Imouto Sae Ireba Ii (NL)

Volumen 7

Capitulo 4: La Reacción del Hermanastro

¿Es necesario que le cuentes a tu hermano menor que tienes nueva novia? Eso depende de la relación que lleven, por supuesto. Pero si ese hermano llega muy seguido a tu casa, cocina y limpia heroicamente para ti, e incluso conoce en persona a tu novia, sería difícil pensar en no darle la noticia.

Así que Itsuki no perdió el tiempo en hacerlo la noche en la que reveló su nuevo proyecto a su editor, y sin demora se lo tiró a la cara. Él y Chihiro estaban comiendo en la mesa como siempre cuando trató de sacar el tema de la manera más casual posible, casi como si estuviera hablando de otra persona—como, Ey, ya tengo novia, nada importante.

“Oh, hablando de ella, Kanikou y yo ahora somos novios”.

“¡¡Brff… ffphh…!! Koff, koff, koff…!”.

La reacción de Chihiro fue poco menos que dramática. Los trozos del omelette de huevo y arroz que estaba comiendo salieron disparados al aire y bajaron por su esófago, ahogándolo. El kétchup que goteaba por su mentón parecía sangre de un golpe crítico.

“¿E-Estás bien?”, preguntó Itsuki, alarmado.

“S-sí, yo, bngh, lo siento, necesito una servilleta—”.

Chihiro se levantó con la intención de tomar una toalla para limpiarse, la preocupación aún era clara en su rostro…

“¡Hyah!”.

…y entonces tropezó con sus propios pies y se cayó.

“¡¿Chihiro?!”.

No hubo tiempo para que Chihiro pusiera los brazos. Se lanzó al suelo de cabeza, no se movía.

“Um… ¿Estás bien…?”.

“E-Estoy bien”, le respondió débilmente a su hermano que estaba profundamente preocupado. “Nngh…”. Se puso de nuevo en pie, gimiendo en todo momento. La punta de su nariz estaba roja por el impacto, y sus ojos lagrimeaban. Sin una sola palabra, caminó a la cocina, mojando una toallita, y limpió la mesa mientras Itsuki lo observaba incómodamente.

“Fiuuu…”.

Luego de terminar de limpiarla, Chihiro llevó la toallita de vuelta a la cocina, se sentó de nuevo de frente al kotatsu y le sonrió suavemente a Itsuki.

“¿De qué estábamos hablando, hermano?”.

“Luego de lo que te pasó, ¿preguntas como si no hubiera pasado nada? Eres un tipo fuerte, ¿lo sabías? Por cierto, todavía tienes roja la nariz”.

Chihiro frunció el ceño, con la cara enrojecida ante la sincera admiración de Itsuki.

“Nghh…”

“Pero, um… no esperaba que fuera una sorpresa tan grande. Lo siento”.

“No tienes que disculparte, Itsuki… ¿Pero me estás diciendo la verdad? Um… ¿Estás saliendo con Kani?”.

“Sí, es la verdad”.

“Oh”, respondió Chihiro suavemente. Itsuki asintió, sin darse cuenta del problema. ¿Por qué esa respuesta se escuchaba negativa?

“… ¿No estás de acuerdo, Chihiro?”.

“……No es eso, no. Es tu decisión, después de todo…”.

“… ¿Odias a Kanikou o algo así?”.

“¡No! ¡No para nada! …Um. A lo mejor no congeniamos bien todo el tiempo, pero…”.

Esta  reacción  tan  sosa  desconcertó  aún  más  a  Itsuki.

“…Entonces, ¿cuál es el problema?”, preguntó con más fuerza.

Chihiro se quedó un momento en silencio.

“……Bueno”, dijo finalmente, con una voz muy baja, “si te

consigues una novia, entonces cuando yo venga aquí a hacer cosas… estaré estorbando, ¿no?”.

Itsuki lo miró fijamente. No esperaba esto.

“¿Eh? ¿Por qué eso tendría que ser así?”.

“Bueno… Si Kani es tu novia, y empieza a venir más seguido… entonces, um, podría llegar a otro nivel a partir de ahí, y si—si empiezan a vivir juntos, ¿entonces no estaré estorbando? Digo… ya sabes, se estarán divirtiendo y esas cosas… ¿no?”.

“¿Divirtiendo?”. Las mejillas de Itsuki se tornaron rojas. Pero el problema no era la propia Nayuta, aparentemente. A Chihiro sólo le preocupaba que Itsuki tuviera una novia. Eso lo hizo suspirar.

“Sabes que nunca estarás estorbando”.

“… ¿De verdad?”.

Itsuki miró a los ojos de su ansioso hermano menor. “De hecho, si no sigues viniendo, eso sí será un desastre”.

“¿Eh?”.

“…No es que me enorgullezca, pero soy incapaz de mantenerme vivo”.

“Oh… um… puede ser, sí…”.

“Así que… bueno, imagina a nosotros dos viviendo juntos. Tendríamos que comer tres veces al día comida de tienda, este lugar se ensuciaría el doble de rápido, ¡y viviríamos en la suciedad y el miasma en un abrir y cerrar de ojos!”.

“Suenas casi orgulloso, y no estoy seguro de que debas estarlo”, interrumpió un Chihiro preocupado. “Pero… ¿no hay problema con que siga viniendo?”.

“Claro, no me importaría que vinieras más seguido… Pero sólo si te parece bien”.

El alivio finalmente comenzó a extenderse por el rostro de Chihiro. “Bueno, si tú lo dices, estaré encantado de seguirte cocinando”.

Había algo en esta reacción que le pareció a Itsuki genuinamente feliz. Se preguntó por un momento por qué un chico querría involucrarse tanto en los asuntos de su hermano mayor, pero no quiso decir nada al respecto.