Imouto Sae Ireba Ii (NL)

Volumen 7

Capitulo 5: La Reacción del Amigo

Era la tarde del día siguiente, después de que Itsuki le revelara su nueva relación a Chihiro, y recibió un mensaje de Nayuta en el que le decía que la habían dado de alta en el hospital. Él le ofreció su ayuda, pero ella dijo que no, explicando que su padre iría por ella. Ella se mudaría de la suite del hotel de negocios en el que había estado viviendo desde finales de marzo de este año con el pretexto de ‘centrarse en sus novelas’ y pasaría un tiempo en la casa de su familia en la prefectura de Kanagawa.

Itsuki ya lo había visto venir. Sabía que Nayuta viajaba a casa varias veces a la semana, pero aquí estaba esta chica viviendo en un hotel, apenas comía, siendo tan incapaz de mantenerse a sí misma que terminó hospitalizada. Ningún padre en su sano juicio querría enviar a su hija de vuelta a ese mismo ambiente.

“Tu apartamento esta muy lejos. Me siento sola TnT”

…Qué linda.

Itsuki tecleó por reflejo “Yo también” en el teléfono, pero lo reescribió antes de enviarlo. Era demasiado tímido para esas cosas.

“Venias a mi casa todo el tiempo incluso antes de estar en ese hotel. ¡No es muy lejos! ”

Nayuta respondió casi al instante.

” Tienes razon. >u<.

Pero ahora puedo quedarme a dormir todo lo que quiera sin preocuparme por tomar el ultimo tren. Tal vez sea conveniente no vivir a corta distancia n.n”

La frase “quedarme a dormir” hizo que Itsuki se sonrojara.

Ella ya se había quedado a dormir, pero él se mantuvo sereno en esas ocasiones, concentrándose totalmente en su trabajo u obligándose a dormir en vez de lidiar con ella. Ahora, sin embargo, eran una pareja. No había razón para mantener la distancia. Podían besarse, podían abrazarse, podían tocarse, podían dormir bajo las mismas sábanas. Incluso podían ir más allá si querían… probablemente.

La próxima vez que Nayuta se quede en mi casa… ¿qué me va a pasar?

Una mezcla de ansiedades y expectativas aceleró los latidos de su corazón. No podía pensar claramente, sus pensamientos desapareciendo en una bruma teñida de rosa. Él quería ver pronto a Nayuta. Quería preguntarle cuándo volvería de nuevo. Itsuki sabía que tenía muchas cosas que hacer—escribir Todo sobre mi hermanita y Combate de hermanitas, hacer una lluvia de ideas para nuevas series—pero su mente estaba demasiado ocupada con Nayuta como para preocuparse.

¿Así que es necesario tener una novia para sentir esta… euforia?

Pero mientras Itsuki dejaba que la felicidad se lo llevara, el sonido del timbre de la puerta hizo que volviera a la realidad. Un poco avergonzado por su mente teñida de rosa, se levantó rápidamente y se dirigió a la puerta.

“… Hola… Itsuki…”.

Detrás de la puerta estaba Haruto Fuwa, con una mirada perdida.

***

Haruto se había enterado de la relación de Itsuki y Nayuta mientras hablaba por teléfono con Kawabe, su editor. El tema surgió después de que terminaran sus conversaciones relacionadas con la novela, cuando Kawabe simplemente comentó: “Oye, ¿sabías que Kani-sensei y Hashima-sensei empezaron a salir?”.

“Bromeas, ¿verdad?”, contestó Haruto, incapaz de analizar el concepto al principio, pero al parecer era cierto.

“Sí, el jefe y Yamagata lo vieron en carne propia. Fue exactamente como el clímax de un drama romántico. Es curioso pensar que esas cosas ocurren, ¿no?”.

“…Oh. Vaya… ¿De verdad…?”.

…Cuando la llamada terminó, Haruto salió corriendo inmediatamente de la casa de su familia en Chiba y se dirigió al apartamento de Itsuki.

***

Ahora él e Itsuki estaban sentados uno frente al otro en el kotatsu. Haruto, que recién recuperaba el aliento con un poco de té helado de la nevera, miraba a su compañero sin decir nada. Itsuki evitó su mirada, un poco avergonzado.

“………”

“……………”

“…………… ¡¿Qué?! ¡¿Quieres decir algo?!”.

Fue Itsuki quien se rindió primero al silencio.

Haruto respondió con una pregunta carente de emoción:

“¿Es cierto que ahora tienes una relación con Nayu?”.

“Ah… sí”, respondió Itsuki, un pelín intimidado por la pregunta excesivamente directa.

“Oh”, susurró Haruto antes de volver a quedarse en silencio, examinando el rostro de Itsuki.

“Ngh…”.

…Todavía no soy nadie, pero cuando sea un protagonista a la altura de Kanikou… entonces le diré que la amo. Y sé que no es justo para ella, pero necesito que espere hasta entonces.

Haruto recordó lo que Itsuki le había dicho hace un tiempo, cuando Haruto lo presionó para que dejara de hacerse el tonto y aceptara a Nayuta como su novia. Y cuando Haruto había respondido: “No hay de otra”, él lo dijo sinceramente.

En ese momento, la conversación se sintió apasionada y profunda, un momento privado compartido entre dos rivales que se esforzaban por satisfacer la misma ambición. Pero apenas un suspiro después, Itsuki fue directo al grano. Si los papeles se invirtieran, Itsuki probablemente estaría vociferando sobre qué demonios hacía Haruto.

“…Haa”. Haruto dejó escapar un ligero suspiro, y luego se quedó mirando a Itsuki nuevamente.

“…………Ughhhhh, ¡ya, bueno, bien!”. Itsuki levantó la voz.

“¡Si tienes algo de lo que quieras quejarte, sólo dilo! ¡Por favor!”.

“¿Yo, quejarme?”, Haruto respondió con indiferencia. “No, en realidad no es eso. Es sólo que… Estoy pensando en esa historia de Hermann Hesse, y sé cómo se sintió Emil cuando dijo ‘Ahora veo la clase de hombre que eres’¹”.

“¡¿Me estás insultando, verdad?!”.

Esa era, quizás, una de las cosas más condenables que un amigo puede decirle a otro. Sencillamente, no valía la pena alegrarse por su compañero ni enfadarse con él—no había valor alguno en aplicar emociones en la relación de ellos.

“Um… ¿Lo dices en serio…? ¿Estás tan molesto…? Porque apreciaría que dijeras algo como ‘¿Qué demonios estás haciendo?’, pero… bueno, no creo que yo sea el villano ni nada parecido…”. Itsuki se encogió de hombros, desanimado ante la sorpresa.

Haruto le arrojó otra mirada fría, y luego:

“…………… ¡Pfft!”.

Soltó una pequeña risa.

“¿Eh?”.

Itsuki se quedó mirando, con los ojos muy abiertos y confundido, mientras Haruto sonreía. “No te deprimas. No tienes que sentirte endeudado conmigo. Por fin tienes una novia que te gusta de verdad. Alégrate”.

“Eh… bien…”.

• Se refiere, probablemente, a la novela: Demian: Historia de la juventud de Emil Sinclair
  

Itsuki frunció el ceño cuando por fin se dio cuenta de que se estaban burlando de él. Pero aun sentía que le debía algo a Haruto.

“Ehm”, continuó Haruto, “no has renunciado a ser un autor importante como Nayu, ¿verdad? ¿O haber conseguido una adaptación a anime es una meta lo suficientemente buena para ti?”.

“¡Claro que no!”, respondió Itsuki. “¡Este anime es sólo un retén en la carretera! Y sí, puede que haya conseguido mi anime primero, ¡pero aún me falta mucho para ser igual a Kanikou!”.

Haruto sonrió ante aquella declaración tan sincera. “Entonces no tengo ninguna queja. ¡Alégrate! Nayu se lo merece”.

“S-Sí…”.

Itsuki se sonrojó un poco mientras asentía, aún estaba un poco ansioso.

“…Haruto, ¿estás seguro de que no estás molesto o frustrado conmigo?”.

Haruto respondió con su clásica sonrisa despreocupada.

“Nop. Para nada”.

“…Oh. Bueno, bien”. Itsuki suspiró. “¿Entonces no ha pasado nada?”.

“Claro”.

Itsuki sonrió, muy felizmente. “Entonces te parece bien que pierda la virginidad antes que tú, ¿no? ¿Podemos seguir bebiendo y jugando juntos como siempre?”.

“………Um, ehh, mmhmm”.

La sonrisa de Haruto se congeló mientras asentía de mala gana.