Zaregoto  (NL)

Volumen 1: Ciclo De Decapitación Y La Savant Azul

Capitulo 7: Plumas Mojadas De Cuervo

Parte 1

Termínalo

***

A propósito.

En Rusia, las «plumas mojadas de cuervo» supuestamente significan «el pico de la desesperación». Teniendo en cuenta que, podías románticamente describir esta isla como el último destino para aquellos en desesperación. Así como que lo contrario de afecto no es el odio, sino indiferencia, lo contrario de la esperanza no es la desesperación. Seguramente el opuesto de la desesperación es la aceptación apática de todas las cosas. Esa pura apatía atada con la absoluta convicción que te permite aprobar todas las cosas, diciendo: Sí, eso está bien eso es lo opuesto a la esperanza.

Todo está aquí, así que ¿qué más podría yo necesitar? Esta apatía que sentí estaba muy por encima de la línea de la normalidad. El destino proverbial de todas las emociones de uno.

Ese reino que no interfiere en el otro lado del lago que todos vemos en algún momento u otro admirando con ojos encajados con envidia. Ese dominio en el otro lado del tabú, conectado a la realidad por un gran signo igual.

Para llegar a dicho dominio, tenías que hacer muchos sacrificios. Lo que es más, era un billete de ida sin garantías.

Sin embargo, aun así, hay personas que lo alcanzan, ya sea por algún error, o por medio del conocimiento.

Ibuki Kanami, Sonoyama Akane, Sashirono Yayoi, Himena Maki, Akagami Iria, Chiga Akari, Chiga Hikari, Chiga Teruko, Handa Rei.

Y Kunagisa Tomo…

Todo esto es probablemente un gran viejo montón de ridícula palabrería. Nada más que aburridas, tonterías sin valor. Y la continuación de esta tontería es malsana a lo sumo.

Realmente, ¿qué clase de payaso era yo?

***

“¿Has averiguado algo?”

La quinta asamblea de la cena.

Teruko-san tenía sus tareas personales que atender, por lo que su asiento estaba vacío, pero los otros nueve estábamos todos reunidos juntos. Nueve personas. Hasta el día antes de ayer, justo hace dos días, había doce de nosotros en torno a esta mesa redonda.

“¿Tengo que preguntar de nuevo? Kunagisa-san, todos ustedes están todavía haciendo algunas investigaciones, ¿correcto? Bueno, ¿has descubierto algo?” preguntó Iria-san.

Ella parecía estar teniendo un montón de diversión. Estoy seguro de que la tenía. Por supuesto que era divertido.

Porque ella probablemente había creado todo un mundo en su cabeza. Debido a que esta isla, la Isla Pluma Cuervo Mojado, era, en sí mismo, todo su mundo.

“¿Debo preguntar de nuevo?”

“Sabemos absoluta y positivamente nada en absoluto” le contesté. “¿Qué pasa con ello? ¿Hay algún problema?”

“Oh, no. Solo estaba pensando, supongo que no hay nada que podamos hacer sin un especialista después de todo” dijo Iria-san con aparente interés. “Bueno, creo que lo mejor entonces es continuar operando en equipos como estos por los próximos tres días.”

“¿Tres días?” dijo Shinya-san. “Debo decir, que parece estar esperando un montón de esta persona. ¿Sencillamente qué clase de persona es Aikawa-san, de todos modos? ¿Cómo se conocieron?”

“Eso es un asunto privado” Iria-san sonrió. “Pero le diré qué tipo de persona. Hmm, ¿qué debería decir? Aikawa-san es una persona muy aterradora. Bueno, eso es lo que se podría esperar del más poderoso contratista del mundo. Pero también increíblemente inteligente. Estoy segura de que este caso será resuelto de inmediato. Jejeje, realmente no puedo esperar.”

El detective, ¿eh?

Resolver el caso antes que el detective a cargo incluso llegué aquí probablemente me descalifique como un personaje secundario, pensé. Pero mi vida estaba en juego aquí también, y había varias circunstancias complicadas. No podía sentarme y esperar por el personaje principal para que apareciera. Era su propia culpa por llegar tarde.

“Kekekeke” Maki-san se rio junto a mí.

Ella parecía estar teniendo un montón de diversión también. Yo no sabía si ella estaba leyendo mis pensamientos o viendo toda la farsa. Sin duda, era por lo menos uno de ellos, pero esa probablemente no era la única razón por la que se estaba riendo. Realmente, ¿quién era esta mujer quien era capaz de continuar riendo incluso después de conocer todo en el mundo entero?

Probablemente era merecedora de respeto. Aun así, evité contacto visual.

“Me han dicho que Aikawa-san estará aquí por la tarde en tres días a partir de ahora, a más tardar. Después de eso, estoy segura de que todo pronto será…”

Mientras Iria-san expuso sobre este detective suyo, fue interrumpida por el sonido de cubiertos volcados y ollas golpeadas juntas, acompañados por un chillido.

“¡Suficiente!” Era Yayoi-san.

Levantándose de su asiento, Yayoi-san utilizó su brazo derecho para empujar fuera de la mesa toda la comida que ella misma había hecho. A continuación, procedió a tomar el mantel ahora sucio y tiro de éste, haciendo que todos los platos cayeran de la mesa y se hicieran añicos. Una cadena de ruido ensordecedor resonó en el comedor.

“¡Basta de esto!”

Golpeó con las manos sobre la mesa.

“Sashirono-san…”

En un esfuerzo para calmarla, Hikari-san se levantó de su asiento también y se acercó a ella, pero Yayoi-san le dio un violento empujón.

“¿Qué es todo esto? ¡Dame un respiro! ¡Quiero salir de esta farsa! ¿Detectives? ¿Habitaciones selladas? ¿Cadáveres decapitados? Esto no es una novela de misterio. ¿No se da cuenta de la gente está siendo asesinada? ¿Por qué demonios está comiendo durante este tipo de discusión? ¡Sus cabezas fueron cortadas! ¡No coma mi comida mientras está hablando de una cosa así! ¡Todos ustedes deben estar locos si son capaces de quedarse tan tranquilos con todo esto! ¿Por qué no les importan las personas que fueron asesinadas? ¡Todos son asquerosos! ¿Desde cuándo esta bien el matar a la gente en este país?”

“Sashirono-san…” Hikari-san dijo desde el suelo. “Por favor cálmese.”

“¡Eres el asesino!” Yayoi-san gritó aún más fuerte. “¡Es obvio! ¡Ya sabemos eso! Tú eras la única con una llave para el cuarto de almacenaje, y visito a la habitación de Sonoyama-san en medio de la noche, ¿no es así? ¡Ahí es cuando la mató! ¡Y debe haber matado a Ibuki-san, también!”

“No tiene ninguna prueba. No debería decir esas cosas sin ninguna prueba, Yayoi-san”. Hice mi mejor esfuerzo para mantenerme frio mientras la reprendía. “No hay ninguna prueba de que Hikari-san es el asesino.”

“¿Prueba? ¡Me importa un bledo la prueba!”

“Pero no hay razón para que Hikari-san hubiera hecho tal cosa.”

“¡No es como si pueda esperar el entender cómo la mente de un maníaco funciona! ¡Ella probablemente va a utilizarlo en algún tipo de ritual! ¡Para invocar a Dios! ¡¡¡No más, no más, no más!!! ¿Por qué están tratando de acercarse a mí? ¿Creen que van a tomar mi cabeza después? ¡Nunca!”

“Yayoi-san, por favor, calmase.”

“¡Estoy bastante calmada! ¡Estoy bien! ¡Todos ustedes son los locos! ¡Todos ustedes están chiflados! ¡Todos son asquerosos! ¡Tienen que controlarse! ¡No puedo soportarlos! ¡Ni siquiera puedo hablarles! ¿En qué lenguaje están todos ustedes hablando? ¿Detectives? ¿Habitaciones selladas? ¿Cabezas cortadas? ¿Qué lenguaje diabólico es eso? ¿Soy la única de la Tierra aquí? Si ese es el caso, entonces me voy ahora. Ya no quiero estar en esta isla maníaca más. ¡No quiero hablarles!”

«Bam» Golpeo la mesa una vez más.

“¡No confío en ninguno de ustedes! A partir de ahora, me voy a quedar en mi habitación. Voy a abarracarme dentro. ¡Llámenme cuando estén listos para enviarme de vuelta a tierra firme! ¡De lo contrario, déjenme sola diablos! ¡No se me acerquen!”

Con eso dicho. Yayoi-san salió corriendo hacia la salida del comedor.

“Sashirono-san” Hikari-san la llamo una vez más, pero Yayoi-san ni siquiera miró hacia atrás, y con el tiempo ella se había perdido de vista.

Un breve, silencio incómodo.

“Oh, mi” Iria-san dijo finalmente con los hombros caídos. “Y yo que pensaba que era tan cortés. ¡Qué mal temperamento!”

Ella continuó. “Oh, ¿y ahora qué?” Ella suspiró. “Aikawa-san está tomándose la molestia de venir aquí, no puedo enviar a uno de los sospechosos a casa. Hikari, esta es tu responsabilidad; ve a hacer algo para convencerla.”

“Sí, madame” dijo Hikari-san con la cabeza agachada. “Entendido, mi señora.”

“Ohhh, la cena esta toda arruinada. Akari, ¿te darías prisa y nos harías algo?”

¿Precisamente ahora dónde ha ido Teruko en un momento como éste?

De hecho, la cena se arruinó como dijo Iria-san, pero fue un sacrificio necesario. No era mi dinero, y por supuesto no debes desperdiciar la comida, pero yo no fui el que lo había hecho de todos modos. Fue Yayoi-san, la que había hecho la comida en primer lugar.

Kunagisa contempló los caídos platos rotos con una mirada de desesperación. No la comida, pero los platos. Tal vez ella estaba pensando en sus computadoras destruidas, que eran del mismo tono de blanco.

“Hey, cátcher.”

“¿Mmm?” Kunagisa me miró. “¿Qué, Ii-chan?”

“Es mejor que me vaya. Voy a dejarte esto a ti.”

“Entendido” ella asintió.

Me levanté de mi asiento y me dirigí a la puerta.

Podía escuchar el sonido de problemas produciéndose detrás de mí. Me di la vuelta para encontrar a Kunagisa que se había subido sobre la mesa y saltado sobre Shinya-san. Fue sin duda un espectáculo un poco envidiable para mí, pero por ahora, tuve que dejarlo ir.

Además, no podía traer a Kunagisa conmigo.

Corriendo por el pasillo con un ojo cerrado, subí las escaleras y finalmente divise a Yayoi-san por su habitación. Ella estaba apoyada contra la pared, con una mirada vacía en su rostro.

Ella me miró. “Ah” suspiró con alivio. “¿Cómo estuve?”

“Dio una actuación estelar.”

“Actuación, ¿eh? Era más que media verdad, realmente” ella dijo mientras continuaba caminando conmigo. “Pero, ¿es realmente cierto? ¿Es esa persona realmente es el asesino?”

“Lo reviso usted misma ¿no?”

“Sí, el olor era correcto, pero… no tengo tanta fe en mi sentido del olfato. No soy un perro, después de todo.”

“Sin embargo eres como uno.”

“Eso no es un cumplido, sabes.”

Sí, lo sabía. Kanami-san me dijo una vez algo similar. No es un cumplido si dices, Eres como un tal y parecido.

Bueno, ¿qué mujer no se sentiría ofendida después de ser comparada con un perro? Me disculpé inocentemente.

Habíamos llegado a la puerta del cuarto de Yayoi-san.

“Entonces, ¿qué hacemos a partir de ahora?”

“Yayoi-san, por favor vuelve al comedor. Es peligroso aquí.”

“Entonces ¿por qué haces esto?” Preguntó, simplemente fuera de sospecha. “Siento que tiene que haber otra manera. Esta es sólo mí especulación, pero se siente como que escogiste deliberadamente la opción más peligrosa posible. En este mundo hay personas que mueren por comer demasiado y personas que mueren de hambre, y el primero es abrumadoramente más común. Pero parece que eres del último tipo.”

“No me subestime.”

“Eso no fue un cumplido.”

Con eso me dio un guiño y lentamente se dirigió de nuevo de donde habíamos venido.

“Peligroso, hombre…” me susurré a mí mismo. Por supuesto, era muy consciente de ello. Tenía completa comprensión de los peligros que enfrentaba cuando decidí hacer esto, que supongo realmente hizo de mí el tipo muerto de hambre hasta morir.

Ahora eso es una tontería.

Después de una breve preparación mental, poco a poco, abrí suavemente la puerta del cuarto de Yayoi-san.

El interior oscuro. Incapaz de ver mucho de nada, di un paso al interior.

«Swoosh.»

El sonido del aire cortándose.

Rodé hacia adelante y me deslicé en la habitación. Entonces me levanté hincándome en una rodilla y abrí el ojo que había estado cerrado. De esta manera podía ver el interior de la habitación, al menos un poco.

Alguien cerró la puerta detrás de mí. Pude ver la cara claramente, y en ese momento aprendí que mi hipótesis había sido correcta. Mi oponente llevaba una ligera mirada de sorpresa, pero sólo la mantuvo por un momento antes de blandir un hacha, ¡un hacha! Hacia mí.

Silencio.

Mi atacante no dijo una palabra.

Con una respiración profunda, me puse de pie. Había sido bastante tiempo desde que no había hecho ninguna acrobacia. No es que fuera malo en ello, simplemente que mis habilidades definitivamente se habían oxidado en los pocos meses desde que regrese a Japón.

Como si se diera cuenta de la necesidad inmediata de resolver esto, mi atacante se movió primero, arrastrando los pies hacia mí. Con Kunagisa reteniendo a Shinya-san abajo, alguien llegaría eventualmente a salvarme, siempre y cuando pueda comprar algo de tiempo. No hubo necesidad de ir a la ofensiva. De hecho, yo quería salir de allí, pero mi atacante estaba de pie entre la puerta y yo, por lo que probablemente se habría planteado todo un reto.

Por ahora, sólo tenía que concentrarme en esquivar los ataques. Este tipo de pensamiento pasivo se me había escrito por todas partes, pero no sirvió de nada. Al enfocar mi mirada totalmente en el hacha de mi atacante, descuide completamente el prestar atención a mis pies.

Mi atacante amagó con el hacha, y luego vino hacia mí con un barrido de piernas. Hizo una conexión gloriosa. Incapaz de incluso rodar hacia atrás, en vez de eso mi espalda chocó contra la alfombra. Mi atacante procedió a montarme y capturo mis hombros. Todo sucedió en un solo instante.

El partido estaba esencialmente acabado. Tal vez debería haber gastado esas mañanas corriendo maratones en vez de ir para pasear. O quizás debería haber seguido yendo al dojo incluso cuando regresé a Japón.

“Ah… ahhh…”

Ah bueno, a decir verdad, en realidad no tiene mucha diferencia si me mataran o no. En este punto, Kunagisa probablemente ya había explicado todo a los demás, y Yayoi-san ya habrá regresado al comedor también. De cualquier manera, no había ninguna posibilidad de que mi atacante pudiera escapar. Había perdido el partido, pero el torneo era nuestro.

Así que esto estaba bien. Ahora bien, el hacha. Utiliza el hacha.

“Muere.”

La fría, voz familiar de mi atacante. Me di cuenta que me había rendido completamente. ¿Qué era esta sensación? ¿Por qué? ¿Por qué estaba yo incluso dispuesto a renunciar a mi propia vida?

¿Yo no quería vivir?

No es que quisiera morir, pero no quería vivir tampoco. La vida era un gran problema, pero yo no estaba saltando a la idea de morir específicamente. ¿No había nada importante para mí? ¿Nada que quisiera? ¿Nada que quisiera proteger? ¿Es por eso que estaba tan dispuesto a rendirme?

“No.”

No.

Fue porque incluso si muriera aquí, nadie sería molestado. Kunagisa no sería molestada.

Maki-san.

¿Sabías que esto sucedería? Si es así, supongo que estoy agradecido de que no me dejaras saber al respecto. Ahora sabía la razón de que Maki-san, quien sabía todo, no había dicho nada. Mueres exactamente cuándo debes hacerlo, aunque no estaba en ese estado mental todavía.

En efecto. Así como dijo Teruko-san, realmente sólo debería morir. En serio.

Hey…

Pero el hacha no venía hacia abajo. Fue levantada hacia arriba en el aire, y luego simplemente se detuvo. Mirando hacia arriba en confusión, vio no una expresión burlona, sino más bien una mueca torcida mientras mi atacante forcejeo y luchó para llevar el hacha abajo.

“No cierras los ojos, ¿verdad?”

¡Había otra persona! No era la voz de la persona encima de mí. No podía ver desde donde estaba, pero esta tercera persona tiene que haber cogido el hacha mientras estaba en el aire y se negó a dejarla ir.

¿Quién fue? ¿Había venido Yayoi-san a salvarme? ¿Kunagisa me había seguido hasta aquí? Pero ninguno de ellas parecían posibilidades factibles.

La tercera persona arrebato el hacha hacia arriba y en el mismo instante entregó una hermosa, verdaderamente gloriosa patada baja a mi atacante ahora a su lado completamente abierto. Incapaz de tomar el golpe, mi atacante salió rodando de encima de mí y se estrelló contra el sofá cercano. En otro instante, sin embargo, el agresor estaba de vuelta en dos pies y cara a cara con la tercera persona.

De un solo golpe, me había convertido en un mero espectador.

En este punto, por alguna razón, la tercera persona tiró el hacha. Y aquí había una oportunidad de oro para usarla. ¿Podría haber sido un gesto de deportividad? ¿En un momento como este?

A diferencia de cuando lucho contra mí, esta vez mi atacante no intentó saltos temerarios. Pero había un límite de tiempo aquí. Si esto no se resolvía rápido, existía la posibilidad de que Kunagisa terminaría de explicar todo y traería a los otros aquí.

Pero esta tercera persona no repitió mi error. Bam, vino el sonido de los pies contra el suelo cuando la tercera persona saltó hacia mi atacante, cubriendo hasta dos metros en una sola zancada. En un movimiento al estilo de kenpo japonés, la tercera persona utilizo el impulso del salto para entregar un puñetazo recto. En lugar de esquivarlo hacia atrás o al lado, mi atacante en su lugar se contorsionó diagonalmente, tanto esquivando el golpe y acercándose a la tercera persona al mismo tiempo. Mi atacante entonces agarró a la tercera persona por el cuello, pero la tercera persona envió otro puñetazo recto sin siquiera tratar de evitar el agarre de mi atacante. Mi atacante, aún en modo ofensivo, fue incapaz de esquivar. El puñetazo conecto directamente con el corazón.

“Huh…”

Mi atacante dejó escapar un gemido, pero se negó a liberar la garganta de la tercera persona. Entonces, casi sin esfuerzo, mi atacante se deslizó pasando por el lateral de la tercera persona y dio una patada hacia atrás a la pantorrilla.

La tercera persona tropezó.

Parecía que mi atacante pretendía aprovechar esta oportunidad para estampar a la tercera persona en el suelo. Observando desde el margen, incluso yo pensé que esto era el final. Pero no terminó. La tercera persona utilizo el brazo de mi atacante como un eje para rotar y giró mientras cambiaba en el aire, haciendo que ambos cayeran juntos al suelo, con el brazo de mi atacante en un candado. Fue una técnica ofensiva a través de la defensa de judo.

Otro instante. El sorprendentemente sordo, casi anti climático sonido de romper huesos resonó en el cuarto oscuro. La tercera persona libero el brazo y se levantó. Mi atacante siguió su ejemplo y comenzó a ponerse de pie también, pero antes de lograr levantarse del todo, recibió una patada sin piedad al ya aparentemente brazo roto. Mi atacante voló por el aire y sobre el sofá. Luego vino el sonido de la mesa de cristal rompiéndose. Y mi atacante volvió a caer en el sofá.

“Fiuuuuuu” La tercera persona exhalo una respiración profunda con completa calma.

Tenemos un ganador.

Yo estaba totalmente sin palabras.

Por fin, la tercera persona me encaro. Y entonces, sin tanto como una sonrisa, dijo: “Cuando esté a punto de morir, creo que debería cerrar los ojos.”

“¿No dijiste que tipos como yo deberían morir?” Murmuré débilmente.

“Oh, eso” Ella inclinó la cabeza. “Eso fue una mentira.”

Dijo Teruko-san.

Lentamente sacudiendo mi cabeza, extendí mi mano hacia ella. Me figure que las posibilidades eran de cincuenta-cincuenta, pero ella agarró mi mano y me ayudó a ponerme de pie.

“¿Qué está haciendo aquí?”

“No hay razón. Era simplemente inevitable.”

“¿De qué está hablando?”

“No se preocupe. Es una tontería.”

Ahora eso…

Esa era mi línea.

Suspiro.

“Gracias.”

Después de tirar de mí y ponerme de pie, ella soltó mi mano y me miró con esos ojos fuera de foco.

“No hay necesidad de darme las gracias. Más importante…” Una breve pausa.

“Hay algo que me ha estado molestando.”

“¿Qué?”

Esta fue una declaración bastante fuerte de hacer. ¿Qué estaba ella a punto de decir? Ni siquiera podía imaginarlo.

Oscuro.

Mis ojos se habían ajustado totalmente a la oscuridad, pero incluso aun así, no podía leer la expresión de Teruko-san.

Al igual que mi propio corazón.

Al igual que los corazones de los demás.

“Su pregunta de esta tarde” dijo ella, con ese mismo viejo tono pálido y mirada fría. “¿Yo sé que estaba hablando metafóricamente… estaba hablando Kunagisa- san o de sí mismo?”

El niño encerrado en el sótano.

Privado de comunicación con cualquier otra persona durante diez años.

“Ah…”

Una vez más, extendí la mano para tocar la mano de Teruko-san por ninguna razón en absoluto.

Por un instante, nuestros dedos se tocaron. Y entonces, en ese momento de separación…

Un sonido rompe tímpanos. La sensación de una onda de choque corriendo a través de todo mi cuerpo. El cuerpo de Teruko-san se desplomó sobre mí. Como peso muerto.

Me aferré a ella mientras ella descansaba todo su peso sobre mí. Pero no había tiempo para estar allí y saborear el toque cálido de como era de esperar su ligero cuerpo. Mis ojos seguían pegados al sofá.

O, para ser más específicos…

A la mujer sentada allí sosteniendo una pistola. Sentada allí, totalmente al margen.

Mis ojos estaban pegados a eso. Era una pistola negra, un relativamente popular modelo. Incluso yo había visto unas cuantas en el extranjero. Sin embargo, estoy seguro que no esperaba ver una en este país. ¿Ella tenía una Glock?

Por qué ella no había utilizado el arma hasta ahora, era obvio. No importa cuán grande era esta mansión, no era lo suficientemente grande para detener el sonido de un disparo de llegar a todos los rincones de la misma. Es decir, esto fue probablemente el último as bajo su manga. Era un movimiento ilegal, el método prohibido absoluto.

En cuyo caso…

En cuyo caso, el día era el mío. Todavía tenía mi as, aunque tal vez había dejado la hora de usarlo que se escapara.

Y así la conclusión continuó. La resolución a la escena final.

Una voz. Una voz débil. Y entonces, el cañón del arma se volvió hacia mí.

Ella dijo algo que no pude oír, mis oídos todavía resonando del disparo del arma. Mis tímpanos estaban probablemente bien, sólo momentáneamente paralizados. Pero en una situación como esta, eso significaba la misma cosa. No se veía como si fuera a esperar a que mi audición volviera.

¿Qué dijo ella? En cierto modo me molestaba. Esto era un jaque mate.

Adiós. Qué estúpido. ¿Qué estabas tratando de hacer? ¿Tú quieres morir en un lugar como este?

¿Para qué estabas viviendo de todos modos?

Ella probablemente estaba diciendo algo en ese sentido. O no, tal vez ella no estaba diciendo nada en absoluto.

De cualquier manera, no hay un significado en palabras que no se puede oír.

Al igual que no hay un significado en los sentimientos no se expresan.

Cansado, la miré. Sobre el hombro de Teruko-san. Rápido el cañón de la pistola.

“Ah.”

Tal como pensaba. Tal como pensaba, este era el final.

Naturalmente yo no creo que nadie vendría a rescatarme de esta crisis… y esto era más o menos lo que esperaba que sucediera. Por supuesto, no me refiero a tener a Teruko-san involucrada, pero aparte de eso, todo había ido más a menos de acuerdo al plan.

Eso es porque mi único plan era no involucrar a Kunagisa. Nada más importaba. En realidad, no importaba. Yo era apático e indiferente. No había futuro. No había pasado. Me había olvidado de haber nacido hace mucho tiempo. Inconsciente del hecho de que yo estaba vivo. La realidad no era más que un sinónimo de ilusión para mí, y eso nunca fue un antónimo para sueño.

En este punto.

El cuerpo de Teruko-san descansando sobre mí. Mi dolor de tobillo palpitante. Mi forma de pensar paralizado. Mis valores rotos. Mi ética fundida. Mi moral colapsando. El cuello de Kanami-san. El cuello de Akane-san. La verdad detrás del incidente. El culpable. El asesino. El homicida.

La chica dolor de cabeza. Nada de eso importaba ahora. Me perdonará todo.

Así que…

Aprieta el gatillo. Por favor, acaba con ello.

«K-chink».

El sonido del amartillar del arma.

Un sonido que había escuchado un millón de veces en el extranjero.

Y así, por fin…

Aquí.

“¡Ii-chan!”

El sonido de la puerta golpeada abierta. Luz perforando la habitación con tal ferocidad que mis ojos dejaron de funcionar por un momento. Pero no había ninguna necesidad de confirmación visual de quien estaba apuntando el arma contra mí. Incluso con mis aturdidos tímpanos, su voz había logrado alcanzarme.

Pero apenas podía creerlo.

Kunagisa Tomo estaba allí sola.

Ridículo. Eso no era posible. Yo la había dejado en el primer piso, así que no podría hacer esto. La había dejado en el primer piso porque ella era incapaz de subir sola las escaleras. Ella no se supone que sea capaz de venir aquí sola.

Pero ella estaba de hecho sola. Con lágrimas en los ojos. Llevaba una expresión terriblemente agotada. Ella estaba jadeando. Agarrando su pecho. Se veía como si estuviera a punto de colapsar en cualquier momento, pero se obligó a permanecer de pie.

Y ella estaba sola.

“Esto es…”

Espera un minuto. Esto no puede ser. Alguien debe estar con ella. Si nadie estaba con ella, habría sido imposible para ella subir esa escalera de caracol. Tal vez uno o dos pasos, pero esto no esto.

Era imposible.

¿De verdad había venido sola todo el camino hasta aquí, a pesar de su aflicción?

¿Todo este camino?

Para estar seguro, no era físicamente imposible. Pero los trastornos obsesivo-compulsivos no son algo para tomarse a la ligera. No son tan pequeños que puedas conquistarlos solo con fuerza de voluntad. Sé que es un hecho que desafía el propio subconsciente no es un paseo por el parque.

Sin embargo… sin embargo, Kunagisa había oído el disparo.

Y a pesar de estar mortalmente agonizando, a pesar de ser tan doloroso que en el peor de los casos ella realmente podría haber muerto, ella se había obligado a subir las escaleras. Olvidando incluso traer a alguien que la acompañe. Suprimiendo las ganas de vomitar. Agarrando su propio corazón. Obligando a esas piernas reacias a mantenerse en movimiento. Amarrando a su propia alma dominada por el miedo. Con ese corazón demasiado frágil para vivir. Soportando la angustia de las profundidades del Infierno. Todo solo para alcanzarme. Poniendo todas las cosas a un lado.

Kunagisa. Por mí.

“¿Por qué?”

La presión. Me rompió el corazón hasta el punto de brutalidad. Realmente era un payaso…

sintiéndome así.

Este patético sentimiento, ¿cuál era el nombre para esto?

“¿Por qué estás…?”

¿Por qué estás siempre, siempre… haciéndome temblar?

Tú.

Realmente. Desde el principio.

Nada ha cambiado.

«Fwip».

La mujer me quito de su mirada y la reacomodo en Kunagisa.

“¡Hey!”

¿Qué estás haciendo? Ibas a dispararle a mí. ¿Por qué tienes que apuntar el arma hacia allí? No existe tal necesidad, maldita sea. ¿O son tales cosas sin sentido para ti? ¿Son las cosas como necesidad y realidad inexistente en ese mundo sesgada en cual vives?

La luz.

Poco a poco mis ojos se estaban ajustando. Los suyos probablemente estaban haciendo lo mismo. Kunagisa, sin embargo, que a diferencia de nosotros estaba adaptándose a la oscuridad, no a la luz, no podía reconocer las características de mi atacante. Adaptarse a la oscuridad lleva más tiempo que adaptarse a la luz. En consecuencia, si fuera a disparar ahora, no había ninguna manera en que Kunagisa pudiera esquivarlo.

Salté.

Pero para el momento en que me puse en pie, ya era demasiado tarde. No tenía sentido. No había manera de que pudiera llegar a Kunagisa a tiempo. Yo no podía correr más rápido que una bala. Incluso si pudiera, no habría sentido. No podía sencillamente morir delante de Kunagisa.

Fui demasiado lento. Fui demasiado lento, tal y como era hace años. Al igual que todo el tiempo.

En cuyo caso…

No había nada que yo pudiera hacer…

“Oh.”

Parecía que Kunagisa fue capaz de detectarme. Sin ni siquiera echar una mirada a la pistola, sin dejar a que mi atacante incluso entrara en su campo de visión, me apunto con un dedo y sonrió.

“Ah, gracias a Dios. Estás bien, ¿cierto Ii-chan?”

Con esa sonrisa. Con esa sonrisa desinteresada. Con esa desigual, agotada sonrisa. Con Kunagisa Tomo, quien estaba completamente ajena a las circunstancias.

Yo estaba…

Realmente…

“Estoy enamorado de ella” me dije a mí mismo.

Sip. Era algo que siempre había sabido. Era tan obvio para mí que nunca hubo la necesidad de ponerlo en palabras. No había necesidad de palabras entre nosotros.

Por supuesto, se trataba de un asunto completamente consciente de sí mismo. Desde el instante en que la había conocido, había elegido a Kunagisa Tomo. Al punto en que no me importa nada más. Yo no necesito ser amado o incluso elegido.

“Por favor detente” le rogué a mi atacante.

Ella permaneció inmóvil durante un rato, pero luego “Jeje. Jejeje…” le dio vueltas a la pistola y le apuntó al suelo. Ella siguió riendo durante un tiempo.

“Hehehehehehe… haaaahahahaha…”

Al igual que ella estuviera teniendo una especie de celebración. Riendo como cantando.

Arrastrando los pies, me dirigí hacia Kunagisa y tome por los hombros. Su cuerpo se había puesto completamente caliente. Eso fue suficiente para discernir hasta qué punto había luchado para llegar hasta aquí. Sostuve a Kunagisa para cubrirla, y regrese mis ojos de nuevo en mi atacante.

Estaba mirando hacia nosotros. Mirándonos aferrarnos el uno al otro.

“Bueno, todavía tengo algunas quejas, pero…” ella abrió su boca “eh, de un tipo como tú, sólo escuchar algo así de honesto es suficiente por ahora, supongo” dijo ella. “Eso es lo que estaba esperando a oír anoche” Sonoyama Akane dijo cínicamente, y echo la pistola a un lado.

***

“Uwaaa, tienes un enorme moretón aquí, Ii-chan.”

Con la pierna de mi pantalón enrollado, Kunagisa palmeó el moretón en mi tobillo. Esta gorila de pelo azul, probablemente no se dio cuenta de cuánto esas palmaditas lastimaban. Hikari-san me había traído medicamentos anti-hinchazón, así que me puse en ello. Se sentía como si todo el calor había desaparecido de mi cuerpo.

¿Esto era comodidad?

“Akane-chan fue taaaan difícil. No es que ella siempre pareciera tan resistente” dijo Kunagisa. “¿No lo sabías, Ii-chan?”

“¿Por qué habría de hacerlo? ¿Quién podría haber sabido que uno de los Siete Tontos resultaría ser tan espantosamente duro? Esto no es un videojuego o algo así.”

Ella era una fuerza completa a tener en cuenta. Yo no había esperado que ella fuera tan abrumadoramente difícil, y yo sin duda no había esperado que ella tuviera una pistola preparada. Yo había tenido un número de roces con la muerte hasta ahora, pero éste fue de lejos el más peligroso.

“Si Teruko-san no hubiera venido a mi rescate, las cosas se habrían puesto realmente mal.”

“Tienes que ser cuidadoso. Ese cuerpo no te pertenece a ti solamente, sabes.”

“Dilo tú, mujer.”

Desde el enfrentamiento, habíamos entrado en una fase de tratamiento de los heridos, dictado por el sentido común como la preocupación primaria. En ese momento, yo no había pensado en nada de eso, pero después un tiempo, el daño de esa barrida inicial de pies se hizo mucho más evidente, así que estaba siendo sometido a tratamiento en la habitación de Kunagisa.

“Te golpeaste la espalda también, ¿verdad? ¿Te dolió?” Dijo Hikari-san. “Por favor, tenga cuidado. Akane-san estaba en el club de karate en la escuela preparatoria, ¿lo sabías?”

“Creo que he oído eso antes…”

“Ella incluso participó en el torneo nacional.”

Hombre, enséñame esas cosas.

“Sí, pero al parecer ella sólo ganó cinco peleas.”

“Sólo necesitas cinco peleas para ganar el torneo nacional.”

En cuanto a las heridas de Akane-san, primero estaba su brazo derecho roto. Luego estuvo esa primera patada, que al parecer le había roto cuatro costillas. Incluso en esa fase temprana del enfrentamiento ella había sufrido una herida importante, sin embargo, ella todavía era capaz de saltar alrededor así. Fue una verdadera hazaña.

Mientras tanto, Teruko-san estaba en tratamiento con Akari-san. La piel alrededor de su garganta se había rasgado cuando Akane-san estaba estrangulándola, y había tenido algo de sangrado, pero ella no había sufrido otras heridas notables. En el momento del arma de fuego, yo había pensado que la bala le había pegado el centro en la espalda, pero en realidad no la había golpeado en absoluto. Pensé que había caído en mis brazos por la fuerza de recibir un disparo, pero era en realidad el resultado de ella esquivando la bala. Tal vez fue su reacción al sonido de la pistola siendo activada. Ella era como uno de los ángeles de Charlie.

Por no hablar de que, después, ella estaba haciéndose la muerta.

“En realidad, eso no es del todo correcto” dijo Hikari-san. “Estoy seguro de que ella sólo estaba protegiéndolo.”