Sekai Saikou no Ansatsusha (NL)

Volumen 5

Capítulo 6: El Asesino Se Disfraza

Volábamos a la capital en nuestras ala delta, moviéndonos mucho más rápido de lo que lo habríamos hecho en la carretera.

Un viaje a la capital real en carruaje requería días. La información rápida y el movimiento fueron lo que me dio la ventaja sobre mis oponentes.

En algún momento, el placentero vuelo comenzó a hacerme sentir un poco travieso.

“Voy a probar el hechizo que creaste, Dia”, dije.

Su hechizo utilizó un sistema basado en una lógica de sonido que expulsaba aire presurizado calentado por llamas para obtener una aceleración extrema. Que Dia haya creado esto sin conocimientos previos de propulsión a chorro mostró su increíble sentido de la magia.

Sin embargo, sería capaz de hacer un mejor uso de él.

“Ten cuidado. No me gustó el sonido que hizo el ala delta cuando lo probé. Puedes usar magia de viento, así que dudo que el ala delta aguante si lo haces todo”, advirtió Dia.

“Estoy calculando la intensidad cuidadosamente”, le aseguré.

Hice los ala delta lo más livianos posible para que ofrecieran la menor resistencia cuando se aceleraban con la magia del viento. Había un poco de margen, pero si superaba la velocidad máxima que el planeador podía manejar, habría riesgo de daño.

“¿Ya terminaste tu versión del hechizo?” inquirió Dia.

Asentí. “Sí, antes de que nos fuéramos”.

Parecía que sería útil, así que preparé una versión modificada de la fórmula de Dia.

Hice dos revisiones. La primera fue usar magia de viento para reunir el aire a mi alrededor de manera más eficiente. El segundo fue agregar un hechizo no elemental para cubrir el ala delta con una capa que lo protegía de la fuerza propulsora.

Llamé a la pieza revisada de magia Propulsor.

Sería útil tanto para viajar como para la batalla. El gas a alta presión que expulsé sería extremadamente letal y me permitiría realizar ataques poderosos mientras me movía a velocidades muy altas.

Era hora de probar Propulsor.

Usé Canto Múltiple para entrelazar fuego y maná de viento, luego terminé el encantamiento para Propulsor y activé el hechizo.

Aceleramos con una velocidad asombrosa, nuestras caras distorsionadas por la presión del viento. Nos movíamos ridículamente rápido. Se sentía tan bien que podía verme a mí mismo volviéndome adicto a él.

Terminé con Propulsor solo unos segundos después. Un poco más y me preocupaba que el planeador pudiera desmoronarse.

“Este hechizo es increíble,” dije.

“¡Ah-ha-ha, eso fue increíble! Eso es lo que sucede cuando combinas mi trabajo con la magia del viento y tu escandalosa capacidad de maná”, aplaudió Dia.

“Eso parece… Tendré que rediseñar el ala delta para poder hacer un uso efectivo de esto”.

Tendría que aumentar su robustez lo suficiente como para soportar la increíble velocidad, incluso si la hiciera más pesada. Construir un marco para manejar Propulsor tenía más sentido que contener la fuerza del hechizo.

“Eso sería bueno, pero no creo que tenga ningún sentido si eres el único que puede usarlo. Mira, ya no podemos ni ver a Tarte”, dijo Dia.

“Tienes un punto ahí.”

Dejé de usar magia de viento y cambié a planear para darle tiempo a Tarte de alcanzarlo. Después de una breve espera, escuché su voz en la radio.

“Te perdí de vista después de que avanzaste… No puedo seguir el ritmo en absoluto…”

Sonaba como si estuviera llorando.

Como había afirmado Dia, Propulsor no tenía sentido si nos separamos.

Espera, estoy haciendo esto de la manera incorrecta.

“Está bien, sé lo que haré. Haré un avión para cuatro personas diseñado con Propulsor en mente”.

Inicialmente construí planeadores en lugar de un avión porque no podía manejar la propulsión necesaria y porque podía moverme más rápido al priorizar la ligereza. Sin embargo, según mis cálculos mentales, Propulsor permitiría una velocidad superior incluso si aumentaba el peso del avión y lo diseñaba para cuatro pasajeros.

“… ¿Qué clase de cosa monstruosa vas a hacer? Me estás asustando un poco”, comentó Dia.

“Tendrás que esperar y ver”, respondí.

El producto final ya no sería un ala delta, sino un jet privado.

Tendría que hacer un diseño.

***

Aterrizamos en las afueras de la capital real. No fui el único disfrazado esta vez; Dia y Tarte también lo estaban. Las maquillé y elegí su ropa.

También había preparado documentos de identificación falsos. Podríamos haber entrado a la ciudad usando nuestras identificaciones de la academia, pero nuestro objetivo con este viaje era ganarnos el testimonio de mis posibles saboteadores. No podía arriesgarme a que nadie se diera cuenta de que habíamos visitado la capital real.

Frunciendo el ceño, Dia dijo: “No me gusta teñirme el cabello. Espero que no lo hayas dañado.

“No te preocupes. Lo tomé en cuenta. Este es un nuevo producto Natural You”, le aseguré.

Me gustaban mucho los mechones plateados de Dia. Nunca haría nada para hacerles daño.

Desarrollé este tinte como mercancía para mi marca de cosméticos. Había una demanda de tintes para el cabello entre los ricos, tanto para ocultar las canas como para lograr una belleza más fantástica.

El punto de venta de todos los productos de Natural You era que eran tan buenos para su salud como para su apariencia. Por eso reinó como la empresa líder en el mercado.

Diseñé este tinte para que realmente cuidara tu cabello en lugar de dañarlo, y voló de los estantes después de que se corrió la voz.

“Ese disfraz es increíble. Todo en usted se siente diferente, Lady Dia”, observó Tarte.

La propia Tarte tenía el pelo rojo, largo y liso. Usé una carpeta para aplanar su pecho y le di el maquillaje de una dama mimada. No se parecía en nada a su yo habitual. Su atmósfera de fácil acceso se había ido, reemplazada por la de una mujer joven de noble cuna.

Después de mirar a Tarte, Dia miró un espejo.

“… No me importa demasiado el cuello hacia arriba, pero ¿sería malo si uso el resto del disfraz todos los días a partir de ahora?” ella preguntó.

“Sí. Eso no te traería ninguna satisfacción”, respondí.

El cabello de Dia era negro y lo llevaba recogido. Usé sus cosméticos para ensuciar intencionalmente su piel clara y darle pecas para darle la apariencia de una chica de campo. Por el contrario, la vestí con ropa cara y llamativa.

Cualquiera que la viera pensaría que la chica era solo una persona rural disfrutando de un viaje a la capital.

No había ni rastro de su habitual belleza noble, como de muñeca. La fachada estropeó por completo su buena apariencia. Que ella todavía fuera linda era un testimonio de su justicia natural.

Dia, sin embargo, no estaba enfocada en absoluto en su rostro. No podía apartar los ojos de su pecho, que había acolchado para que pareciera más grande.

“No puedo creer lo real que parece esto. Deberías ofrecer esto en Natural You. ¡Definitivamente se vendería! ¡Lo compraría totalmente!”

“… Sí, probablemente lo haría”.

Algunas mujeres de clase alta rellenaban sus bustos, pero siempre era tosco y fácil de detectar. Podían engañar a la gente hasta cierto punto si usaban vestidos gruesos, pero el relleno se sentía muy diferente al real.

Fue antinatural.

Sin embargo, el forro que había diseñado, combinado con un sostén especial, hizo que el cofre falso pareciera completamente real. La forma y la textura eran perfectas. Incluso el tacto no fue suficiente para darse cuenta de que era falso. Inicialmente, había creado el busto falso para el asesinato, sin considerar las ventas potenciales.

“Esto es lo mejor. Son suaves, e incluso rebotan. Los amo mucho. ¡Finalmente puedo decir las cosas que siempre quise decir! ‘Tener un pecho grande es muy duro para mis hombros’. ‘Correr los hace rebotar, lo cual es doloroso y me hace perder el equilibrio’. ‘Estos son solo un obstáculo’.”

Dia se veía muy satisfecha consigo misma mientras se quejaba de su nuevo baúl. A pesar de sus quejas, parecía estar disfrutando mucho con esto.

Por alguna razón, el rostro de Tarte estaba sonrojada. Entonces me di cuenta de que Dia estaba imitando la voz de Tarte.

“¡Lady Dia, eso es malo! ¡Esas son todas las cosas que he dicho!”

“Heh-heh, esto es venganza. ¡Ahora entiendes la ira y el dolor que sienten los menos dotados cuando escuchan esas palabras!”

Dia era un ser humano casi perfecto con una inseguridad: el tamaño de su pecho. Decidí que debería dejarla tener su momento.

Trabajé en mi disfraz mientras miraba a las dos chicas bromear.

“Está bien, vamos a irnos. Tenga cuidado de no perder su identificación falsa. No podemos entrar en la capital sin el” anuncié.

Tarte parpadeó un par de veces. “…Um, ¿eres realmente tú, mi señor? No podrías parecerte más a una chica. Eres más hermosa que yo… Creo que estoy en estado de shock”.

“Yo también. Nunca había visto una chica tan hermosa, ni siquiera en fiestas aquí en la capital”, coincidió Dia.

Me estaba travistiendo. Ser mujer encajaba mejor con mi plan.

Mi apariencia física era relativamente andrógina, y con un buen disfraz podía lograr una figura femenina perfecta. Estaba seguro de mi actuación también.

Cuando era un chico en mi vida anterior, a veces me vestía como una chica para seducir y matar a mis objetivos.

“Hiciste este pecho falso originalmente para que pudieras verte como una chica, ¿no?” preguntó Dia.

“Así es. Pensé que sería útil en algún momento. No hay fachada más efectiva que la que te presenta como un género diferente”, respondí.

Había pensado en disfrazar a Tarte y Dia como chicos, pero no importa cuán convincente fuera su apariencia, les habría sido imposible actuar de manera masculina. Había una alta probabilidad de que la gente sospechara, así que decidí no hacerlo.

Mi comportamiento, por otro lado, era sin esfuerzo femenino.

“… Lo estás logrando tan perfectamente que me haces preguntarme si este es un fetiche tuyo de larga data”, acusó Dia.

“¡Eso me recuerda que Lord Lugh solía usar ropa de niña todo el tiempo!” exclamó Tarte.

“¡Oh, sí, estaba vestido como una niña cuando nos conocimos!” recordó Día.

Ambas me miraron con sospecha.

“Dame un respiro. Mi mamá me obligó a usar esos conjuntos” protesté.

“Ya sé, ya se. Solo estoy bromeando, Lugh”, dijo Dia.

“¡Aceptaré cualquier pasatiempo suyo, mi señor!” insistió Tarte.

Me duele la cabeza.

No me estaban dando otra opción. Una vez que termináramos este trabajo, tendría que mostrarles lo varonil que era. Necesitaba recuperar mi honor.

Primero, necesitaba encargarme de la amenaza apremiante. Mi plan para hacerlo ya estaba completo.