apiadando de los pobres que somos los Sauti?”

“No estaba tratando de hacerlo. Solo quiero hacer mi trabajo”.

Como uno de los tres clanes más grandes y poderosos al borde del bosque, los Sauti, naturalmente, no estaban tan mal. Pero eso fue en última instancia solo en relación con los clanes más pequeños. En comparación