Shinonome Yuuko wa Tanpen Shousetsu o Aishite Iru (NL)

Volumen 1

Capitulo 1: Una Vez La Escuela Termina

Romiemarigana nació en el planeta Grando, uno de los muchos planetas en un sistema planetario lejos del sistema solar. Grando era un planeta hermoso con abundancia de recursos naturales, similar a como era la Tierra en su apogeo. No había tantos desastres naturales o criaturas peligrosas, por lo que los humanos no tuvieron que avanzar la civilización para vivir cómodamente. Simplemente harían algo de cacería o reunirían unas cuantas frutas silvestres cuando sintieran hambre. Cuando llenaran sus estómagos, ellos se reunirían con sus amigos y gritarían a todo pulmón como si estuvieran cantando. Entre este estilo de vida primitivo, Romiemarigana era la única que se sentía diferente del resto del grupo.

Ella siempre sentía que la vida no solo debería tratarse de llenarse de comida el estómago.

Nishizono Yuuko

El Mundo en Expansión de Romiemarigana.

Una vez la escuela termina, la mayoría de los estudiantes se empiezan a preparar para las actividades de los clubes.

Todos están en algún club, puesto que esa es la regla establecida por la escuela.

Y la razón de la regla es debido a que la Preparatoria Privada Ousei (que es mi escuela) fue establecida no hace mucho tiempo. Para mejorar la opinión del público de nuestra escuela, insistieron en que todos los estudiantes tenían que participar activamente en las actividades de los clubes. Este es un secreto conocido ya que nuestro director habló enardecido sobre el problema durante la ceremonia de apertura.

Todo gracias a esa “cultura” nuestra, una gran mayoría de los estudiantes participaron activamente en sus actividades. Esto aplica especialmente para los clubes deportivos, donde pasan entrenando todos los días. Incluso me enteré que hay estudiantes que son aceptados en esta escuela como becarios deportivos.

Unos cuantos chicos en clase se estaban cambiando a sus uniformes de fútbol o baloncesto. Escuché que hay un inmenso número de miembros en los clubes de béisbol y fútbol, al punto donde no queda espacio para los de primer año en las salas de esos clubes. Como resultado, se ven obligados a cambiarse de ropa en los salones de clase.

También recordé que pasa lo mismo con los clubes de sóftbol y lacrosse. Además, esos dos clubes son solo de chicas.

Por supuesto, es imposible que las chicas se cambien descuidadamente la ropa en el salón de clases. Ellas se cambian rápidamente en el “tocador” antes de regresar a clases.

Por consiguiente, todo lo que hago es permanecer en mi asiento y observo a las chicas.

Conversan entre ellas al terminar de cambiarse, y todas parecen bastante felices. No solo las chicas, también los chicos de los clubes de béisbol y fútbol también hablan mientras se cambian de ropa.

Yo soy el único que no encaja.

La única persona que se queda quieta sin hacer nada.

Ninguno de mis amigos de la escuela intermedia asiste a esta escuela. Desde los pasados dos meses desde que me matricule aquí, nunca interectúe mucho con mis compañeros de clase. El tiempo fluye de esta manera.

No es que este en posición de quejarme, ya que es mi decisión permanecer solo. Sin embargo, no puedo evitar sentirme inconforme por esto.

La única cosa que evita que abandone el salón de clases es que la entrada del aula y el pasillo estaban llenos de estudiantes preparándose para sus actividades del club. Es una molestia caminar entre multitudes.

La multitud debería empezar a bajar dentro de cinco minutos. Dirigí mi atención hacia la esquina del salón de clases.

Hacia el asiento de Shinonome Yuuko.

Shinonome esta leyendo, como es habitual. Desde esa plática en el mostrador, iniciaría una conversación con Shinonome ocasionalmente.

Por lo menos, eso es mejor que desperdiciar mi tiempo sin hacer nada. Con ese pensamiento en mente, me puse de pie y camine hacia Shinonome. No obstante, su mirada todavía seguía pegada a su libro.

─… ¿Qué estás leyendo?

No tenía nada concreto de que hablar, por lo que empecé la conversación con lo primero que me vino a la mente.

Shinonome continuó leyendo sin ni siquiera voltearme a ver.

─Un libro.

Esa fue su respuesta.

─Al menos entiendo eso… ¿La típica respuesta no sería algo como el título o el autor del libro?

Solté una risa incómoda en reflejo a su respuesta impávida. Luego me senté en el asiento vacío al lado de ella.

─Puesto que Minami-kun no lee, dudo que sepas lo que estoy leyendo de todas formas.

Respondió Shinonome.

Cierto. Dudo que supiera algo sobre el título o el autor si no se trata de autores famosos de libros de texto japoneses. La posibilidad es prácticamente cero.

─Bueno, tienes razón… Pero al menos, puedes contarme la sinopsis o algo como eso, ¿verdad?

Aunque en realidad no estaba tan interesado. Todo lo que tenía en mente era matar el tiempo al charla con Shinonome. Eso fue lo que me alentó a hacer la pregunta.

Y Shinonome contestó de esta forma,

─Una colección de narraciones cortas.

─Una colección de narraciones cortas… ¿como una recopilación de ellas?

─Exacto.

─¿Son interesantes?

─Mmm.

Para ser honesto, ni siquiera estoy seguro si puedes contar esto como una conversación. No obstante, esto es mejor a quedarme divagando.

─¿Así que en aquel momento también estabas leyendo una colección de narraciones cortas?

Le pregunté lo que me vino a la mente. En aquel entonces cuando estaba haciendo mi cambio hacia el mostrador, Shinonome colocó brevemente el libro sobre la mesa mientras se iba de su puesto por un momento. Ahí fue cuando vi el título del libro. No puedo recordar el título o el autor, no obstante, recuerdo haber visto las palabras “colección de narraciones cortas”.

─Así es.

Murmuró Shinonome.

─¿Disfrutas leer narraciones cortas?

Esa pregunta hizo que Shinonome apartara sus ojos del libro por primera vez. Ella levantó la mirada hacia el techo, como si estuviera ponderando una respuesta.

─Hmm. ¿Ya veo…?

Por alguna razón desconocida para mi, Shinonome no respondió con sus habituales respuestas de cajón que da cuando le hago preguntas como esa. Supongo que los amantes de los libros tendrán sus propias razones personales para cosas como esa.

─Bueno… Personalmente, prefiero leer narraciones un poco más largas.

No es que lea tanto, por lo que esa respuesta estaba basada en las impresiones cuando estaba leyendo de regreso en la escuela primaria. Era un lector ávido en aquel entonces, y la cosa que siempre se me venía a la mente era…

Si solo la historia fuera un poco más larga.

Ya que el libro en verdad era interesante, quería adentrarme en ese mundo maravilloso para siempre. Pero ahora, dudo lo que tenía en mente en aquel momento.

Estaba murmurando para mi mismo cuando me di cuenta que Shinonome me estaba observando.

─… ¿Pasó algo?

Por alguna razón, parecía como que Shinonome estaba reteniendo sus palabras. Eso era bastante inusual en ella, considerando sus respuestas impávidas cuando hablaba.

─Así que Minami-kun también piensa de esa forma.

Eso fue lo que Shinonome dijo al final.

─¿A qué te refieres?

─Al hecho que prefieres narraciones más largas.

─Claro. Puesto que ya estas leyendo, ¿no crees que es más eficiente si las narraciones son… más largas?

Fue solo cuando termine de dar mi respuesta que me di cuenta… mierda.

Shinonome probablemente prefiere las narraciones cortas a las largas. Ella probablemente se sintió infeliz con mi respuesta cuando le dije que las historias largas eran mejores.

Sin embargo, no pretendía disculparme por mis palabras.

─Y normalmente los relatos largos venden más, ¿verdad? Es raro tener narraciones cortas como un best-seller.

Ahí fue cuando me di cuenta que de alguna forma estaba provocando a Shinonome con mis palabras. Sin embargo, tenía curiosidad en como reaccionaría Shinonome, dadas sus expresiones planas y esa carencia a la hora de mostrar sus emociones. Desde nuestra conversación en el mostrador, mi interés en Shinonome se incrementó un poco.

Shinonome descontenta, frunció sus labios en forma del carácter “へ” y se me quedó viendo.

Este despliegue de emociones es una vista increíblemente rara en Shinonome.

─Así no es como yo lo veo.

Con eso dicho, bajó la mirada y reanudó la lectura de su libro. No me volteó a ver después de eso.

Es como si estuviera diciendo: será un desperdicio de mí tiempo si continuamos con esta conversación.

Y se ve bastante inútil seguir más allá.

Hablando con franqueza, esta mal que yo exprese mis opiniones hacia Shinonome, considerando el hecho que no soy alguien que lee. Por otra parte, no es mi intención fastidiar a Shinonome.

─Ya veo… b-bueno, yo no leo mucho… por lo que dudo que mi opinión cuente de todos modos.

Revisé el salón de clases luego de balbucear una respuesta un tanto indiferente. No había tantas personas en el lugar, así que eso significa que finalmente me puedo ir a casa.

─Nos vemos.

Me despedí de Shinonome, aunque su atención todavía estaba fija en su libro. Luego regresé a mi asiento y preparé mi mochila.

Que chica tan peculiar. Pensé que saldría con una réplica emocional, por lo que su respuesta apática fue un tanto inesperada.

Sin embargo, esa respuesta fría solo sirvió para avivar más mi interés en ella.

Quizás es porque no soy bueno con las personas que lo dan todo.

Después de todo, pienso que soy bastante apático hacia todo.

Cuando estaba a punto de llegar a casa, fui recibido por la esencia de las especias.

Olía como que venía desde mi casa, y me sentí un tanto desilusionado como resultado.

─Con que Curry huh…

No odio el curry, pero no es como si me fascine.

El problema yace en la cocina.

El olor de las especies se hizo más fuerte cuando pasé la puerta.

─Ya vine.

Susurré suavemente para que nadie pudiera escucharme y me saqué los zapatos. No obstante, justo como me esperaba, Arumi-san salió de la cocina en mi dirección con su par de pantuflas resonando por el suelo.

─Eita, ¿y tu “estoy de regreso”?

Me fastidié al escuchar eso.

─Ya lo dije…

Una excusa para mi, pero no se veía como que Arumi-san iba a aceptar eso. Ella frunció los labios.

─Eh… Pero no escuché nada. ¿Hazlo otra vez?

No pude evitar suspirar. Y nuevamente, no es como si me emocionara iniciar una riña en la puerta, lo volví a hacer.

─Ya vine.

Hice lo que ella me pidió. Arumi-san dibujó una sonrisa en su rostro y asintió cuando lo escuchó.

─¡Mmm! ¡Bienvenido a casa!

Mientras me adentraba débilmente a la casa, hice una clara señal con mis manos para detener a Arumi-san de tomar mi mochila. Luego me di vuelta y me percaté que solo mis zapatos y los de Arumi-san estaban en la entrada. Confundido por lo que vi, le pregunté.

─… ¿Eh? ¿Dónde esta mi hermano?

Al escuchar eso, Arumi-san se encogió de hombros.

─Él dijo que iba a ir a la librería. ¿Así que creo que regresara pronto?

Así que salió a conseguir sus libros y en medio de eso, ¿dejó a una extraña en nuestra casa haciendo la comida? Que tipo tan engreído. Sin embargo, Arumi-san probablemente estallara en lágrimas si escucha eso proviniendo de mí, así que supongo que es mejor guardarme esos pensamientos.

Mientras caminaba a mi lado hacia la sala de estar, Arumi-san esbozó una gran sonrisa y dijo,

─La cena de esta noche es…

─Curry.

Terminé su oración antes que ella. Arumi-san se sorprendió bastante por eso.

─¿Eh? ¿Cómo lo supiste?

─Bueno, tenemos ese olor…

─Ah, cierto… Me sorprendiste por un momento. Pensé que eras psíquico.

─No hay forma que eso sea posible…

Mientras iba en camino hacia mi habitación en el segundo piso, Arumi-san gritó en mi dirección.

─¡Recuerda colocar tu uniforme en la percha! ¡No solo lo tires! ¡Y también no hay bocadillos!

¡Cenaremos una vez que Keisuke este de regreso!

No estoy muy complacido en como Arumi-san llama a mi hermano directamente por su nombre… sin embargo, tampoco existe la necesidad que ella sepa mi punto de vista.

Cuando llegué a mi habitación, la primera cosa que hice fue tirar mi abrigo sobre mi cama. No obstante, recordé lo que dijo antes Arumi-san. Terminé colgando el uniforme en un gancho a pesar que era hacer oficio.

Me ganaría otra ronda de molestias si ella decide entrar en mi habitación y ve que mi uniforme no esta colgado en el gancho.

Luego saque los libros de mi mochila y los reemplace con los libros de texto para las lecciones que recibiré mañana. No hay tareas que requieran mi atención urgente en este momento.

Entonces maté el tiempo girando sobre mi cama en aburrimiento mientras esperaba la cena. Fue entonces cuando pensé que sería magnífico si pudiera hacer algo de lectura, justo como Shinonome siempre hace. Digo, no es como si tuviera pasatiempos.

Sin embargo, no hay libros en mi habitación. Sería patético si termino leyendo mis libros de texto como resultado.

Puesto que me mentalice en leer algo, salí de mi cuarto.

Mi habitación y la de mi hermano se ubican en el segundo piso, y junto a ellas también esta el estudio de mi padre, aunque el dueño actualmente no se encuentra.

Mis padres están de viaje en este momento. Debido a su trabajo, mi padre necesita viajar a América y mi madre terminó viajando con él.

Si estuviéramos hablando de alguien más, probablemente mi padre se quedaría solo viviendo en América.

Sin embargo, mi madre es alguien apegada a mi padre todo el tiempo, a pesar que esta en sus cuarentas, casi llegando a los cincuentas.

─Estaré viajando con Papá, ¿esta bien? De todos modos solo serán tres años.

Y ella se fue sin que pudiéramos darle nuestro consentimiento.

Solo por escuchar eso, probablemente pensarías que ella es una madre despreocupada e imprudente. Sin embargo, la mayor parte de la razón es debido a que lo hizo por Keisuke.

Keisuke, quién es cinco años mayor que yo, es alguien que es mucho más maduro que alguien de su edad. A decir verdad, hay veces donde él es mucho más serio y práctico como “adulto” que mi padre.

─Con Kei-chan aquí, Mamá se queda tranquila.

Así es como son las cosas.

─Por otra parte, Arumi-chan también esta aquí, por lo que ustedes dos le pueden pedir ayuda con los quehaceres del hogar de vez en cuando.

La otra razón es porque la novia de Keisuke, Arumi-san, es lo suficientemente cercana para entrar y salir de nuestra casa como si fuera de la familia. Ella ha estado saliendo con Keisuke desde los tiempos del colegio, y todos ya la tratan como parte de la familia desde hace un año.

Abrí la puerta del estudio de mi padre con el fin de buscar un libro para matar el tiempo.

Keisuke puede contar con una gran colección de libros en su habitación, pero se quejará si entro en su cuarto sin una buena razón. Y tampoco quiero hacerlo.

Encendí las luces del cuarto y busqué en el librero que se encontraba en la esquina del estudio.

Originalmente pensé que mi padre tendría algún tipo de novelas, no obstante, eso fue bastante ingenuo de mi parte. Todo lo que poseía eran documentos de alto nivel relacionados con la ciencia. No es de sorprenderse mucho, puesto que esto esta relacionado con la ocupación de mi padre.

Incluso así, deberían servir para matar el tiempo. Por lo tanto, escogí un libro al azar y empecé a voltear las páginas, no obstante, terminé colocando el libro de regreso a su posición original bastante rápido.

No puedo hacerlo. No pude almacenar nada de su contenido en mi cabeza. Es agotador tan siquiera leer esas escrituras increíblemente tecnificadas.

─Me rindo…

Mientras murmuraba para mi mismo, pude escuchar algunos crujidos desde la dirección de la puerta. Eso provenía de las escaleras. Por el sonido de las pisadas, se debería tratar de Keisuke.

Cuando salí del cuarto, me topé con Keisuke, el cual estaba subiendo las escaleras.

Él se percató que estaba saliendo del cuarto, por lo que ladeó la cabeza y preguntó, preg

─¿Qué estás haciendo?

─Nada… Solo me preguntaba si podía encontrar un libro para leer.

Keisuke levantó su mano y arregló sus anteojos en reacción a mi respuesta.

─¿Un libro…? ─¿Quieres leer un libro?

Él sabía de mi falta de interés en la lectura en los últimos años, por lo que estaba un poco sorprendido por mi respuesta.

─Claro… pero todos eran difíciles de entender, y eso me mató el interés.

Justo cuando pasé al lado de Keisuke mientras le daba una explicación…

─Eita.

Sonó mi nombre. Volteando mi cabeza, Keisuke tenía su mano sobre la manija de la puerta de su cuarto. Entonces dijo,

─¿Qué tal si tomas prestado uno de mis libros?

Quise declinar su oferta, pero se vería bastante raro hacerlo.

─Ah… Urm…… gracias.

Keisuke levantó el mentón un poco y me instó a entrar a su habitación.

Tres grandes libreros estaban lado a lado en una habitación oscura impregnada con el olor de los cigarrillos. Cada una de ellas estaba a rebalsar de libros. En cuanto a los libros restantes, estaban colocados al azar en donde fuera. Es difícil encontrar un lugar donde pararse.

Arumi-san se quejaría a veces de esto cuando hace la limpieza.

─Esto es atroz.

Es como si fuera la guarida del diablo.

─¿Qué quieres leer?

Bajando la bolsa sobre sus hombros y lanzándola a la cama, Keisuke encendió un cigarrillo y comenzó a fumar. Empezó este hábito hace un año, pero ahora es un fumador empedernido. Parece que fuma todo el tiempo… aparte de dormir y comer.

─Bueno, cualquier cosa que sea larga para matar el tiempo.

Justo cuando estaba por decir eso, algo se me vino a la mente…

─¿Algo como una colección de narraciones cortas?

Agregué eso inmediatamente. Eso fue debido a que Shinonome Yuuko se me vino a la mente.

─Con que narraciones cortas… huh.

Con un murmullo, Keisuke empezó a excavar entre los libros los cuales parecían apilados como una torre de Jenga. A mis ojos, parecía como que Keisuke estaba buscando al azar. Sin embargo, Keisuke es la clase de persona que puede recordar con eficiencia la posición de los libros. Sacó un libro de la zona intermedia y me lo lanzó.

─¿Qué tal si empiezas con esto?

Es un libro titulado “Nueve Narraciones”. Me sonaba el nombre del autor. Se trata de Salinger, no obstante, nunca he leído sus libros.

Asentí levemente antes de salir de su habitación. Al momento que salí de su habitación, sentí como mis alrededores se refrescaban inmediatamente. Nunca pensé que me quedaría tanto tiempo en su habitación.

De regreso en mi cuarto, me tendí sobre la cama y abrí el libro que acababa de prestarle a Keisuke. Antes de que pudiera terminar una sola página del libro, la voz de Arumi-san vino de la planta de abajo.

─¡Eita! ¡Es hora de comer!

Me sumergí en el pesimismo por su voz una vez más. Aunque no es la culpa de nadie. Soy bastante consciente de ello.

El libro de Keisuke terminó como decoración en mi escritorio antes de que tan siquiera empezar con el contenido. Cuando terminamos de cenar, me olvidé completamente del libro.. ya que me fui directo a la cama.

Al siguiente día, mientras dejaba pasar el tiempo como es habitual sobre mi asiento, con el fin de esperar a que la multitud se dispersara, me percaté que Shinonome no estaba leyendo… en cambio, estaba guardando sus cosas y se preparaba para irse. No estoy seguro si es porque ella tenía las mismas razones que yo, sin embargo, Shinonome siempre pasaría su tiempo leyendo después de la escuela por algo de tiempo.

Es bastante inusual que ella tenga tanta prisa.

Me estaba preguntando si era el momento para su turno en la biblioteca.

En los días de su turno, Shinonome siempre iría directo a la biblioteca luego que las clases terminaran. Sin embargo, puesto que Shinonome y yo compartimos los mismo turnos, no se presentan muchas ocasiones donde ella tenga que irse a la biblioteca a diferencia mía. Incluso revisé la fecha para asegurarme, y hoy es martes.

Mientras observaba a Shinonome abrirse paso entre los estudiantes que estaban apuñados en la puerta, llegué a esta conclusión, Shinonome es humana después de todo, por lo que hay días en los que ella tiene que ir a hacer algo.

Por lo tanto, me quedé en el salón de clases por un poco más de tiempo. Sin embargo, es bastante aburrido esperar a que el tiempo pase sin hacer nada. Luego recordé la razón por la que le presté el libro a Keisuke… era para ocasiones como esta.

Aunque era una pena, ya que el libro se quedó en mi escritorio en casa. No es como si pudiera leerlo sino no lo tengo.

Pensé para mis adentros: vamos a traer el libro mañana. Y puesto que la multitud ya bajó, salí del salón.

Toma cerca de diez minutos caminar desde la Preparatoria Ousei a la estación del tren más cercana.

La estación del tren esta ubicada en una zona un poco remota, no obstante, las calles comerciales de los alrededores gradualmente se llenan de vida con los estudiantes que terminaron sus clases, o más tarde con los adultos que salen de sus trabajos.

En general, caminaría por las calles comerciales mientras voy de camino a la estación del tren. Debería haber una inmensa multitud en ese lugar, por lo que tomaría un desvío y utilizaría los callejones donde transitan menos personas. No obstante, debido a que no hay tantas personas en la calle hoy, caminé directamente por las calles comerciales.

A medio camino, una bicicleta descuidada me pasó a centímetros de distancia. No pude evitar voltear a ver y mirar esa bicicleta.

─Eso estuvo cerca…

Mientras murmuraba para mi, me percaté que estaba frente a un local de venta de café.

Puesto que la pared del negocio estaba cubierta con una inmensa ventana de vidrio, fácilmente pude ver el interior de la tienda desde donde estaba.

No había nada particularmente interesante en el interior de la tienda. Y puesto que se trataba de un establecimiento de café ordinario, no debería importarme tanto.

No obstante, la razón por la que me quede viendo, al punto de que deje de caminar, era porque vi a Shinonome a través del vidrio.

Shinonome, todavía estaba con su uniforme, estaba tomando té con un joven que no me era familiar.

Era demasiado joven para ser su padre, y tampoco parecía que fuera su hermano.

No obstante, si hablamos que fuera su novio…

Ahora eso si es posible.

Shinonome podría ser una persona un tanto excéntrica, no obstante, se ve bastante bien. No es de sorprenderse si ella tiene novio.

*Suspiro*

No pude evitar soltar un gran suspiro.

Me tratarían como un acosador si continúo viéndola de esta forma. Por otra parte, no es mi intención intervenir en la privacidad de Shinonome y su vida. Me di la vuelta y reanudé el paso hacia la estación.

─Shinonome huh……

No es imposible. Pero sin embargo, algo no se sentía en su lugar.

Estamos hablando de Shinonome, alguien que lee todo el tiempo; incluso si estas hablando con ella, ella difícilmente aparta la vista de su libro. Se siente irreal imaginar que ella va a ir a una cita toda amorosa con su novio.

A decir verdad, simplemente me conmocionó el hecho que esa Shinonome se fue a encontrar con un hombre.

Y puesto que se me hace difícil aceptar el reciente descubrimiento, mi mente estaba ocupada con ese incidente.

Aunque no es como si estuviera enamorado de Shinonome. Por el contrario, es porque se siente que Shinonome de alguna forma es bastante similar a mí. Esta Shinonome, quién lee sus libros con una expresión bastante aburrida mientras no expresa ni una sola onza de felicidad. Y estoy yo, que me siento desmotivado por todo. Ambos compartimos un grado de similitud entre nosotros.

No obstante, si Shinonome puede conseguir un novio con la forma como es, entonces eso significa que ese chico podría contar con “algo” que puede despertar su pasión.

Pensando en eso, el hecho que Shinonome es una chica que esta interesada en nada más que sus libros era solo una especulación por parte mía.

─Oh bueno.

Con mi personalidad apática, lo más probable es que yo sea el que reciba la atención más negativa. Recuerdo cuando estaba murmurando para mi mismo el otro día en el tren y me encontré con la mirada desconcertada de una señora que tenía sentada a la par mía. Respondí tosiendo a secas y pretendiendo que me quedé dormido.

Cuando llegué a casa, Arumi-san no estaba a la vista.

Keisuke estaba fumando mientras sorbía una taza de café en la sala de estar.

─¿Dónde esta Arumi-san?

Keisuke apagó la colilla del cigarrillo con el cenicero.

─Ella no vendrá ya que esta cenando con su club.

─¿Entonces que deberíamos hacer para nosotros?

Para el desayuno, normalmente tostamos pan para nosotros o algo por el estilo, no obstante, la cena es un asunto diferente. Arumi-san se encargará de eso si esta por aquí, no obstante, tenemos que resolverlo nosotros dos si ella no se encuentra. Es bastante raro que Arumi-san no venga a nuestra casa, por lo que solo tomamos una decisión improvisada cuando ella no esta.

─¿Quieres cocinar algo?, ¿o preferirías ir por algo para llevar?

Parece que el pensamiento de él cocinando nunca pasó por la mente de Keisuke. En general, él no es alguien quisquilloso con la comida, por lo que no es de sorprenderse cuando dice, ─No me importa saltarme la cena si no vas a cocinar.

─Supongo que cocinaré…

Luego de aceptar la tarea a regañadientes, Keisuke me pasó una billetera del bolsillo de la camisa que estaba colgada en la silla y me la entregó. Nuestros padres depositarían el dinero para nuestros gastos diarios en una cuenta de banco que le confiaron completamente a Keisuke.

─… ¿Algo de comer en especial?

Era algo que pregunté casualmente, y la respuesta de Keisuke era como me la esperaba… fue indiferente.

─Cualquier cosa esta bien.

─Entendido.

Me encogí de hombros y salí de la casa. Si solo me hubiera llamado o me hubiera dejado antes un mensaje, habría comprado todo mientras iba de camino a casa.

Fue cuando estaba en primaria cuando conocí por primera vez a Arumi-san. Keisuke estaba en preparatoria para entonces y Arumi-san empezó sus visitas frecuentes a nuestra casa. Puesto que era la novia de Keisuke, por supuesto,

No obstante, todavía era un niño para aquel entonces, por lo que no entendía cosas como esas.

Antes que me diera cuenta, ya me había enamorado de Arumi-san. En cuanto a lo que pasó después, no creo que haya la necesidad de profundizar en eso.

Un día, en un cierto instante, de repente entendí la realidad que me rodeaba.

Y a partir de entonces, le tengo miedo a Arumi-san.

O específicamente, le tengo miedo a enfrentar mi estupidez, por enamorarme de Arumi-san a pesar que era solo un niño.

Pensando en eso, fue probablemente en el lapso de tiempo cuando una parte de mi alma se hizo fría.

Hay cosas que no puedes cambiar no importando cuán duro te esfuerces… esa fue una dolorosa lección que aprendí al enamorarme perdidamente de Arumi-san.

─Que molestia…

Murmuré mientras arrojaba los ingredientes para la cena dentro de la cesta.

De regreso en casa, Keisuke y yo comimos la cena que preparé en silencio.

Keisuke no es la clase de persona que expresa sus opiniones sobre la cena.

No anhelo recibir sus elogios, pero sería magnífico si pudiera decir algo al menos. Todo esto es la culpa de Keisuke por ser excepcional en todo lo que hace. Como su hermano menor, me siento inferior comparado con él. Incluso si pongo el caso de Arumi-san a un lado por ahora, creo que Keisuke también desalentaría mi alma en otras áreas.

Odio como me hago más pesimista conforme el tiempo pasa.

Mientras lavaba los platos, decidí empujar toda la culpa de todo lo que había pasado en Shinonome.

El hecho que tuviera novio era algo que me provocó una fuerte impresión.

Pero, no es debido a que la amo. Por el contrario, en realidad esperaba que ella fuera una persona taciturna.

Sin embargo, ese solo era mi propio pensamiento. No es como si quisiera que Shinonome dijera cosas como “no necesito un novio”, ni tampoco quiero decir cosas como “espero que no consigas novio”.

Me pregunto que expresiones pondrá si le llegó a decir cosas como esa.

Hubo un breve regocijo luego de intentar imaginar la escena.

Solo eso fue suficiente para animar un poco mi humor melancólico. Los humanos son criaturas peculiares después de todo. Mientras pensaba en cosas como esa, lavé las burbujas que se formaron sobre los platos. Luego froté con mis dedos la superficie de los platos, lo que produjo un sonido deslizante.

Eso hizo que sonriera una vez más.

Yo disfruto lavar los trastes, algo bastante inesperado considerando mi forma apática de ser.