Zaregoto  (NL)

Volumen 2: El Estrangulador Romantico

Capitulo 7: Desciende Y Muere (Cinismo)

Parte 2

Miércoles, 25 de mayo.

….

Huh. ¿Cómo había pasado el día?

Parecía recordar que me despertaba alrededor del mediodía. Luego salí a visitar a Kunagisa, me encontré con Akiharu-kun en el camino, heredé la Vespa de Mikoko-chan, regresé a mi apartamento para preguntarle a Miiko-san sobre el espacio de estacionamiento, me sentí frustrado por la molestia del espacio de estacionamiento y me fui a la cama haciendo una rabieta.

“¿En una rabieta? ¿Qué pasa conmigo?”

¿Qué era yo, un niño?

De todos modos, eso fue alrededor de las dos de la tarde. No tenía recuerdos de lo que había ocurrido entre entonces y ahora, lo que significa que había dormido durante casi diez horas. Eso fue suficiente para que incluso la Bella Durmiente se asomara de asco. Había estado despierto durante menos de tres de las veinticuatro horas del veinticinco de mayo.

“He estado durmiendo como loco últimamente…”

De todos modos, entonces había llegado la llamada telefónica. Una llamada de teléfono extraña, ilegible, sin contexto, sólo palabras. No sabía su significado. O más bien, su significado era lo único que yo sabía.

“Bueno lo que sea.”

Tenía dos opciones. Uno, yo podría obedecer la petición de la persona que llamaba y dirigirme hacia el Parque Kamogawa; O dos, podría ignorarlo. Ahora, obviamente, el sentido común dictaría que esta última era la elección correcta. Pero yo no sabía nada acerca del sentido común. Y además, no podía simplemente sentarme ociosamente cuando la persona que llamaba lanzaba un nombre así. No tardé mucho en llegar a una decisión.

Me lavé la cara y cambié de ropa.

“Esta es la primera verdadera tontería que he hecho en un tiempo.” me dije.

Dejé una nota detrás y salí del edificio. Monté en mi Vespa, que estaba provisionalmente estacionada ilegalmente en un callejón cercano hasta que pudiese asegurar un espacio de estacionamiento. Podría haber caminado, pero el parque Kamogawa estaba un poco lejos. La persona que llamó no había designado ningún tiempo de reunión específico, pero pensé que cuanto antes mejor.

Giré hacia el este por la calle Imadegawa y seguí recto.

Aun así, me preguntaba, volviendo a mi pensamiento original, ¿de qué se trataba ese sueño?

No creía en fantasmas ni apariciones, ni en la vida futura ni en ese tipo de cosas, ni tampoco estaba seguro de que no existieran. La gente tiene experiencias inexplicables, después de todo, y yo no estaba tan enojado como para afirmar que no creía en algo de lo que realmente no sabía nada. Dicho esto, este no era un pedazo de literatura clásica, así que no era como si alguien más había entrado en mi sueño. Había sido un producto de mi conciencia, mía y de nadie más.

“¿Era un apego persistente? ¿Un deseo?”

De cualquier manera, era sólo una ilusión. Nada para perder el sueño, por así decirlo. Lo importante era que fue Tomo-chan quien había aparecido en mi sueño, no Mikoko-chan. Seguramente eso era un crimen.

“Enfrenta tus crímenes. Ese es tu castigo.” Así Suzunashi-san me había dicho un día en febrero. Ella no era psíquica, pero podía ver a través de mí. Era la clase de mujer que comandaba el respeto, pero nunca te hacía sentir inferior. Tal vez eso era algo raro.

Pasé las calles Horikawa, Torimaru y Kawara-machi, llegando finalmente a Kamogawa. Incluso si era la mitad de la noche, no podía simplemente montar una moto por el parque, así que la aparqué por un puente y me dirigí a la orilla del río, también conocido como parque Kamogawa.

“Ah, ¿y ahora qué?”

El nombre de parque Kamogawa, en realidad, representaba una ridículamente enorme área de tierra. No era espacioso, exactamente, apenas era largo. Y el lado opuesto del río era considerado parte de él. No había un idiota en Kioto que pudiera concertar una reunión aquí sin designar un nombre específico de la calle.

“Bueno lo que sea.”

Probablemente no tenía que tomarme una llamada telefónica al azar tan en serio. Empecé a caminar por el río en la dirección de la corriente. Mirando mi reloj, vi que ya pasaba de medianoche. Era el jueves veintiséis. Se me ocurrió que no le quedaba mucho al mes de mayo. Estar aquí me recordó que a lo largo de este mismo río Zerozaki casi me había matado, justo debajo del gran puente Shijô. En ese momento, ni Tomo-chan ni Mikoko-chan habían muerto todavía.

Eso se sentía como hace años. Y no creía que fuera sólo mi imaginación.

Mire hacia atrás. Era difícil decirlo porque era tan oscuro, pero no parecía haber nadie más alrededor. Aunque había sentido algo.

Una mirada.

“Hmm…”

Lo había sentido esta tarde cuando estaba con Akiharu-kun también. Él había sugerido que podría haber sido el fantasma de Mikoko-chan, pero ¿era esa una posibilidad más realista? La explicación más probable parecía ser que la policía había enviado a alguien detrás de mí. Después de todo, yo estaba involucrado en las muertes de Tomo-chan y Mikoko-chan.

“Pero ¿vamos a esta hora?”

Además, no había razón para que tuvieran que escabullirse. Así que era otra posibilidad. Un ser de orígenes desconocidos me había llamado por teléfono, y cuando llegué al lugar designado, sentí la mirada de alguien. En realidad sólo había una explicación posible.

…

Yo aumenté mi estado de alerta un poco y seguí caminando. La mirada extraña parecía desaparecer. Fue alrededor de la calle Maruta-machi y empecé a sentirme como un estúpido. ¿Qué diablos estaba haciendo aquí?

Supongo que podría irme.

Subí el terraplén hacia el camino. Crucé el puente al otro lado del río y bajé al parque de abajo. Pensé que sería un cambio agradable de paisaje si recorría varios lugares del parque. Mirando hacia el río, vi algunos patos nadando alrededor. ¿Fue por eso que se llamó Kamogawa por los patos en el río? Parecía peculiar que alguien lo hubiera llamado así por una razón tan suave.

Pensé en volver a casa corriendo a la cama, pero luego me di cuenta de que acababa de dormir. Ya que había salido todo el camino, podría no haber sido una mala idea tomar la Vespa para dar una vuelta alrededor de Kioto. Si me mantenía paralelo al río, podría conducir a Maizuru. Sería bueno para acostumbrarse a mi vehículo recién adquirido, por no hablar de matar el tiempo.

Incluso mientras reflexionaba sobre esto, seguía caminando hacia delante. Cuando me estaba acercando a la calle Imadegawa, vi una figura sombría acurrucada en el suelo frente a mí. Junto a ella había una bicicleta caída. Era difícil de distinguir por la oscuridad, pero parecía que la figura era en realidad una persona que se había derrumbado. Estaba inmóvil con su espalda hacia mí. Me preguntaba si era una persona sin hogar que estaba dormida, pero si ése era el caso allí probablemente no habría una bici cerca. Tal vez alguien había ido a beber en Kiyamachi y se cayó de su bicicleta mientras pasaba por el parque. Aunque tenía poca simpatía, no podía dejar a una persona así. El largo cabello negro de la figura me llevó a creer que era una mujer.

“¿Estás bien?” Grité, pero no recibí ninguna respuesta. Casi parecía como si la persona estuviera muerta. Francamente, era una posibilidad definitiva. Simplemente cayendo de una bicicleta era suficiente para matar a una persona si tenían un mal aterrizaje. Tanto más si la persona estuviera borracha. Consideré la idea de pasar, pero no me parecía correcto, así que corrí y golpeé la figura en el hombro.

“¿Estás bien?” Comprobé una vez más. La figura no se movió ni un centímetro.

“¿Estás bien?” Le pregunté por tercera vez, y decidí que por lo menos debía girar la figura sobre su espalda. En el instante en que puse un tirón en los hombros, la figura, que había estado completamente quieta hasta ahora, se volcó con increíble agilidad y roció una especie de niebla en mi cara.

Traté de retroceder, pero mi tiempo había desaparecido. Un dolor sordo recorrió mi mejilla izquierda. Cuando me di cuenta de que había sido golpeado, me estrelle en la orilla del río sobre mi espalda, incluso sin llegar a rodar.

Mi atacante se levantó.

Esto no está bien. O sino porque me habían golpeado o porque me echaron esa niebla. ¿Qué diablos era esa cosa? Mis ojos no dolían lo suficiente para que fuera pimienta. Obligué a mi cuerpo en cuclillas a arrodillarse e intenté levantarme con la mano izquierda, pero el atacante se acercaba rápidamente. Abandoné esa idea y comencé a rodar en el lugar, girándome alrededor más veces de lo que era necesario. Cuando me había distanciado a unos nueve metros del atacante, logré levantarme sobre una rodilla.

La sombría figura se detuvo ante mí. Pude ver que era una persona de considerable altura, pero no podía distinguir el marco del cuerpo. Mi visión seguía sin volver. Pero eso no era lo único que no era estable. Mis pies, mis rodillas y mi cabeza estaban mal. Pensé que podría colapsar en cualquier momento. No fue una sensación desagradable. Era más como si estuviera cayendo en algo. Sí. Para decirlo simplemente, me sentí. . . soñoliento.

La rodilla sobre la que me estaba apoyando se derrumbó.

¿Spray anestésico? Y esta no era una mezcla ordinaria anti-pervertidos; Esto era de gran potencia. No sólo mis ojos, sino todas mis facultades físicas habían sido deshabilitadas. Tal vez este tipo de cosas es común en los Estados Unidos, pero yo nunca había puesto los ojos en él (literalmente) en Japón.

Mi agresor se acercó a mí, un paso a la vez. Incluso con mi visión borrosa, podía distinguir el cuchillo en la mano derecha de esa persona. Un cuchillo. Zerozaki Hitoshiki. El merodeador de Kioto. Mi mente estaba un desastre.

“¿Por qué?”

“¿Quién? ¿Por qué?” Por supuesto, ninguna de estas cosas importaba en relación con el problema actual.

Incluso con mi mente toda empañada, sabía exactamente lo malo que sería si me quedaba dormido en un momento como este. Significaría la muerte o algo lo suficientemente cerca.

Maldición. No era momento de vacilar, pero no podía esforzarme en hacer nada que pudiera causarme daño. No pude dejar de dudar. Naturalmente, mi atacante se acercó a paso lento. De todos modos yo estaría dormido en cualquier momento. Pero sabía que esa sería mi única oportunidad.

¿Derecha o izquierda?

Deliberé sólo un momento antes de decidirme a la derecha. “Jesucristo, hombre. ¿Quién soy yo, Nenbutsu no Tetsu?” Agarré el pulgar en mi mano derecha con mi mano izquierda. Dudé un segundo más, luego le di un tirón tan fuerte como pude en la dirección equivocada.

“¡Gyyyyaaaaahhhhh!” Dejé escapar un grito tan penetrante que incluso mis oídos me dolieron, y repercutió en todo el parque Kamogawa.

Ahora estaba roto o dislocado. De cualquier manera, mi sueño se había aclarado. De repente recuperaba mi visión, y mi funcionalidad física y mi estado de alerta volvían a la normalidad. El dolor recorrió mi cuerpo entero mientras me paraba para enfrentarme a mi enemigo.

Mi atacante estaba vestido de negro, con máscara de esquí negra y guantes de cuero negro. No había cabello visible. El largo pelo negro que había visto antes era una peluca. Mi visión se había restablecido, pero todavía era difícil distinguir la figura de mi asaltante contra el fondo oscuro. Esto debe haber sido por lo que pensé que era una sombra al principio. Se me ocurrió que el atacante definitivamente había aparecido vestido y preparado para una emboscada. Esta persona parecía mucho más un asesino que Zerozaki y mucho más como un merodeador.

“Maldita sea… ¿quién eres tú?”

Naturalmente, no hubo respuesta. Todo lo que podía oír era la respiración espeluznante del atacante. Quien quiera que fuese me apuntó con el cuchillo y lentamente se acercó. No tenía un solo artículo que pudiera haber sido usado como un arma, y yo había dejado mi teléfono celular en mi habitación. Ni siquiera podía pedir ayuda.

“Bueno, tienes que hacer lo que tienes que hacer…”

Me coloque en una postura de pelea, y empecé a acercarme. Evidentemente sorprendido por esta acción, el de negro llegó un segundo más tarde con el cuchillo. Traté de darle un golpe de palma a la mandíbula, que por supuesto se perdió cuando el enemigo saltó hacia atrás y una vez más me blandió el cuchillo.

El de negro era el siguiente para hacer un movimiento. Se lanzó hacia mí con el cuchillo. Pero era el movimiento de un novato. Esta persona no era nada comparada con Zerozaki, y esquivar era una tarea simple. Sin embargo, cuando empujé mi cuerpo hacia atrás, mi pulgar chocó contra el lado de mi torso. Un intenso choque de dolor me atravesó.

¡¡¡¡¡¡…….!!!!!!

Me arrepentí de romperlo. Probablemente podría haberme clavado un clavo o algo así. O, si tuviera que romperme algo, debería haber ido con el meñique. ¿Por qué elegiría el pulgar? ¿Qué era yo, un idiota? Existe algo llamado límites.

Naturalmente, el de negro no dejó escapar la oportunidad, y me dio un duro empujón. Ya fuera de balance, me derrumbé sobre mi espalda. Sin perder un segundo, el enemigo se me subió. Me tomé un momento para recordar con calma inapropiada acerca de cómo esto mismo había sucedido el mes pasado. Ahora, ¿cómo había lidiado con la situación la última vez?

Sin darme un momento para pensar, el cuchillo bajó. Estaba dirigido directamente a mi cara… no, a mi arteria carótida. Utilicé cada onza de fuerza dejada en mí para esquivar moviendo mi cabeza hacia la derecha, evitando sobre todo la hoja. Se las arregló para cortar a través de una sola capa de piel. Estaba sangrando. El de negro sacó el cuchillo de la tierra de la orilla del río en que se había alojado, y lo preparó para otro movimiento. Así que pensé que esta vez no habría escapatoria, la mano de mi atacante se detuvo. Mirándome como si hiciera alguna observación, mi asaltante arrojó el cuchillo.

Sin tiempo para contemplar el significado detrás de esta acción, el atacante me metió un puñetazo en la cara. La misma mejilla izquierda de antes. El momento siguiente, la mejilla opuesta tomó un golpe similar. A continuación, la mejilla izquierda tomó un tercer golpe. Luego la derecha otra vez. El atacante continuó con esta interminable rabia de golpes a mi cara, no sin dejar espacios entre ellos.

Hace tiempo que dejé de pensar en el dolor. Podía sentir mi cerebro chirriando.

….

De repente, los golpes cesaron.

Pero no me tomó mucho tiempo darme cuenta que esto no era un acto de misericordia. El de negro sujetó ambas manos alrededor de mi hombro izquierdo. Era fácil adivinar cuál era el plan de aquí. Intenté resistirme, pero mi cuerpo no se movía de la manera que yo lo mandaba. Ese aerosol paralizante se había comido mi corazón. Junto con el dolor, estaba seguro de que pasaría a cualquier minuto.

Excepto.

Excepto que en ese momento exacto, un dolor mortal y excruciante atravesó mi hombro izquierdo con un terrible sonido de agrietamiento, que me devolvió a un estado completamente consciente. El de negro había dislocado mi hombro sin la menor vacilación. Además de eso, el atacante comenzó a golpearlo.

“¡¡¡Nggaaaaaahhhh!!!” Fue un grito desde el infierno. Nunca había sabido que mis propias cuerdas vocales tenían una fuerza tan destructiva.

¿Quién diablos era esa persona? ¿Por qué estaba haciendo todo esto? No quería matarme. No era un acto de asesinato; Fue un simple acto de destrucción. Para este atacante, yo no era más que un objeto a ser desmantelado. Algo a ser separado como un rompecabezas.

A continuación, mi agresor fue para el hombro derecho.

“Ghrr…” Había recuperado completamente mi conciencia. Levanté la mitad de mi cuerpo hacia arriba, sacudí el agarre del atacante y puse mi puño en el corazón del atacante. El impacto fue extrañamente insatisfactorio, como si hubiera perforado una revista. Esa camisa negra debe haber estado ocultando algún tipo de equipo protector.

Después de golpear mi pulgar ya roto, no podía soportar el uso de mi brazo derecho más. El de negro lo apartó como si no fuera nada y agarró firmemente mi hombro derecho de nuevo.

No estaba lo suficientemente lúcido como para sacudirlo por segunda vez. Oí un sonido apagado y agrietado como si fuera a una gran distancia. Pero el dolor estaba ahí conmigo. Un dolor torturante subió de mis hombros a mi cerebro, incluso logrando penetrar el entumecimiento.

Entonces, al igual que antes, el atacante comenzó a golpear la articulación recién dislocada. Y, desde allí, fui directamente a mi corazón, como si quisiera vengarse. El sonido del hueso agrietado. El impacto se extendió a mis desconectados hombros, y un dolor sordo siguió un instante detrás.

“Uhuhh… Ahhh…”

Me quedé boquiabierto por expulsar todo el aire de mis pulmones. El impacto del punzón había causado un daño significativo a mis pulmones. Si ese había sido el objetivo de mi atacante o no, no lo sabía, pero de cualquier manera ahora el atacante me agarró la cara por la mandíbula. Hey, ahora, hey, ahora, ¿hablas en serio? Esa es la cosa más dolorosa que puedes hacerle a una persona. Pero no hubo tiempo para hacer preguntas. Pensé que debía dejarme aplastar sobre el dedo del atacante, pero me dejé vacilar.

El de negro dio un fuerte tirón en mi mandíbula. Había sido sonido mucho más ligero que el de mis hombros, pero el dolor era incomparablemente intenso. Entonces, como se había convertido en la rutina, el atacante dio a mi mandíbula dislocada un rápido uppercut.

No salió ninguna voz. Ni siquiera podía molestarme en gritar.

Permítanme corregirme.

Esto era un acto de asesinato. Su naturaleza destructiva era irrelevante. Estaba claro ahora que esta persona iba a torturarme hasta la muerte. Me harían sufrir hasta que estuviera muerto.

Diseccionarme, pieza por pieza.

El de negro dudó un poco, muy probablemente reflexionando sobre cómo infligir la próxima dosis de agonía.

A partir de ahí, el de negro agarró la muñeca de mi brazo derecho flojo y la sostuvo, agarrando el pulgar en una mano.

Mi pulgar ya roto.

¡¡¡¡¡¡¡¡………!!!!!!!!

Jejeje.

Oí al el atacante reír entre dientes.

Estaba en estado de shock. No había nada tan temible y aterrador en este mundo para mí como una persona que podía vencer y torturar tanto a alguien y todavía tener una buena risa.

El de negro murmuró algo que no pude distinguir, luego soltó mi pulgar a favor de mi dedo índice. Podía decir que el plan era romperlo. Y no sólo mi dedo índice. A partir de ahí, el atacante se movería hacia el dedo medio, dedo anular, meñique y luego la mano izquierda. Entonces vendrían mis pies. Tal vez iban a romper todos los huesos de mi cuerpo. Entonces desgarrarían la carne. Y luego, una vez que me hubiese desmantelado completamente, tal vez tendría la amabilidad de matarme.

Yo ya había perdido la voluntad de luchar. De hecho, ni siquiera sabía por qué había intentado luchar en primer lugar. Debería haber dejado que el spray me pusiera a dormir desde el comienzo. Al menos entonces no habría tenido que pasar por toda esta tortura. ¿Por qué diablos rompí mi propio pulgar? Pero de nuevo, probablemente me habría despertado con este dolor. Yo de cualquier manera habría pasado por la tortura. Si ese fuera el caso, entonces el resultado habría sido exactamente el mismo. Solo que tomo una ruta diferente.

Esto fue como la última vez: una farsa con una armonía predestinada.

Sentí como si estuviera observándome desde lejos.

Me estaba viendo a mí mismo a punto de ser asesinado desde el lado opuesto del río.

¿Qué estaba pensando, al estar viéndome así?

Oh, vamos, realmente ahora.

Esto es realmente ridículo.

Trivial y sin sentido.

Qué sarta de tonterías.

“¿Qué estás haciendo ahí encima?”

Un aullido atronador.

Mis ojos vacíos se movieron hacia la dirección de la voz que venía de la ribera opuesta. Pero nadie estaba allí. Una pequeña figura enmarcada y sombría cargaba hacia aquí contra la corriente del río.

Ni siquiera tenía que preguntarme quién era. Conocía a esta persona tan bien como a mí mismo.

“¡Heeeeeeeyyyyy!”

Zerozaki.

Zerozaki Hitoshiki.

Zerozaki Hitoshiki gritó mientras saltaba del río y subía por la orilla. El de negro parecía momentáneamente sorprendido por este nuevo contendiente, pero después de evaluar la situación, soltó mi dedo y se apartó de mi cuerpo. Mi atacante debe haber sido consciente de que Zerozaki no era un oponente que pudiera asumir desde una posición sentada.

Con un poco de distancia entre Zerozaki y nosotros, Zerozaki lanzó un cuchillo que dibujo su trayecto a esta dirección. Esto no estaba dirigido a mi atacante, sino más bien era una advertencia utilizada para alejar al atacante de mí. Habiendo llegado a este lado del lecho del río, Zerozaki se metió entre el atacante y yo. El de negro se dirigió hacia el cuchillo que había sido arrojado antes, y lo uso defensivamente contra Zerozaki.

“Hahhh…” Zerozaki exhaló profundamente como si estuviera ajustando su respiración. “¿Por qué dejas que la gente te intimide así? ¡Levántate, hombre!” dijo burlón. Pensé en decir algo en respuesta, pero con mi mandíbula dislocada, era imposible.

“Bueno lo que sea. Supongo que eres tú a quien debería estar hablando ahora.” dijo Zerozaki, frente al de negro. “¿Y cuál es tu trato? Probablemente no quieras escuchar esto de mí, pero sabes que estás cometiendo un crimen, ¿verdad? Asalto, agresión e intento de asesinato. ¿Te das cuenta de eso? ¿Sabes lo que está permitido y lo que no?”

Hubo probablemente cualquier número de respuestas que el atacante podría haber dado en esta situación, pero ninguna se habló.

El de negro dio un paso cauteloso hacia atrás. Parecía que este asaltante desconocido veía a Zerozaki, en toda su casualidad, con su absoluta falta de cautela, como una verdadera amenaza.

“Hmm. Este saco de mercancías dañadas aquí tiene algunas heridas bastante desagradables a las que atender, y realmente no estoy buscando atraer más atención matando a alguien, así que si quieres huir, siéntete libre.” dijo Zerozaki después de un momento de reflexión. El de negro dio otro paso atrás, intentando cuidadosamente calibrar a Zerozaki. Parecía que todavía estaban tratando de tomar una decisión.

“¿Qué pasa? Te estoy diciendo que te dejaré ir, así que date prisa y vete a alguna parte. Rápido, ahora.”

El de negro no respondió.

Zerozaki soltó un suspiro deliberado. “Si todavía quieres hacer esto, estaría feliz de matarte. Estarás en pedazos antes de siquiera sentir algo. No soy un tipo tan agradable como para mostrar misericordia a alguien que sale de su camino para cortar a alguien. Pero, bueno, al menos tendrás la suerte de ser el número trece. Te voy a cortar y alineare las piezas para que todo el mundo admire tu idiotez.”

Y ese fue el comentario decisivo.

El de negro se dio la vuelta y se alejó en dirección a Imadegawa.

“Vamos, vamos.” dijo Zerozaki, riendo. Luego se volvió hacia mí. Ese rostro tatuado entró en mi campo de visión, sólo para quedar borroso un instante después. Parecía que los efectos anestesiantes del spray habían alcanzado un nuevo pico.

“¿Hm? Oye, no te vayas a dormir. Por lo menos dame tu dirección primero.”

Me agarró por los hombros y me sacudió. Por supuesto, mis hombros estaban dislocados, así que esto dolía como un infierno, pero en este punto, ni siquiera me importaba.

“Ugh…” Con las últimas gotas de mi conciencia, ya través de una mandíbula dislocada, le dije mi dirección.

***

Mi siguiente recuerdo comenzó el viernes veintisiete, alrededor de las nueve de la mañana.

“Hey. Sol de la mañana.”

Zerozaki estaba justo al lado de mi almohada. Miré su rostro aturdido, sin tener idea de lo que estaba pasando. El propio Zerozaki, por su parte, parecía relajado y genuinamente contento de verme despierto.

“Hombre, este lugar es increíble. Era imposible encontrar esta dirección. Y la gente de aquí está loca. Fui a pedir prestados algunos vendajes y cosas de esa chica de al lado, y ella ni siquiera se sorprendió por mi cara. Nunca he conocido a una chica así. Pero me alegro de que estés despierto. Debes haber estado muy privado de sueño, ¿eh? Supongo que has pasado por muchas cosas.”

“Uhhh…”

Planté mi mano derecha en un intento de apuntalarme. Un dolor intenso me recorrió. “¡Gah!” Retiré la mano de manera reflexiva y empecé a caer hacia abajo, pero de alguna forma logre atraparme con mi brazo izquierdo.

“Muy bien, hombre. Está roto, ¿sabes? tu dedo, quiero decir. Coloque tu mandíbula y los hombros en su lugar lo mejor que pude, pero no hay nada que pueda hacer con un hueso roto. Hice algunos primeros auxilios de emergencia, pero creo que probablemente querrás visitar el hospital más tarde.”

Mirando mi mano derecha, vi que mi pulgar se había estabilizado con una gran cantidad de vendajes, alambres y una férula. Aunque lejos de ser ortodoxo, parecía que lo había cuidado adecuadamente. También podía sentir algo extraño en mi rostro. Parecía que mi mandíbula también se había estabilizado, con yeso y gasa. Zerozaki debía de estar cuidando de mí mientras dormía.

“Gracias.” dije.

“Olvídalo.” dijo él, moviendo la mano con irritación. “Pero ese pulgar parece bastante malo. Va a hacerte la vida más dura ¿sabes?”, Bromeó. Supongo que el dolor de un hombre es diversión de otro hombre, ya sea un asesino o no.

“Descuida. Soy ambidiestro.”

“¿De verdad?”

“Originalmente yo era zurdo, pero lo corregí cuando era joven y me convertí en diestro. Pero un maestro que odiaba solía decir: palillos en la mano derecha, así que cambié a la izquierda por maldad. Eso fue en el tercer grado.”

“Estás bromeando.”

“Sí, lo siento.”

Luché para volver a la plena conciencia. Podría levantarme, pero mi cabeza estaba nadando.

“Oye, por cierto, ¿dónde está la Vespa?”

“¿Huh? ¿Decías?”

“Ah, nada.”

Probablemente todavía estaba abandonada por el puente en Imadegawa. Sólo tenía que ir a recuperarla en algún momento. Si no había sido remolcada. Más significativo fue el hecho de que Zerozaki me había llevado todo el camino de vuelta aquí a pie con su pequeño cuerpo. Su fuerza física era verdaderamente admirable.

Zerozaki, por su parte, no parecía pensar nada de eso, y estaba tan tranquilo como siempre.

“Pero ¿qué diablos fue eso? No puedo creer que tú y yo termináramos en un punto muerto, y sin embargo, todavía dejaste que un torpe como ese te saque de encima.” dijo. Su razonamiento fue un poco incompleto.

“Esa cosa contigo fue especial. Sí… Quiero decir.” Me levanté, teniendo cuidado de no hacer nada a mi pulgar. “Ayer… Espera, ¿fue ayer? Recibí una llamada diciendo que fuese al parque Kamogawa. En retrospectiva, era una trampa obvia, pero de todos modos, me enamoré de ella. Y heme aquí en mi situación actual.”

“Guau. ¿Qué eres, un idiota?”

En efecto. “Sí, sé que fue tonto” dije. “Pero déjame preguntarte algo. ¿Qué sigues haciendo en Kioto? ¿No te fuiste?”

“¿Huh? ¿Cómo lo supiste?”

“Los asesinatos se detuvieron.”

“Ah, cierto, eso. Sí, lo dejé por un tiempo. Me atacó una señora extraña de rojo. Ella era como un maniático loco de la velocidad, hombre. La golpeé con mi moto y ella siguió viniendo a mí como si no fuera nada. Es una moto, hombre. ¿Qué tipo de constitución física es esa? De todos modos, ella estaba muerta por capturarme, pero yo no era rival para ella, así que hui a Osaka. Por supuesto, ella vino detrás de mí. Así que volví a Kioto, porque sabes lo que dicen, el lugar más oscuro está justo debajo del candelabro. De cualquier manera, por lo que el día que volví, yo estaba paseando alrededor cuando oí un aullido como un perro azotado. Siendo el amante de los perros que soy, no podía simplemente sentarme y escuchar eso, así que corrí hacia la dirección de la voz sólo para encontrarme con que eras tú, recibiendo una paliza por esa cosa de negro.”

“Así que eso es lo que pasó. Lo tengo.”

Había sacudido la segunda mitad de la explicación con tanta rapidez, como si se hubiera cansado. Pero tengo el punto. Básicamente, lo que ocurrió es que yo termine siendo realmente afortunado.

O eso, o el de negro era el desafortunado.

“Pero, ¿quién diablos era esa dama  de rojo? Pensé que había tropezado con la Muerte Roja.”

“Es Aikawa-san.” dije. No era mi manera de expresar mi gratitud, era sólo que no me parecía justo darle información a Aikawa-san y luego no mostrarle la misma cortesía a Zerozaki. Por otra parte, no estaba seguro de si un tipo como yo debería usar una palabra como justo.

“¿Aikawa?” Dijo Zerozaki, su tatuaje giro en una mueca dudosa. “¿Acabas de decir Aikawa? ¿Quieres decir que fue Aikawa Jun?”

“Oh, ¿la conoces? Supongo que eso significa que no tengo que molestarme en explicarlo.”

“No, acabo de oír hablar de ella del «General», eso es todo. Maldición, ¿por qué, de todas las personas, tenía que ser Aikawa Jun?” Se quejó. “Ahora no hay esperanza.”

“¿Es famosa o algo así?”

“Es infame. ¿Tienes idea de cómo la llaman? El Sturm und Drang {en alemán: Tormenta y estrés}, El poderoso guerrero, La Tigresa roja risueña, El asesino de los hombres de montaña, El Águila del desierto… Me dijeron que por nada del mundo tuviera que ver algo con ella.”

“Has olvidado uno.”

“¿Huh?”

“La mejor contratista privada de la humanidad.” dije, a lo que Zerozaki no respondió. Su expresión era más seria de lo que lo había visto. Cuando se enfrentaba con un oponente como Aikawa Jun, incluso él no podía jugar casualmente.

“Mierda, hombre, esto no es bueno. Esto es demasiado de una obra maestra.” murmuró para sí. Él asintió con la cabeza. “Pues entonces…” Se puso de pie. “Me voy a ir.”

“¿Qué? ¿Ya?”

“Sí. Realmente no debería estar rezagado haciendo nada. Parece que tengo algunas cosas para pensar. No hay nada que hacer aquí de todos modos, y en realidad no estás en condiciones de hablar largamente. Además, ahora mismo soy un hombre buscado. No puedo permanecer en un lugar por mucho tiempo.”

“Ah bien.”

Todo esto era cierto. Cuando le di a Aikawa-san una descripción de Zerozaki, la palabra debió haberse extendido hasta la policía. Ahora no era su único enemigo. Para Zerozaki, pasar un día entero en esta habitación era como entrar en la zona roja.

“¿Y si te entregas?”

“No es una mala idea, pero voy a pasar eso.” dijo con una sonrisa. “Sólo asegúrate de hacerte cargo de tus problemas. Lo vi en el periódico y todo. Esa chica Aoii de la que hablaste fue asesinada, ¿eh?”

“Sí, bueno.”

“Parece que los dos tenemos algo que resolver.”

“Sí. Esta ha sido la mayor molestia a la que me he enfrentado.”

“Igual que yo. Pero bueno, así es la vida. Estos son los caminos que estamos siguiendo. De todos modos, eso es todo para mí.”

“Probablemente no nos volveremos a ver después de esto.” dije.

“Sin duda.” dijo, riendo. “Esta es la despedida.”

Con eso, salió de mi habitación. Dejándome solo, volví a mi futón y me acosté. O bien había hecho un buen trabajo al cuidarme, o mis heridas no habían sido tan malas para empezar, porque casi no sentía ningún dolor. Por supuesto que probablemente tendría que ir al hospital para comprobar el hueso roto.

En este momento, sin embargo, necesitaba dormir. ¿El anestésico seguía activo? No, eso no parecía plausible. Así que esto era sólo el cansancio viejo regular. ¿Por qué había estado durmiendo tanto últimamente?

“Ah, lo entiendo. Estaba durmiendo, pero no estaba dormido.”

Por fin, había llegado a mi límite. Cerré los ojos, decidí ir al hospital hasta después de dormir. Probablemente me estaba hiriendo mucho estos días. Seguí tratando de no pensar en Tomo-chan y Mikoko-chan, pero estaba pensando en ellas todo el tiempo. Ese sueño que tuve era una prueba segura de eso. Todavía no había calculado una conclusión para este caso de asesinato.

Por ahora, sólo necesitaba descansar. Decidí dejar de pensar en esa trampa telefónica y la persona de negro hasta después de dormir.

“Oye.”

Pero ahora mismo ni siquiera se me permitiría dormir. Escuché golpear, y una voz entró por la puerta. Me levanté y cojeé para contestar. Zerozaki había regresado.

“¿Qué? ¿Olvidaste algo?”

“Sí, más o menos. Iba a decirte una cosa más.” Volvió a entrar en la habitación y se sentó con las piernas cruzadas. Volví a mi futón y me senté también.

“Sí, ¿qué es? Has hecho una gran demostración antes de irte.”

“Bueno, me olvidé de esto. ¿Qué quieres que haga? Oye, revisa tu teléfono.”

“¿Huh? ¿Por qué?”

“Tú recibiste algunas llamadas mientras estabas durmiendo.”

“¿Huh?. ¿Alrededor de que hora?”

“Sólo esta mañana. Se mantuvo beep, beep, beep, beep. Tan molesto. ¿No fue eso lo que te despertó?”

Eché un vistazo al historial de llamadas del teléfono mientras escuchaba a Zerozaki. Las llamadas provenían de un número familiar. Sabía que lo había visto antes.

“Ahh, claro, fue Sasaki-san.” dije, dándome cuenta. Este número pertenecía a esa detective actualmente absorta en una guerra de desgaste, Sasa Sasaki-san. Entre las ocho y las nueve de la mañana, mi teléfono recibió siete llamadas de su número. “Me pregunto qué quiere ella.”

“No lo conteste, así que no me lo preguntes. No debería contestar tu teléfono, ¿no? Si tienes curiosidad, llámala.”

“Lo haré.”

Llame a su número.

“¿Quién es Sasaki? Siento que conozco ese nombre.”

“Creo que le mencioné ese momento en el karaoke. Ella es la detective caliente.”

“Ah, claro.” dijo con una expresión compleja. La palabra detective probablemente no se sentó muy bien con Zerozaki en estos días. Por supuesto, tampoco dejó una gran impresión en mí.

La señal parecía conectarse, y continuaba con el tono de marcado. Esperé unos segundos.

“Sí, Sasa.” dijo la voz de Sasaki-san.

“Hola soy yo.”

“¿Qué hacías antes?”

“Nada, sólo durmiendo.”

“Ya veo… Sí, está bien.” Había algo extrañamente frio y reservado en ella. Parecía que se estaba esforzando en serlo. Lo que significaba que en este momento, ella realmente y en absoluto quería serlo.

“Sasaki-san, ¿sucedió algo? ¿O hay algo más que quisieras preguntarme?”

“Algo pasó.” dijo. “Usami Akiharu-san fue asesinado.”

Repentinamente.

Todo.

Conecto.

“Usami-kun, ¿dices?”

“Sí.”

“¿Estas segura?”

“¿Parezco el tipo de persona que inventaría una mentira así? Esta mañana un amigo descubrió el cuerpo en la universidad. Ha sido estrangulado, al igual que Emoto-san y Aoii-san. Estoy en la escena ahora mismo.”

Ahora que lo mencionó, sonaba como si estuviera hablando para no molestar a la gente que la rodeaba. Probablemente estaba rodeada de policías, examinadores médicos y espectadores aturdidos.

Akiharu-kun.

¿No había dicho que sería el siguiente? Curiosamente, sus palabras se habían convertido en una realidad.

“De verdad…”

Pero probablemente no fue una simple coincidencia. Si Akiharu-kun hubiera descubierto la verdad, tendría sentido que pudiera prever su propia muerte. Y sin embargo, aun sabiendo esto, se había dejado matar de todos modos.

“Me gustaría preguntarte algunas cosas, si quieres venir…”

“Antes de eso.” interrumpí, “Quiero preguntarte sobre el cuerpo de Akiharu-kun. ¿Te importa?”

Como si pudiera percibir a través de mi voz algo diferente en mí, ella no hizo ninguna objeción. “Responderé cualquier cosa que pueda.”

“Solo tengo una pregunta. ¿Hay otro x sobre y detrás en la escena del crimen?”

“Sí.” ella dijo suavemente después de un momento de silencio. “Pero esta vez es extraño. Todavía no podemos decir nada, la evidencia sugiere que fue escrito por la propia víctima. ¿Pero porque preguntas? ¿Has pensado en algo? ¿Sabes qué significa x sobre y?”

No, no fue eso.

Ya había descubierto el significado de esa fórmula hace mucho tiempo. O más bien, en este punto, no tenía sentido. Ese no era el problema ahora mismo.

“No eso no es. Bueno, ¿debería dirigirme a la estación de policía más tarde?”

“Lo apreciaría. ¿Qué hora está bien para ti?”

“Esta tarde… No, esta noche.”

“De acuerdo, entonces…”

Colgué mientras hablaba. Si no lo hubiera hecho, habría dicho algo lamentable. Yo no estaba con la cabeza en frio ahora mismo. Tiré mi teléfono celular al suelo con una fuerza violenta normalmente impensable para un tipo como yo.

“Hey ahora, ¿qué estás haciendo?” Dijo Zerozaki sorprendido. “¿Estás loco? No tires el teléfono. Míralo que lastima.”

“Esto es lo que llaman ventilación.” dije en voz baja. “Esto es, presionar tu cólera sacándola mediante un objeto inanimado.”

“Sí, lo sé.” Cogió el teléfono, miró para ver que no estaba roto, y luego lo dejó fuera de mí.

“¿Qué pasó?”

“Akiharu-kun fue asesinado.”

“Ah, eso es, wow…” dijo con curiosidad como impresionado. “Esa es la tercera persona, ¿eh? Bastante caliente, quien quiera que sea. ¿Cuándo ocurrió?”

“No sé cuándo lo mataron, pero ahora encontraron el cuerpo. Así que el asesinato debe haber sido entre el miércoles por la tarde y esta mañana.”

“Hmm. Esa es una obra maestra. Tres estrangulamientos en tan sólo diez días. Eso es una locura. Ah, pero supongo que no puedo decir cosas así. ¿Y el asesino? ¿Quién es?”

Preguntó Zerozaki como si fuera el asunto más trivial del mundo.

Escupí con enfado. “¿El asesino? ¿Te refieres a quien mató a Emoto Tomoe que mató a Aoii Mikoko, el que me atacó en el parque Kamogawa, y ahora ha matado a Usami Akiharu?”

“¿A quién más quisiera referirme?”

“Debería ser obvio.” Yo declaré el nombre con tal rigidez que incluso me sorprendió. “Obviamente fue Atemiya Muimi.”