Infinite Dendrogram (NL)

Volumen 7: El Escudo De Los Milagros

Capitulo Extra 1: Firmado

Paladín, Ray Starling

Normalmente, los monstruos de Infinite Dendrogram tenían sus nombres mostrados sobre sus cabezas.

Sin embargo, por muy parecido a un juego que sonaba, los nombres eran visibles incluso para los tians que llamaban a este mundo su hogar. Cuando lo piensas, era un poco obvio que esos nombres serían, considerando que eran, con mucho, la forma más sencilla de diferenciar a los humanos de los monstruos. Por lo menos, no tenerlos definitivamente haría las cosas mucho más confusas y difíciles.

Sin embargo, usé “normalmente” por una razón. Hubo excepciones: monstruos con nombres que no siempre veías, como aquellos que podían usar el ocultamiento, el sigilo y habilidades similares.

Los mejores ejemplos de esto fueron los Mimics. Estos juegos de rol favoritos estaban presentes en Dendro, al igual que en muchos otros juegos, y la mayoría de ellos tenían habilidades que ocultaban sus nombres. De hecho, encontrarás muchas almas desafortunadas atraídas y derrotadas por la promesa de un inmenso botín de un Mimic.

Con todo eso en mente, actualmente me enfrentaba a una determinada elección.

“Está bien… ¿Este es seguro?”

Estaba en el ahora familiar Tomb Labyrinth, mirando al final de un pasillo, reflexionando intensamente sobre el cofre del tesoro colocado allí.

A diferencia de otras áreas, los monstruos en las mazmorras creadas reaparecieron automáticamente, y lo mismo se aplicó a estos tesoros. Estaban dispersos al azar, y aunque podían ser muy acertados o fallidos, los golpes tenían el potencial de ser realmente geniales. Figaro, por ejemplo, había obtenido un Prism Steed de uno de esos.

Eso estuvo muy bien. El tesoro siempre fue bienvenido. Pero ahí fue donde entraron los Mimics.

Los imitadores reemplazaron algunos de estos cofres. Claro, era tan probable que encontraras uno como que encontraras un objeto raro, pero incluso aquellos en los niveles inferiores eran absurdamente fuertes, sobre el nivel Pure-Dragon.

“Si tan sólo los demás estuvieran aquí”, comentó Némesis.

Sí, pensé en respuesta.

Hoy, las cosas no habían salido según lo planeado y terminé explorando los niveles inferiores del Tomb Labyrinth por mi cuenta.

Así fue como me topé con este cofre del tesoro. Abrirlo sin que nadie me ayudara era peligroso, pero con estas cosas, el primero se lo lleva todo, así que definitivamente no estaría aquí cuando regrese con mi grupo.

“Ignorarlo sería la opción segura aquí”, reflexioné en voz alta.

“Pero eso sería un gran desperdicio”.

Sí. Dejar atrás el primer cofre del tesoro que encontré definitivamente dolería.

“¡Muy bien…!” Grité. “¡Lo he decidido! ¡Abriremos ese cofre!”

“¡Entonces me prepararé para usar el Counter Absorption, por si acaso!”

Reunimos nuestra determinación y me arrodillé ante el cofre. Apretando el agarre de mi mano derecha alrededor de Némesis, la abrí con la izquierda y… encontré un solo pergamino dentro.

“… Parece que no era un Mimic”.

“Si. Sin ataques sorpresa ni nada por el estilo”.

Abrumado por el alivio, saqué el pergamino y el cofre se convirtió en partículas de luz y desapareció de la misma manera que lo hicieron los Maestros y los monstruos. En cierto modo, este pergamino podría considerarse una gota del cofre.

“Muy bien, veamos esto”, murmuré con entusiasmo. “Quizás esta sea una de esas recetas de artículos de las que he oído hablar”.

Deshice la cuerda, abrí el pergamino, miré el contenido y vi que el texto con la fuente más grande aparecía y decía “Permiso de exploración de Tomb Labyrinth”.

“¡GHAH…!” Exclamé cuando fui superado por la conmoción y el dolor mucho más grande que cualquier Mimic podría darme, haciéndome caer de rodillas.

“Oh cielos… ¿Cuántos de estos hemos obtenido hasta ahora?” preguntó Némesis.

Mis rollos diarios de gacha me habían hecho más familiarizado con estos de lo que nunca quise estar. Sin embargo, a diferencia de ellos, este fue diligente y se firmó automáticamente con mi nombre incluso antes de que lo abriera.

“¡¿Por qué diablos le darías permisos TL a alguien que ya está explorando TL?! ¿Por qué lo firmaría automáticamente y lo dejaría sin valor en el mercado? ¡Nadie podría necesitar esto! ¡Nunca!”

Mi grito de dolor resonó, pero no obtuvo respuesta, y ahora era el propietario no tan orgulloso de otro permiso que podía agregar a todos los que había obtenido hasta ahora, haciendo un gran total de Yo-en realidad-olvidé-cuántos.