Zaregoto  (NL)

Volumen 2: El Estrangulador Romantico

Capitulo 2: El Banquete De Yuya (El Vínculo De Yuya)

Parte 2

 

 

“¿Tu punto es que incluso las amistades llegan a su fin?

“Mi punto es que todas las cosas llegan a su fin.”

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“Bueno, claro. Pero sin finales, no podría haber principios. Ese es el contexto de la vida, si quieres ganar algo, tienes que estar preparado para sacrificar un tercio de ella. Si quieres una recompensa, tienes que asumir un riesgo. Si no puedes hacer eso, es mejor que vivas con lo que tienes.”

“Gahaha. Supongo que tienes que ser de ese tipo.”

No necesito cosas en las que perder tiempo. Si fuera a terminar de todos modos, no tenía por qué empezar. No tenía necesidad de placer si venía acompañado de dolor.

“¿Por qué eres tan diferente?” Dijo.

El no estar triste, no significaba que tenías que ser feliz.

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El no fallar, no significaba que tenías que tener éxito.

La evolución cargada de riesgo era una pérdida de tiempo.

“Eh, pero en realidad, eso es verdad ya sea que busques o no una amistad.” le dije.

“Sin duda.”

Zerozaki se echó a reír. Yo no lo hice.

Sea como fuere.

Tres horas habían pasado desde que comenzó la fiesta. No voy a entrar en lo que pasó durante esas tres horas. Nadie quiere que los demás vean cómo son cuando están borrachos, y ciertamente no quieren que los detalles se retransmitan de persona a persona.

No importa cómo se sienta la gente mientras están bebiendo, es inevitable después que la buena vergüenza venga a hacerles una visita. Es difícil determinar cuál es real: la persona que está bajo la influencia del alcohol, o la persona que eres cuando estás sobrio. Pero una cosa es segura: una noche salvaje pasada en la buena diversión no es algo que quieres intentar contar más adelante. Es una de esas escenas sin pintar como Urashima Taró dijo.

Sin embargo, si tuviera que atreverme a compartir una pequeña anécdota de la fiesta de la noche sólo para patadas, sería algo así:

“¿Cómo llamas a una roca hecha de oxígeno y nitrógeno?: ¡Cuarzo! ¡Gaaahahahaha!”

“¡Eso es como doscientos disparos de agua fría hechos por una ametralladora pesada, sólo que es un escuadrón de asesinos!”

“Mierda, aparte de eso, hace calor hoy. ¿Por qué está tan caliente a mediados de mayo? ¿Es el calentamiento global? ¿Es el efecto invernadero?”

“¡¿Qué?! Escucha aquí, cabrón, si quieres quejarte del calor del verano, ¡contéstame! ¡Tráelo!”

“¿Eres tú al que atraparon en Cátcher in the Rye?!”

“Es una noche tropical, eso es lo que es.”

“Entonces supongo que eso me convierte en un pez tropical.”

Y pasaron tres horas.

En el presente, Mikoko-chan, Akiharu-kun, y Tomo-chan estaban jugando PS2. Parecía un juego de carreras. Las máquinas de cuatro ruedas realistas representaban el estrecho circuito en pantalla.

Huh. Yo no iría tan lejos como para denominarlo como tentador, pero había algo bastante agradable al verlos a todos tan completamente inmersos en su diversión. Parecía que estaban dispuestos a compartir parte de esa felicidad conmigo, y de alguna manera eso me hizo sentir sorprendentemente solitario.

¿Bueno, supongo que incluso esto es…?

Alguien me dio una palmada en el hombro. Era Muimi-chan. Al parecer, era una bebedora experimentada, no parecía diferente de cuando estaba sobria, incluso desde el punto de vista de un espectador.

No se llamaba a sí misma jefe por nada. No es que se llamara a sí misma jefe.

“¿Quieres ir afuera a tomar poco de aire fresco?” dijo ella, señalando hacia la entrada. “Vamos a la tienda de conveniencia.”

“¿Qué hay de Mikoko-chan y los demás?”

“Podemos dejarlos ser. De todos modos, no saben lo que está pasando ahora mismo.”

Ella tenía razón al respecto. Asentí y salí de la habitación con ella. Volvimos al ascensor, bajamos al primer piso y salimos del edificio.

“¿Está cerca la tienda de conveniencia?”

“Eh, no muy lejos. Pero vamos a tener que caminar un poco. Además eso me ayudará a estar sobria.”

“Aunque en realidad no pareces borracha.”

“Tal vez no en la superficie, pero estoy bastante lejos. Se siente como mi cerebro se voltease al revés para cambiar lugares con mi cerebelo. Ahora mismo quiero patear algo para distraer esa sensación.”

“Simplemente no me patees a mí.”

“Lo intentaré.” dijo con una risita. Ella sacudió la cabeza y miró hacia el cielo.

“Realmente no se siente como una fiesta de cumpleaños.” dije. “Me pregunto si esto es realmente suficiente para hacer feliz a Tomo-chan. Ella todavía está borracha, pero me pregunto si estará deprimida por ello más tarde.”

“Sí, me pregunto… Pero todavía es mejor que estar deprimido desde el principio. Sí está todo bien no necesitas una buena razón para volverte loco. Ahh. . . Estoy mareada.”

“Luces muy cansada, Muimi-chan.”

“Bueno, eso es lo que conseguí por beber con esos tipos.”

Eso era exactamente lo que sentía y Así como Mikoko-chan era lo suficientemente valiente como para empezar hacer eso, pero cuando estaba embriagada era cuatro veces peor. Luego estaba Akiharu-kun, e incluso Tomo-chan con ellos así se estaba poniendo bastante turbulento.

“Hombre, si lo piensas, creo que ser capaz de mantener tu licor tan bien te pone en una especie de desventaja. Debe ser difícil de seguir con el estado de ánimo.”

“Exactamente. Quiero decir, sigue siendo divertido, así que no es gran cosa.”

“¿Crees que está bien dejar a esos tres borrachos en una habitación desatendidos?”

“No son niños. Estarán bien. En realidad, es probablemente más peligroso estar caminando afuera en medio de la noche.” dijo.

Un buen punto. Estábamos en medio de los asesinatos en serie del merodeador de Kioto. Así que por eso se molestó en llevarme junto con ella. Puedo parecer arrugado y poco fiable, pero en cierta forma todavía soy un hombre.

“¿Qué desorden de mundo, eh? ¿Qué podría ser agradable en cortar un ser humano?”

“Bueno, diferentes gustos, supongo.” Traté de borrar el tema. Si me empujaban a una conversación sobre eso, había una posibilidad de que mi lengua resbalase. No era que Zerozaki me hubiera dicho que mantuviera la boca cerrada, pero seguro que no era el tipo de cosas que quería que todo el mundo incluida su madre supieran.

“No puedo entenderlo en absoluto.” dijo. “Quiero decir, he vivido alrededor de veinte años. Incluso yo misma he pensado antes: Debería matar a ese bastardo. En realidad, sucede mucho. Incluso hoy en día. Como: esta persona estaría mejor muerta. Matarle serviría al bien mayor.”

“….”

“Pero ¿qué pasa con estos asesinatos al azar? No puedo entender, si tanto quiere cortar gente porque no solo se suicida.”

“En general, dicen que los asesinos en serie que eligen sus objetivos al azar son alimentados por el resentimiento. Así que es como cuando te dices a ti mismo: yo voy matar a ese bastardo.” dije.

“¿De verdad? Pero entonces los asesinatos no son aleatorios.”

“Pero es un poco diferente. En el caso de este asesino, se resiente de las víctimas simplemente porque salieron a caminar. Se resiente del mundo como un todo. Odia al mundo que lo rodea, un mundo que, para él, es tan vago y nebuloso como el aire. Y sus asesinatos parecen ser al azar.”

“¿Hmm…?” Ella asintió, pero para ser honesto, yo sólo estaba especulando. No tenía ni idea de por qué estaba cometiendo actos de asesinato. Sólo habíamos hablado de cosas estúpidas e irrelevantes la noche anterior, y nunca habíamos tocado el tema de sus motivos.

Probablemente guardábamos lo mejor para el final, tan infantil como puede parecer.

“Pero es una tontería.” dije.

Muimi-chan se rascó su cabeza viendo hacia mí.

Mientras estábamos hablando, finalmente llegamos a la tienda de conveniencia. Ella entró primero y rápidamente se dirigió a la sección de licores.

“¿Estás comprando más alcohol?”

“No, ya hay mucho de eso. Vamos a comprar Pocari. Tengo que sobornar a esos chicos o no podrán volver a casa.”

“Ah, qué bien.”

Colocamos tres botellas de dos litros de bebidas deportivas, Pocari, en una canasta, escogimos dos o tres tipos de bocadillos y procedimos a arreglarnos en la caja. Tal vez debería haber esperado esto ya que terminé llevándolo todo.

Cuando salimos de la tienda, Muimi-chan sacó un cigarrillo de su bolsillo, lo metió en su boca, y lo encendió con un Zippo de aspecto fresco, todo en un movimiento fluido.

“¡Ah!” dijo ella, y de inmediato fue a extinguirlo con el dedo.

“No me importa si fumas uno. De todos modos, estamos afuera.”

“¿De verdad?”

“Bueno, supongo que es grosero fumar y caminar al mismo tiempo, pero como es de noche y nadie está cerca, probablemente esté bien siempre y cuando no coloques cenizas por todas partes.” Y, de hecho, no había nadie alrededor de quien pudiese ser objetivo del humo que soplara.

“Bueno… Nah, está bien. Me atengo a mi decisión.” Ella se adelantó y lo apagó con el dedo. Luego arrugo el cigarrillo y se lo metió en el bolsillo. Parecía que ella no era del tipo que botara basura. Estaba un poco impresionado: para una estudiante universitaria, tenía una moral superior a la media.

“Si no te importa que te lo pregunte, ¿no es estupendo?” Dije.

“Realmente no. Estoy acostumbrada a esto.” dijo con una sonrisa ligeramente tímida “Había un jefe mafioso como malo en una película que me solía gustar, y él hizo lo mismo con los puros. Con la palma de su mano, así. Fue genial, así que comencé a imitarlo.”

“Huh.”

“Mirando hacia atrás, creo solo pensaba que el actor era guapo, pero ahora es un hábito. De todos modos… Ikkun, hablemos en serio por un minuto.” Su expresión inmediatamente se hizo seria, cambiando tan abruptamente como un interruptor de circuito. No pude evitar estar un poco sorprendido. “Es bastante difícil mantenerse al día con la híper-actividad de Mikoko, ¿eh?”

“No particularmente.”

“Huh.” dijo ella. Su expresión se hizo aún más grave. Ella vaciló un momento. “¿Qué piensas de ella?” Me preguntó.

“¿Que pienso?”

A juzgar por su expresión, no buscaba una respuesta de mierda.

Pero no pude entender qué significaba esa pregunta. Realmente no pensaba mucho de ella.

“Bueno, creo que tiene el cabello rojizo. Ella tiene alrededor de metro y medio de alto, y puede o no pesar unos cincuenta kilogramos. Por su forma de actuar, supongo que su sangre es tipo B, y su signo astrológico es probablemente una de las bestias. Tiene en general un aire de koala.”

“¿De verdad creías que estaba buscando una respuesta semejante?” preguntó.

¡Vaya! Modo Delincuente. Me pregunto ¿Por qué, oh por qué me encanta dar un paso en las minas terrestres? Rompí contacto visual con ella.

“No sé. Quiero decir, es una buena chica, supongo. Claro que es un poco exagerada, lo que puede ser agotador, pero conozco a una chica que es incluso peor que ella, así que no me molesta mucho.”

“Huh. Qué neutral de tu parte.”

“Bueno, no me gusta armar revuelo.”

“¿Es eso un hecho?”

Ella se detuvo un momento, luego me lanzó una mirada de soslayo.

“Eres una especie de babosa, ¿no es así, Ikkun?” Dijo.

“Soy consciente de mí mismo.”

“Con consciente de ti mismo, ¿eh? Me pregunto. No lo sabría. De todos modos, déjame darte una palabra de consejo.” Ella dio un paso adelante y se volvió para mirarme directamente. No tuve más remedio que parar. El edificio de apartamentos todavía estaba a unos cien metros de distancia. Seguramente los otros estaban todavía dentro de las carreras. Muimi-chan pasó los dedos por su salvaje pelo y me lanzó una mirada directa.

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“Mikoko y yo hemos sido amigas desde que éramos unas pequeñas mocosas.”

“Huh.”

“Si la lastimas, nunca te lo perdonaré.”

Me rasqué un poco la cabeza. ¿Por qué me decía esto? ¿Podría ser que estuviera molesta por todas las veces que había fastidiado a Mikoko-chan hasta ahora? No parecía el tipo de cosas que se tomaran tan en serio, pero Muimi-chan seguro que no parecía estar bromeando, así que respondí con un encogimiento de hombros.

“Está bien. A pesar de lo que parece, soy realmente amable con mis amigos.”

Ella parpadeó sus entrecerrados ojos en mí. “¡Jajajaja!” Se rio. Un momento después, se dio la vuelta. “Estoy de acuerdo.” volvió a caminar. “No tienes ni idea.”

Se sentía como un insulto terrible, pero al mismo tiempo, era probablemente la descripción más exacta que alguien me había aplicado en mis diecinueve años, así que era difícil enfadarse.

Volvimos a la habitación para encontrar que los otros estaban todavía jugando el mismo video-juego de carreras.

Sorprendentemente, Tomo-chan era aparentemente la más experta. Mikoko-chan estaba por detrás.

“¡Hey! ¡Perras borrachas! Bajen su nivel de alcohol con este Pocari.”

Por alguna razón Muimi-chan de repente se había vuelto loca, golpeando a las perras borrachas en la cabeza con Pocari. Ser golpeado en la cabeza con una botella plástica llena debería haber sido bastante doloroso, pero estaban tan completamente entumecidos con la bebida que ni siquiera les parece importar.

No me gusta el ruido, odio el bullicio y las situaciones ruidosas me irritan.

Pero en ocasiones, tal vez como una vez al año, solo tal vez, estas cosas son un poco agradables. O eso pensé.

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Estaba equivocado.

***

 

 

Eran más de las once de la noche.

“Bueno, gracias por esta noche.” dijo Muimi-chan mientras se levantaba “Akiharu, llévame a casa.”

“Ah, ¿por qué yo?” gimió Akiharu. Le lanzó una mirada agravada. Estaba tendido en el rincón de la habitación. “Sólo vete por ti misma. Voy a descansar un poco antes de irme. Tu casa está lejos y la mía está en la dirección opuesta.”

“¿Eres un hombre? No me digas que ni siquiera vales llevarme a casa.”

“Tch…. Ok.”

Se puso de pie, sintiéndose todavía agraviado, como si supiera que no tenía sentido objetar. Sus ojos se dirigieron a Tomo-chan. “Bueno, aquí tienes tu regalo de cumpleaños.” dijo, sacando un paquete de su bolso.

“Ah…” Muimi-chan dijo. “Cierto, tu das regalos de cumpleaños…”

“¿Hm? ¿Qué es lo que dices? ¿Qué? ¿Cómo así Atemiya-san?” Akiharu-kun dijo con la alegría de alguien que acababa de vencer a un ogro y continúo diciendo.

“¡No me digas que se te olvidó darle a tu querida amiga un regalo de cumpleaños! ¡Dios mío, no puedo creerlo! ¡¿Esto es una broma?! Ohh, ¡¿qué hacer, qué hacer?! Por el amor de Dios, dime, ¡¿qué vas a hacer?! ¿Huh? ¿Huh? … ¡Hey, espera! ¡No te enojes tan fácilmente! ¡¿Qué eres, un niño?! Ahh, aquí vamos. Nos vemos en la escuela, ¡Emoto! ¡Adiós! Vamos a pasar el rato de nuevo pronto, Ikkun!” Akiharu-kun salió despedido como una onda de luz persiguiendo a Muimi-chan.

“Adiós. Te veo de nuevo.” Tomo-chan dijo mientras se agitaba lentamente hacia atrás. Tan pronto como los dos se fueron, sus manos fueron por el presente. Desabrochó la cinta y abrió cuidadosamente el papel de embalaje.

“Me pregunto qué es. Ikkun, ¿qué crees que es?” Parecía que el alcohol estaba fuera de su sistema. Sus mejillas todavía tenían un poco de rojo en ellos y su voz era un poco estridente, pero su personalidad parecía haber vuelto a su configuración por defecto. “Estoy un poco emocionada. Este tipo de cosas siempre me marea.”

“Bueno, en cualquier caso probablemente no es yatsuhashi.” dije. Por cierto, el yatsuhashi que había traído ya había sido dividido uniformemente entre los estómagos de los cinco miembros de la fiesta. “A juzgar por el tamaño, es probablemente un accesorio o algo.”

“Sí, quizás. Oh, es una correa para el cuello. Muy bien, ¿eh?”

Era una correa de cuello con forma de cápsula con un centro líquido. No se veía realmente como un artículo femenino, pero como Tomo-chan había dicho, era bastante fresco.

“Heheheh, es justo lo que yo esperaba.” dijo alegremente mientras ella inmediatamente se lo probaba. “¿Cómo se ve, Ikkun?”

“Se te ve muy bien.” dije, pero realmente no lo sabía.

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Mis ojos se abrieron paso de Tomo-chan hacia Mikoko-chan, que dormía en la esquina. Se veía tan tranquila que no podía soportar despertarla. Tal vez estaba planeando pasar la noche en casa de Tomo-chan.

“Hey, Ikkun.” dijo Tomo-chan, repentinamente enderezándose. “Quiero agradecerte de nuevo por haber venido hasta aquí hoy.”

“No creo que sea el tipo de cosas por las que tienes que darme las gracias.”

“Pero no te gusta hacer este tipo de cosas, ¿verdad?”

Su pregunta era un poco incómoda, pero también salió como si fuera algo totalmente normal para ella. Delicadamente levantó su rostro para ver mi expresión.

Fue como…

Ella estaba mirando a través de mí.

Como si estuviera mirando mi cerebro desde adentro.

“Uh, no, yo…”

“No te gusta abrirte a otras personas, ¿verdad?”

“Todo está bien. No lo odio. De hecho, me gusta hacer bromas con todo el mundo.”

“Eso es una mentira.”

“Es la verdad.”

“Es mentira.”

“Sí, lo es.”

Ella se rio de mí. Pero sus ojos no sonreían. En realidad parecían bastante tristes y solitarios.

La extraña combinación de expresiones me desconcertó.

¿Que está mal? ¿Qué razón podía tener para verse tan triste cuando había pasado el cumpleaños rodeada de amigos?

No debería haber habido nada malo.

Suponiendo que…

“Mikoko-chan.” dijo, echando una mirada a Mikoko-chan. “Ella es realmente una gran chica.”

“Sí.” respondí. Yo estaba siendo inusualmente directo debido a mis estándares, de todos modos apuesto a que lo es.

“Quería ser como ella.”

“Hmmm.”

“Pero no pude.”

“Uh-Huh.”

Ella echó los ojos hacia abajo.

“Y ahora heme aquí, con veinte años, todavía incapaz de ser como ella. Estoy segura de que continuará así. No importa cuántos años pasen, no importa cuántas décadas. Nunca seré como ella, hasta el día que muera.”

“¿Qué está mal con eso? Todo el mundo es diferente.”

“Dime, Ikkun.” dijo ella, levantando la mirada otra vez “¿Alguna vez te has sentido como un ser humano que resulto un producto defectuoso?”

No tenía ni idea de cómo responder.

“Yo me he sentido así.” Estaba sonriendo. Era la sonrisa más triste que había visto.

“Todo el mundo lo hace…” Las palabras salieron. Si realmente eran del corazón, no lo sabía. Eran palabras de consuelo. Probablemente estaba diciendo palabras que no quería decir para no tener que ver a Tomo-chan tan triste.

Qué meloso.

Qué cómico.

Qué terriblemente indecoroso.

“Todo el mundo se siente así a veces, supongo. Nadie es perfecto, después de todo. Todos tenemos nuestros puntos fuertes y nuestros puntos débiles. Eso es lo que nos hace humanos.”

“Si lo sé. Incluso yo lo sé, pero probablemente entiendes que eso no es de lo que estoy hablando. Estoy hablando de algo más finito, supongo, o más letal, como una herida fatal, supongo.”

Boom.

Las palabras me sacudieron.

“Es algo así.” Termino por decir

“…”Así que esta fue la verdadera razón por la que no pude leer muy bien a Emoto Tomoe.

Tal vez esta era realmente ella.

En otras palabras, hace mucho tiempo…

“Hay otro yo aquí.” dijo, señalando sobre su propio hombro derecho. “Cuando me relaciono y me divierto con Muimi-chan, Akiharu-kun y Mikoko-chan y me termina gustando, esa parte de mí solo está observando, suspirando. Está mirándome hacia abajo con frio desdén por cómo me divierto, diciéndome que: lo que estás haciendo no equivaldrá a nada.”

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“Suspirando.” dijo ella. “Sé que probablemente nunca seré como Mikoko-chan hasta el día que muera, pero tal vez pueda hacerlo una vez que realmente muera. Si reencarno, quiero volver como Mikoko-chan. Quiero poder reír con toda inocencia como ella, enojarme cuando quiero estar molesta, llorar como loca cuando estoy triste. Eso es lo que hace grande a la vida.”

“Yo…” Esta vez yo estaba hablando desde el corazón. “No quiero reencarnar. Sólo quiero apresurarme y morir.”

“Apostaría por eso.” dijo con una sonrisa gentil.

***

 

 

Mikoko-chan se despertó una hora más tarde.

“Uhhh.” Ella sacudió el sueño de su cabeza. Aún parecía muy cansada.

“Entonces, ¿qué vas a hacer?” Le dije. “Me voy a casa. ¿Vas a quedarte a pasar la noche?”

“No, me iré.” Ella se puso en pie, aturdida. “Está bien, ya estaré sobria, dame diez segundos más.”

“Por supuesto. Te llevaré a casa, entonces.” Yo quería enfatizar que por lo menos valía suficiente como para llevarla a su casa, pero ella no parecía entenderlo. Había estado sumergida profundamente en sus sueños cuando Muimi-chan se marchó, de modo que tenía sentido.

“Bueno, adiós, Tomo-chan.”

“Sí. Hasta luego.” Ella hizo una pequeña reverencia.

Cogí mi bolso y me dirigí hacia la entrada. Me senté en la puerta y me puse los zapatos. Tenían los cordones sucios, por lo que atarlos siempre era más molesto de desatarlos. Situaciones como éstas eran una irritante pérdida de tiempo. Mientras tanto, Mikoko-chan parecía estar teniendo problemas con su propio juego de piernas, y un ruido torpe de pasos se oía a través de la puerta que nos separaba.

Probablemente no era algo de qué preocuparse. Ella apareció en el pasillo fuera de la entrada poco después de mí.

“Ohh.” gimió, frotándose la cabeza. “Me duele la cabeza… Está girando. Es como un asesinato en una tienda de conveniencia, sólo que el asesino lleva patines.”

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“No tengo idea de lo que estás diciendo. ¿Estás segura de que no quieres quedarte aquí a pasar la noche? No hay necesidad de que te sobre-exijas tanto.”

“Está bien, puedo ir.”

Caminó por el pasillo en pies inestables. Me encogí de hombros y la seguí.

“¿Así que te divertiste?” Dijo una vez que estábamos fuera del edificio.

“Eh, supongo. Pero creo que pasaré la próxima vez.”

“No digas eso. ¡Hagámoslo de nuevo! ¡Con todos! ¿Cuándo es tu cumpleaños?”

“Marzo.”

Parecía derrotada. “El mío es en abril. Ohh, creo que debería haberte invitado antes.”

“Entonces, ¿dónde está tu casa? Te llevaré de vuelta.”

“Cerca de Horikawa. Horikawa Oike. Pero primero tenemos que ir a tu casa.”

“¿Por qué?”

“Mi moto…”

Pensándolo bien, ella había llegado a mi casa en su bicicleta.

“¿Puedes conducir?”

“Por supuesto…”

“De acuerdo.” Obviamente no estaba en condiciones de conducir, pero si ella decía que podía conducir, ¿quién era yo para detenerla? Cuando llegara el momento, podría llamar a un taxi si tenía que hacerlo.

Tomamos la calle Nishiôji hasta Nakadachiuri y rompimos hacia el este, cuando por alguna razón, la música de David Bowie empezó a tocar desde algún lugar. Pensando que era un concierto cercano, estaba un poco desconcertado, pero resultó ser el tono de llamada de Mikoko-chan.

“¿Hm?” Ella sacó su teléfono de su bolso. “¿Hola? ¡Ésta es Mikoko-chan, la muchacha espontánea y enérgica del lago Ashi! ¿Hm? ¿Qué? ¿Tomo-chan?” Parecía que era una llamada de Tomo-chan. “Sí. Sí… Sí, está aquí conmigo ahora mismo. Está caminando justo delante de mí. Seguro supongo. Está bien, lo pasaré.”

Me pasó el teléfono. “Es Tomo-chan. Quería que te pasara el teléfono.”

“¿A mí? ¿Por qué? ¿….?”

Debo haber olvidado algo en su casa. Me rasqué la cabeza mientras tomaba el teléfono. Era más que un poco más pequeño que mi propio teléfono, por lo que se sentía un poco incómodo.

“¿Hola?”

“….”

“¿Hola?”

“Ikkun.”

Una voz.

Estaba temblando, como si temiera algo. Podría haber sido parcialmente culpa del teléfono, pero algo en su voz era obviamente diferente de cuando habíamos hablado momentos antes en su casa.

“¿Tomo-chan?”

“Sí.”

“¿Qué pasa? ¿He olvidado algo? Tengo mi bolso aquí.”

“No, no es eso. Um… Olvidé decirte algo antes.”

¿Olvidó decirme algo?

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“¿Sí, y qué es?”

“No importa. Nos vemos.”

Click.

De repente, la llamada fue cortada. Beeeep, Beeeep, Beeeep, Beeeep, Después de cuatro tonos, quité el teléfono de mi oído. Me rasqué la cabeza, lo miré durante otros tres segundos, y luego se la devolví a Mikoko-chan. “Gracias.”

“Claro.” dijo, tomándolo. “¿Y qué dijo ella?”

“Nada. No sé de qué se trataba.”

“¿Huh?”

Ella me dio una expresión confusa, pero yo era el que estaba confundido. ¿Tomo-chan quería decirme algo? ¿Por qué empezaría y luego se detendría así?

“¿Qué? Me pregunto qué fue. Tal vez era un secreto o algo así. ¿Tuvieron una conversación secreta?”

“No, nada de eso, pero. . . Oh sí, Mikoko-chan.” Cambié de idea. “¿Hay alguien aquí?” Dije, dibujando un círculo con mi dedo sobre su hombro derecho.

“¿Huh?”

De forma natural ella levantó una ceja dudosa hacia mí.

“Quiero decir, ¿tienes la sensación de que alguien está ahí mismo, mirándote hacia abajo?” Le pregunté.

“No lo creo, pero… ¿por qué?”

“Eh, si no lo sientes entonces no te preocupes por eso.”

“Si alguien estuviera allí, sería bastante aterrador.” dijo mientras lo imaginaba. “Pero en cuanto a aquí.” dijo, señalando su propio corazón “Hay alguien.”

Huh. Asentí. A juzgar por su sonrisa tímida, debía de estar hablando de su novio.

En unos diez minutos más, habíamos llegado a mi apartamento. En el aparcamiento del apartamento, sólo había una bicicleta, por lo que debe de ser la suya.

“Whoa, es una Vespa. Y un modelo vintage blanco, nada menos.”

Esta chica la ¿llamó Vespa a una bicicleta? Una Vespa es una Vespa, y sólo una Vespa. Llamarlo una vespa era, para mí, un insulto. Y no sólo su insulto cotidiano, era el último insulto, que amenazaba con sacudir mi propia existencia. Todo el mundo tiene una cosa por la que sacrificarían su propia vida, por la que cambiarían el mundo, y para mí, esa era esa cosa. Quería gritarle a Mikoko-chan. Me volví con enojo hacia ella.

“….”

Ella estaba durmiendo.

“Estoy sin palabras.”

Estaba durmiendo de pie. Había estado muy callada por un tiempo. ¿Era posible que hubiera estado sonámbula? Probablemente ese fuera el caso. Este era el poder de la raza humana empujado a su límite absoluto. Le di unos golpecitos en la mejilla, pero ella se negó a despertar. Tenía el deseo de empezar a estirar su rostro, pero parecía que no habría manera de explicarme si alguien nos veía, así que me reprimí.

“Me pregunto si podría dejarla aquí…”

Si no, sólo había dos opciones.

“Hup.” gemí cuando la levanté sobre mi espalda. Ella se movió un poco en el camino, pero no se despertó. Probablemente porque era tan pequeña fuese lo que la hacía tan ligera. O tal vez todas las chicas eran así.

Con ella todavía en mi espalda, entré en el apartamento, luego subí las escaleras al segundo piso. Seguí mi camino por el pasillo hasta habitación que esta junto a la mía.

Llamé superficialmente a la puerta.

“Sí, espera un momento.” una respuesta vino desde adentro. Miiko-san pronto apareció ante nosotros. Estaba vestida con un conjunto diferente de ropa casual de verano japonés, que era roja esta vez. Estaba bastante seguro de que este era la que tiene la palabra Traición impresa en la parte posterior.

“¿Sí?” Dijo ella, mirando a la chica en mi espalda sospechosamente. “Todavía tienes menos de la edad legal, ¿verdad?” Dijo después de un momento de reflexión. “Bueno, por supuesto que te dejaré esconderte aquí, pero hablando puramente por amabilidad, te sugiero que te entregues. Japón tiene una policía bastante capaz. No es probable que puedas escapar.”

“Oh, no es nada como lo de esa vez. Er, esta chica es una compañera de clase. Parece que bebió demasiado y se desmayó. ¿Estarías dispuesta a dejarla pasar la noche?”

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“¿Huh?” Ella puso su mano en su barbilla y pensó por un momento. “¿Por qué no la atiendes tú?”

“Eh, pero quiero decir, como puedes ver, es una chica. Y parece que tiene un novio, así que no puedo tenerla durmiendo en mi casa, ¿no?”

“Huh. Bueno, si es así, supongo que no me molestara. Pero un día me tendrás que devolver el favor. Hacer caso omiso de los favores es una acción cobarde.”

“Lo tengo. ¿Quieres que vuelva a hacer antigüedades?”

“Sí. Muy bien entonces. ¿Cuál es el nombre de esta chica?”

“Mikoko-chan. Er, el apellido es Aoi, creo.”

“¿Aoi Mikoko? Heh.” nombre extraño dijo Miiko-san mientras agarraba a Mikoko-chan.

Todos deberían de tener un vecino tan fiable como ella.

“Bueno, entonces me iré.”

“Mmm. Duerme un poco. Será mejor que dejes de holgazanear por las tardes para que puedas dormir por las noches”

“¿Huh? Nunca duermo en la tarde.”

“¿Es eso así? Bueno, olvídate de eso entonces. Buenas noches.”

“Buenas noches.”

Me incliné y volví a mi habitación, donde tomé mi futón y me acurrucó.

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“Hora de dormir.”

Y así el día terminó. Sábado, 14 de mayo. No, ya había pasado la hora cero, así que era domingo 15. Así que veinticuatro horas más tarde, sería el decimosexto día de mayo y para la siguiente hora cero sería el decimoséptimo día.

Las cero en punto, cero, cero… Zero

Zerozaki.

Preguntándome si ese fracaso humano estaba matando a su séptima persona o si tal vez ya había desmembrado su octavo, este desperdicio de persona gradualmente caía en un sueño.

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