Infinite Dendrogram (NL)

Volumen 6: La Sociedad Lunar

Extra 1: Palomitas De Maíz Aprobadas Por KoD — El Último Aperitivo

Paladin, Ray Starling

En un día de Dendro como cualquier otro, Shu me llamó para ayudarlo con algo.

Ese hermano mayor mío era un hombre que podía encargarse de casi cualquier cosa por sí mismo, por lo que hacer que confiara en mí era definitivamente inusual.

Némesis y yo fuimos a la ubicación que me había dado. Nos llevó a un lugar que parecía un restaurante que se había ido a la quiebra. Obviamente, no estaba abierto, y podría no haber sido por un tiempo.

“¿Es este realmente el lugar?” preguntó Némesis.

“Bueno, es donde Shu nos dijo que viniéramos. También nos dijo que usáramos la entrada trasera”.

Caminamos por el edificio, encontramos una puerta abierta y nos tomamos la libertad de entrar.

Nos condujo directamente a la cocina, donde encontramos a una persona con un traje de oso.

“… Un miligramo demasiado, ¿eh?” él murmuró. “No, espera, es la mitad de eso”.

Mi hermano, el único, estaba usando una báscula para medir el peso de una sustancia en polvo blanca, de aspecto sombrío, colocada en papel de medicina especializada.

“…” Lo miramos, sin decir una palabra.

Tengo miedo de preguntarle qué está haciendo, pensé nerviosamente.

“Oh, estás aquí. Beary bien. Dame un segundo. Estoy en una parte importante de la mezcla”.

Mezclando… ¿qué, exactamente?

“Voy a ir al grano y solo pregunto…” dije. “¿Qué estás haciendo?”

“Mezclando un poco de saborizante. ¿No puedes decirlo? ”

Ah, entonces es solo saborizante, pensé aliviado. Debería haberlo dicho desde el principio. Por un segundo allí, pensé que estaba haciendo algo que no debería estar.

“Solo una lamida de esta te hace perder el rumbo. Hace volar tu conciencia a un mundo completamente nuevo de euforia y…”

“¡No estás ayudando a tu caso aquí!”

¿Estoy detrás de los tiempos? ¿Es “dar sabor” a la jerga de alguna nueva droga ilegal o algo así?!

“Recientemente, esto y aquello sucedió y terminé comprando un montón de maíz”, dijo Shu. “Así que decidí usar eso para comenzar un carrito de palomitas de maíz”.

“Nada de lo que comiences puede sorprenderme más, para ser honesto”, suspiré. “¿Y este saborizante es para las palomitas de maíz?”

“En este mundo de fantasía, el mínimo de sal y caramelo del oso no es suficiente para tener una oportunidad contra los otros carros y puestos. Si quiero superar a la competencia, tengo que desarrollar mi propio sabor original”.

“¿Y cuál es exactamente nuestra parte en esto, Hermano Oso?” preguntó Némesis.

“Control de calidad de palomitas de maíz. Me resulta difícil decir las medidas correctas, ya ves”.

Ah, entonces él es, una vez más, denso hasta los límites. Si su descripción del sabor es válida, entonces…

“Entonces, ¿simplemente necesitas que seamos tus probadores de sabor?” ella preguntó. “Estoy totalmente dispuesto”.

“… Némesis, estamos hablando de la cocina de Shu”.

“Lo sé. Ya me has dicho cuánto de un maestro de cocina es. Sin embargo, este no es un plato gourmet, son simples palomitas de maíz. Seguramente no será nada ridículo”.

“Alegra oírlo. Pelaje real”, dijo Shu mientras le presentaba palomitas de maíz con su saborizante. “Aquí está el prototipo”.

“Gracias”, dijo mientras tomaba un pedazo, se lo ponía en la boca y… “¡¿HwAh?! ¡HaUghaH! ¡WaaAahHh…! Kfgh.”

… lanzó algunos de los sonidos más extraños que había escuchado antes de desmayarme.

“… Hermano, esto es un no-no”, le dije.

“Sí”, suspiró. “Todavía es demasiado bueno”.

La cocina de Shu fue tan deliciosa que desafió todas las razones, y la calidad incluso se podía sentir a través de una sola pieza de palomitas de maíz.

El sabor era tan bueno que avivó los nervios locales y provocó que enviaran cantidades ridículas de señales. Incapaz de manejar toda la información que entra, el cerebro optó por apagar la conciencia, como un interruptor de circuito que interrumpe la corriente excesiva. A veces las personas se desmayan debido a un gran dolor, y este fenómeno es básicamente lo contrario de eso.

No es necesario decir que para ser viable en el mercado, estas palomitas de maíz tendrían que saber mucho peor que ahora. De lo contrario, las calles de Gedeón serían la imagen de un tipo de infierno muy extraño, con personas inconscientes repartidas por todo el pavimento.

“No puedo probarlo yo mismo porque puedo soportarlo bien, ¿sabes?” Shu dijo, y supe muy bien lo que estaba insinuando.

Miré a Némesis, que estaba en el suelo, todavía temblando por el efecto de las palomitas de maíz. “Haz que sea al menos cinco niveles peor que lo que tenía, y lo probaré por ti”.

Pero, por desgracia, las palomitas de maíz que me trajo diez minutos después seguían siendo demasiado buenas, y yo también terminé perdiendo el conocimiento y chocando justo al lado de Némesis.

Eventualmente, Shu creó un sabor que era seguro para el consumo de las personas normales, y sus “Palomitas de maíz aprobadas por KoD” se convirtieron en la charla de Gideon… pero esa fue una historia para otro momento.