Kuro no Shoukanshi (NL)

Volumen 2

Capitulo 3: Toraj, El País Del Agua

Parte 2

De momento, había vuelto a mi reserva mágica tras su habitual negativa a quitarse la armadura. Había intentado cebarlo con todas las actividades divertidas que uno asocia con la playa, incluida la pesca, pero las había rechazado todas con firmeza.

Espera, ¿podría ser esto del traje de baño la razón?

(Jajaja, puede que esto sea una delicia para los ojos para ti, mi rey, pero para mí, es como ver a mis nietos jugando en el agua. Si te soy sincero, me quedo aquí más para burlarme de ti que para otra cosa).

Muy bien, ¿qué tal si ahora te invoco dentro del mar?

(Ahora, ¡espera! ¡Estaba bromeando! ¡Sólo bromeaba! ¡Me oxidaré en el agua!).

Oh, no te preocupes, tu armadura no es tan débil como para oxidarse en el agua del mar. Sin embargo, te hundirías.

(¡Clotho, dile algo a tu maestro de mi parte!).

El Slime también estaba descansando dentro de mi reserva mágica. Tenía muchas ganas de dejarlo salir para que jugara con nosotros, pero al igual que durante nuestra audiencia con la reina, era difícil sacar a semejante criatura a la luz en Toraj.

Te invitaré a una buena comida cuando regresemos a Parth, así que por favor, ten paciencia conmigo por ahora.

(¡Ves, mi rey, hasta Clotho me apoya!).

Está bien, está bien. No entiendo qué es lo divertido de verme, pero haz lo que quieras.

(Ver a los jóvenes divertirse es el pasatiempo favorito de los ancianos. En cualquier caso, no te preocupes por mí. Ve a disfrutar tú también, mi rey).

Supongo que si esto se considera “descanso” para Gerard, entonces por qué no.

—Umm, gracias por esperarnos— dijo Nana.

—Sé que es un poco tarde para sacar el tema— añadió Setsuna en un tono ligeramente apologético. —Pero ¿estás seguro de querer que te acompañemos, Kelvin-san? No estamos imponiéndonos, ¿verdad?

—Oh, no te preocupes. Cuando se trata de viajes a la playa, cuantos más seamos mejor, ¿no? —Además, conseguí una buena vist… no, no dije nada.

Efil parecía ocupada mientras examinaba su traje de baño. —Maestro, el concepto de esta prenda es increíble. Y pensar que está diseñada para mojarse.

Yo mismo me había sorprendido cuando supe que en este mundo también había trajes de baño. Por lo visto, eran productos especiales fabricados por los ‘merpeople*’ que vivían en un asentamiento en el Mar del Dragón, situado dentro de las fronteras de Toraj. Sus métodos de producción eran un absoluto misterio, y comerciaban con Toraj a cambio de la protección del reino. Me dijeron que, si tenía suerte, podría encontrarme con un ‘merpeople’ caminando por la ciudad. ¿Utilizan la magia para que les crezcan las piernas o algo así? [N.T: merpeople puede ser una fusión entre mermaid (sirenas) y people (pueblo) algo así como pueblo de sirenas].

—Los colores parecen un poco sosos comparados con los que teníamos en Japón, pero estos son de la misma calidad en todo lo demás.

—Una tecnología misteriosa.

Dejando de lado nuestras primeras impresiones poco convencionales, el que los Héroes se encontraran con mi grupo aquí en Toraj fue probablemente un golpe del destino. Pensé que sería una buena idea para todos nosotros utilizar este tiempo en la playa para conocernos un poco mejor. Sin embargo…

—Kelvin-san, ¿cómo pudiste dejarme atrás?

—Ahh, lo siento. Es que no podía esperar a ver el océano— Touya, tu Evangelio Absoluto justifica la máxima vigilancia aquí.

Había ido al punto de encuentro antes que él, con la intención de adelantarme a cualquier posible incidente. Como me temía, Efil ya estaba esperando allí sola. Si esto fuera un manga de comedia romántica, no se sabría qué clase de problemas locos podría haber causado Touya. Era como una bomba pervertida que podía estallar en cualquier momento. Lo siento, hombre, pero voy a mantener todas mis habilidades de detección en alerta total durante este viaje.

(Mi rey, no creo que deba preocuparse tanto por el muchacho…).

Si voy a hacer esto, voy a ir con todo.

Una vez que todos llegaron y yo renové mi determinación de mantener a Touya bajo control, nos dirigimos juntos hacia el agua. Cuando llegamos a la orilla, encontramos a alguien esperándonos, con los brazos cruzados y las piernas abiertas.

— ¡Kelvin! ¡No sé nadar! Tendrás que enseñarme.

Sera llevaba un bikini que mostraba su perfecta figura de reloj de arena. Su aspecto era tan estimulante que atraía las miradas de todos los hombres que pasaban por delante e invocaba una auténtica mirada de desesperación en el rostro de Miyabi. Allí estaba la hija del Señor Demonio, con su cabello de color rojo fuego ondeando en el viento de la costa, con una mirada de absoluta confianza en su rostro.

No se me pasó por alto que su traje de baño estaba ligeramente mojado. En otras palabras, debía de haber intentado zambullirse y haber desistido.

—Sera, si no sabes nadar, ¿por qué te metiste en el agua por…?

— ¡Me he sobreestimado!

—Maestro, me da vergüenza admitirlo, pero yo también hice lo mismo…

¿Tú también, Efil? Pero que parezcas avergonzada es lindo, así que todo está perdonado.

—Eh, Héroes, voy a enseñar a estas dos chicas a nadar. Ustedes cuatro pueden seguir adelante y divertirse mientras tanto.

—Si necesitan una mano, también puedo ayudar a enseñar…

— ¡No, gracias!

— ¡Ah, no!

Mi rápida negativa se solapó con el grito de Setsuna. Me di cuenta de que ésa debía ser la responsabilidad que Setsuna siempre llevaba a cuestas. Una carga tan pesada a una edad tan temprana…

Una vez que entramos en el agua, Sera dominó la habilidad de nadar en menos de cinco minutos, sin que yo le enseñara mucho, y empezó a hacer la brazada mariposa por todas partes como una profesional. La idea de si sus alas no añaden una resistencia adicional al nadar pasó brevemente por mi mente, pero no pareció ser un problema.

Cuando hicimos las maletas para volver a casa, Efil ya era tan hábil nadando como cualquier persona. Mis preocupaciones sobre la habilidad de Touya ‘Evangelio Absoluto’ resultaron ser en vano. En definitiva, fue un día de descanso muy agradable.

***

Había pasado aproximadamente una semana desde que Christoph y sus compañeros habían sido detenidos y acusados como los principales culpables de las actividades de “Black Wind”. De acuerdo con el programa original de los Héroes, ya deberían haber salido a mar abierto con destino al Continente Occidental. Sin embargo, los oficiales civiles que normalmente procesaban el papeleo del puerto marítimo, de repente se encontraron con que tenían que manejar las consecuencias que rodeaban a los gángsters, parte de las cuales incluían la obtención de los testimonios de los Héroes tanto para Toraj como para los registros del gremio.

Mientras esos funcionarios movían en un frenesí, Touya y sus amigos se encontraron con una semana de inactividad y sin mucho que hacer.

No podía quedarme de brazos cruzados y dejar que perdieran ese tiempo haciéndose los tontos. Así que, después de nuestro día en la playa, aproveché el resto de la semana para darles un poco de entrenamiento dentro de una mazmorra cercana.

Del rango A, la Cueva del Mar del Dragón era la mazmorra más peligrosa de los alrededores de Toraj, hasta el punto de que todo lo que había en su interior podía matar a un aventurero promedio de un solo golpe.

Basado en el “juego” que había jugado con los Héroes el otro día, sabía que eran ciertamente más fuertes que Christoph y sus compañeros en otras palabras, más fuertes que los aventureros experimentados de Rango A. En consecuencia, iban a necesitar una mazmorra como ésta para obtener algo que valiera la pena como su entrenamiento.

En cuanto a por qué estaba haciendo el entrenamiento… bueno, no había ninguna razón en particular. Supongo que en parte se debía a que eran el grupo que Melfina se había tomado la molestia de traer, y también en parte a que también eran japoneses (no es que se lo haya contado yo).

Aunque sólo habían pasado unos días desde que nos conocimos, ya estaba lo suficientemente familiarizado con ellos como para que me remordiera la conciencia si me enterara de que habían muerto horriblemente en algún lugar. Parecían ir en serio con lo de derrotar al Señor Demonio, así que esta era mi forma de darles un pequeño empujón. Personalmente, yo también quería luchar contra un Señor Demonio, pero la autocontención es importante a veces.

— ¡Maldición, es tan suave y elástico que no puedo cortarlo con mi espada!

— ¡Touya, ten cuidado! ¡Los ‘octogigants’ pueden emitir electricidad!

— ¡Miyabi y Nana, manténganse concentradas! Al estar en funciones de apoyo, ¡siempre deben mantener un ojo en la situación general! Si parece que la primera línea no puede retirarse a tiempo, ¡háganle un camino congelando el agua! ¡Eso debería ayudar un poco!

— ¡Entendido, Kelvin-san!

— ¡Touya, piensa en mejores formas de usar tu Magia Blanca! Luchar no sólo implica cargar hacia delante con tu espada y lanzar hechizos a diestra y siniestra.

— ¡Sí señor!

De esta manera, estaba haciendo que los cuatro Héroes lucharan contra monstruos reales mientras les daba indicaciones sobre la marcha, e intervenía yo mismo cuando las cosas se ponían demasiado difíciles.

De esta manera, estaba haciendo que los cuatro Héroes lucharan contra monstruos reales mientras les daba indicaciones en el camino, e intervenía yo mismo cuando las cosas se ponían demasiado difíciles.

La criatura a la que se enfrentaban era un monstruo de rango A llamado ‘Octogigant’. Este enorme pulpo verde tenía una piel extremadamente viscosa y flexible que era muy resistente a los ataques físicos, así como cuernos en forma de antena por todo el cuerpo, cada uno de los cuales era capaz de liberar descargas eléctricas de alto voltaje. Dado que casi toda la zona de combate estaba cubierta de agua, esa capacidad era especialmente problemática, lo que obligaba a ser imaginativo y flexible a la hora de enfrentarse a él.

Después de varias rondas de lucha contra monstruos igualmente poderosos, les permitía descansar un poco. No queriendo dejar que ni siquiera ese tiempo se desperdiciara, mi grupo y yo pasamos los descansos hablando y enseñándoles los fundamentos básicos. Gerard se encargó de los espadachines, mientras que Efil y yo nos ocupamos de los magos. Al principio, intenté pedirle a Sera que me ayudara, pero enseguida me di cuenta de que no estaba preparada para enseñar a otros. Al parecer, su genialidad le permitía captar las cosas de forma intuitiva, lo que a su vez significaba que no era buena para explicarlas a los demás.

—Aquí es donde te preparas como: ¡Ugh, y luego pum! Después, ¡bam! ¿Ves? Fácil, ¿no?

—Uh… Lo siento, ¿qué?

—Como he dicho, fíjate bien, haces ¡ugh! ¡Bum! ¡Bam! El ritmo es importante.

—Kelvin-san, ¿puedes ayudar a interpretar?

—Lo siento, yo tampoco entiendo bien lo que dice.

Incluso cuando Sera intentaba explicar las cosas con más detalle, sus frases estaban tan plagadas de onomatopeyas que nadie podía entender lo que intentaba decirles. Mi esperanza original era que, como compañera de magia negra, Sera fuera una buena instructora para Miyabi, pero algunas cosas no salen como uno espera.

Después de liberarla del deber de enseñar, mi hiper compañera se sumergió en las profundidades de la mazmorra con un clon de Clotho especializado en la batalla, simplemente para “matar algo de tiempo”. De vez en cuando, sonaba una fanfarria dentro de mi cabeza, lo que interpreté como que estaban haciendo buenos progresos. Por si acaso, le dije que volviera cuando encontrara al jefe de la mazmorra.

El resto de nosotros también se dirigía a las profundidades de la mazmorra, aunque a un ritmo mucho más lento. Mientras tanto, los Héroes seguían subiendo de nivel y experiencia a medida que completaban un combate tras otro con los monstruos del camino.

Afortunadamente, los cuatro Héroes estaban bien dotados en el departamento de estadísticas. Mi principal objetivo era ayudarlos a acostumbrarse al combate real. Hasta ahora, probablemente habían podido arreglárselas gracias a sus altas estadísticas, poderosas habilidades y la protección de la Sagrada Orden de Caballeros. Sin embargo, para alcanzar alturas aún mayores, iban a tener que salir de su zona de confort y explorar sus propios caminos. Ayudarles a afianzar sus fundamentos les permitiría hacer precisamente eso. Que después pudieran alcanzar el siguiente paso de su crecimiento como Héroes dependería enteramente de ellos.

Otra cosa que podría darles una ventaja era el conocimiento de otras habilidades que existían. Ni siquiera yo lo entendía todo, pero por si acaso, les hablé de las habilidades de duplicación. No estaba seguro de lo rentable que sería para ellos adquirir esas habilidades en particular, dado su costo y el hecho de que los cuatro Héroes ya estaban cerca del Nivel 60. Pero compartí la información con ellos sólo para que se sintieran cómodos. Pero compartí la información con ellos por si acaso, y les recalqué el hecho de que esto debería ser tratado como el más clasificado de todos los secretos y que bajo ninguna circunstancia deberían compartirlo con nadie más. Aun así, estaba ligeramente preocupado. Si pasa algo, hagamos que se sienten en seiza de nuevo.

Como apunte, Sera, Gerard y Clotho no habían podido adquirir las habilidades de duplicación: esas opciones simplemente no aparecían en la pestaña de habilidades de sus respectivas pantallas de estado. La razón de esto no estaba clara. Dado que Efil había sido capaz de adquirir esas mismas habilidades en el nivel 1 sin ningún problema, nos imaginamos que podría haber restricciones raciales para ciertas habilidades.

Después de sondear nuestros alrededores con el detector de presencia y confirmar que no había ningún peligro cerca, anuncié: —Muy bien, chicos, es hora de descansar.

—Hnngg, estoy tan cansado…

—Nos estamos moviendo bastante rápido— coincidió Touya. —La última vez que estuve tan agotado fue cuando hicimos ese régimen de entrenamiento especial en Deramis, creo.

—Eso es sólo porque ustedes holgazanean en el entrenamiento todo el tiempo.

—Mi estómago… gruñe…

—Oh, tienes razón, ya es mediodía. Suelo olvidar la hora cuando estoy dentro de una mazmorra. Efil, ¿puedes empezar a preparar el almuerzo?

—Sí, Maestro.

—Iré a hacer la primera guardia, mi rey.

—Gracias. Cambiaré contigo un poco más tarde.

Efil sacó una cesta de picnic y una sábana grande del almacén de Clotho. Después de colocar cuidadosamente la sábana en el suelo, preparó hábilmente la comida en cuestión de segundos.

—He preparado el arroz que nos ha enviado Tsubaki-sama en un estilo fácil de empacar. Es un plato tradicional llamado ‘onigiri’. Todos ellos contienen los rellenos típicos utilizados en Toraj.

Cuando Efil abrió la cesta, los héroes lanzaron vítores. — ¡Realmente es onigiri!

—Fue tan agradable poder comer arroz en el Castillo de Toraj, pero verlo en forma de onigiri me está haciendo retroceder…

—Creo que voy a llorar.

—Las guarniciones también parecen bentos (cajas de almuerzo). Esto me recuerda a la hora del almuerzo en la escuela otra vez.

Yo también estaba bastante sorprendido. Parecía que Efil había aprendido mucho más que la cocina japonesa en Toraj. Buen trabajo, sin duda. Le di más palmaditas en la cabeza de lo que solía hacer. En cuanto a los Héroes, sin embargo…

—No olvides que aún estamos dentro de una mazmorra. ¿Y si todo ese alboroto de hace un momento hubiera atraído a los monstruos? Nunca bajes la guardia.

—Oh, es cierto… tendremos cuidado.

—Lo guardaré mi corazón.

Bueno, había un montón de cosas que todavía tenían que aprender aparte del combate. Esta vez, sin embargo, había levantado secretamente una barrera con ‘Susurro Silencioso’ de antemano, por si acaso.

—Muy bien, entonces, vamos a comer.

— ¡Gracias por la comida! —Dijeron los cuatro al unísono. —Mhm, espero que lo disfruten.

Le di un mordisco al onigiri que tenía en la mano. ¡Esto… es…! Dentro de mi boca, el arroz que había sido presionado se deshizo, abriendo paso a un refrescante sabor agrio que salía del relleno del centro. Los sabores estaban en perfecta armonía, alcanzando alturas divinas que superaban incluso las del plato de arroz más impecablemente preparado de Japón. ¡Nunca había imaginado que hubiera ciruelas secas en este mundo! El fundador de Toraj sí que sabía lo que hacía.

Lo que también me sorprendió fue cómo, a pesar de haber aprendido esta receta sólo ayer, Efil ya dominaba el prensado del arroz con una destreza que normalmente exhiben los veteranos chefs de sushi con décadas de experiencia. Espera, es extraño, no puedo ver bien con toda esta agua en los ojos…

—Ejem, eh, Efil, parece que te has vuelto aún más hábil que antes. Esto es tan delicioso que me hace llorar.

—Mi habilidad en la cocina ha alcanzado finalmente el rango S. ¡He puesto mucho amor en hacer esto!”

¿En serio? Así es como sabe la comida hecha con el rango S de cocina. Jaja, estoy tan conmovido que mi cuerpo tiembla… espera, ¡realmente estoy sintiendo más calor!

—Espera, acabo de recibir una especie de buff. ¿Es por tu comida, Efil?

Cuando comprobé mi estado, encontré “Cocina de rango S/Incremento de magia (grande)” en el área de efectos pasivos. Cuando utilicé Ojo Analizador en él, también apareció un temporizador, con una cuenta atrás de 23 horas y 59 minutos. Maldita sea, ¿este buff dura un día entero? Para probarlo, le di un mordisco más.

—Mmm… qué bueno…

De acuerdo, pero ¿realmente mis ojos tienen que llorar a borbotones cada vez que doy un bocado a la cocina de rango S? En cualquier caso, no parece que recibido ningún otro buffs. Tal vez las bonificaciones de la cocina no se pueden acumular.

—Efil-san, gracias. ¡Gracias!

—Nunca olvidaré el sabor de este onigiri.

—No puedo dejar de llorar…

—Diosa Efil.

—Me alegro de que todos parezcan disfrutarlo…

Los cuatro Héroes también estaban llorando ríos de lágrimas mientras expresaban su sincero agradecimiento. Chicos, está bien sentirse agradecidos, pero ¿qué tal si lo expresan de una manera que no asuste a Efil?

En medio del caos, Sera regresó con Clotho rebotando en su hombro.

—Han empezado a comer antes de… ¿qué demonios está pasando aquí?

—No te preocupes por eso. ¿Cómo fueron las cosas por tu parte?

—Había una sala llena de monstruos en el camino, así que acabamos con todo lo que había dentro. Lamentablemente, no era una sala de desove infinito. Estaba entrando en calor cuando me quedé sin cosas que matar.

“Sala de monstruos” era un término que aparecía con frecuencia en los juegos de mazmorras para referirse a una cámara especial en la que aparecían monstruos en gran número. Como resultado, el tipo de monstruo específico de esa mazmorra parecería “desovar infinitamente”. Combinado con el hecho de que atacarían proactivamente a las personas lo suficientemente desafortunadas como para tropezar con la sala, no era difícil entender por qué esta característica se consideraba la trampa más mortal a la que cualquier aventurero debía estar atento. O al menos esa era la opinión general. Sera, por supuesto, había despejado casualmente una de esas salas en una mazmorra de rango A con sólo un pequeño limo como respaldo. No es de extrañar que haya escuchado la fanfarria de subida de nivel una y otra vez.

—Oh, y también encontré la sala del Je… ¡¿qué es esto?! Es delicioso.

La información que sonaba bastante importante que había estado a punto de compartir se quedó sin decir debido al onigiri de Efil.

***

—Uf, estoy llena— suspiró Sera, frotándose la barriga con satisfacción tras saciarse con comida. —Así que, ¿de qué estábamos hablando otra vez?

—Creo que estabas a punto de decirnos que habías encontrado al jefe de la mazmorra— Ya se le ha olvidado por completo, ¿no?

—Claro, claro. Encontré un monstruo que se parecía un poco al jefe de la mazmorra— respondió, inflando con orgullo su prominente pecho.

Vamos, acabas de hacer que Miyabi tosa sangre con ese movimiento, pobre chica.

— ¿Qué aspecto tenía?

—Era un dragón de agua. He visto uno en un libro antes.

Hmm… así que finalmente hemos encontrado un dragón, una de las tres especies más poderosas de este mundo junto a los ángeles y demonios. Creo que incluso los Héroes pueden actualmente manejar un dragón de nivel bajo, pero si es el jefe de esta mazmorra, estamos definitivamente ante un oponente de Rango S. Todavía es muy pronto para que se enfrenten a un oponente así.

—Colette mencionó que los monstruos de todo el mundo se están volviendo más feroces y poderosos de lo habitual debido a la inminente resurrección del Señor Demonio— dijo Touya. —Eso probablemente se aplica también a este jefe de mazmorra.

— ¿Colette? ¿Es el Oráculo de Deramis?

—Sí, ella es la que nos trajo a este mundo. Cuando llegamos, no podíamos entender nada.

—Cierto, cierto, estábamos charlando como siempre en nuestra aula después de las clases cuando de repente apareció un círculo mágico en el suelo bajo nosotros. Todo se volvió negro, conocimos a una diosa en un sueño, y cuando despertamos, nos encontramos en medio de la Gran Catedral de Deramis.

Qué manera tan cliché de ser llamado. No es que mi camino fuera menos cliché, para ser justos.

—Entonces, ¿cuánto saben realmente sobre las mazmorras de este mundo?

Esta vez, fue Miyabi quien habló primero. Como si recitara de memoria, dijo: —Las mazmorras son lugares con una alta densidad de magia, regiones peligrosas o edificios abandonados donde los monstruos han empezado a deambular. Aunque se denominan “mazmorras”, su forma es muy variada; algunos ejemplos son los laberintos, las cuevas y los bosques. Aunque son peligrosas, también contienen objetos y tesoros valiosos que las hacen muy atractivas para los aventureros. En la parte más profunda de cada mazmorra hay un monstruo ‘jefe’. Los jefes son frecuentemente el objetivo de las misiones de subyugación emitidas por el Gremio de Aventureros.

—Todo eso es correcto. Parece que has leído sobre esto— Es una chica un poco extraña, pero parece tener una mente aguda.

—Cuando estábamos en Deramis, exploramos en unas cuantas mazmorras y acabamos con los jefes que había dentro— añadió Touya. —Aunque la mayoría eran de rango C o inferior.

—Así que sí tienen experiencia en la lucha contra monstruos jefes. Muy bien, siguiente pregunta. ¿Por qué crees que el gremio publica misiones de subyugación para ellos? — Pregunté.

—Um, porque los jefes son fuertes y, por tanto, una mayor amenaza para los aventureros que entran en la mazmorra— ofreció Nana.

—Y la tasa de aparición de monstruos en una mazmorra es mayor cuando el monstruo jefe está presente, lo que hace más monstruos salgan de la mazmorra. En efecto, esto hace que el área circundante sea más peligrosa de lo que sería normalmente— añadió sestuna.

Touya chasqueó los dedos. —Después de derrotar al jefe, hace que los demás monstruos de la mazmorra se vuelven menos feroces durante un tiempo, ¿verdad? Aunque también he oído que los jefes vuelven a revivir tras un periodo de tiempo determinado.

—Un gran mérito para cada uno de vosotros. El gremio suele emitir misiones de subyugación para los monstruos jefes por todas esas razones. En circunstancias normales, un jefe de mazmorra tardaría entre un año y varias décadas en revivir, pero últimamente ese plazo es cada vez más corto, y los propios jefes son cada vez más fuertes, algunos hasta el punto de que su fuerza supera el rango de la mazmorra en la que se encuentran.

—Los monstruos de los alrededores de Parth ‘donde me encuentro’ son, en general, más débiles que los que se encuentran en otras partes del continente, pero hace poco, incluso tuvimos un monstruo de rango A en nuestras manos. Mucha gente está armando un escándalo, afirmando que es un presagio de la resurrección del Señor Demonio.

De hecho, se había convertido en mi responsabilidad ocuparme de todos los monstruos de rango B y superior en la zona de Parth.

Afortunadamente, su número no ha sido tan alto, pero Rio es definitivamente un poco esclavizante.

—Última pregunta. Esta mazmorra que estamos despejando ahora mismo, la Cueva del Mar del Dragón, es una mazmorra de rango A. ¿Eso hace que el jefe sea…?

—Un monstruo de Rango S— respondieron los Héroes mansamente.

—Estamos casi sin tiempo antes de que partan hacia el Continente Occidental, así que haremos de esta la etapa final de su entrenamiento. Sera, lidera el camino.

—Claro que sí. Por aquí.

Nuestra comitiva siguió detrás de Sera, metiéndose por pasillos secretos y pasando por trampas destruidas. Gracias a que ella ya había eliminado los monstruos de esta ruta, no nos encontramos con ninguno en nuestro camino.

—Vaya, mira esto. ¿Es esta la sala que mencionaste?

Pudimos ver una gran cueva rodeada de agua. Cuanto más cerca de la pared, más profunda era el agua. Con toda probabilidad, era de las turbias profundidades de donde salían continuamente los monstruos. Cerca de donde el agua se unía a la tierra, había montañas de cadáveres, con unos cuantos flotando sin vida en la superficie inmóvil, manchándola de sangre.

Para que quedara claro que una sala así era extremadamente peligrosa, le había ordenado telepáticamente a Clotho que no absorbiera los cuerpos todavía. El plan era que mi Slime hiciera la Absorción a través de un clon después de que pasáramos de nuevo por la cámara al volver a salir.

— ¡Esto es increíble! Varios ‘Octogigants’ ya son una amenaza suficiente para nosotros.

¿Cuántos monstruos hay aquí? —Exclamó Touya.

—Los cadáveres están todos destrozados, así que es difícil saberlo, pero, varias docenas… no, varios cientos… — murmuró Setsuna.

—Clotho y yo nos dividimos el trabajo, así que no sé el número exacto— dijo Sera con displicencia. —Dejé de contar a mitad de camino.

Varios cadáveres de ‘Octogigants’ yacían esparcidos por las pilas de cuerpos. Esta hazaña sólo fue posible gracias a los niveles anormalmente altos de Sera y Clotho. Si hubieran sido los Héroes los que se hubieran encontrado con esta sala, habrían estado acabados. La capacidad de engendrar números tan abrumadores de monstruos era un poder temible en sí mismo.

—Si alguna vez tienen que enfrentarse a una sala de monstruos, no carguen directamente como idiotas. Cuando su estilo de lucha habitual no sea suficiente, usen la cabeza. Reacomoden la situación a su favor de cualquier manera que puedan. Si no quieres dejar que tus amigos mueran, eso es.

— ¿Acabas de llamarme indirectamente idiota? —Se quejó Sera.

—No lo hice, así que por favor baja el puño— Aprecio tu habilidad para aligerar situaciones serias, pero ahora no es el momento. Así que… ¿puedes bajar el puño ahora? ¿Por favor?

***

—Maestro, lo veo. Está durmiendo en el fondo del lago.

—Yo también lo veo.

—Yo también, mi rey.

—Es sólo inútilmente voluminoso, si me preguntas.

Estábamos dentro de la sala del jefe, mirando un enorme lago subterráneo. Una luz azul pálida brillaba a través de las grietas de la pared de roca, dando al lugar una atmósfera mística. Una enorme silueta yacía en el fondo de las oscuras profundidades. No cabía duda de que se trataba de un dragón de agua.

—Permanezcan detrás de las rocas y no asomen demasiado la cabeza. Aunque parece estar dormido, no se sabe lo que puede provocar.

Los cuatro Héroes miraron sin palabras la enorme forma del dragón.

—Así que, como discutimos antes, los jefes de mazmorra son generalmente algo malo para los asentamientos cercanos. En este caso, dejar al dragón de agua solo por mucho tiempo sería peligroso para Toraj. Como los Héroes, ¿qué deberían hacer?

Esta fue mi última prueba para ellos. Entonces, chicos, ¿cómo manejarán esto?

—Bueno, no podemos vencerlo con nuestra fuerza actual. Deberíamos huir.

— ¿Estás seguro? ¿Incluso si hacerlo significa potencialmente dejar a la gente de Toraj sufra una muerte prematura?

—No puedo dejar morir a Setsuna, Nana y Miyabi. Sí, soy un héroe, pero antes de eso, soy su amigo. Incluso si la gente condena mi elección, no volvería a participar en una lucha tan imprudente. Deberíamos fortalecernos, idear un plan y hacer todos los preparativos posibles antes de volver.

Las palabras de Touya provocaron el asentimiento de sus tres compañeros.

—Buen trabajo. Has aprobado. Asegúrate de no olvidar nunca jamás esa actitud.

***

—Prometo que nunca lo olvidaré— juró Touya solemnemente, mirando directamente a los ojos de Kelvin. Este juramento era la prueba de su separación de la persona que había sido antes: un joven Héroe entusiasta y ebrio de un imperturbable sentido de la justicia, que se precipitaba a cualquier situación sin pensarlo dos veces.

Touya encontró que Kelvin era una persona bastante enigmática. Aunque había estado a punto de ser sometido a falsas acusaciones basadas en un malentendido del propio Touya, el aventurero se había pasado la página justo después y había optado por entrenarlos. Era tan fuerte que los cuatro Héroes juntos habían sido incapaces de derribarlo. Todos sus aliados, a pesar de sus peculiaridades individuales, eran también increíblemente agradables y poseían niveles de fuerza igualmente insondables.

—Me alegro de oírlo. Pues bien, aquí empieza nuestro trabajo.

— ¿Qué trabajo? —Preguntó Nana, haciéndose eco de los pensamientos de Touya.

—Vamos, chicos, nosotros también somos aventureros. ¿Qué otra cosa vamos a hacer después de recorrer todo el camino hasta la sala del jefe? Tsubaki-sama vino a nosotros anoche.

—Eh, quieres decir…

—Eso es. Es hora de divertirse— gritó Sera, zambulléndose directamente en el lago sin dudarlo ni un poco.

—Mira cómo va. Lo que daría por volver a ser joven…

—Gerard-san, por favor, deja la nostalgia melancólica para cuando volvamos a casa. Maestro, yo haré el fuego de apoyo como estaba previsto.

—Suena bien. Gerard, vete. Shoo, shoo.

—Por Dios, ¿es esa la forma de tratar a un anciano?

Pero incluso mientras murmuraba sus quejas, el caballero descendió de la cornisa. Pensaba que Efil-san sólo estaba para cuidar de Kelvin-san, ¡¿pero también puede luchar?!

—Maestro, me voy.

—Adelante. Esperaremos a que des el primer golpe.

Un instante después, Efil desapareció. Touya no había mirado hacia otro lado. De hecho, la había vigilado de cerca, al igual que a los demás miembros del grupo de Kelvin. Sin embargo, había perdido de vista su distintivo traje de sirvienta en un abrir y cerrar de ojos. Ya ni siquiera podía percibir su presencia.

— ¡Ha desaparecido! —Exclamó Nana. — ¿Puedes saber dónde está con tu detector de presencia, Setsuna-chan?

— ¿Acción encubierta?

—No sirve de nada, no consigo nada. Ella ha borrado completamente su presencia. Si se trata de una acción encubierta, su nivel de habilidad debe ser muy alto para ser capaz de hacer esto incluso mientras la observamos.

¡¿Ni siquiera Setsuna puede detectarla?!

—Kelvin-san, ¿dónde está Efil-sa…?

La pregunta de Touya fue interrumpida por una explosión tan ensordecedora que sonó como si una gran cantidad de dinamita hubiera estallado. Al asomarse al borde, Touya vio que el propio lago estaba en llamas.

—Parece que es desde donde ha disparado.

— ¡¿Quééééé?!

Touya miró hacia donde señalaba Kelvin y, efectivamente, allí estaba la figura de Efil, encaramada en otro saliente cercana a la pared de roca, a bastante distancia, con una nueva flecha ya montada y preparada.

— ¡¿Qué?! ¿Cómo hizo todo ese daño con un arco?

—Ella tiene sus maneras. En cualquier caso, parece que hizo el trabajo. El monstruo está despierto ahora.

Un rugido emanó de las profundidades del lago. El miedo puro y sin adulterar surgió en el centro del cuerpo de Touya. No podía dejar de temblar.

—Ahaha, y también está un poco enfadado. Tal vez eso fue demasiado ruido y doloroso para un llamado de atención.

En contraste con lo que sentía Touya, Kelvin-san no parecía inmutarse lo más mínimo. Incluso tuvo la compostura de soltar una broma.

— ¡¿Cómo dices eso tan tranquilamente?! ¡Es un monstruo de rango S!

—Cálmate, hombre. Mira, está asomando la cabeza.

La forma negra se hizo más y más grande. En poco tiempo, la criatura que había estado acechando abajo estalló en un gigantesco chorro de agua.

— ¡¡¡ROOOOOAAAAAHHHHH!!!

El enorme cuerpo de color amatista se elevó en el aire, batiendo las alas y lanzando un grito tan ensordecedor que el suelo tembló y las ondas se extendieron por la superficie del lago. El dragón giró la cabeza mientras se cernía sobre ellos.

—Mis oídos— gimió Nana. — ¡Es tan fuerte!

—Yo… no puedo moverme— gimió Touya, su cuerpo se encorvó automáticamente por el miedo. —Ese rugido no llevaba un debuff ni nada, ¿verdad? [N.T: debuff, contrario al buff disminuye las estadística por un periodo de tiempo].

— ¡¿Quién se atreve a perturbar mi sueño?!

—Bueno, eso es sorprendente— dijo Kelvin con interés. —Tienes suficiente inteligencia para hablar a pesar de ser un dragón malvado, ¿eh? ¿Por casualidad eras antes un dragón antiguo?

Aunque era un poco difícil de entender, la bestia estaba efectivamente hablando lenguaje humano. Touya recordó que durante sus lecciones con Colette, había habido toda una sección dedicada a la raza de los dragones. Si no recuerdo mal, los dragones malvados son aquellos que han sucumbido a sus deseos de poder o codicia. Tienen mejores estadísticas que los dragones normales, pero la contrapartida es una marcada degeneración de su inteligencia. Dado que este todavía puede mantener una conversación, debe haber sido un dragón de alto nivel en el pasado, tal y como preguntó Kelvin-san.

—Hmph, parece que unos cuantos insectos han entrado en mi casa. ¿Acaso ustedes, seres insignificantes, creen que pueden ganar atacando en grupo?

—No queremos oír eso de alguien que ni siquiera puede medir la fuerza de sus oponentes, gran lagarto— sonrió Sera desde una posición ligeramente superior a los ojos del dragón. Incluso acompañó su comentario con una risa provocadora.

—Vaya, Sera-san sí que está aumentando la tensión…

—Eh… Touya, ¿me están engañando mis ojos, o Sera-san también está flotando en el aire como el dragón? Ella tampoco está usando Sky Walk como yo.

Tal y como dijo Setsuna, Sera estaba adoptando su habitual postura altiva, pero esta vez en el aire. Touya no podía saber qué tipo de habilidad estaba utilizando para hacerlo, pero tenía la sensación de que era capaz de cosas mucho más sorprendentes que él y sus amigos aún desconocían.

— ¡Aúllen todo lo que quieran, pequeños humanos! Soy un dragón que ha alcanzado un poder ilimitado. La diferencia de fuerza entre nosotros es…

—Oye, siento interrumpir tu impresionante discurso, pero tu cola ya es nuestra.

— ¡¿Espera, en serio, Kelvin-san?!

Antes de que Touya se diera cuenta, Kelvin, que había estado justo a su lado un momento antes, se había movido para colocarse detrás de Sera. En el mismo momento en que se dio cuenta de ese hecho, otro rugido ‘esta vez un grito de dolor’ llenó el aire.

— ¡¿ROOOAAAAHHH?!

—Tienes demasiadas aperturas, ¿lo sabías? —Comentó Gerard mientras su espada cortaba la cola del dragón por la raíz. Con un chapoteo, el poderoso músculo cayó al lago.

— ¡INSECTOS! ¡ESTO ES IMPERDONABLE!

El aliento de dragón desatado por la bestia era como un chorro de agua. Una corriente de líquido a alta presión que podía cortar cualquier cosa sin piedad se cerró de repente sobre Kelvin y los miembros de su grupo.

Sin embargo, los tres lograron esquivar el torrente con movimientos tan coordinados que casi parecía que se estaban leyendo la mente de los demás. En cuanto se alejaron lo suficiente, Efil disparó. Las llamas carmesí se arremolinaron en torno al arco rojo que sostenía y se reunieron alrededor de la punta de la flecha montada. Al soltarla, la flecha salió disparada como si fuera impulsada por el motor de un avión de combate.

—Así que ese es el sonido que escuché antes— murmuró Touya.

a pesar de haber estado disparando una magia tan increíble “tiene que ser magia, ¿no?” No mostraba ningún signo de fatiga ni falta de MP. ¿De verdad es sólo una sirvienta?

— ¡Roaaarrr!

El dragón giró la cabeza hacia la posición donde se encontraba Efil en la pared de roca, pero ella ya no estaba allí. ¿Se ha vuelto a esconder para cambiar su punto de vista?

—No mires hacia otro lado mientras luchas— gritó Sera, mientras asestaba un nuevo golpe a la parte posterior de la cabeza del monstruo. El impacto de su golpe hizo que el monstruo cayera al lago a una velocidad increíble.

Para ser sinceros, a partir de ese momento, el encuentro ya no podía llamarse una batalla. Cada vez que la criatura intentaba un hechizo, Kelvin lo compensaba con uno propio. Cuando intentaba utilizar la fuerza bruta, perdía ante Gerard. Cada vez que recibía un nuevo golpe de Sera, se debilitaba aún más, y cada vez que mostraba una abertura, Efil lo bombardeaba.

Touya se rió débilmente. —Tu maestro sí que es algo, ¿verdad? ¿Crees que alguna vez podré alcanzar su nivel? —Le preguntó al Slime llamado Clotho. Por lo que Touya sabía, incluso esta pequeña creatura que se limitaba a sacudirse como si dijera “¿Quién sabe?” podría ser también increíblemente poderoso. Kelvin era realmente un enigma.

***

El día después de la subyugación del dragón de agua, el barco de los Héroes finalmente recibió permiso para partir de Toraj. Los preparativos para el viaje se habían completado con varios días de antelación, así que los cuatro adolescentes se dirigieron directamente al puerto. Mi grupo y yo también nos dirigimos a verlos partir.

— ¡Estimados héroes! ¡El barco está listo para partir en cualquier momento! —Gritó uno de los tripulantes con voz enérgica.

Touya sonrió irónicamente en respuesta y soltó una breve carcajada. —Por favor, no hagas lo de ‘estimados héroes’. Nuestra cubierta es que somos aventureros normales, ¿recuerdas?

— ¡Ah, lo siento! ¡Cómo pude olvidarlo!

—Está bien, sólo ten cuidado la próxima vez. Abordaremos pronto; por favor, danos un momento.

Después de que el marinero se retirara, los adolescentes se volvieron hacia nosotros.

—Kelvin-san y todos los demás, muchas gracias por todo lo que han hecho por nosotros.

—No se preocupen. No lo habría hecho si no quisiera. No hay nada que agradecerme. Por cierto, acaban de recibir permiso para soltar amarras, ¿no? ¿Por qué se van tan pronto?

—Según nuestro cronograma original, deberíamos haber estado en el barco hace unos días. Y no querríamos entrometernos más con su tiempo.

—Como he dicho, no se han entrometido…

Desde su posición detrás de mí, Gerard me puso una mano en el hombro. —Esta es la decisión del muchacho. Aceptémosla.

—Eres tan directo como siempre— me reí, sacando unas cuantas cosas del Almacén de Clotho.

Les lancé una a cada uno de los Héroes, diciendo: —Es mi regalo de despedida. Aquí tienen.

— ¿Qué…? Kelvin-san, ¿qué es esto? —Preguntó Touya, tanteando un par de veces mientras tomaba el objeto.

Setsuna miró de cerca el suyo. — ¿Es un pendiente?

Asentí. —Sí. Lo hice de improviso. Piensa que es un amuleto de la suerte.

Lo que había lanzado a cada uno de ellos eran pendientes diseñados según sus respectivas afinidades mágicas. Los objetos proporcionaban una pequeña mejora de las estadísticas, además de una función secreta diseñada por mí. No esperaba que lo necesitaran, pero podría ser útil en un momento dado. La habilidad de herrero no cubría los accesorios, así que tuve que pedir prestada la habilidad apropiada a un artesano orfebre local con la habilidad “devorar”.

— ¿Eres un Tsundere?

— ¿De verdad, Miyabi? ¿Tu respuesta a recibir un regalo es llamarme tsundere? — ¿Intento ser amable por una vez y esto es lo que obtengo? Aunque, supongo que eso es parte de lo que la hace “ella”.

— ¡Increíble! El mío parece un cristal de hielo. Kelvin-san, ¡muchas gracias! Lo cuidaré bien.

—Sigue trabajando duro junto a Mun, ¿de acuerdo, Nana? Ese pequeño dragoncito tuyo probablemente va a evolucionar en un dragón adulto pronto. Así que ten cuidado; no podrá caber en tu mochila entonces.

— ¡Rawr!

— ¡Oh, Mun-chan, no digas eso!

No pude entender lo que dijo el pequeño reptil, pero aparentemente le gustaba estar en la mochila de Nana. Parece un perro al que le gusta sacar la cabeza por la ventana del automóvil. ¿No dicen que no es bueno mimar demasiado a una mascota?

Setsuna fue la siguiente en hablar. —Pude pasar un tiempo muy agradable aquí en Toraj, muy probablemente gracias a ti, Kelvin-san. E incluso nos ayudaste a poner en forma a ese idiota obsesionado con la justicia. No tengo palabras para expresar lo agradecido que estoy.

—Cuando los tiempos se ponen difíciles, sólo hay que aguantar. A pesar de sus defectos, sigue siendo el líder de tu grupo, ¿verdad?

Setsuna suspiró. —Haré lo que pueda…

— ¡¿Podéis dejar de hablar de mí en mi cara?!

Para ser justos, Touya había crecido bastante, tanto física como mentalmente, con todo lo que había pasado esta última semana. Tenía la esperanza de que la carga de Setsuna se hubiera aligerado un poco.

Touya apretó el puño con decisión. — ¡No importa lo que ocurra en el continente occidental, haremos todo lo posible!

—Todo lo que puedo decir es que espero que no termines corriendo en la dirección equivocada otra vez.

—Ahaha, no te haría daño tener un poco de fe en mí…

Ya había advertido muy, muy estrictamente a Touya y a las chicas que nunca, jamás, explicaran los efectos de sus Habilidades Únicas a nadie, ni siquiera a mí. Las personas que posean ‘Ojo Analizador’ en un rango suficientemente alto podrían ver los nombres de esas habilidades, pero sólo podrían adivinar sus efectos. Mantener esa información oculta podía resultar una enorme ventaja si se utilizaba correctamente, así que incluso yo seguía sin conocer los detalles exactos de lo que hacían ‘Evangelio Absoluto’ y ‘Autoridad de Corte de Hierro’. Sin embargo, mi curiosidad era poca cosa a cambio de seguridad y sus vidas.

—Bueno, entonces, Kelvin-san, nos iremos.

—Oh, ¿ya es la hora? Efil, ahora sería buen momento.

—Sí, Maestro— se volvió hacia los cuatro Héroes. —Aquí tienen. Les he empacado en una cesta unos bento con platos sencillos. Por favor, disfrutadla durante el viaje.

Cuando se enteró de la fecha de su partida, Efil había preparado rápidamente cuatro bentos llenos de onigiri (sobras de ayer) y sándwiches para una comida inesperadamente moderna.

Touya aceptó la cesta en nombre de los Héroes. — ¡Efil-san! ¡Eres el mejor! Muchas gracias.

— ¡Diosa Efil!

— ¡No creí que pudiéramos volver a disfrutar de la cocina de Efil-san una vez que nos fuéramos!”

— ¡Me aseguraré de compartirlo con Mun-chan!

Los cuatro agradecieron profusamente a Efil mientras estrechaban su mano de manera sincera. Maldita sea, estos chicos. ¿AHORA están contentos y conmovidos? Quiero decir, sé que ponerme en una balanza contra la cocina de Efil es sólo pedir demasiado, ¡pero aun así! Yo también soy un cautivo de su increíble comida… ¡pero aun así!

— ¡Pronto zarparemos! Aquellos que necesiten subir a bordo, por favor, háganlo ahora— anunció un tripulante en voz alta. Los preparativos para la salida del barco habían concluido.

—Vamos, no querrán perder el barco.

— ¡AHH! ¡Tenemos que darnos prisa! ¡Todo el mundo, a correr!

— ¡Espérenme!

A la vez, los Héroes corrieron hacia el barco, con Nana quedándose un poco atrás, pero sus rostros pronto aparecieron por encima de la barandilla.

— ¡Kelvin-san, te prometo que nunca olvidaré todo lo que me has enseñado! —Gritó Touya.

— ¡Volvamos a vernos algún día! —Añadió Nana, todavía jadeando un poco.

— ¡Nos haremos lo suficientemente fuertes para vencerte la próxima vez! ¡Muchas gracias por todo!

—Lo mismo digo. La próxima vez, ganaremos.

Los cuatro siguieron despidiéndonos hasta que su barco se perdió de vista. Cuando consideré lo mal que me había portado con ellos al principio, estar en el extremo receptor de tal gratitud me hizo sentir un poco culpable.

—El maestro es realmente una persona amable.

—En efecto, todos esos jóvenes parecían haberse quitado un peso de encima.

— ¿Qué tonterías están diciendo? Lo único que ocurrió fue que los arrastré por un capricho. De todos modos, es casi mediodía. Deberíamos ir a comer nosotros.

—El maestro es lindo cuando se comporta tímido.

— ¡No soy tímido!

Y dejando eso de lado… ¿el continente occidental es a dónde van? Ahí es donde está el Imperio de Rizean…

Curioso, decidí enviar a Gerard un mensaje privado.

Gerard, si y sólo lo pregunto por si acaso, si nos enfrentamos a Rizea en nuestro estado actual, ¿ganaríamos?

(¿De dónde vino eso?).

Estaba pensando en la promesa que te hice. Tenemos que localizar a Jildora para que puedas vengarte, ¿verdad?

(¡Jah jah jah! Así que te has acordado. Y aquí estaba yo, pensando que te habías olvidado).

¡¿Cómo podría olvidar algo tan importante?!