Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 14

Interludio 2: ¡Santo cielo!

“¡Santo cielo! ¡Coqueteaste como un loco!” Kuu gritó mientras se ponía de pie, jadeando de emoción.

“¿N-No realmente…? Ni siquiera nos hemos tomado de la mano, y al final, no logré recibir un b-beso ni nada…”.

La había llevado de la mano antes al tratar sus ojos, pero eso no era lo mismo. Kuroka bebió un trago de su bebida ante la idea, y luego murmuró: “Quiero intentar caminar por la ciudad tomados de la mano…”

“¿No sería eso muy fácil para ti?” preguntó Kuu, ladeando la cabeza.

“Kuu, aún eres tan inmadura a pesar de que participas en estas reuniones”, dijo Gremory. “¡Nos regocijamos precisamente porque ella está atascada en este paso! ¡Hnnngh! ¡Buen poder de amor!”

A pesar de todo el alboroto a su alrededor, las orejas triangulares de Kuroka se doblaron sin fuerzas contra su cabeza.

“¿Q-Qué pasa, Lady Kuroka?” preguntó Gremory.

“Quiero intentar tomarme de la mano… pero pensé que él no me devolvería el apretón incluso si tomaba su mano, así que traté de abrazar su brazo. Aunque eso no fue suficiente para mí…”

Manuela había estado llenando constantemente la taza de Kuroka, por lo que había bebido mucho más de lo que sabía. Para empezar, no tenía intención de hablar tanto, pero su boca simplemente siguió moviéndose por sí sola. En cuanto a Shax, quien realmente debería haber estado tratando de detenerla, tenía el rostro rojo brillante, en cuclillas detrás de Zagan.

“E-Está bien”, dijo Kuu presa del pánico. “Kuroka, estás haciendo cosas mucho más audaces que tomarse de la mano, ¿verdad? Si tomas su mano, Kuu está bastante seguro de que el viejo responderá”.

“P-Pero en ese momento, en realidad no estamos saliendo ni nada… Espera… ¿Eh?”

Kuroka de repente se congeló en su lugar. “¿Qué ocurre?” Preguntó Kuu.

“Ahora que lo pienso… nunca dijo que me amaba ni nada. Padre lo ha reconocido, pero eso no significa que en realidad estemos juntos…”

“…”

Habiéndose dado cuenta de algo que nunca deberían haberse dado cuenta, todas las personas en la reunión quedaron estupefactas. En cuanto a Shax, se enfrentó a los ojos de Zagan que le decían en silencio: “¿Todavía no le has dado una respuesta después de todo eso?”

Atravesado por miradas agudas de todas partes, Shax finalmente reunió su determinación, enderezó su postura y dijo: “Kurosuke, has bebido demasiado. Te dije que te enseñaría cómo hacerlo correctamente,

¿recuerdas?” “Sí…”

“Dije que te protegería sin importar qué”, agregó con resignación, alborotándose el cabello. “Lo dije en serio en ese sentido, así que no hay necesidad de estar tan preocupada, Kuroka”.

Shax podía sentir sus mejillas cada vez más calientes. Luego se frotó la mano contra su túnica y se la tendió a Kuroka.

“Vamos, deberíamos irnos”. “¡Sí!”

Kuroka apretó su mano, que se sentía lo suficientemente caliente como para quemarla.

Cuando los dos se fueron, Gremory la llamó una vez más para decir: “Kee hee hee. Lady Kuroka, permítame decirle una cosa.”

Y mientras Kuroka levantaba la guardia por cualquier tontería que se avecinaba…

“Felicidades.”

“Te ves tan feliz, Kuroka. Estoy aliviada”, agregó Selphy, aplaudiendo. “Ummm… Muchas… gracias”.

Estaba segura de que continuaría preocupándose por más malentendidos por venir, pero en ese momento, Kuroka podía declarar claramente que estaba feliz.

***

“Todo el mundo tiene sus propios problemas, ¿eh…?” Selphy murmuró para sí misma mientras observaba a Kuroka irse. “Tengo que hacer mi mejor esfuerzo también”.

“¡¿Hrm?! ¡Posees un aire agudo de poder amoroso a tu alrededor! Debes decir—”

“Oh, sí, ¿cómo terminó Kuroka siendo la hija del señor Raphael, de todos modos?”

Selphy probablemente no había pensado mucho en lo que había pedido, pero había hecho más que suficiente para atraer la atención de todos en la sala.

“Esa es una buena pregunta”, respondió Manuela. “Para ser un hombre tan taciturno, se vuelve extrañamente sobreprotector cuando se trata de Kuroka. Esto suena tan divertido, quiero decir, interesante. Debe haber una historia detrás de esto”.

“Jefa, es demasiado tarde para tratar de mantener las apariencias”, dijo Kuu con los ojos llorosos.

“Él me contó la historia,” dijo Foll, subiéndose al asiento que Kuroka había estado usando.

“¡Adelante!” exclamó Manuela, abrazando enérgicamente a la pequeña, quien la empujó hacia atrás como si estuviera acostumbrada a ese comportamiento.

“Gremory. Obtuve historias de amor de todos”, dijo Foll.

El día que Gremory dejó el castillo, Foll se había acercado a todos los que se le ocurrían para escuchar sus historias de amor. El acto había provocado una reunión familiar de emergencia en el castillo, pero eso era un asunto completamente diferente.

“¡Espléndido!” Gremory gritó, sus ojos dorados brillando mientras accidentalmente se levantaba de su silla de ruedas. “Bien hecho, señorita Foll. Oh, aquí está el grimorio y el diccionario élfico que te prometí.”

Gremory entregó dos libros escritos por el ex Archidemonio Orias. La mujer en cuestión se estaba recuperando de las heridas sufridas durante la batalla con Azazel, por lo que no pudo participar en la celebración de hoy.

Foll había estado preguntando a todos por historias de amor por curiosidad personal, pero la recompensa que Gremory le había prometido había sido igualmente atractiva.

“Gracias. Todavía no puedo leer élfico”, dijo Foll mientras sostenía los libros con fuerza contra su pecho y dejaba escapar un suspiro de satisfacción antes de mirar a Gremory.

“¿Hmm? ¿Pasa algo?” preguntó Gremory. “Es la primera vez que te veo a esta edad”.

“Oh. Um, realmente no me gusta mostrarle a la gente esta forma”.

Gremory usó un plato para ocultar su rostro. Su reacción fue bastante inusual para la abuela, lo que solo atrajo más la atención de Foll. Habiendo dicho eso, ella todavía estaba aquí para dar su informe sobre historias de amor.

“La historia de amor de Raphael fue súper interesante”.

Con eso, Foll comenzó a contar la historia que finalmente condujo al primer encuentro de Raphael y Kuroka.