Infinite Dendrogram (NL)

Volumen 6: La Sociedad Lunar

Prólogo: Los Tres Grandes Del Reino De Altar

La historia de unos pocos Maestros

Hace poco más de un año en el tiempo de Infinite Dendrogram, una cierta monstruosidad estaba devastando las tierras del reino. Su nombre era el “Tri-Zenith Dragon, Gloria.”

Era una enorme criatura dragonica de tres cabezas, tan desconcertante como aterradora, y también el tercer SUBM alguna vez presenciado.

Gloria apareció a la distancia de una montaña del reino y se dirigió hacia la capital, dejando muerte y destrucción sin par a su paso para la mayoría de los desastres naturales.

Como estaban las cosas, el reino ciertamente habría caído ante el monstruo.

Así, el reino trato de detener a Gloria… pero lastima, su ejército era imponente, contra él, con muchas de sus fuerzas siendo incapaces de incluso pararse en el campo de batalla.

Los únicos tians en el reino quienes podrían pelear con el eran los propietarios de Trabajos Superiores tales como el Arch Sage y el Celestial Knight, Langley Grandria o niveles altos tales como el vice comandante de la Guardia Real.

Sin embargo, incluso si ellos fueran a combinar sus poderes, la victoria contra una fuerza tan inmensa como Gloria aun sería poco probable, si no completamente imposible.

Así, los tian a través de todo el mundo pensaron que el reino pronto no estaría más.

Pero a medida que su muerte invasora abrumada los corazones Altarianos, un cierto grupo de personas se pararon ante el monstruo.

Eran los Maestros más experimentados del reino… aquellos a los que muchos se referirían como los “jugadores sin vida.”

Un montón de ellos habían estado jugando desde el lanzamiento de Infinite Dendrogram, y todos ellos habían ya sea alcanzado el nivel 500 o adquirido un Trabajo Superior.

Para los tians, el ataque de Gloria era un asunto de supervivencia del país o devastación, pero para los Maestros, era un mega evento típico de los MMO. Se apresuraron a la batalla sin dudarlo, retando al gran dragón… y probado la aplastante derrota.

El inmenso poder de Gloria era una de las razones para este resultado, pero había un problema incluso más grande: los Maestros no cooperaron unos con otros.

Aunque podían trabajar juntos con su grupo o miembros del clan, no estaban dispuestos a cooperar con Maestros de círculos externos. Y con Gloria siendo el equivalente de una incursión de jefe ultra poderoso de los clásicos MMO, este no podría haber sido simplemente derrotado por un número de pequeños grupos que luchan aleatoriamente por y para sí mismos.

Los Maestros, sin embargo, consideraron que la cooperación a gran escala sería nada más que un plan estúpido. Después de todo, Gloria era un SUBM – la cúspide de todos los UBM – significando que el MVP de tal pelea recibiría una recompensa especial Superior MVP, un artículo del más alto nivel.

Así, coordinar con muchas personas estaba fuera de cuestión para ellos, mientras más grande el número se reducirían las oportunidades de volverse el MVP.

Como los no vivientes de máximo nivel que eran, simplemente no podían hacer este arreglo, y eso les llevo a su derrota.

Así los tians carecían de poder, mientras los Maestros no podían trabajar juntos y fallaron.

Mientras una vez el fin del reino, nuevamente se hizo casi seguro, otro grupo de individuos vinieron a enfrentar el dragón.

Eran los tres Superiores del reino.

El King of Destruction, Shu Starling.

El Over Gladiator, Figaro.

La High Priestess, Tsukuyo Fuso.

Lei-Lei the Prodigal of Feasts aún no se había vuelto un Superior, entonces esos tres eran los únicos que el reino tenía.

Debido a sus estatus como la cima de las tres clasificaciones del reino, eran considerados ser los más fuertes de Altar. Lo cual llevo a muchos creer que ellos podrían triunfar. Sin embargo, los tres eran Maestros también, y muchos pensarían que ellos, también, serían incapaces de cooperar.

Tales cínicos fueron probados justo cuando uno de los Superiores dijo algo indignante.

“Iré primero. Por mí mismo.”

Y así, sin incluso un grupo a su lado, Figaro fue solo contra Gloria.

A pesar de su estatus como un Superior, la diferencia de poder entre él y la monstruosidad era tan inmensa que parecía imposible.

Aun así, Figaro no se rompió. El continúo peleando por tanto mientras estuvo vivo, y cuando inevitablemente comenzó a desaparecer, el tomo una de las tres cabezas del dragón – la que respiraba una devastadora luz

– con él.

“Nosotros seremos los siguientes, queridos,” dijo Tsukuyo Fuso. “Mi habilidad definitiva no funcionara en este, entonces vamos a tomarlo con nuestros números.”

Y así, la cabeza de la Sociedad Lunar y sus seguidores comenzaron un asalto contra Gloria.

Los 34 Maestros más fuertes de la religió en ese momento abrumaron al dragón mientras cooperaban y coordinaban sin falla.

A pesar de eso todo fueron aniquilados, pero tomaron otra cabeza – aquella que sostenía una mortal barrera – con ellos.

Con eso, solo una cabeza quedaba.

“…Perder solo una cabeza hizo que sus estadísticas aumentaran,” Shu observo.

Perder dos cabezas… dos formas para usar inmenso poder… Gloria había ganado estadísticas incluso mayores que antes.

Ni siquiera la potencia de fuego de un Embryo Superior como Baldr podría derrotarlo como estaba ahora, lo cual fue exactamente porque Shu no tomo esa ruta.

“Entonces supongo arreglaremos esto con puñetazos.” él dijo.

De pie en un cañón sin nadie alrededor para ver la confrontación, él y él monstruo se vieron uno al otro.

“■■■■■■■■■ ■■■ ■■ ■■■ — Baldr.”

…y comenzó la batalla final.

La intensidad de su vicioso choque agito la tierra y cambio el paisaje circundante más allá del reconocimiento, y al final de todo esto, como sucedía en la mayoría de las peleas, hubo un vencedor.

Con la muerte de su última cabeza, Gloria conoció su final y se desvaneció.

Tres Superiores habían derribado las tres cabezas del horrible, y gran dragón aterrorizante. Así, después de esas duras batallas, para mostrar respeto a las victorias que habían logrado, las personas les dieron un nombre.

Aquellos que mataron al dragón de tres cabezas Gloria… Aquellos quienes sobrepasaron al dragón de tres cabezas… Los tres absolutos más fuertes del Reino de Altar… Ahora ellos eran “Los Tres Grandes del Reino de Altar.”

***

Aproximadamente medio año después de la derrota de Gloria en el tiempo de Infinite Dendrogram, la gloria de los Tres Grandes había comenzado a desvanecerse.

Esto fue porque, por razones únicas para cada uno, todos ellos habían fallado en participar en la guerra contra Dryfe. Muchos los miraban hacia abajo por esto, viéndolos como fallas quienes habían sido derrotados por los Superiores del imperio incluso antes de pelear.

Recientemente, sin embargo, las cosas habían cambiado drásticamente.

Todo esto había comenzado con el incidente en Gideon hace un mes en el tiempo de Dendro.

Primero, el Over Gladiator, Figaro, había peleado en el Choque de Superiores y derroto al Maestro Jiangshi, Xunyu de Huang He, probando que su poder no estaba por debajo del de los Superiores extranjeros.

Segundo, el King of Destruction, Shu Starling, aquel que llevaba el apodo de “desconocido,” había entrado a escena y limpio las decenas de miles de monstruos producidas por el Superior Dryferiano conocido como Giga Profesor, Mr. Franklin, haciendo su poder y presencia obvio y conocido.

Con los nombres de los dos resonando en todo el mundo, Altarianos y extranjeros por igual se volvieron conscientes que el Reino de Altar una vez más tenía sus Tres Grandes.

En efecto, el incidente en Gideon había resucitado el nombre, y desde que los “Tres Grandes” no estaban completos sin un tercero, naturalmente, la atención de las personas cambio a la High Priestess, Tsukuyo Fuso.

Muchos se preguntaron que la portadora de su venerable nombre estaba haciendo justo ahora, y para responder a eso…

“Estoy taaaan aburrida. No hay naaaaada por haceeeeer.”

…ella estaba rodando alrededor sobre el suelo de salón interior de sus cuarteles generales de la Sociedad Lunar.

Aunque parecía estar sobre los veinte, la forma en que rodaba sobre el tapetito de tatami la hacía parecer un niño, pero por alguna razón, esto parecía adaptarse a ella. Por supuesto, esta acción hizo un lio de su costoso aspecto– inestimable, en efecto, considerando que esta era una recompensa especial Mítica – junihitoe, pero a ella no parecía importarle.

“Hey, hey, Kage. ¿Escuchaste de algún otro PK alrededor de la capital?” ella pregunto esperanzadamente. “Sabes, de algunas personas que podamos culpar por algo, contra que conspirar, y limpiar como lo hicimos la última vez.”

Hace un mes en Infinite Dendrogram, la Sociedad Lunar había aniquilado a un grupo PK conocido como “K&R” por, presuntamente, darle la penalidad de muerte a uno de sus miembros.

Esperando algo similar, Tsukuyo se volteo al sublíder de su clan y su secretario en la vida real, el King of Assassings, Eishiro Tsukikage.

A pesar se parecer tan viejo como ella, él tenía el aire de un mayordomo envejecido sobre él.

“Actualmente, no hay tales incidente PK en los alrededores de la capital,” él dijo. “El asunto más memorable aquí es el esparcimiento de la Epidemia, pero como estas seguramente muy consciente, no es fatal. También, la falta de mutaciones malignas nos lleva creer que es el tipo que dura un rato, pero tiene síntomas débiles.”

“¿Es así?” preguntó Tsukuyo. “Aunque, la cure de inmediato. Es importante eliminar las raíces antes de que echen raíces.”

“También tenemos algunos adeptos que han atrapado esta Epidemia, entonces deberías recordar curar a aquellos que paguen,” Eishiro agrego. “Escuche que la primera princesa y el visitante… el tercer príncipe de Huang He… han sanado naturalmente, pero hay algunos nuevos infectados entre los mayores hombres del estado.”

“¿Enserio? Pero no fui llamada a el castillo esta vez, tampoco.”

La Epidemia se había esparcido, y había ido tan lejos como para afligir a la familia real, y a pesar de todo Tsukuyo – un Trabajo Superior de la agrupación de sacerdotes adeptos a la curación – no había sido llamada al castillo incluso una vez.

“Creo que la primera princesa esta aprensiva sobre pedir tu ayuda,” Eishiro comento.

“Me pregunto porque,” dijo Tsukuyo. “Mis habilidades de High Priestess pueden fácilmente curar la epidemia. Y casi cualquier otra cosa.”

“La enfermedad no es fatal, así que probablemente piensa que simplemente esperar porque esta disminuya es mejor que deberte algo, Señorita Tsukuyo.”

“Oh querida yo, no pediría demasiado. Esa princesa es una preocupación,” ella dijo con una risita como campana antes de formar una amplia sonrisa. “Solo la haría cambiar sobre unas diez iglesias estatales en establecimientos de la Sociedad Lunar.”

Dependiendo en la perspectiva de uno, eso habría sido una condición muy pesada. Hace un tiempo, Tuskuyo había propuesto curar a la realeza y personas muy importantes del reino a cambio de un incremento en instituciones religiosas de la Sociedad Lunar, y esta oferta aún estaba activa a este día. Este era su modus operandi.

Incluso si la actual Epidemia era fatal, ella forzaría al país a aceptar sus condiciones antes de que ayudara.

Tsukuyo siempre presentaba indignantes tratos y esperaba hasta que las otras partes ni tuvieran elección sino pasarlas. Y con ella siendo la High Priestess, ella sabía que no habría ninguno en este país quien pudiera igualarla en habilidad curativa.

Como estaban las cosas, la Sociedad Lunar gradualmente estaba ganando más y más tians adeptos.

Eso era porque, justo como las iglesias estatales estándar, los establecimientos de la Sociedad Lunar sanaban enfermedades y heridas. No solo eso, Tsukuyo misma también podría librar a personas de aflicciones y lesiones demasiado graves para el clero del estado, y ella podía hacerlo con poco esfuerzo de su parte, siempre que el pago fuera correcto. Sin embargo, diferente de la iglesia estatal, la Sociedad Lunar limitaba sus servicios de curación solo a sus adeptos.

Así, a través del dolor sufrido por la enfermedad y la sangre derramada por el herido, el clan y religión continuaba creciendo, corroyendo la fe Altariana en el proceso.

Aquellos familiarizados con la historia de la Tierra esperarían que el país tomara medidas drásticas contra la Sociedad Lunar y comenzaran a suprimirlos, pero eso era imposible en esta situación. Había un número de razones para esto, pero la más destacada era el hecho que el escalón superior del clan estaba dominado por Maestros, Tsukuyo incluida, y suprimiendo una concentración de individuos inmortales, que vuelven a la vida no era más que un mandado tonto.

Adicionalmente, la Sociedad Lunar había tenido suficientes no vivientes para reatar a Gloria – el enemigo más grande del reino había enfrentado alguna vez – y había crecido en poder incluso más desde esa vez.

Como no vivientes, naturalmente tenían puntos de guardado en otros países, entonces incluso ponerlos en la lista de buscados de Altar no les causaría un problema.

Así, aunque el reino vio el crecimiento de la Sociedad Lunar tan problemático, era incapaz de hacer un enemigo con ellos, desde que hacerlo significaría librar una guerra religiosa contra un culto de Maestros enfocados en batalla liderados por un Superior. En el escenario del peor de los casos, eso podría resultar en el fin del reino.

“¿Algo más?” preguntó Tsukuyo.

“Bueno, hay una cosa que podrías encontrar intrigantes,” dijo Eishiro.

“Soy tooooooda oídos.”

“Está relacionada al incidente en Gideon.”

“Oh. Hoooooombre, eso fue tan injusto. Aquellos dos llegaron a destacar demasiado. Quería volverme loca, también.”

“Señorita Tsukuyo, si quiere volverse loca, no habría muchos sobrevivientes, así que preferiría si no lo hiciera.”

Eishiro dijo su advertencia mientras miraba en la varita mágica al lado de Tsukuyo. Era una recompensa Superior especial que había recibido por tomar una de las cabezas de Gloria, Gloria β.

El efecto de la mortal barrera que esta creaba era más débil que el del Tri-Zenith Dragon, pero aún era lo suficiente para instantáneamente matar plebeyos de bajo nivel, y difícilmente necesitaba decirse que pasaría si ella la usara en una batalla para proteger la ciudad.

“Oh, vamooos,” Tsukuyo gruño. “Estoy aburriiiiiida, ¿sabes?”

“Lo sé muy bien,” dijo Eishiro mientras llegaba a su inventario, saco una foto, y la entrego a ella. “Es porque te mostrare esto.”

La foto retrataba una particular escena del incidente en Gideon. Específicamente, el instante en que un joven hombre rubio, golpeado y quemado, levanto su brazo derecho arriba en el aire.

Era una foto del momento cuando Ray había derrotado el RSK de Franklin

– el Asesino de Ray Starling.

“Oh, este chico,” dijo Tsukuyo. “Estuve viendo la transmisión de Fran, también. Él era bastante bueno.”

“¿Has escuchado que él es un Maestro de Doncella?” preguntó Eishiro. “Oh, ¿enserio?”

“También, la batalla le costó su brazo izquierdo, y él lo mantiene así en lugar de arreglarlo con la penalidad de muerte.”

“… ¿Oohh?” la sonrisa de Tsukuyo se volvió incluso más amplia.

Para algunos, esto podría haber parecido como que ella meramente estaba teniendo un buen momento, pero para otros, su expresión era la de una bestia carnívora con una presa a la vista.

“Ahora eso es interesante,” ella dijo.

“Estoy contento de que encontraste una manera de matar el tiempo, Señorita Tsukuyo,” dijo Eishiro, sintiendo nada sino satisfacción que aquella a la que servía pareciera satisfecha.

“Kage, tráemelo, ¿lo harás?” ella pregunto.

“Como usted ordene.” Un momento después, Eishiro se hundió en su propia sombra. Desde el dedo del pie a la cabeza, él fue consumido por su sombra y se desvaneció, bastante literal, sin un rastro.

“Bueno, supongo que me debería preparar para darle la bienvenida,” dijo Tsukuyo. “Me pregunto cómo será cuando hables con él.”

Levantándose de la tierra, se estiro, y miro hacia una cierta parte del cuarto.

“¿Escuchaste eso? Su Embryo es una Doncella. Estas un poco emocionada, no… ¿Kaguya?”

“En efecto lo estoy. De hecho, estoy tan emocionada como tú, Tsukuyo.”

La que respondió era una mujer arrodillada, revestida en ropa curiosa. Ella está vistiendo una vestimenta característica de tennyo del mito japonés, y tenía pelo largo, cabello sedoso que recuerda a la luz de la luna.

Aunque ella parecía tan fantástica como Tsukuyo, el aura sobre ella era bastante diferente. Leal al nombre “Kaguya,” ella parecía haber venido de otro mundo.

“Eheheheh. Oh, estoy tan emocionada en efecto. Demasiado. Esto parece que incluso usaron ■■■ una vez. Ehehehehehehehe.”

Cerro sus ojos, Kaguya – el Embryo Superior Tipo Doncella – se rio con anticipación por su encuentro con cierto Maestro y un cierto Embryo.

“Llega más alto, nueva diosa… Némesis. Te tratare amablemente… Ehehehehehehehe.”

Kaguya sonrió, y así hizo su Maestra, Tsukuyo.

Aquellas expresiones eran una señal segura de que la más malvada de los Superiores en los Tres Grandes pronto llevaría a Ray y Némesis a la guarida del zorro.

Episodio abierto: “El Tercer Poder.”