Shin no nakama janai to Yuusha (NL)

Volumen 6

Capítulo 1: La Galera Veroniana

Parte 1

Había pasado un día desde el festival del solsticio.

Me dirigí a la plaza frente a las puertas de la ciudad para ir a pescar como le había prometido a Tanta y a los demás.

“¡Es hora de pescar!” Dijo Tanta. “¡Sí!” Levanté mi vara en respuesta.

Rit, Ruti, Tisse, Tanta y yo nos habíamos reunido. “¿Hmm? ¿Dónde está Gonz?” Yo pregunté.

“El tío Gonz bebió demasiado en el festival ayer. Dijo que pasará por hoy. Creo que está durmiendo por la resaca”.

“Fue su idea ir a pescar en primer lugar”.

“Tomó tu medicina, así que creo que estará bien para la hora del almuerzo”. Sheesh.

“Bien entonces, supongo que iremos nosotros mismos”. Tanta asintió con entusiasmo. “¡Okay!”

¿Quizás había estado preocupado de que el viaje fuera cancelado por Gonz? Se rio cuando le di unas palmaditas en la cabeza para tranquilizarlo.

“También tengo comida para todos”, dijo Rit mientras le tendía la canasta grande que llevaba. Numerosos alimentos habían sido empaquetados en él. Los había hecho todos, por supuesto. “¿Entonces adónde vamos?”

“Estaba pensando que tal vez podríamos alquilar algunos caballos y cabalgar hasta el mar”, respondí.

“En ese caso, Rit y yo podemos convocar algunas bestias espirituales”, declaró Ruti.

“¿Te parece bien, Rit?” Yo pregunté. “¡Por supuesto!”

Con eso resuelto, nos aventuramos más allá de la puerta de Zoltan. Salimos de la ciudad en un viaje al Muro del Fin del Mundo hace unos días, pero esta vez fue para un viaje mucho más relajado.

Una vez que estuvimos fuera de la ciudad, Rit convocó a un par de espíritus lobos terribles y Ruti conjuró a dos espíritus corceles. Los lobos de Rit rivalizaban en tamaño con los osos, y los caballos de Ruti tenían hermosos pelajes blancos y venían equipados con sillas de montar y riendas.

Tanta parecía sorprendido inicialmente, pero rápidamente se calmó. Uno de los lobos agarró con cuidado la ropa de Tanta con la boca y lo levantó sobre su espalda.

“¡Muy guay!” Tanta estaba acariciando el pelaje de la bestia espiritual con entusiasmo. Evidentemente, se estaba divirtiendo.

“Supongo que estás bien ahí entonces. Cabalgaré contigo.” Salté sobre la espalda del lobo, sentándome detrás de Tanta.

“¿Está seguro? ¿No sería mejor el caballo ya que tiene una silla de montar?” Rit cuestionó.

“Estaremos bien”, le aseguré.

El lobo terrible resopló en respuesta a la preocupación de Rit, como si dijera: “Déjamelo a mí”.

Tanta se emocionó aún más con eso. Sus ojos brillaban mientras se aferraba al cuello del lobo.

En pocas palabras, la pesca fue profunda.

De todas las habilidades en el mundo, solo había tres relacionadas con él: las habilidades comunes Pesca y Pesca con Caña, y la habilidad inherente Pesca Avanzada. Ese último solo estaba disponible para bendiciones como Pescar y Pesca con Caña.

Tomé la habilidad Pescar y la elevé al nivel 3. Hacerlo me otorgó Visibilidad Mejorada a través del agua. El efecto era bastante autoexplicativo. Me permitió ignorar la difracción de la luz y me permitió mirar a través de la nubosidad del agua para tener una vista más clara. Probablemente estaba destinado a detectar cuántos peces había debajo de la superficie.

La habilidad común Natación otorgaba cierta maniobrabilidad y un poco de aptitud para la batalla en el agua, pero no hacía nada por tu vista. Combate acuático también proporcionó acceso a Visibilidad Mejorada a través del agua y fue la habilidad superior en general. Si bien estaba disponible para la gran mayoría de las bendiciones orientadas a la lucha, seguía siendo una habilidad inherente, lo que significaba que no podía obtenerla.

Luchar mientras estaba sumergido era difícil. La armadura se convirtió en un obstáculo que te impedía moverte correctamente, y blandir armas era casi imposible. Las estocadas eran los únicos ataques utilizables a medias con espadas. La mejor opción era evitar el combate bajo el agua si podía evitarlo. Sin embargo, algunas situaciones te dejaron sin otra alternativa. Había innumerables monstruos que habitaban debajo de la superficie, al igual que en la tierra, y tanto la pesca como el transporte marítimo eran aspectos necesarios de nuestras vidas.

Una de las razones por las que era difícil navegar alrededor del Muro del Fin del Mundo por mar era porque las tormentas azotaban con frecuencia las aguas al este de Zoltan. Sin embargo, una razón más importante fue que esa región estaba infestada de monstruos marinos gigantes.

Krakens, serpientes de aguas profundas, grandes tiburones blancos y luscas merodeaban por la región. Peor aún, había demonios marinos, familiares del legendario demonio Leviatán, que eran capaces de cambiar de forma en dragones acuáticos gigantes.

Si un barco fuera atacado desde abajo, no habría más remedio que zambullirse en el agua y despachar a las criaturas en sus términos, lo que explicaba por qué tenía la habilidad de pesca con caña y era bastante bueno pescando.

“Está bien, tengo otro”.

Estaba dejando caer los peces que atrapé en un recipiente lleno de agua de mar, uno tras otro. Había aterrizado seis hasta ahora.

“Ghhh.”

Rit estaba mirando a su corcho que flotaba en la superficie.

Habilidad o no habilidad, si permitías que tus intenciones se filtraran tanto, ningún pez se acercaría.

Estábamos en un embarcadero no lejos de Zoltan. Era un pequeño puerto utilizado para descargar mercancías de los comerciantes que viajaban por los pueblos costeros. Había tarifas para usar los muelles de Zoltan, por lo que los comerciantes que vendían las necesidades diarias cargaban y descargaban sus botes aquí.

“Ruti”.

“¿Qué?”

“Lanzar el anzuelo al agua y golpear a un pez con él no es pesca con caña”.

Ruti ya tenía más de treinta pescados en su recipiente. Ella no estaba provocando su línea en absoluto. En cambio, lanzó el anzuelo para que aterrizara en la boca de su objetivo y lo sacó.

Era un método de fuerza bruta absurdo, pero efectivo de todos modos. Ruti estaba pescando peces del fondo del mar, a cincuenta metros de profundidad. Todavía no había fallado, así que no podía criticar su método, pero difícilmente podría llamarse pesca.

“Pero es más rápido de esta manera”. “Quiero decir, sí, pero…”

Ruti me miró con incredulidad. Ella nunca había hecho esto antes, así que no me sorprendió demasiado.

“Está bien, te enseñaré a pescar”, decidí, poniéndome de pie. “Cuando te tomas un día libre para ir a pescar, el objetivo no es pescar nada; es para divertirse.”

“¿Cómo es eso?”

Ajusté la caña de Ruti, luego elegí un gusano azul como cebo. Las cositas eran fáciles de conseguir y a los peces les gustaban. Sin embargo, a algunas personas no les gustaba la forma en que se retorcían los gusanos azules. Enhebré un corcho y una plomada en su línea y luego enganché el gusano azul.

“Este es el método básico para cebar su línea. En términos generales, es mejor asegurarse de que esté ajustado en la base del anzuelo”, expliqué.

Ruti asintió con seriedad. “Okay.”

“No tienes que tirarlo demasiado lejos. Solo tíralo cerca y luego espera pacientemente a que venga el pez”.

“¿En serio?”

“Si lo lanzas con demasiada fuerza, el gusano podría liberarse y los peces con los que estamos lidiando aquí no son tan grandes. Pez Hilo puede recoger el cebo del anzuelo, por lo que debe revisar su línea de vez en cuando. Por ahora, tíralo justo en frente de ti y tómatelo con calma”.

“La pesca es mucho trabajo”.

“Eso es solo parte de la diversión”.

Ruti recuperó la caña y volvió a lanzar. El corcho flotaba suavemente sobre las olas. Un pájaro graznó en lo alto.

Hace buen tiempo. “Mhm”.

Los meses más fríos hicieron que el océano fuera gélido, pero hermoso.

Cuando llegaba el invierno a Zoltan, los vientos del Muro soplaban hacia el mar y el agua superficial se desplazaba desde las costas hacia el océano abierto. Por el contrario, el agua más profunda subió a la superficie.

Incluso sin mi habilidad, el agua parecía de un azul claro. Fue fácil detectar los peces rojos nadando alrededor. Saber la razón detrás de este fenómeno no hizo nada para estropear su encanto.

“Es algo tan increíble de ver”, murmuré mientras miraba el océano.

Rit y Ruti, ambas luchando por diferentes razones, contemplaron la hermosa vista conmigo.

“Zoltan es genial”. “Seguro que lo es.”

Ambos tenían sonrisas tranquilas en sus rostros.

“¿Qué tal si tomamos un descanso para almorzar?” Sugerí.

Tanta fue la primera en responder. “¡Hurra! Estaba empezando a tener hambre”.

“Gah, no es como si fuera a alcanzarte de todos modos”, Rit hizo un puchero en broma.

Dirigiéndome a mi hermana, le pregunté: “¿Y tú, Ruti?”.

Se quedó mirando el corcho que flotaba en el agua antes de volver a enrollarlo de mala gana y dejar la caña en el suelo.

“Fue divertido.”

Ruti solo había pescado dos peces de la manera adecuada. Honestamente, eso fue excepcional para un principiante. Aun así, me había preocupado un poco que la naturaleza más relajada de la pesca adecuada la aburriera. Fue un alivio ver que se había divertido.

Inicialmente, parecía perpleja por no recibir muchos bocados, pero se instaló en el placer de relajarse y esperar.

En ese punto, Tisse era otra cosa. Solo había pescado un pez, pero era tan grande que no cabía en su recipiente.

Tisse no había prestado atención a los pequeños incendios y había puesto su mirada en el gran resultado. A primera vista, puede parecer que solo estaba lanzando su línea casualmente, pero era realmente competente.

Nos reunimos alrededor de la canasta de picnic. “¿Qué hiciste?”

“Todo tipo de cosas.”

Dentro de la canasta había sándwiches, una ensalada de tomate, tortillas, rosbif, carne molida y leche para beber.

“Ohhh, todo es tan colorido”. Tanta inmediatamente fue por un poco de carne asada.

Rit tomó un bistec molido, mientras que Ruti y Tisse comenzaron con un poco de ensalada.

“”””¡Tan bueno!””””

Mi esfuerzo en la cocina esta mañana había valido la pena para ver sus sonrisas.

Cuando casi habíamos terminado todo, Tanta de repente señaló hacia el agua.

“¡Mira allá! ¡Es un barco!” el exclamó.

Siguiendo la dirección de su dedo, divisé una galera con dos velas cuadradas remadas sistemáticamente por remos que parecían innumerables piernas que se extendían desde sus costados.

“Ese es un buque de guerra”.

Y no uno de Zoltan. Las fuerzas armadas de Zoltan solo poseían tres carabelas con velas triangulares, por lo que no había dudas.

“… ¿Un barco de Veronia o por ahí, supongo?”

Observándolo de cerca, me di cuenta de que la parte superior de las tres capas de remos tenía notablemente menos remeros que los niveles inferiores. Tal diseño era único entre las galeras de las naciones del sur como Veronia.

Su cubierta se colocó más alta que la de la mayoría de los otros barcos para que cuando se alineara junto a un barco enemigo, pudieran disparar una andanada de flechas desde lo alto. Veronia había diseñado este modelo hace unos ochenta años para enfrentarse a piratas que se basaban principalmente en el combate cuerpo a cuerpo. Sin embargo, Veronia había convertido sus galeras de estilo antiguo en grandes veleros en tiempos más recientes.

“No son piratas, ¿verdad?” Tanta preguntó nerviosa.

“Ciertamente es posible, pero los asaltantes por estas partes no tendrían botes tan grandes”. Además, Danan supuestamente había hundido una gran cantidad de barcos piratas en su viaje hasta aquí. Los bucaneros pasarían desapercibidos durante un tiempo. “No hay forma de que una galera sobreviva a las tormentas del paso del este. Me pregunto qué quieren en Zoltan”.

Mastiqué un sándwich mientras observaba el barco de guerra Veroniano navegando en la distancia, y reflexioné sobre lo que podría estar tramando.

“Probablemente deberíamos comenzar a regresar pronto”, dijo Rit.

Miré hacia el sol que comenzaba su camino hacia abajo en el cielo. “Sí… supongo que es hora de irse”.

“Awww. ¡Pero podemos seguir adelante!”. Tanta se quejó. “Si no salimos ahora, oscurecerá antes de que regresemos”. “Bien… Sin embargo, deberíamos hacer esto de nuevo”.

“Sí, todos deberíamos hacer esto juntos de nuevo”, estuvo de acuerdo Rit. “¿Estás de acuerdo con eso, Ruti?”

“Sí. Fue divertido. Quiero intentarlo en otro momento”.

Al final, Ruti pescó menos peces que Tanta una vez que empezó a pescar. Sin embargo, estaba claro por su desgana mientras empacaba su equipo que había disfrutado hoy.

En la mañana del día siguiente, Ruti se despertó como siempre lo hacía. No importaba lo tarde que se levantaba o lo temprano que se acostaba, siempre era lo mismo.

“Pude volver a dormir”.

Los ojos de Ruti brillaron cuando el sol de la mañana brilló a través de la ventana. La simple acción humana de descansar por la noche la conmovía. Sin embargo, Red y Tisse probablemente fueron los únicos capaces de notar lo emocionada que estaba.

Se enjuagó la boca con agua de la jarra y luego bebió de un vaso. Luego se desvistió y se limpió el cuerpo con un paño húmedo. Después de cambiarse de ropa, comenzó a hacer un ejercicio ligero: dar una vuelta por la habitación mientras se paraba de manos. Luego, agarró una de las vigas del techo con los dedos de los pies. Finalmente, arrojó una pelota por la ventana, golpeando un árbol en el jardín con tanta fuerza que la pelota rebotó hacia ella. Ella hizo esto cien veces con cada mano y pie. Esta era la rutina diaria de Ruti para asegurarse de que todavía estaba en forma.

“Mhm”.

En total, los ejercicios generalmente tomaban quince minutos.

Ruti hizo todo a una velocidad tremenda. Debido a que la bendición de Héroe siempre la mantuvo en óptimas condiciones físicas, la idea de que sus reflejos pudieran adormecerse, e incluso el acto de calentarse, fueron experiencias nuevas.

Ruti no se puso a sudar en todo el proceso. Sus mejillas estaban ligeramente rojas, pero eso era solo porque lo siguiente que había planeado para el día era desayunar en casa de Red.

Afortunadamente, nadie más sabía acerca de las cosas absurdas que ella consideraba calentamientos.

Tomando el sol de la mañana, Ruti y Tisse caminaban por las calles de Zoltan, en dirección a la tienda de Red.

Tisse tenía una espada corta escondida debajo de su ropa, un hábito remanente de trabajar como asesina. Ruti no llevaba nada. Ella siempre dejaba su espada en la tienda de Red. Cuando salía en busca de una aventura, se aseguraba de pasar primero por su tienda para conseguir su espada.

Obviamente, era solo una torpe excusa para ver a Red, pero a nadie parecía importarle.

El vecindario estaba un poco ruidoso hoy. La gente se reunía alrededor del pozo o en los callejones traseros, luciendo preocupada mientras discutían los últimos rumores.

Probablemente sobre ese buque de guerra de ayer.

La galera nunca podría navegar por el tormentoso pasaje del este. Eso significaba que se dirigía a Zoltan.

¿Qué podría desear la tripulación de un barco así en medio de la nada?

“Estaba delicioso.” “Si, es verdad.”

Después de terminar su desayuno en la tienda de Red, Ruti y Tisse se dirigieron a su plantación de hierbas medicinales en el norte.

Su comida había incorporado sus capturas de ayer: repollo y pescado guisado en tomates, un adobo de cebolla y pescado, refrescante agua de limón y pan blanco esponjoso.

Tanto Ruti como Tisse estaban asombrados de que Red pudiera preparar tanta comida tan temprano en la mañana.

Y también…

“Este es el pez que pescaste ayer”.

Cuando Ruti recordó cómo Red le había dicho eso y comió la sopa de tomate con tanto entusiasmo, no pudo evitar sonreír.

La mansión en la que vivían ella y Tisse estaba en el lado suroeste del centro de la ciudad. Lo habían elegido para darle a Ruti fácil acceso a la botica de Red y Rit, que estaba cerca. Convenientemente, el carro oden de Oparara estaba situado en el borde del distrito portuario hacia el oeste, por lo que era fácil caminar cuando Tisse quería chikuwa.

La granja de Ruti era una buena caminata hacia el norte, pero ni a ella ni a Tisse parecían importarles.

Al llegar a la parcela, la pareja miró a su alrededor. La plantación de hierbas medicinales de Ruti tenía campos normales y dos invernaderos. Estos últimos tenían techos y paredes de vidrio en sus lados sur para aumentar la temperatura en su interior.

“Hay brotes, Sra. Ruti”. “Oh. Tienes razón.”

Pequeñas plántulas verdes asomaban del suelo. La pareja casi inexpresiva se miró el uno al otro. Ambos estaban increíblemente conmovidos, pero un extraño nunca se habría dado cuenta de eso. Sin embargo, Ruti y Tisse compartían una amistad lo suficientemente profunda como para reconocer los sentimientos del otro.

“Eso es fantástico.” “Mhm”.

Las chicas sonrieron muy levemente.

Llegado el mediodía, Ruti y Tisse estaban dando con cuidado a las plantas solo un poco de agua, como Red les había enseñado. Casi habían terminado con el trabajo. Ruti y Tisse seguramente estarían ocupados lidiando con las malas hierbas y las plagas cuando las plantas comenzaran a brotar hojas verdes y tupidas. Afortunadamente, Red les había dicho que sus cultivos se habían cultivado a partir de plantas silvestres, por lo que deberían ser bastante resistentes a tales molestias. De hecho, las chicas probablemente tendrían que vigilar de cerca las líneas entre los campos para asegurarse de que nada invadiera otras áreas.

“Eso es todo por hoy, ¿verdad?” “Sí.”

La pareja discutió lo que harían para el almuerzo mientras guardaban sus herramientas.

“¡Perdóname!” gritó una fuerte voz.

Mirando en la dirección del ruido, las chicas vieron a Megria del Gremio de Aventureros. Debió haberse apresurado, porque estaba sudando. ¿Había llegado otra solicitud del gremio?

“¡Señorita Ruhr! ¡Hay algo que nos gustaría pedirte que hagas!”

Ruhr era el alias que Ruti estaba usando en Zoltan. Era un apodo bastante de mala calidad ya que el nombre completo que usaba era Ruti Ruhr. Aún así, permitió que las personas cercanas a ella la llamaran Ruti mientras ella iba por Ruhr a todos los demás.

Era absolutamente fundamental para Ruti que su hermano mayor, Gideon, se dirigiera a ella por su nombre real. Eso era algo en lo que se negaba a ceder. Ni siquiera Dios mismo podía hacerla cambiar de opinión.

Afortunadamente, el nombre de Ruti era tan poco común en Avalonia que cualquiera se daría cuenta de que el Héroe estaba en Zoltan.

El alias de Tisse era Tifa Johnson, y usó Tisse como apodo.

Ruti se secó la cara sucia con una toalla y corrió hacia Megria, que estaba pálida.

“¿Qué es?”

“El príncipe Salius de Veronia ha venido a Zoltan con un barco de guerra.” “Mhm”.

Megria se sorprendió cuando Ruti asintió con calma ante la revelación. “Esa es la Sra. Ruhr para ti. Entonces, ¿ya lo sabías?”

“Vi la galera ayer, aunque no sabía que el Príncipe Salius estaba en ella…” Ruti pensó en ese nombre por un momento. “Si no recuerdo mal, el Príncipe Salius es… el hijo mayor del rey Veroniano, pero es el hijo del rey actual y la hija mayor del rey anterior y cayó al nivel más bajo en la sucesión cuando la primera reina desapareció, ¿verdad?”

“Sí, eso es lo que he oído. Sin embargo, no estoy particularmente bien informado sobre los detalles…”

Megria era solo una empleada del Gremio de Aventureros y no podía responder con confianza. Veronia era una gran potencia, pero aún era una nación lejana. Los entresijos de la situación política del país fueron inútiles en Zoltan, hasta ayer.

“Entonces, ¿qué quiere el Príncipe?”

“Él insiste en que compartamos los registros de la iglesia sagrada de Zoltan y los asentamientos vecinos”.

“La Santa Iglesia registra…”

Los registros de la Santa Iglesia eran registros escritos de los nacimientos, defunciones, matrimonios y notas de los residentes que entraban o salían. Los documentos también enumeran la Bendición Divina de cada entrada.

El clero usó esta información para recaudar impuestos para reyes y señores mientras recibía un porcentaje de la recaudación.

Se requería actualizar los registros por hechos significativos de la vida. Incluso los residentes a los que no les gustaban sus impuestos lo toleraron sin quejarse porque la santa iglesia estaba involucrada.

Un señor determinado también podría mantener su propio registro separado del de la santa iglesia para rastrear el territorio y la riqueza que controlaba. El registro de la santa iglesia era solo para controlar a las personas, por lo que podría usarse para un impuesto per cápita, pero no para uno basado en la riqueza.

De vez en cuando, surgían discusiones entre el clero acerca de cambiar la forma en que se guardaban los registros. Sin embargo, el objetivo principal de los registros era, en última instancia, ayudar a los santos miembros de la iglesia, no recaudar impuestos, por lo que actualmente no había planes para cambiar la forma en que se guardaban los registros.

“Los registros detallan las Bendiciones Divinas de nuestros residentes. El clero de Zoltan estaba bastante indignado por la demanda del príncipe Salius”, explicó Megria.

Incluso si ayudaron con los impuestos, la santa iglesia no entregó los registros a los reyes y señores. La solicitud de Salius fue una afrenta escandalosa.

“Me sorprende que sea tan descarado. Después de todo, la Santa Iglesia tiene presencia en Veronia”, comentó Tisse.

La Santa Iglesia era una organización difícil de tratar, incluso para el Gremio de Asesinos. Su red de inteligencia se extendía por todo el continente y había sido un obstáculo significativo para muchos asesinos a sueldo antes.

Megria respondió: “Tal vez él piensa que la noticia de su acción no llegará a casa. Veronia y Zoltan están lejos el uno del otro, después de todo.”

Había algo en eso que no tenía sentido para Tisse. La santa iglesia estaba unida en su fe, sin importar las fronteras nacionales. ¿La organización realmente perdonaría el insulto del príncipe simplemente porque sucedió en la frontera?

Tisse pensó que era poco probable.

“¿Por qué el príncipe Veronian quiere los registros de la iglesia santa de Zoltan?” inquirió Ruti.

“Supuestamente… está buscando a alguien”. “¿Quién?”

“Él se niega a decir”.

Las cejas de Ruti se torcieron un poco.

“Ya veo. Entonces, ¿es algo que no está relacionado con Zoltan?” “Sí.”

“Entonces, ¿qué pasa si nos negamos?”

“…Nada. Sin embargo, tiene la intención de permanecer en el agua fuera de Zoltan hasta que encuentre a la persona que busca. También se nos informó que no debemos preocuparnos por sus suministros porque ellos mismos se encargarán de eso”.

El príncipe estaba efectivamente amenazando a Zoltan con la piratería si no se entregaban los registros de la iglesia santa. Fue un acto lo suficientemente escandaloso como para justificar una declaración de guerra. Sin embargo…

“No hace falta decirlo, pero la armada de Zoltan no es rival para ese barco”.

La armada de Zoltan constaba de tres pequeñas carabelas, cada una capaz de transportar veinte personas. No podían enfrentarse a la galera de guerra veroniana que transportaba a trescientos soldados en lo que respecta a la capacidad de combate. E incluso si Zoltan logró ganar, había una diferencia angustiosa de poder entre una gran potencia como el Reino de Veronia y una pequeña ciudad-estado atrasada como Zoltan.

Ruti no podía imaginar que Veronia estuviera conspirando para atacar a Zoltan, pero si llegaba a la guerra, Zoltan ya había perdido.

Incluso si pidieron ayuda a otro de los poderes principales como Avalonia, tenían las manos ocupadas lidiando con los ejércitos del señor demonio. No tendrían la capacidad de sobra en una guerra con Veronia.

En otras palabras, Zoltan estaba en una situación en la que no tenían más remedio que aceptar las demandas del príncipe.

“¡¿Eeep?!” Megria chilló cuando Ruti la miró.

Ruti reprimió frenéticamente sus emociones. “Oh, eh. L-Lo siento.”

Megria sintió la mirada de un monstruo gigante sobre ella durante una fracción de segundo, pero después de parpadear, vio que las únicas personas alrededor eran los miembros del siempre confiable grupo de rango B, Ruti Ruhr y Tifa Johnson. Puso una mano sobre su pecho para calmar su pulso acelerado y respiró hondo.

“…”

Ruti se sorprendió de cuánto la había molestado la historia de Megria. Quería entrar a la fuerza en el barco Veronia en ese instante, dividirlo en dos y enviarlo al fondo del mar.

“¿Qué querías pedirme?”

Por el momento, Ruti hizo todo lo posible por mantener la calma y descubrir qué quería el Gremio de Aventureros.

“Nos gustaría que participara en las discusiones en curso entre los líderes de Zoltan”.

“¿Yo?”

“Actualmente, eres la luchadora más fuerte de Zoltan. Si una batalla con el ejército estuviera fuera de discusión, entonces Zoltan no tendría más remedio que confiar en tu fuerza individual. Es por eso que queremos que participe en las discusiones sobre cómo proceder, y también le agradeceríamos cualquier idea que pueda tener”.

“Está bien”, respondió Ruti de inmediato.

Megria pareció sorprendida, pero respondió: “M-Muchas gracias. Muchos aventureros odian este tipo de consejos, así que no esperaba que aceptaras de inmediato.”

“Está bien. No te preocupes por eso.”

Durante el tiempo de Ruti como Héroina, con frecuencia había sido parte de los consejos militares. Esto no era nada nuevo para ella.

Ver a Ruti tan tranquila llenó a Megria de respeto y asombro. “¿Dónde se lleva a cabo la reunión?”

“En la Asamblea de Zoltan”.

“Ya veo. ¿Cuál es el estado del consejo?”

“El obispo Shien de la santa iglesia se opone a consentir. Galatine del Gremio de Aventureros está de acuerdo. Moen, el jefe de los guardias, también está de su lado y está decidido a luchar si es necesario. Por otro lado, el alcalde Tornado y Lord William, el jefe del ejército de Zoltan, creen que una batalla es una tontería”.

“Shien, Galatine y Moen. Son el viejo grupo de rango B”, dijo Ruti.

“Por cierto. Tal vez se sienten como se sienten porque ellos mismos son héroes”.

“Gracias. Me gustaría escuchar lo que todos tienen que decir. Vamos.”

Megria siguió a Ruti mientras se alejaba galantemente. En algún momento de su intercambio, su miedo y pavor de lidiar con una amenaza como Veronia se había desvanecido.

Que persona misteriosa.

La nueva aventurera de rango B de Zoltan estaba callada, rara vez mostraba emociones y era imposible saber lo que estaba pensando. Sin embargo, su fuerza era innegable. Incluso en las peores circunstancias, ella y su pareja Tisse resolvieron todo de inmediato.

A primera vista, Ruti parecía menos confiable que Rit, Albert o Bui, pero su poder los superaba a todos.

Curiosamente, eso no se sintió antinatural o aterrador para Megria. Cuando miró a Ruti, instintivamente creyó que la niña podría ayudar.

“Espero que la Sra. Ruhr se quede en Zoltan…”

Megria se sonrojó al darse cuenta de que accidentalmente había dicho su pensamiento en voz alta.

La Asamblea de Zoltan estaba en el centro de la ciudad.

Alcalde Tornado. Barón William, general de Zoltan. Moen, el capitán de la guardia. Harold, quien era el líder del Gremio de Aventureros, y Galatine. Obispo Shien de la santa iglesia. Estas conocidas figuras locales se habían reunido en una habitación individual con algunos líderes de varios otros gremios.

“Perdónenme”, dijo Megria mientras conducía a Ruti y Tisse a la cámara.

Algunos presentes levantaron las cejas interrogantes. Sin embargo, eso se debió más a que Ruti todavía vestía la ropa que había usado mientras trabajaba en el campo.

El barón William no hizo ningún esfuerzo por disimular su desdén, pero Ruti permaneció tranquila mientras se sentaba en el asiento al que la guió Megria.

“Mi nombre es Ruti Ruhr, y esta es Tifa Johnson. Gracias por invitarnos.

¿Cuál es la situación actual?”

“Gracias por acompañarnos, Sra. Ruhr”. La irritación del barón William solo se profundizó con la presentación de Ruti. Fue el alcalde Tornado quien le respondió a la chica con una sonrisa. “En este momento, estamos debatiendo cómo Zoltan debería reaccionar ante la demanda del Reino de Veronia”.

“¿Has llegado a una decisión?”

“Desafortunadamente, es un tema bastante difícil. Por lo general, sería inaudito que un gobierno se entrometiera en los dominios de la santa iglesia, pero Veronia parece muy decidida a encontrar a quien sea que estén buscando. Aceptar su solicitud sería el mejor camino para mantener relaciones amistosas entre nuestras dos naciones…”

“¡Alcalde!” Galatine interrumpió, mirando a Tornado con una mirada retorcida y aterradora que se adaptaba mejor a un miembro de alto rango del Gremio de Ladrones. “Exigir sin explicación que entreguemos los registros de la santa iglesia es nada menos que una bofetada diplomática.

¡Es un insulto!”

Varios de los otros participantes en el consejo retrocedieron ante la intensidad de Galatine, pero Tornado mantuvo la calma. Harold, por otro lado, estaba empezando a sudar nervioso.