Zaregoto  (NL)

Volumen 2: El Estrangulador Romantico

Capitulo Final: Un Mundo Que No Puede Terminar.

Con todos mis dedos, además del pulgar izquierdo colocado en sus lugares, el médico me dijo que tomarían cerca de dos semanas para curar a un punto de no interferir con mi vida diaria, siempre y cuando no abusara de ellos. Al día siguiente, me dirigí al condominio de Kunagisa en Shirosaki, la zona residencial de la más alta clase de Kioto. Pensé que sería bueno mostrarme fresco en la Vespa que había heredado de Mikoko-chan, pero los apoyos de dedo no lo permitían, así que me di por vencido. Parecía que tendría que esperar un poco más antes de que pudiera disfrutar de esa dulce sensación de ir a dar una vuelta.

Los tirantes demostraron ser más problemáticos de lo que yo había esperado inicialmente. Al principio, pensé: “Oh, así que mis dedos no serán capaces de doblar tanto durante un tiempo, gran cosa.” pero en la primera noche solo, me di cuenta de que esto iba a poner una tensión considerable en mi vida diaria. Incluso vestirse se había convertido en una gran tarea. Me di cuenta de que esto iba a hacer que me volviera aún más una carga para Miiko-san, y esto puso en marcha una fase muy pesimista.

Y así fue que mi modo de transporte este día fue mi propio pie. Tres horas fue un poco intenso para alguien que sufría lesiones, yo podría haber tomado fácilmente un autobús o un taxi, pero teniendo en cuenta el alto costo de las facturas médicas para mi tratamiento con los dedos, había decidido guardar mi dinero en su lugar.

“Pero ella va a estar allí, ¿verdad?”

Murmurando esas cosas para mí mismo todo el tiempo. Al final llegué al frente del condominio de Kunagisa. Era un elegante edificio de ladrillo que parecía más una fortaleza que un condominio. Los pisos trigésimo primero y trigésimo segundo pertenecían a Kunagisa.

Pasé a través de las miradas de varios guardias de seguridad rocosos sentados firmes como rocas en la entrada (ya conocían mi rostro) y me dirigí al vestíbulo del ascensor. El ascensor ya estaba en el primer piso y empujé el botón de llamada.

Avancé y lo empujé, abriendo las puertas, y entré. Utilicé una llave para abrir la caja del botón, exponiendo los botones para los pisos treinta y uno y treinta y dos, y presioné la de treinta y dos.

La sensación de gravedad desapareció durante un minuto.

Salí del ascensor una vez que se detuvo y me acerque a la puerta de acero delante de mí. Este lugar es vastamente superior comparado con el mío, aunque todavía le faltaba un intercomunicador. Kunagisa casi nunca recibía visitantes, así que no había necesidad.

Abrí la cerradura con una clave y escaneo de huellas dactilares, y entré en la habitación.

“Tomooo, soy yo. Estoy aquí.” grité mientras caminaba por el pasillo (aunque no me sentía bien llamarlo sólo un pasillo. La escalera sola era más grande que todo mi apartamento). En el piso treinta y uno de abajo, la mayoría de las paredes habían sido derribadas para hacer espacio para una computadora ridículamente enorme, mientras que el piso treinta y dos era más bien un laberinto, haciendo que fuera fácil para mí, con mi pobre memoria, confundirme. ¿Dónde estaba esa chica?

Me di cuenta de que debería haberla llamado antes de venir, pero mis dedos no estaban en condiciones de operar un teléfono. Mi pulgar izquierdo seguía funcionando normalmente, por supuesto, así que podría haberlo hecho con bastante esfuerzo, pero no estaba de humor para ejercer ese esfuerzo.

“Tomo, ¿dónde estás?” Seguí caminando por el pasillo mientras llamaba de nuevo. Comencé a ver cuerdas extrañas y cables de varias variedades desconocidas enredadas en el suelo. Por supuesto que había puesto los pies en este lugar cualquier número de veces, pero para un tipo como yo que no sabía lo primero de ingeniería mecánica o electrónica, este lugar todavía era como un reino mágico. Si no tuviera cuidado, podría tropezar fácilmente en algo y caer, así que me aseguré de tomar precaución mientras procedía.

“Tomo, soy yo. Estás en alguna parte de aquí, ¿verdad?”

“Hey, yo estoy aquí, estas lejos, estas lejos.”

La voz que respondió no pertenecía a Kunagisa.

Como era de esperar, era una voz roja.

No es que las voces tengan colores.

“En realidad pensé que no estarías aquí…”

¿Es la vida tan fácil?

Seguí caminando en la dirección de la voz hasta llegar por fin a una habitación vacía de unos diez metros de ancho. En esta mansión repugnantemente grande de un condominio, había habitaciones que incluso Kunagisa Tomo no podía encontrarles un uso. Por supuesto que supuse que también era sólo cuestión de tiempo.

Entonces, de nuevo, supongo que necesitas habitaciones como estas si vas a tener huéspedes.

“Hey. Tiempo sin verte.”

Dentro de la sala, estaba Aikawa-san y…

“¡Wawawawa!, es ¡Ii-chan!”

Kunagisa Tomo, estaban sentadas frente a frente, bebiendo refresco de latas.

Tenía el pelo azul hawaiano, la pequeña figura de un niño, y una sonrisa 100% sin diluir. Era la primera vez que la veía en un rato. Desde la Semana Dorada, de hecho, casi un mes entero. Pero parecía que había pasado siglos.

Era como si hubiera vuelto a donde yo pertenecía.

Tal vez esto era lo que ellos llamaban nostalgia.

“Wawawa, Ii-chan, ¿qué le pasó a tus manos? ¿Es sólo yo, o se han puesto mucho más gordas?”

“La piel se endurece. Es Síndrome de Klippel-Trenaunay-Weber.”

“Oh ya veo.”

“No, no lo haces. En realidad, hubo una serie de incidentes. Incluyendo mis lesiones en la cara, pasarán unas dos semanas hasta que esté completamente recuperado.”

“Hawawaa. Wowee, Ii-chan, cooool. Yayyy. ¿Te has encontrado con Nenbutsu no Tetsu o algo así?”

“No. No hablemos de ese tipo.” Me senté para unirme a ellas, formando efectivamente un triángulo isósceles conmigo en el pico. Mis ojos se movieron hacia el objeto de mis miedos.

“Hola, Jun-san.”

“¿Qué pasa, Personaje Principal?” Ella sonrió, refresco en mano. Parecía que no estaba bien, como de costumbre. Por otra parte, parecía estar en un estado de ánimo sorprendentemente alto. Pero el estado de ánimo de Aikawa-san cambia como el clima de las montañas, por lo que era difícil de juzgar realmente sobre tales cosas.

“¿Qué estás haciendo en el cuartel general de Kunagisa? ¿Vienes a averiguar más sobre el merodeador?”

“No, no, nada de eso. La cosa del patrón ha sido resuelta por el momento.”

“¿De verdad?”

“Sí.” ella asintió.

“Estábamos hablando de eso ahora, Ii-chan. ¿Quieres participar también? Tres cabezas son mejores que dos.”

“No, no estoy realmente interesado.”

Yo sin embargo estaba mintiendo.

Además, supongo que esto significaba que Zerozaki no había ido a América después de todo. Tal vez Aikawa-san lo había alcanzado en el aeropuerto y había puesto fin a las cosas de una vez por todas. Si es así, tuvo mis condolencias. Había tenido una partida tan galante sólo para seguirla con un gran fracaso. Eso es demasiado vergonzoso, Zerozaki Hitoshiki.

“Oye, Kunagisa-chan.” dijo Aikawa-san. “Siento hacer esto en tu propia casa, pero ¿te importaría dejarnos solos por un momento? Tengo algo con lo que hablar con Ii-chan.”

“¿Hmm?” Dijo Kunagisa, rascándose la cabeza. “¿Es algo secreto?”

“Sí.”

“Hmm. Bueno.”

Se levantó y salió de la habitación. Lo más probable es que se fuera a un ordenador en otra habitación y empezara a trabajar lejos. A diferencia de mí, cuya única forma de pasar el tiempo era Ocho Reinas, Kunagisa tenía un suministro casi ilimitado de métodos.

A solas con Aikawa-san, fui el primero en hablar. “Sabes, no puedo dejar de notar que sólo has expulsado a Kunagisa.”

“De hecho lo hice. No querrías que estuviera presente cuando estemos hablando en serio, ¿verdad?” dijo Aikawa-san sin disculparse. “Deberías estar agradecido conmigo. No te pongas tan enojado. Geez, dejo a Tomo-chan a un lado durante dos segundos y pierdes la calma.”

“Entonces, ¿por qué no vamos a otro sitio para hablar?”

“No se puede hacer. Soy una mujer ocupada. Mañana me necesitan en Hokkaido. Voy a ir allí tan pronto como salga de este lugar. Para ser honesta, no estaba segura de llegar a verte.”

Suerte, supongo.

“Así que…” Dándose cuenta de que no había manera de hablar de cualquier cosa con esta mujer, me di por vencido y la animé a comenzar. “Entonces, ¿de qué estamos hablando esta vez?”

“En primer lugar, una actualización sobre el caso Zerozaki.” dijo. “Estoy segura de que estás interesado en saber, ¿verdad? No te dejaré decir que no lo estas.”

“Bueno, tanto como cualquiera, supongo. Pero, ¿qué quieres decir con que se ha resuelto?”

“Anoche, finalmente encontré ese pequeño mocoso. Tuvimos una pequeña ronda dos.”

“¿Y?”

“Llegamos a un acuerdo amistoso.” dijo. “Dejará de matar a la gente y, a cambio, lo dejaré en paz. Es una ganga.”

“¿Es eso lo suficientemente bueno?”

“Por supuesto. Mi trabajo era sólo para detener al merodeador de Kioto. Ningún cuerpo dijo que lo atrapara. Para ser honesta, prefiero evitar entrar en un festival con el Zerozaki Ichizoku, por lo que esto es lo suficientemente bueno, por ahora.”

Por ahora.

No quería pensar en el significado al acecho dentro de esas palabras. Este era sin duda un dominio con el que no quería involucrarme.

“Entonces supongo que eso significa que al menos no habrá más incidentes en la ciudad de Kioto, ¿eh?”

“Exactamente. Y si no hubiera sido por tu cooperación, nunca habría llegado a esta conclusión, así que supongo que debo expresar mi gratitud.” dijo ella, sonando como una actriz.

“Realmente no dirás que fue gracias al esfuerzo de Kunagisa”

“Mantente ahí mismo.” dijo, interrumpiendo mi intento de burlarme de una discusión. “Sabes, tuve una pequeña charla con Hitoshiki-kun…”

“¿Lo hiciste?”

“Lo hice.” dijo, corriendo hacia mí en sus rodillas. “Hablamos de ti, de ti, de ti y de ti… Ya sabes, lo habitual.”

“Eso es espeluznante.”

Ese bastardo. ¿Qué había ido a decirle? A Aikawa-san, de todas las personas. Entonces otra vez, hice la misma cosa. Tal vez esto era lo que quería decir con tener un as bajo la manga.

“Pero ya sabes.” dijo ella, realmente impresionada, “Ese fue un trabajo de detective inteligente el que hiciste. Incluso me sorprendió. ¿Quién hubiera pensado que Aoii Mikoko había matado a Emoto Tomoe antes de que salieras de su apartamento y que su propia muerte fuera un suicidio? No he visto nada de eso.”

“Perdóname si todo este discurso suena a montaje, Jun-san.”

“No te pongas tan serio. No tengo planes de hacerme tu enemiga. Quiero ser tu amiga, Ii-chan, en serio. Pero ya sabes, creo que podría aclarar las cosas.”

“¿Qué cosas?”

No respondió enseguida. Permaneció en silencio durante un rato, como si intentara leer mi respuesta.

“Los detalles de esta cadena de incidentes.” dijo finalmente.

“¿Quieres decir que no estás satisfecha con mi razonamiento?”

“No, no tengo ningún problema con tu razonamiento. No estoy satisfecha contigo. En absoluto.”

“….”

“Suena como si te hubieras librado de explicar algunas cosas a Zerozaki, ¿no?”

“Sí, pero eran pequeños detalles. Sólo cosas triviales, cosas que podrían explicar lo que sea, o por el contrario que ni siquiera podía imaginar una explicación. Así que en realidad no…”

“Por ejemplo, la razón por la cual Aoii Mikoko mató a Emoto Tomoe.”

“Bueno eso es…”

Eso era algo que no le había contado a Zerozaki. Algo que había dejado sin explicación.

“¿Y qué pasa con la razón por la que el collar fue sacado de la escena del crimen?”

“Bueno, yo…”

“¿Y por qué un niño apático como tú va a tener la molestia de hacer que el suicidio de Aoii Mikoko parezca un homicidio, incluso si se le pidió en su nota de suicidio? Pero lo que realmente quiero saber más es, ¿desde cuándo lo supiste todo?”

….

“Lo hiciste sonar como si hubieras aprendido la verdad al leer la nota de suicidio de Aoii Mikoko, pero… Bueno, eso simplemente no puede ser, ¿ahora puedes?” Dijo con una sonrisa. “¿Así que desde cuándo?”

No pude reunir una respuesta.

“Por mucho que subestime a la gente, sé que eres alguien bueno.” dijo. “Ciertamente no creo que no te dieras cuenta de la verdad en absoluto hasta ver esa nota de suicidio.”

“Me estás sobrestimando. No soy eso…”

“Bien, entonces, ¿debo proporcionar pruebas más concretas? Por ejemplo, le dijiste algo a Zerozaki a lo largo de las líneas de Ver el cadáver de alguien no es suficiente para hacerme sentir enfermo, pero me parece que esa no es la única parte de la historia que no fue muy tú, por así decirlo.”

“¿Qué más hay?” Yo sabía a dónde iba con esto, pero planteé la pregunta de todos modos. “No tengo ni idea de lo que quieres decir.”

“Vuelve a cuando oíste por primera vez los hechos de Sasaki. Te preguntó por la llamada telefónica de Emoto, ¿y qué dijiste? Que definitivamente era la voz de Emoto. Que nunca olvidas una voz luego de escucharla. O algo por el estilo. Ya has dicho lo horrible que es tu memoria muchas veces. Entonces, ¿cómo puedes estar tan seguro?” Ella de forma burlona me dio un par de palmaditas en el hombro. “¿Cómo pudiste haber confirmado tal cosa con esa memoria destrozada? Tu solo habías conocido a la chica una vez, y esto fue por teléfono, nada menos. No hay manera de que pudieras haber confirmado tal cosa. ¿No crees que sea por eso que Aoii Mikoko pensó usar este truco en primer lugar? Estaba anticipando tu pésima memoria. Por lo menos, no hay forma de decir que era definitivamente su voz.”

“¿Y?”

“Y eso significa que deliberadamente le mentiste a Sasaki-san. Ahora, ¿por qué harías una cosa así? Bueno, esto es lo que pienso: no se puede fingir algo que no se sabe al principio, pero se puede fingir algo que se sabe. Cuando Sasaki vino y te habló de la muerte de Emoto, fue cuando te diste cuenta de la verdad sobre el truco de Aoii y que ella fue la que mató a Emoto Tomoe, ¿no?”

El gato estaba esencialmente fuera de la bolsa. No tenía sentido permanecer en silencio. Ante los ojos de esta maravilla escarlata, multitalentada, tal curso de acción era más inútil que la propia inutilidad.

“En realidad no tenía todo lo que había aprendido en ese momento.” respondí siendo relativamente honesto. “No tenía ninguna evidencia ni nada en ese instante. Era sólo una conjetura. Era sólo una idea vaga que tenía, así que, podría haber sucedido así, ¿sabes? Ciertamente no podríamos decir que sea una conclusión sólida. Pero Jun-san, incluso suponiendo que fuera cierto, que yo había calculado todo en ese punto… ¿Hay algún problema con eso?”

“En efecto, sí. Un enorme problema, enorme. Ahora, si me dijeras que estabas mintiendo para encubrir a un amigo, estaría bien con eso. Cualquiera diría una mentira si fuese por un amigo. Pero el problema aquí es que Aoii Mikoko no era tu amiga. Independientemente de cómo se sintiera hacia ti, no sentías nada hacia ella. Ella era sólo una conocida. Un compañero de clase. En pocas palabras, no estabas cubriéndola. Estabas paralizándola.”

Detención.

¿Y con qué propósito necesitaba ese tiempo extra?

Para llegar a una decisión.

¿Dar, o tomar?

“En ese día en particular, la señalaste con el dedo. ¿Puedes perdonar tu propia existencia? O algo así.”

“Hablas como si lo hubieras visto tú misma. ¿Nos estaba viendo, por casualidad?”

Pensando en ello, ¿acaso Aikawa-san no había dicho algo acerca de Mikoko-chan y yo ese sábado? ¿Y si nos hubiera seguido después de eso? Puede que haya sido capaz de detectar al mortal Zerozaki o a Muimi-chan, el novicio de los novatos, pero dudaba que hubiese notado si Aikawa-san hubiera estado siguiéndonos.

Y sin embargo Aikawa-san lo negó. “No, no te estaba mirando. Pero al menos puedo adivinar lo que habrías dicho. Comparto la opinión de Zerozaki: no creo por un segundo que una persona capaz de asesinar dejara que su propia conciencia los llevara al suicidio. Cualquier persona que pudiera sostener arrepentimientos no cometería el asesinato en primer lugar.”

“Pero estadísticamente hablando, un buen porcentaje de asesinos se suicidan.”

“¿Estadísticamente hablando? ¿Has estado alrededor por casi veinte años y las estadísticas son la mejor respuesta que puedes usar?” Ella levantó una ceja burlona y bufó en mí. “No me digas que crees en algo tan idiota. Algo que sólo ocurre una vez en cien mil intentos ocurre en el primer intento. La primera persona que conozcas es uno en un millón. Cuanto más baja es la probabilidad, más ves que sucede. Estadísticas. Qué broma. No hay nada más normal que un milagro.”

Era una visión ridículamente salvaje sobre el tema, pero no había discusiones con Aikawa Jun. Hablando por experiencia personal, ella estaba completamente fuera de mi liga.

“Pero yo divago. En cualquier caso, Aoii Mikoko no se suicidó por culpa. Lo hizo porque la acusaste. O más bien, le preguntaste. Después de eso, no tenía otra opción que la muerte.”

¿Puedes perdonar tu propia existencia?

Regresare mañana. Alrededor de las doce.

Entonces tendrás tu respuesta.

“¿Quieres decir sólo porque dije eso? Si eso solo fuera suficiente para activar su conciencia, ella no habría cometido el crimen en primer lugar.” dije. “Y suicidarse por una cosa así…”

“Pero ¿no lo ves? Aoii asesinó a Emoto por ti.”

Estaba sin palabras.

“Ehh, supongo que decir que fue por ti va un poco demasiado lejos. Aoii tomó la decisión de hacerlo por su cuenta, y no eres responsable de nada. Básicamente se trataba de una cuestión de celos, si se quiere decir simple.”

No respondí.

Aikawa-san continuó. “Emoto Tomoe nunca se abrió a nadie, nunca se acercó más de lo que ella tenía que hacerlo. Y sin embargo ella habló con toda franqueza contigo la primera noche que la conociste.”

Una herida fatal. Bienes dañados.

Eran similares, pero diferentes.

¿Y si Mikoko-chan hubiera estado medio despierta durante esa conversación? ¿Y si hubiera estado consciente en ese momento, tal como lo había sido durante mi conversación con Miiko-san?

“Si consideras los hechos, es obvio por qué robaste esa correa también. ¿Por qué Aoii necesitaría una cosa así? Era un regalo de Usami Akiharu. Pero, ¿recuerdas lo que dijiste al respecto? Te queda bien, o algo así. Tú, que casi nunca elogias a nadie, fuiste y dijiste eso. Así que Aoii lo robó. Ella no lo necesitaba, per se, simplemente quería tomarlo, y así lo arrebató de la escena del crimen. Supongo que esto también fue un acto de celos. El punto es que, Aoii Mikoko no podía soportar la idea de que tú y Emoto Tomoe se estaban acercando.”

“¿Así que por eso la mató? ¿Ese era su motivo? Eso es idiota. ¿Te imaginas ser asesinado por una razón así? Eso es espantoso.”

“Tienes razón, es espantoso. Y por eso no podías perdonarla, ¿no? Trágicamente privo a un ser humano de su vida por algo tan estúpido. Y así fue que la hiciste asumir la responsabilidad.”

“¿De verdad crees que haría algo así?”

“No, no lo hago. No si esto hubiera sido un acto aleatorio, espontáneo. Si sólo se trataba de alguien que se había ido demasiado lejos, estoy segura de que la habrías perdonado y mirado hacia otro lado. Pero eso no es lo que era. Este fue un crimen premeditado. No era el poder del alcohol o algo así. Incluso tenía un arma asesina preparada desde el principio.” Ella dejó escapar una risita. “Sé que no crees que haya usado una cinta para hacerlo. Aparentemente le dijiste a Zerozaki que el arma del asesinato era la cinta del regalo de Usami, pero obviamente no fue el caso.”

“No sé acerca de eso. Parece que hubiera hecho una buena…”

“Pero la correa fue la única cosa tomada de la escena del crimen, ¿verdad? Estaba escrito en esos documentos policiales. Eso significa que la cinta todavía estaba allí. Lo que significa que el arma del crimen tenía que ser otra cosa, con la pretensión de que el paño usado en el suicidio de Aoii coincidía con el paño usado para matar a Emoto. ¿Así que qué significa eso? Significa que Aoii Mikoko ya había preparado un arma homicida antes de llegar al apartamento de Emoto.”

“¿Qué quieres decir?”

“Quiero decir que hizo una predicción. Podía detectar las similitudes entre tú y Emoto desde el principio. Ella percibió algo sobre tu aura, si quieres. Y si su predicción resultara estar en la marca, iba a matar a Emoto. Lo había planeado así desde el principio. Esto no era sólo un truco que cualquier viejo lechón de un estudiante universitario podría haber pensado en lo alto de su cabeza.”

“Eso es bastante risible.” le dije sin siquiera quebrar una sonrisa. “Siguió hablando de cómo eran tan buenas amigas, y luego mató por algo tan trivial como eso. Y lo que es peor, sé que no estaba mintiendo acerca de que fueran amigas. Eso no era mentira, Jun-san. Realmente le importaba Tomoe-chan.”

Pero no al punto de que ella no pudiese matarla.

Si se metía en el camino, Mikoko-chan la mataría sin piedad.

Matar.

Morir por mí.

Verdaderamente esta chica tenía nervios de acero.

“Así que deliberaste por un tiempo, pero finalmente decidiste denunciarla.”

“¿Denunciarla? Sólo para estar claro aquí, Jun-san… No sugerí que se suicidara. De hecho, esperé hasta que ella estuviera en un estado de relajación antes de incluso acercarme a ella, específicamente para que ella no se fuese por la borda y se suicidase o algo así. Por lo menos, dejé tres opciones para ella. Podía suicidarse, entregarse o fingir que no sabía de lo que estaba hablando y que nunca más se cruzara conmigo. Como opción extra, ella también podría haberme matado.”

“¿No esperabas que buscase la opción extra?”

Sí claro. Me encogí de hombros.

“Yo esperaba que ella decidiera entregarse… Pero no lo hizo. Cuando entré en su habitación, estaba muerta. Así que…”

“Así que actuaste como si no supieras que era suicidio. No había nada de eso escrito en la nota de suicidio, ¿verdad? Y tú eres el que dejó esa marca x sobre y, ¿no?”

Eso era cierto. Mikoko-chan no había hecho tal petición. Tragar todo fue mi idea. El hecho de que no se hubiera dado la vuelta significaba que no quería que la gente supiera lo que había hecho. Y así me decidí, más o menos por un capricho, a ayudar.

Y para ser honesto, también me sentí un poco responsable.

“Responsable, eh… Personalmente, pienso en eso como una palabra que la gente usa cuando algo viene como una sorpresa completa para ellos.”

“Bueno, para estar seguro, no lo había visto venir. Fue una sorpresa, realmente lo fue. Estoy de acuerdo contigo y Zerozaki en que no es realmente factible que una persona capaz de asesinar se suicide por culpa. Por eso me sorprendió descubrir que se había suicidado. Ni siquiera estoy seguro de si realmente eran los objetos indigestos en mi estómago lo que me hizo sentir tan mareado, Jun-san.”

“Pero no fue necesariamente culpa lo que empujó a Aoii a suicidarse. Es posible que muriera porque la empujaste. Debido a lo que habías hecho, estabas disgustado con ella. Ella había hecho de ti un enemigo y, al hacerlo, perdió toda esperanza.”

“Si ese es el caso, eso sólo me pone aún más enojado. ¿Así que mata a una persona, y eso solo la angustia hasta el punto de morir? Ni siquiera estaba capacitada para ser una asesina.”

“Ah, así que eso es lo que querías decir acerca de sentirte responsable. No por Aoii, sino por Emoto… Ya veo. Huh… Un concepto interesante. Pero dime, ¿el afecto de una persona no significa nada para ti? Puede que la hayas tomado en una dirección torcida, pero Aoii realmente te ha gustado.”

“Diciendo Me gustas, así que es mejor que te guste es sólo una táctica de intimidación. Desafortunadamente, no soy un reciprocador ciego. Las personas que matan para servir a sus propias pasiones me enferman.”

“¿Dirías lo mismo acerca de Atemiya?” preguntó cortésmente. “Lo que más me impresiona es que pudiste predecir todo esto, incluyendo su conclusión, desde el principio. Por eso has implantado esa idea falsa en la cabeza de Atemiya acerca del mensaje póstumo. Le explicaste a Zerozaki que Atemiya entendió mal el significado de esas marcas, pero en realidad, fuiste tú quien la hizo hacer eso. De esa manera, sería inmediatamente evidente que Atemiya era la culpable si los asesinatos continuaran incluso después de la muerte de Aoii. Incluso cuando te metías en el apartamento de Emoto, no buscabas pistas; Buscabas algo que nadie conociera.”

“Era una especie de seguro, supongo. No fue que todo lo calculase al completo ni nada. No lo hagas sonar como si tuviera todo en la palma de mi mano.”

Al final, ella era la que había hecho el asesinato, ella era la que había iniciado todo, y esa chica era la que se había suicidado. Yo no había hecho una sola cosa. Ni siquiera había manipulado a nadie. ¿Cómo podría alguien tan desorientado acerca de las emociones de la gente como yo incluso tratar de manipular a alguien?

Eso era una tontería.

“Así que Sasaki y Kazuhito… Ayer llevaron a Atemiya Muimi bajo custodia, pero… Dicen que estaba al borde del suicidio. Estaba a punto de saltar del techo de su edificio, y lograron rescatarla justo a tiempo. Aparentemente la habían perdido por completo, y ni siquiera podían entender las palabras que salían de su boca. No están seguros de que vuelva a la normalidad.”

“De verdad.”

“¿Le dijiste algo a ella?”

“No.” respondí sin vacilar. “¿No te lo dije? No me interesan las personas que matan para servir a sus propias pasiones.”

“Estoy bastante segura de que dijiste que te hacen enfermar.”

Probablemente me escuchaste mal.

Ella me fulminó con la mirada en silencio por un momento. “Hahh.” suspiró ella. “Bueno, de cualquier manera… Así que es por eso que condenaste a estas chicas a que cada una de ellas sólo matara a una persona, ¿pero qué ignoraran por completo los múltiples, indiscriminados y despiadados asesinatos de Zerozaki? Para dar o para tomar, ¿eh? Gee… Realmente eres cruel, ¿eh?”

“Bastante por cierto.”

Aikawa-san se tragó las últimas gotas de su refresco, se puso en pie con un gruñido y me miró. “Polvo al polvo… bueno lo que sea. Cuando todo está dicho y hecho, tus crímenes y tus castigos son tuyos y sólo tuyos. No estoy segura de cómo me ves, pero no estabas equivocado aquí. Si puedes ser criticado por cualquier cosa, es que eres quien eres. Tú eres el culpable de ser quien eres, y así, también, ese es tu castigo. Y no tengo ninguna intención de conseguir algo de todo eso. Yo estoy un poco curiosa. Así que aquí está mi última pregunta.” dijo ella, sonando mucho más alegre que hasta hace unos momentos. Pero sabía que era cuando ella se ponía así que ella realmente brillaba.

“Por supuesto. ¿Qué?” Dije, sólo un poco nervioso.

“¿Qué estaba escrito realmente en la nota de suicidio de Aoii?”

“…Sólo una línea” dije.

“Guau. ¿Qué era?”

“Lo olvide. Mala memoria.”

Y entonces recordé:

“Quería que me salvases.”

“Esa es una línea bastante áspera.” Dijo riendo. “Aun así, se quedará contigo. Su confesión habría hecho un último recuerdo agradable, pero eso es simplemente amargo. Nunca la olvidarás por el resto de tu vida ahora. Tal vez eso es lo que estaba pensando.”

“Realmente no. Lo habré olvidado en otros tres días.”

Esto sonaba como una amarga réplica en sí, pero lo decía en serio, y probablemente se haría realidad. Mis entrañas ya estaban completamente saturadas de malos recuerdos. Claro, puedo haber ganado otros dos o tres o cuatro cruces para transportar en mi espalda, pero estas serían enterradas lo suficientemente pronto. Eso era todo lo que sucedía al respecto.

“Figúrate.” Dijo Aikawa-san. Me miró un momento antes de que su rostro volviera a ser cínico. “Dime… No te importaba de ninguna manera, ¿verdad?” Dijo.

…¿Con respecto a qué?

Había tantas posibilidades, no tenía ni idea de a qué se refería.

Pero aún.

Cualquiera que fuera la pregunta que se pretendía, sólo había una respuesta posible.

“Nah.”

“Figúrate.” Dijo una vez más Aikawa-san. “Bueno, veré lo que puedo hacer con Sasaki, para ver si puedo conseguir que ella te quite los cargos.”

“¿Cargos? ¿Qué cargos?”

“Falsificaste información con respecto al caso de Emoto, alentaste el suicidio de Aoii, por no mencionar el ocultamiento de evidencia, además de retener información y tener esa pequeña cita con Atemiya. Normalmente te apresarían por todo eso, lo cual estoy segura de que hiciste a consciencia, pero me encargaré de ello por ti. Aunque supongo que incluso si no lo hiciera, probablemente Kunagisa lo haría… Será mejor que empieces a hacer algunos favores para algunas personas.”

“Sasaki-san también dijo algo así.”

“Yo lo apostaría, después de todo le enseñé esa línea.”

“No me digas.”

Últimamente había estado en mis oídos todas las deudas debidas a varias personas por los favores que me habían hecho. Y ni siquiera habían pasado cinco meses desde que regresé a Japón. ¿Incluso el resto de mi vida sería suficiente tiempo para pagar a todos?

Probablemente no tenía mucha opción en ese asunto.

“Bueno, hagamos esto de nuevo.” dijo.

“No tendremos otra oportunidad de vernos, ¿verdad?”

“Oh, creo que lo haremos. Tengo la sensación de que nos encontraremos de nuevo muy pronto.”

“No supongo que eso significa que vas a volver a aparecer mañana para pasar el rato, como la última vez…”

“Te lo dije, mañana iré a Hokkaido… Un trabajo real que suena pegajoso. No estoy segura de sí volveré viva esta vez. Estoy muy emocionada.”

“No morirás aunque te maten.”

“Tú tampoco.” dijo. “Bueno, por algún tiempo.” Con eso, ella salió de la habitación de invitados. Fue una despedida muy sencilla, como si de verdad fuésemos a encontrarnos de nuevo mañana.

Y probablemente nos encontraríamos de nuevo en algún momento.

Y seguramente ella volvería a exponer con fuerza mis pensamientos, mostrando una sonrisa cínica durante todo el tiempo. Y sin duda, pondría otro fin a otra historia que ya había terminado.

Ella resolvería lo que ya había sido completado.

Completando lo que ya estaba resuelto.

Porque ese era el papel de esta contratista privada de rojo.

Ahora que, era un grado real A.

“Aikawa-san, simplemente no sabes cuándo parar.”

En un momento poco característico, se me ocurrió que matar no sonaba tan mal, si era ella la que estaba matando.

“Ahora, entonces…”

Miré hacia el techo. El techo que parecía jactarse dos veces mi altura si saltase con mis brazos estirados. Espacialmente hablando, esta habitación estaba entre cinco y diez veces el tamaño de mi departamento.

Aparte de eso.

“Creo que puedes salir ahora, Kunagisa.”

“Gah.” filtró una voz de alguna parte, pero no hizo ningún esfuerzo para mostrarse a sí misma. Parecía que tenía la intención de seguir jugando a la tonta. ¿Cómo podría alguien tan inteligente ser tan estúpido? Por otra parte, todavía era mucho mejor que ser idiota que un cabeza hueca como yo.

“Si no dices nada ahora, perderás la oportunidad. ¿Está bien?”

“Hey. Es difícil hablar de estas cosas.”

Mientras hablaba, un solo plato se abrió en el techo y su rostro se asomó. Ella se rio culpablemente. “Teehehehe. ¿Lo supiste todo el tiempo?”

“Yup-yup. Creo que Aikawa-san también se dio cuenta.”

“Aww. ¿Para qué sirve este estúpido pasadizo secreto?”

En una exhibición de lógica desconcertante, ella procedió a saltar hacia abajo como si se metiera en una piscina. Podría reiterar en este punto que el techo era el doble de mi altura al saltar y estirarme. Al mismo tiempo, no podía simplemente esquivar fuera del camino, así que tomé el impacto directamente en el intestino.

“Ii-chan, ¿estás bien?”

“No tanto…” Con los dedos rotos, no podía ni siquiera protegerme. Me habían reducido a un cojín humano. “Tomo… Por favor, bájate creo que rompiste algunas costillas.”

“Creo que voy a renunciar a esa sugerencia.” Ella se apretó contra mí, empujándome todo el camino. Era una posición que recordaba bastante a la que Aikawa-san me había hecho varios días antes, pero esto era mucho más agradable. Un abrazo sincero, si quieres decirle de algún modo.

Exprimir.

“Hee-hee. ¡Te extrañe! ¡Me gustas!”

“Bueno, yo aprecio él te extraño…”

Era pura inocencia.

Había oído todo lo que acababa de discutir con Aikawa-san, y aun así me abrazaba de esta forma.

Había hostigado cruelmente a dos personas, y sin embargo pasaba por alto a un asesino en masa. Y Kunagisa no tenía un solo sentimiento negativo hacia mí por ello.

….

Aikawa-san se había equivocado en una sola cosa.

Pero no fue culpa suya. Probablemente no me había entendido completamente. De ninguna manera me considero una persona profunda, pero reconozco que mis pecados corren tan profundamente que no hay manera de ver todo el camino hasta el fondo. Las profundidades de mí eran invisibles, sin importar el tipo de contrato que hicieras.

La razón por la que no quería tener esa discusión delante de Kunagisa no era porque tenía miedo de que ella me juzgara. Era porque yo sabía que ella nunca me juzgaría que nunca quise exponer mi fealdad o mi ego a ella.

El suyo era un amor omnipresente.

Cariño inagotable y sin diluir.

Si matara a una persona directamente, probablemente me perdonaría incluso entonces.

Ella me amaría de todos modos.

Para mí, ese amor era un poco demasiado pesado.

Podía sentir que me aplastaba.

Esa devoción explícitamente abierta.

No era que no pudiera sentir afecto hacia los demás. Era que no podía recibir afecto de los demás.

No importa cuánta adoración Mikoko-chan me mostró, todo lo que podía devolver era desdén por un asesino. Por mucho que sus sentimientos por mí hubieran inspirado sus acciones, todo lo que pude ver fue otro homicida.

Y por lo tanto yo era mercancía dañada.

Y así fui un fracaso humano.

“Tonterías.”

“¿Hmm?” Kunagisa levantó su cuerpo un poco para darme una mirada de perplejidad. “¿Dices algo, Ii-chan?”

“No, no estoy diciendo nada.”

“Hmm. Ah, eso es correcto. Ii-chan, ¿quieres ir de vacaciones conmigo?”

“¿Vacaciones? Eso es bastante raro. Pensé que se suponía que debías encerrarte.”

“Bueno, en realidad tampoco quiero ir, pero estoy ayudando a alguien, así que tengo que hacerlo.”

“Ah. Bien, vale, vamos. No te he visto mucho últimamente, de todos modos.”

“Está bien.” dijo con una sonrisa alegre. Era la única expresión que conocía. Pero aún era más de lo que era capaz.

No ser capaz de responder a una sonrisa con una sonrisa… Realmente puede dar a un tipo un complejo de inferioridad, eh, ¿Tomoe-chan? Pensé con una buena dosis de auto desprecio.

“¿Cuándo nos vamos?”

“Bueno, hay mucho que cuidar primero. Ahh, el lugar del profesor Kyôichirô está muy lejos. Pero tenemos que rescatar a Satchan. Sería mejor ir después de que tus heridas estén curadas, así que estoy pensando probablemente que a principios de julio.”

“De acuerdo, lo comprendo.”

“Marca tu calendario. Ehehehe.” ella rio entre dientes.

Me acordé de algo. “Oye, Kunagisa. ¿Sabes qué significa x sobre y?”

“¿Huh?” Ella dobló su cuello para mirarme de nuevo. “¿Qué es eso? ¿Una fórmula?”

“Un mensaje póstumo… Bueno, no realmente, pero se podría pensar en ello como uno.”

“Hmm.” Ella pensó por un segundo. “Ah, ¿está en cursiva, por casualidad?”

“Sí.”

“Entonces es sencillo. Simplemente míralo en el espejo, luego gíralo.” dijo como si realmente fuera tan simple para ella.

“Correcto.” Dije.

¿Qué estaba pasando por la mente de Mikoko-chan cuando dejó esa marca? Lo había dejado cerca del cuerpo de Tomo-chan, como si fuera un mensaje póstumo. Todo lo que podías hacer era especular, pero de hecho se suponía que lo hicieras.

Mikoko-chan probablemente no quería matar a Tomo-chan.

Y por supuesto, Muimi-chan no quería matar Akiharu-kun.

“Pero yo…”

Tal vez quería matar tanto a Mikoko-chan como a Muimi-chan, en realidad. Después de todo, el yo al otro lado del espejo era un asesino.

De cualquier manera, aceptaba completamente los símbolos desconcertantes que había dejado atrás. ¿Por qué no? Nada que valga la pena guardar un rencor, nunca lo hizo a este lado del espejo. Y el espejo ya se había desmoronado.

Todo un mundo se había desmoronado.

Eché un vistazo a Kunagisa.

¿Cuándo sería mi turno de desmoronarme?

Esa despreciable adivina había profetizado que serían dos años más. Pero ella era una mentirosa aún mayor que yo, y no podía aceptar esas palabras como la verdad. Dudaba que mi mente durara tanto tiempo.

Mente aparte, ¿qué pasa con mi corazón?

En cualquier caso, mi tiempo estaba seguro de venir.

Un tiempo que podrías llamar mi juicio final.

“¿Uni? ¿Qué pasa, Ii-chan?”

Ella parpadeó hacia mí con esas pupilas grandes y puras.

Ese cabello azul.

Exactamente igual que hace cinco años.

Y ahora eran cinco años más tarde.

Tarde o temprano vendría el tiempo.

Cuando me hunda bajo mi propio peso.

Y surgiría el impulso de destruirla.

Incluso entonces, ella estaría segura de perdonarme.

Incluso si ella fue asesinada o destruida, ella me perdonaría.

Tal como lo había hecho hace cinco años, con esa inocente sonrisa radiante, como si nada hubiera pasado.

Hay una diferencia entre ser perdonado y ser salvado.

Una sin sentido.

Antes de que ocurrieran estas cosas.

No para servir a tus pasiones. Sino simplemente servir a ti mismo, hacer algo que debe hacerse.

Por favor.

Con rapidez.

“Tomo.”

“¿Sí?”

“Te amo.”

Solo lo dije.

Eran palabras huecas y enteramente vacías.

Palabras cualquiera, que cualquiera podría decir.

Sólo vocabulario sin sustancia.

“Y yo también te amo.”

Kunagisa se echó a reír.

Y eso era todo lo que había.

En última instancia, eso era todo.

“Ese es el Ikkun que amo.”

Y así: “Quería que me salvases.”

Sólo tuve una respuesta a eso.

Una sola frase que quería enviar a Mikoko-chan.

Probablemente, eran las mismas palabras que Tomo-chan tenía para mí.

Y de hecho, eran adecuadas.

“No seas tan mimada.”

<Amor Fácil, Fácil No> Es un MAL FINAL