Kuro no Shoukanshi (NL)

Volumen 1

Capitulo 3: Héroes

Parte 2

Esa misma noche, después de la cita, Efil y yo estábamos en nuestra habitación de la posada. Los dos estábamos en la cama juntos, ya que seguíamos en una habitación para una sola persona. Le había pedido a Clare-san una habitación más grande muchas veces, pero siempre me rechazaba con excusas aparentemente aleatorias. A estas alturas, ya me había dado por vencido.

El día que compré a Efil al comerciante de esclavos, acabamos compartiendo la cama. Aunque estaba pensada para una persona, era lo suficientemente espaciosa. Había espacio suficiente para dos personas si no les importaba dormir un poco juntas. Al principio, los dos estábamos muy nerviosos, pero no tardamos mucho en adaptarnos. A estas alturas, dormíamos acurrucados como algo natural.

Me había metido en la cama y empezaba a quedarme dormido cuando Efil de repente interrumpió mi sueño.

—Gracias por lo de hoy, maestro.

— ¿Eh? ¿A qué te refieres con eso?

—Gracias por acceder a mi petición y venir a la tienda conmigo, y también por protegernos.

Oh, eso es lo que quería decir. —Tú también me ayudas todo el tiempo, ¿no? Si alguna vez hay algo que pueda hacer por ti, lo haría sin dudarlo.

Durante el último mes, Efil había crecido a pasos agigantados, tanto como aventurera como en calidad de ser una sirvienta. Sin embargo, aunque lo disimulaba cuando estábamos en público, seguía teniendo un lado más infantil que correspondía a su edad. Cuando estábamos a solas, a menudo quería que la mimaran.

—Cuando ese príncipe me miró, no pude moverme durante una fracción de segundo. Parece que todavía tengo que hacerme mucho más fuerte…

Agarré la mano de Efil, y usando mi otra mano para acariciar su cabeza al mismo tiempo.

A ella le gustaba mucho que le acariciara la cabeza, pero era el hecho de tomarle la mano hacía que prácticamente se derritiera de felicidad.

—Cómo eres el tipo de persona que se preocuparía aún más si te dijera que no, digamos que nos fortaleceremos juntos. Efil, te necesito.

Efil empezó a llorar. — ¡Te seguiré el resto de mi vida!

Vaya, parece que la he hecho llorar de nuevo. Esto me lleva de vuelta al día en que disipé su maldición. Supongo que le prestaré mi pecho hasta que se calme.

***

Después de que los sollozos de Efil se calmaron, con la cita, la inoportuna interrupción y todo lo que había pasado ese día, los dos estábamos cansados y acordamos apagar la vela e irnos directamente a dormir. Nuestras manos seguían unidas, así que podía sentir su calor contra mi piel. De alguna manera, eso me tranquilizaba. Esperaba que ella sintiera lo mismo. Recordando la impresionante figura de Efil con un vestido de verano, sentí que me adentraba lentamente en agradables sueños.

—Umm… Maestro, ¿todavía está despierto?

La voz de Efil me devolvió la conciencia. Mis párpados se abrieron y vi sus hermosos ojos verde esmeralda mirándome fijamente.

— ¿Qué pasa? ¿No puedes dormir?

—No, eso no es… um, ¿no soy atractiva como mujer?

— ¿Otra vez con eso?

Me quedé boquiabierto. ¿Qué está diciendo? ¿Es que nunca se ha mirado en un espejo? Sin embargo, la expresión de Efil era totalmente seria, ensombrecida por lo que parecía un rastro de tristeza.

—Ya ha pasado algún tiempo desde que me compraste. Gracias a tu buena voluntad, dormimos juntos en la misma cama todas las noches. Y sin embargo… — De repente, la cara de Efil se puso roja de forma tan rápida que, si esto fuera un manga, una pequeña nube en forma de hongo habría salido de la parte superior de su cabeza. Preocupado por ella, me senté.

— ¿Cuándo me vas a tomar?

— ¡¿HUH?! —. Tomado totalmente por sorpresa, acabé gritando en voz alta.

Espera… no, en serio, ¡espera un maldito minuto! ¿Por qué Efil dice esto de repente? Aunque soy un caballero con clase, ¡hay un límite para lo que mi mente puede soportar!

—Eso es lo que me enseñó el comerciante de esclavos… nadie me dijo nunca específicamente en qué consistía, pero el deber nocturno…

— ¡DETENTE! ¡Detente ahí, Efil! ¡No termines esa frase!

Pedazo de mierda comerciante de esclavos, ¡¿qué demonios le estabas diciendo a esta chica pura e inocente?! Siendo realistas, tenía sentido que el tema saliera a relucir en ese tipo de lugar, pero la conversación estaba siendo tan rápida que me encontraba en un estado de completo pánico. ¡Efil, no me mires con los ojos levantados! ¡Deja de sonrojarte! ¡¡No lo acompañes con esa expresión de preocupación!! ¡Eso es, nervios de acero! ¡Tengo que aumentar mi nivel de habilidad! ¡Ahora mismo!

—Lo… siento mucho, Maestro. La verdadera razón detrás de la invitación de hoy fue porque quería llamar la atención del Maestro. Le pedí a Clare-san que me ayudara a elegir un traje y me esforcé al máximo, pero creo que no soy buena en…

— ¡¿Qué estás diciendo?! ¡Claro que no es cierto! Cada día estás más guapa, ¡me cuesta mucho controlarme cada noche! Oh Dios, ¿qué estoy diciendo? En cualquier caso, ¡eres la mujer más atractiva que he conocido!

— ¡Maestro…!

Una vez más, las lágrimas brotaron de los ojos de Efil como si se hubiera roto un dique. Cielos, esta chica está llorando mucho hoy. Pero ¡qué bien que haya conseguido decirlo! Pero, ¿qué debo hacer ahora? En primer lugar, ¿acaso tengo ese tipo de experiencia? ¡M-Melfina-sensei! Oh, claro, ella no está aquí ahora mismo.

(Zzz… quiero el de sabor a fresa por favor…).

Espera, ¡¿todavía está en la Red?! ¡Pero si está dormida! ¡Sensei! ¡No es momento de tener sueños raros! Maldita sea, y he desconectado a Gerard como siempre hago cuando tengo tiempo a solas con Efil. ¿Así que realmente no tengo a nadie en quien confiar? Ahh, al diablo con esto, ¡pasará lo que tenga que pasar!

—Así que sí, no es necesario que te deprimas innecesariamente, Efil. Es que no quería forzarte a nada simplemente porque eres mi esclava. Estoy seguro de que no quieres hacer algo así con un tipo que ni siquiera te gusta…

—Te quiero, maestro—, interrumpió Efil, secándose las lágrimas. —Como mi maestro, como mi compañero y como hombre… te quiero. Te quiero mucho. Nunca me miraste mal por estar afectado por la maldición, sino que te esforzaste por enseñarme la calidez del compañerismo. Por usted, Maestro, yo…

Sentí que me agarraba la mano un poco más fuerte.

— ¿Estás segura de esto? Yo… probablemente no podré contenerme.

—Sí, estoy segura. Que alguien me quiera tanto no pueda contenerse… me tranquilizaría. De verdad. ¿Podría… podría hacer eso por mí, por favor?

Al día siguiente, por primera vez desde que traje a Efil conmigo, ella y yo terminamos durmiendo hasta tarde.

***

El Sacro Imperio de Deramis era el hogar de la mayor organización religiosa del mundo, la Sagrada Orden de Rinne, que adoraba a Melfina, la Diosa de la Reencarnación. Más de treinta mil creyentes vivían dentro de sus fronteras. Hace aproximadamente un año, el Oráculo de Deramis había convocado a cuatro Héroes de otro mundo. El líder de esos Héroes, Kanzaki Touya, estaba ahora de pie en un balcón del Palacio de Deramis, perdido en sus pensamientos.

—Touya, ¿qué estás haciendo aquí?

— ¿Hm? Oh, hola, Setsuna.

Cuando Touya se dio la vuelta, encontró a Shiga Setsuna, su amiga de la infancia, de pie junto a él. Como llevaba el pelo negro recogido en una coleta y una fina capa de sudor brillaba en su piel, probablemente acababa de regresar de su entrenamiento diario en los campos de práctica. En su mundo anterior, había sido la presidenta del consejo estudiantil. Con un aspecto que la situaba en el primer o segundo lugar de toda la escuela, unas notas que se situaban siempre en el percentil más alto de su curso y un dominio tal del kendo que la llevaba a los campeonatos nacionales todos los años sin falta, Setsuna gozaba de una enorme popularidad y respeto por parte de sus compañeros y compañeras.

—Colette está rezando a la Diosa Melfina. Estoy haciendo guardia para evitar que alguien entre.

En contraste con el carácter recto y desinteresado de Setsuna, Touya era, para bien o para mal, la “sinceridad” personificada. Aunque no estaba al nivel de Setsuna, también había mantenido unas notas altas y tenía talento para los deportes. Además, poseía un fuerte sentido de la justicia. Su capacidad para tratar a todo el mundo de igual a igual, independientemente de su estatus, con amabilidad le hacía ser bienvenido allá donde iba. Por si fuera poco, era tan guapo que podría haberse convertido fácilmente en un ídolo si hubiera querido. Ni una sola vez en su vida había experimentado la adversidad, y para él, ser el centro de atención era simplemente un hecho. Al haber crecido en un entorno así, carecía de un sentimiento de duda o desconfianza, y creía sinceramente que todo el mundo era bueno de corazón. Podría decirse que, si bien esta era una de sus fortalezas, era sin duda también una debilidad.

—Colette está orando de nuevo, ¿verdad? Ha pasado casi un año desde que fuimos convocados a este mundo, pero hasta ahora, la única vez que nos encontramos con la diosa fue durante la propia convocatoria.

—Ser convocado fue bastante sorprendente, ¿no? Los cuatro estábamos pasando el rato en el salón después de las clases, y lo siguiente que supimos fue que habíamos sido llamados a otro mundo. Con una diosa saludándonos, nada menos.

—Creo recordar que parecías mucho más encantado que sorprendido, Touya. Tus ojos prácticamente brillaban.

— ¡¿Quién no se sentiría así?! Una diosa necesitaba nuestra ayuda para derrotar a un Señor Demonios. ¡¿Puede haber algún honor más grande?!

—Un honor…

La respuesta de Touya fue pronunciada como una afirmación de hecho, sin ningún rastro de incertidumbre o vacilación.

Esto sólo aumentó el temor de Setsuna.

Es cierto que esta es una misión honorable… estamos aquí por el bien de todos los habitantes de este mundo. Aunque hasta ahora todo ha ido bien, no puedo imaginar que las cosas sigan así para siempre. Touya, ¿realmente entiendes que nuestras vidas están en juego aquí? Cuando las cosas se pongan difíciles, ¿serás capaz de manejarlas con calma? Cuando tú, que nunca has conocido las dificultades, te topes con un muro… ¿seremos capaces de sobrevivir? Setsuna comparó el valor de este mundo contraparte con su vida y la de sus amigos. Si no puedes, entonces tendré que hacer lo que sea necesario para proteger a mis amigos…

Una intensa luz salió de repente de la catedral donde Colette estaba rezando.

— ¡¿Qué está pasando?!

— ¡Viene de adentro! ¡¿Habrá hecho algo Colette?!

— ¡Touya, vamos!

— ¡Voy justo detrás de ti!

Los dos Héroes de otro mundo corrieron hacia la catedral.

***

Construida en el centro del complejo del Palacio de Deramis, hogar del Papa, estaba la Gran Catedral de Deramis, la más grande de su tipo en el mundo. Sorprendentemente, una gran parte de ella estaba recubierta de plata. Una mirada al edificio con su sublime brillo, al reflejar la luz del sol, bastaba para entender por qué algunos llamaban a este hito el lugar más sagrado del mundo. Durante el día, normalmente estaba repleto de creyentes en sus peregrinaciones, pero la catedral siempre cerraba sus puertas al anochecer. En ese momento, en plena noche, sólo había una joven de pelo plateado ofreciendo apasionadamente sus oraciones.

—Melfina-sama, te imploro que me permitas contemplar tu santo rostro una vez más.

La chica era Colette, el Oráculo de Deramis. Tenía diez años cuando tomó el puesto, y desde entonces rezaba todos los días, sin falta. La razón por la que la catedral cerraba sus puertas por la noche era para que no la interrumpieran durante sus oraciones. Eso decía mucho de la importancia que Deramis daba a la capacidad de recibir profecías de Melfina.

—Por favor, concédeme una profecía.

Justo antes de que la campana del reloj anunciara que era medianoche, la estatua de la diosa en el altar comenzó a brillar. Al poco tiempo, el resplandor se había extendido hasta envolver toda la escultura. Las impresionantes alas de la estatua empezaron a batirse, y con cada movimiento hacía que la intensidad de la luz aumentara. Al poco tiempo, Colette se encontró cara a cara con la deslumbrante figura de la diosa en todo su esplendor.

— ¡Melfina-sama! —, gritó Colette, tan emocionada que perdió toda apariencia de compostura.

Melfina sonrió suavemente en respuesta. —Ha pasado un tiempo, Colette. La última vez que descendí fue cuando invoqué a los Héroes. Creo que ha pasado un año desde entonces.

—S-Sí, mi Señora.

Colette estaba increíblemente nerviosa. En este país, su posición única como Oráculo la colocaba en segundo lugar en importancia después del Papa. Como tal, no era ajena a estar ante grandes multitudes de creyentes. Su estado actual estaba muy lejos de su habitual frialdad y tranquilidad.

—Me alegra ver que estás bien. Entonces, vayamos al grano, ¿de acuerdo? Como el día de la resurrección del Señor de los Demonios se acerca, he venido a ver el progreso de nuestros Héroes. Confío en que se están fortaleciendo sin problemas.

Colette asintió. —Por favor, echa un vistazo a esto—, dijo, sacando un orbe de grabación del bolsillo de su vestimenta. La esfera azul era un objeto de rango A capaz de preservar cualquier cosa, desde voces hasta vídeos y pantallas de estado. Este objeto en particular se había dejado al cuidado de Colette, principalmente para grabar cualquier profecía que recibiera. No hace falta decir que era un objeto extremadamente valioso.

—Déjame ver—, dijo la diosa, extendiendo una mano sobre el orbe.

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Kanzaki Touya (18 años, Hombre, Humano, Santo de la Espada)

Nivel: 53

Título: Héroe de otro mundo

HP: 753/753

MP: 431/431

Fuerza: 265

Resistencia: 258

Agilidad: 269

Magia: 264

Suerte: 530 (+160)

Habilidades: Evangelio absoluto (habilidad única), Maestro de la espada (rango S), Doble empuñadura (rango C), Magia blanca (rango C), Comandar ejército (rango B), Súper suerte (rango B)

Efectos pasivos: Bendición del Espíritu de Luz, Ocultación (Rango B)

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Shiga Setsuna (18 años, Mujer, Humana, Samurai)

Nivel: 52

Título: Héroe de otro mundo

HP: 477/477

MP: 318/318

Fuerza: 361

Resistencia: 219

Agilidad: 573 (+160)

Magia: 155

Suerte: 214

Habilidades: Autoridad para cortar hierro (habilidad única),Maestro de la espada (rango A), Ojo de la mente (rango B), Paseo por el cielo (rango B), Detección del peligro (rango B), Reflejos agudos (rango B)

Efectos pasivos: Bendición del Espíritu del Viento, Ocultación (Rango B)

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Mizuoka Nana (18 años, Mujer, Humana, Domadora)

Nivel: 48

Título: Héroe de otro mundo

HP: 294/294

MP: 589/589

Fuerza: 143

Resistencia: 493 (+160)

Agilidad: 95

Magia: 347

Suerte: 191

Habilidades: Comunicación con los animales (habilidad única), Magia azul (rango B), Magia blanca (rango B), Doma (rango A), Compañerismo (rango C), Muro de hierro (rango B)

Efectos pasivos: Bendición del Espíritu del Agua, Ocultación (rango B)

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Kuromiya Miyabi (18 años, Mujer, Humana, Maga Negra)

Nivel: 53

Título: Héroe de otro mundo

HP: 270/270

MP: 810/810

Fuerza: 105

Resistencia: 211

Agilidad: 204

Magia: 794 (+320)

Suerte: 156

Habilidades: Procesamiento paralelo (habilidad única), Magia negra (rango A), Conservación de magia (rango B), Detección de magia (rango C), Ocultación (rango B), Mejora de magia (rango A)

Efectos pasivos: Bendición del Espíritu de la Oscuridad, Ocultación (Rango B)

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—Oh… sí, un crecimiento constante en efecto…

— ¡Muchas gracias! —. Colette se sintió profundamente conmovida, y su emoción siguió creciendo. — ¡Melfina-sama, te imploro que nos bendigas con una profecía!

Hubo una pausa mientras Melfina estaba perturbada internamente por un momento. — Siento una presencia maligna del Imperio de Rizean —como si estuviera reflexionando—. Envía a los Héroes allí. Asegúrate de que no vayan por error en dirección a Parth.

— ¡Haré lo que desees, Diosa!

La luz a la que se le había dado forma asintió, y luego comenzó a desvanecerse lentamente. — No me decepciones, mi Oráculo.

Justo cuando Colette se había despedido y las últimas partículas de luz se desvanecieron, la puerta de la gran catedral se abrió de golpe.

— ¡Colette! ¿estás bien?

Con Touya al frente, todos los Héroes entraron corriendo.

Colette se volvió hacia ellos y proclamó con voz sonora: — ¡La Diosa nos ha concedido una nueva profecía!

***

—Melfina sí que está tardando, ¿verdad? —; pregunté, sacando una carta de la mano de Efil.

Estábamos de vuelta en nuestra habitación en la posada “Fairy’s Song”.

—Hoy es el quinto día. Yo también me estoy preocupando un poco—, respondió Efil, mientras tomó una tarjeta de Gerard.

—Vamos. Podría decirse que la Princesa es la única que no necesita que todos nosotros nos preocupemos por ella, ¿no?

—Amigo, ¿cuántas veces te he dicho que no la llames ‘Princesa’?.

—Y, como te sigo diciendo—, respondió Gerard, tomando una carta de la mano de Clotho—; como caballero, ¿cómo no voy a servir a una princesa? Espera, aguanta, ¡ese era el Joker!

—Gerard-san, el juego pierde todo su sentido si se lo dices a todo el mundo cuando lo consigues.

En ese momento estábamos reunidos, disfrutando de una ronda de Old Maid. Me quedé boquiabierto cuando me enteré de que este mundo tenía naipes, pero después de pensarlo, me di cuenta de que probablemente habían sido introducidos por algún otro transmigrado antes que yo. Los naipes de este mundo eran casi de la misma calidad que los de Japón. En serio, ¿qué pasa con estos avances tecnológicos aleatorios en los nichos más extraños?

— ¡Maldición! ¡Clotho, me has engañado!

—Tú mismo elegiste esa carta, ¿no? Aquí tienes, Clotho, toma una de mí mano.

Clotho tomó obedientemente una de mi mano.

—Oh, mira eso, Clotho ha terminado.

—Clotho es el primer ganador de esta ronda, entonces.

Habíamos desactivado la Red de Seguidores por el momento. Si no lo hubiéramos hecho, habría sido como jugar con las cartas mostrándoselas a todos.

— ¡Ajá, yo también he terminado!

—Felicitaciones, maestro.

Efil se giró hacia Gerard, alcanzando sus cartas.

—E-Espera, Efil. ¿Estás seguro de que no quieres tomar esta carta en su lugar?

—Gracias por tu advertencia. En ese caso…

***

—Maestro, he preparado algunos bocadillos.

—Oooh, ¿son las cosas que compramos en la Dulcería el otro día? Claro, ¡vamos a comerla!

Mientras hacíamos una pausa en la partida de cartas, Efil sirvió a todos los presentes los dulces que había sacado.

—Sin más preámbulos…

(¡He vuelto!).

¡Agh! Maldita sea, ¡me has dado un buen susto!

—Vamos, Melfina, casi me haces soltar este delicioso pastelillo.

(Ah, lo siento. Volví tan rápido como pude).

Reactivé mi conexión telepática. Ya está, la Red de Seguidores vuelve a funcionar. Efil y Clotho también se dieron cuenta rápidamente.

—Bienvenida, Melfina-sama.

Clotho rebotó de arriba debajo de alegría.

(Mm, me alegro de estar de vuelta. Me alivia ver que Efil y Clotho están bien. Y Gerard está…

¿Por qué está acurrucado en un rincón? ¿Qué le ha pasado?).

—Está revolcándose en la amargura de la derrota. No le hagas caso.

—Cómo pude perder…

Maldita sea, viejo, ¿tienes que estar tan deprimido por perder una partida de cartas? Aunque era extremadamente confiable en la batalla, fuera de ella, era más bien un abuelo amigable.

—Muy bien, dejando las bromas a un lado, ¿qué tal los Héroes, Melfina?

—Oh, claro, Princesa, aún no nos has contado mucho sobre ellos.

—Son Héroes, así que seguro que son extremadamente poderosos, ¿no?

Como Melfina se había ido tan repentinamente, dejando sólo el equivalente telepático de una nota escrita apresuradamente, todos teníamos bastante curiosidad por saber qué había estado haciendo en Deramis.

(Ha pasado casi un año desde que los Héroes fueron convocados, así que tenía que comprobar que tanto habían crecido).

— ¿Y bien?

Melfina suspiró. Hm, parece un poco triste.

(Mira aquí, echa un vistazo).

Varias ventanas de estado se proyectaron de repente a través de la Red de Seguidores.

—Uh… ¿estos son los Héroes?

—Sus niveles no son tan altos como esperaba—; murmuró Efil.

—Probablemente podría enfrentarme a estos jóvenes con mis estadísticas actuales, ¿no crees? —. Añadió Gerard.

Está claro que no era el único que tenía recelos.

(¿Todos piensan lo mismo?).

—Francamente, por sus títulos de ‘Héroes’ y todo eso, había esperado que estuvieran alrededor del nivel 100. Ha pasado casi un año desde que fueron convocados, ¿verdad? ¿Qué han estado haciendo todo este tiempo?

(Deramis tiene una orden de Caballeros Sagrados. Si tuviera que aventurar una conjetura, diría que probablemente están siendo entrenados por la orden mientras son tratados con el mayor cuidado, siempre con un importante margen de seguridad).

Así que, están fuertemente protegidos, entonces. Puedo entender el comportamiento de la gente de Deramis, pero ¿podrían estos Héroes realmente luchar en el frente?

(Confieso que también estoy decepcionada. ¿Estarán realmente listos a tiempo para la resurrección del Señor de los Demonios? En cualquier caso, si fallan, yo misma me encargaré de las cosas, así que no hay necesidad de que te preocupes por esto, cariño).

Si fuera tan fácil no preocuparse por algo como eso…

—Sólo por curiosidad, ¿qué tan fuerte sería este Señor Demonio?

(Hay variaciones de una generación a otra, pero los Señores Demonios suelen rondar el nivel 100).

—A este ritmo, esos Héroes tardarán varios años en alcanzar ese nivel, ¿no es así?

—Considerando que no podrán contar con el apoyo de los Caballeros para entrenar después de sean superados en nivel, su ritmo de crecimiento probablemente se reducirá aún más.

Supongo que no hay nada que podamos hacer, excepto rezar para que el consejo que les dio Melfina dé resultado.

(Por otro lado, parece que has crecido mucho en los cinco días que estuve fuera, cariño).

—Mhm. Volvimos a encargarnos de otra búsqueda de subyugación de Rio. Esta vez, se trataba de un monstruo llamado Árbol Sabio del Mal. Mira, hice esto con los materiales que obtuve de él—; respondí, sosteniendo el bastón que había fabricado con la madera rica en magia que dejó atrás el monstruo. De todo el equipo que había hecho recientemente, éste era el objeto del que me sentía más orgulloso.

(¿Un monstruo de rango A? Ser capaz de derrotar a un Árbol Sabio del Mal tan pronto… estoy asombrada. ¿Puedo echar un vistazo a sus ventanas de estado?).

—Claro que puedes.

Kelvin (23 años, Hombre, Humano, Invocador)

Nivel: 42

Título: Campeón de Parth

HP: 427/427

MP: 890/890

Fuerza: 83

Resistencia: 87

Agilidad: 261

Magia: 474

Suerte: 349

Habilidades: Invocación (rango S) [Espacios disponibles: 7 (Clotho: 100 MP, Gerard: 80 MP, Melfina: ? MP)], Magia verde (rango A), Magia blanca (rango A), Ojo Analizador (rango S), Detección de presencia (rango B), Ocultación (rango S), Nervios de acero (rango B), Comandar Ejército (rango B), Herrería (rango A), Tasa de crecimiento: Doble, Puntos de habilidad: Doble, Compartir la experiencia.

Efectos pasivos: Ocultación (rango S)

Efil (16 años, Mujer, Medio-Elfa, Doncella de batalla)

Nivel: 38

Título: Sirvienta perfecta

HP: 312/312

MP: 570/570

Fuerza: 159

Resistencia: 157

Agilidad: 329

Magia: 313

Suerte: 77

Habilidades: Tiro con arco (rango A), Magia roja (rango B), Visión lejana (rango B), Acción encubierta (rango A), Servidumbre (rango B), Cocina (rango B), Costura (rango B), Tasa de crecimiento: Doble, Puntos de habilidad: Doble.

Efectos pasivos: Bendición del Rey Dragón de las Llamas, Ocultación (rango S)

(Para crecer tanto en solo un mes… cariño, quizá deberías frenar un poco ese lado tuyo adicto a las batallas).

— ¡Yo también últimamente he trabajado mucho en la herrería! — Me pones los pelos de punta, Melfina, de verdad. —Aun así, los estados de los héroes son una buena referencia. Me parece bastante impresionante que todos tengan una Habilidad Única y una bendición. Efil es la única persona que he visto hasta ahora con una bendición.

(Es muy raro encontrarse con una persona bendecida. En el caso de los Héroes, ellos obtuvieron la suya como parte de las bonificaciones recibidas al ser convocados).

—Sé que no estoy en posición de decirlo, pero eso me da envidia.

(Bueno, si tanto te molesta… cuando finalmente consigas Invocarme, te daré mi bendición.

¿Qué te parece?).

—Vaya, ¿en serio? No me estás tomando el pelo, ¿verdad?

(Mhm, es en serio. Así que trabaja muy duro para que te vuelvas lo suficientemente poderoso como para invocarme, ¿de acuerdo?).

— ¡¿Qué es esta repentina oleada de motivación que corre por mis venas?! De acuerdo, ¡voy a trabajar muy duro! —. Antes de darme cuenta, ya había apretado los puños en una pose de “tripas¹”.

Efil, por su parte, se sonrojaba alegremente mientras murmuraba algo así como: —Si ambos tenemos bendiciones, entonces seríamos compatibles…

Yo jadeé. —Vaya, no eh entendido muy bien eso último. Muy bien, volviendo al tema que nos ocupa, parece una buena idea que todos tengamos al menos una habilidad de refuerzo.

—Yo podría tener Reflejos Agudos entonces, Maestro.

—Mi rey, ya poseo Fuerza hercúlea y Muro de hierro.

—Oh, hey, ¿qué tal si consigo habilidades de refuerzo para todas las estadísticas?

— ¡Por favor, no, mi rey! Perderé mi papel en el grupo.

Siguiendo en esta línea de acción, nos divertimos discutiendo sobre habilidades hasta altas horas de la noche.