Maou no Ore ga Dorei Elf wo Yome ni Shitanda ga

Volumen 14

Capitulo 1: El Doble De La Casa Embrujada

Parte 1

“Mierda. No es bueno. No se estabilizará”, maldijo un hechicero en la oscuridad. No había luz alguna en su entorno. Ni siquiera se podía decir si este espacio era ancho o angosto, si era una cueva o un edificio, o incluso si los conceptos de arriba, abajo, izquierda y derecha existían dentro del espacio.

La voz del hechicero ni siquiera hizo eco. Simplemente fue tragado por la oscuridad. Si hubiera alguien más allí, habría sido imposible medir qué tan lejos estaba este hechicero por sonido. Esa fue la forma en que este mundo había sido creado.

Se llamaba Purgatorio, el subespacio perteneciente al hechicero que llevaba la palabra como su segundo nombre. A pesar de la falta de luz, cualquier hechicero al menos podría captar lo que había allí. Sucios tubos de ensayo y grimorios estaban esparcidos por toda una mesa de investigación descuidada. El hollín cubría las estanterías, y artículos como cráneos de décadas de antigüedad y dispositivos de tortura oxidados yacían esparcidos por el suelo como si hubieran sido arrancados bruscamente de dichas estanterías en algún momento.

El hechicero se paseó y pisó un sándwich viejo. Luego hizo una mueca de irritación, se lo quitó del talón y lo arrojó a un rincón de la habitación. Seguro que volvería a pisarlo unos días después.

“No va a funcionar a este ritmo”, murmuró mientras dejaba escapar un suspiro y se dejaba caer en una silla. Los muchos círculos mágicos que establecían este espacio gritaron en protesta, indicando un peligro inminente. Dejado así, el Purgatorio colapsaría en unas pocas horas, destruyendo el espacio por completo.

Normalmente, cien hechiceros promedio podrían poner todos sus esfuerzos en tratar de repararlo, pero aun así no podrían resistir ni un solo día. Sin embargo, el Purgatorio ya había estado en este estado durante tres días. En otras palabras, este hechicero había seguido pasando tiempo aquí solo, asumiendo la abrumadora tarea de reparar constantemente este mundo, equilibrándolo en un estado crítico en el que cualquier paso en falso provocaría su aniquilación. Tal fortaleza mental estaba más allá del ámbito de la humanidad, pero tal poder, incluso si se enfocaba en diferentes campos, era algo natural entre los candidatos a Archidemonio que habían sido seleccionados hace un año.

“¿Eso del otro día fue la causa de toda esta mierda?”

Había sucedido hace tres noches. El hechicero y su indeseable amigo habían luchado contra una terrible calamidad. Era un monstruo más allá de los Archidemonios y algo que su indeseable amigo algún día tendría que derrotar. Habría sido un gran motivo de celebración si los dos se hubieran matado en el proceso, pero eso no sucedió. Por lo tanto, no había valido la pena unirse a la refriega. Y, sin embargo, cuando el hechicero estaba a punto de huir, la cara de esa chica estúpidamente honesta y torpe le había venido a la mente.

Ella no se habría escapado en esa situación. Seguramente habría tomado su espada… y seguramente habría muerto en el proceso. Y esa chica estaba justo en la otra habitación detrás del hechicero en ese momento.

Antes de darse cuenta, echó una mano y se unió a la batalla. Solo pensar en eso ahora le causó una extraña sensación de opresión en algún lugar de su pecho. Lo hizo sentir impotente. Se golpeó el pecho varias veces con el puño para tratar de arreglarlo.

“Hombre, hice algo realmente tonto, ¿eh?”

Y éste fue el resultado. El hechicero, por supuesto, había usado este espacio durante la batalla con la calamidad. Esta era una fortaleza cargada con muchos tipos diferentes de hechicería. Si lanza un ataque al exterior desde aquí, incluso la habilidad de su indeseable amigo para devorar la hechicería sería inútil. Dependiendo de cómo se usará, era una carta de triunfo que podía matar incluso a un Archidemonio.

Sin embargo, a pesar de ese hecho, cuando lanzó un ataque desde el Purgatorio, la calamidad había sido la que invadió su territorio. Intentó todo lo que pudo para lidiar con eso, pero nada funcionó. Incluso cuando todo parecía estar bien, varias horas después, la corrosión comenzaba de nuevo y sonaban las alarmas de peligro.

No es tan sencillo asestar un golpe a este espacio.

Se decía que un poder demasiado inmenso podía distorsionar incluso el tiempo y el espacio. En verdad, se decía que las estrellas en el cielo nocturno poseían tal masa que retorcían el espacio, lo que permitía ver estrellas que deberían haberse oscurecido. Era posible que el poder de esta calamidad pudiera superar las dimensiones, distorsionando las líneas ley del mundo, o incluso el flujo del tiempo mismo. Ahora que había llegado a esto, probablemente era imposible contener el Purgatorio dentro del subespacio. Como tal, solo quedaba una opción.

“Oh, bueno… Supongo que saldré un rato”.

Y así, el pequeño mundo conocido como Purgatorio se bañó con la luz del sol por primera vez en unos diez años.

***

“Zagan, quiero intentar ir a una casa encantada”, solicitó Foll temprano en la tarde en el castillo de Zagan. Había salido de compras con Nephy por la mañana. Hoy en día, el comercio se había establecido con el castillo, por lo que la mayoría de los bienes se entregaban directamente, pero el tiempo dedicado a pensar en lo que había para la cena era precioso para esos dos. Y mientras hacía eso, aparentemente Foll había escuchado algo en la ciudad.

“¿Una casa encantada…? ¿Qué es eso?” preguntó Zagan, frunciendo el ceño.

“Escucha esto”, respondió Foll, hinchando su pecho. “Aparentemente es un lugar donde muchos fantasmas persiguen a todos. Eso dijo Manuela.”

“Esa mujer otra vez…”

Fuera del castillo estaba Manuela, mientras que dentro estaba Gremory. Esos dos siempre causaban algún tipo de alboroto. Zagan cuestionó qué ganaría perturbando su paz y tranquilidad. Preferiría que dejaran de enseñarle a su hija cosas extrañas. Sintió que le venía un dolor de cabeza, luego se encontró con cierta duda.

“¿Hmm? ¿No son los fantasmas dañinos para la gente normal?”

“¿Lo son?” preguntó Foll, ladeando la cabeza y parpadeando confundida. No representaban una gran amenaza para el hechicero promedio, pero los civiles normales no tenían forma de defenderse de ellos. En realidad, incluso los hechiceros no tenían una impresión particularmente buena de los fantasmas. Realmente no les importaba el misterio del fenómeno mágico ni nada. Para ellos, los fantasmas eran más como plagas que vagaban por la casa.

Entonces, ¿cómo se hizo popular hacer un juego con ellos? No, espera,

¿cómo se juega así? Zagan reflexionó. ¿Quizás algún hechicero lo estaba usando como medio de lucro? Aun así, era bastante desconcertante.

Por desgracia, no había nadie aquí para señalar su malentendido. Uno era un Archidemonio que había pasado su infancia temiendo a los humanos por encima de todo, específicamente a los furiosos adultos que lo perseguían por robar pan. El otro era un dragón joven que solo había entrado en los asentamientos humanos por primera vez hace un año. Nephy también había pasado su infancia prácticamente prisionera en un pueblo ya escondido. Ninguno de ellos podría haber estado familiarizado con el concepto cultural de una prueba de coraje.

Después de pensarlo un poco, Zagan asintió y dijo: “Hmm. Muy bien. ¿Está en Kianoides?”

“¿Podemos ir?”

“Realmente no hemos tenido muchas oportunidades de jugar últimamente debido a Shere Khan y Bifrons. Además, el gran baño ya está completo, por lo que es el momento adecuado para tomar un descanso”.

Foll le dedicó una radiante sonrisa.

Bueno, esto no es bueno. Parece que últimamente he bebido demasiado a Foll.

Uno de los objetivos de Zagan era permitir que su hija viviera como una niña normal. ¿Qué clase de padre era él para descuidar eso?

“¿Puede Nephy unirse a nosotros?” preguntó Foll, saltando y colocando sus manos en el regazo de Zagan.

“Sí. Si vas a buscarla ahora, deberíamos poder ir a visitarla por la noche.” “¡Iré a hacer exactamente eso!”

Zagan vio a su hija salir corriendo felizmente sin darse cuenta de que estaba sonriendo. Sin embargo, cuando ella estuvo fuera de la vista, de repente frunció el ceño.

“Pero… ¿fantasmas? ¿En serio? Debería prepararme.”

Si una instalación usaba fantasmas para divertirse, tenía que asegurarse de no erradicarlos accidentalmente. No importa cuán hábil sea uno, cuando se le da el maná de un Archidemonio, un simple fantasma puede ser borrado con facilidad. Zagan, Foll y Nephy tenían que tener cuidado de no dejar que se filtrara su maná, sin mencionar el maná de sus Emblemas del Archidemonio.

Foll había mostrado personalmente interés en esta atracción, por lo que Zagan tenía que dejarla disfrutar tanto como fuera posible. Debido a ese hecho, la expectativa de Manuela de que “Foll y Nephy se asustaran y causaran una escena divertida” prácticamente se había ido por la ventana. En cambio, alguien más sufriría, pero esa es una historia diferente.

***

“¿Qué pasa, Chastille?”

En su oficina en la iglesia de Kianoides, Chastille tenía su cabello escarlata atado a un lado como siempre, un adorno de mariposa lo mantenía en su lugar. Estaba en medio de sus deberes oficiales, por lo que no había ni un solo indicio de su yo llorón en ella. En cambio, tenía la dignidad de un obispo espléndido. La que le hablaba era una elfa de piel oscura, Nephteros, que trabajaba como su asistente. No hace mucho tiempo, la condición de Nephteros se veía bastante mal, pero ahora su tez era genial. Gracias a eso, Chastille no tuvo reparos en confiar en ella para trabajar.

Sin siquiera darse cuenta, la mano de escritura de Chastille se había detenido, dejando intacta la montaña de documentos durante varios minutos. No, la montaña, de hecho, se había hecho más grande. Normalmente, ella era un poco descuidada, pero en el modo de trabajo, era muy raro que cometiera tales errores.

“Simplemente sentí un escalofrío extraño por alguna razón… No importa; No es nada. Estoy bien.”

Bueno, ese escalofrío también la había devuelto a sus sentidos. Sin embargo, a Nephteros claramente le preocupaba que ella no funcionara. Y así, Chastille se abofeteó las mejillas para volver a concentrarse.

“¿Preocupada por algo?” preguntó Nephteros con consideración. “Si quieres, puedo escucharte”.

“No, realmente no lo llamaría algo que me preocupa…” murmuró Chastille algo evasivamente, mirando hacia abajo a sus pies, o más precisamente, a su sombra. “Barbatos no ha aparecido en los últimos días. No es que no responda por completo, pero…”

Cuando intentaba hablar con él, rara vez respondía. E incluso cuando lo hacía, no prestaba atención. Él no había desaparecido de su sombra, pero se sentía como si estuviera muy lejos. De hecho, sintió que él había estado actuando de manera extraña desde el día en que Zagan había construido el gran baño en su castillo.

A pesar de lo que sugeriría su comportamiento, Barbatos era un hechicero que podía luchar en igualdad de condiciones con el Archidemonio Zagan. Ella no creía que él estuviera en peligro, pero aun así no podía evitar preocuparse.

“Él no está muerto ni nada, ¿verdad?” Nephteros preguntó con un ceño dudoso en su rostro.

“N-No. Bueno, responde de vez en cuando, y al menos no parece estar herido o enfermo”.

“Entonces no sirve de nada preocuparse por eso. ¿No es esto realmente algo bueno desde la perspectiva de la iglesia?”

“P-Pero…”

“Chastille. No sé qué piensas de él, pero es el tipo de hechicero con el que es mejor no involucrarse.”

Tener una discusión tan sólida lanzada directamente hacia ella hizo gemir a Chastille. Kuroka le había señalado lo mismo una vez antes.

“Quiero decir, en muy raras ocasiones, él también muestra su lado bueno,

¿sabes?”

“¿Por ejemplo…?”

“¿Eh? Uhhh…”

Nephteros tenía una mirada de lástima en sus ojos, como si estuviera mirando a alguien que creía en la fantasía absoluta.

Si no puedo demostrar que tiene un lado bueno, ¿quién en el mundo puede hacerlo? Chastille desesperadamente puso sus pensamientos en movimiento como si desafiara los cálculos más difíciles.

“¡Uhhh, oh! ¡Cierto! ¡Cuando tiré una taza de té en casa, me arregló la taza rota y luego limpió el piso muy bien para empezar!”

Había sido en medio de la noche, por lo que Chastille comenzó a entrar en pánico cuando Barbatos salió de las sombras y dijo: “Maldita sea, ¿qué diablos estás haciendo, llorona?” antes de ocuparse de todo. Eso debería haber demostrado que en el fondo era un buen hombre y, sin embargo, Nephteros parecía aún más exasperado con ella.

“Sabes que eso significa que lo dejaste entrar a tu habitación como si estuviera perfectamente bien, ¿verdad? ¿Estás realmente de acuerdo con eso?”

“¿Eh…?”

Ahora que lo expresó así, Chastille sintió que, de hecho, había sido una situación bastante precaria, que le hizo sudar la frente.

“E-Eso no es… Um, pero…” “Oye, ¿estás realmente bien?”

Y justo cuando Nephteros comenzó a perder la compostura por el comentario descuidado de Chastille…

“Tee hee hee. Lady Nephteros, no debe entrometerse en la vida privada de otra persona.”

Antes de que nadie se diera cuenta, una niña pequeña estaba sentada en uno de los sofás de la oficina. Tenía ojos y cabello dorados, y una espeluznante muñeca de peluche estaba sentada sobre su regazo. Incluso se había servido una taza de té destinada a los visitantes.

“¿Alshiera…? ¿Por qué estás aquí?” preguntó Nephteros.

“Oh, ¿ahora preguntas? He estado aquí los últimos tres días…”

Chastille tampoco se había dado cuenta de eso, por lo que se puso rígida ante la idea.

La vampira que derrotó hábilmente a Lord Michael… ¿o debería llamarlo Archidemonio Andrealphus?

Honestamente, si esta chica se hubiera puesto seria, Chastille no habría podido hacer nada sin su Armadura Ungida. Era cuestionable si incluso podría comprarle a Nephteros el tiempo para escapar. ¿Por qué estaba Alshiera aquí en lugar de quedarse en el castillo de Zagan? ¿Y cómo había pasado desapercibida durante tres días enteros?

Chastille pensó que ya había entendido lo absolutamente aterrador que era esta vampira, pero se dio cuenta de cuán a la ligera se había tomado las cosas. De repente se puso alerta, pero Nephteros le apretó la mano con calma.

“Está bien”, susurró Nephteros. “Si estuviera planeando algo, ya lo habría hecho. Y si el hermano mayor la está dejando vivir, entonces ella no es nuestra enemiga… Mientras creas lo que dice Nephelia, claro.”

“Aaah… lo sé. Gracias, Nephteros.”

Por alguna razón, era Alshiera quien parecía terriblemente desconcertada. “Um, ¿qué es?” Chastille preguntó tímidamente.

Alshiera se llevó la mano a la frente como si estuviera profundamente en conflicto por algo y luego dijo: “No es nada… No he tenido esa reacción en bastante tiempo, así que se sintió bastante nostálgico. No estoy segura de cómo reaccionar yo misma”.

“Aaah…”

Chastille y Nephteros simpatizaron con eso. Lo descubrieron a partir de esa simple explicación. Pasar tres meses en el castillo de Zagan habría hecho que casi todos sintieran que estaban siendo engañados y manipulados.

¡Lo entiendo! ¡Todos los que van a la casa de Zagan quedan reducidos a llorones! ¡No soy solo yo!

El grupo de Chastille en la iglesia no estaba tan familiarizado con Alshiera, pero tal como había dicho Nephy, parecía que no era una mala persona.

“Um, entonces, ¿puedo preguntar qué negocio te trajo aquí?” preguntó Chastille.

“Oh, sí… Hay algo que me gustaría confirmar. Sin embargo, no tengo la intención de hacer daño a nadie, así que por favor no se preocupen por mí”.

“Pero… esta es mi oficina”.

La gente del castillo de Zagan realmente actuó con demasiada libertad. Chastille no podía seguirles el ritmo. Dejó escapar un suspiro de exasperación cuando Alshiera se rio una vez más.

“Más importante aún, ¿no estábamos hablando de tus preocupaciones?” dijo Alshiera.

“¿Eh? Ummm… ¿sabes lo que está pasando con Barbatos?” “Al menos sé dónde está y qué está haciendo”.

¿No significa eso que lo sabes todo?

¿Por qué esta vampira hacía las cosas de una manera tan indirecta? Chastille podía sentir que le venía un dolor de cabeza, pero en este momento, estaba en modo de trabajo. Y así, se recompuso y consiguió que la conversación se moviera.

“¿Le ha pasado algo? Um, por lo general me ayuda, así que si algo le preocupa, me gustaría ser útil…”

Alshiera casualmente tomó un sorbo de té antes de responder y dijo: “No hay necesidad de alarmarse. Ha ocurrido un problema en su laboratorio de investigación, por lo que simplemente está inundado de trabajo tratando de solucionarlo. Como caballero, no serías de ninguna utilidad incluso si fueras allí… Bueno, al menos podrías consolarlo, supongo.”

“¡¿C-C-C-C-C-Consolarlo?!”

¡¿Q-Quiere decir lo que creo que quiere decir?! Chastille pensó, su rostro se puso rojo brillante cuando Alshiera dejó escapar una risa divertida.

“Oh vaya. ¿Y qué es exactamente lo que acabas de imaginar, me pregunto? Quise decir eso en el sentido de que probablemente se animaría si viera tu cara, solo para que lo sepas.”

“¡Oh! ¡Cierto! ¡Que! ¡¿Qué más podría significar?!” La voz de Chastille se quebró, dejando a Nephteros completamente confundida.

“¿Hay otro significado para la palabra?” preguntó ella con un ladeo de la cabeza.

“¡¿Hwuh?! U-U-U-U-Ummm…”

¿Era Nephteros simplemente ignorante? ¿O ella sabía y no podía sumar dos y dos? Su inocente reacción dejó a Chastille sintiéndose aún más nerviosa.

“Bueno, hay muchas cosas de las que una joven doncella no puede hablar. No debes entrometerte”, dijo Alshiera.

“¿Es eso así?”

Se sentía como un acto tan despiadado ser salvada por alguien que la miraba como si fuera extremadamente lamentable.

Chastille se aclaró la garganta y luego volvió a encarrilar las cosas preguntando: “Um, ¿está cerca? Soy un poco curiosa. Creo que al menos debería hacerle una visita de cortesía una vez que haya terminado con mi trabajo.”

“Sí. Está a poca distancia, incluso.”

Justo cuando Chastille estaba a punto de preguntar por la ubicación exacta, Nephteros hizo una expresión preocupada.

“¿Qué pasa, Nephteros?” preguntó Chastille.

“Oh, no es nada, de verdad. Este informe simplemente me llamó la atención, pero puedo investigarlo yo mismo. No debería ser un problema si Richard va conmigo.”

“¿Hubo algún incidente? ¿Qué sucedió?” Chastille preguntó mientras echaba un vistazo al documento que Nephteros estaba mirando, que detallaba información sobre una mansión en las afueras de la ciudad.

“¿Una casa encantada…?”

“Sí. Parece que los fantasmas aparecen incluso en el dominio de un Archidemonio. Estoy bastante seguro de que cualquier Caballero Angelical puede lidiar con uno, pero hay casos en los que los hechiceros esclavizan a los fantasmas. También parece que los niños del vecindario se han estado colando, así que por si acaso, iré a echar un vistazo.”

“E-Espera, si los niños están entrando, entonces yo—” “¿No eres malo con los fantasmas?”

“¡¿P-Por qué sabes eso?!” exclamó Chastille. Se quedó sin palabras al ser vista tan a fondo. Con eso, Alshiera se levantó a medias de su asiento para echar un vistazo al documento ella misma.

“Oh… cielos, ahora esto es…” se detuvo, sonriendo como si estuviera viendo algo terriblemente divertido. “Puede que esto no sea asunto mío, pero creo que sería mejor para Lady Chastille tratarlo personalmente”.

“¿Eh?” Chastille murmuró y se congeló, lo que provocó que Alshiera desviara la mirada con torpeza.

“Bueno, la gente está hecha para diferentes cosas. No forzaré el asunto, pero creo que si vas obtendrás mejores resultados”.

Hablando honestamente, Chastille todavía no sabía lo que estaba pasando por la mente de esta chica, pero no sintió ninguna malicia detrás de esas palabras.

“Bien… iré”.

“¿Está segura?” preguntó Nephteros. “Incluso si no te obligas a ir, puedo manejarlo”.

“No, debe tener una razón para decir eso. Me gustaría ir, aunque solo sea para verificar su temperamento.”

“¿Es eso así…? Bueno, no te esfuerces demasiado.”

Nephteros no parecía del todo satisfecha con esta conclusión, pero no insistió en el tema. En cambio, miró a Alshiera y dijo: “No lo entiendo. ¿Qué ganas ayudando a Chastille? No te conocemos lo suficientemente bien como para creer que esto es puramente por algún sentido de buena voluntad”.

“Ya veo… Tienes razón”, comentó Alshiera, hundiéndose en sus pensamientos por un momento. “Bueno, en cierto sentido, el problema que le ha ocurrido a ese hombre fue causado por involucrarse conmigo. Como tal, me gustaría echar una mano, aunque sea un poco”.

“¿Ese hombre…? Aunque estaba hablando de Chastille…” “Es lo mismo.”

Con eso, Alshiera volvió a sentarse como si perdiera interés en la conversación y tomó otro sorbo de té.

No sé lo que me espera allí, pero tendré que ir a echar un vistazo… o eso pensó Chastille, pero ella realmente no entendió. No tenía idea de cuánto tiempo había pasado desde que experimentó la angustia de tener que luchar sola.

***

“¿Entonces? ¿Qué provocó esto? Es raro que me eches una mano, Hechicera.”

Dentro del Purgatorio, que ahora estaba afuera y solo era una vieja mansión decrépita, Barbatos estaba cara a cara con un viejo fomoriano en una habitación en el segundo piso. Su nombre era Gremory… y era una de las ex candidatas a Archidemonio y también la mano izquierda de confianza de Zagan.

“¡Kee hee hee! No hay necesidad de actuar como un extraño. No estamos tan familiarizados el uno con el otro, ¿verdad? Si tienes un problema, me parece bien echarte una mano”.

La anciana sonrió, dejando al descubierto unos dientes amarillos, a los que Barbatos devolvió una sonrisa torcida.

“¡Hah! Sobre el único idiota que confiaría en un hechicero diciendo que sería nuestra llorona.”

Por alguna razón, Gremory se tambaleó hacia atrás antes de sonreír con satisfacción mientras levantaba un dedo.

“¡Kee hee! ¡Ser recibido con tal poder de amor…! Incluso con mis ojos, no podría haber predicho tal crecimiento de ti.”

“No tengo ni idea de qué diablos estás diciendo”.

¿Así que esta es la abuela que siempre le causa problemas a Zagan?

Barbatos ya estaba hasta el cuello de trabajo tratando de reparar el Purgatorio, por lo que no quería que lo molestaran con ningún otro tipo de molestia. Fue solo cuando parecía que no tenía más remedio que ahuyentarla que el rostro de la anciana se puso serio.

“Bueno, observarte a ti y a tu situación actual de cerca será muy beneficioso para mí”, dijo, levantando un dedo huesudo. “Primero, está el incidente que ocurrió el día en que se construyó el gran baño. Mi señor me ha contado todo lo que ocurrió, pero me gustaría confirmar todo lo que pueda con mis propios ojos.”

Esto, de hecho, tenía sentido viniendo de uno de los subordinados de Zagan.

No es que mi comprensión de eso sea tan diferente de la de ese imbécil.

“Segundo”, continuó Gremory, levantando otro dedo, “puedo ver personalmente tu laboratorio de investigación. Eso, en sí mismo, tiene valor para un hechicero, ¿no es así?”

“Bueno, tienes un punto allí”.

Barbatos fue un antiguo candidato a Archidemonio, e incluso los Archidemonios no pudieron igualarlo cuando se trataba de saltar por el espacio. Tener la oportunidad de robar su hechicería era una propuesta atractiva, incluso para otro excandidato a Archidemonio. Y por su parte, Barbatos sería capaz de observar de cerca la hechicería de Gremory, haciéndolo igualmente lucrativo a sus ojos.

“Y tercero, bueno, viene la razón más importante”, dijo Gremory, levantando un tercer dedo. Luego entrecerró los ojos, casi sacando una expresión de asombro de la boca de Barbatos. Y así, el hechicero que solo estaba por debajo de los Archidemonios declaró solemnemente: “¡Mis instintos me dicen que podré presenciar una oleada masiva de poder de amor aquí!”

Barbatos realmente no entendió lo que eso significaba, así que preguntó: “Oye… este poder del amor sobre el que sigues divagando… ¿Qué diablos es?”

“¡Kee hee! No tienes que preocuparte por eso. Puedes simplemente permanecer como eres. Me beneficiaré así.”

Todavía no entendía realmente lo que ella estaba diciendo, pero sentía que estaba jugando con él.

Oh, es eso. Esa cosa que siento de todos los que me rodean cada vez que me involucro con la llorona.

Sus miradas siempre lo hacían sentir incómodo, aunque nunca había sentido ninguna hostilidad que lo acompañara. Este hechicero nunca había creído que el desconcertante fenómeno de “ser amado” lo involucraría alguna vez. Como tal, él nunca podría entender.

“Bueno, ¿ves ahora que tengo más que suficiente para ganar ayudándote?” preguntó Gremory.

“¿Supongo…?”

La anciana extendió su mano derecha con una sonrisa desagradable en su rostro. En cualquier caso, Barbatos estaba al final de su cuerda manejando esto por su cuenta. Y como tal, de mala gana le estrechó la mano.

“Ahora bien, ¿qué debo hacer?” ella preguntó.

“Bueno, puedes comenzar identificando todas las anomalías en la mansión. Estoy demasiado ocupado restaurando el Purgatorio para hacerlo.”

“¿Mmm…? ¿Esta mansión no es tu base? Parece… un poco indefenso.”

Gremory tenía razón. La mansión casi no tenía defensas contra los intrusos.

“¿Qué esperas? Traspasar es normalmente imposible.”

Este edificio solía existir dentro del subespacio del Purgatorio. Por lo tanto, era prácticamente imposible invadir, y si alguien lo hacía por algún tipo de casualidad, podría simplemente expulsarlo. Debido a ese hecho, las defensas no tenían sentido, especialmente porque sacar la mansión ni siquiera se suponía que estaba en el ámbito de consideración.

Bueno, tal vez por eso el monstruo logró invadirlo…

“El interior al menos se ha convertido en un laberinto”, dijo como si inventara excusas. “Bueno… aunque te tomará menos de un segundo atravesarlo. También hay un número razonable de fantasmas alrededor. Los solté aquí bajo el mando de un lich. Se les ha ordenado que expulsen a cualquier intruso.

Los liches eran fantasmas de alto rango conocidos como reyes no muertos. Poseían una inteligencia considerable y podían dominar otros tipos de fantasmas. Al usar los espíritus de los hechiceros muertos como base, incluso era posible que usaran hechicería. Y, por supuesto, también era posible conseguir que obedecieran instrucciones detalladas.

La nigromancia estaba fuera del campo de especialización de Barbatos, pero su maestro estaba familiarizado con ella, por lo que Barbatos al menos podía ponerla en práctica. La mansión acababa de salir del Purgatorio, pero los niños abandonados del vecindario que deambulaban por allí ya habían comenzado a instalarse, por lo que ordenó al lich que se ocupara de ellos.

“¿Simplemente los estás tirando?” Gremory preguntó con una mirada confundida en su rostro. “Qué gentil respuesta para el conocido como Purgatorio”.

“¿Eh? Si mato a un montón de niños, la llorona… Quiero decir, ese idiota de Zagan nunca se callará”.

“¡Ya veo! Buen poder de amor… quiero decir, ¡qué lógico!” “¡¿Cierto?!”

Era cuestionable si realmente se entendían, pero los instintos de Barbatos le advirtieron que no profundizara demasiado en el asunto.

“¿Hmm? ¿Ya eres un intruso…?” Gremory murmuró de repente. “¿Eh? Espera, ¿qué es esto…?”

“¿Qué? ¿Es malo?”

“Um… ¿Qué piensas de esto?”

Barbatos dirigió su atención a su barrera, luego se congeló. “Oye… ¿qué diablos está pasando?”

Una anormalidad que el dueño de la mansión nunca había esperado había comenzado a tomar forma.

***

“Hmm… No hemos encontrado nada todavía. ¿La gente realmente disfruta esto?”.

El grupo de Zagan fue el primero en poner un pie dentro de la casa embrujada. El interior sucio estaba lleno de esqueletos, herramientas de experimentación, dispositivos de tortura oxidados y otras cosas por el estilo.

“Mmm… Dicen que puedes jugar a la mancha con los fantasmas”, respondió Foll con un asentimiento tranquilizador, apretando la mano con fuerza frente a su pecho.

“Bueno, supongo que el entorno es perfecto para los fantasmas”.

Como no poseían forma corporal, los fantasmas en realidad no podían tocar a nadie, pero podían poseer a las personas y manipularlas para atacar a otros. Eso los hacía parecer algo problemáticos, pero en verdad, tenían debilidades más evidentes que el vampiro promedio.

Primero, no podían salir a la luz del día. También fue bastante fácil destruirlos usando cualquier cosa cargada con maná. Simplemente tocarlos con el llamado poder sagrado de la iglesia, también conocido como aura, los borraría por completo. Como tal, una mansión sucia como esta, donde todo parecía estar desconectado del concepto de la luz del sol, era muy agradable para los fantasmas.

Es por eso que los fanáticos de la limpieza entre los hechiceros realmente los odian, supongo.

Una casa embrujada por fantasmas daba una impresión de suciedad. Zagan era indiferente a esas cosas, pero incluso él trató reflexivamente de aplastar a cualquier fantasma que encontrara cerca de él. Incluso si no fueran peligrosos, simplemente se sentía desagradable tenerlos cerca. Con tales pensamientos en mente, Zagan comenzó a ponerse un poco ansioso y se volvió hacia Nephy.

“¿Estás bien, Nephy? Um, lugares como este son un poco…”

“Sí, estoy bien. Me recuerda a su castillo cuando nos conocimos, Maestro Zagan.”

“¡Hngh…! ¡¿E-Es así?! Bien entonces.”

Ahora que lo pensaba, su castillo había estado prácticamente en el mismo estado en ese entonces. Bueno, en realidad puede haber sido peor, considerando cuánto más espacio había. Los fantasmas, por supuesto, también se habían asentado allí. Todos habían sido extraviados de algún tipo, no empleados por Zagan. Sin embargo, una vez que estuvieron expuestos al aura de un alto elfo, Nephy los exorcizó a todos sin que ella se diera cuenta.

Espera, ¿eso no hace que sea extremadamente difícil para nosotros encontrarnos con fantasmas?

Zagan podía sentir la presencia de lo que parecían ser fantasmas dentro del edificio, pero todos se habían dispersado cuando su grupo entró. Ya les había dicho a Nephy y Foll que suprimieran su maná, pero a este ritmo, sería difícil disfrutar de estos juegos que Foll había mencionado.

En ese momento, el pie de Zagan pateó algo en el suelo. “¿Hm…?”

Miró hacia abajo y recogió el libro que vio en el suelo. Era un grimorio.

¿No fue esto robado de mis archivos…?

Ni siquiera había cinco personas en todo el mundo que pudieran robar un grimorio del castillo de Zagan. Además, solo había un idiota que realmente intentaría la tarea. Mirando más de cerca, parecía que la cubierta estaba manchada con la sangre del culpable.

Zagan quería quejarse de que no trataba su propiedad con cuidado, pero sabía que esto probablemente había sucedido debido a la trampa que había tendido. Ese hombre era un criminal habitual en este sentido, por lo que Zagan había colocado trampas particularmente diabólicas cerca de los grimorios que probablemente intentaría robar. A fin de cuentas, era bastante impresionante que hubiera seguido intentándolo a pesar de haber sido golpeado casi hasta la muerte cada vez.

Si esta era la mansión de Barbatos, al menos, no era un lugar para que los niños vinieran a jugar. Zagan finalmente había llegado a la posibilidad de que hubieran cometido un error. Sin embargo…

Nephy y Foll se están divirtiendo, ¡así que como sea!

Independientemente, decidió quedarse con el espíritu de estar aquí para jugar y disfrutar su tiempo juntos.

***

“Eep… ¿Por qué estoy solo en un lugar como este?” Chastille murmuró para sí misma, habiéndose acobardado.

Ya era pasada la medianoche y un velo de oscuridad envolvía su entorno. La investigación de una casa embrujada era, de hecho, el deber de un Caballero Angelical. Además, esa chica vampiro le había dicho que viniera aquí, así que tenía que haber alguna razón por la que ella tenía que ir en lugar de los otros Caballeros Angelicales.

¡Pero las cosas que dan miedo siguen dando miedo!

La mansión en cuestión era bastante antigua. Había una terraza junto a la puerta de madera, donde se colocó una mesita con dos sillas. Grandes ventanales se alineaban en sus paredes, pareciendo como si dieran la bienvenida a la luz del día. Esa descripción hacía que la casa pareciera elegante, pero en verdad, la mayoría de las paredes de madera estaban ennegrecidas y cubiertas de musgo. Las ventanas estaban rotas y el viento sacudía las cortinas detrás de ellas. Lo que parecían esqueletos ocupaban las dos sillas, y las tablas del suelo de la terraza estaban descoloridas y desconchadas.

Chastille definitivamente podía entender cómo los niños que buscaban la emoción de tener miedo se sentirían atraídos por el lugar, pero ella personalmente quería salir lo antes posible.

Lady Alshiera desapareció sin que yo me diera cuenta…

Chastille estaba actualmente vestida con una simple camisa y falda, como cualquier civil normal. Tenía su Espada Sagrada con ella, pero ninguna Armadura Ungida. Ya había pasado el horario de oficina, por lo que estaba vestida con ropa informal, dejándola completamente en modo llorona.

Alshiera en realidad había recomendado esto. Esta fue una investigación, pero no se presentaron cargos contra el dueño de la casa. Estar vestido como alguien de la iglesia haría que esto pareciera un abuso de poder. O eso había dicho ella, de todos modos. Ahora que Chastille lo pensaba, había sido convencida de hacer esto con una excusa bastante vaga.

Es más, Alshiera había hablado como si hubiera planeado acompañarla, pero antes de que Chastille se diera cuenta, la vampira no estaba a la vista. Incluso si no fuera razonable resentirse con ella por esto, Chastille hubiera preferido que se lo dijeran de antemano si no iba a tener compañía.

Echó otro vistazo a la mansión. Al parecer, había sido construido aquí hace unos setenta años. Según los registros de la iglesia, su último propietario era un hombre llamado Randall Wells, que había muerto hacía varias décadas. Había muerto de viejo y no tenía parientes, por lo que la casa había sido abandonada, ya que no había nadie que la heredara. Así, el edificio permaneció aquí sin problemas durante décadas. Pensando en esos detalles, Chastille ladeó la cabeza.

¿Eh? Siento que en realidad está un poco limpio, teniendo en cuenta que ha estado abandonado durante tanto tiempo y todo…

Estaba bastante deteriorado debido a la falta de mantenimiento, pero no estaba tan polvoriento o podrido como esperaba. Décadas fueron más que suficientes para que una casa abandonada se arruinara. Después de todo, los edificios necesitaban un mantenimiento regular para evitar que se cayeran a pedazos. Quizás, al igual que Nephteros había inferido, un hechicero o similar se había instalado.

En ese caso… prefiero que mantengan el lugar un poco más limpio.

Ahora que había llegado tan lejos, no podía regresar sin hacer una investigación adecuada. Habiendo dicho eso, sin embargo, necesitaba el coraje para entrar sola.

“Barbatooos… Hic… ¿Realmente no estás cerca?” dijo mientras comenzaba a hablar con su propia sombra sin siquiera darse cuenta. Sin embargo, ella no obtuvo respuesta. Normalmente, al menos habría dicho algo, incluso si escupiera maldiciones todo el tiempo. No pensó que sería tan desalentador no escuchar su voz.

Supongo que está en medio de su propia crisis, ¿verdad?

Teniendo en cuenta su personalidad, era demasiado terco para acudir a alguien en busca de ayuda. Y, sin embargo, también sentía que él vendría a salvarla si corría algún peligro real. Realmente no tenían una relación especial ni nada, pero ella tampoco quería ser una carga para él.

“Hic… ¡Contrólate, Chastille! ¡La seguridad de la gente descansa sobre tus hombros! ¡¿Qué clase de Caballero Angelical serías si no hicieras algo de trabajo aquí?!” Chastille exclamó, encendiéndose incluso mientras temblaba lo suficientemente violentamente como para que su cabello escarlata se sacudiera a un lado de su cabeza.

“Disculpe…” susurró ella, apenas exprimiendo su voz mientras llamaba a la puerta. “¿Hay alguien en casa?”

Por la forma en que hablaba Lady Alshiera, parecía dar a entender que alguien vivía aquí…

Era como si Alshiera hubiera enviado a Chastille aquí como una forma de disculpa por causarle problemas a esa persona. Bueno, esa también podría haber sido la forma en que Alshiera la engañó. Aun así, Chastille esperaba que quienquiera que viviera aquí fuera una persona normal y honrada.

Sin embargo, no hubo respuesta ni siquiera mientras esperaba. Y después de quedarse nerviosa unos minutos más, Chastille entró en la casa embrujada.

***

“¿Qué demonios? ¿Por qué está ese imbécil de Zagan aquí? ¡¿Y ahora la llorona también?!” Barbatos gritó desde su estudio del segundo piso.

Ni siquiera una hora después de que Gremory informara sobre el descubrimiento de un primer intruso, había entrado un tercero. ¿Habían confundido este lugar con algún tipo de parque temático?

Zagan estaba seguro de darse cuenta de que esta era la base de Barbatos eventualmente. Incluso era posible que ya lo hubiera hecho. Bueno, no era probable que lo destruyera solo para presumir, pero ese indeseable amigo suyo tampoco era un alma tan bondadosa como para venir aquí por consideración. Y honestamente, la parte particularmente horrible de esto fue que la novia y la hija de Zagan estaban con él.

Ese imbécil de repente se convierte en un maldito idiota cada vez que la elfa y la mocosa están con él…

La cautela de Zagan como hechicero simplemente se desvaneció en el aire de alguna manera cuando se trataba de ellos. Tomaría medidas en función de sus caprichos actuales y, en la mayoría de los casos, traería desgracias a los involucrados. Barbatos había sido la mayor víctima de esto. Podía reclamar ese título con facilidad. En otras palabras, Zagan fue más despiadado de lo habitual en estos casos. Era poco probable que la mansión saliera ilesa de esta tormenta pasajera.

“¡Esto es malo, Purgatorio! ¡Mi señor ha comenzado a erradicar los fantasmas!”

“¡Por eso lo odio!”

Realmente eligió los mejores momentos para acosar a Barbatos. ¿Estaba realmente manteniéndolo bajo vigilancia? Y luego estaba Chastille. Tenía su Espada Sagrada, pero por alguna razón, vestía ropa informal en lugar de su Armadura Ungida. Había estado tan ocupada con el trabajo últimamente que la hacía lucir bastante deslumbrante… no, indefensa. Si la pilla desprevenida, incluso un fantasma podría ser un peligro para ella. Es más, cuando Barbatos escuchó a través de las sombras, escuchó algo bastante angustioso…

“No tengo miedo. No tengo miedo. No tengo miedo… Hgggh, Barbatooos…

¡No! ¡Estoy bien! No tengo miedo. No tengo miedo…”

Ella estaba continuamente murmurando para sí misma, claramente entrando en pánico todo el tiempo. Barbatos sintió una repentina punzada de culpa por dejarla sola en un momento como este, luego otra emoción indescriptible lo abrumó al escucharla decir su nombre. Debido a todo eso, golpeó su cabeza varias veces contra un pilar.

“¡¿Qué pasa, Purgatorio?! ¡Sentí una oleada repentina de poder de amor!”

“¡No es nada! ¡Estoy perfectamente cuerdo!” Barbatos respondió mientras negaba con la cabeza casualmente, incluso mientras la sangre goteaba por su frente.

“¡Maravilloso! ¡El poder de amor que siento de ti rivaliza con el de mi señor!

¡Oh! ¿Puedo usar Memorandum para registrar este momento?” “No tengo ni idea de lo que estás parloteando, ¡pero no te atrevas!”

Cada vez que agonizaba por algo, esta estúpida abuela se volvía loca así. Barbatos estaba empezando a comprender las dificultades diarias de Zagan.

“Todos y cada uno de estos pendejos… ¡Joder! De todos modos, este es el mayor problema, ¿eh?” Barbatos murmuró mientras miraba la imagen en su bola de cristal. Reflejaba al tercer intruso, el que Gremory le había informado primero.

“Hmm…” Gremory murmuró con interés, mirando el cristal. “¿Es una variante de un doble?”

Por alguna razón, el intruso se parecía mucho a Barbatos. Sin embargo, no era idéntico. Había un aspecto que diferenciaba decisivamente a los dos.

“He sido hechicero durante unos ciento cincuenta años, pero es la primera vez que veo uno”, agregó.

“¿Cómo crees que deberíamos lidiar con eso?”

Normalmente, Barbatos ni siquiera habría considerado pedirle consejo a otra persona. Sin embargo, en realidad todavía tenía veintiún años. Se enorgullecía de rivalizar con los Archidemonios cuando se trataba de su especialidad, pero Gremory estaba mucho más allá de él en todos los demás campos. Y a pesar de su comportamiento ridículo, esta abuela era una hechicera de primer nivel de la clase más alta.

“Recuerdo haber leído sobre ejemplos similares en un libro antiguo”, dijo asintiendo.

“¿Y cómo se resolvieron?” preguntó Barbatos, con un toque de esperanza en su voz.

“No lo hicieron”, respondió Gremory con gravedad. “Solo documentó las consecuencias”.

Barbatos se quedó sin palabras. La respuesta fue mucho más pesada de lo que había imaginado. Los hechiceros del pasado no eran todos incompetentes. De hecho, puede que incluso haya habido algunos que hayan sido más poderosos que él ahora. Y, sin embargo, este detalle implicaba que no había sobrevivientes.

“En un caso, resultó en una pelea a muerte en el momento en que los dos se conocieron. Ambas partes se golpearon mutuamente. En otro, incluso después de matar al doble, aparecieron en su cuerpo heridas idénticas a las que recibió el doble, lo que provocó su muerte”.

“¿Entonces es una mala idea matarlo…? ¿Qué tal si lo tiramos?”

“Hubo un caso en el que uno causó un incidente sin que el original lo supiera y les trajo calamidades. Al final, atacaron al doble para tratar de detenerlo y luego murieron”.

Barbatos estuvo a punto de sugerir capturarlo o sellarlo, pero inmediatamente se dio cuenta de que no tendría sentido. Si el doble moría, él también lo haría. Sería extremadamente difícil sellar uno y mantenerlo vivo durante un período prolongado de tiempo. Además, considerando el hecho de que el doble poseía el mismo poder que él, el sello eventualmente se rompería. Capturarlo solo ganaría tiempo, nada más.

“¡Maldita sea! ¿Es esta una de las razones por las que las cosas están saliendo mal aquí?”

“Hmm… No puedo negar la posibilidad de que el doble sea el responsable de la distorsión en el espacio-tiempo. Habiendo dicho eso, no tenemos una forma de lidiar con eso”.

Gremory no tenía ni idea. Barbatos no tenía forma de lidiar con esta situación tal como estaba, y aquí Zagan y Chastille estaban merodeando por el área. Si alguno de ellos se encontraba con el doble, nada bueno saldría de ello.

En ese caso, consideró enviar a Gremory tras él. Sin embargo, teniendo en cuenta su comportamiento hace unos momentos, eso sonaba como una receta para el desastre. Era probable que sucediera algo aún peor.

En serio, ¿qué diablos hago aquí…?

Después de agonizar sobre el asunto durante unos minutos, la luz de la razón de repente se desvaneció de sus ojos.

“Aaah, lo que sea. Hagamos explotar toda la maldita mansión.”

Decidió ordenarle al lich que se autodestruyera y volara el lugar al reino venidero. Le había dado a la cosa suficiente poder para controlar a todos los fantasmas, por lo que si el lich se autodestruyera, todo, incluso remotamente mágico, sería borrado. Después de eso, podría simplemente crear un nuevo Purgatorio.

El grupo de Zagan podría evitar una explosión de esa escala de una forma u otra sin ayuda. Y en cuanto a Chastille, Barbatos podría alejarla a través de las sombras. Si la mansión era responsable del doble, entonces tal vez la cosa desaparecería junto con ella. En el peor de los casos, esto también mataría a Barbatos, pero a este ritmo, ya no le importaba.

“Gremory. Haz que el lich—”

“Oh. El lich acaba de ser asesinado.” Barbatos cayó de rodillas.

“¿Cómo puede alguien ser tan cruel después de irrumpir en la casa de otra persona…?”

Bueno, esas palabras podrían haber sido devueltas a él, considerando su comportamiento habitual. En cualquier caso, justo cuando Barbatos finalmente se puso a llorar, Gremory de repente le lanzó un pulgar hacia arriba.

“¡Buen poder de amor!” “¡Cierra la boca!”

***

“Haaah… Haaah… ¡¿Qué diablos está pasando?! ¡¿Por qué mi casa está llena de malditos fantasmas?!”

Un niño, un poco mayor de diez años, se escondió con miedo, temblando mientras maldecía su suerte. Tenía algunos conocimientos de hechicería, por lo que su maestro incluso lo había elogiado por su talento.