Ryuuou No Oshigoto! (NL)

Volumen 15

Capítulo 5: Fifth Score

Parte 4: La Eternidad De 5 Minutos (Parte 1)

El corazón de Ai Hinatsuru saltó en el momento en que Machi Kugui usó su primer movimiento para avanzar el Fu frente a su Hisha.

––– ¿Podría ser esto un Aigakari? ¿Kugui- sensei……?

Con el pulso acelerado hasta el punto de que le preocupaba que los estruendosos latidos alcanzaran a su oponente en el tablero, Ai luchó por permanecer lo más calmada posible mientras avanzaba el Fu frente a su propio Hisha.

Los dedos de Machi una vez más tomaron al Fu avanzado. Moviéndolo hacia abajo en la fila.

––– ¡Es un Aigakari!

Ese era el estilo favorito de Ai para jugar.

El tipo de Shogi que había jugado innumerables veces contra su Maestro, Yaichi Kuzuryu, se había materializado en una partida de suma importancia que podría calificarla para luchar por el título. Su corazón se disparó con este golpe de suerte increíble, como si su tipo de problema favorito hubiera aparecido en un examen de ingreso.

Sin embargo, no pudo evitar sentir que algo andaba mal.

¿Por qué Machi, una maestra de la formación anaguma, no solo dejaría a su Ou ligeramente defendido, sino que elegiría usar la mejor estrategia de Ai en un momento como este?

Ai miró a su oponente, esperando una pista––– “Te-Heh”

“¡¿……?!”

Sus líneas de visión chocaron, casi como si Machi hubiera estado al acecho en ese momento exacto. Sorprendida, Ai inmediatamente volvió a mirar el tablero.

Luego, Machi ocultó la mitad de su rostro detrás de su abanico, como una dama de la corte en una pintura antigua de la Era Heian. Siguió observando a la chica desde el borde. Incluso ahora, Ai podía sentir su mirada…

“¡Uff–––––…………… ¡¡Está bien!!”

En un esfuerzo por dispersar todos los pensamientos innecesarios que pasaban por su mente, Ai reenfocó su energía en construir su formación.

Machi había seleccionado una secuencia de Aigakari basada en software. Era la misma estrategia que Ai había aprendido de su mejor amiga, Mio Mizukoshi, y le habían enseñado una dura lección usándola contra Ryou Tsukiyomizaka.

Además de …… lo que usó en su última partida contra Yaichi.

––– ¡No perderé! ¡El maestro es el único que podría vencerme!

Aunque a la defensiva, Ai se preparó para un ataque agresivo.

Machi, por su parte, dispuso sus piezas como si defendiera.

“…… ¿Chikatetsubisha? ¿Está tratando de contrarrestarme……?”

Justo cuando parecía que Machi iba a desatar su Hisha desde una etapa temprana, la deslizó de nuevo a la fila más profunda antes de llevarla a la octava fila solo para deslizarla de nuevo a la segunda. Esta secuencia finalmente resultó en la pérdida de un movimiento.

La maniobra de Machi le dio el control del área, pero Ai, al avanzar con su Kaku a las líneas del frente, efectivamente lo inmovilizó en su lugar.

Además, sus ojos de águila estaban atentos en su búsqueda de una abertura para llevar a su propia Hisha a la formación de su oponente.

Ai apuntó al Kaku indefenso de Machi, que no se había movido de su posición original.

Sintiendo el peligro, Machi–––.

“Qué aterrador. Será mejor que corras y te escondas”

Susurra mientras lleva al Kaku a un lugar seguro en lo profundo de su formación.

“…… ¡¡Sí!!”

Ai vio las formaciones alineándose a su favor.

––– ¡Ahora el Kaku de Kugui-sensei está atrapado!

¡¡Su Hisha también……!!

El Kaku recién retirado ahora sirve como una roca que bloquea el túnel subterráneo que Machi había excavado para que viajara su Hisha. Ambas piezas grandes se habían vuelto inútiles.

“¡Khg………… !”

Además, Machi despliega uno de sus valiosos Fu…

directamente en el lugar que acaba de dejar vacante su Kaku.

Era como si el Hisha de Ai infundiera miedo en su corazón.

“Khh…………Khh…khh……….. Khg……”

Los hombros de Machi se estremecieron arriba y abajo. El más leve de los sonidos salió de sus labios carmesí.

––– ¿Kugui-sensei… está temblando?

Ai levantó la vista del tablero y miró a su oponente una vez más.

“Hehe” “¡¿?!”

Machi Kugui––– Se estaba riendo. “Haaah…………………… Me decepcionas, Ai-chan”

Machi cerró el abanico para revelar la última expresión que Ai esperaba ver.

Luego, el zorro astuto acarició suavemente el lado del tablero de shogi antes de levantar la misma mano para revolotear con gracia las piezas.

“Residiste con Yaichi durante un año y ocho meses en total… y aun así no pudiste conectarte con él tan profundamente como yo mientras pasaba solo 10 días en la misma habitación”

“¡¿?!”

A partir de ahí, Machi puso en marcha lo que solo podría describirse como un ataque especial.

“¡¡Ah………… !!”

Ai jadeó con una sorpresa tan grande que fue como si el cielo y la tierra se hubieran puesto de cabeza.

“¡¿E-El Kaku……?! ¡¿Cómo llegó al frente cuando estaba atrapado en la parte de atrás?!”

El simple hecho de tirar un Gin a la defensiva abrió el camino para que Machi deslizara su Kaku directamente al frente y al centro de su formación.

Usó un camino diagonal a través de piezas que era difícil de reconocer para los seres humanos y una técnica de software de firma.

La partida acababa de comenzar y, sin embargo, Ai sabía cuánto se había quedado atrás.

Las piezas grandes de Machi tenían varias veces más movilidad que las suyas.

Los carriles horizontales y verticales estaban ahora a disposición de su Hisha. Mientras tanto, su Kaku tenía una vista clara y sin obstrucciones de todo el tablero.

Sus caminos se entrelazaron como colas largas: ¡El aterrador zorro de nueve colas había mostrado su verdadera forma!

Sin embargo, incluso más aterrador que eso fue…

“¡¡Aquí, aquí, aquí, aquí, aquí, aquí…… N-No, eso no funcionará!! No hay caminos de ataque sin importar dónde lea… ¡Todos están bloqueados por ese Fu!”

El único Fu que Machi había desplegado en lo profundo de su territorio.

Ai había asumido que era para bloquear su Hisha, pero también sirvió para sofocar a su Kaku. Cuanto más leía Ai en ese punto ciego, más agonizantemente obvio se volvía lo bueno que había sido ese movimiento.

“Este estilo de Shogi, es casi…… Casi como…… El de…… Maes…   ”

La fluidez y la creatividad de cómo jugaba le recordaban tanto a Ai que casi pronuncia su nombre.

“Apenas hemos comenzado, Ai-chan”

Machi se inclinó sobre el tablero para acercar su rostro lo más posible a la joven y pronunció su nombre sin dudarlo.

“Permíteme demostrarte cuán profundamente nos hemos conectado Yaichi y yo… Tan completamente como sea posible”

Cada una de las jugadoras de la Liga Femenina luchó con cada onza de su ser en los cinco tableros de Shogi en la arena.

Como tanto la oportunidad de un título como la amenaza de eliminación se avecinaban en todo tipo de escenarios complicados, las partidas, naturalmente, se desarrollaron a paso de tortuga. Se tuvo mucho cuidado de no atrasarse demasiado mientras los preciosos segundos de tiempo de espera se escapaban.

Así, un anuncio repentino de uno de los registradores de la partida recorrió la sala como un maremoto.

“Hinatsuru-sensei. Te quedan 10 minutos. ¿En qué punto te gustaría que comenzara la cuenta regresiva?”

“¡Desde ahora mismo, por favor!”

Tamayo Rokuroba escuchó todo esto desde su lugar en el siguiente tablero. Soportando el dolor en su abdomen, miró ese tablero con el rabillo del ojo.

Podía ver a Ai balanceándose de un lado a otro como un metrónomo, leyendo lo más rápido posible mientras la registradora de la partida anunciaba el tiempo detrás de ella. Las mejillas de la chica estaban salpicadas de gotas de sudor que no tuvo tiempo ni libertad mental para limpiarse.

Para que la cuenta regresiva ya haya comenzado… Eso significa que Ai ha usado mucho más tiempo de espera que su oponente.

––……Ni siquiera tengo que ver el tablero para saber cómo va.

Aun así, su curiosidad pudo más que ella. Formaciones que nunca antes había visto saludaron sus ojos.

“¡¿Q-Qué es eso?! no lo entiendo……”

Como jugadora de Furibisha, las estrategias de Ibisha bien podrían haber sido idiomas extranjeros para Tamayo.

Sin embargo, el Shogi que se desarrollaba a su lado era irreconocible como idioma. Su mejor suposición fue que la partida estaba llegando al final de la mitad del juego, pero más allá de eso…

Quedan cinco minutos.

Después de escuchar a la registradora de la partida, ahora era el turno de la oponente de Tamayo para susurrar en voz baja.

“…… ¿Quedan cinco minutos en esa situación? En su lugar, me quedaría sin tiempo antes de decidir qué movimiento hacer…”

El sudor se filtró cuando la jugadora de Ibisha, Azami Hanadachi, habló. Incluso Ryou Tsukiyomizaka, que estaba jugando en el tablero más alejado, no pudo evitar chasquear la lengua cuando se asomó por encima del hombro de Ai camino al baño.

Aunque Tamayo tuvo una interpretación diferente.

––– Conociéndote, es tiempo más que suficiente. Lo he visto antes.

Mirando la intensa concentración de Ai, Tamayo recordó una noche en particular.

Era su primer día viviendo juntos. Ai ganó cincuenta partidas consecutivas bajo la presión de un reloj de cuenta regresiva en línea. Ese tipo de racha ganadora fue más que ridícula.

Aún más ridículo, sin embargo, fue lo que dijo después de su quincuagésima victoria: Perdí el camino más corto hacia el jaque mate en la última partida. ¿Puedo jugar otra?

Cielos… Ella debe estar perdidamente enamorada de Shogi.

Entonces ella estará bien.

Cuando se trataba de Ai Hinatsuru–––Cinco minutos era una eternidad.

El movimiento que Ai finalmente decidió hacer cuando quedaban cinco minutos estaba dentro del ámbito de las expectativas de Machi.

“Uhm-hm”

Ella asintió y se giró hacia la registradora de la partida.

“¿Puedo preguntar cuánto tiempo me queda?”

“63 minutos”

Forzar ese anuncio fue una táctica fuera de lugar por parte de Machi.

––– Parece que he usado más tiempo del que esperaba trabajando en esta mitad del juego desconocida.

Aun así, Machi tenía más de doce veces más tiempo a su disposición que Ai.

Una ventaja cómoda, por decir lo menos.

“Ahora bien, ¿debería atormentarte desde la distancia o proceder al juego tardío con todo este tiempo de sobra……? ¿Qué camino preferirías?”

Machi susurró lo suficientemente fuerte para que Ai lo escuchara y esperó una reacción… Cuando de repente.

“…………. ¡¿Qué intensidad……?!”

Tal destello de calor inundó el rostro de Machi que sin darse cuenta cerró los ojos.

“¿Electricidad estática? Estoy segura de que vi algo parecido a los fuegos artificiales hace un momento…”

Un olor a chamuscado le picó la nariz.

Machi abrió los ojos con cuidado. En ese momento, Ai estaba–––.

“Aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí”

Centrada únicamente en el tablero entre ellas.

Con la cara cerca del tablero, el cuerpo balanceándose hacia adelante y hacia atrás a un ritmo rápido pero constante, y murmurando por lo bajo, Ai leyó el tablero con todo el impulso de un tren fuera de control.

Gotas de sudor caían de sus mejillas y salpicaban el tatami de abajo.

“Aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí aquí”

El calor pulsaba de todo su cuerpo. Sus susurros parecían comprimir el tiempo mismo.

Por primera vez en su vida, Machi sintió que su oponente no solo estaba usando su propio tiempo de espera, sino que también tenía la intención de consumir su tiempo de espera.

La aterrorizaba.

“!…………. ¿Que extraño?……”

Machi se adentró profundamente en el territorio de su oponente y desplegó una pieza con un chasquido agudo para simultáneamente evitar que ella misma escudriñara la partida hasta el momento y expulsar ese terror de su corazón.

“¡Ahora! ¡Permíteme mostrarte, Ai-chan!”

Este movimiento era necesario no solo para despedirse  de  Machi  la  Atormentadora    la

persona que había sido hasta ahora, sino también para convertir esta partida en una promoción para el Libro de Kuzuryu.

“¡¡Te doy la bienvenida a un juego tardío como nadie lo ha visto jamás!!”

Sin embargo, la respuesta de Ai fue más allá de lo que Machi creía posible.

De rodillas, la joven parecía un felino carnívoro listo para saltar mientras realizaba su siguiente movimiento en menos de un latido.

“¡¿No hay tiempo?! ¿No sería ahora el momento necesario para pensar?…………………………………………. ¿Por qué?”

¿Fue una burla barata? ¿O la falta de tiempo comenzaba a afectarla?

En cualquier caso, no había necesidad de que ajustara el ritmo. Pensando así, Machi se sentó sobre sus tobillos para contemplar sus opciones.

Machi… Usando su tiempo asignado en incrementos.

Ai… Respondiendo con una velocidad vertiginosa.

El tablero solo se volvió más complicado con cada movimiento de pase.

“Kugui-sensei. Te quedan 30 minutos” “Sí”

Machi confirmó el tiempo de espera y respiró hondo. Aunque había perdido la mitad de su tiempo de espera, todavía tenía 30 minutos para trabajar. Seis veces más que los meros cinco minutos de Ai–––.

“¿Eh?”

El hecho de que la cantidad de tiempo de espera para uno de ellos no hubiera cambiado en lo más mínimo sacudió a Machi hasta los huesos.

“El tiempo de espera de Ai… ¿No ha disminuido en absoluto?”

En otras palabras, Ai había estado jugando constantemente cada uno de sus movimientos en menos de un minuto desde que alcanzó la marca de cinco minutos restantes.

Normalmente, jugar a esa velocidad causaría un error fatal y la partida terminaría instantáneamente. Sin mencionar que este tipo de juego tardío nunca se había visto antes. La experiencia no valía nada. Incluso un jugador profesional de shogi no debería ser capaz de realizar los movimientos correctos de forma consistente con tan poco tiempo para pensar.

Sin embargo, por alguna razón, Machi no pudo apartarse. Sin importar qué movimiento hiciera, sin importar qué secuencias complejas pusiera en marcha, Ai jugó el contraataque correcto instantáneamente.

Entonces, con las formaciones aún muertas incluso–

––.

“Kugui-sensei. Te quedan 10 minutos. ¿Cuándo quieres que empiece la cuenta atrás?”