Kuro no Shoukanshi (NL)

Volumen 2

Extra 3: El Paseo De Clotho

Boing, boing.

Uno de los Seguidores de Kelvin, Clotho, estaba dando un despreocupado “paseo” en la medida en que los Slimes pueden caminar por una zona pantanosa a poca distancia de la ciudad de Toraj. Como no podía mostrarse dentro de la ciudad debido a ciertas circunstancias, Kelvin, por consideración, le había dado permiso para deambular por zonas sin mucha presencia humana. Tras contorsionar su cuerpo para expresar su alegría en letras, Clotho se había dirigido rápidamente a un lugar “sin mucha presencia humana”. Es decir, había elegido esta peligrosa zona donde los monstruos vagaban sin control.

— ¡Grrr…!

Por supuesto, pasear por una zona así significaba encontrarse con otros monstruos que deambulaban de forma similar. Para evitar llamar la atención de forma indeseada incluso cuando era visto, Clotho estaba adoptando la apariencia de un ‘Blue Slime’ común. Sin embargo, esta zona era el hábitat de los monstruos omnívoros de rango D y C, donde reinaba la supervivencia del más fuerte. El pequeña Slime no parecía más que una presa deliciosa para todos los que la veían.

— ¡SHAAHH!

Un enorme lagarto abrió sus fauces y se abalanzó sobre Clotho, señalando el inicio de una lucha a vida o muerte tan común en la naturaleza. Cuando faltaba una fracción de segundo para el contacto, Clotho recordó débilmente algo que le había dicho Kelvin.

—Siéntete libre de hacer lo que quieras con los monstruos que encuentres. Come todo lo que quieras para compensar todo lo que te pierdes dentro de la ciudad.

¡Glomp!

El lagarto que había saltado al estanque sin fondo llamado Clotho perdió la conciencia al instante mientras su enorme forma era engullida y convertida en alimento. Su oponente, que resultó ser la mismísima encarnación de la gula, volvió a su tamaño original antes de recordar repentinamente algo más con un sobresalto.

—Ah, y si encuentras alguna parte de monstruo que te parezca útil, ¿puedes guardarla para mí? Pero entiendo si no puedes hacerlo.

Aunque no tenía manos, el Slime parecía agarrarse la cabeza en una rara muestra de consternación. No es que no pudiera evitarlo, simplemente se había olvidado. Dicho esto, lamentarse por lo que se hizo no iba a ayudar a nadie. El Slime decidió simplemente disculparse por su error y reflexionar sobre las palabras de su Maestro para llevarlas a cabo correctamente la próxima vez.

— ¡Mierda! ¿Dónde se ha metido el maldito lagarto?

— ¡Y estábamos tan cerca de terminar esta búsqueda!

De repente, varias personas con aspecto de aventureros se acercaron a la ubicación de Clotho mientras hablaban en voz alta. A juzgar por su conversación, estaban buscando a la criatura lagarto que Clotho acababa de devorar.

—Maldita sea. Parece que se ha escapado.

—Piernas bastante rápidas para un mos… ¡eh!

Uno de los aventureros y Clotho parecieron hacer contacto visual.

—Chicos, hay un Slime con un color raro por aquí. ¿Creen que es una especie mutada?

—Los Slimes son todos iguales, ¿no? Si quieres, mátalo rápidamente y conviértelo en SP.

—Hablando de Slimes, ¿quieren escuchar algo? ¿Sabían que había un slime que llegaba a ser tan poderoso como un Señor Demonio…?

—Eso es sólo una leyenda. Vamos, amigo, no tenemos todo el día.

—Bueno, alguien está de mal humor. Lo siento, pequeño. Conviértete en SP.

Con eso, uno de los aventureros blandió su espada contra Clotho. El Slime pensó que el ataque era lento como un bostezo, pero aun así decidió hacer acopio de toda su capacidad mental. ¿Para qué? Para revisar sus recuerdos, por supuesto.

— ¿Qué hacer cuando te encuentres con humanos? Supongo que dejarlos en paz y huir. Aunque si eso no es una opción, puedes darles una pequeña lección…

El mero hierro no era rival para uno de los tentáculos de Clotho, como estaban afilados y endurecidos con la habilidad Metalizar. Sus apéndices cortaron la espada del aventurero como un cuchillo en la mantequilla, y la onda expansiva del impacto hizo volar al propio aventurero.

Y, para su suerte, acabó golpeándose la cabeza al aterrizar y quedó fuera de combate.

— ¡¿T-Tonio?! ¿Acabo de ver a Tonio volar por los aires?

— ¿Qué demonios? ¿Qué acaba de pasar?

El desarrollo posterior apenas requiere ser contado con detalle, teniendo en cuenta lo unilateral que fue. Cuando el polvo se asentó, todo lo que quedaba eran aventureros muy golpeados que yacían inconscientes en el suelo. Sin embargo, aquí surgió un problema. Cuando Clotho volvió a pensar cuidadosamente en las cosas, recordó que había habido algo más en esa última frase de Kelvin.

—…si son malos.

Clotho pensó largo y tendido. ¿Qué constituye un “tipo malo”?

Sus ojos se encontraron. Desenfundaron sus espadas y atacaron. ¡Eso es lo que hace la gente mala!

Ya no cabía duda de que se trataba de la mismísima basura de la sociedad humana. Satisfecho consigo mismo, Clotho generó unos cuantos clones para llevar en secreto a estos villanos inconscientes hasta la puerta principal del Gremio de Aventureros para que pudieran ser arrestados.

Una buena acción por un error. En definitiva, ¡fue un buen paseo!