Shin no nakama janai to Yuusha (NL)

Volumen 6

Capítulo 3: Asesinos Y El Gremio De Asesinos

Parte 1

El joven monje que había guiado a Red y sus amigos a la oficina trasera de la sagrada iglesia caminaba por una calle lateral durante la noche. Sus pasos eran rápidos mientras se dirigía hacia la puerta de la ciudad desde el centro.

“Heh”.

Una sonrisa cruzó su rostro. El obispo Shien había prometido que la santa iglesia protegería a aquellas familias de devotos que vivían fuera del pueblo.

La familia del monje vivía en un pequeño asentamiento agrícola a unos treinta minutos a pie desde Zoltan hacia el mar. Estaba en camino hacia allí ahora.

Su propietario no era una mala persona, pero como su cosecha se dividía entre el señor local, el propietario y la santa iglesia, a la familia del monje no le quedaba nada para ellos. Se las arreglaron para sobrevivir con papas y frijoles que cultivaban en la pequeña parcela detrás de su casa. El monje era el segundo hijo de su familia, y había nacido con la Bendición Divina del Clérigo.

Cuando se decidió que se uniría a la iglesia sagrada de Zoltan, sus parientes celebraron con un delicioso guiso de papas y carne molida, algo que nunca antes había probado, junto con galletas de trigo y sidra de manzana.

Esa noche, su madre le había dado a modo de disculpa ropa interior larga con retazos de aspecto cálido.

“No parece mucho, pero me preocupaba que te resfriaras. Asegúrate de usarlo por la noche”.

El monje había atesorado la prenda y nunca se había resfriado, ni siquiera en las vísperas de invierno.

Soñaba con dirigir él mismo una pequeña iglesia sagrada y mantener allí a su familia para que pudieran vivir una vida más fácil. La meta aún estaba muy lejana, pero con la crisis reciente, se le permitió traer a su familia al edificio más espléndido de Zoltan, su catedral.

A pesar de la emergencia, el monje se alegró de que, por primera vez, pudiera proporcionar algo para su familia.

Después de patear una piedra, el joven devoto volvió en sí y miró hacia adelante.

Un hombre estaba sentado en medio de la calle. Había un hacha grande colocada en el suelo frente a él, brillando con la luz de la luna.

Con un mal presentimiento, el sacerdote decidió dar la vuelta y tomar otra ruta. Pero dos hombres más ya se acercaban por detrás. Presa del pánico, trató de huir por un callejón estrecho entre dos vallas.

“¡Argh!”

El monje se encontró tirado al suelo. Otra persona había estado al acecho en el callejón: un hombre fornido y de hombros anchos. El monje reconoció su rostro.

“¡E-Eres del Gremio de Ladrones!”

El obispo Shien había protegido a una prostituta que había huido de su jefe. Este era ese jefe.

El monje no sabía nada del inframundo, pero había oído hablar al obispo Shien y a uno de los subordinados del temible Bighawk una vez.

“Creo que me debes algo”.

El hombre tenía un temible garrote tachonado de clavos en una mano. Le sonrió al monje.

La joven devota solo había llevado a la prostituta a la parte trasera de la sagrada iglesia mientras el obispo Shien se interponía en el camino de su jefe. Ciertamente había sentido una oleada de justa indignación cuando vio todas las cicatrices en su cuerpo, pero en realidad no le había hecho nada a este hombre directamente.

Obviamente, el jefe no estaba interesado en tales tecnicismos y buscaba desahogar su frustración.

“Oy, no lo mates todavía. Lo estamos usando para chantajear al obispo”, dijo uno de los rufianes que se acercaba por detrás.

La hoja de su ladrón era de color negro para mezclarse mejor con la noche.

“Tch. Ya sé, ya se. No me des órdenes.” “¿Qué es eso? ¿Me estás respondiendo?”

“¡No actúe tan alto y poderoso, señor ex candidato a las grandes ligas! Ahora solo eres un pedazo de mierda como yo.”

“¡¿Qué diablos dijiste?!”

La sed de sangre aumentó del hombre con la espada, pero el que tenía el garrote no mostró signos de retroceder, sus dientes podridos se mostraban mientras fruncía el ceño.

“Si tanto quieren matarse unos a otros, solo díganlo cuando terminemos. Con mucho gusto terminaré con ustedes dos. En este momento, haz lo que digo”, ordenó el hombre con el hacha, silenciando a la pareja que discutía.

“Yo—yo no voy a ir en tu contra.” Todos los rufianes asintieron con la cabeza de acuerdo con el que habló, el miedo en sus rostros.

El monje estaba aterrorizado y no podía dejar de temblar.

“No lo mates, solo rompe una pierna. Sería un dolor si corriera”, instruyó el portador del hacha. Se puso de pie y se acercó. Su arma era lo suficientemente grande como para que fuera difícil imaginar que un humano la manejara.

“¡Eep!”

El monje trató de huir, pero el hombre con el garrote lo hizo tropezar, haciendo que el pobre devoto volviera a caer al suelo. “Heh-heh. Entonces supongo que te dejaré solo con una pierna.” Levantó su arma.

El monje no estaba acostumbrado al combate, por lo que hizo lo peor que pudo haber hecho: cerró los ojos, dejándose indefenso.

“¿Ah?”

Antes de que el bruto con el garrote pudiera atacar, alguien le cogió la mano en la oscuridad.

“¡¿Q-Quién eres tú?!” Le torcí el brazo.

“¡Owww! ¡¡Suéltame!!”

El garrote cayó al suelo con un ruido sordo y tiré a un lado a su dueño. “¡Gah! ¡¡¡Te voy a asesinar!!!”

Enfurecido, me lanzó un puñetazo, pero lo esquivé y le di un sólido puñetazo directo a la cara.

“¡¿Gghck?!”

El hombre salió volando y se estrelló contra el suelo. No parecía que se levantaría por un tiempo todavía. La sangre corría de su nariz.

“Si corres de esa manera, estarás a salvo. Sigue moviéndote y no mires atrás” le instruí.

“¡S-Sí, señor!”

El joven monje salió corriendo tan rápido como sus piernas se lo permitieron. Cambiando de lugar con él, salí a la calle.

“¡T-Tú eres ese idiota Red!”

“Vamos, ¿qué pude haber hecho yo para que un ladrón se acuerde de mi nombre?” Yo dije.

“¡No te hagas el tonto conmigo! ¡¿De quién crees que es la culpa de que estemos haciendo una mierda como esta?!”

Los brutos desenvainaron sus espadas.

Una sonrisa incómoda y cómplice se formó en mi rostro. “Ahhh. Ahora entiendo.”

Los ladrones se congelaron con sus armas aún desenvainadas.

“Me he estado preguntando quién estaba al acecho en la oscuridad tan sigilosamente”.

Los hombres se desplomaron en el suelo como marionetas cuyos hilos hubieran sido cortados. Había una pequeña sombra detrás de ellos.

“Esa es mi línea, Red.”

Con una expresión preocupada, Tisse confirmó que los dos que había despachado estaban inconscientes.

Cuando Rit, Ruti y yo nos fuimos después de hablar con el obispo Shien, noté que un grupo desagradable estaba mirando la catedral.

Recordando lo que había dicho Godwin, hice que Rit y Ruti fueran a casa primero y observé la situación desde las sombras. Cuando los hombres comenzaron a seguir al monje, yo los había seguido.

“He estado en guardia porque noté una presencia tan débil que parecía mi imaginación”, dijo Tisse.

“Me quitas las palabras de la boca. Estaba nervioso preguntándome qué tipo de poderoso enemigo capaz de esconderse tan bien estaba al acecho en el callejón”, respondí.

Por eso había esperado hasta el último momento antes de ayudar al monje. Tisse y yo habíamos dudado porque desconfiábamos el uno del otro.

Me volví hacia el único oponente que quedaba, el hombre con el hacha grande. “Entonces, eso solo te deja a ti. Es un arma bastante grande la que tienes ahí.

La espada era tan ancha como el torso de un adulto.

“Tómate tu tiempo para charlar frente a mí… Los aventureros de Backwater realmente carecen de sentido del peligro”, escupió el hombre con una sonrisa burlona. “Soy Bloody Jack del Gremio de Asesinos”.

“¿Dijiste el Gremio de Asesinos?”

¿Qué estaba haciendo este tipo presentándose? Miré a Tisse. Sus ojos estaban llenos de disgusto.

“Esta hacha aquí se llama Matagigantes. Una vez, un héroe derribó a un gigante solar, uno de los tipos de gigantes más fuertes, con esta misma arma.”

¿Por qué también estaba introduciendo su hacha?

Miré a Tisse. Ella estaba mirando hacia abajo, como si estuviera avergonzada.

“Oye, Tisse, ¿crees que en realidad es miembro del Gremio de Asesinos?” “Eso debería ser evidente. Por favor, déjame esto a mí.”

“¿Hmm? No me importa, pero…”

Comparada con su Matagigantes, la espada corta de Tisse era como una aguja de coser. De un vistazo, no parecía particularmente tranquilizador. Sin embargo, pude sentir una tremenda intención asesina proveniente de Tisse, aunque el hombre con el que pelearía aún no lo había notado. Tal vez eso se debió a que Tisse había aprendido a enmascarar sus sentimientos como asesina a sueldo.

“¿Qué es eso, pequeña dama? ¿Quieres pelear conmigo solo?”

“Sí. Dijiste que eres del Gremio de Asesinos, por lo que tratar contigo es mi trabajo.

“¿Tienes una cuenta que saldar con el gremio? Heh-heh. Bien por mí. Me encanta matar a la gente que busca venganza”.

Todo lo que decía parecía molestar a Tisse. Cuanto más hablaba, más aumentaba su furia.

Si me enfrentara a ella en su estado actual, correría. Sin embargo, este tipo no pareció darse cuenta de su inminente desaparición. Era todo sonrisas mientras sacaba un vial de su capa y bebía su contenido.

“¡Nrgh!”

Sus músculos se hincharon.

“¡Poder del Gorila! ¡Ahora tengo la fuerza de un gran simio!”

Agarró su Matagigantes con ambas manos y lo levantó por encima de su cabeza.

Ahhh, entonces necesita pociones mágicas para levantar su arma, pensé. “¡¿Qué piensas, nena?! ¡Mi Matagigantes no es solo para el espectáculo! “Es innecesario”.

“¡¿Qué?!”

Tisse dio un paso adelante, completamente sin miedo. “¡Imbécil! ¡Te partiré en dos!”

El hombre derribó a Matagigantes, dividiendo el camino con un fuerte estruendo. Sin embargo, cuando hizo impacto, Tisse ya se había desvanecido.

“Un asesino no necesita esa torpe arma, ni esos labios sueltos. De hecho, sería difícil encontrar algún aspecto tuyo que sea apropiado para el trabajo”. Ya se había deslizado lo suficientemente cerca como para poder golpear con su espada. “Un asesino solo necesita un arma capaz de perforar el corazón de su objetivo. Nada más.”

El hombre cayó de rodillas, todavía sonriendo. Probablemente nunca se había dado cuenta de que iba a morir.

“Mis disculpas.”

“No hay nada por lo que disculparse. Hablaba en serio acerca de matarte.”

El joven monje había corrido a Shien, así que dejamos la limpieza del incidente a los miembros locales de la santa iglesia.

Los tres ladrones habían resultado gravemente heridos, pero vivirían. Sin embargo, el autoproclamado asesino era un asunto diferente.

Tisse y yo estábamos sentados en una escalera al lado de la carretera, comiendo algo de oden.

Había ido a buscar la comida al puesto que frecuentábamos, y aunque el sabor todavía era bueno, se había enfriado y endurecido durante el viaje de regreso aquí.

“Cuando involucró al gremio, se convirtió en mi trabajo matarlo”, explicó Tisse.

“¿Parte del código del Gremio de Asesinos?”

“Las reglas del gremio no son tan estrictas como la mayoría de los forasteros piensan. En realidad, es un sistema similar al Gremio de Aventureros. Es un sistema estrictamente basado en ofertas, lo que lo distingue, pero depende de cada asesino decidir si acepta un trabajo o no”.

“¿Entonces no tienes que matar a alguien si no quieres?”

“Sí. Y si acepta un trabajo, pero decide que no puede terminarlo, puede pasárselo a otro. Rescatamos a los compañeros que se equivocan y también son capturados. Los miembros también pueden retirarse cuando lo deseen”.

“Ahora que lo mencionas, recuerdo a algunos asesinos que escaparon de la prisión en la capital”.

“No se puede cambiar el papel que se espera de la bendición del Asesino, pero al menos podemos vivir vidas decentes. Aquellos en el gremio nunca deben ser tratados como desechables. Esa es toda la razón por la que existe la organización”.

El Señor Crawly Wawly frotaba suavemente el hombro de Tisse. Sus ojos se entrecerraron un poco mientras masajeaba suavemente el estómago de la araña.

“La postura formal del gremio de nunca llevar a cabo un golpe que perturbe a la sociedad es solo un pretexto para protegerse de las represalias formales de las naciones”.

“¿En serio? El Gremio de Asesinos es temido en casi todos los lugares en los que he estado. Incluso en Avalonia…”, dije.

“Una fachada útil detrás de la cual esconderse”, respondió Tisse.

Sus cambios en la expresión aún eran bastante menores, pero reconocí la sonrisa en su rostro. Parecía alguien que me contaba un secreto.

“La bendición Asesino prospera en situaciones en las que sus usuarios pueden operar con ventaja. Si nos enfrentáramos a un ejército abrumador, no tendríamos ninguna esperanza de ganar. Entonces, ¿qué hacemos para evitar ser aniquilados? Pensamientos como ese siempre están en nuestras mentes”.

Los asesinos iban en contra de las leyes de la sociedad. Pero la bendición del Asesino era la voluntad de Demis como cualquier otra, y algunas personas querían vivir de acuerdo con los impulsos de esa bendición. En última instancia, los impulsos de una Bendición Divina fueron más poderosos que las leyes mortales. Así, los asesinos crearon un gremio para protegerse.

Eso era lo que Tisse estaba diciendo.

El Gremio de Asesinos era la organización más grande de asesinos a sueldo y ejercía influencia en todo el continente, pero también había grupos menores similares.

En Avalonia, había estado la Banda del Escorpión, que había aceptado un trabajo del ejército del señor de los demonios para eliminar a Ruti. A diferencia del gremio, que solo reunió a personas con bendiciones de la línea de asesinos, este grupo recogió huérfanos y los sometió a un duro entrenamiento, lavándoles el cerebro para convertirlos en peones desechables.

Esas organizaciones existían con el propósito de matar en secreto, mientras que el Gremio de Asesinos existía para ayudar a los asesinos.

“El Gremio de Asesinos siempre está en desacuerdo con esos otros grupos de tipo asesino a sueldo. Es una diferencia fundamental en la doctrina”.

“Ahh.”

“Es por eso que el gremio dicta que cualquier asesino que se haga pasar por miembro del gremio debe ser asesinado. Daña nuestra reputación. Y cualquier extraviado que se vaya para tomar trabajos que el gremio desaprueba no puede ser tolerado.”

“Escuché rumores sobre ex miembros que se enfrentan al gremio”, comenté.

“Está bien irse si no vas a trabajar como asesino. El gremio cree que cada persona es libre de elegir si matar o no. Pero aceptar trabajos imprudentes es inaceptable”, dijo Tisse.

“Eso tiene sentido.”

El objetivo del gremio era crear un lugar para los asesinos entre la sociedad. Cualquiera que causara problemas amenazaba ese objeto.

“Tisse… ¿Te encontraste con algo que te molesta?” Estaba un poco inseguro de si debía decir algo. Aun así, ella era mi amiga.”

Tisse exhaló cuando el Señor Crawly Wawly le dio unas palmaditas en el hombro.

“Señor Crawly Wawly… Tienes razón. Es mi problema con el que lidiar, pero…” Tisse hizo una pausa y miró hacia adelante antes de continuar.

“Hay señales de verdaderos asesinos en Zoltan, extraviados que abandonaron el gremio”.

“¿Verdaderos asesinos?”

“Vivo como amigo de la Sra. Ruti ahora, pero todavía es mi responsabilidad manejarlos”.

“No sé si son a quienes te refieres, pero vi a tres personas con bendiciones de Asesino recientemente”, dije.

Los ojos de Tisse se abrieron de par en par. “¡¿Lo hiciste?! ¿Podrías decirme más?”

“Bueno, solo eché un vistazo…”

Le conté lo que sabía sobre las personas que Rit y yo habíamos visto en el distrito del puerto.

“No hay duda. Esos tres son los extraviados”, concluyó Tisse. Después de escucharme, parecía segura. Todo lo que había contado eran sus niveles de bendición y su apariencia general, pero aparentemente eso fue suficiente.

Si ella estaba tan segura… “¿Los conoces?”

La expresión de Tisse no cambió, pero el Señor Crawly Wawly se acurrucó contra ella, como para calmar a la niña.

Que linda araña.

“Supongo que la forma más sencilla de decirlo es que eran discípulos mayores antes que yo”, respondió Tisse. “Estudiamos con el mismo maestro. No éramos cercanos, pero vivíamos juntos y compartíamos comidas”.

“Así que eran camaradas”.

“A diferencia de los aventureros, no era ese nivel de vínculo. Eran camaradas en el sentido de que compartíamos una ocupación, pero esa conexión desapareció una vez que quedó claro que estaban tomando trabajo de fuera del sistema del gremio”.

“Lo has hecho parecer como si el Gremio de Asesinos ofrece un entorno bastante razonable. ¿Por qué alguien se iría?” cuestioné

“Evidentemente, matar a quien quisieran se adaptaba mejor a sus personalidades. El gremio rechaza bastantes solicitudes.”

Aparentemente, el trabajo del gremio no era estable. Los encargados trataron de gestionarlo para que los miembros pudieran conseguir suficientes trabajos para satisfacer sus impulsos. Sin embargo, las bendiciones no solo causaron dolor; también trajeron alegría. Los asesinos que anhelaban matar seguramente se sintieron limitados por los métodos del gremio.

“De todos modos, tendré que matar a esos tres”, dijo Tisse.

Pensé en eso por un momento. “… ¿Te gustaría que yo lo haga?”

“¿Eh?” La expresión de Tisse se congeló en estado de shock. “Nunca pude. Tienes tu vida tranquila. No hay razón para que te involucres”.

“No puedo imaginar que quieras matar a la gente que conoces, ¿verdad? No es como si de repente me volviera pacifista cuando me establecí aquí. Simplemente no me uno a batallas en las que no quiero pelear”.

“Yo aprecio su preocupación. Realmente eres el hermano de la Sra. Ruti. Aun así, estaré bien. Los llamo discípulos mayores, pero realmente no les tengo ningún afecto”, respondió Tisse encogiéndose de hombros.

Lo mejor que pude ver, así era como se sentía genuinamente. Tisse era una asesina. Ella no dudaría ni mostraría misericordia.

“Son objetivos para ser despachados”. Tisse se puso de pie, señalando el final de nuestra discusión. “¿Volvemos, entonces? Tenemos gente esperándonos”.

“Supongo que sí…”, respondí. Sin embargo, rápidamente me di cuenta de algo. “En realidad no.”

“¿Qué es?”

“Tengo ganas de tomar un poco de oden cálido. Pasemos primero por el puesto de Oparara.”

Tisse asintió. “Eso suena bien.”

Partimos juntos por el camino iluminado por la luna.

Tres horas después, Tisse estaba en una carretera en el lado sur del centro de Zoltan y se había separado de Red. Sostenía una bolsa con un recipiente de oden mientras caminaba por el camino.

El Señor Crawly Wawly estaba colgando de su brazo, mirando dentro de la bolsa. Dentro había algo de comida para Ruti: albóndigas de pollo, daikon, tendón de res y un huevo.

No había chikuwa porque el precio del pescado había subido. El chikuwa estaba hecho con carne de pescado picada, y un pequeño puesto como el de Oparara no podía permitirse el lujo de seguir surtiéndolo ahora. Oparara trató de lidiar con eso vendiendo cosas como bolas de pollo, pero el sabor no era el mismo.

“Hahhh. ¡Malditos sean esos demonios Veronianos…!

Para Tisse, que creía firmemente que chikuwa era el pináculo del oden, la galera Veroniana se había convertido en una presencia intolerable.

Su investigación en los últimos días estaba llegando a su etapa final.

Aunque era difícil obtener noticias de más allá de las fronteras de Zoltan, todavía había gente a quien preguntar, desde los marineros Veronianos hasta todas las demás personas que habían traído cosas para comerciar desde tierras extranjeras.

Tisse también tenía información del Gremio de Asesinos, aunque ya tenía varios meses.

Así que el rey pirata que conquistó los mares de tres países diferentes ahora yace en su lecho de muerte…

Como gobernante de Veronia, el rey Geizeric no podía dejar que se mostrara su debilidad, dado el delicado estado del mundo. Asistió a importantes funciones ceremoniales y se preocupó al máximo por evitar problemas de política interna. Sin embargo, todavía no podía ocultar que su tiempo casi había terminado. Habiendo enfrentado la muerte innumerables veces como asesino, Tisse entendió por su información que el final del hombre estaba cerca.

Supongo que debería empezar.

Tisse se metió en un callejón poco utilizado, todavía con la bolsa de oden en la mano izquierda mientras desenvainaba su espada oculta.

“A nosotros, ¿eh?”

Un hombre de largas orejas emergió de la oscuridad. Era uno de los altos elfos del barco del príncipe Salius.

Mientras él se entusiasmaba ante la perspectiva de una pelea, Tisse parecía molesta y murmuró para sí misma que tenía que pelear dos veces en un día.

Desafortunadamente, el cambio en su expresión fue demasiado leve para hacer evidentes esos sentimientos.

“No eres una persona común, ¿verdad?”, Comentó el alto elfo. Sostenía un tridente en la mano derecha y una red doblada en la izquierda.

Parece bastante claro que tiene una bendición de Gladiador, supuso Tisse.

Excesivamente pocas bendiciones se especializaron en una combinación tan única de armas. Gladiador prefería pelear ante una multitud. Naturalmente, la mayoría de sus habilidades de combate aún funcionaban sin espectadores.

El alto elfo sonrió. “Eres fuerte. Pero no estoy aquí para pelear”. “Entonces, ¿qué negocio tienes?” Tisse presionó.

“Tenemos a tu camarada. Si quieres que vuelva a estar a salvo, ven conmigo al barco.”

“…”

Tisse se hundió en sus pensamientos ante eso.

“Camarada” presumiblemente significaría Ruti, pero no hay nadie que pueda tomarla como rehén. Entonces, ¿Red o Rit? Sin embargo, incluso con una estimación baja de su poder, se necesitarían al menos diez barcos de guerra Veronianos para tener la oportunidad de capturarlos… Realmente no puedo pensar en nadie más que el gato callejero que Ruti y yo estamos alimentando. ¿Se refiere a esos tres asesinos? No, eso no puede ser…

El Señor Crawly Wawly y Tisse estaban perdidos.

“Pareces sorprendido. Tengo la habilidad Explorador, así que sé cuándo la bendición de alguien es de un nivel más alto o más bajo que el mío. Estoy en el nivel 39 y me superas. Puedes contar la cantidad de personas en Veronia que me superan por un lado, por lo que es impactante encontrar a una persona como tú en medio de la nada aquí”.

Eso no está nada mal, reflexionó Tisse.

Si este alto elfo estuviera en el Gremio de Asesinos, sería una élite, y en una banda de caballeros, su fuerza probablemente lo convertiría en un líder de compañía. Su afirmación de ser uno de los mejores en Veronia no era un alarde vacío.

Sin embargo, eso no quiere decir que fuera rival para Tisse. “También sé cuán débil era ese amigo tuyo en la armadura”. “¿?”

“No tiene sentido ocultarlo. Su nivel era más bajo que el mío. Y mi amigo que estaba conmigo tiene la bendición de Cazador de Esclavos. Tiene una habilidad que funciona con enemigos más débiles que él, y estamos al mismo nivel. Tu amigo no tiene ninguna posibilidad.”

“???”

“Hazte el tonto todo lo que quieras. Sé que estás preocupado por dentro.”

Lo único que tengo es confusión.

La situación se volvía más desconcertante por momentos.

El nivel de Ruti era más alto que el de Tisse. No había duda de que poseía el nivel más alto del mundo. ¿Cómo podría la habilidad de ese Cazador de esclavos haberlo registrado como más bajo?

¿Fue porque sintió la Nueva Verdad?

Tisse, Rit y Red carecían de una forma de detectar la bendición de otro. Red podía adivinar con bastante precisión, pero eso era solo por su investigación. Por lo tanto, nunca supieron lo que sucedería cuando alguien con una habilidad que pudiera analizar bendiciones lo intentara con Ruti.

Así que tomó Nueva Verdad en lugar de Héroe. No imagino que alguien con las bendiciones de Sabio o Santo que pueda usar Valoración venga a Zoltan, pero Inquisidor y Cazador de Brujas también pueden identificar habilidades y niveles de bendición. Si alguien con uno de esos se encuentra con Ruti y se entera de Nueva Verdad, podríamos tener un problema.

El Señor Crawly Wawly saltó ante la gravedad de la situación. Tendrían que advertir a Ruti sobre esto más tarde.

“Oy, ¿qué haces perdiéndote en tus pensamientos? ¿Estás realmente en un nivel más alto que yo?” espetó la alta elfa. Tisse frunció el ceño con indignación, pero debido a que no se notaba en su expresión, la alta elfa siguió actuando con superioridad. “Le haré una señal a mi amigo para que lleve a tu amigo, así que sé una buena chica hasta entonces”.

“Ya veo…”

Este tipo no se da cuenta del peligro en el que se encuentra.

Ella no le debía nada, por supuesto, pero sospechaba que era mejor evitar que se matara.

“Realmente deberías decirle a tu compañero que se apresure lo más rápido que pueda”.

“Amenazándome, ¿eh? Golpearme no cambiará nada. Tu amiga es nuestra y, a menos que hagas lo que te dicen, será sometida a una tortura bastante espantosa. La marina de Veronian no es amable. Incluso los hombres más fuertes terminan llorando como bebés, rogando morir”.

“No, eso no es lo que quiero decir”, dijo Tisse, pero no sirvió de nada.

“Además, tengo la Bendición Divina de Gladiador. Lucho mejor uno a uno. Por la forma en que te vistes, supongo que tienes una bendición del árbol de los Ladrones. ¿De verdad puedes darte el lujo de actuar tan tranquilo?” La alta elfa sonrió.

“Probablemente se estaba preparando para ir a la cama… Con suerte, ella no lo mató sin hacer preguntas primero…”, murmuró Tisse pensativamente.

La elfa noble estaba cada vez más molesto porque la chica a la que esperaba intimidar lo ignoraba continuamente.

“¿Qué, eres uno de esos tipos poseídos por demonios o de mente dual con los que no se puede razonar?”

Después de un rudo resoplido, el alto elfo pirata adoptó una postura de batalla. No tenía la intención de pelear, pero si Tisse tenía una bendición que le impedía conversar con normalidad, supuso que era igualmente probable que pudiera atacar en cualquier momento. Puede que ni siquiera le importe que su amiga esté cautiva.

La alta elfa flexionó su brazo sosteniendo la red, listo para moverse en cualquier momento.

“¡¿Bgh?!?!”

Sin embargo, algo vino volando desde arriba con una fuerza tremenda, golpeándolo antes de que tuviera la oportunidad de reaccionar.

“¿Eh?”

Incluso Tisse se sorprendió y necesitó un momento para registrar lo que sucedió.

Ahora había dos altos elfos frente a ella, y ambos aparecían en un estado lamentable. Afortunadamente, sus altos niveles los habían salvado de la muerte.

“De ninguna manera…” Tisse nerviosamente se dio la vuelta. El callejón en el que estaba parada estaba a varios cientos de metros del lugar de Ruti.

¿Ella lo tiró?

Todo lo que Tisse sabía del mundo decía que estaba más allá de la capacidad humana. Ruti no era un gigante.

Espera, en realidad arrojó un gigante una vez.

Tisse recordó cuando el grupo de la Heroína había sido atacado por un grupo de gigantes de las montañas. Ruti no tenía ganas de enfrentarse a ellos, así que guardó su espada, agarró a los gigantes de la montaña que la atacaban y los arrojó sucesivamente por un precipicio. Había terminado con los gigantes huyendo de Ruti en un retorcido juego de etiqueta. Eso sucedió poco después de que Tisse se uniera al grupo, convirtiéndolo en una especie de recuerdo formativo.

Si Ruti pudo levantar una criatura tan enorme, arrojar a un alto elfo debe haber sido simple en comparación.

Y también apuntó al otro.

Al ver a los altos elfos temblando, Tisse dejó escapar una risa seca, su rostro seguía tan inexpresivo como siempre.

Ruti realmente es algo.

El día después de mi velada con Tisse, estaba sirviendo platos llenos de ensalada de pasta para el desayuno mientras la escuchaba explicar lo que había sucedido después de que nos separamos.

“¿Qué hiciste con ellos?” Yo pregunté.

“Después de que la Sra. Ruti sanó a los dos, los atamos y los arrojamos a una habitación que no estábamos usando”.

“El oden estaba frío”, comentó Ruti, eligiendo un detalle bastante extraño para enfadarse. Sus cejas se ensancharon ligeramente mientras apretaba los puños frente a su pecho en un intento de transmitir cuán malvados eran el par de piratas.

Su definición de maldad, que el oden se había enfriado debido a todas las conversaciones, probablemente fue la razón por la que Tisse afirmó una vez que el mundo de Ruti estaba un poco torcido en comparación con el de las personas normales.

Fue una peculiaridad, sin duda. ¡Pero pensé que era adorable!

“Hm”. Los labios de Tisse se abrieron en una expresión un poco extraña, como si se hubiera dado cuenta de lo que estaba pensando por la expresión de mi rostro.

Por la tarde, Rit, Ruti, Tisse, el Señor Crawly Wawly, el obispo Shien y yo nos encontramos en la puerta de la ciudad.

Rit y yo solo teníamos que ocuparnos de nuestra tienda, pero Ruti, Tisse y el obispo Shien habían estado corriendo por todo Zoltan. Los rufianes de la noche anterior habían estado tratando de chantajear al obispo Shien, que era el núcleo de la facción que se oponía a ceder ante el príncipe Salius. Aparentemente, un superior en el gremio de ladrones los había puesto a ello. Se había acercado a los restos de la facción de Bighawk para impulsarlos a la acción.

Shien había exigido que el Gremio de Ladrones hiciera un trato con el autor intelectual, pero también instruyó a los miembros de su clero para que no salieran solos y se mantuvieran alejados de las calles por la noche.

Obviamente, hubiera sido bueno que los guardias de la ciudad pudieran ayudar, pero ya tenían poco personal. Mantener la paz en la ciudad probablemente recaería en los aventureros.

Moen retenía a los altos elfos que Lilinrala había enviado a su cárcel. Sin embargo, todavía se abstenía de informar de su captura a las autoridades de Zoltan. Se tomaría una decisión después de ver cómo reaccionó el lado de Lilinrala.

Desafortunadamente, también hubo problemas con el Gremio de Comerciantes. Ha sido la organización más golpeada por las circunstancias actuales.

“Has estado trabajando duro.”

“Lo estuve. Acaríciame más.” Los ojos de Ruti se entrecerraron mientras me instaba a seguir acariciando su cabeza.

Durante mi tiempo en el grupo del Héroe, yo había sido el encargado de los asuntos diplomáticos, pero Ruti había estado manejando los de Zoltan por su cuenta desde ayer.

Estaba feliz de verla crecer, pero también estaba un poco triste. Quizás ese era el destino de todos los hermanos mayores.

“Estoy triste porque no puedo ir contigo, pero déjame a Zoltan”.

En los últimos días, Ruti se había convertido en una gran figura en la ciudad. Antes de esto, los peces gordos de Zoltan habían confiado más en Tisse. Las dos chicas tenían una cara de piedra similar, pero era más fácil entender cómo tratar con Tisse que con Ruti, que hacía las cosas de maneras tan poco ortodoxas. Sin embargo, todo eso cambió cuando llegó la galera Veroniana.

Ruti había unido a la gente en pánico y se había comportado bien, tanto en sus acciones como en sus instrucciones a los demás.

“Hice todo tal como me enseñaste, Hermano Mayor”, susurró con orgullo.

Ciertamente estaba feliz de escuchar eso. El viaje del Héroe estuvo lleno de dificultades para Ruti, pero fue bueno saber que nuestro tiempo juntos no había sido en vano.